Está en la página 1de 4

INTRODUCCION

Existen muchos tipos de procesos de corrosión diferentes que se caracterizan


dependiendo tanto de la naturaleza del material y de las condiciones del medioambiente,
donde se desarrollen. En ambientes industriales y de construcción, es necesario tomar
en cuenta que los materiales están expuestos a procesos físicos y químicos que pueden
alterar su estado y comprometer su funcionamiento. La corrosión galvánica es uno de
estos procesos químicos que dañan las piezas metálicas y que puede poner en riesgo
estructuras enteras si no se trata correctamente. Corrosión por aireación
diferencial no se queda atrás ya que Tiene lugar cuando una pieza
metálica se encuentra sometida a una diferencia de concentración de
oxígeno.
CORROSIÓN GALVÁNICA

La corrosión galvánica es un proceso químico que ocurre cuando se unen dos piezas de
metal y entre ellas corre un flujo de corriente a través de un electrolito, como el agua o
la humedad, provocando que haya flujo de iones de un metal; que funciona como
ánodo, o signo - hacia el otro; que funciona como cátodo, o signo +. Esto quiere decir
que la corrosión galvánica afecta al metal más noble de la unión.

Un ejemplo común de la corrosión galvánica se presenta en las uniones donde hay


tornillos y tuercas, así como en instalaciones de drenaje y tuberías que utilizan tubos y
uniones de metal. Por eso, a veces se utilizan otros materiales para evitar la formación
de corrosión.

Si bien el daño de la corrosión galvánica puede variar dependiendo del índice galvánico
de los metales, este proceso químico se presenta siempre que existan las condiciones
para el proceso.

Donde se Originan

La corrosión galvánica se encuentra en cualquier tipo de ambiente, sobre todo los que
están expuestos a la intemperie, humedad o soluciones ácidas, y sus efectos pueden
verse reflejados en semanas, meses o años. No obstante, mientras más pasa el tiempo,
mayor es el riesgo que se corre, por lo que siempre deben tomarse precauciones
respecto a la corrosión.

Factores que influyen

 El uso de una capa protectora entre metales diferentes evitará la reacción de los
dos metales.
 Tamaño relativo de ánodo y cátodo: Esto se conoce como "efecto de la zona".
Como es el ánodo el que se corroe más rápido, cuanto más grande sea el ánodo
en relación con el cátodo, menor será la corrosión. Por el contrario, un ánodo
pequeño y un cátodo grande hará que el ánodo se dañe fácilmente. La pintura y
el revestimiento pueden alterar las zonas expuestas.
 La aireación del agua de mar. El agua pobremente aireada puede afectar a los
aceros inoxidables, moviéndolos más hacia el final de una escala anódica
galvánica.
 Grado de contacto eléctrico - Cuanto mayor es el contacto eléctrico, más fácil
será el flujo de corriente galvánica.
 Resistividad eléctrica del electrolito - Al aumentar la resistividad del electrolito
disminuye la corriente, y la corrosión se hace más lenta.
 Cubierta del metal con organismos biológicos: Los limos que se acumulan en los
metales pueden afectar a las zonas expuestas, así como la limitación de caudal
de agua circulante, de la aireación, y la modificación del pH.
 Óxidos: Algunos metales pueden ser cubiertos por una fina capa de óxido que es
menos reactivo que el metal desnudo. Limpiar el metal puede retirar esta capa de
óxido y aumentar así la reactividad.
 Humedad: Puede afectar a la resistencia electrolítica y al transporte de iones.
 Temperatura: La temperatura puede afectar a la tasa de resistencia de los metales
a otros productos químicos. Por ejemplo, las temperaturas más altas tienden a
hacer que los aceros sean menos resistentes a los cloruros.

Cómo prevenir la corrosión galvánica

Sabiendo cómo se origina la corrosión galvánica, la prevención pasa a ser un factor


esencial. Existen varias maneras de prevenir la corrosión galvánica que van desde cubrir
o aislar los metales hasta incorporar otros elementos que puedan hacer frente a la celda
galvánica corrosiva:

 Aislamiento eléctrico de los metales. Si no están en contacto, no existe celda


galvánica, por lo que no habrá corrosión. Para aislar los metales se hace uso del
plástico u otro material de características similares que consiga aislar
correctamente.

 Protección de los metales frente a compuestos iónicos. Para conseguirlo, se


puede recubrir el metal con pintura o resina epoxi.

 Revestimiento de los materiales. Revestir los dos materiales es lo ideal para


evitar la corrosión, pero en caso de que no sea posible revestir ambos metales,
siempre nos decidiremos por el metal más noble, para prevenir al máximo la
corrosión.

 Reducción de la diferencia potencial. Si elegimos dos metales con potenciales


semejantes, conseguiremos reducir la diferencia potencial, lo que se traduce en
una menor corriente galvánica. La mejor forma de reducir esta diferencia es
utilizando el mismo metal para toda la pieza.

 Hacer uso de la galvanoplastia o electrodeposición. Ésta es una técnica que


consiste en realizar un chapado electrolítico de uno de los metales,
normalmente el noble, para evitar o reducir la corrosión.

 Protección catódica mediante ánodos de sacrificio. Consiste en proteger al


metal que más nos interesa sacrificando otro. Conectamos una barra de metal
adicional al metal que queremos proteger para que se oxide y, de esta manera,
evitar la corrosión en el metal más importante.

 Protección catódica mediante una corriente eléctrica. En este caso, habilitamos


una fuente de alimentación eléctrica que se conectará a la corriente galvánica
corrosiva con tal de evitar o reducir los daños.

Ejemplo de la vida cotidiana; en mi hogar se ve el desgaste en las unidades de los aires


ya que vivo frente a la playa; Desde el punto de vista físico, en las uniones
soldadas de dos metales puede retenerse humedad, siendo sitios activos de
corrosión. Esto se debe a que ambos metales se comportan como dos
electrodos, y el más reactivo perderá sus electrones.
ANEXOS

CORROSIÓN GALVÁNICA

También podría gustarte