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Fallo Sute
Fallo Sute
foja: 78
CUIJ: 13-06912827-5((010406-163673))
SINDICATO UNIDO DE TRABAJADORES DE LA EDUCACION C/
DIRECCION GENERAL DE ESCUELAS P/ AMPARO SINDICAL
*106159352*
CONSIDERANDO:
y g
través de la Ley 23.551; interponiendo además Querella por Práctica Desleal
contra la empleadora a fin de que se imponga las correspondientes sanciones
por práctica desleal previstas en Art. 53, incs. b) y e) de la Ley 23.551.
Argumenta que la resolución impugnada pretende: 1) reglamentar el
ejercicio del derecho de efectuar asambleas en los lugares de trabajo, 2) limitar
la participación de afiliados y/o representantes gremiales a dichas asambleas y
3) impedir que representantes y/o delegados gremiales puedan ingresar a los
establecimientos escolares en donde se realizan dichas asambleas salvo que lo
hagan acompañados de personal de la autoridad de aplicación correspondiente;
todo lo cual afecta en forma directa el ejercicio de la libertad y la democracia
sindical al pretender reglamentar la actividad sindical dentro de los lugares de
trabajo, es decir dentro de los establecimientos educativos públicos que se
encuentran bajo la órbita de la Dirección General de Escuelas.
Sostiene que el Director General de Escuelas carece de facultades para
dictar una norma que limite los alcances de la Ley 23.551 y/o reglamente las
Asambleas que realizan las Asociaciones Sindicales, no pudiendo decidir el
modo ni los horarios en que pudieran llevarse a cabo los mencionados actos de
deliberación de los trabajadores ni tampoco limitar la participación de los
mismos ni de sus representantes gremiales. Que de manera “unilateral” la
accionada ha limitado la posibilidad que la organización sindical y sus
trabajadores puedan deliberar en asamblea, obligando dar aviso anticipado de la
misma, y sobre todo estableciendo parámetros horarios de inicio y de
finalización de las Asambleas.
Aduce en conclusión que la obstrucción o limitación de la posibilidad de
deliberación de los trabajadores es una forma de limitar la libertad sindical
interna y externa, individual y colectiva.
Funda además la QUERELLA POR PRÁCTICA ANTISINDICAL, en
que la resolución atacada interfiere en la constitución, funcionamiento y
administración de la entidad gremial impidiendo el legal desempeño de sus
funciones como representantes de la voluntad de los trabajadores como así
también la manifestación de dicha voluntad, practicando un trato
discriminatorio y antisindical en contra de quienes ejercen algún tipo de
representación gremial, puesto que deliberadamente pretende suprimir los actos
de deliberación de los trabajadores y la interacción de éstos con sus
representantes.
Por su parte la accionada DIRECCIÓN GENERAL DE ESCUELAS
resiste la acción -por los fundamentos que han sido expuestos en el apartado
precedente-, afirmando que es el órgano competente para reglamentar toda
actividad que se cumplimente dentro de los establecimientos escolares de
nuestra Provincia, teniendo la obligación de hacerlo velando siempre, por el
cuidado y la protección de los menores que allí se educan y protegiendo el
desarrollo normal de la actividad educativa; sosteniendo además que resulta
imprescindible determinar la manera en la que deberá cumplirse el servicio
público educativo en aquellos casos que las entidades sindicales dispongan la
realización de asambleas en los lugares de trabajo, buscando compatibilizar la
prestación de servicios en forma adecuada y eficiente con el ejercicio de los
derechos sindicales que legítimamente corresponden a los trabajadores, a fin de
armonizar los mismos.
Planteada la controversia en los términos expuestos, corresponde
abocarse al tratamiento de las acciones ejercidas.
A) Amparo Sindical.
Cabe precisar en primer lugar que para la procedencia de la acción de
amparo el Juez debe examinar si conforme las circunstancias de hecho y de
derecho planteadas en el escrito de inicio, corresponde la tramitación bajo esta
figura, verificando el cumplimiento de los presupuestos esenciales que permitan
fundar el reclamo. No solo resulta necesario el análisis de la legitimación activa
y pasiva de los litigantes, sino también la existencia de un presupuesto fáctico
fundamental: la presunta violación de los derechos que reconocen y garantizan
la libertad sindical, o la afectación de los mismos en atención a la especial
protección que goce el peticionante.
El art. 47 de la ley 23.551 establece una acción especial de “Amparo
sindical” para proteger el libre ejercicio de los derechos sindicales tanto en su
faz individual como colectiva. Así establece que “Todo trabajador o asociación
sindical que fuera impedido u obstaculizado en el ejercicio regular de los
derechos de la libertad sindical garantizados por la presente ley podrá recabar
)Q p p
La entidad gremial actora aduce además querella por práctica
antisindical contra la Dirección General de Escuelas, a fin de que se aplique la
sanción correspondiente.
Alega que la conducta desplegada por la parte demandada encuadra
típicamente en las descripciones de Práctica Desleal definidas en los incisos b)
y j) del artículo 53 de la ley 23.551. Que la Resolución N° 2.712/22 claramente
interfiere en la constitución, funcionamiento y administración de la entidad
gremial impidiendo el legal desempeño de sus funciones como representantes
de la voluntad de los trabajadores como así también la manifestación de dicha
voluntad, practicando un trato discriminatorio y antisindical en contra de
quienes ejercen algún tipo de representación gremial. Que su actuar pretende
limitar el ámbito de democracia gremial vulnerando la libertad sindical, ya que
deliberadamente pretende suprimir los actos de deliberación de los trabajadores,
impidiendo la libre realización de las asambleas, como así también la
interacción de éstos con sus representantes al intentar impedir su ingreso a los
lugares de trabajo.
Vale recordar que las prácticas desleales contempladas en el art. 53 de la
Ley de Asociaciones Sindicales, son conductas contrarias a la ética de las
relaciones profesionales del trabajo por parte de los empleadores o de las
asociaciones profesionales que los representen.
Han sido definidas como conductas típicas -previstas legalmente- del
empleador o de las asociaciones profesionales que los agrupan, que en forma
directa o indirecta, por acción u omisión, tienen como propósito obstruir o
dificultar el normal desarrollo de las actividades de las asociaciones sindicales.
(“Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social”, Julio Armando Grisolía - Ed.
Abeledo Perrot, 2011).
En consecuencia, la enunciación que realiza el art. 53 de la LAS tiene un
carácter rígido y taxativo, no existiendo posibilidad de realizar una
interpretación amplia que implique sancionar conductas que no responden al
principio de tipicidad.
En el caso de autos, la querellante invoca que la conducta desplegada
por la empleadora encuadra en los incisos b) y j) del art. 53: “b) Intervenir o
interferir en la constitución, funcionamiento o administración de un ente de
este tipo; … j) Practicar trato discriminatorio, cualquiera sea su forma, en
razón del ejercicio de los derechos sindicales tutelados por este régimen;...”
Sin embargo, de acuerdo al desarrollo realizado en el apartado
precedente, la conducta asumida por la empleadora al dictar la Resolución n°
2711/22 cuestionada, lejos está de constituir un comportamiento que tenga el
propósito de intervenir en el funcionamiento del Sindicato accionante ni
impedir deliberadamente la realización de actos asamblearios a los
trabajadores; no advirtiéndose tampoco una conducta discriminadora respecto
de los sujetos que ejercen algún tipo de representación gremial. Por lo que se
descarta cualquier motivación antisindical que justifique la aplicación de
sanciones cuasipenales.
Se trata, al contrario, de restricciones razonables al libre ejercicio de los
derechos de la Asociación y de los representantes gremiales, que no implican
una vulneración ilegítima ni arbitraria de aquellos, ni un impedimento para la
celebración de las asambleas o el cumplimiento de sus funciones sindicales.
De manera que la querella por práctica antisindical también debe ser
rechazada.
En conclusión, teniendo en cuenta las posturas asumidas por la
accionante en la demanda y por la demandada en su contestación, las
constancias objetivas de la causa, y las demás pruebas arrimadas al
proceso judicial, meritadas en forma armónica, integral y en su conjunto,
conforme las reglas de la sana crítica racional (art. 69 C.P.L.), y en virtud
de la argumentación desarrollada en las consideraciones precedentes,
corresponde desestimar la Acción de Amparo Sindical y la Querella por
Práctica Desleal interpuesta por el Sindicato Unido de Trabajadores de la
Educación (S.U.T.E.) contra la Dirección General de Escuelas.
ASI VOTO
Los Dres. CÉSAR A. RUMBO y ELIANA L. ESTEBAN dicen que por
sus fundamentos se adhieren al voto que antecede del DR. DIEGO F.
CISILOTTO BARNES.
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