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Epistemología homogenizante occidental y los retos para América Latina

Kevin Smith Cruz Rubio

“Creo, y más que creo estoy convencido de que nunca

hemos necesitado tanto

de posiciones radicales como hoy”

“No pienso auténticamente si los otros no piensan también.

Simplemente no puedo pensar por las y los otros, ni para

las y los otros, ni sin las y los otros”

Paulo Freire

Históricamente en el desarrollo del pensamiento, se han generado diferentes formas y modos


de entender el mundo partiendo de la lectura de contextos y momentos históricos puntuales,
sin embargo, es evidente que desde la invasión – colonización europea en América, se
impusieron (a través de la violencia y en algunos casos el exterminio) formas con pretensión
universal y homogenizante de entender el mundo. El positivismo o cartesianismo, como
únicas formas validas y legitimas de construir conocimiento verdadero o “científico”,
caracterizan lo que aquí entendemos como la epistemología homogenizante occidental,
entendiendo que no ha sido la única manera de construir conocimiento, pero que si ha contado
con el respaldo de un proyecto político al que le es funcional que se considere así, negando
otras formas no necesariamente euro centradas de comprender el mundo y crear
conocimiento. Teniendo en cuenta esto, realizaremos aquí un análisis frente a como la
epistemología homogenizante occidental ha sido impuesta en América Latina y que retos
genera esto para que desde epistemologías alternativas latinoamericanas se pueda hacer
frente y deconstruir las verdades absolutas impuestas desde occidente.
En este sentido, es importante explicar como se ha consolidado y cual es el sentido e
intenciones ético - políticas de la epistemología occidental para luego expresar cual sería la
apuesta ético políticas de las otras epistemologías y como entra esto en dialogo o
contradicción generando retos en América Latina.

Acercamiento a la epistemología occidental


Cuando hablamos de la epistemología occidental, nos referimos a las formas en las que desde
occidente se ha realizado la lectura del mundo y la creación del conocimiento, que tiene su
base en la Grecia antigua (cuna de la civilización occidental) en los planteamientos platónicos
frente al conocimiento y la verdad, poniendo en una relación dicotómica el mundo de lo
tangible y el mundo de las ideas, como se hace evidente en la alegoría de la caverna, cuando
plantea que al salir de la caverna el hombre accedió al conocimiento verdadero y mientras
estuvo en la caverna no pudo ver, entendiendo la caverna como el mundo de lo tangible y la
luz como el mundo de las ideas más que sombras de la realidad. Esto consolida en términos
teóricos y epistemológicos la base de toda la visión occidental del mundo, en el que se divide
el conocimiento entre la Episteme y la Doxa, siendo la primera el conocimiento verdadero
que independientemente del contexto o de quine sea el sujeto que lo analice, es un saber único
y una verdad absoluta e invariable, y la segunda como conocimiento aparente que es
determinado, o limitado en términos de Platón por los sentidos, es decir que es un
conocimiento tergiversado o falso.
Toda esta visión de mundo que surge desde la Gracia Antigua y que se va reforzando en el
transcurso de la consolidación de Europa, es el sustento para deslegitimar o considerar como
menos importantes (incluso salvajes o no civilizadas) otras formas de concebir y crear el
conocimiento, así han sido considerados como barbaros ( en la época del imperio romano) o
no civilizados (para la corona española) pueblos o sociedades que tienen otras perspectivas
del mundo, creyendo que la sociedad occidental es el faro que ilumina con la verdad al resto
del mundo y legitimando así, todo tipo de acción violenta para “civilizar” o “iluminar” el
resto del mundo.
Sobre esta base se entiende el proceso de la colonización (para occidente) como un proceso
humanizador por parte del imperio español en América, ya que parte de comprender que se
traía la civilización y el progreso (concepto bien discutido desde diferentes perspectivas y
tendencias epistemológicas), y por ende es legítima la violencia, exterminio e imposición de
sus valores éticos, políticos, religiosos, científicos, en resumen, epistémicos. Todo esto
basado en lo que plantea Weber afirmando que “solo en occidente nacieron verdaderas
culturas universales” (2001).
Realizando una lectura de esta forma de ver el mundo Arias Montenegro muestra cómo
termina siendo una postura ideológica y política, más que teórica o epistemológica, sobre la
cual “es la que subyace en privilegiar las epistemologías cientificistas como verdadera forma
de producir conocimiento y justificar el euro centrismo, que justifica a la vez la invasión y la
colonización de los pueblos europeos sobre otros” (2013). Sin embargo es importante tener
en cuenta que el dominio de la epistemología europea representada por España no se logró
por que ésta fuera superior que las epistemologías americanas, como lo menciona Arias
Montenegro “ la supremacía del saber de pueblo europeo sobre las formas de saber de los
pueblos americanos no consistió, por tanto, en una superioridad de una epistemología basado
en la razón versus formas de saber basadas en el mito (…) los españoles no solo encontraron
culturas con sistemas políticos, sociales religiosos, desarrollados, sino que además se
encontraron con arquitectos, astrónomos, médicos (chamanes), que en algunos casos
superaban en mucho los saberes médicos traídos por los españoles” (2013).
Teniendo en cuenta que la epistemología occidental que hemos llamado homogenizante,
tiene como fundamento base que solo existe una forma de acceder al conocimiento,
entendida ésta como el método científico o el positivismo, que partiendo de esto es ilegitima
cualquier otra forma de concebir el acceso al conocimiento o la producción del mismo y que
además, esta visión ha sido impuesta en la mayor (sino en toda) parte del mundo a través de
ejercicios violentos como la colonización, es necesario analizar que retos implica esto para
las epistemologías alternativas y criticas y en general para América Latina en el trabajo de
hacerle frente al intento de homogenizar la sociedad y el conocimiento del eurocentrismo
negando realidades y culturas diversas.
Retos para América Latina
En el marco del intento homogenizante por parte de occidente se han desarrollado
perspectivas epistemológicas críticas en América Latina (y en otras partes del mundo como
oriente o África) intentando desde la lectura de su contexto y a partir de un análisis de sus
propias realidades crear otras epistemologías a través de las cuales se reconozcan sus valores
y apuestas ético políticas y rechazando así los valores homogenizantes occidentales, sin
embargo esto ha venido enfrentándose con diferentes problemáticas que le imponen ciertos
retos a estas “otras epistemologías”, retos que se pueden desarrollar en tres grandes campos:
La disputa por el desmonte cultural del pensamiento occidental, la academia como espacio
de segregación, el dialogo sujeto – sujeto para la investigación alternativa. Que, si bien están
íntimamente entrelazados, es importante desarrollar algunas características de cada uno.

- Disputa por el desmonte cultural del pensamiento occidental: Este es quizá uno
de los retos más importantes a los que se enfrenta América Latina cuando de
consolidar perspectivas epistemológicas alternativas se trata, ya que como se
mencionó anteriormente, la colonización por parte de Europa no solamente se
presentó en términos de territorio y economía sino también en términos de imposición
cultural, que se ha venido arraigando e interiorizando a tal punto de considerarse
como propio y natural esta forma de comprender el mundo entendiendo que “América
le hereda a Europa la idea de lo culto y lo inculto, de lo civilizado y lo incivilizado,
discriminación que cubre las esferas culturales, sociales y por supuesto las
epistemológicas” (Arias. Y, 2013) , motivo por el cual es este el primer y fundamental
reto al que se enfrenta la posibilidad de consolidar alternativas epistemológicas, ya
que si no se confronta o mejor, se desmonta toda esta estructura cultural impuesta y
heredada de la colonización no será posible establecer alternativas reales a la episteme
occidental.

Es fundamental entones, este desmonte cultural que abra paso a las discusiones y
cuestionamientos frente a la posibilidad de ser sentipensantes en el proceso de
producción de conocimiento y no objetivos como lo creería la episteme occidental, o
poder hablar de de la relación sujeto – sujeto y no de la relación sujeto – objeto que
propone el método científico, y en general, poder establecer puntos realmente críticos
al análisis de las realidades propias del contexto latinoamericano partiendo de las
apuestas ético políticas que de aquí surjan, en resumen, de construir esa cultura del
“epistemicidio” (Zeballos. P, 2017) cuando se trata de perspectivas diferentes a las
occidentales u occidentalizadas.

- La academia como espacio de segregación: Esta problemática es central y está


directamente relacionada con el punto anterior (aunque no es posible establecer estas
ideas como un paso a paso para hacer frente a la episteme homogenizante de
occidente, si es necesario que la suma del trabajo enfocado a hacer frente o buscar
alternativas tenga en cuenta estos retos planteados) comprendiendo que la escuela o
la academia ha sido quizá el escenario de reproducción de la cultura y la episteme
occidental más importantes, también impuesta desde la colonia como forma única de
acceder al conocimiento y por lo tanto basado en las apuestas ético políticas de
occidente (que ya fueron descritas en la primera parte del documento).

Es importante cuestionarse cual es el rol que debe jugar la academia en el desmonte


de la imposición de una episteme homogenizante que a pesar de tener resistencias ha
sido hegemónica, y es entonces allí donde las corrientes alternativas de la educación
y de la investigación como la educación popular y la investigación acción
participativa (IAP) juegan un papel importante en la consolidación de alternativas
prácticas para la transformación de la academia, ya que “ la , manera como la
racionalidad occidental se legitima, se transmite y se genera es a través de los centros
educativos (Arias. Y, 2005)

La necesidad de la transformación o el desmonte de la perspectiva que se tiene de la


academia como escenario de la socialización de la episteme cientificista es
fundamental para poder generar verdaderas alternativas, ya que como está construida
hoy segrega y deslegitima esos “otros saberes” que son evidentes en el contexto
latinoamericano. Es necesario consolidar una academia que le apueste a la
“reflexividad como experiencia de epistemes sentipensantes y solidaras” (Ghiso. A,
2016) que piense además la necesidad de poner en dialogo los diferentes formas de
construir conocimiento y que reconquiste “la creatividad e imaginación dialogica en
el proceso de conocer y de actuar, respondiendo, así, a la necesidad y urgencia de
visibilizar la multidimensionalidad de la realidad social, que no se agota en los
parámetros indicados e impuestos por la tecnocracia neoliberal” (Ghiso. A, 2016).

- Dialogo sujeto – sujeto para la investigación alternativa: Es necesario hacer


énfasis en esta relación que parece como un anexo de los retos anteriormente
planteados, pero que sin embargo es importante analiza de cerca. Entiendo que esta
relación es quizá una de las bases de la episteme occidental que da fundamento al
método científico y que parte de la comprensión del conocimiento como algo que está
dado y es único, que los sentidos y la relación con los sujetos genera distorsiones en
la percepción de ese conocimiento puro.
-
Por ese motivo es importante re plantearse esta relación sujeto – objeto por una en la
que se establezca el dialogo entre sujeto – sujeto, por lo menos en lo que se refiere en
la investigación social como lo menciona Fals Borda (1993) , que parta además de la
comprensión del conocimiento más allá del cientificista o sistematizado, sino que se
asuma una actitud sentipensante al momento de producirlo y estudiarlo, que tenga en
cuenta el contexto y los valores y apuestas ético – políticas que se desarrollan en este
contexto no europeo, lo que pone evidentemente un cuestionamiento y una crítica a
la objetividad deseada desde la episteme homogenizante de occidente.

Estos tres retos sumados otras muchas formas de contrarrestar el avance y consolidación de
la epistemología occidental son necesarias en función de romper con la homogenización y la
universalización pretendida por la episteme occidental, y de esta forma visibilizar formas
muy otras de comprender el mundo y producir conocimiento desde valores, contextos y
culturas propias de territorios que se han intentado históricamente occidentalizar,
comprender entonces la otredad y comprender como plantea Freire que para pensar es
necesario dejar que el otro piense (2001)

Bibliografía
Borda, O. F. (1993). La investigación participativa y la intervención social. Bogotá: CINEP.

Freire, P. (2001). Pedagogía de la indignación . Madrid : morata.

Ghiso, A. M. (2016). Reflexividad dialógica, como experiencia de episteme senipensantes y


solidarias . Refelxión , 255 -264.

Montenegro, Y. M. (2013). Epistemología, educación y poder . Fundación universitaria del area


andina , 32 - 41.

Zeballos, A. P. (2019). Epistemicidio: así es como la modernidad suprime formas marginales de


conocimiento. biodiversidad , 1- 5.

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