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Inicio › Papers de los congresos › Capacidad funcional y composición corporal en trabajadores de
seguridad pública municipal
MA. JUANA
PÉREZ SANDOVAL
Coautores:
MARIA-RAQUEL
HUERTA-FRANCO
CARLOS
MENDIOLA-ANDA
ISMAEL
MORALES-MATA
MA. ROSARIO
CONEJO-NAVARRO
RESUMEN
El trabajo de los agentes de seguridad pública exige un desgaste físico importante y requieren de una
excelente capacidad funcional. En este estudio se evaluó la capacidad funcional y la composición
corporal de agentes de seguridad pública de un Municipio de México. Participaron 29 hombres y 36
mujeres con un promedio de edad de 30.4 vs 31 años respectivamente. Se realizaron historias
clínicas, pruebas funcionales por segmentos corporales y evaluó la composición corporal. Los
resultados mostraron que tanto hombres como mujeres tenían un Índice de Masa Corporal elevado
(27 vs 28). Las mujeres presentaron mayor porcentaje de Grasa Corporal (33 vs 21). La capacidad
funcional fue deficiente en el 60% de las mujeres y el 59% de los hombres. Por tanto, se concluye
que estos trabajadores tienen niveles bajos de funcionalidad y una composición corporal inadecuada
para el trabajo que desempeñan.
Palabras clave
Policías, capacidad funcional, composición corporal
INTRODUCCIÓN
Las demandas físicas y funcionales de algunas actividades laborales exige que los trabajadores
tengan ciertas características antropométricas, de composición corporal, y de capacidad funcional;
necesarias para el mejor rendimiento laboral y sobre todo para prevenir riesgos para la salud como el
riesgo de lesiones musculares y articulares, agotamiento físico y mental, problemas de
deshidratación, mal-nutrición, accidentes y predisposición a muchos otros riesgos [1]. Además en los
últimos años ha ido en incremento la participación de las mujeres en muy diversas actividades
laborales que anteriormente solo ejercían los varones [2]; una de éstas actividades es la relacionada
con la seguridad pública, por lo que hoy en día vemos un mayor número de mujeres en las
corporaciones policiacas y como agentes de la seguridad en múltiples ámbitos (vía pública,
guardaespaldas, agentes de seguridad en instituciones, actividades militares múltiples, por mencionar
algunas). El desempeño de la mujer como agente de seguridad pública, le exige tener menos del
17% de grasa corporal, un consumo de oxígeno que le permita estar activa por más de ocho horas al
día, efectuar su trabajo a la intemperie y en climas extremos, desplazarse con rapidez, ser lo
suficientemente flexible y ágil para poder enfrentarse a diversos obstáculos y tener la suficiente
fuerza para poder proteger a las demás y a ellas mismas en circunstancias de peligro [1,3,4]. Además
las trabajadoras de seguridad pública (TSP), deben de tener la capacidad funcional que les permita
tolerar el estrés físico y mental que conlleva efectuar ese tipo de trabajo [1,3,4]. En el aspecto familiar
otro factor de estrés emocional que enfrentan estas mujeres es el tener que dejar a sus hijos y seres
queridos por muchas horas, para responder a las demandas que exige su trabajo [2]. Por ello nace el
interés de realizar este estudio, con la idea de evaluar la capacidad funcional, las características
antropométricas y de composición corporal de hombres y mujeres que se desempeñan como TSP,
además de realizar comparaciones de éstas variables con los estándares para el desempeño de este
tipo de actividad laboral en forma adecuada [1,3,4].
Deporte, son fomentar la practica de una actividad física, en la que los adultos deberían de acumular
30 minutos o mas de actividad física de intensidad moderada y de preferencia todos los días de la
semana [5]. Estas recomendaciones se indican para todas las personas, más aun para los TSP,
quienes requieren de una adecuadacondición física para desempeñar adecuadamente sus funciones.
Algunas de estas recomendaciones son: aumentar hasta al menos 30% la proporción de personas de
seis años y mayores que participan regularmente en la práctica de ejercicio físico liviano o moderado
por lo menos 30 minutos diarios. Sin embargo, solo el 22% de los adultos participan y son activos,
sólo el 54% son de alguna manera activos pero no cumplen con el objetivo y el 24 % son sedentarios.
Por los antecedentes antes citados, nos planteamos la pregunta de investigación: ¿Si los
trabajadores de seguridad pública que requieren una capacidad funcional y composición corporal
óptima (para desempeñar sus actividades laborales), están en los parámetros recomendados por las
instituciones antes señaladas?. Por lo que el objetivo del estudio fue determinar y comparar entre
géneros las características funcionales y antropométricas (composición corporal) de un grupo de
trabajadores de seguridad pública.
MATERIAL Y METODOS
El presente es un estudio que surge de un proyecto más amplio titulado: Estudios Multidisciplinarios
del Estrés Ocupacional: Marcadores Clínicos y Biológicos, mismo que fue aprobado por la División de
Ciencias de la Salud, del Campus León de la Universidad de Guanajuato, se realizó siguiendo los
principios de Helsinki para realizar investigación con seres humanos, por lo que todos los
participantes dieron su consentimiento por escrito para participar en el mismo.
PROCEDIMIENTOS
A todos los voluntarios se les efectuaron las siguientes evaluaciones clínicas, de capacidades físicas
y antropométricas:
Evaluación clínica
A los TSP, se les evaluó a través de una historia clínica que compendió los siguientes apartados: 1)
características personales y sociodemográficas (nombre, edad, estado civil, nivel de instrucción
escolar, ocupación y religión); 2) datos sobre el nivel socio-económico (índice de hacinamiento,
características del piso de la vivienda, tipo de servicios con los que cuenta la vivienda, la instrucción
escolar de los padres de la familia e ingreso familiar); 3) antecedentes personales patológicos y no
patológicos (que pudieran interferir con las variables de estudio); 4) exploración física que
comprendió: la medición de las presiones arteriales sistólica y diastólica después de un período de
reposo de 10 minutos (se siguieron los criterios de la Norma Oficial Mexicana-030-SSA2-1999 [6].
También se evaluaron las frecuencias cardiaca y respiratoria, la temperatura corporal y las
características de los ruidos cardiacos [7].
Evaluación antropométrica
La evaluación antropométrica se dividió en dos partes. 1) Índices de obesidad: peso, el cual se midió
con una báscula Bame; la talla, la cual se determinó siguiendo el plano de Frankfort; las medidas de
las circunferencias de tronco fueron: la circunferencia de cintura (la cual se midió en la parte más
estrecha entre el esternón y la cicatriz umbilical); la circunferencia de la cadera, la cual se efectuó en
la parte más prominente de la región glútea; la circunferencia de la región torácica, la cual se midió a
nivel de ambas tetas cuando el sujeto efectuó una respiración profunda; y la circunferencia de
abdomen, la cual se midió a nivel de la cicatriz umbilical); con el peso, la talla, y las circunferencias de
abdomen, cintura y cadera, se calcularon el índice de masa corporal (IMC), y los índices e obesidad
central; y 2) la composición corporal (se determinó el porcentaje de grasa corporal con técnica de
impedancia Bio-Eléctrica (utilizando un equipo de marca OMRON HBF-306c).
Se interrogó sobre la práctica de actividad física, el tiempo de práctica, la frecuencia en días por
semana, en los minutos de práctica por sesión, y la intensidad del trabajo físico, con estos datos se
obtuvieron resultados si los participantes tenían o no condición física, de acuerdo a los criterios del
Colegio Americano de Medicina del Deporte y otras instituciones con experiencia en el área [5-9]. Las
pruebas de capacidad funcional que se aplicaron a los voluntarios se describen a continuación: 1)
Fuerza abdominal: se determinó midiendo el número de abdominales ejecutadas en un minuto, el
propósito de esta prueba fue determinar la fuerza y resistencia de los músculos abdominales, para
ello se le pidió a cada voluntario que adoptara una posición de cubito supino, con manos
entrelazadas en la nuca o en el pecho recogiendo los pies hacia los glúteos y manteniéndolos sobre
el suelo con las rodillas flexionadas, el evaluador, le sujeta los pies al voluntario tomándolo de los
tobillos y el sujeto flexionara el tronco. Se cuenta el número de abdominales completas en un minuto
[1,9]. 2) Fuerza de extremidades superiores: se evalúa a través del número de lagartijas máximo
ejecutadas por el trabajador, sin considerar un tiempo límite; el propósito de esta prueba es medir la
fuerza y la resistencia de los músculos de la parte posterior de los brazos (tríceps), del pecho
(pectorales) y de los hombros (deltoides), el procedimiento para efectuar esta prueba se describe en
diversos trabajos [1,9]. 3) Fuerza de extremidades inferiores: esta se mide pidiéndole al voluntario
que efectué un salto largo sin hacer carrera, para medir el salto largo se utiliza una cinta métrica de
cinco metros y se colocan tres marcas en el piso al inicio, en medio y al final de la cinta. En la parte
inicial se coloca un gran trozo de cinta para que el sujeto coloque las puntas de los pies por detrás de
la misma. El sujeto se coloca en posición de flexión de rodillas y se impulsa con los movimientos de
los brazos. El evaluador debe verificar el punto donde cae el segmento del cuerpo más posterior que
es donde se efectúa la medición, para mas detalles consultar la referencias [1,9]. 4) Flexibilidad
troncal, el propósito de esta prueba es medir flexión troncal y la posibilidad de extender los músculos
dorsales y los tendones posteriores del muslo. Para realizar esta prueba se utiliza un instrumento
llamado flexometro este puede ser de madera o metal, en la barra se coloca un marcador que se
pueda deslizar sobre ella y que va a marcar sobre la regla en centímetros la distancia a la base. La
escala tiene valores negativos y positivos. El procedimiento de la prueba consiste en que el sujeto se
sienta en el suelo, con las rodillas en extensión y las plantes de los pies apoyadas sobre la base o la
pared según sea el caso, se flexiona el tronco con los codos en extensión, manos extendidas y juntas
una sobre la otra y el sujeto empuja con los dedos deslizándose sin levantarlos hasta alcanzar la
máxima distancia posible [9]. Si el marcador rebasa la punta de los dedos el valor alcanzado es
positivo pero si el sujeto no alcanza la marca cero, el puntaje será negativo, lo que significa que el
sujeto necesita trabajar la flexión del tronco. 5) Fuerza de prensión de ambas manos y fuerza de
tronco: estas pruebas se efectuaron con dinamómetros, se evaluó la prensión de palma de la mano
cilíndrica, (dinamómetro palmar). En este estudio la prueba se realizó estando el sujeto enposición
supina con las manos separadas del cuerpo y los voluntarios realizaron un solo apretón para medir la
fuerza de cada mano realizando tres intentos tomándose el mejor. La fuerza de tronco se midió con
un dinamómetro, el trabajador se coloca de pie sobre un banco al cual está fijo el dinamómetro de
extensión, el trabajador permanece con las piernas rectas y abiertas a la anchura de los hombros, se
inclina ligeramente adelante y agarra con ambas manos una asidera que conecta con el
dinamómetro, el trabajador realiza una extensión con una fuerza máxima posible, que es cuando se
mide en el dinamómetro el numero de kilogramos de fuerza aplicada [3,9]. 6) Prueba de capacidad
funcional: se efectuó la prueba de Manero, para efectuar esta prueba el trabajador no debería de
tener infecciones, no haber ingerido alimentos 2 a 3 horas antes, no haber realizado esfuerzo desde
un día previo, y no haber tomado estimulantes (té o café). Antes de iniciar la prueba se calculó la
frecuencia cardiaca limite (FCL), a la qué debería de efectuarse la prueba 220-edad multiplicado por
0.65, se le pide al trabajador que suba y baje el escalón a un ritmo de 17 veces por minuto, la prueba
tiene una duración de tres minutos, posteriormente se mide la frecuencia cardiaca en LPM, al minuto
de haber terminado la prueba, a continuación se consulta una tabla y se determina el estado de
condición cardiovascular del trabajador [9].
RESULTADOS
En la tabla 1, se muestran los resultados de los voluntarios evaluados. Se observa que los TSP, eran
hombres y mujeres de edad similar siendo los valores X±DE, de30.46 ± 5.51 y 31.02 ± 5.16 años,
respectivamente. Los valores X±DE, de la instrucción escolar, indicaron que los trabajadores tenían
en promedio un nivel de secundaria. La antigüedad laboral en promedio fue de 5.84 ± 4.82 y 6.03 ±
4.03(X±DE) años para hombres y mujeres respectivamente. Los dos grupos de trabajadores
presentaron sobrepeso determinado con el IMC (kg/Mt2), no observándose diferencias significativas
entre los grupos. Los porcentajes de grasa corporal (%GC), fueron elevados en los dos grupos siendo
significativamentemayores para las mujeres; el promedio de las presiones arteriales sistólica (TAS) y
diastólica fueron significativamente mayores para los hombres comparados con las mujeres. Sin
embargo, la frecuencia cardiaca fue mayor para las mujeres que paralos hombres (p=0.015).
DISCUSIÓN
Diversos investigadores han demostrado que para incrementar la fuerza de miembros inferiores, se
requiere de efectuar entrenamientos con ejerciciospliométricos. Por ejemplo el ejercitarse con saltos
verticales incrementa en ochocentímetros el salto y le permite a la persona realizar impulsos más
explosivos [9,10]. En otro estudio, al someter a un grupo de jóvenes a entrenamiento pornueve
semanas y tres días por semana, con sentadillas en diferentes posiciones, seencontró que las
sentadillas profundas originaron los mejores resultados al incrementar la fuerza de miembros
inferiores [10].
Un trabajador de seguridad pública, debe tener la fuerza suficiente para efectuar todo tipo de
movimientos rápidos, una resistencia suficiente para efectuar ejercicio aeróbico y anaeróbico
lactásido y/o alactasido, sin presentar fatiga; y unaflexibilidad que le permita desplazarse con agilidad
en cualquier circunstancia, lo anterior permitirá que el TSP, proteja a las personas que estén en
peligro y además se protejan así mismo de los riesgos y peligros que enfrentan durante su trabajo
[9,10]. Además la flexibilidad corporal de los TSP, es importante para evitarlesiones musculares,
óseas y articulares [9]. Sin embargo, la flexibilidad de los TSP que participaron en este estudio, fue
deficiente tanto en los varones como en las mujeres [9]. Por el tipo de trabajo que desempeñan los
trabajadores de seguridad públicas, se les puede comprar con la fuerza, flexibilidad y resistencia que
requiereun atleta de tae-kwon-do o con la de los atletas de artes marciales, atletas que requieren de
entrenamiento continuo para mantener un buen rendimiento físico
[10].
Los resultados de la evaluación antropométrica y composición corporal, también indicaron que tanto
hombres como mujeres tenían un Índice de Masa Corporal elevado (27 vs. 28 kilogramos por metro
cuadrado), lo que indica que éstos trabajadores presentan problemas de sobrepeso y obesidad (cifras
mayores de los 27 kilogramos por metro cuadrado). La medición de la masa corporal por medio del
peso (kg), es la medida más simple, pero la más importante e indicativa acerca del estado nutricional,
hidratación deshidratación y composición corporal del trabajador [9,10]. En este estudio, se observó
que los porcentajes de grasa corporal de los TSP, fueron altos para los hombres y mujeres, ya que
las recomendaciones para hombres y mujeres con un buen desempeño físico son del 13% y 22%
respetivamente [9-11]. En este estudio los hombres presentaron 21.09± 5.6% (X±DE) de grasa
corporal y las mujeres 32.6 ± 8.8%. Los datos de la composición corporal, también indicaron la baja
capacidad cardiovascular, engeneral para uno y otro grupo de TSP [9-11].
Otra forma de saber cuando un trabajador tiene una condición cardiovascular adecuada, es al evaluar
en el consultorio la frecuencia cardiaca y las presiones arteriales sistólicas y diastólicas en reposo [9].
En este estudio, se observó que hombres y mujeres, presentaron valores de frecuencia cardiaca y de
presión arterial indicativos de personas sedentarias. Siendo las presiones arteriales sistólica y
diastólica significativamente superiores para los hombres comparados con la de las mujeres, aunque
los hombres presentaron cifras de frecuencia cardiaca menores que las observadas en las mujeres,
este dato es de utilidad para definir cuando una persona presenta condición cardiovascular para
efectuar trabajo físico [9-11]. La presión arterial sistólica de reposo, representa la presión máxima que
corresponde a la fase de contracción del corazón (sístole ventricular izquierdo) y esta no debería de
rebasar los 135 mm Hg (de lo contrario estaríamos ante una hipertensión) [6]; en tanto que la presión
arterial diastólica de reposo representa la fase de relajación del corazón (diástole ventricular
izquierda) correspondiendo en condiciones normales a 80 mm Hg, por lo que al pasar de 85 mm de
Hg, a una persona se le diagnostica como hipertensa [6]. El cuerpo cuenta con cuatro sistemas
principales reguladores de la presión arterial estos son: 1) mecanismos nerviosos que controlan el
grado de constricción vascular, lo mismo que la actividad impulsora del corazón; 2) un mecanismo de
desviación de líquidos capilares que regulan el volumen de sangre; 3) mecanismo excretor renal que
también regula la presión arterial al alterar el volumen de sangre; 4) el mecanismo hormonal que
regula el volumen o grado de constricción arterial [10]. Este último se ve alterado en los TSP, quienes
están constante expuestos al estrés físico y emocional que los expone a una sobreproducción de
catecolaminas endógenas y como consecuencia a elevación tanto de la presión arterial como de la
frecuencia cardiaca [12]. En general y de acuerdo con las recomendaciones para definir el estado de
condición de los trabajadores de seguridad pública de este estudio, y por los resultados de la prueba
de Manero en la que se encontró una frecuencia cardiaca en latidos por minuto (LPM) de 160.7 ±
43.3 para los hombres y de 135.2 ± 39.9 LPM, para las mujeres, se puede decir que la condición
cardiovascular durante el trabajo aeróbico fué deficiente para los hombres (>130 LPM) y pobre para
las mujeres (129-140 LPM)[9].
CONCLUSIONES
Los resultados de la evaluación de la capacidad funcional y la composición corporal de los
trabajadores de seguridad pública de este estudio, indicaron que hombres y mujeres presentaron
disminución de la flexibilidad, de la fuerza de las extremidades superiores e inferiores indicadores
necesarios para el buen desempeño de las actividades laborales de los agentes de seguridad
pública. Además la capacidad cardiovascular fue deficiente en los hombres y pobre en las mujeres, lo
que se refleja en forma indirecta en los altos contenidos de grasa corporal y los problemas de
sobrepeso y obesidad para unos y otras. Este problema se podría deber a laslargas jornadas
laborales, a los malos hábitos higiénico-dietéticos a los que se ven forzados estos trabajadores. Por
lo tanto, se concluye que estos trabajadores tienen niveles bajos de funcionalidad y una composición
corporal inadecuada para el trabajo que desempeñan. Es recomendable estudiar las estrategias que
pueden adaptarse para que los trabajadores de seguridad pública de esta localidad, mejoren sus
capacidades funcionales, su composición corporal y esto redunde en un mejor desempeño de su
trabajo.
AGRADECIMIENTOS
Los autores del presente trabajo agradecen al personal de seguridad pública por su gran apoyo para
efectuar el presente trabajo.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
11. Jackson, A.S.; Pollock, M. L. (1985). Practical Assessmen of Body Composition. The
Physician and Sports Medicine. 13(5) ,7690.
12. HuertaFranco, M.R.; VargasLuna, F.M.; MoralesMata, I.; PérezAlday,
E.A.; Flores-Hernández, C.; González-Yebra, A.; Delgadillo-Cano, I. (2010, May). Analysis Of The
Heart Rate Variability In Public Safety
Personnel Exposed To Stress Stimuli: Preliminary Results. Paperpresented at the VIII International
Conference on Ocupational Risk (ORP). Valencia España.
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