Guayaquil | VIVIR
EXPRESO VIERNES 29 DE JULIO DE 2016
18 |
Casa adentro
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CÓMO ENFRENTARLO EN MEDIO DE LA CULTURA DEL ÉXITO
MÓNICA VICUÑA MOLINA
vicunam@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL
A
sus 41 años, los concep-
tos que Paola Gutiérrez
tiene sobre el éxito y el fra-
caso no son los mismos que ha-
ce dos décadas.
El éxito es el resultado favo-
rable de mis objetivos trazados.
El fracaso, el de mis errores e
impaciencias, dice a EXPRESO
la comunicadora.
El fracaso se enfrenta con
mucha fuerza de voluntad y con
Dios como escudo para aceptar
y enfrentar los errores y tener la
lucidez de poder replantear ob-
jetivos, agrega.
Sus conceptos maduraron con
el tiempo. Las cosas que te pa-
san a diario te vuelven más adul-
ta, más mujer, más madre, más
amiga. Eso cambia las perspecti-
vas y lo que hoy es un logro hace
20 años a lo mejor no lo era. Es
igual con los fracasos, están enfo-
cados en cada uno de mis roles,
antes los veía de manera global,
afirma Gutiérrez.
En la cultura del éxito (cuer-
pos fitness, belleza física, ropa
de diseñador, viajes, fiestas, etc.)
que propagan el Instagram, Fa-
cebook y Twitter no es común
mostrar el fracaso.
“En realidad el fracaso no existe,
solo son situaciones, errores
que te enseñan a aprender
y mejorar”
PHD. MARTHA RIZZO
DIRECTORA DE ARTE DE LA UEES
Martha Rizzo, doctora en
Ciencias Sociales con especiali-
dad en Sociología, al igual que
Gutiérrez usa la palabra resulta-
do para definir el éxito y el fraca-
so. Son solo resultados de una
conducta o una decisión adecua-
EL FRACASO
Las nociones de
éxito y fracaso
que cada uno tenemos
son personales; se
forjan desde la
niñez
da o inadecuada, correcta o inco-
rrecta. Una persona es mucho
más que sus conductas y decisio-
nes, por lo tanto estas no pueden
reflejar su valor como ser huma-
no, indica Rizzo.
Las nociones de éxito y fraca-
so que cada uno de nosotros te-
nemos se forman en la niñez,
coinciden los expertos consulta-
dos por este Diario.
Y lo sostiene un estudio de la
Universidad de Stanford que di-
ce que la manera en la que los
niños son educados afectará el
modo cómo se enfrentan al fra-
caso. Por qué: alabar su inteli-
gencia genera autoestima, pero
los hará colapsar ante el primer
fracaso. En cambio, elogiar su
esfuerzo les da la capacidad de
persistir si fallan.
La máster en matrimonio y
familia Rossana Muñoz (@Tera-
tique en Instagram) agrega que
en la crianza de los niños se evi-
“Mi trabajo es demostrarles que fracasar
no es sinónimo de sentirse avergonzado,
es una oportunidad para enmendar y
enfrentar miedos”.
ROSSANA MUÑOZ
PSICOPEDAGOGA Y MÁSTER EN FAMILIA
EN CONTEXTO
La cultura
del éxito que
promueven las redes
sociales propician las
frustraciones
personales
dencia una fuerte tendencia a no
permitir o permitirse el fracaso.
A los niños desde muy peque-
ños se les enseña a competir, no
como motivación, sino para ga-
nar; de esta manera limitamos y
cortamos las alas y sus talentos
creando así una mentalidad fija
¡Es tiempo de cambios! Hay que
formar hijos con espíritu empren-
dedor y capacidad de asumir éxi-
tos y fracasos de la misma mane-
ra, pues el fracaso puede ser una
puerta hacia el éxito, manifiesta
Muñoz.
Rizzo acota que tememos no
lograr metas, objetivos y deseos.
Pero el problema no está en el
fracaso en sí, sino en lo que signi-
fica para cada uno y en la manera
PARA TOMAR EN CUENTA
REDES
SOCIALES
La asesora familiar Pili Farah
aconseja nutrirse siguiendo
redes sociales con mensajes
positivos como este que ella
encontró: Me caigo, me
levanto sin perder encanto.
(F)
Los expertos
consultados por
EXPRESO afirman que
fracasar es una
oportunidad de
aprender
“El fracaso es una gran oportunidad
para reconocer errores y analizarlos,
sacar lo mejor de la situación y no
volver a lo mismo”.
PILI FARAH
EDUCADORA Y ASESORA FAMILIAR
en cómo nos calificamos a través
de él. Desde pequeños nos ense-
ñan a asociar el éxito con la fama,
LA CULTURA
DEL ÉXITO
Según la doctora en Sociología
Martha Rizzo, la cultura del
éxito no es nueva. En todas las
épocas de la historia ha existido
el afán de gloria y fama, como
el de los generales romanos.
Error = aprendizaje
“Si notaran que equivocándose se aprende, en
las redes sociales motivarían la idea de que
sin fracaso no hay éxito”, dice Rossana Muñoz.
No tener éxito
no significa ser
un fracasado, sino
haber cometido errores
que se pueden
corregir
el dinero, el reconocimiento públi-
co, la popularidad.
La asesora familiar y educa-
dora infantil Pili Farah (@dedi-
cadosaserfeliz en Instagram) se-
ñala: El fracaso es una oportu-
nidad que tienes para ser mejor.
Para afrontarlo de manera sabia
hay que seguir a buenos escrito-
res y motivadores y buenas pági-
nas en las redes sociales con
mensajes positivos, para que
puedas darte cuenta de que eres
un ser humano que te puedes
equivocar, que puedes fracasar y
que en esa oportunidad de caer
y levantarte vas a estar preparado
y más que nada, no te vas a sen-
tir derrotado, que es lo que siem-
pre pasa cuando fracasamos.
LA CULTURA
DEL RÉCORD
En la cultura del récord las
redes sociales juegan un rol
importante por la cantidad de
seguidores que tienes. Si tienes
más seguidores eres más
popular y exitoso, dice Rizzo.
ESTUDIO DE STANFORD
EL TALENTO
■ El estudio de la Univer-
sidad de Stanford dice que
alabar constantemente los
talentos, inteligencia y
otras capacidades de los
niños puede generar una
autoestima positiva, pero
les hará colapsar ante el
primer fracaso, desmorali-
zándolos y haciendo más
difícil que quieran volver a
intentar algo en lo que
puedan fallar. Los lleva a
una mentalidad fija.
LA CAPACIDAD
■ La misma investigación
del centro de estudios su-
periores de Estados Uni-
dos agrega que alabar el
esfuerzo y el trabajo duro
de un niño en una tarea
modifica el foco de aten-
ción a la conducta en lu-
gar de la habilidad, gene-
rando así una mentalidad
más resistente: la firme-
za de carácter, que es la
capacidad de persistir an-
te el fracaso.
¿FRACASADO=
PERDEDOR?
El entorno cultural asocia
erróneamente al fracaso con la
pobreza, falta de popularidad,
carencia de atractivo personal,
al punto de estigmatizar a las
personas como perdedores.