Diamantes y Pedernales

Autor: José María Arguedas, nació el 18 de enero de 1911; fue un profesor, antropólogo,
poeta y escritor conocido a nivel internacional por sus obras literarias que incluyen a dos
mundos totalmente diferentes como lo son la clase social baja (andino) y alta (occidental)
ante diversos conflictos sociales.
Tema: El abuso de poder
Personajes:
• Principales: Mariano “Protagonista” (Obediente y sumiso ante Don Aparicio, es de
clase social baja), Don Aparicio “Antagonista” (Autoritario, tiene poder y es de
clase social alta), Adelaida (Es bella, interesada y es de clase social media) e Irma
(Fiel a Don Aparicio y sumisa, es de clase social media).
• Secundarios: Madre de Adelaida, Félix, los lacayos, el terrateniente, ex patrona de
Mariano, el hijo de la ex patrona, Antolín y el alcalde.
• Incidentales: Los señores y señoras del pueblo, los arpistas, los indios y las indias.
Escenario: La historia acontece mayoritariamente en la capital de una provincia de la
sierra (no se hace mención del nombre del lugar), sin embargo, señalan pueblos como:
Lambra, Ocobamba, Challwa y Alk’amare.
Narrador: Omnisciente
Estilo de Narrativa: Directo
Mensaje: Todos merecemos un trato igualitario en el que se venere nuestra integridad
física y psicológica, sin intervenir las diferencias de clases sociales en ello; actualmente
nuestro país sigue siendo afectado por la discriminación, a pesar de que, las víctimas de
esta situación son quienes realmente conservan nuestra cultura y tradiciones, y que por
sí ya merecen un respeto.
Resumen: Esta novela presenta la historia de Mariano, quien es un arpista considerado
“tonto” y sumiso incluso por sus familiares que a través de persuasiones hicieron que
nuestro protagonista viaje a la capital de la provincia. Es este lugar donde conoce a Don
Aparicio (un señor de clase social alta, mujeriego y sumamente autoritario con las
personas “inferiores” a él) que luego de oírlo tocar su arpa le ofreció trabajo en su casa
con la condición de que solo puede tocar para él. Don Aparicio tenía a muchas
“concubinas” pero su favorita era Irma (a quién había raptado de Ocobamba) por su
fidelidad, sin embargo, con el tiempo llegó a la ciudad una bella joven llamada Adelaida,
de la cual Don Aparicio queda encantado a primera vista y para conseguir la aprobación
de su madre y de ella ofreció indias como sirvientes e hizo derroche de su dinero. Irma al
enterarse armó un plan para volver a ser la preferida de Don Aparicio, este consistía en
cantar al compás del arpa que tocaba Mariano, pero ella no contó con que su amado con
su actitud violenta y abusiva le destrozaría el arpa a Mariano por su supuesta “ingratitud”
y que, por la insistencia del arpista en el afán de pedirle perdón a su patrón, este lo
lanzaría desde el segundo piso hacia al patio y provocaría la muerte del Upa. Impactado
por el hecho, Don Aparicio dijo que solo fue un accidente y que velaran a Mariano como
el maravilloso comunero que fue, luego de visitar el sepelio Don Aparicio se despide de la
joven Adelaida y de Irma, para luego irse de la capital a un lugar desconocido.