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Ministerio de Educacion

Escuela Bilingüe Santo Domingo Savio

Daniela Frias

12ºA

Materia: Historia

Prof.: Mapy Mena

Tema: La Doctrina Monroe

Año lectivo
2020
Introducción

En este trabajo hablaremos sobre la Doctrina Monroe la que fue presentada por el presidente
James Monroe durante su séptimo discurso al Congreso sobre el Estado de la Unión. Fue
tomado inicialmente con dudas y posteriormente con entusiasmo. Fue un momento definitorio
en la política exterior de los Estados Unidos. La doctrina fue concebida por sus autores,
especialmente John Quincy Adams, como una proclamación de los Estados Unidos de su
oposición al colonialismo, pero ha sido posteriormente reinterpretada de diversas maneras.
La Doctrina Monroe

La Doctrina Monroe, sintetizada en la frase «América para los americanos», fue elaborada por
John Quincy Adams y atribuida al presidente James Monroe en 1823. Establecía que cualquier
intervención de los europeos en América sería vista como un acto de agresión que requeriría la
intervención de los Estados Unidos de América. La doctrina fue presentada por el presidente
Monroe durante su sexto discurso al Congreso sobre el Estado de la Unión. Fue tomado con
dudas, al principio, y luego con entusiasmo. Fue un momento decisivo en la política exterior de
los Estados Unidos. La doctrina fue concebida por sus autores, en especial John Quincy
Adams, como una proclamación de los Estados Unidos de su oposición al colonialismo en
respuesta a la amenaza que suponía la restauración monárquica en Europa y la Santa Alianza
tras las guerras napoleónicas.

Contexto histórico
La Doctrina reafirma la posición de Estados Unidos contra el colonialismo europeo,
inspirándose en la política aislacionista de George Washington, según la cual "Europa tenía un
conjunto de intereses elementales sin relación con los nuestros o si no muy remotamente"
(Discurso de despedida del Presidente George Washington, el 17 de septiembre de 1796), y
desarrollaba el pensamiento de Thomas Jefferson, según el cual "América tiene un Hemisferio
para sí misma", que tanto podría significar el continente americano como su propio país.
El gobierno de Estados Unidos, en aquel entonces un país recién independizado que había
alcanzado su independencia a sólo dos generaciones (40 años), temía que las potencias
europeas victoriosas que emergían del Congreso de Viena (1814-1815) revivieran sus imperios
coloniales en las Américas. A medida que las revolucionarias guerras napoleónicas (1803-
1815) terminaban, Prusia, Austria y Rusia formaban la Santa Alianza para defender el
monarquismo. En particular, la Santa Alianza autorizó incursiones militares para restablecer el
dominio de los Borbones sobre España, así como bajo sus colonias, que estaban en la época
estableciendo su independencia.
En la época, la Doctrina Monroe representaba una seria advertencia no sólo a la Santa Alianza,
sino también a la propia Gran Bretaña (con quienes los estadounidenses habían trabado
recientemente la guerra de 1812), aunque su efecto inmediato, en cuanto a la defensa de los
nuevos estados americanos, era puramente moral, dado que los intereses económicos y la
capacidad política y militar de Estados Unidos en la época no sobrepasaban la región del
Caribe. Es muy importante resaltar que Estados Unidos en esta época aún estaba lejos de ser
considerado siquiera una potencia regional. De cualquier forma, la formulación de la Doctrina
ayudó a Gran Bretaña a frustrar los planes europeos de recolonización de América y permitió
que Estados Unidos continuara dilatando sus fronteras hacia el oeste. Esta expansión en el
continente americano tuvo como presupuesto el Destino Manifiesto, y marcó el inicio de la
política expansionista del país en el continente.
En la época, la reacción en América Latina a la Doctrina Monroe fue generalmente favorable,
pero en algunas ocasiones sospechosa. John Crow, autor de The Epic of Latin America, afirma:
"El propio Simón Bolívar, aún en medio de su última campaña contra los españoles, Santander
en Colombia, Rivadavia en Argentina, Victoria en México -líderes de los movimientos de
emancipación en todos los lugares- recibieron las palabras de Monroe con la más sincera
gratitud". Crow argumenta que los líderes de América Latina eran realistas. En su contexto
histórico, ellos sabían que el Presidente de los Estados Unidos ejercía muy poco poder en la
época, particularmente sin el apoyo de las fuerzas británicas, y descubrieron que la Doctrina
Monroe era inaplicable si los Estados Unidos estuvieran solos contra la Santa Alianza. Mientras
ellos apreciaban y alababan su apoyo en el norte, ellos sabían que el futuro de su
independencia estaba en manos de los británicos y de su poderosa marina. En 1826, Bolívar
apeló a su Congreso de Panamá para albergar la primera reunión "Panamericana". En los ojos
de Bolívar y sus hombres, la Doctrina Monroe debía convertirse en nada más que una simple
herramienta de política nacional de los estadounidenses. De acuerdo con Crow, "no debería
ser y nunca fue destinado a ser una carta de acción hemisférica concertada".

Fase Imperial de Estados Unidos


Como se ha visto anteriormente, "América para los americanos", toma su sentido dentro del
proceso de imperialismo y colonialismo en el que se habían embarcado las potencias europeas
de esos años. En un inicio se presentó como defensa de los procesos de independencia de los
países americanos, aunque el pronunciamiento del presidente Monroe no pasó de ser una
simple declaración altisonante hecha por un Estado sin recursos militares suficientes para
sostenerla. Esa circunstancia determinó que durante largo tiempo no fuera invocada ni
calificada como doctrina.
El presidente norteamericano James Polk despertó por primera vez el discurso de Monroe en
su alocución del 2 de diciembre de 1845 con la finalidad de apoyar las pretensiones
norteamericanas sobre Texas y el territorio de Oregón, así como para oponerse a supuestas
maquinaciones británicas con relación a California, que en aquel entonces era una provincia
mexicana.
En 1850 también se tomó el pronunciamiento del entonces expresidente Monroe en ocasión de
la rivalidad entre británicos y norteamericanos en Centroamérica.
El postulado de Monroe adquirió el título de doctrina en los años 1850 y siguientes. Sobre el
particular, Don Pedro Mir nos observa —siguiendo al historiador Perkins— que para 1954 la
Doctrina Monroe no era conocida oficialmente con ese nombre y añade que «para esa fecha
los principios de Monroe...eran calificados de “doctrina” en artículos periodísticos y de manera
retórica en debates de las Cámaras” y que “por su parte, las potencias coloniales la
denominaban así en despachos secretos...pero jamás admitían públicamente, no sólo el
nombre sino su misma existencia».
Para robustecer lo que acabamos de expresar —citando a Don Pedro Mir— resulta oportuno
transcribir parte de una comunicación emanada de un ministro español a propósito de una
propuesta de anexión de la República Dominicana a España. El documento dice «....Al dar
conocimiento a V. E. de este negocio, creo de mi deber manifestarle que tengo por seguro al
protectorado de la España en Santo Domingo se opondrían los Estados Unidos y muy
especialmente el partido democrático que hoy se haya al frente del Gobierno de la Federación,
el cual es sostenedor de la máxima política conocida en aquel país con el nombre de The
Monroe Doctrine a saber, que no se debe consentir la Confederación americana que ninguna
nación de Europa o cualquiera de América tenga más dominio que el que ejerza en la
actualidad».
Digamos, incidentalmente, que si bien ese era el parecer español en 1854, más tarde hubo un
cambio de opinión debido principalmente a la insistencia de algunos agentes de España en
Santo Domingo y de los gobernadores de Puerto Rico y Cuba, lo cual conllevó a la anexión de
la República Dominicana a España.
Pero antes de la anexión el Gobierno norteamericano, a través de un aventurero de nombre
William Leslie Cazneau, había dado manifestaciones de tener pretensiones sobre una parte de
la Bahía de Samaná. En tal sentido, el Secretario de Estado, William L. Marcy, le hacía llegar a
su enviado las siguientes instrucciones “el más poderoso incentivo para reconocer a la
República Dominicana e instrumentar un Tratado con ella es la adquisición de las ventajas que
los Estados Unidos esperan derivar de la posesión y control de una porción del territorio de la
Bahía de Samaná... Nuestro propósito no es otro que ese territorio sea cedido completamente:
para las conveniencias que los Estados Unidos aspiran a obtener bastaría con una sola milla
cuadrada”.
El proyecto norteamericano, contó, naturalmente, con la oposición de las potencias europeas
que se emplearon a fondo en intrigas diplomáticas y hasta en amenazas navales, para hacerlo
fracasar.
Sin embargo, con apoyo u omisión de Estados Unidos, después de la adopción de la doctrina
Monroe se produjeron intervenciones europeas en países americanos. Entre ellas se cuenta la
ocupación de las islas Malvinas por parte de Gran Bretaña en 1833, el bloqueo de barcos
franceses a los puertos argentinos entre 1839 y 1840, el bloqueo anglo-francés del río de la
Plata de 1845 a 1850, la invasión española a la República Dominicana entre 1861 y 1865, la
intervención francesa en México entre 1862 y 1865, la ocupación inglesa de la costa de los
Mosquitos (Nicaragua) y la ocupación de la Guayana Esequiba (Venezuela) por Gran Bretaña
en 1855.
Anexos

Jhon Q. Adams. Sexto presidente de Estados Unidos


Conclusión

En este trabajo pudimos ver que EE.UU. se mostró como una potencia solidaria, empática y
fraterna, todo aquello no era más que una estrategia de expansión comercial, política y
territorial, para asegurar un colonialismo frente a este gran pedazo de tierra llamado América
Latina, con el fin de asegurar productos, manufactura y por sobre todo poder. Los procesos de
Integración han acabado de esa forma la doctrina del Destino Manifiesto. La libertad para
muchos ha servido para cometer crímenes atroces para sembrar el terror y con ello el
sometimiento de nuestros pueblos como se lo demostró en la época de la Operación Cóndor.
El destino manifiesto y discurso de Monroe fue el detonante al expansionismo norteamericano
que tuvo éxito y logró tener la hegemonía sobre toda América. Sin embargo, ciertos países
Latinoamericanos han demostrado su desarrollo e independencia basados en la Integración
Latinoamericana, en los últimos años a pesar de la hegemonía de los EE.UU.
Infografía

http://www.eumed.net/rev/cccss/27/doctrina-moroe.html

https://www.google.com/search?
q=doctrina+monroe+conclusion&rlz=1C1CHBF_esPA873PA873&oq=do&aqs=chrome.0.69i59l3
j69i57j0j69i60j69i61j69i60.1071j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8

http://enciclopedia.us.es/index.php/Doctrina_Monroe

https://es.wikipedia.org/wiki/Doctrina_Monroe

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