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Programa Nacional de Formación en Geociencias PNFG

República Bolivariana de Venezuela


Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y
Tecnología
Universidad Politécnica Territorial del Estado Mérida “Kléber Ramírez”
Programa Nacional de Formación en Geociencias
Unidad Curricular: Geología General

INTRODUCCIÓN A LA GEOCIENCIAS

PERIODO SEMESTRAL: A-2023


UNIDAD CURRICULAR: Introducción a la Geociencias
PROFESORA: Ing. Lina Dugarte SECCION: A

Especialista en DRII university.ing.geologo@gmail.com


Programa Nacional de Formación en Geociencias PNFG

INTRODUCCIÓN A LA GEOCIENCIAS

ALCANCE Y DEFINICIÓN

Siglo XIX

Estructuración

La Geociencias sirvió para la conquista


y exploración de los recursos
naturales en todos los continentes.

En el 2001, la idea de proclamar una año internacional del Planeta Tierra, idea
propuesta conjuntamente por la IUGS (Unión Internacional de Ciencias
Geológicas) y la División de Ciencias de la Tierra de la Unesco y así, con motivo
de la celebración de 32 Congreso Geológico Internacional, celebrado en
Florencia y con la participación de 140 países, se proclamó la siguiente
declaración:

Las geociencias pueden contribuir de forma significativa a un mundo más seguro,


más saludable y más próspero.

Con la proclamación de un año internacional bajo el auspicio de los estados


miembros de las Naciones Unidas ayudaría a las Ciencias de la Tierra a realizar
su plena contribución al desarrollo sostenible del Planeta.

Se alcanza así la proclamación, por resolución de la Asamblea General de las


Naciones Unidas, de 22 de diciembre de 2005, como el año 2008 Año
Internacional del Planeta Tierra programándose actividades durante el trienio
2007-2009:

"Teniendo en cuenta el papel fundamental que podría desempeñar el Año, entre


otras cosas, en la sensibilización del público sobre la importancia para el
desarrollo sostenible de los procesos y los recursos de la tierra, la prevención,
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reducción y mitigación de los desastres, la creación de capacidad para la gestión


sostenible de los recursos, y su importante contribución al Decenio de las
Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible.

Decide proclamar 2008 Año Internacional del Planeta Tierra".

Las Geociencias estudian fenómenos físicos, químicos y biológicos que ocurren


en nuestro planeta y el espacio exterior, cuya magnitud afecta a la Tierra y a los
seres vivos. Además, la Geociencias abarca el estudio temporal y espacial de
nuestro planeta desde un punto de vista físico y químico incluyendo su
interacción con los seres vivos y con los fenómenos del espacio.

También es conocido como la agrupación de ciencias o disciplinas que estudian


la estructura, forma y dinámica de la tierra. Parte del conocimiento que se dedica
al estudio de los componentes físicos del planeta.

Las ciencias de la Tierra o geociencias son las disciplinas (tabla I) de las ciencias
naturales que estudian la estructura, morfología, evolución y dinámica, así como
la comprensión, representación gráfica, usos de los materiales y procesos de
nuestro planeta.

22 de Abril - Día de la Madre Tierra

2008 Año Internacional del "Planeta Tierra".


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La Geología es la ciencia que estudia la composición, estructura, dinámica e


historia de la Tierra, incluyendo sus recursos naturales (energía, minerales,
agua…), así como los procesos que repercuten en su superficie y, por tanto, en
el medio ambiente.

Importancia de la geología
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Origen del Planeta Tierra

ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA


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Evolución de la Tierra a través del tiempo Geológico

La historia geológica de la Tierra se puede dividir en lapsos relacionados con


acontecimientos importantes, análogamente a la forma en la que dividimos la
historia de la humanidad (edades antiguas, media moderna y contemporánea).

QUÉ ES EL TIEMPO GEOLÓGICO

Éste es el periodo de tiempo que comprende los procesos de hace 4,5 millones
de años desde la formación del planeta y desarrollo hasta el día de hoy.
Podemos comparar el tiempo geológico con un calendario de acontecimientos.

La escala de tiempo geológico se divide principalmente en cuatro grandes


periodos geológicos, los cuales son considerados como unidades de magnitud
variable. Se denominan eones, eras, periodos y épocas.

Cada uno de estos intervalos de tiempo ocurre en un momento dado y para ello
es necesario definir una unidad de tiempo geológico.

En geología la unidad básica de medida del tiempo geológico es el millón de


años identificado con las siglas (Ma) el cual superar con creces todos los
intervalos de tiempo que el hombre suele manejar. Es difícil de imaginar estos
intervalos de tiempo.
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Un período geológico es una unidad geocronológica formal de la escala


temporal geológica que representa el tiempo correspondiente a la duración de
un sistema, la unidad cronoestratigráfica equivalente que comprende todas las
rocas formadas en ese tiempo. Por ejemplo, las rocas del sistema Silúrico se
formaron durante el periodo Silúrico, o los fósiles que encontramos en rocas del
sistema Jurásico pertenecen a organismos que vivieron durante el periodo
Jurásico. Cada uno de estas subdivisiones en los que se dividen las eras y
periodos del Fanerozoico se destaca por un cambio a escala geológica o
biológica que generó una transformación en las formas de vida en la tierra.

Por tanto, la escala geocronológica está compuesta por un conjunto de datos


definidos por la unidad de tiempo geológico, la cual hace referencia a las
divisiones del tiempo que se utilizan en la geología histórica de la Tierra. Estas
unidades se basan en cambios o interferencias que han ido ocurriendo a lo largo
del tiempo y transformado de una forma u otra nuestro planeta.

Es decir, por medio de esas unidades ha sido posible hacer la respectiva


clasificación de las edades geológicas por las que ha pasado nuestro planeta.
Ha sido un proceso largo que ha requerido una increíble investigación y análisis
de numerosas litologías del planeta de diferentes edades y facies características.

En resumen, aunque la información acerca de los períodos geológicos de


nuestro planeta es algo compleja de comprender, el uso de una tabla
cronoestratigráfica es una excelente herramienta que contiene el resumen de
todas las eras, períodos y épocas en los que se divide la historia geológica de la
Tierra.

Dicha escala cronoestratigráfica nos permite identificar con mayor precisión


las características que poseen las rocas y los fósiles encontrados que son
propios de cada período, pues es precisamente de dichos elementos de donde
se extrae toda la información que proporciona a los científicos una idea de los
cambios y transformaciones por los que ha pasado el planeta.

Divisiones principales: Eón, Era, periodo y época


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El tiempo geológico de la tierra tiene 4 divisiones principales: Eón, Era, periodo


y época, en las que se subdividen los 4.500 millones de años que tiene la tierra
de vida.

Eón: Los eones se refieren a las extensiones de tiempo más amplias de la Tierra.
Se dividen en:

Precámbrico: Se refiere al tiempo geológico que comprende el espacio entre el


nacimiento del planeta y el desarrollo de formas complejas de vida. Se estima
que de los 4.500 millones de años que tiene la tierra un 88 por ciento son propios
de ese período.

El Precámbrico se divide en: Hádico o Azoico (hace 4.500 millones de años),


Arcaico, Arqueano o Arqueozoico (entre 2.500 y 3.800 millones de años) y
Proterozoico (entre 2.500 y 540 millones de años).

Eón Hádico (hace 4.500 millones de años)

Durante la época Hádica (4,6 – 4 Ga), el sistema solar estaba formándose,


probablemente dentro de una gran nube de gas y polvo que rodeaba el sol,
llamada disco de acrecimiento, a partir de la cual se formó la Tierra hace unos
4500 millones de años.

El eón Hádico no ha sido oficialmente reconocido, pero marca el tiempo del que
no existe un registro adecuado de rocas sólidas. Las más antiguas que se han
datado se remontan a unos 4400 Ma.23

En principio, la Tierra se encontraba en estado líquido debido a la extrema


actividad volcánica y a las frecuentes colisiones con otros cuerpos celestes.
Cuando el agua comenzó a acumularse en la atmósfera, la capa externa del
planeta se enfrió y formó una corteza terrestre sólida. Poco después se formó la
Luna, posiblemente como resultado de una fuerte colisión oblicua con un cuerpo
del tamaño de Marte (un 10% de la masa terrestre).5Parte de este objeto se
incrustó en la Tierra, alterando de forma significativa su composición interna, y
parte fue eyectada hacia el espacio. Parte del material sobrevivió y originó el
satélite que orbita la Tierra. La desgasificación y la actividad volcánica produjeron
la atmósfera primaria. El vapor de agua condensado, aumentado por el hielo
procedente de los cometas, dio origen a los océanos.
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Durante el Hádico se produjo el bombardeo intenso tardío (aproximadamente


hace 3800-4100 millones de años), durante el que se cree que se formaron un
gran número de cráteres de impactos en la Luna, y por deducción, también en la
Tierra, Mercurio, Venus y Marte.

Eón Arcaico

Al principio del Eón Arcaico (hace 4000-2500 millones de años) la tectónica de


la Tierra era distinta. En esa época, la corteza terrestre se enfrió lo suficiente
para que se comenzaran a formar las rocas y las placas continentales. Algunas
corrientes de la Geología sostienen que el calor que acumulaba el planeta causó
que la actividad tectónica fuera más intensa que en la actualidad, lo que dio como
resultado un reciclado más activo de los materiales de la corteza, lo que habría
evitado la cratonización y la formación de continentes hasta que el manto
terrestre se enfrió y se ralentizó su convección. Otras argumentan que el manto
litosférico subcontinental es demasiado ligero para sufrir una subducción y la
escasez de rocas del eón Arcaico es una consecuencia de la erosión y de los
acontecimientos tectónicos derivados.

En contraste con el Proterozoico, las rocas del Arcaico se encuentran a menudo


en forma de sedimentos submarinos muy metamorfizados, como las grauvacas,
lutitas y sedimentos volcánicos de hierro bandeado. Los cinturones de rocas
verdes son formaciones típicas del Arcaico, consistentes en capas alternas de
rocas metamórficas de alto y bajo grado. Las rocas de alto grado derivaron de
los arcos insulares volcánicos, mientras que las rocas metamórficas de bajo
grado son sedimentos submarinos erosionados de las islas vecinas, depositados
en la ensenada de un retroarco. En resumen, los cinturones de rocas verdes son
protocontinentes fusionados.

Hace unos 3500 millones de años, se estableció el campo magnético de la Tierra.


El flujo de viento solar era aproximadamente 100 veces mayor que el actual, por
lo que la presencia de un campo magnético ayudó a evitar la desaparición de la
atmósfera del planeta, que fue probablemente lo que sucedió con la atmósfera
de Marte.
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Eón Proterozoico

El registro geológico del Proterozoico (hace 2500-538 millones de años) es más


completo que el del eón precedente, el Arcaico. A diferencia de los depósitos
submarinos del Arcaico, el Proterozoico presenta numerosos estratos
depositados en extensos mares epicontinentales de poca profundidad. Además,
muchas de esas rocas están menos metamorfizadas que las de la era Arcaica,
y en numerosas ocasiones se encuentran inalteradas. El estudio de estas rocas
muestra que el eón evidencia un rápido crecimiento continental (característica
del Proterozoico), ciclos supercontinentales y una actividad orogénica totalmente
moderna. Hace unos 750 millones de años comenzó a desgajarse el
supercontinente más antiguo que se conoce, Rodinia. Después se recombinaron
los continentes para formar Pannotia, hace entre 600 – 540 millones de años.

Las primeras glaciaciones conocidas se produjeron durante el Proterozoico: una


comenzó muy al principio del eón, y hubo al menos cuatro durante el
Neoproterozoico, llegando a su máxima expresión durante la «Tierra bola de
nieve» o glaciación global.

Fanerozoico: Se trata del eón más corto. Comenzó hace 540 Ma hasta la
actualidad y es del que se posee mayor información. Por ello las subdivisiones
dentro del mismo son mayores que en el eón anterior. En este eón se registran
una gran cantidad de fósiles e incluye algunas tendencias evolutivas de gran
importancia.

Este eón se divide en tres grandes eras: Cenozoico (hace 65 millones de años),
Mesozoico (hace 250 millones de años) y Paleozoico (hace 540 millones de
años) y once periodos geológicos:

Cuanto más reciente es un periodo geológico, más datos podemos tener y, en


consecuencia, se hace necesario dividirlo en grupos más pequeños.

El eón Fanerozoico se clasifica en eras geológicas:

Era Cenozoico: La era Cenozoico abarca los 66 millones de años desde la


extinción masiva del Cretácico-Paleógeno hasta el presente. A finales del
Mesozoico, los continentes se habían dividido hasta adquirir prácticamente su
aspecto actual. Laurasia se convirtió en Norteamérica y Eurasia, mientras que
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Gondwana se dividió en Sudamérica, África, Australia, la Antártida y el


subcontinente indio, que colisionó con la placa asiática, provocando un impacto
que dio lugar al Himalaya. El mar de Tetis, que había separado los continentes
de África e India, comenzó a cerrarse, formando el mar Mediterráneo.

Ésta era se divide en los siguientes períodos:

Períodos: Cuaternario (épocas: Holoceno y Pleistoceno) y Terciario (épocas:


Plioceno, Mioceno, Oligoceno, Eoceno y Paleoceno).

El periodo Paleógeno o Terciario Temprano es una unidad de la escala temporal


geológica que comenzó hace 66 Ma y terminó hace 23,03 Ma. Comprende la
primera parte de la era Cenozoico, y abarca las épocas Paleoceno, Eoceno y
Oligoceno.

El Paleoceno duró de hace 66 Ma a hace 56 Ma.

En muchos aspectos, en el Paleoceno continuaron procesos que habían


comenzado a finales del Cretáceo. Durante el Paleoceno, los continentes
siguieron desplazándose hacia su posición actual. El supercontinente Laurasia
aún no se había dividido en tres continentes. Europa y Groenlandia seguían
vinculadas; Norteamérica y Asia se conectaban de forma intermitente por un
puente terrestre, mientras que Groenlandia y Norteamérica comenzaban a
separarse. En el oeste de Norteamérica, aún separada de Sudamérica por mares
ecuatoriales, la orogenia Laramide siguió elevando las montañas Rocosas;
Gondwana siguió dividiéndose en África, Sudamérica, la Antártida y Australia.
África se dirigía al norte, hacia Europa, cerrando lentamente el océano Tetis, e
India inició su migración hacia Asia que provocaría una colisión tectónica y la
formación del Himalaya.

Durante el Eoceno (56,0 Ma – 33,9 Ma), los continentes continuaron


desplazándose hacia sus posiciones actuales. Al principio del periodo, Australia
y la Antártida seguían conectadas, y las corrientes cálidas ecuatorianas se
mezclaron con aguas antárticas más frías, distribuyendo el calor por todo el
mundo y manteniendo alta la temperatura global. Pero cuando Australia se
separó del continente sur, hace unos 45 Ma, las corrientes cálidas ecuatorianas
se desviaron lejos de la Antártida, y entre los dos continentes se formó un canal
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de agua fría. La región antártica se enfrió y los océanos que la rodeaban


empezaron a helarse, enviando agua fría y hielo hacia el norte, aumentando el
enfriamiento. El actual patrón de glaciaciones se inició hace unos 40 Ma.

El supercontinente norte de Laurasia comenzó a dividirse en Europa,


Groenlandia y América del Norte. La orogenia del oeste norteamericano
comenzó en el Eoceno, y se formaron grandes lagos en las altas cuencas planas
entre montañas. En Europa, el mar de Tetis desapareció por completo,
convertido en el mar Mediterráneo y aislado por la formación de los Alpes. Pese
al ensanchamiento del océano Atlántico, hay indicios de que quedara una
conexión terrestre entre Norteamérica y Europa, como indica el hecho de que las
faunas de las dos regiones sean muy similares. India siguió alejándose de África
y comenzó a colisionar con Asia, creando la orogenia del Himalaya.

El Oligoceno abarca de 34 Ma a 23 Ma. Durante esta época, los continentes


siguieron desplazándose hacia sus posiciones actuales.

La Antártida se fue aislando cada vez más y acabó por desarrollar un casquete
de hielo permanente. En el oeste de Norteamérica siguieron elevándose las
montañas, y en Europa surgieron los Alpes como consecuencia de la presión
que ejercía la placa africana contra la placa Euroasiática hacia el norte. El puente
terrestre que probablemente unía Europa y Norteamérica siguió existiendo.
Durante el Oligoceno, Sudamérica se separó finalmente de la Antártida y se
desplazó hacia el norte, aproximándose a Norteamérica, lo que también permitió
que la corriente Circumpolar Antártica fluyera libremente y enfriara el continente
con rapidez.

El Neógeno es una unidad de la escala temporal geológica que comenzó hace


23,3 Ma y terminó hace 2,588 Ma. El periodo Neógeno sigue al periodo
Paleógeno y precede al periodo Cuaternario. El Neógeno comprende las épocas
Mioceno y Pleistoceno.

El Mioceno abarca de hace unos 23,03 Ma a 5,333 Ma.

Durante el Mioceno, los continentes siguieron desplazándose hacia sus


posiciones presentes. Los accidentes geológicos eran los mismos que los
actuales, a excepción del puente terrestre entre Norteamérica y Sudamérica, que
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se formó con posterioridad. La zona de subducción a lo largo de la costa pacífica


de Sudamérica provocó la formación de los Andes y la expansión hacia el sur de
la península mesoamericana. India continuó presionando contra Asia, y el paso
marítimo de Tetis siguió reduciéndose hasta desaparecer cuando África colisionó
con Eurasia en la región turco–árabe hace entre 19 y 12 Ma. La subsecuente
elevación de montañas en el Mediterráneo occidental y un descenso global del
nivel del mar se combinaron para causar una sequía temporal del mar
Mediterráneo que dio como resultado la Crisis salina del Messiniense hacia el
final del Mioceno.

El Plioceno abarca de hace unos 5,333 Ma a 2,588 Ma.2 Durante esta época,
los continentes siguieron desplazándose, recorriendo probablemente hasta 250
km desde la ubicación en la que se encontraban hasta enclaves a solo 70 km de
sus posiciones actuales.

Sudamérica se unió con Norteamérica por medio del istmo de Panamá, dando
lugar a la migración de animales entre ambos continentes, fenómeno
denominado gran intercambio americano, uno de cuyos efectos fue la práctica
extinción de la fauna nativa de la América del Sur. La formación del istmo tuvo
importantes consecuencias en la temperatura global, ya que se interrumpieron
ciertas corrientes cálidas del ecuador y comenzó un ciclo de enfriamiento del
Atlántico, en el que las aguas frías de los polos redujeron las temperaturas del
océano, ahora aislado.

La colisión de África con Europa formó el mar Mediterráneo, eliminando los


restos del océano Tetis. El cambio en los niveles marítimos expusieron el puente
terrestre entre Alaska y Asia. Hacia el final del Plioceno, hace unos 2,58 Ma (al
comienzo del periodo Cuaternario), comenzó la actual edad de hielo. Desde
entonces, las regiones polares han experimentado ciclos repetidos de entre 40
000 y 100 000 años de congelación y deshielo.

Periodo Cuaternario

El Pleistoceno abarca desde hace 2,5 Ma hasta hace 11.700 años. Los
modernos continentes se encontraban en sus posiciones actuales,
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probablemente las placas sobre las que se asientan no se movieron más de 100
km respecto a las demás desde el principio del periodo.

El Holoceno comenzó hace unos 11 700 añosy es la época en la que estamos


actualmente. Durante el Holoceno, el movimiento de los continentes ha sido de
menos de 1 km.

El último periodo glacial de la actual glaciación terminó hace 10 000 años. El


deshielo causó una subida del nivel del mar de unos 35 m a principios del
Holoceno. Además, por encima del paralelo 40 norte se habían formado
numerosas depresiones por el peso de los glaciares del Pleistoceno y el
Holoceno que se elevaron hasta 180 m, y aún siguen subiendo hoy. El alto nivel
del mar y las depresiones temporales de la tierra permitieron incursiones marinas
en zonas que hoy quedan lejos de la costa. Se han encontrado fósiles marinos
del Holoceno en Vermont, Quebec, Ontario y Michigan. También se encuentran
fósiles de este tipo en fondos de lagos, terrenos inundables y depósitos en
cuevas. Los fósiles marinos del Holoceno son raros en las costas de latitudes
bajas, ya que el aumento del nivel del mar durante este periodo excede a
cualquier posible impulso ascendente que no sea de origen glacial. En
Escandinavia, el ajuste postglacial causó la emergencia de áreas costeras
alrededor del mar Báltico, entre ellas buena parte de Finlandia. La región aún
sigue elevándose, lo que provoca pequeños seísmos en Europa septentrional.
El fenómeno equivalente en Norteamérica fue el ajuste de la bahía de Hudson,
formada por la reducción del mar postglacial de Tyrrel hasta su actual línea
costera.

Era Mesozoico: El Mesozoico se extiende de hace unos 252 a hace 66 millones


de años.

Tras la fuerte actividad tectónica de finales del Paleozoico, la deformación del


Mesozoico resulta comparativamente leve. No obstante, la era vio la dramática
ruptura del supercontinente Pangea, que se dividió gradualmente en un
continente norte, Laurasia, y otro al sur, Gondwana. Esta división creó el talud
continental que caracteriza la mayor parte de la costa Atlántica actual. Ésta era
se divide en los siguientes períodos:
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Períodos: Cretácico, Jurásico y Triásico.

El periodo Cretácico abarca de hace unos 145 a hace 66 millones de años.

Durante el Cretácico, el supercontinente de Pangea, aparecido entre finales del


Paleozoico y principios del Mesozoico, completó su división en los continentes
actuales, aunque sus posiciones eran muy diferentes a las de hoy. Al
ensancharse el océano Atlántico, las orogenias convergentes que se habían
creado continuaron en la cordillera Americana. Aunque Gondwana seguía intacto
al principio del Cretácico, se fragmentó cuando Sudamérica, la Antártida y
Australia se separaron de África (aunque India y Madagascar se mantuvieron
unidas). De esta manera se formaron el Atlántico Sur y el océano Índico. Esta
actividad originó grandes cadenas montañosas submarinas a lo largo de las
líneas de separación entre placas, lo que elevó el nivel del mar en todo el mundo.

Al norte de África, el mar de Tetis siguió estrechándose. A lo largo de


Norteamérica y Europa avanzaron los mares poco profundos, que retrocedieron
más adelante en este periodo, dejando espesos depósitos marinos entre lechos
carboníferos. En el cénit de la transgresión cretácica, un tercio de la actual masa
terrestre de la Tierra estaba sumergida.

El Cretácico se caracteriza litológicamente por la proliferación y abundancia de


rocas carbonáticas. De hecho, se formó más caliza en el Cretácico que en ningún
otro periodo del Fanerozoico. La actividad de la dorsal mediooceánica —o mejor,
la circulación de agua marina a través de las crestas— enriqueció de calcio los
océanos, lo que aumentó su saturación, además de incrementar la disponibilidad
de este elemento para el nanoplancton calcáreo. Estos extendidos carbonatos y
otros depósitos sedimentarios hacen el registro rocoso cretácico especialmente
óptimo. Entre las más célebres formaciones de Norteamérica están la de Smoky
Hill Chalk en Kansas y la fauna terrestre de finales del Cretácico de la formación
Hell Creek. También en Europa y China existen importantes afloramientos
cretácicos. En la zona que hoy ocupa India se depositaron muy a finales del
Cretácico y a principios del Paleoceno grandes lechos de lava denominados
traps del Decán.
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El periodo Jurásico abarca de hace unos 201,3 ± 0,2 a hace 145 millones de
años.

Al principio del Jurásico, el supercontinente Pangea se fragmentó en el


continente norte Laurasia y el supercontinente sur Gondwana. El golfo de México
se abrió en el nuevo rift entre Norteamérica y lo que hoy es la península del
Yucatán. El Atlántico Norte del Jurásico era relativamente estrecho, mientras que
el Atlántico Sur no se formó hasta el siguiente periodo, el Cretáceo, cuando se
dividió Gondwana.

Se cerró el océano Tetis y apareció la ensenada Neotetis. Los climas eran


templados, sin evidencias de glaciaciones. Al igual que en el Triásico, parece
que no había ni tierras ni grandes extensiones de hielo cerca de los polos
terrestres. En Europa oriental hay un buen registro geológico del Jurásico: las
extensas secuencias marinas son indicio de una época en la que buena parte
del continente estaba sumergido bajo mares tropicales poco profundos, como
puede verse en el sitio Patrimonio de la Humanidad de la costa Jurásica, o en
los célebres lagerstätten de Holzmaden y Solnhofen. Por el contrario, el registro
jurásico en Norteamérica es el más escaso del Mesozoico, con pocos
afloramientos en la superficie. Aunque el mar epicontinental de Sundance dejó
depósitos marinos en zonas de las llanuras norte de Estados Unidos y Canadá
a finales del Jurásico, la mayor parte de los sedimentos expuestos de este
periodo son continentales, como los depósitos aluviales de la formación
Morrison. También hay exposiciones jurásicas en Rusia, India, América del Sur,
Japón, Australasia y el Reino Unido.

Era Paleozoico: Períodos: Pérmico, Carbonífero, Pensilvaniense, Misisipiense,


Devónico, Silúrico, Ordovícico y Cámbrico.

El Paleozoica se extiende de 538 a 252 millones de años atrás y se divide en


seis períodos geológicos, que del más lejano al más cercano son: Cámbrico,
Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico. Geológicamente, el
Paleozoico comienza poco después de la división del supercontinente llamado
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Pannotia y el fin de una era glacial global. Durante el principio de esta era, la
masa terrestre de la Tierra se escindió en numerosos continentes relativamente
pequeños. Hacia su final, estos continentes se unieron en un supercontinente
denominado Pangea, que comprendía la mayor parte del área terrestre del
planeta.

El Cámbrico es una división de la escala temporal geológica que comienza


hace 538,8 ±0,2 millones de años.

Se cree que los continentes de este periodo fueron el resultado de la división de


un supercontinente neoproterozoico llamado Pannotia. En el Cámbrico, las áreas
con agua parecen haber sido muy abundantes y poco profundas, y el índice de
deriva continental, anormalmente alto. Laurentia, Báltica y Siberia se convirtieron
en continentes independientes tras la escisión del supercontinente Pannotia, y
Gondwana comenzó su deriva hacia el Polo Sur. El océano Panthalassa cubría
la mayor parte del hemisferio sur, y existían otros océanos menores, como el
Proto-Tetis, el Jápeto y el Janty.

El periodo Ordovícico comienza con una extinción masiva denominada


extinción del Cámbrico-Ordovícico, hace unos 485,4 ± 1,9 millones de años.

Durante este periodo, los continentes del sur se unieron en un solo continente
llamado Gondwana, que comenzó el periodo en latitudes ecuatoriales y se movió
hacia el Polo Sur a lo largo del Ordovícico.

Durante el Ordovícico Inferior (la primera época), los continentes de Laurentia,


Báltica y Siberia aún eran independientes, formados tras la escisión de Pangea,
pero a medida que avanzaba el periodo, Báltica comenzó a desplazarse hacia
Laurentia, lo que provocó la desaparición del océano Jápeto que se encontraba
entre ambos. El microcontinente de Avalonia se separó de Gondwana y comenzó
a moverse hacia el norte, hacia Laurentia, formando como resultado el océano
Reico. Hacia el final del periodo, Gondwana se encontraba muy próximo al polo
y estaba congelado en su mayor parte.

El Ordovícico terminó con una serie de extinciones que, en conjunto, forman


segunda extinción masiva más importante de la historia de la Tierra en cuanto al
porcentaje de géneros extinguidos, solo por detrás de la extinción masiva del
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Pérmico-Triásico. Estos hechos ocurrieron aproximadamente hace unos 447-


444 millones de años, y marcan el límite entre el Ordovícico y el siguiente
periodo, el Silúrico.

La teoría más aceptada es que estos acontecimientos fueron causados por el


comienzo de una era glacial en la etapa Hirnantiense que terminó con las
estables condiciones de invernadero típicas del Ordovícico. Es probable que la
glaciación fuera más corta de lo que se pensó en un principio: el estudio de los
isótopos del oxígeno en los fósiles de braquiópodos muestra que posiblemente
duró solo entre 0,5 y 1,5 millones de años.La extinción masiva vino precedida de
una reducción del dióxido de carbono atmosférico (de 7000 a 4400 ppm) que
afectó de forma selectiva a los mares poco profundos en los que vivían la
mayoría de los organismos. Cuando el supercontinente Gondwana se desplazó
hacia el Polo Sur, se cubrió de capas de hielo, como prueban los estratos
rocosos del Ordovícico Superior de África del Norte y la entonces adyacente
Sudamérica, que en esa época se encontraban en el Polo Sur.

El Silúrico es una división de la escala temporal geológica que comenzó


hace unos 443,8 ± 1,5 millones de años. Durante el Silúrico, Gondwana siguió
desplazándose lentamente hacia latitudes del sur, pero existen pruebas de que
las capas de hielo de este periodo eran menos extensas que las de la última
glaciación del Ordovícico. La fusión de las capas de hielo y de los glaciares
contribuyó a un aumento de los niveles del mar, reconocible por que los
sedimentos silúricos se depositaron sobre sedimentos ordovícicos erosionados,
dando lugar a una discordancia. Otros cratones y fragmentos de continentes se
desplazaron hasta juntarse cerca del ecuador, comenzando la formación de un
segundo supercontinente, conocido como Euramérica. El océano Panthalassa
cubría la mayor parte del hemisferio sur, y existían otros océanos menores, como
el Proto-Tetis, el Paleo-Tetis, el océano Reico, una vía marítima del océano
Jápeto (entre Avalonia y Laurentia) y el recién formado océano Ural.

El Devónico se extiende de 419 a 5-359 millones de años atrás. Fue una


época de fuerte actividad tectónica, al acercarse Laurasia y Gondwana. El
continente de Euramérica, también conocido como Laurusia se formó al principio
del Devónico por la colisión de Laurentia y Báltica, que rotó hacia la zona seca
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que se extiende a lo largo del trópico de Capricornio. En esas áreas casi


desérticas se formaron lechos sedimentarios de arenisca roja antigua, que
tomaron su color del óxido férrico de la hematita característica de los climas muy
secos. Pangea comenzó a consolidarse cerca del ecuador a partir de las placas
de Norteamérica y Europa, elevando la parte norte de los montes Apalaches y
formando las montañas Caledonianas en Gran Bretaña y Escandinavia. Los
continentes del sur siguieron unidos en el supercontinente de Gondwana. El
resto de la moderna Eurasia quedaba en el hemisferio norte. El nivel del mar era
alto en todo el mundo, y buena parte de la tierra estaba sumergida bajo mares
de poca profundidad. El enorme y profundo océano Panthalassa (el «océano
universal») cubría el resto del planeta. Otros océanos menores eran el Paleo-
Tetis, el Reico y el Ural (que se cerró tras la colisión con Siberia y Báltica).

El Carbonífero abarca de hace unos 358,9 ± 0,4 a 298,9 ± 0,15 millones de


años.

El descenso global del nivel del mar a finales del Devónico se invirtió a principio
del Carbonífero, creando numerosos mares epicontinentales y provocando la
deposición de carbonatos misisípicos. También hubo una caída de las
temperaturas en el Polo Sur: el sur de Gondwana estuvo helado durante ese
periodo, aunque no es seguro si la capa de hielo era un remanente del Devónico.
Estas condiciones no parecen haber tenido mucha influencia en los trópicos,
donde florecieron los pantanos carboníferos. A mediados del periodo, un
descenso del nivel del mar precipitó una extinción marina masiva que afectó de
forma particularmente severa a los crinoideos y a los amonites. Este descenso
del nivel marítimo y la discordancia asociada a él que se aprecia en Norteamérica
separan el periodo Misisípico del Pensilvánico.

El Carbonífero fue una época de fuerte orogénesis provocada por la formación


del supercontinente Pangea. Los continentes del sur siguieron fusionados en el
supercontinente Gondwana, que colisionó con Euramérica (Laurusia) a lo largo
de la actual línea de la costa este de Norteamérica. Esta colisión continental dio
como resultado la orogenia varisca en Europa y la orogenia apalache en
Norteamérica; también se formaron las montañas Ouachita, que en un principio
fueron una extensión hacia el sudoeste de los recién formados montes
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Apalaches.En la misma época se soldó con Europa la mayor parte de la placa


Euroasiática a lo largo de los montes Urales. En el Carbonífero había dos
grandes océanos: el Panthalassa y el Paleo-Tetis. También se formaron otros
océanos menores, como el Reico —generado por la fusión de América del Norte
y del Sur—, el pequeño océano Ural, poco profundo —formado por la colisión los
continentes de Báltica y Siberia, que dio lugar a los montes Urales— y el océano
Proto-Tetis.

El Pérmico se extiende de hace unos 298,9 ± 0,15 a 252,17 ± 0,06 millones


de años.

Durante el Pérmico, todas las grandes masas terrestres de la Tierra, excepto


ciertas partes de Asia, se unieron en un solo supercontinente conocido como
Pangea, que se extendía a ambos lados del ecuador y llegaba a los polos, con
el correspondiente efecto en las corrientes oceánicas del único gran océano,
Panthalassa, el «mar universal», y el océano Paleo-Tetis, un gran mar situado
entre Asia y Gondwana. El continente Cimmeria se desplazó desde Gondwana
al norte, hacia Laurasia, provocando la reducción del océano Paleo-Tetis. En su
extremo sur se formaba un nuevo océano, el Tetis, que dominaría buena parte
del Mesozoico. Las grandes masas continentales crearon climas con variaciones
extremas de calor y frío (clima continental) y condiciones monzónicas con
patrones de precipitaciones muy asociados a las estaciones. En Pangea parecen
haber abundado los desiertos.
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Tectónica de placas- Hace 249 millones de años

El supercontinente Pangea existió entre el final de la era Paleozoica y comienzos


de la era Mesozoica y agrupaba a la mayor parte de las tierras emergidas del
planeta.

Se formó hace aproximadamente 335 millones de años y comenzó a separarse


hace unos 175 millones de años, disgregándose hasta alcanzar la situación
actual de los continentes.

La primera persona en bautizar a este supercontinente como Pangea fue


aparentemente Alfred Wegener, conocido por ser el autor de la teoría de la deriva
continental en 1912, siendo el padre de la teoría de la tectónica de placas.
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Pangea procede del griego “pan“, que significa “todo”, y “gea“, que significa
“suelo” o “tierra”. Fue el supercontinente más reciente que ha existido, y a su
vez, el primero en ser reconstruido por los geólogos.

En contraste con la Tierra actual y su distribución de masa continental, gran parte


de Pangea estaba en el hemisferio sur, siendo rodeado por el superocéano
Panthalassa.

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aparentemente, Alfred Wegener”]

Formación de supercontinentes en la Tierra

La formación y ruptura de supercontinentes parece haber sido cíclica a lo largo


de la historia de la Tierra. De hecho, se cree que ha habido muchos antes de
Pangea y serían los siguientes:

Vaalbará (hipotético)

Ur (hipotético)

Kenorland

Columbia

Rodinia

Pannotia

Pangea

La formación del supercontinente Pangea

Primer paso de la formación de Pangea

En el período Cámbrico, el continente de Laurentia, que luego se convertiría en


América del Norte, se asentó en el Ecuador con tres océanos limítrofes: el
océano Panthalassa al norte y al oeste, el océano de Jápeto al sur y el océano
Janty al este.
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En el período Ordovícico más antiguo, el segundo de la era paleozoica o primaria


(que sigue al cámbrico y precede al silúrico) entre hace 500 y 430 millones de
años, el microcontinente de Avalonia, una masa de tierra que incorpora
fragmentos de lo que luego se convertiría en el este de Terranova, las islas
británicas del sur y partes de Bélgica, Francia, Nueva Escocia, Nueva Inglaterra,
Sur de Iberia y noroeste de África, se liberó de Gondwana y comenzó su viaje
rumbo a Laurentia.

Báltica, Laurentia y Avalonia por su parte, se unieron al final del Ordovícico para
formar un supercontinente menor llamado Euramérica o Laurusia, cerrando el
océano de Jápeto. De esta colisión resultó también la formación de los
Apalaches del norte.

Siberia por su parte, se asentó cerca de Euramérica, teniendo al océano Janty


separando ambas tierra.

En tanto sucedía todo esto, Gondwana se fue desplazando lentamente hacia el


Polo Sur.

Todos estos movimientos fueron el primer paso para la formación de Pangea.

Segundo paso de la formación de Pangea

El segundo paso en la formación de Pangea fue la colisión de Gondwana con


Euramérica. En la era Silúrica, hace 440 millones de años, Báltica ya había
colisionado con Laurentia formando Euramérica.

Avalonia aún no había colisionado con Laurentia, pero cuando Avalonia


avanzaba hacia Laurentia, el camino de tierra entre ellos, un remanente del
océano de Jápeto, se estaba encogiendo lentamente.

Mientras tanto, el sur de Europa se separó de Gondwana y comenzó a moverse


hacia Euramérica a través del recién formado océano Reico.

Por su parte, el océano hermano del de Jápeto, el de Janty, se redujo cuando un


arco insular de Siberia chocó con el este de Báltica (ahora parte de Euramérica),
y detrás de este arco isleño nació un nuevo océano, el Ural.
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Tercer paso de la formación de Pangea

A finales del Silúrico, el norte y sur de China se separaron de Gondwana y


comenzaron a dirigirse al norte, encogiendo el océano Proto-Tetis en su camino,
y abriendo el nuevo océano Paleo-Tetis en el sur.

En el período Devónico, Gondwana se dirigió hacia Euramérica, provocando que


el océano Reico disminuyera su tamaño.

En los comienzos del período Carbonífero, el noroeste de África había tocado la


costa sureste de Euramérica, creando la porción sur de los Apalaches y otras
montañas como las Mauritanas.

Sudamérica se movió hacia el norte hasta el sur de Euramérica, mientras que la


parte oriental de Gondwana (India, Antártida y Australia), se dirigieron hacia el
Polo Sur desde el Ecuador.

El norte y el sur de China estaban en continentes independientes, en tanto que


el microcontinente Kazakstán había colisionado con Siberia, siendo éste último
un continente separado durante millones de años desde la partición del
supercontinente Pannotia.

En el Carbonífero tardío, el oeste de Kazakstán colisionó con Báltica, cerrando


el océano Ural entre ellos, y el Proto-Tetis occidental en ellos (orogenia Uraliana),
causando no sólo la formación de los Montes Urales, sino también la del
supercontinente de Laurasia.

Este fue el último paso de la formación de Pangea.


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Mientras tanto, Sudamérica había colisionado con el sur de Laurentia, cerrando


el océano Reico y formando la parte más sur de los Apalaches y las montañas
Ouachita.

En ese momento, Gondwana se encontraba cerca del Polo Sur y se estaban


formando glaciares en la Antártida, India, Australia, el sur de África y
Sudamérica.

El bloque norte de China colisionó con Siberia por el Carbonífero tardío, cerrando
por completo el océano Proto-Tetis.

Formación final de Pangea

A principios del período Pérmico, el continente de Cimmeria se separó de


Gondwana y se dirigió hacia Laurasia, cerrando así el océano Paleo-Tetis, pero
formando uno nuevo, el Océano Tetis.

Aquí es cuando la mayoría de masas continentales de la Tierra formaron todas,


un único supercontinente
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Separación del supercontinente Pangea a lo largo del tiempo.

La separación de Pangea la podemos dividir en tres fases bien delimitadas:


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Primera fase
La primera de ellas comenzó en el período Jurásico Temprano-Medio (hace 175
millones de años), cuando Pangea comenzó a separarse del Océano Tetis en el
este, hasta el Pacífico en el oeste.

Esta grieta separó América del Norte de África y dio además, como resultado, la
creación de un nuevo océano, el Océano Atlántico Norte.

Por su parte el Océano Atlántico Sur no se abrió hasta el Cretácico, cuando


Laurasia comenzó a girar en el sentido de las agujas del reloj y se movió hacia
el norte con América del Norte, y hacia el sur con Eurasia.

Este movimiento continuo de Laurasia llevó al cierre del Océano Tetis y a la


aparición del Océano Ártico.

Mientras tanto, a lo largo de los márgenes de África, la Antártida y Madagascar,


estaban ocurriendo nuevas divisiones que llevarían a la formación del Océano
Índico.

Segunda fase

La segunda fase de la ruptura de Pangea comenzó en el Cretácico Inferior (150-


140 millones de años), cuando Gondwana se separó en los continentes de África,
América del Sur, India, Antártida y Australia.

En el Cretácico Medio, Gondwana se fragmentó abriendo el Océano Atlántico


Sur, a medida que Sudamérica comenzó a moverse hacia el oeste, alejándose
de África.

En este período es cuando India comenzó a moverse hacia el norte, hacia


Eurasia, en tanto que Nueva Zelanda, Nueva Caledonia y el resto de Zelandia
comenzaron a separarse de Australia, moviéndose hacia el este hacia el
Pacífico, abriendo el Mar de Coral y el Mar de Tasmania.

Tercera fase

La tercera y última fase de la ruptura de Pangea ocurrió a comienzos del


Cenozoico, cuando Laurasia se separó en el momento en que América del Norte
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y Groenlandia (llamada Laurentia) se separó a su vez de Eurasia abriendo el Mar


de Noruega.

Mientras tanto, los océanos Atlántico e Índico siguieron expandiéndose


(cerrando definitivamente el Océano Tetis), Australia se separó de la Antártida y
comenzó a moverse rápidamente al norte, tal y como antes lo había hecho India.

De hecho, Australia se encuentra actualmente en curso de colisión con Asia


Oriental, e India continúa moviéndose hacia el norte penetrando en el resto del
continente. Esta colisión es la que permitió la creación de la cadena del
Himalaya.

La Antártida ha estado cerca o en el Polo Sur desde la formación de Pangea.

La placa africana comenzó a cambiar de dirección, de oeste a noroeste hacia


Europa, y América del Sur comenzó a moverse en dirección norte, separándose
de la Antártida y permitiendo la circulación oceánica completa alrededor de la
Antártida.

Este movimiento junto con la disminución de dióxido de carbono en la atmósfera,


provocó un rápido enfriamiento de la Antártida y permitió la formación de
glaciares, llegando a lo que conocemos actualmente.

Otros eventos geológicos importantes ocurrieron durante el Cenozoico, como la


apertura del Golfo de California, el levantamiento de los Alpes y la apertura del
Mar de Japón.

La ruptura de Pangea continúa hoy en el Mar Rojo y en África Oriental.

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