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Bases conceptuales

de enfermería

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Bases conceptuales
de enfermería

ERRNVPHGLFRVRUJ

La Habana, 2008

3
Bases conceptuales de Enfermería / Colectivo de autores.
La Habana: Editorial Ciencias Médicas, 2008.
[VIII], 200 p. : il.

Bibliografía al final de los capítulos.


ISBN 978-959-212-323-6

WY 49
ENFERMERÍA / métodos
PROCESOS DE ENFERMERÍA

Edición: Lic. Lázara Cruz Valdés


Diseño interior: Yisleidy Real llufrío
Emplane: Xiomara Segura Suárez

Colectivo de autores 2008.

Sobre la presente edición:


Editorial Ciencias Médicas, 2008.

Editorial Ciencias Médicas


Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas
Calle 23 No. 117 entre N y O, Edificio Soto, El Vedado,
Ciudad de La Habana, CP 10400, Cuba.
Teléfono: (53-7) 838 3375 / 832 5338
ecimed@infomed.sld.cu

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Autores

Lic. Daisy Berdayes Martínez. Máster en Enfermería. Profesora Auxiliar.


Lic. Yaquelín Expósito Concepción. Máster en Enfermería. Profesora Auxiliar.
Lic. Aliel García González. Máster en Enfermería. Profesor Auxiliar.
Lic. Magdalena Zubizarreta Estévez. Máster en Ciencias. Profesora Auxiliar.
Metodóloga Nacional de Enfermería.
Lic. Katiuska Figueredo Villa. Máster en Atención Primaria de Salud. Profeso-
ra Auxiliar.
Lic. Abdul Hernández Cortina. Máster en Enfermería. Profesor Auxiliar.
Lic. Caridad Guardado de la Paz. Profesora Asistente
Lic. Yudith Aguilera Serrano. Máster en Enfermería. Profesora Instructor.
Lic. Eniomis Masso Betancourt. Máster en Enfermería. Profesor Instructor.
Lic. Marisol Alfonso Mora. Máster en Enfermería. Profesora Instructora.
Lic. Nuria Rivero Martínez. Máster en Enfermería. Profesora Auxiliar.
Lic. Juan Antonio Castillo Mayedo. Máster en Enfermería. Profesor Instructor.
Lic. Fidel Ramos Martínez. Licenciado en Enfermería. Profesor Instructor.
Lic. José F. Encarnación. Profesor Catedrático Retirado.

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“…depositar en cada hombre toda la obra humana que le ha
antecedido; es hacer a cada hombre resumen del mundo viviente, hasta
el día en que vive; es ponerlo a nivel de su tiempo para que flote sobre
él y no dejarlo debajo de su tiempo con lo que no podrá salir a flote, es
preparar al hombre para la vida”.
José Martí

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Contenido

Introducción/ 1
Desarrollo teórico de enfermería/ 2
Modelos y teorías de enfermería/ 23
Introducción a los modelos de cuidados en enfermería/ 64
Breve historia de la ciencia enfermera/ 67
Modelos conceptuales en enfermería/ 69
El método científico de enfermería. Proceso de atención de enferme-
ría. Comparación con otros métodos/ 100
Niveles de excelencia en la enfermería profesional/ 117
Background sobre algunas de las teóricas en enfermería/ 121
Análisis valorativo sobre la aplicabilidad de la teoría de Orlando a la
práctica cubana/ 127
Entorno. Su influencia en la salud/ 132
Valoración ética de la teoría Orem/ 138
Implicaciones éticas en el desempeño profesional de la enfermería/ 147
Salud como un paradigma actual/ 154
Aplicación de la teoría de Dorothea Orem, al proceso de atención de
enfermería/ 158
Modelos teóricos de Orem y Orlando vinculados a un proceso de atención
de enfermería, en un individuo con hiperplasia prostática bilateral/ 162
La práctica de enfermería/ 169
El pensamiento holístico/ 175
Lo académico y lo ético como elementos clave en el logro de la excelen-
cia en enfermería/ 184
El problema profesional, la investigación y la práctica clínica de enfer-
mería/ 192

ERRNVPHGLFRVRUJ
Introducción
La obra que se presenta es el resultado del trabajo de un grupo de
profesionales que han puesto sus conocimientos y experiencias al servi-
cio de estudiantes y profesores. Con la creación de este compendio de
artículos se ofrece un material complementario para el estudio de la asig-
natura Bases conceptuales como parte de la disciplina Filosofía y Salud
en la carrera de enfermería. Las temáticas que en él se abordan permiten
analizar diferentes problemáticas de la enfermería desde la perspectiva
que brinda el contexto social cubano.
El estudio de los paradigmas, las concepciones, definiciones y los
principios que han guiado a la profesión desde Florence Nightingale, así
como las diferentes teorías en enfermería, es esencial para la compren-
sión de la naturaleza del cuidado enfermero. Esta concepción ayuda al
entendimiento del desarrollo histórico que ha tenido la enfermería como
profesión y ciencia, además de constituir una herramienta útil para la
revelación de la riqueza de un pensamiento aún no reconocido por todas
las personas.
En sentido general este material explora las bases teóricas de la pro-
fesión desde una perspectiva de enfermería. Los fundamentos teóricos y
metodológicos constituyen las bases del entendimiento holístico del ob-
jeto de estudio y a su vez contribuyen a la práctica de enfermería actuan-
do como un incentivo hacia la investigación.
Se espera que este trabajo se convierta en un marco de referencia
útil para el estudio de esta asignatura, a fin de que los esfuerzos de cada
uno de nosotros hagan cada día más aprehensibles las bases conceptua-
les de la enfermería en los futuros profesionales. Constituye un honor y
una notable satisfacción haber participado en la elaboración de este com-
pendio de lecturas, con el cual se pretende contribuir al desarrollo de la
enfermería cubana. El objetivo es desarrollar, en todos los recursos hu-
manos en formación, así como en los ya formados, un pensamiento críti-
co capaz de desencadenar un vuelco teórico en la fundamentación del
actuar cotidiano de los profesionales de enfermería.

Los autores del programa

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Desarrollo teórico de enfermería

MSc. Daisy Berdayes Martínez

Introducción
El presente trabajo tiene el propósito de resumir las ideas básicas
que plantean algunas autoras en publicaciones de enfermería acerca de
este tema y su importancia para la profesión; pero sobre todo, que sirva
para iniciar a los futuros profesionales en el estudio de los fundamentos
filosóficos de la profesión.
Aunque es un tema reciente, el desarrollo de teorías de enfermería
no constituye una actividad misteriosa ni mágica. Muchas enfermeras
han venido desarrollando sus propias ideas acerca de la enfermería des-
de sus orígenes y han continuado desarrollando suposiciones y criterios
personales basados en sus conocimientos y experiencias.
Estas ideas personales pueden incluir generalizaciones, tales como
“una cama limpia y lisa permite un mayor descanso y una menor necesi-
dad de medicamentos analgésicos para el paciente”; “animar al paciente
para que exprese su opinión sobre los cuidados, conduce a una mayor
cooperación con los procedimientos del tratamiento”. Por lo general, las
enfermeras no hablan explícitamente sobre sus propias teorías, aunque
estas puedan influir en las actividades de enfermería que llevan a cabo y
en la manera en que la practiquen.
De hecho, en su quehacer, todas las enfermeras están desarrollando
teorías propias de enfermería, sin embargo, son teorías inconsistentes,
incompletas y confusas. Esto conduce a problemas considerables al em-
plear la teoría personal como base para la práctica y cuánto se complejiza
la enseñanza, si se utilizan teorías personales. Por otra parte, una teoría
incompleta, inconsistente y confusa puede ser de difícil utilización al es-
tudiar situaciones clínicas para incrementar los conocimientos de esta
profesión.
Si se está de acuerdo con que la disponibilidad de teorías más siste-
máticas proporcionaría una comprensión más clara y comprobar si esta
comprensión corresponde a las actividades en el ambiente de la enferme-
ría, también se tiene que estar de acuerdo con los autores que plantean

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que el desarrollo riguroso de una teoría de es prioritario, por conducir
de forma concreta al fundamento de la ciencia de la enfermería.
Captar la importancia del criterio de desarrollo sistemático, resulta
vital. En la actualidad, los planteamientos para la construcción de las
teorías difieren y cada teórica tiene su enfoque personal del tema, aun-
que resulta frecuente que unas se nutran de otras. En un aspecto sí están
de acuerdo las científicas de enfermería; es necesario plantear la tarea de
forma sistemática y hacer explícitas las etapas que se desarrolla en cada
teoría, para que otros puedan revisar los procesos lógicos y comprobar
las hipótesis presentadas.
El adelanto de la definición de una teoría de enfermería, depende en
gran medida del conocimiento que se tenga de las teorías propuestas.

Marco conceptual, modelo y teoría


A partir de los años 60, los términos marco conceptual, modelo y
teoría se han incorporado a la literatura de enfermería, impuestos por la
necesidad del desarrollo científico de la profesión; esta necesidad impli-
ca una definición filosófica y epistemológica, que estructure el cuerpo de
conocimientos que distingue a la enfermería y proporcione mayor com-
prensión de los fenómenos de estudio pertinentes.
Un mito arraigado con relación al conocimiento y al uso de modelos
y teorías, tiende a interpretar lo teórico en contraposición con lo prácti-
co o útil; en parte, la creencia puede derivarse de que en la actualidad,
algunos modelos teóricos de enfermería tienden más al debe ser que al es
de enfermería. Pero esto no quiere decir que no sean útiles para la prác-
tica.
Otra razón para el rechazo de la teoría, es el desconocimiento teóri-
co. Adentrarse en el conocimiento científico propicia la comprensión,
con esa intención se aborda este tema.

¿Qué significa marco conceptual?


Un modelo conceptual para la práctica de enfermería, según Dummer,
se constituye sistemáticamente con una base científica, más un conjunto
de conceptos lógicamente relacionados entre sí, los cuales identifican los
componentes esenciales de la práctica de la enfermería, junto a las bases
teóricas para estos conceptos y los valores requeridos en su uso por los
prácticos.
Un modelo proporciona un sistema útil para clasificar información
durante el proceso de atención de enfermería (PAE), asimismo, el mode-

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lo también ofrece relaciones teóricas que pueden someterse a prueba a
través de la investigación.
El marco conceptual, también llamado marco de referencia o marco
teórico de una disciplina cualquiera “es el conjunto de conceptos y teo-
rías de base de esa disciplina, que son relevantes para su comprensión”.
Estos conceptos y teorías pueden ser inherentes a la propia disciplina
(específicos), o extraídos de otras ramas de la ciencia y aplicados a ella.
Cualquier disciplina científica está compuesta por conceptos propios
que sus científicos van desarrollando, a partir de la investigación científi-
ca pero, muchos de sus fundamentos teóricos son extraídos de otras cien-
cias y aplicados a la disciplina concreta.
Todas las disciplinas científicas están “enmarcadas” en un marco teó-
rico concreto; estos constituyen los elementos propios de la disciplina y
son los que le aportan categoría de disciplina científica independiente.
En las últimas décadas, las enfermeras teóricas (fundamentalmente
norteamericanas, canadienses francesas e inglesas), han tratado de iden-
tificar los componentes científicos de la enfermería, con la intención de
elevar esta a la categoría de profesión científica independiente.
En la actualidad no existe un marco conceptual de enfermería clara-
mente delimitado, en realidad existen varias propuestas que andan tras la
búsqueda de la unidad de criterios.
En este intento de búsqueda, las enfermeras teóricas han explorado
en “terreno ajeno”, intentando extraer ideas para uso de la enfermería.
Explorando en la filosofía y en la metodología de la ciencia, se ha identi-
ficado la necesidad de una metodología de trabajo propia, basada en el
método científico, que empleando instrumentos de la ciencia haga posi-
ble que el trabajo de enfermería, sea cada vez, menos improvisado e in-
tuitivo y más argumentado desde un punto de vista científico.
Muchas teóricas han explorado en “teorías generales”, que han sido
de gran utilidad para ir conformando el marco teórico de la profesión;
así, la teoría de las necesidades humanas, la teoría general de sistemas, la
teoría de la comunicación y un largo etc. Han aportado apoyo científico
a esta disciplina.
En el desarrollo de la “teoría de enfermería”, a partir de modelos de
esta, los enfoques conceptuales que más predominan son:
1. El holismo, aplicado a la conceptualización del ser humano.
2. La teoría general de sistemas, con diferentes enfoques y en el análisis
de diversos sistemas.
3. La teoría de las necesidades humanas.
4. La teoría de la comunicación.
5. Otras teorías de la psicología y las ciencias sociales.

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Con este marco de referencia se han desarrollado conceptos propios
de la enfermería, que van dando orden científico a la profesión; así, tér-
minos que hasta hace unos años no tenían significado, hoy son utilizados
por académicas y clínicas, como son; autocuidado, independencia, pro-
fesional, autoconcepto, cuidado, ambiente, integral y muchos más, son
conceptos que han sido definidos, explicados e interrelacionados con el
fin de explicar qué es enfermería.

Modelo
Gran parte de la bibliografía sobre modelos, además de escasa, em-
plea una terminología confusa y un lenguaje rebuscado, sin olvidar lo que
puede aportar la traducción en la poca claridad de las ideas. En gran
medida, estas razones fomentan la tendencia de las enfermeras a recha-
zar las propuestas, por considerarlas irrelevantes para la práctica.
Sin embargo, existen otros grupos de profesionales que han desarro-
llado diferentes modelos; los psicólogos, los pedagogos, los sociólogos e
inclusive las ciencias más antiguas continúan desarrollando nuevos mo-
delos.
Un “modelo” es la representación simbólica o conceptual de la reali-
dad. La ciencia utiliza modelos, para a partir de ellos, desarrollar expli-
caciones de lo que no es fácilmente observable. Un modelo explica cómo
funcionan los hechos a partir de las relaciones entre símbolos o concep-
tos; está formado por ideas abstractas y generales (conceptos) y por las
proposiciones que especifican sus relaciones.
Un modelo de cualquier profesión es una forma clara y explícita de
concebir el servicio que ofrece a la sociedad. Una disciplina práctica
espera que el modelo proporcione una guía que controle y dé forma a la
realidad, con el propósito de orientar las acciones de la enfermera
asistencial hacia una meta deseada.

Características de un modelo conceptual


Según algunos autores, un modelo de enfermería debe reunir tres
condiciones imprescindibles para ser considerado y adoptado por un grupo
profesional:
1. Debe estar descrito en forma sistemática. Las ideas y los conceptos
aislados o construidos de forma anárquica, no constituyen un modelo,
ya que no tienen valor para la práctica.
2. Debe ser fundamentado, o sea, basado en teorías científicas.
3. Ha de ser práctico, adaptable a la práctica de la profesión en cualquier
situación y campo de actuación.

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¿Por qué la necesidad de adoptar un modelo?
En la actualidad, existen muchos significados para la palabra enfer-
mería, dados desde el punto de vista de cada autora. Esos numerosos
significados obedecen a diversos factores; pero fundamentalmente por la
diversidad de tareas que se han ido incorporando a la enfermería a lo
largo de la historia y en disímiles escenarios.
Un modelo tiene la utilidad de servir de guía para la formación de los
futuros profesionales; la práctica y la investigación de enfermería, de
manera que continúe el desarrollo de la disciplina. Los modelos actúan
como hipótesis propuestas, que deben ser llevadas al campo de la inves-
tigación; estas propuestas deben ser probadas, hasta alcanzar la condi-
ción de teoría de enfermería.
Es posible que sea difícil llegar a una sola teoría de enfermería y es
posible que se pueda hacer enfermería de forma científica y fundamenta-
da desde diferentes planteamientos teóricos. Lo cierto es que, actual-
mente, no existe ningún modelo suficientemente desarrollado y con un
proceso de investigación positivo en resultados, que haya alcanzado la
categoría de “teoría de enfermería”.

Teoría
La teoría representa para la ciencia, un nivel más profundo que el
modelo. Es el conjunto de propuestas construidas sistemáticamente, uti-
lizado para describir, predecir, explicar, entender y controlar una parte
empírica del mundo; para que un conjunto de propuestas hipotéticas ten-
gan categoría de teoría, estas deben haber sido llevadas al campo de la
investigación y haber sido contrastadas un número suficiente de veces.
En este punto del análisis cabe destacar dos ideas fundamentales:
1. Cuando una ciencia comienza, es de naturaleza casi enteramente
empírica, se interesa por los fenómenos directamente observables.
El conocimiento de estos fenómenos tiene un interés práctico
indudable, pero limitado. La ciencia es primitiva y de poco valor
hasta que empieza a entender el por qué de estos fenómenos; cuando
el científico abandona lo observable y se interesa por las causas, se
encuentra en el terreno de la teoría.
2. Una teoría es tanto mejor, cuanto mayor es la fracción del universo
a la que se aplica. El científico busca en una teoría: definiciones,
explicaciones y predicciones, estas tres categorías constituyen las
metas de la teoría. Los conceptos son elementos básicos de una teoría,
son abstracciones de la realidad, que se pueden observar directa o
indirectamente. Cada concepto tiene un solo significado, que queda
claramente definido en la teoría. Todo el conocimiento científico está

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formado por conceptos y estos son privativos de una rama de la
ciencia. La teoría pone en relación a los conceptos, de tal forma que
explica los fenómenos que interesan a esa disciplina, por tanto,
proporciona comprensión.

A partir de las hipótesis se afirman relaciones entre los conceptos o


proposiciones. Cuando estas hipótesis han sido puestas a prueba un nú-
mero suficiente de veces, adquieren la categoría de ley. A este nivel, la
teoría alcanza la posibilidad de predecir, o sea, dada determinadas cir-
cunstancias en una situación igual, se puede conocer el resultado con
antelación.

Los componentes de la teoría


Son varias las propuestas de los autores para analizar los componen-
tes de una teoría, una de ellas, la citada por Bishop, es a nuestro juicio
una de las más completas y comprensibles para realizar una valoración
estructural, en ella se identifican seis componentes en una teoría com-
pleta y se especifica la contribución de cada uno de ellos a esta. Se argu-
menta que si uno o más componentes fracasaban en su inclusión, el re-
sultado es la eliminación de esa contribución particular a la teoría total.
Estos seis aspectos de una teoría se estudian como base para compren-
der la función de cada elemento en el proceso de construcción de aquella
(Tabla 1).

Tabla 1. Componentes de la teoría y sus contribuciones

Componentes de la teoría Contribuciones

Conceptos Descripción y clasificación


Enunciados teóricos Análisis
Definiciones: Significado
Teóricas Medición
Operativas
Enlaces: Admisibilidad
Teóricos Verificabilidad
Operativos
Ordenación de conceptos y definiciones en Eliminación de repeticiones (tautología)
términos primitivos y derivados
Ordenación de enunciados y enlaces en Eliminación de inconsistencias
premisas y ecuaciones

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Conceptos. Los conceptos, son el objeto de estudio de la teoría.
Son representaciones simbólicas de los factores o eventos que compo-
nen los fenómenos. Representan aspectos de la realidad que pueden ser
cuantificados.
Los conceptos, son los ladrillos con los que se construyen las teo-
rías, clasificando los fenómenos que interesan. Es crucial reconocer que
estos no se deben considerar independientemente del sistema teórico en
el que se inscriben y del cual se deriva su significado. Los conceptos
pueden tener significados completamente diferentes en sistemas teóri-
cos diferentes, por tanto es importante el consenso de la comunidad cien-
tífica sobre el significado de los conceptos científicos.
Los conceptos pueden ser abstractos o concretos. Los conceptos
abstractos son independientes de un lugar o tiempo específico, mientras
que los conceptos concretos están relacionados con un lugar y un tiempo
particulares.
Los conceptos pueden identificar categorías individuales de fenóme-
nos (tales como paciente, enfermera o entorno), o dimensiones de fenó-
menos (la cantidad de auto-cuidados, o el grado de conflicto matrimo-
nial).
Las teorías pueden desarrollarse usando conceptos distintos
invariables para construir tipologías. El concepto invariable se crea para
representar un número de aspectos diferentes. Luego, se clasifican los
fenómenos como pertenecientes o no a una clase dada. La distribución
de fenómenos en categorías distintas e invariables incluye el supuesto de
que la realidad, asociada con los fenómenos dados, queda enmarcada en
la clasificación.
Por otra parte, el uso de conceptos variables basados en un espectro o
continuum tiende a centrarse en una dimensión sin dar por supuesto que
una sola dimensión abarca toda la realidad vinculada al fenómeno. Se
pueden crear dimensiones adicionales para medir aspectos más
amplios del fenómeno.
Aunque los conceptos invariables son útiles para clasificar fenóme-
nos en el desarrollo de teorías, se ha argumentado que los mayores des-
cubrimientos acontecieron en diversos campos cuando el enfoque pasa-
ba de conceptos invariables a conceptos variables. Los conceptos varia-
bles permiten registrar la escala completa del fenómeno en un continuum.
El desarrollo de conceptos teóricos permite la descripción y clasifi-
cación de los fenómenos. El concepto calificado propone los límites para
seleccionar fenómenos a observar, y para razonar acerca de los fenóme-
nos de interés. Los nuevos conceptos pueden dirigir la atención hacia
nuevos fenómenos o bien facilitar la clasificación de los fenómenos y
pensar en ellos de modo distinto.

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Enunciados teóricos. Aunque los conceptos son considerados
como los ladrillos de la teoría, para crearla deben estar conectados de
alguna manera con un conjunto de enunciados teóricos. El desarrollo de
enunciados teóricos que afirman una conexión entre dos o
más conceptos, introduce la posibilidad del análisis. Los enunciados de
una teoría pueden clasificarse en tres categorías generales; enunciados
de existencia, definiciones o enunciados de relación. Los enunciados de
existencia o las definiciones se refieren a conceptos específicos. Si las
definiciones proporcionan descripciones del concepto, los enunciados
de existencia simplemente aseveran que un concepto dado exista y se
identifica con el nombre del concepto. Los enunciados de relación afir-
man relaciones entre las propiedades de dos o más conceptos (o variables).
En la literatura se han descrito diversos tipos de enunciados de
relación. En esta ocasión, el estudio se limita a una introducción a los
enunciados probabilísticos y los enunciados condicionales suficientes y
necesarios. Estos tipos de enunciados son importantes para comprender
el razonamiento científico. Un enunciado en forma de condición necesa-
ria afirma que se requiere una variable para la presencia de otra variable.
Definición. Es un enunciado relativo al significado de una palabra o
frase; puede ser:
1. Connotativa: implican o sugieren significados accesorios.
2. Denotativa: especifican lo que algo es, nombrando al objeto, sus
propiedades, o los casos que el concepto representa, de tal modo
que las partes queden claramente asignadas al término.
3. Teórica: comunican un significado general del concepto en una forma
que encaja en la teoría y proyecta indicadores empíricos de los
conceptos.
4. Operativa: especifican las actividades u operaciones necesarias para
medir un constructo o una variable.

El desarrollo de la ciencia es un esfuerzo de colaboración en el que la


comunidad de científicos critica, examina y construye sobre el trabajo de
otros. Por tanto, es importante que la definición de los conceptos sea lo
más claro posible para reducir la ambigüedad en la comprensión de un
concepto dado o de un grupo de conceptos, ya que no es posible eliminar
por completo las diferencias de significado percibidas, estas diferencias
se pueden minimizar con definiciones explícitas. En el desarrollo de una
teoría completa, las definiciones a la vez teóricas y operativas proporcio-
nan significado al concepto y una base para la búsqueda de indicadores
empíricos. Las definiciones teóricas también permiten considerar las
relaciones de un concepto dado con otras ideas teóricas.
Pero un significado claro en los conceptos no es suficiente. Si las
teorías tienen que ser cotejadas con la realidad, los conceptos también

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tienen que ser mensurables. Las definiciones operativas relacionan los
conceptos con fenómenos observables especificando los indicadores
empíricos.
Asociaciones. Para Bishop, la especificación de las asociaciones es
una parte importante en el desarrollo de una teoría. Aunque los enuncia-
dos teóricos aseveran conexiones entre conceptos, ha de desarrollarse la
razón fundamental de las conexiones afirmadas. El desarrollo de asocia-
ciones teóricas ofrece una explicación razonada de por qué las variables
pueden estar conectadas de alguna manera, es decir, las razones teóricas
para afirmar correlaciones particulares. Esta razón fundamental hace
plausible la teoría.
Por otra parte, las asociaciones operativas aportan el elemento verifi-
cador a la teoría, especificando cómo están conectadas las variables.
Mientras que las definiciones operativas aportan mensurabilidad a los
conceptos, las asociaciones operativas proporcionan posibilidades de
verificación a las afirmaciones.
Las asociaciones operativas aportan una perspectiva para compren-
der la naturaleza de la relación entre los conceptos; por ejemplo, si la
relación entre conceptos es negativa o positiva, lineal o curvilínea.
Ordenaciones. Comenta Bishop que finalmente, una teoría se puede
considerar “definitivamente completa” si presenta los elementos de con-
ceptos, definiciones, enunciados y asociaciones. El desarrollo completo
de la teoría, sin embargo, requiere la organización de conceptos y defini-
ciones en términos primitivos y derivados, y la organización de enuncia-
dos y enlaces en premisas y ecuaciones.
A medida que la teoría evoluciona, los conceptos y los enunciados
teóricos se multiplican, y surge la necesidad de establecer algún arreglo
lógico u ordenación de los componentes teóricos y llevar un orden con-
ceptual a la teoría. Este proceso de ordenación puede poner de relieve
alguna superposición existente entre los conceptos y las definiciones. El
arreglo conceptual de los enunciados y asociaciones pueden revelar áreas
de inconsistencia. Las premisas y axiomas se consideran como las afir-
maciones más generales a partir de las cuales se pueden derivar las hipó-
tesis.
Generalmente se encuentra la sugerencia de que la ordenación de
enunciados y asociaciones está indicada cuando la teoría contiene un
gran número de enunciados teóricos.

Valoración funcional de la teoría


A diferencia del análisis estructural, una valoración funcional de la
teoría, puede anticipar con cierto cuidado, sus consecuencias y propósi-

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tos. El análisis se hace teniendo en cuenta los siguientes elementos que
son del dominio de la enfermería:
1. ¿Sobre quién actúa la teoría? Esta es la pregunta más importante, ya
que la respuesta enfoca el interés de la teoría sobre el individuo, la
familia, los grupos sociales o la comunidad, o si son otros los aspectos
hacia donde apunta la teoría. La dirección hacia donde apunta la
teoría, denota la valoración de su meta, y la intervención. La meta de
enfermería debe ser el cuidado en toda la amplitud del término.
2. ¿Cuáles son las definiciones que la teoría aplica al cuidado, al objeto
de su trabajo (individuo, familia, grupos o comunidad), a la salud, a
los problemas de enfermería, al contexto y a las interacciones objeto
de trabajo-enfermera? ¿Estas definiciones son claras y explícitas?
3. ¿La teoría ofrece una idea clara de cuáles son las bases del problema
de enfermería, ya sean propios del individuo, la familia o la
comunidad; o se encuentren fuera de estos?
4. ¿La teoría brinda comprensión o explicación acerca de las formas
de intervención de enfermería? ¿Las variables que se plantean están
bien determinadas? ¿Están claramente definidos los puntos de entrada
para la intervención de enfermería? ¿El centro de la intervención
está justificado?
5. ¿Existen guías para las diferentes modalidades de intervención?, ¿son
específicas?
6. ¿Existe potencial para el desarrollo real de las modalidades de
intervención?
7. ¿Siendo una teoría de enfermería brinda guías para el desarrollo del
rol de la enfermera?
8. ¿Las consecuencias de las intervenciones de la enfermera están
articuladas dentro de la teoría? ¿Las intervenciones son intencionales
o no intencionales; son positivas o negativas, anticipadas y
esquematizadas? ¿Existe un plan para enfrentar las consecuencias
derivadas de todo lo anterior?

Todos los criterios expuestos con anterioridad, son generalmente tra-


tados por diversos autores de la literatura de enfermería.

Formas de organización de la teoría


Una teoría formal es un sistema conceptual sistemáticamente desa-
rrollado que analiza un conjunto de fenómenos dados. En la literatura se
pueden encontrar diferentes ideas de cómo deben organizarse este siste-
ma conceptual para constituir una teoría. Tres métodos de organizar la
teoría son: conjunto de leyes, proceso axiomático y proceso causal.

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Método del conjunto de leyes. El planteamiento del conjunto de
leyes propone organizar descubrimientos de la investigación empírica.
Primero el teórico revisa los estudios de investigaciones en un área de
particular interés. Los descubrimientos empíricos de investigaciones dis-
ponibles se identifican y se seleccionan entre los textos de estudio para
su posterior evaluación. Los descubrimientos se evalúan y clasifican en
categorías basadas en el grado de evidencia empírica que apoya cada
afirmación. Las categorías disponibles son leyes, generalizaciones empí-
ricas e hipótesis.
Método axiomático. Este método es un sistema lógico correlativo.
Una teoría axiomática consiste en un conjunto de conceptos, definicio-
nes explícitas, un conjunto de enunciados de relación dispuestos en or-
den jerárquico. Un criterio esencial para el método axiomático es que los
enunciados teóricos no pueden ser contradictorios. Un principio básico
de lógica afirma que cuando dos enunciados son contradictorios, uno de
ellos debe ser falso, si no lo son los dos. Las teorías axiomáticas no son
comunes en las ciencias sociales y de la conducta; pero son claramente
evidentes en los campos de la física y la matemática.
Método de proceso causal. El rasgo distintivo de este método es
el desarrollo de enunciados teóricos que especifican mecanismos causales
entre variables dependientes e independientes. Este método de organiza-
ción teórico consiste en un grupo de conceptos, un grupo de definicio-
nes, un grupo de enunciados de existencia y un grupo de enunciados
teóricos que especifican el proceso causal. Se puede decir que este méto-
do proporciona la información sobre “cómo sucede algo”.

Clasificación de modelos y teorías de enfermería


Son varias las autoras que han propuesto clasificaciones de los mode-
los y teorías existentes. La propuesta por Kérouac y colaboradores, es a
mi juicio, una de las más fundamentadas, planteada a partir de las bases
filosóficas y científicas de cuatro conceptos centrales para la enfermería:
cuidado, persona, salud y entorno.
Clasifican los modelos y teorías de enfermería en seis escuelas, a sa-
ber: escuelas de las necesidades, de la interacción, de los efectos desea-
dos, de la promoción de salud, del ser humano unitario y del caring (cui-
dado).
Escuela de las necesidades. Los modelos de esta escuela han intenta-
do responder a la pregunta ¿qué hacen las enfermeras? Según estos mo-
delos, el cuidado está centrado en la independencia de la persona para la
satisfacción de sus necesidades fundamentales, o en su capacidad de lle-
var a cabo sus autocuidados. La jerarquía de necesidades de Maslow y la

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teoría de las etapas de desarrollo han influenciado en esta escuela, según
la cual, los cuidados de enfermería tienen por objeto ayudar a la persona
a superar sus limitaciones.
Las principales teorizadoras de esta escuela son V. Henderson, D.
Orem y F. Abdellah.
Escuela de la interacción. Apareció a finales de los años 50 y princi-
pios de los 60, la teoría psicoanalista prevalece en esta época. Hay una
creciente demanda de atención a las necesidades de intimidad y a las
relaciones humanas.
Las enfermeras teorizadoras que forman parte de esta escuela se ins-
piraron en las teorías de la interacción, de la fenomenología y del
existencialismo. Han intentado responder a la pregunta ¿cómo hacen las
enfermeras lo que están haciendo?; han centrado su interés sobre los
procesos de interacción entra la enfermera y la persona.
Según esta escuela, el cuidado es un proceso interactivo entre una
persona que tiene necesidad de ayuda y otra capaz de ofrecerle ayuda.
Con el fin de poder ayudar, la enfermera debe considerar sus propios
valores y comprometerse con el cuidado como acción humanitaria y no
mecánica.
Las teorizadoras de esta escuela son H. Peplau, Ida Orlando, J
Travelbee, E. Wiedenbach e I. King.
Escuela de los efectos deseables. Esta escuela quiere responder a la
pregunta ¿por qué las enfermeras hacen lo que hacen? Sin ignorar el qué
y cómo, han intentado conceptualizar los resultados deseables de los
cuidados, considerando que estos consisten en restablecer el equilibrio,
la homeostasia o en preservar la energía. Inspiradas en las teorías de
adaptación y de sistemas; D. Johnson, L. Hall, M. Levine, C. Roy y B.
Neuman son las representantes de esta escuela.
Escuela de la promoción de salud. Esta escuela también responde a
la pregunta ¿qué hacen las enfermeras?, no obstante, se interesa en cómo
lograr los cuidados y en cuál es su meta; así como responde la interro-
gante ¿a quién van dirigidos los cuidados?
Según esta escuela, el centro de los cuidados se amplía a la familia
que aprende de sus propias experiencias de salud. La filosofía de los
cuidados de salud primarios y la teoría del aprendizaje social son las
fuentes explícitas en la concepción de Moyra Allen; teorizadora cana-
diense autora del modelo conocido como “modelo McGill”, que se inspi-
ra en el enfoque sistémico.
Escuela del ser humano unitario. Las teorizadoras de esta escuela
intentan responder ¿a quién van dirigidos los cuidados? Desde 1970 M.
Rogers propone una visión de la persona y de los cuidados que procede
de trabajos filosóficos, de teorías de la física y de la teoría general de

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sistemas. Es gracias a esta escuela que el holismo ha conseguido todo su
significado.
M. Newman y R. Rizzo Parse se han unido a esta escuela incorpo-
rándole fuentes filosóficas extraídas del existencialismo y la fenome-
nología.
Escuela del caring (cuidado). Las teorizadoras de esta escuela creen
que las enfermeras pueden mejorar la calidad de los cuidados a las perso-
nas si se abren a dimensiones tales como la espiritualidad y la cultura e
integran los conocimientos vinculados a estas dimensiones.
Centrándose en el cuidado intentan responder a ¿cómo las enferme-
ras hacen lo que hacen? J. Watson y M. Leininger se orientan hacia lo
existencial, fenomenológico y espiritual, se inspiran en la metafísica, las
humanidades, el arte y la antropología.
Las diferentes escuelas ponen énfasis en diversos elementos, según la
época y las condiciones sociopolíticas en que surgen. Enfocan el cuida-
do, la persona, la salud y el entorno a punto de partida de la concepción
filosófica en que se basan, su análisis puede contribuir al esclarecimiento
de los modelos y teorías que se presentan en este material.

¿Existen teorías en enfermería?


Aunque en la literatura se encuentran numerosas estrategias para el
desarrollo de la teoría, el teórico que intente plantear mecánicamente la
construcción de teorías aplicando procedimientos estructurados puede
tener un éxito limitado. La construcción de teorías lleva consigo el des-
cubrimiento y la creatividad. Una teoría científica es claramente una crea-
ción de la mente humana. Si bien es posible enseñar técnicas y conteni-
dos específicos, realmente resulta complejo fomentar la creatividad y la
originalidad; además de imaginación, el desarrollo y la presentación de
teorías requiere disciplina personal para trabajar con la idea, para desa-
rrollarla y expresarla por escrito a fin de que otros la revisen. En este
orden, y por el aporte que significan, se impone el estudio cuidadoso y
respetuoso de las teorías propuestas por científicas de la enfermería.
En la literatura de enfermería aparece una preocupación por la cues-
tión de si las formulaciones actuales de enfermería son realmente teo-
rías. No son pocos, los que utilizan términos como modelo conceptual o
marco teórico para referirse a las teorías propuestas por científicas de
enfermería, considero que hay algo de razón y no todas sean verdaderas
teorías; pero vale la pena reflexionar en términos de progreso en conoci-
mientos de enfermería.
En los esfuerzos para hacer progresar la teoría de enfermería, sería
fructífero recomendar, que todo análisis de una teoría empezara por la
admisión contundente de que la construcción de teoría en enfermería

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tiene un largo camino por delante y que progresará hacia las más impor-
tantes cuestiones, si se ocupa de empezar a identificar y estudiar las ac-
tuales insuficiencias teóricas.
No es posible concluir este tema sin reconocer que el difundido inte-
rés por el desarrollo de la teoría de enfermería, en tanto, solo es un fe-
nómeno muy reciente en la historia de la disciplina, se encuentra en la
actualidad en su infancia. Sin embargo existe un amplio consenso en la
comunidad de estudiosos de la enfermería, para otorgarle prioridad al
desarrollo de teorías que fortalezcan la ciencia.

Definiciones de enfermería
Presentar un grupo importante de definiciones de enfermería, tiene
el propósito de motivar a la reflexión. Después de F. Nightingale, quien
fue la primera en definir la enfermería y diferenciarla como profesión
independiente de la medicina, con metas propias; enfermería permane-
ció durante casi 70 años en el oscurantismo conceptual. Durante todo
ese período su definición se convirtió en algo metafórico asimilado a la
imagen de la maternidad que se caracteriza por acciones tales como nu-
trir, cuidar, consolar, reconfortar y otras formas maternales de compor-
tamiento que influyen en la imagen de la enfermera y en su forma de
actuar y pensar; así como en la manera en que la sociedad percibe y
deduce cuál debe ser el comportamiento de enfermería. La imagen de
maternidad, que aún prevalece en la concepción universal, requiere poca
educación e influencia en las decisiones que afectan la salud, el cuidado y
el bienestar de las personas.
A lo largo de la historia, la enfermería ha sido objeto de varias defini-
ciones. En la actualidad, cuando la enfermería toma dimensiones de cien-
cia, esta definición ha sido analizada desde varios aspectos: sociológico,
filosófico y profesional.
Aspecto sociológico. Los orígenes de la enfermería están muy re-
lacionados con el acto de cuidar; cuidar es una actividad sencilla, hecha
por cualquiera y entendida así, es algo habitual en el ser humano que se
practica continuamente en sus formas de autocuidado y cuidados de apo-
yo, como parte integrante de las actividades diarias de las personas, para
responder a su aspiración esencial de cubrir ciertas necesidades básicas.
Cuidar como actividad humana, es un acto de vida que significa una
variedad infinita de actividades dirigidas a mantener la vida y permitir la
continuidad y la reproducción. Es un acto individual dado a uno mismo y
para uno mismo, en cuanto la persona adquiere la autonomía y conoci-
mientos necesarios para ello; pero igualmente es un acto social, de reci-
procidad que supone cuidar a toda persona que, temporal o definitiva-
mente, tiene necesidad de ayuda para asumir sus cuidados vitales.

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Distinguir la naturaleza social de los cuidados de enfermería, exige
ubicarlos dentro del único contexto que les da todo su sentido, su signi-
ficado real: el contexto de la “vida” o, más exactamente, el contexto del
proceso de la “vida” y de la “muerte”, a la que el hombre y los grupos
humanos se enfrentan todos los días en el desarrollo de su existencia.
Estos cuidados, necesitan la intervención de un experto en cuidar, es
este el servicio que enfermería ofrece a la sociedad. Enfermería es la
profesionalización de la actividad de cuidar.
Aspecto filosófico. La filosofía es especialmente significativa para
enfermería, ya que ambas tienen que ver con los aspectos humanísticos
de la vida. La filosofía capacita a enfermería para centrar su enfoque en
las características de los seres humanos y en sus potencialidades tal cual
son vivenciados en la realidad. A través del uso de este conocimiento, las
enfermeras pueden ayudar a la gente a entender mejor sus relaciones con
el entorno para así lograr el estado de salud deseado.
La indagación filosófica brinda unidad a la diversidad del pensamien-
to de enfermería. Esto se torna especialmente cierto cuando se conside-
ra el conocimiento tácito y el conocimiento explícito. Darse cuenta del
conocimiento tácito, a través de la indagación filosófica es significativo
porque es una vía válida para ayudar a crear la ciencia de enfermería.
Una vez que esta forma de conocimiento se comprende, puede comuni-
carse por la vía del conocimiento explícito. La naturaleza integral de este
proceso provee unidad a las formas del conocimiento que conducen a la
comprensión holística de los fenómenos centrales de la enfermería.
A través de la indagación filosófica, las enfermeras se mueven más
allá de las percepciones estereotipadas y angostas de enfermería, para
percibir integralmente a la enfermería. Esto facilita la comprensión de
los significados alternos en la diversidad de visiones y pensamientos de
enfermería.
Para algunas académicas de enfermería existe evidencia acumulada y
suficiente que soporta la existencia de una filosofía de enfermería; aun-
que existen diferencias en las interpretaciones sobre los que constituye
una teoría, la mayoría de las enfermeras reconocen la existencia de obje-
tos, fenómenos, personas y eventos que requieren estudio en el área del
conocimiento de enfermería. De la misma manera, hay acuerdo sobre
cuatro conceptos centrales que soportan el desarrollo de la enfermería
como disciplina y profesión; estos conceptos son: hombre, entorno, sa-
lud y cuidados de enfermería.
Basado en la interpretación de cada autora sobre los conceptos filo-
sóficos de la enfermería, se han planteado variadas definiciones.
Aspecto profesional. Desde el punto de vista de la práctica profe-
sional, la enfermería se define por su función; diagnosticar y tratar las

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respuestas humanas que se producen a consecuencia de procesos vitales
o problemas de salud.
La enfermería no trata las enfermedades, sino los problemas que
mantienen incómoda a la persona o a la familia a causa de una situación
de salud; como son: la limitación de las capacidades para cuidarse, los
dolores, los problemas relacionados con los procesos vitales o el desa-
rrollo, etc. Para diagnosticar y tratar las respuestas humanas, se requiere
de conocimientos, actitudes y destrezas que solo se adquieren con el
estudio profundo y sistemático del hombre, la sociedad, la salud y la
enfermería.

De Nightingale a la actualidad
Las definiciones de enfermería se deben interpretar y tienen sentido
si se analizan a través del período histórico y de desarrollo por el que
atraviesa. De Nightingale a la actualidad ha transcurrido más de un siglo,
durante el cual, ¿qué ha pasado con la definición de enfermería?; para
los profesionales de enfermería y para la sociedad, ¿está clara la defini-
ción?
Florence Nightingale (1853-1874). Indicó en sus escritos que el ob-
jetivo fundamental de la enfermería era situar al paciente en el mejor
estado posible para que la naturaleza actuara sobre el mismo. Conside-
raba que la enfermería requería un conocimiento distinto del conoci-
miento médico, ya que era una vocación religiosa. Definió la enfermería
como arte y ciencia.
Virginia Henderson (1959-60). La función propia de la enfermería
es asistir al individuo, sano o enfermo, en la realización de aquellas acti-
vidades que contribuyen a la salud o su recuperación (o a la muerte pací-
fica), que este realizaría sin ayuda si tuviera la fuerza, la voluntad o el
conocimiento necesarios. Y hacerlo de tal manera que lo ayude a ganar
independencia con la mayor brevedad posible.
Faye Glenn Abdellah (l968). La enfermería es un servicio al indivi-
duo y a la familia; por tanto, a la sociedad. Se basa en un arte y ciencia
que moldea las actitudes, las competencias intelectuales y las habilida-
des técnicas de la enfermera como individuo, en el deseo y la habilidad
de ayudar a la gente sana o enferma a satisfacer sus necesidades de salud;
puede ser llevada a cabo bajo una dirección médica general o específica.
Lydia E. Hall (1960-65). La enfermería puede y debe ser profesio-
nal. La enfermera profesional funciona más terapéuticamente cuando el
paciente ha entrado en la segunda etapa de su hospitalización. La segunda
etapa es la fase no aguda o de recuperación de la enfermedad, momento

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en que el paciente es más capaz de beneficiarse y aprender de las ense-
ñanzas que puede ofrecerle la enfermera.
La enfermería es compleja en todos sus aspectos, su experiencia se
centra en torno al cuerpo.
La unidad de la enfermería radica no solo en el conocimiento de los
cuidados fisiocorporales, sino también en saber cómo modificar estos
procesos, paralelamente al proceso patológico y al tratamiento, y corre-
girlos de acuerdo a la personalidad del paciente.
Dorothea E. Orem (1957-1959). El arte de la enfermería es actuar
por la persona incapacitada, ayudarla a actuar por sí misma y/o ayudarla
a aprender a actuar por sí misma.
Evelyn Adam (1970). La enfermería tiene una función propia, aun-
que comparta ciertas funciones con otros profesionales. La enfermería
debe tener un modelo conceptual a fin de obtener identidad profesional
concreta.
La sociedad quiere y espera que la enfermera proporcione un servi-
cio de cuidados propios.
La meta de enfermería es preservar o restablecer la independencia
del cliente para la satisfacción de sus necesidades básicas.
Madeleine Leininger (1966-1978). La enfermería transcultural es un
área principal de la enfermería que se centra en el estudio y el análisis
comparativo de distintas culturas y subculturas del mundo en relación
con sus conductas cuidantes, cuidados de enfermería y valores, creen-
cias y patrones de conducta relativos a la salud-enfermedad, con objeto
de desarrollar un cuerpo de conocimientos en el área científica y
humanística para proporcionar la práctica de cuidados de enfermería
específica y universalmente culturales.
El foco intelectual y de la práctica de la enfermería más unificador,
dominante y central es el cuidado.
Enfermería es un arte y ciencia humanísticos que centra su conducta
en cuidados personalizados (individuales y en grupos) con funciones y
procesos dirigidos hacia la promoción y el mantenimiento de conductas
de salud y la recuperación de enfermedades que tienen significación físi-
ca, psicocultural y social para aquellos que están asistidos generalmente
por una enfermera profesional.
Jean Watson (1979). Propone comprender como sé interrelaciona la
salud, la enfermedad y la conducta humana. Con su filosofía y ciencia de
los cuidados intenta definir un resultado de la actividad científica con
respecto a los aspectos humanísticos de la vida. En otras palabras trata
de hacer de la enfermería una interrelación de calidad de vida y muerte;
así como de prolongación de la vida.

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Rosemarie Rizzo Parse (1981). La enfermería, enraizada en las cien-
cias humanas, se centra en el hombre como unidad viva, y en la participa-
ción cualitativa de este en las experiencias de salud. Es una profesión que
se ocupa primordialmente de los cuidados del hombre unitario durante
su evolución desde la concepción hasta la muerte.
Hildegard E. Peplau (1952). Enfermería psicodinámica. Los cuida-
dos en enfermería psicodinámica exigen ser capaz de comprender la pro-
pia conducta para poder ayudar a otros a identificar las dificultades
percibidas y aplicar principios de relaciones humanas a los problemas
que surgen a todos los niveles de la experiencia.
Enfermería es un importante proceso interpersonal y terapéutico.
Funciona en términos de cooperación con otros procesos humanos que
hacen de la salud una posibilidad para los individuos en las comunidades.
Joyce Travelbee (1966-1971). Enfermería. Proceso interpersonal en
el que la enfermera profesional ayuda a un individuo, una familia o una
comunidad a evitar, o hacerle frente, a la experiencia de la enfermedad y
el sufrimiento y, de ser necesario a encontrar sentido a dicha experien-
cia. La enfermería es un proceso interpersonal que ocurre entre la enfer-
mera y un individuo o un grupo de individuos.
Ida Jean Orlando (1958-1962). Enfermería. Debería ser una profe-
sión diferenciada y funcionar con autonomía. Es una profesión que ofre-
ce asistencia directa a los individuos donde quiera que se encuentren,
con el propósito de evitar, aliviar, disminuir o eliminar su sensación de
insuficiencia y desamparo.
Ernestina Wiedenbach (1952-1965). La enfermería se adhiere a una
filosofía explícita, cuyos puntos básicos son:
1. Reverencia hacia el don de la vida.
2. Respeto a la dignidad, el valor, la autonomía y la individualidad de
cada ser humano.
3. Voluntad de actuar con dinamismo en consonancia con las creencias
propias.

Imogene King (1968-1981). La enfermería es un comportamiento


observable que se encuentra en los sistemas de cuidados de salud de la
sociedad. La meta de la enfermería es ayudar a los individuos a mantener
su salud para que puedan funcionar en sus roles.
La enfermería se considera como un proceso interpersonal de ac-
ción, reacción, interacción y transacción.
Helen C. Erickson; Evelyn M. Tomlin; Mary Ann P. Swain (1981).
La enfermería es la ayuda holística a las personas en las actividades de
autocuidado relacionadas con la salud. Es un proceso interactivo e
interpersonal que estimula las fuerzas para hacer posible el desarrollo, la

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liberación y la canalización de los recursos que hagan frente a las cir-
cunstancias personales y al entorno. El objetivo es lograr un estado de
salud óptimo y de plena satisfacción.
Kathryn E. Barnard (1966). Enfermería. Proceso mediante el cual el
paciente recibe ayuda para el mantenimiento y la promoción de su inde-
pendencia. Este proceso puede ser educativo, terapéutico, o de restaura-
ción: ello implica la facilitación del cambio con toda probabilidad, un
cambio en el entorno. En 1977 definió la enfermería como el diagnós-
tico y tratamiento de las respuestas humanas a los problemas de salud.
Dorothy E. Johnson (1964-1978). Enfermería. Es una fuerza exter-
na que actúa para preservar la organización de la conducta del paciente,
mientras que este se haya sometido a estrés, mediante la imposición de
mecanismos reguladores o mediante la provisión de recursos. Como arte
y ciencia proporciona asistencia externa antes o durante la desestabiliza-
ción del sistema y requiere por tanto un conocimiento de los conceptos
de orden, desorden y control.
Las actividades de enfermería no dependen de la autoridad médica,
pero son complementarias de la Medicina.
Sor Callista Roy (1966-1977). Roy hace la distinción entre enferme-
ría como ciencia y como disciplina práctica. Plantea que la ciencia de la
enfermería es un sistema de conocimientos sobre las personas en el que
se observan, clasifica y relacionan los procesos a través de los cuales los
individuos participan activamente en su propio estado de salud.
La enfermería en tanto que disciplina práctica es el cuerpo de cono-
cimientos científicos aplicado con el propósito de ofrecer a los indivi-
duos un servicio esencial que consiste en fomentar la capacidad de in-
fluir positivamente en su salud.
El objetivo de la enfermería es ayudar al hombre a adaptarse a los
cambios que se operen en lo relativo a sus necesidades fisiológicas, al
concepto de sí mismo, a la función de su rol y a sus relaciones de inter-
dependencia en la salud y la enfermedad.
Betty Neuman (1970-1975). La enfermería se ocupa de la persona
total. Es una profesión diferenciada, ya que se ocupa de todas las varia-
bles que afectan la respuesta del individuo al estrés.
Myra E. Levine (1965-1973). La enfermería es una interacción hu-
mana, se basa en la conservación de la integridad estructural de cada
paciente, la integridad personal y social.
Martha E. Rogers (1970). La enfermería es una ciencia humanística
dedicada a la inquietud compasiva por el mantenimiento y la promoción de
la salud, la prevención de enfermedades y la rehabilitación de los enfer-
mos e incapacitados.

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Joyce J. Fitzpatrick (1975). Las interacciones ontogenéticas y
filogenéticas entre la persona y la salud se consideran como la esencia de
la enfermería.
Yura y Wals (1970). Enfermería. Es en esencia el encuentro con un
paciente y su familia, durante el cual la enfermera observa, ayuda, comu-
nica, atiende, y enseña, contribuye además a la conservación de un esta-
do óptimo de salud, y proporciona cuidados durante la enfermedad hasta
que el paciente es capaz de asumir la responsabilidad inherente a la plena
satisfacción de sus propias necesidades básicas como ser humano; por
otra parte, cuando se requiera brinda al moribundo ayuda compasiva y
misericordiosa.
Brunner-Suddar (1988). Enfermería. Es una profesión orientada ha-
cia el servicio de la salud con el objeto de satisfacer las necesidades del
individuo, tanto sano como enfermo en relación con todos los aspectos
de su capacidad.
Funcional. Puede definirse el objetivo de la enfermería, como la pro-
moción, conservación y restablecimiento de la salud, con atención espe-
cial a los factores biológicos y psicosociales y con absoluto respeto a las
necesidades y derechos de la persona a la cual se brinda este tipo de
servicio.

Asociación norteamericana de enfermería (1973)


La práctica de la enfermería es un servicio directo con un fin
ambientado y adaptado a las necesidades del individuo, de la familia y de
la comunidad, tanto en la salud como en la enfermedad.

Consejo Internacional de Enfermería (CIE) 1973


La única función de la enfermería es la asistencia al individuo sano o
enfermo, en la realización de las actividades que mantienen la salud o la
restablecen (o una muerte tranquila), que las llevaría a cabo solo si tuvie-
se la fuerza, la voluntad y los conocimientos necesarios.
B. Kosier, Glenora Erb (1989). 1. La enfermería es educar, cuidar y
preocuparse de las personas. 2. Es un servicio a los enfermos, sus fami-
lias y comunidades. 3. Puede ser tanto preventiva como terapéutica. 4.
Es un servicio personal, es decir, un contacto directo entre la enfermera
y el paciente o entre esta y la familia. 5. Se adapta a las necesidades
individuales del enfermo.
Colectivo de autores cubanos (1982). Atención de enfermería es la
ayuda prestada al individuo cuando este, por alguna causa, se encuentra
en estado de incapacidad que le impida hacerse cargo de la satisfacción
de sus necesidades.

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Enfermería es la profesión que teniendo como base las necesidades
humanas, la importancia de su satisfacción y los aspectos que las modifi-
can y afectan, aplica en sus acciones los principios de las ciencias bioló-
gicas, físicas, químicas, sociales, psicológicas y médicas, proporcionando
atención integral al hombre sano o enfermo.

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Modelos y teorías de enfermería

Enfermería moderna
Florence Nightingale (1820-1910)

Fuentes teórica del desarrollo


de la teoría
En el desarrollo de la teoría de enfermería de Nightingale influyeron
muchos factores. Todos los valores individuales, sociales y profesiona-
les eran parte esencial en el desarrollo de su trabajo. Combinó sus recursos
individuales con los sociales y profesionales para producir un cambio.
Consideraba la enfermería como una vocación religiosa, solo de mu-
jeres, creía que debía luchar para cambiar aquellas cosas que reconocía
como inaceptables. Vivió de acuerdo con ese potencial.
El sistema de cuidados de salud de su tiempo empleaba a incultos e
ineptos para cuidar a los enfermos. Pero Nightingale lo transformó en el
sistema de prácticas profesionales de enfermería que se valora en la ac-
tualidad. Sabía que el contacto con los profesionales de su tiempo era
importante, y extendió su filosofía de la enfermería en asociación con
numerosos prominentes médicos y otros miembros de influencia en la
sociedad.
Las influencias más fuertes sobre el desarrollo de su práctica fueron
su educación, experiencia y observación, ganadas a través de años de
trabajo caritativo en hospitales y enfermerías militares. Estableció la base
lógica de su filosofía de enfermería. En sus Notas de Enfermería, escri-
tas en 1859, señala “Enfermería es cuidar y ayudar al paciente que sufre
alguna enfermedad a vivir; lo mismo que la enfermería de la salud es
mantener o lograr que la salud de cualquier niño o persona sana se man-
tenga y no sea susceptible a la enfermedad”. “La enfermera lo que debe
hacer es lograr llevar al paciente a tal estado que la naturaleza, de mane-
ra natural pueda actuar sobre él” (Nightingale 1969 del original 1859).
Nightingale utilizó la estadística con fervor. Usó la información cui-
dadosamente recogida para comprobar la eficacia de su sistema de en-

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fermería y organización hospitalaria durante la guerra de Crimea. En el
informe de sus datos se refería a las pobres condiciones sanitarias, mos-
traba que por cada hombre muerto en la batalla, siete morían de enfer-
medades. Incluso en tiempo de paz, la mortalidad en los barracones do-
blaba la que se producía en la población general. La habilidad investiga-
dora de Nightingale fue calificada en su tiempo, como documentada,
comunicadora, ordenadora, codificadora, conceptualizadora, inferidora,
analizadora y sintetizadora. Ella consideró la observación y la práctica
como actividades concurrentes.
Conceptos y definiciones principales. La teoría de Nightingale
se centró en el medio ambiente, aunque el término ambiente no aparece
en su escritos, sus conceptos principales de ventilación, calor, luz, dieta,
limpieza y ruido comprenden los componentes del ambiente tal y como
se definió antes.
A pesar de que esta autora definió los conceptos de forma precisa,
no separó claramente el ambiente del paciente en aspectos físicos, emo-
cionales o sociales. Tal parece asumir, que estos aspectos estaban conte-
nidos en el ambiente, pero no hizo una distinción clara para diferenciar-
los.
En su trabajo, hizo hincapié en varios aspectos del ambiente. Creía
que un entorno saludable era necesario para los cuidados adecuados de
enfermería. Aunque en las siguientes palabras de su libro Notes on
Nursing, se refería específicamente a la salud en los hogares, se puede
suponer que también se estaba refiriendo a los hospitales cuando dijo:
“Son cinco los puntos esenciales para asegurar la salud en las casas,
aire puro, agua pura, alcantarillado eficaz, limpieza y luz. Sin ellos, nin-
guna casa puede ser saludable. Y será tanto menos saludable en la pro-
porción en que estos puntos sean deficientes”.
El aspecto del ambiente que más preocupaba a Nightingale era pro-
porcionar la ventilación adecuada al paciente. Esto significaba que la
enfermera tenía que “mantener el aire que el paciente respiraba tan puro
como el exterior, sin enfriarle”(FN. 1969).
Nightingale creía que un continuo suministro de aire fresco era el
principio más importante en enfermería. La luz era otro elemento del
cuidado de enfermería que no se podía ignorar; para ella el segundo lugar
en las necesidades del enfermo lo ocupa la necesidad de luz. Y que no es
solo luz, sino luz directa del sol. Sin entrar en ninguna exposición cientí-
fica, se debe admitir que la luz solar tiene efectos tan reales como tangi-
bles sobre el cuerpo humano, el aire de una habitación y el ambiente en
general.
Creía firmemente en los beneficios de la luz solar directa, incluso
sugirió que una enfermera debía trasladar al paciente “al ritmo del sol,

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de acuerdo con la disposición de la habitación, si las circunstancias lo
permiten”(FN. 1969).
Se refirió a la necesidad de limpieza del paciente, de la enfermera y
del medio. Planteó que las alfombras y paredes sucias contenían grandes
cantidades de materia orgánica y proporcionaban una fuente abierta de
infecciones, igual que las sábanas sucias. También aplicó esta creencia a
la idea de la piel sucia interfería el proceso de curación y que lavarla
quitaba rápidamente materia nociva del sistema. Por consiguiente, las
enfermeras debían lavarse las manos frecuentemente y mantener muy
limpios a sus pacientes.
Además de los cinco puntos principales, Nightingale también creía
que una enfermera debía controlar el calor, la tranquilidad y la dieta del
paciente. Recomendó a las enfermeras que comprobaran constantemen-
te la temperatura corporal de los pacientes, palpando las extremidades,
para prevenir los efectos de la pérdida del calor vital. Diseñó instruccio-
nes específicas para proporcionar aire fresco y a la vez evitar una tempe-
ratura ambiente fría.
El ruido era otro elemento ambiental que Nightingale creía que la
enfermera debía manipular, escribió, “el ruido innecesario, o el ruido
que crea expectación en la mente, es la que daña al paciente. Cualquier
sacrificio para salvaguardar el silencio vale la pena, porque ningún aire,
por bueno que sea, ninguna atención aunque cuidadosa, hará nada sin
quietud” (FN. 1969).
También se interesó por la dieta de los pacientes, creía que una enfer-
mera no solo debía estimar la ración alimenticia, sino también la puntua-
lidad de las comidas y su efecto sobre el paciente. Observación, ingenio y
perseverancia eran las cualidades que Nightingale creía que debían dis-
tinguir a una buena enfermera; dijo, “Si la enfermera es un ser inteligen-
te y no una mera portadora de alimentos al y del paciente, déjela ejercitar
su inteligencia en esas cosas” (FN. 1969).

Supuestos principales
Nightingale creía que en una época u otra, toda mujer podía ser en-
fermera, en el sentido de que enfermería era tomar la responsabilidad de
la salud de otro. Así, estableció pautas a las mujeres para los cuidados de
enfermería y consejos para «pensar en hacer de Enfermera”. En la ma-
yor parte de sus escritos Nightingale se refiere a la persona como pacien-
te. De todos modos el paciente se considera como influido por la enfer-
mera o afectado por el ambiente. El paciente es pasivo y no parece que
influya sobre la enfermera o el ambiente.
Nightingale definió como salud el estar bien y el emplear hasta el
máximo cada poder. Además, veía la enfermedad como un proceso repa-

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rador que la naturaleza instituía causa de alguna necesidad de atención,
infería que la salud se mantenía, gracias a la prevención de la enferme-
dad por varios factores de salud ambientales. Llamaba a esto enfermería
de salud, y lo distinguía de la enfermería misma, que era la enfermería
del hombre enfermo para que pudiera sobrevivir o por lo menos, vivir
mejor hasta su muerte.
Para Nightingale el ambiente era una de las principales fuentes de
infección. Según autores contemporáneos de enfermería, el concepto de
ambiente de Nightingale lo constituían los elementos externos que afectan
a la salud de la persona enferma y sana e incluía, desde la comida del
paciente y las flores, hasta las relaciones verbales y no verbales de la
enfermera con él.
Afirmaciones teóricas. Nightingale centró sus afirmaciones teó-
ricas en los aspectos que ya se han señalado. Consideró que la enferme-
dad era un proceso reparador y como tal era un esfuerzo de la naturaleza
para remediar un proceso de envenenamiento o debilidad o una reac-
ción contra las condiciones en las que se encontraba una persona.
Determinó que el papel de la enfermera era evitar que el proceso repa-
rador se in- terrumpiera y proporcionar las condiciones óptimas para
su acrecentamiento. Las enfermeras pueden favorecer este proceso su-
ministrando condiciones ambientales adecuadas como aire fresco, luz,
agua pura, eliminación de residuos, limpieza, calor, tranquilidad y ali-
mentación adecuada.
También creía que las enfermeras debían emplear sentido común para
lograr esas condiciones, pero que esto tenía que estar unido a la perseve-
rancia, la observación y el ingenio. Asumió que la persona estaba deseo-
sa de salud y que, por tanto, la enfermera, la naturaleza y la persona
tenían que cooperar para permitir el proceso reparador.
Método lógico. Nightingale usó el razonamiento inductivo para
extraer leyes de salud y de enfermería, de sus observaciones y experien-
cias. Por ejemplo, advirtió que la enfermedad prosperaba en espacios
limitados, obscuros y húmedos, y dedujo que se generaba en esos am-
bientes; también derivó de su observación, la creencia de que la enferme-
dad podía prevenirse, o acelerarse su curación, proporcionando un am-
biente contrario a aquel en el que se originó la enfermedad.
Aceptación por la comunidad de enfermería. Los principios
de enfermería de Nightingale siguen siendo aplicables en la práctica de la
enfermería de hoy, aunque buena parte de sus razonamientos han sido
modificados o han quedado obsoletos a causa de los adelantos de la
medicina y la enfermería, sin embargo, es importante recordar su histo-
ria y los progresos que realizó en su época. Su inclusión de la educación
sanitaria y la enfermería en el terreno, fueron conceptos revolucionarios
para su época, que aún siguen definiendo la práctica de la enfermería.

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El sistema de Nightingale fue la base para la creación de muchas de
las primeras escuelas de formación de enfermeras en el mundo; la escue-
la cubana surgió con sus conceptos a través de una de sus discípulas. Por
lo general este sistema ya no se utiliza pero su influencia perdura en la
combinación de la formación práctica y teórica actual. Abogaba por la
independencia de la escuela de enfermería de los hospitales para que los
estudiantes no se consideraran trabajadores del hospital durante su for-
mación. Creía que “el arte de la enfermería” no se podía estandarizar y
por ello los exámenes de autorización para ejercer eran inapropiados.
El interés por las estadísticas y su importancia para la enfermería
continua influyendo en la investigación de enfermería, reconoció la im-
portancia de la recogida de datos en los cuidados de enfermería, siendo
muy eficiente y hábil en su capacidad para reunir y analizar datos. Fue
una de las primeras en utilizar ilustraciones gráficas en las estadísticas,
muchas de las cuales, se continúan utilizando por profesionales de la
estadística.
Mientras que sus métodos han tenido un efecto continuado en la in-
vestigación de enfermería, su teoría carece de complejidad y posibilidad
de verificación. Por tanto, no ha generado investigación.
Crítica. La teoría de Nightingale contiene tres relaciones principa-
les: ambiente con paciente, enfermera con ambiente, y enfermera con
paciente. Ella consideraba el ambiente como el factor principal que ac-
túa sobre el paciente para producir un estado de enfermedad y conside-
raba la enfermedad como el conjunto de reacciones de naturaleza bené-
vola contra las condiciones en las que se ha situado. Describió a la enfer-
mera como manipuladora del ambiente y como sujeto activo sobre el
enfermo.
Las relaciones propuestas por Nightingale están ampliadas en su li-
bro Notes on Nursing, que está organizado por capítulos, en los que
trata por separado cada uno de los componentes del ambiente; ventila-
ción, calor, luz, ruido y limpieza, además, explica las relaciones entre
ellos. Se han propuesto varios diagramas para la teoría, sugiriendo que es
lo bastante simple y lógica para permitir representaciones visuales. Esta
teoría tiende a la descripción y la explicación más que a la predicción. En
la opinión de muchos científicos de enfermería, Nightingale no quiso
desarrollar una teoría sino que definió la enfermería y divulgó reglas ge-
nerales para su práctica y desarrollo, por tanto, la simplicidad de la teo-
ría era necesaria y está presente.
La teoría de Nightingale intenta proporcionar pautas para todas las
enfermeras de todos los tiempos. Aunque muchas de sus instrucciones
específicas ya no son aplicables, conceptos generales, tales como, las re-
laciones entre enfermera, paciente y ambiente, están aún en vigor. La
teoría está dirigida especialmente a la enfermera, definida como una mujer

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que en algún momento está encargada de la salud de otro, de este modo,
no está restringida a la enfermera profesional. Para poder llegar a la
audiencia de su tiempo, la teoría propuesta es necesariamente amplia y
abierta. La generalidad es un criterio que se encuentra en la teoría de
Nightingale.
Los conceptos y las relaciones en la teoría de Nightingale se mani-
fiestan frecuentemente de forma implícita y se presentan como verdades
establecidas, más que como enunciados experimentales y verificables.
Poco o nada queda para el examen empírico. De hecho, Nightingale sugi-
rió que la práctica de la enfermería debía construirse más sobre una ob-
servación individual que sobre una investigación sistemática.
La generalidad implícita en el modelo de Nightingale, y por ello su
falta de especificidad, hace difícil su generalización empírica como teo-
ría.
Sus principios más específicos son los que intentan configurar la prác-
tica de la enfermería. Insta a las enfermeras que proporcionen a los mé-
dicos, no su opinión, sino sus hechos. En sus escritos refiere: “Si no
puedes adquirir de una manera u otra el hábito de la observación, es
mejor que dejes de ser enfermera porque no es tu vocación, por muy
bondadosa e inquieta que seas”. Su estímulo para un grado de indepen-
dencia y de precisión en la enfermería, antes desconocidos, todavía hoy
puede ser guía y motivación mientras la enfermería continúe avanzando.
La opinión de Nightingale sobre la humanidad era consistente con
sus teorías sobre la enfermería. Creía en una humanidad creativa y uni-
versal con el potencial y la capacidad de crecer y cambiar.
Profundamente religiosa, considera la enfermería como un medio para
realizar la voluntad de su Dios. Quizá fuera por su concepto de la enfer-
mería como vocación divina por lo que relegó al paciente a un papel
pasivo, esencialmente infantil, con todos sus deseos y necesidades cu-
biertas por la enfermera. El excesivo celo y la rigidez de una reformista
religiosa podrían explicar parcialmente este comportamiento.
Aunque la falta de implicación del paciente en la salud parece dejar
un resquicio en las opiniones de Nightingale, puede responder al período
histórico en el que vivió y escribió.
Los principios básicos de la manipulación del ambiente y del cuidado
psicológico del paciente se pueden aplicar, con las modificaciones pro-
pias del tiempo transcurrido, en muchos marcos contemporáneos de
enfermería. Por supuesto, han acontecido muchos cambios tecnológicos
y sociales desde la época de Nightingale que reducen a lo absurdo algu-
nas de sus afirmaciones más ingenuas. Su firme desprecio por la teoría
sobre el origen de la enfermedad y su adherencia a la creencia de que la
suciedad y la humedad son patógenas parecen ahora poco progresivas.

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Del mismo modo, ha quedado en desuso su énfasis en la observación
personal más que en la formación de un cuerpo unificado de conoci-
mientos de enfermería.
La falta de especificidad ha obstaculizado el uso de las ideas de
Nightingale en la investigación sobre enfermería. No obstante, sus escri-
tos continúan estimulando el pensamiento productivo para la enfermera
en particular y para la profesión de enfermería en general.
Nightingale fue brillante y creativa. Dio a la enfermería mucho que
pensar y continúa haciéndolo 139 años más tarde.

Definición de enfermería
(14 necesidades)
Virginia Henderson (1897-1996)
Henderson clasifica su trabajo como definición más que de teoría,
porque esta no estaba en boga cuando fue publicada en 1955. Esta auto-
ra que disfrutó de una larga vida profesional, fue una investigadora des-
tacada y publicó un gran número de trabajos.

Aplicación de datos empíricos


Henderson incorporó los principios fisiológicos y psicológicos a su
concepto personal de la enfermería. Su historial en estas áreas se deriva
de su asociación con Stackpole (fisiólogo) y Thorndike (psicólogo), du-
rante sus estudios posgraduados en el Teacher’s College.
Stackpole basó su curso de fisiología en la máxima de Claude Bernard
según la cual la salud depende del mantenimiento constante del flujo de
linfa alrededor de la célula. A partir de eso, Henderson conjeturó que
una definición de enfermería debía implicar un reconocimiento del prin-
cipio del equilibrio fisiológico.
A partir de la teoría de Bernard, también aumentó su interés por la
medicina psicosomática y sus implicaciones en enfermería. Afirmó que
resultaba obvio que el equilibrio emocional es inseparable del fisiológi-
co, tan pronto como descubrió que una emoción es en realidad la inter-
pretación de la respuesta celular a las fluctuaciones en la composición
química de los fluidos intercelulares.
Henderson no identificó las teorías precisas sustentadas por
Thorndike; solo que estaban implicabas las necesidades fundamentales
del hombre. Se puede hallar una correlación con la jerarquía de necesi-
dades de Abraham Maslow en los 14 componentes de los cuidados de
enfermería de Henderson, que comienzan con las necesidades fisiológi-
cas para pasar a los componentes psicosociales.

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Conceptos y definiciones principales. Henderson definió la en-
fermería en términos funcionales: la función propia de la enfermería es
asistir al individuo, sano o enfermo, en la realización de aquellas activi-
dades que contribuyen a la salud o a su recuperación (o a una muerte
tranquila), que este realizaría sin ayuda si tuviera la fuerza, la voluntad o
el conocimiento necesarios. Y hacerlo de tal manera que le ayude a ganar
independencia con la mayor brevedad posible.
Henderson no expresa su propia definición de salud. Pero en sus es-
critos equipara salud con independencia. En sus libros cita varias defini-
ciones de salud, de distintas fuentes, incluida la de la Organización Mun-
dial de la Salud (OMS). Consideró la salud desde el punto de vista de
habilidad del paciente para realizar sin ayuda los 14 componentes de los
cuidados de enfermería. Dice que es la calidad de la salud más que la
vida en sí misma, ese margen de vigor físico y mental, lo que permite a
una persona trabajar con máxima efectividad y alcanzar su nivel poten-
cial más alto de satisfacción en la vida.
Henderson no da su propia definición del ambiente. Hace uso de la
definición que se plantea en los diccionarios, que definen el entorno como
el conjunto de todas las condiciones externas y las influencias que afec-
tan la vida y en desarrollo de un organismo.
Esta autora considera a la persona (paciente) como un individuo que
requiere asistencia para alcanzar la salud y la independencia, o la muerte
tranquila. La mente y el cuerpo son inseparables. El paciente y su familia
son considerados como una unidad.
No se encuentra ninguna definición específica de necesidad, pero
Henderson identifica 14 necesidades básicas del paciente, que compren-
den los componentes de los cuidados de enfermería. Estos incluyen la
necesidad de:
1. Respirar normalmente.
2. Comer y beber adecuadamente.
3. Eliminar los residuos corporales.
4. Moverse y mantener una postura conveniente.
5. Dormir y descansar.
6. Seleccionar ropas apropiadas: vestirse y desvestirse.
7. Mantener la temperatura del cuerpo dentro de los límites normales,
adaptando la ropa y modificando el ambiente.
8. Mantener el cuerpo limpio y bien cuidado y proteger el tejido cutáneo.
9. Evitar peligros ambientales e impedir que perjudiquen otros.
10. Comunicarse con otros para expresar emociones, necesidades,
temores u opiniones.
11. Rendir culto de acuerdo con la propia fe.
12. Trabajar de tal manera que exista un sentido de logro.

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13. Jugar o participar en diversas actividades recreativas.
14. Aprender, descubrir o satisfacer la curiosidad que conduce al
desarrollo normal y a la salud, y hacer uso de las instalaciones
sanitarias disponibles.

Supuestos principales
Virginia Henderson no cita directamente el contenido de sus supues-
tos, que solo aparecen implícitos. En la obra de estudiosas de esta auto-
ra aparece la adaptación de los siguientes supuestos a partir de las publi-
caciones originales.
Enfermería:
1. La enfermera tiene una función única y primordial de ayuda a
individuos sanos o enfermos.
2. La enfermera ejerce como miembro de un equipo sanitario.
3. La enfermera actúa independientemente del médico, pero promueve
su plan, si hay un médico de servicio. Henderson hizo hincapié en
que la enfermera (por ejemplo, la comadrona) puede funcionar
independientemente y debe hacerlo si es el miembro del equipo mejor
preparado para la situación. La enfermera puede y debe diagnosticar
y tratar si la situación así lo requiere.
4. La enfermera posee conocimientos de los campos de las ciencias
sociales u biológicas.
5. La enfermera puede evaluar necesidades humanas básicas.
6. Los 14 componentes de los cuidados de enfermería abarcan todas
las posibles funciones de la enfermería.

Persona. La persona debe mantener un equilibrio fisiológico y emo-


cional. La mente y el cuerpo de la persona son inseparables. El paciente
requiere ayuda para procurar su independencia. El paciente y su familia
conforman una unidad.
Los 14 componentes de la enfermería abarcan las necesidades del
paciente.
Salud. La salud representa calidad de vida, requiere independencia
e interdependencia y es básica para el funcionamiento del ser humano.
El fomento de la salud es más importante que el cuidado de la enfer-
medad.
Los individuos obtendrán o mantendrán la salud si poseen la fuerza,
la voluntad o el conocimiento necesarios.
Entorno. Los individuos sanos pueden ser capaces de controlar su
entorno, pero la enfermedad puede interferir en tal capacidad.
Las enfermeras deben recibir formación sobre medidas de seguri-
dad, deben proteger a los pacientes de lesiones producidas por agentes

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mecánicos y deben minimizar las probabilidades de lesión mediante re-
comendaciones relativas a la construcción de edificios, compra de equi-
pos y mantenimiento.
Los médicos hacen uso de las observaciones y los juicios de las enfer-
meras, sobre los cuales basan las prescripciones para el uso de dispositi-
vos de protección.
Las enfermeras deben tener conocimientos sobre los hábitos sociales
y las prácticas religiosas para valorar peligros.
Afirmaciones teóricas. La relación enfermera-paciente. Henderson
identifica tres niveles en la relación enfermera-paciente, clasificados desde
una relación muy dependiente hasta una relación independiente.
La enfermera como sustituto del paciente. En tiempos de una enfer-
medad grave, la enfermera es la sustituta de lo que le hace falta al pacien-
te para sentirse completo, independiente, por carecer de fuerza física,
voluntad o conocimiento. Henderson describe esta situación cuando dice
que la enfermera es temporalmente la conciencia del inconsciente, el
apego a la vida del suicida, la pierna del amputado, un medio de locomo-
ción para el niño, conocimiento y seguridad para la madre joven, etc.
La enfermera como ayuda del paciente. En condiciones de convale-
cencia, la enfermera ayuda al paciente a adquirir o recuperar su indepen-
dencia. Henderson afirma que la independencia es un término relativo,
para explicarlo dice; nadie de nosotros es independiente de los demás,
pero luchamos por una interdependencia sana, no por una dependencia
enfermiza.
La enfermera como compañera del paciente. Como compañeros, la
enfermera y el paciente idean juntos el Plan de cuidados. La enfermera
debe ser capaz, no solo de valorar las necesidades del paciente, sino tam-
bién las condiciones y estados patológicos que las alteran. Henderson
afirma que la enfermera debe meterse en la piel de cada uno de sus pa-
cientes, para saber qué necesitan y ratificar con ellos las necesidades
identificadas.
La enfermera puede modificar el entorno allí donde lo considere con-
veniente, para adaptar de forma saludable, la temperatura y la humedad,
la luz y el color, las presiones gaseosas, los olores, el ruido, las impurezas
químicas, los microorganismos, y en general hacer un mejor uso de las
instalaciones disponibles
El fomento de la salud es otro objetivo importante para la enfermera;
Henderson afirma que se gana más, ayudando a que cada hombre apren-
da a estar sano, que preparando a los terapeutas más diestros para servir
a los que están en crisis.
La relación enfermera-médico. Henderson insiste en que la enferme-
ra tiene una función particular, diferente a la del médico. El Plan de

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cuidados formulado por la enfermera y el paciente, debe realizarse de tal
forma que fomente y complemente el plan terapéutico prescrito por el
médico.
La enfermera como miembro del equipo de salud.
La enfermera trabaja en interdependencia con otros profesionales de
la salud, entre todos se ayudan para sacar adelante el programa de cuida-
dos del paciente; pero uno no debe hacer el trabajo del otro.
Método lógico. Henderson parece haber utilizado el método de-
ductivo de razonamiento lógico para desarrollar su teoría. Todo indica
que dedujo su definición de enfermería y las 14 necesidades a partir de
principios fisiológicos y psicológicos. Sus 14 necesidades básicas corres-
ponden fielmente a la aceptada jerarquía de necesidades humanas de
Maslow.

Aceptacion por la comunidad de enfermería


Por lo que se refiere a la práctica, la definición de enfermería de
Henderson señala que la enfermería que entiende que su función prima-
ria es la de dar cuidados directos al paciente, encontrará una gratifica-
ción inmediata en sus progresos destinados a conseguir la independencia
de él. La enfermera debe hacer cualquier esfuerzo para entender al pa-
ciente cuando a este le falta voluntad, conocimiento o fuerza.
La enfermera puede ayudar al paciente a independizarse mediante la
valoración, la planificación, la realización y la evaluación de cada uno de
los 14 componentes básicos de enfermería.
La aproximación a los cuidados del paciente de Henderson es delibe-
rada e implica una toma de decisiones. Si bien no menciona específicamente
los pasos del PAE, se puede ver cómo se interrelaciona los conceptos.
Henderson creía que el proceso de enfermería es el proceso resolución
de problemas en general que por cierto no es particular de la enfermería.
En la fase de valoración, la enfermera evaluaría a los pacientes a par-
tir de cada uno de los 14 componentes de los cuidados básicos de enfer-
mería. Tan pronto se evalúe el primer componente, la enfermera pasaría
al siguiente y así sucesivamente hasta que las 14 áreas quedarían cubier-
tas. Para recoger la información, la enfermera utiliza la observación, el
olfato, el tacto y el oído. Para completar la fase de valoración la enferme-
ra debe analizar los datos que ha reunido. Esto requiere conocimientos
sobre lo que es normal en la salud y en la enfermedad.
Según Henderson, la fase de planificación supone hacer que el plan
responda a las necesidades del individuo, actualizarlo como convenga a
partir de los cambios, utilizarlo como un historial y asegurarse de que se
adapta al plan prescrito por el médico. En su opinión, un buen plan inte-
gra el trabajo de todos los miembros del equipo de salud.

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En la fase de ejecución, la enfermera ayuda al paciente a realizar
actividades para mantener la salud, para recuperarse de la enfermedad o
para conseguir una muerte pacífica. Las intervenciones son
individualizadas según los principios fisiológicos, la edad, los anteceden-
tes culturales, el equilibrio emocional y las capacidades físicas
e intelectuales.
Educación. Henderson afirmó que para que una enfermera ejerza
como experta por derecho propio y haga uso del enfoque científico para
perfeccionarse, ha de tener el tipo de formación del que solo disponen
las instituciones de educación superior.
Henderson propuso un Plan de estudio con tres fases. El punto cen-
tral de cada una de las fases es asistir al paciente cuando necesita fuerza,
voluntad o conocimiento para realizar sus actividades diarias o para lle-
var a cabo la terapia prescrita, con el objetivo final de su independencia.
En la primera fase, el énfasis recae en las necesidades fundamentales
del paciente, la planificación de los cuidados de enfermería y la función
particular de la Enfermera es la asistencia para que el paciente lleve a
cabo sus actividades diarias. En esta fase el plan de cuidados no incide en
estados patológicos o enfermedades específicas, sino que tiene en cuenta
condiciones siempre presentes que afectan las necesidades básicas.
En la segunda fase, el énfasis recae en ayudar a los pacientes a satis-
facer sus necesidades durante trastornos corporales o estados patológi-
cos que exigen modificaciones en el plan de cuidados de la enfermera. El
paciente presenta al alumno problemas de mayor complejidad, esto im-
plica más ciencia médica, y el alumno comienza a entender el fundamen-
to del tratamiento sintomático.
En la tercera fase, la instrucción se centra en el paciente y la familia.
El alumno se ve envuelto en el estudio completo del paciente y de todas
sus necesidades.
Henderson subrayó la importancia de hacer que los alumnos de en-
fermería desarrollen el hábito de la investigación, hagan cursos de biolo-
gía, física, ciencias sociales y humanidades; estudien con alumnos en otros
campos; observen cuidados efectivos; y los presten ellos mismos en di-
versos ámbitos.
Investigación. Henderson recomienda la investigación bibliográfi-
ca y la practicó en gran medida. Redactó informes sobre recursos de
bibliotecas a investigaciones de enfermería. Apoyó a enfermeras en vías
de perfeccionamiento por medio de la introducción de la investigación
en sus estudios, y afirmó que es necesaria la investigación para evaluar y
mejorar la práctica y la actuación profesional, más que para la mera ob-
tención de respetabilidad académica.

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En un informe y evaluación sobre la investigación en enfermería rea-
lizado por Henderson y otros en 1964, se identificaron diversas explica-
ciones para la ausencia de investigación en la enfermería clínica.
Entre dichas razones se encontraban las siguientes:
1. La mayor parte de la energía de la profesión ha sido destinada al
perfeccionamiento de la preparación para ser enfermera.
2. Aprender a reclutar y a mantener un número suficiente de enfermeras
para hacer frente a la creciente demanda, ha exigido una energía
considerable.
3. La necesidad de administradores y docentes agotó casi la oferta de
enfermeras graduadas con titulación superior.
4. La falta de apoyo de la administración, de los administradores de
Servicio de Enfermería y de los médicos ha desalentado a los
investigadores.

Cada uno de los 14 componentes de los cuidados básicos de enfer-


mería suscita muchas interrogantes de investigación, y es labor de la en-
fermera asumir las responsabilidades de identificar los problemas, vali-
dar continuamente su función, perfeccionar los métodos que utiliza y
reafirmar la efectividad de los cuidados de enfermería.

Teoría de la respuesta profesional


disciplinada
Ida Jean Orlando (1958-1972)
La teoría de Orlando enfoca la relación recíproca entre el paciente y
la enfermera. Afirma que ambos son afectados por lo que el otro dice y
hace. Esta autora ha contribuido a que las enfermeras actúen como seres
pensantes, que razonen con lógica. Fue una de las primeras en llamar la
atención sobre los elementos del proceso de Enfermería, y la vital impor-
tancia de la participación del paciente durante dicho proceso.
Para elaborar su teoría, Orlando sintetizó hechos detectados en sus
observaciones. Convencida de que su teoría era válida, la aplicó a su
trabajo con los pacientes, con las enfermeras y a la enseñanza. Reunió
una considerable cantidad de datos antes de construir su teoría; siguió
un proceso de investigación cuantitativa para comprobar sus
formulaciones principales.
Conceptos y definiciones principales. Los conceptos de Orlando
se centran en situaciones inmediatas, pero muchos de ellos están defini-
dos operativamente o al menos son susceptibles de tal tipo de definición.

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Los conceptos principales contemplan la conducta del paciente, las
reacciones y actividades de la enfermera, y la exploración de la enferme-
ra para corregir o verificar su percepción de la conducta del paciente.
Conducta del paciente. Orlando asume que un paciente puede
hallarse desamparado mientras recibe asistencia médica, ya que puede
que no esté en condiciones de controlar todo cuanto sucede. Define que
paciente puede ser toda persona que sufra una sensación de insuficien-
cia, que requiere de la asistencia de una enfermera, esté recibiendo o no,
tratamiento médico.
Angustia y necesidad de ayuda. Estos conceptos Orlando los
incorpora a las conductas de los pacientes. Define necesidad de ayuda,
situacionalmente, como aquel requerimiento de un paciente que, si se
satisface, alivia, o disminuye la angustia inmediata. Para determinar la
necesidad de ayuda, la enfermera explora, junto al paciente, las reaccio-
nes y comportamiento de este.
Puede decirse que se ha producido una mejoría, si en la conducta del
paciente se opera un cambio de orientación positiva después de haber
determinado y satisfecho su necesidad inmediata de ayuda. La existencia
o ausencia de mejoría puede determinarse comparando la conducta in-
mediata, verbal y no verbal, con la conducta demostrada al inicio del
proceso. Por tanto, la mejoría es el resultado de la acción de enfermería
y ofrece los parámetros para determinar si la necesidad de ayuda ha sido
satisfecha.
Enfermera. Plantea Orlando, que la enfermera profesional es quien
ofrece asistencia directa a los individuos donde quiera que se encuentren
y con el propósito de evitar, aliviar, disminuir o eliminar su sensación de
insuficiencia y desamparo.
Acción de enfermería. Para esta autora, una acción de enfermería es
cualquier cosa que la enfermera diga o haga. El concepto de acción de
enfermería no se limita al contacto enfermera-paciente: se refiere, ade-
más, al contacto con otras enfermeras y médicos.

Supuestos principales
La mayor parte de los supuestos de esta teoría están formulados
implícitamente.
Enfermería. Orlando destaca que la enfermería debería ser una pro-
fesión diferenciada y funcionar con autonomía, subraya que los cuidados
inadecuados representan una manifestación genérica del fracaso colecti-
vo de la enfermería para articular y ejercer íntegramente una función
diferenciadora en su formación y en su práctica. Otro de los supuestos
de Orlando señala que la enfermera debe aliviar el malestar físico y men-

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tal y no agravar la angustia del paciente; supuesto que complementa con
la afirmación de que la mejoría de la conducta del paciente es el resulta-
do esperado de las acciones de enfermería.
Persona. Orlando asume que las personas se comunican en forma
verbal y no verbal. Presupone que, en algunas situaciones, las personas
son capaces de satisfacer sus propias necesidades de ayuda; pero se an-
gustian cuando se ven incapaces de conseguirlo. Esta la base de la afir-
mación que hace la autora, según la cual la enfermera profesional debe
ocuparse solo de aquellas personas que son incapaces de establecer con
claridad su propia necesidad de ayuda.
Salud. En esta teoría no aparece una definición de salud; pero Orlando
señala que la ausencia de desasosiego físico y mental y las sensaciones de
suficiencia y bienestar contribuyen a su mantenimiento.
Entorno. No se ofrece una definición de entorno. La autora asume
que se produce una situación de enfermería cuando existe un contacto
enfermera-paciente y cuando ambos perciben, piensan y sienten en el
mismo entorno inmediato.
Afirmaciones teóricas. Orlando considera que la función profe-
sional de la enfermería es descubrir y satisfacer las necesidades inmedia-
tas de ayuda del paciente, función que se cumple cuando la enfermera
logra identificarlas y satisfacerlas. En consecuencia, la teoría se centra
en la manera de producir una mejoría en la conducta del paciente.
Una persona se convierte en paciente necesitado de asistencia de
enfermería cuando tiene necesidades de ayuda que no puede satisfacer
por sí mismo debido a limitaciones físicas, a una reacción negativa a un
entorno determinado, o a experiencias que le impiden comunicar su ne-
cesidad de ayuda.
Los pacientes experimentan angustia o sensación de insuficiencia como
resultado de necesidades de ayuda insatisfechas; Orlando considera que
existe una correlación positiva entre el tiempo en que se experimenta la
insatisfacción de las necesidades y el grado de angustia. Por ello la inme-
diatez cobra tanta importancia en su teoría.
Es responsabilidad de la enfermera cuidar de que se satisfagan las
necesidades del paciente, bien sea directamente a través de sus acciones,
o indirectamente, solicitando ayuda de otros.
Afirma Orlando que, cuando dos personas entran en contacto, se
introducen en un proceso de acción que implica la observación de la
conducta del otro, los pensamientos y sensaciones resultantes de esta
observación, y una acción escogida por cada individuo como respuesta a
la reacción.
En la definición de reacción, Orlando incluye las nociones de percep-
ción: estímulo físico de cualquiera de los cinco sentidos de una persona;

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pensamiento: una idea que se produce en la mente de un individuo; y
sentimientos: estado mental que inclina a una persona hacia o en contra
de una percepción, pensamiento o sensación. La reacción de la enferme-
ra desencadena las acciones de enfermería.
Cuando la enfermera actúa se inicia un proceso de acción, que dado
en el contexto de la situación enfermera-paciente recibe el nombre de
proceso de enfermería.
El proceso de enfermería puede ser automático o deliberado. Las
acciones automáticas son aquellas que no tienen ninguna relación con la
búsqueda y satisfacción de las necesidades de ayuda del paciente. Las
actividades de enfermería deliberadas o reflexivas son aquellas que están
designadas para identificar y satisfacer las necesidades inmediatas de
ayuda del paciente y, por tanto, destinadas a cumplir la función de la
enfermería profesional. Las acciones deliberadas precisan que la enfer-
mera procure la validación o corrección de sus ideas, antes de determi-
nar qué acciones serán necesarias.
En publicaciones posteriores, Orlando renombró la acción delibera-
da o reflexiva de enfermería con la expresión, disciplina de proceso. La
aplicación de la disciplina de proceso conduce a la respuesta profesional
disciplinada.
El valor de la disciplina de proceso reside en su utilidad para deter-
minar si el paciente está angustiado y para identificar qué tipo de ayuda
se necesita para eliminar la angustia. Sin la investigación que requiere la
disciplina de proceso, la enfermera no puede contar con una informa-
ción fiable sobre la cual basar una acción.
La enfermera evalúa sus acciones comparando las conductas verba-
les y no verbal del paciente al final del contacto, con las conductas que
demostraba cuando se inició el proceso.
Método lógico. La teoría de Orlando es inductiva, es el resultado de
notas recopiladas durante tres años, de las observaciones de situaciones
enfermera-paciente. Definió como buen resultado de enfermería aquel
en que se producía una mejoría en la conducta del paciente. Los malos
resultados se definieron como ausencia de mejoría.
Estudiosos de las teorías de enfermería, coinciden al decir, que la
teoría de Orlando es lógicamente adecuada. Aunque un argumento
inductivo puede producir conclusiones falsas, incluso cuando las premisas
sean verdaderas, las conclusiones de Orlando parecen razonables.
Aceptación por la comunidad de enfermería. La teoría de Orlando es
claramente aplicable a la práctica de la enfermería, su adopción produce
diversos beneficios. Algunos de ellos son el aumento de la eficacia con
que se satisfacen las necesidades del paciente; el mejoramiento de la ca-
pacidad de toma de decisiones por parte de las enfermeras, en particular

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para determinar qué actividades son propias de la enfermería y cuáles
no; y un mayor sentido de identidad y unidad entre las enfermeras.
El proceso de enfermería que señala Orlando se limita a cada contac-
to inmediato enfermera-paciente. Esta teoría constituye un marco con-
ceptual para el proceso que debe desarrollarse en el ejercicio de la enfer-
mería profesional y ha constituido un aporte importante en su forma-
ción.
Orlando planteó que la enfermera necesita entrenamiento en la disci-
plina de proceso para ser capaz de dominar el proceso de enfermería y
lograr la mejoría del paciente; por tanto, diseñó el registro del proceso,
que se convirtió en una herramienta que facilitaba la autoevaluación y
determinaba si se estaba aplicando o no la disciplina de proceso.
En el área de la investigación, esta teoría goza de considerable acep-
tación. Ha sido aplicada a diversos contextos y muchos estudios han pro-
porcionado evidencias empíricas de que las afirmaciones de Orlando son
válidas.
El estudio de Orlando podría repetirse para verificar si la disciplina
de proceso está directamente relacionada con la eficacia y eficiencia de
un sistema de enfermería.

Veintiún problemas de enfermería


Faye Glenn Abdellah

Fuentes teóricas
Toda crítica de la obra de Abdellah no puede aislarse del medio en el
que se desarrolló su tipología de problemas de enfermería. En la década
de 1950, la práctica de enfermería y la educación se enfrentaban a graves
problemas como resultado del avance tecnológico y el cambio social.
Los viejos métodos de preparación educativa y práctica a partir de fun-
ciones y servicios médicos eran inadecuados para hacer frente a las exi-
gencias de los veloces cambios. La definición de la enfermería se empa-
ñaba. En opinión de Abdellah, uno de los grandes obstáculos para que la
enfermería alcanzara un status profesional era la falta de un cuerpo cien-
tífico de conocimiento peculiar. El sistema educativo no ofrecía ni a los
alumnos ni a profesionales medios para hacer frente al cambio tecnológi-
co. La evaluación de las experiencias clínicas de los alumnos a partir de
un enfoque de los servicios no proporcionaba una medida de la calidad
de esa experiencia. La prestación de cuidados a los pacientes se organi-
zaba en torno a la satisfacción de las necesidades de la institución, más
que las del propio paciente.

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Abdellah formuló su modelo como un remedio a los problemas de la
enfermería. La tipología de los 21 problemas y habilidades de enfermería
fue desarrollada para construir un cuerpo propio de los conocimientos
que constituyen la enfermería. El conocimiento del proceso de resolu-
ción de problemas para abordar los problemas de enfermería proporcio-
naría un método de cambio de tecnología avanzada. La evaluación cuali-
tativa de las experiencias del alumno podría hacerse basada en los pro-
blemas de enfermería detectados y solucionados o mejorados, mientras
el alumno proporcionaba a los pacientes cuidados de enfermería centra-
dos en ellos.
El método de solución de problemas es la base del modelo de
Abdellah. Ella reconoce la influencia de V. Henderson en su obra, en
particular relacionada con los 14 principios de Henderson y con sus pro-
pios trabajos de investigación para establecer la clasificación de los pro-
blemas de enfermería.
Abdellah afirma que “la enfermería es tanto un arte como una cien-
cia que moldea las actitudes, la capacidad intelectual y las habilidades
técnicas de cada enfermera en un deseo y una capacidad de ayudar a la
gente, enferma o no, haciendo frente a sus necesidades sanitarias”.
Abdellah, como muchas teóricas de la Universidad de Columbia,
EE.UU., pertenecen a la escuela del pensamiento basado en la jerarquía
de necesidades de Maslow e influido por las fases de desarrollo de
Erickson.
Conceptos y definiciones principales. Al escribir la tipología
de los 21 problemas de enfermería, Abdellah estaba creando una guía
que las enfermeras utilizarían para identificar y resolver problemas del
paciente. El concepto de enfermería era, por consiguiente, un compo-
nente esencial de su obra.
Abdellah, definió la enfermería como un servicio a los individuos y
las familias, por tanto, a la sociedad. Basada en un arte y ciencia que
moldea las actitudes, las competencias intelectuales y las habilidades téc-
nicas de la enfermera como individuo, en el deseo y la habilidad de ayu-
dar a gente sana o enferma a satisfacer sus necesidades de salud; puede
ser llevada a cabo bajo una dirección médica general o específica.
La autora fomentaba claramente la imagen de la enfermera que no
solo era amable y cuidadosa, sino también inteligente, competente y téc-
nicamente bien preparada para servir al paciente.
El segundo concepto principal en la obra de Abdellah es el problema
de enfermería. Planteó que el problema de enfermería presentado por el
paciente es una condición a la que hace frente el paciente o su familia, y
que la enfermera puede ayudar a resolver mediante el desempeño de sus
funciones profesionales. El problema de enfermería puede ser evidente o
latente.

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Es evidente cuando es una condición aparente a la que hace frente el
paciente o la familia, y que la enfermera puede ayudar a satisfacer me-
diante el desempeño de sus funciones profesionales.
Es latente cuando es una condición oculta a la que hace frente el
paciente o la familia, y que la enfermera puede ayudar a satisfacer me-
diante el desempeño de sus funciones profesionales.
Estos conceptos, una vez más, hacen pensar que el centro de la obra
de Abdellah parece ser la enfermera y la enfermería.
Si bien Abdellah hablaba de enfoques centrados en el paciente, tam-
bién escribió acerca de la identificación y solución de problemas especí-
ficos por las enfermeras.
Esta identificación y clasificación de problemas es lo que llamó
tipología de los 21 problemas de enfermería. La tipología de Abdellah se
divide en tres áreas:
1. Necesidades físicas, sociológicas y emocionales del paciente
2. Los tipos de relaciones personales entre la enfermera y el paciente.
3. Los elementos comunes al cuidado del paciente.

Abdellah y sus colegas creían que la tipología proporcionaría un mé-


todo para evaluar tanto las experiencias de los alumnos como la compe-
tencia de las enfermeras.
Los veintiún problemas de enfermería
1. Mantener buena higiene y comodidad física.
2. Fomentar una actividad óptima: ejercicio, descanso y sueño.
3. Fomentar la seguridad mediante la prevención de accidentes, lesiones
u otros traumatismos, y mediante la prevención de la propagación
de la infección.
4. Mantener en buen estado la mecánica corporal y prevenir y corregir
la deformidad.
5. Facilitar el mantenimiento de una provisión de oxígeno para todas
las células del cuerpo.
6. Facilitar el mantenimiento de la nutrición de todas las células del
cuerpo.
7. Facilitar el mantenimiento de la eliminación.
8. Facilitar el mantenimiento del equilibrio de líquidos y electrólitos.
9. Reconocer las respuestas fisiológicas del cuerpo a las
condiciones de la enfermedad: patológicas, fisiológicas y
compensatorias.
10. Facilitar el mantenimiento de los mecanismos reguladores y de las
funciones.
11. Facilitar el mantenimiento de la función sensorial.
12. Identificar y aceptar expresiones, sentimientos y reacciones positivas
y negativas.

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13. Identificar y aceptar la interrelación de las emociones y la enfermedad
orgánica.
14. Facilitar el mantenimiento de una comunicación efectiva verbal y no
verbal.
15. Fomentar el desarrollo de relaciones personales positivas.
16. Facilitar el progreso hacia el logro de las metas espirituales
personales.
17. Crear y/o conservar un entorno terapéutico.
18. Facilitar el conocimiento de sí mismo como individuo con cambiantes
necesidades físicas, emocionales y de desarrollo.
19. Aceptar las metas óptimas posibles a la luz de las limitaciones físicas
y emocionales.
20. Hacer uso de los recursos sociales como una ayuda para resolver
problemas derivados de la enfermedad.
21. Entender el papel de los problemas sociales como factores de
influencia en las causas de la enfermedad.

Otro concepto principal abordado por Abdellah, es el de resolución


de problemas.
Planteó que el proceso de identificación de problemas evidentes y
latentes de enfermería y la interpretación, el análisis y la selección de
líneas de acción apropiadas para resolver estos problemas, es lo que cons-
tituye la resolución de problemas, el último ladrillo del edificio de la obra
de Abdellah.
Esta autora escribió que la enfermera debe ser capaz de resolver pro-
blemas a fin de ofrecer los mejores cuidados profesionales. Este proce-
so, que se asemeja estrechamente a los pasos del proceso de enfermería,
implica la identificación del problema, la selección de datos y la formu-
lación, comprobación y revisión de las hipótesis. Según Abdellah, el pa-
ciente no recibirá cuidados de calidad si los pasos para la resolución del
problema se realizan incorrectamente.
Identificó el diagnóstico de enfermería como un subconcepto del pro-
ceso de resolución de problemas y lo definió como la determinación de la
naturaleza y el alcance de los problemas de enfermería presentados por
pacientes individuales o familias que reciben cuidados.

Supuestos principales
La enfermería es una profesión de ayuda. En el modelo de Abdellah,
los cuidados de enfermería son algo que se hace a, o para, la persona, o la
información que se le proporciona, con el fin de satisfacer sus necesida-
des, incrementar o restaurar su capacidad de autoayuda, o aliviar un de-
terioro.

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La determinación de estrategias de cuidados de enfermería que van a
ser administrados se basa en el método de resolución de problemas. El
proceso de enfermería se considera como la resolución de problemas,
para lo cual su correcta identificación es una preocupación capital. Pue-
de ser posible la observación directa de necesidades evidentes, pero la
determinación de las necesidades latentes requiere un dominio de las
habilidades de comunicación, así como la interacción del paciente. Deci-
dir cómo hay que satisfacer mejor las necesidades es responsabilidad del
personal de salud pública y hospitalaria.
Los cuidados de enfermería serán tanto menos requeridos cuanto
más se desarrolle la capacidad de autoayuda y se mantenga en un nivel en
el cual pueda darse la satisfacción de las necesidades sin ayuda. El papel
de la enfermera en el fomento de la salud está limitado por las circuns-
tancias de deterioro anticipado. En 1906, Abdellah afirmó que los mé-
dicos necesitaban saber más acerca de prevención y rehabilitación que
las enfermeras; pero en 1984, en correspondencia con los autores con-
temporáneos, Abdellah indicó que es importante que la enfermera tam-
bién tenga conocimientos acerca de prevención y rehabilitación.
Entre los supuestos, Abdellah describe a la persona como poseedora
de necesidades físicas, emocionales y sociológicas. Estas necesidades
pueden ser evidentes o no. Algunos autores se refieren al hecho de que la
tipología de los problemas de enfermería se desarrolló a partir del reco-
nocimiento de una necesidad de un método de enfermería centrado en el
paciente. Al paciente se le describe como la única justificación para la
existencia de la enfermería. Pero, como se discutía previamente, el pa-
ciente no es el punto central en el trabajo de Abdellah.
Se ayuda a la gente con la identificación y el alivio de los problemas
que están experimentando. El modelo implica que, al resolver cada pro-
blema, la persona retorna a un estado de salud o a un estado en el que
está capacitado para valerse por sí mismo. Por tanto, la idea de holismo
no aparece en este modelo. El todo, que es el paciente, no es mayor que
la suma de sus partes, que son sus problemas.
En el modelo de Abdellah, todas las personas tienen la habilidad de
la autoayuda y la capacidad de aprender, pero ambas varían de un indivi-
duo a otro, ya que puede ser difícil identificar estas cualidades en un
paciente comatoso o en un niño sin recursos familiares, pueden produ-
cirse omisiones al organizar el cuidado de tales pacientes con este modelo.
El entorno es el concepto menos discutido en el modelo de Abdellah.
El problema de enfermería número 1 de la tipología se refiere al entorno.
Abdellah también mantiene que si la reacción de la enfermera ante el
paciente es hostil o negativa, la atmósfera en la habitación puede ser
hostil o negativa. Esto sugiere que los pacientes actúan recíprocamente y
responden a su entorno, y que la enfermera es parte de ese entorno.

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El entorno es también el hogar y la comunidad en que vive el pacien-
te. Aunque someramente, Abdellah insta a la enfermera a que no limite
la identificación de problemas de enfermería a los que existen solo en el
hospital. Pronostica un futuro centro comunitario que se extenderá más
allá de las cuatro paredes del hospital porque estará en la comunidad.
En 1988, Abdellah afirmó que se debería dar más importancia al
entorno y a la promoción de salud.
La salud, otro supuesto tratado por Abdellah como un estado mu-
tuamente exclusivo de la enfermedad, queda definido implícitamente como
un estado en que el individuo no tiene necesidades insatisfechas ni dete-
rioradas anticipados o actuales. Gran parte de la práctica de la enferme-
ría de la década de 1950 se centra en cuidados terapéuticos o de patolo-
gías, de modo que no sorprende que la salud no fuera claramente defini-
da en este modelo; pero después de casi cuarenta años de publicado
Abdellah dijo que hoy pondría mayor énfasis, sin lugar a dudas, en el
estado de salud como parte importante de la cadena salud-enfermedad.
También apoya totalmente el método holístico de cuidados centrados
en el paciente y la necesidad de dedicar mayor atención a los factores
ambientales.
Afirmaciones teóricas. Diversas afirmaciones fueron repetidamente
mantenidas por Abdellah, si bien no fueron calificadas como tales.
Estas afirmaciones son:
1. La tipología de problemas y tratamientos de enfermería son los
principios de la práctica de enfermería y constituyen el cuerpo propio
de conocimientos que es la enfermería.
2. La correcta identificación de los problemas de enfermería influye en
el juicio de la enfermera a la hora de seleccionar los pasos para
resolver los problemas del paciente.
3. El núcleo de la enfermería son los problemas de enfermería que se
centran en el paciente y su problemática.

Aceptación por la comunidad de enfermería


Para este análisis es necesario tener en cuenta dos períodos distintos
dentro de la historia de la enfermería, uno de ellos desde mediados los
años 1960 y el otro, en la actualidad. Cuando se publicó el modelo de
Abdellah en su libro Patient-centered approaches to nursing en 1960, la
profesión de enfermería se esforzaba en clarificar su área de práctica, y
en identificar fundamentos para sus acciones basadas en el conocimiento
científico. La introducción de los 21 problemas de enfermería tuvo efec-
tos profundos en las áreas de la práctica, la educación y la investigación.
Ahora están asociados también, al diagnóstico de enfermería.

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La tipología de los 21 problemas de enfermería de Abdellah ayuda a
la práctica de las enfermeras de una forma organizada y sistemática. El
uso de esta base científica permite a la enfermera entender las razones
de sus acciones. El profesional asistencial, al emplear los 21 problemas
de enfermería, podrá valorar al paciente, realizar un diagnóstico de en-
fermería y planear intervenciones. A través del proceso de resolución de
problemas, la enfermera intentaba hacer del paciente, más que de su
condición médica, la figura central. Al utilizar esta tipología y el proceso
de resolución de problemas en el marco clínico, las enfermeras dieron a
su práctica una base científica.
Los 21 problemas de enfermería de Abdellah, tuvieron su efecto más
llamativo en el sistema educativo dentro de la enfermería. Los docentes
de enfermería eran conscientes de que se necesitaban cambios en el pro-
grama de estudios para que las enfermeras se hicieran autónomas. Reco-
nocieron que la mayor debilidad de la profesión era la falta de un cuerpo
científico de conocimientos inherentes a la enfermería. La tipología pro-
porcionó dicho cuerpo de conocimientos y una oportunidad para alejar-
se del modelo médico de educación de enfermeras. La tipología de los 21
problemas de enfermería fue ampliamente aceptada por la comunidad de
enfermeras en todo tipo de programas.
Debido a que la tipología de los 21 problemas de enfermería se creó
a través de la investigación, no sorprende que su introducción fuera se-
guida de más investigación. ¿Esta tipología fue realmente necesaria des-
de un punto de vista administrativo?, ¿Los hospitales no se las estaban
arreglando bien sin ellas? La cantidad de tiempo que la enfermera pasa-
ba con el paciente era examinada en forma de estudios funcionales. Estas
y otras interrogantes motivaron a la autora y sus colaboradores. Una
investigación realizada por ellos, con la aplicación de la tipología, dio
como resultados un modelo de aplicación de plantillas en marcos clíni-
cos. Estos modelos de plantilla se basaban en las necesidades identifica-
das de los pacientes, y como Abdellah supuso, consistían en unidades de
cuidados intensivos, intermedios, prolongados, autocuidado y domicilia-
rios. Al agrupar a los pacientes por necesidades similares, el servicio de
enfermería podía proporcionar los mejores modelos de plantilla para sa-
tisfacer las necesidades de los pacientes.
La tipología de los 21 problemas ofreció un marco general de actua-
ción, su énfasis no se ve limitado por el tiempo o el espacio, y, por tanto,
ofrece un medio para el crecimiento y el cambio continuos en la provi-
sión de cuidados de enfermería. El proceso de resolución de problemas y
la tipología de los 21 problemas de enfermería, pueden considerarse res-
pectivamente, precursores del actual PAE y de la clasificación de diag-
nósticos de enfermería.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Teoría del déficit de autocuidado
en enfermería
Dorothea E. Orem
Conceptos y definiciones principales. Orem clasifica su teoría
del déficit de autocuidado en enfermería como una teoría general que se
compone de otras tres relaciones:
1. La teoría del autocuidado (describe y explica el autocuidado).
2. La teoría del déficit de autocuidado (describe y explica por qué la
gente puede ser ayudada mediante la enfermería).
3. La teoría de sistemas de enfermería (describe y explica las relaciones
que se deben dar y mantener para que exista enfermería).

La teoría del autocuidado. El autocuidado es una actividad del


individuo, aprendida por este y orientada hacia un objetivo. Es una con-
ducta que aparece en situaciones concretas de la vida, y que el individuo
dirige hacia sí mismo o hacia el entorno para regular los factores que
afectan a su propio desarrollo y actividad en beneficio de la vida, salud o
bienestar.
El autocuidado como comportamiento aprendido. El autocuidado es
un comportamiento aprendido, ocurriendo este aprendizaje a medida que
la persona interactúa y se comunica con la familia y los grupos sociales.
Estos comportamientos de autocuidado están influidos por los valores
personales y culturales de los grupos.
Para comprender por qué las personas eligen cuidarse, a sí mismos,
de determinada manera, se debe comprender algo del contexto
sociocultural en el que ocurre el aprendizaje del comportamiento de
autocuidado.
La forma en que se cuida uno mismo, también está influenciada por
la edad, el sexo, el desarrollo (incluyendo el desarrollo cognitivo), el es-
tado de salud, los recursos disponibles, etc., siendo todos estos factores
básicos condicionantes en el autocuidado.
El autocuidado como acción deliberada. La idea del autocuidado como
acción deliberada es muy útil a las enfermeras. Esta idea tiene tres fases:
Primera fase: en que la persona se hace consciente de que requiere
algún tipo de acción.
Segunda fase: en la que persona toma la decisión de seguir un curso
particular de acción.
Tercera fase: la persona realiza la acción.
Las habilidades requeridas para llevar a cabo una de estas fases de
acción son distintas. Ser consciente del requerimiento de acción, depende
de ser capaz de comprender la situación, ser capaz de procesar la informa-

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ción, dar significado a una situación, etc. La toma de decisión requiere ser
capaz de pensar en la relación causa-efecto y de estar motivado a realizar
cierta acción. Actuar requiere ser físicamente capaz de ello, estar motiva-
do a hacerlo y ser capaz de persistir en el curso de la acción.

Requisitos de autocuidado
Los requisitos para el autocuidado son los objetivos que deben ser
alcanzados mediante los tipos de acciones calificadas de autocuidado.
Pueden dividirse en tres categorías:
1. Requisitos universales de autocuidado: son comunes a todos los seres
humanos a lo largo de la vida y van dirigidos a mantener:
a) El aporte de aire, líquidos y alimentos.
b)La eliminación adecuada de productos de desecho.
c) El equilibrio entre la actividad, descanso y sueño.
d)La prevención de peligros para la vida, la salud y el bienestar.
e) La tranquilidad, la soledad, la intimidad y la interacción social.
f) La normalidad de ser y sentir, evitando de este modo el estrés.
Estos requisitos representan los tipos de acciones humanas que
producen las condiciones internas y externas que mantienen la
estructura humana en funcionamiento, el cual, a su vez, sostiene el
desarrollo y la maduración humana. Cuando es efectivamente
proporcionado, el autocuidado o el cuidado dependiente, organizado
en torno a los requisitos universales de autocuidado, favorece la buena
salud y el bienestar.
2. Requisitos de autocuidado asociados al proceso de desarrollo: estos
requisitos sobrevienen, específicamente, en un período dado del ciclo
vital, favorecen el proceso de vida y la maduración, e impiden las
condiciones perjudiciales para la maduración, o mitigan sus efectos.
Por tanto, es necesario conocer las exigencias específicas de
autocuidado en cada período de la vida:
a) La niñez.
b) La adolescencia y la juventud.
c) El embarazo.
d) La edad adulta, la menopausia y la andropausia.
e) La ancianidad.
f) La muerte
3. Requisitos de autocuidado asociados a las desviaciones del estado
de salud: están relacionados con las acciones a realizar a causa del
estado de salud, por tanto, tienen su origen en los procesos de la
enfermedad, en los tratamientos y diagnósticos médicos. Se incluyen
en estas situaciones:
a) Los cambios evidentes en la estructura humana.
b)Los cambios en el funcionamiento fisiológico.
c) Cambios en el comportamiento y hábitos de vida.

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La enfermedad y las lesiones no solo afectan a estructuras específi-
cas y mecanismos fisiológicos y psicológicos, sino también al funciona-
miento humano íntegro. Cuando el funcionamiento integrado
está seriamente afectado, el poder agente del individuo queda muy dete-
riorado, temporal o permanentemente. Cuando un cambio en la salud
produce una dependencia total o casi total de otros debido a la necesidad
de mantener la vida o el bienestar, la persona pasa de la posición de
agente de autocuidado a la de paciente o receptor de cuidados. La evi-
dencia de una desviación de la salud conduce a la necesidad de determi-
nar qué se debe hacer para restituir la normalidad. Buscar y participar en
los cuidados médicos de las desviaciones de la salud son acciones de
autocuidado.
El dolor, el malestar y la frustración derivados de los cuidados médi-
cos también crean los requisitos para que el autocuidado proporcione
alivio. Si las personas con desviaciones de la salud pueden ser compe-
tentes en el manejo de un sistema de autocuidado, también deben ser
capaces de aplicar a sus propios cuidados los conocimientos médicos
pertinentes.
Demanda de autocuidado terapéutico. La demanda de
autocuidado terapéutico se refiere a la totalidad de las acciones de
autocuidado que deben realizarse durante un cierto tiempo para satisfa-
cer sus requisitos mediante la utilización de métodos válidos y series
relacionadas de operaciones y acciones.
Agencia de autocuidado. La agencia de autocuidado es el poder
de un individuo para dedicarse a actividades estimativas y de producción
esenciales para el autocuidado. Las capacidades específicas para la ac-
ción que tienen las personas conforman lo que se denomina agencia de
autocuidado, siendo la combinación de conocimientos, destrezas, habili-
dades y motivaciones que las personas tienen y que hacen posible que
lleven a cabo una auto-acción. La agencia de autocuidado no puede me-
dirse ni evaluarse; lo que se buscan son evidencias de conocimientos,
destrezas y habilidades que hacen que la persona sepa, tome decisiones y
actúe en relación con su autocuidado. Supone tres connotaciones secun-
darias:
1. Agente: un agente es la persona que toma medidas.
2. Agente de autocuidado: un agente de autocuidado es el proveedor
de autocuidado.
3. Agente de cuidados dependientes: un agente de cuidados
dependientes es el proveedor de cuidados a bebés, niños o adultos
dependientes.

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Factores que influyen en el autocuidado
Las prácticas de autocuidado tienden a ser habituales y repetitivas.
Los patrones de autocuidado se desarrollan con el tiempo. Cuando hay
un cambio en alguno de los factores básicos condicionantes, las acciones
y patrones habituales de autocuidado pueden no ser apropiados.
Los factores condicionantes no solo influyen sobre las habilidades
que se requieren, sino que también influyen en su desarrollo. Estas habi-
lidades se desarrollan en un contexto sociocultural, dentro de una fami-
lia, con la influencia de determinados recursos disponibles, dentro de la
influencia de los sistemas formales de educación o en ausencia de ellos.
Los factores básicos condicionantes son los que están presentes en la
persona e influyen o modifican los requisitos de autocuidado y las accio-
nes a realizar para cubrirlos, estos factores son:
1. La edad, el estado de desarrollo y el estado de salud.
2. Los conocimientos que posee la persona sobre la salud.
3. Los hábitos del medio sociocultural.
4. La falta de habilidades y hábitos.
5. El concepto de sí mismo y la madurez de la persona.

Teoría del déficit de autocuidado


Esta teoría es el núcleo del modelo de Orem. Establece que las per-
sonas están sujetas a las limitaciones relacionadas o derivadas de su sa-
lud, que los incapacitan para el autocuidado continuo, o hacen que el
autocuidado sea ineficaz o incompleto. Existe un déficit de autocuidado
cuando la demanda de acción es mayor que la capacidad de la persona
para actuar, o sea, cuando la persona no tiene la capacidad y/o no desea
emprender las acciones requeridas para cubrir las demandas de
autocuidado.
El déficit de autocuidado describe un tipo particular de relación en-
tre las acciones requeridas y la capacidad para actuar, pero de ninguna
manera que la persona sea deficiente.
Déficit de autocuidado dependiente. El déficit de cuidado dependiente
describe, el tipo de relación entre la demanda de autocuidado de una
persona dependiente y las capacidades de brindar cuidado del miembro
de la familia o persona allegada que debe brindar los cuidados.
La existencia de un déficit de autocuidado es la condición que
legitimiza la necesidad de cuidados de enfermería. Las personas limita-
das o incapacitadas para cubrir su autocuidado son los pacientes legíti-
mos de las enfermeras. Las enfermeras establecen qué requisitos son los
demandados por el paciente, seleccionan las formas adecuadas de cu-

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brirlos y determinan el curso apropiado de la acción, evalúan las habili-
dades y capacidades del paciente para cubrir sus requisitos, y el poten-
cial del paciente para desarrollar las habilidades requeridas para la ac-
ción.
Acción de enfermería. La acción de enfermería es la característi-
ca que capacita a determinadas personas para cubrir la posición de en-
fermera en grupos sociales. La provisión de enfermería a hombres, mu-
jeres y niños o a unidades multipersonales, tales como familias; requiere
que las enfermeras posean capacidades especializadas que les permita
proporcionar cuidados que compensen o ayuden a compensar el déficit
de auto - cuidado derivado de la salud o relacionada con ella, o déficit de
cuidados dependientes de otros.
Las habilidades especializadas constituyen la acción de enfermería.
Sistemas de enfermería. Los tres sistemas de enfermería descritos
por Orem, dependen de las capacidades del paciente para autocuidarse.
Al existir un déficit de autocuidado, en cualquier grado, la enfermera se
convierte en agente de autocuidado:
1. Actuando en lugar de la persona.
2. Guiando a la persona en el autocuidado.
3. Apoyando física y psicológicamente a la persona.
4. Enseñando a la persona.
5. Promoviendo un entorno favorable al desarrollo de la persona, de
tal manera que llegue a ser capaz de enfrentarse al presente y al
futuro.

Los sistemas de enfermería se forman cuando las enfermeras utilizan


su capacidad para prescribir, planificar o proporcionar cuidados a pa-
cientes (como individuos o grupos), llevando a cabo acciones separadas
o sistemas de acciones. Estas acciones o sistemas regulan el valor o el
ejercicio de aptitudes individuales para comprometer o afrontar los re-
quisitos terapéuticos de autocuidado del individuo.

Tipos de sistemas de enfermería


Se pueden identificar tres tipos, dependiendo de quien pueda o deba
realizar las acciones de autocuidado:
1. Totalmente compensatorio.
2. Parcialmente compensatorio.
3. De apoyo educativo.

Sistema de enfermería totalmente compensatoria. Se nece-


sitan cuando la enfermera debe compensar la incapacidad total de un

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paciente para desempeñar acciones de autocuidado que requieren des-
plazamientos o movimientos de manipulación. El paciente no tiene nin-
gún papel activo en el autocuidado.
Sistema parcialmente compensatorio. Existen cuando la enfermera o
el paciente ejecutan medidas de cuidados u otras acciones que compren-
den tareas manipuladoras o desplazamientos. Tanto la enfermera como
el paciente participan en el autocuidado. El grado de participación de
cada uno depende de las capacidades cognoscitivas y de destrezas del
paciente, así como de sus capacidades físicas. En este caso la enfermera
sustituye las limitaciones o incapacidades de la persona. El paciente acepta
la ayuda y se hace cargo de algunas acciones de autocuidado.
Sistema de apoyo educativo. Son para situaciones en las que el
paciente sea capaz de realizar o pueda o deberá aprender a realizar me-
didas requeridas de autocuidado terapéutico orientadas externas o inter-
namente, pero no puede hacerlas sin asistencia.
La enfermera instruye y orienta a la persona para que lleve a cabo el
autocuidado necesario. El paciente es capaz de aprender y tomar las de-
cisiones necesarias para el autocuidado, ya que no tiene grandes limita-
ciones ni incapacidades, solo necesita apoyo, orientación y enseñanza.

Supuestos principales
Los supuestos básicos de la teoría general se formalizaron a princi-
pios de los años 1970. A continuación se describen:
1. Los seres humanos requieren una serie de aportes, continuos y
deliberados, tanto a ellos mismos como a su entorno, a fin de
permanecer vivos y funcionar de acuerdo con los dones de la
naturaleza humana.
2. La capacidad de acción humana, el poder de actuar deliberadamente,
se ejercita en forma de cuidados a sí mismo y a otros, al identificar
necesidades y hacer lo necesario para satisfacerlas.
3. Los seres humanos maduros experimentan privaciones en forma de
limitaciones en el cuidado de sí mismos y de los otros que afectan a
la realización de actividades para el mantenimiento de la vida y la
regulación de las funciones.
4. La acción humana se ejercita al descubrir, desarrollar y transmitir a
otros formas y medios para identificar las necesidades y hacer aportes
para sí mismos y para los demás.
5. Los grupos de seres humanos con relaciones estructurales unen las
tareas y asignan responsabilidades para proporcionar cuidados a
miembros del grupo que experimentan carencias en la producción
de acciones deliberadas requeridas por sí mismo y por otros.

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Afirmaciones teóricas. El modelo muestra que cuando las capa-
cidades de autocuidado de un individuo son menores que la demanda de
autocuidado terapéuticos, la enfermera compensa el déficit de autocuidado
o de cuidados dependientes. La estructura de relación se argumenta en
forma de ideas centrales y proposiciones de las tres teorías relacionadas
de: autocuidado, déficit de autocuidado y sistemas de enfermería.
Autocuidado. El autocuidado y los cuidados a miembros depen-
dientes de una familia son conductas aprendidas que regulan intenciona-
damente la integridad estructural, el funcionamiento y el desarrollo hu-
manos. La teoría del autocuidado define la relación entre las acciones
deliberadas de autocuidado de los miembros maduros y el proceso de
madurez de grupos sociales y su propio desarrollo y funcionamiento, así
como la relación del cuidado continuo de los miembros dependientes
con su funcionamiento y desarrollo.
Déficit de autocuidado. Los individuos experimentan un déficit
de autocuidado cuando no son capaces de cuidarse por sí solos. Los indi-
viduos pueden beneficiarse de la enfermería cuando están sujetos a limi-
taciones, relacionadas con la salud o derivadas de ellas, que los hacen
incompetentes para el autocuidado o cuidados dependientes continuos,
o tienen como resultado un cuidado ineficaz o incompleto.
Sistemas de enfermería. Los sistemas de enfermería se forman
cuando las enfermeras utilizan su capacidad para prescribir, planear y
proporcionar cuidados a pacientes que lo necesitan (individuos o gru-
pos), llevando a cabo acciones concretas y sistemas de acciones. Estas
acciones o sistemas regulan el valor o el ejercicio de las aptitudes indivi-
duales para comprometerse en autocuidado y satisfacer los requisitos de
autocuidado terapéuticos del individuo.

Aceptación por la comunidad de enfermería


La teoría del déficit de autocuidado de Orem ha alcanzado un mayor
nivel de aceptación por la comunidad de enfermeras que los trabajos de
la mayor parte de las otras teóricas.
Muchos artículos documentan el uso de la teoría del autocuidado
como base para la práctica clínica. El concepto de autocuidado de Orem
ha sido utilizado en trabajos con diversos tipos de pacientes; mujeres
convalecientes de mastectomías radicales, pacientes cardíacos, diabéti-
cos, trasplantes renales, entre otros. Se ha relacionado con cuidados
maternales centrados en la familia, niños hospitalizados y cuidados ter-
minales.
La teoría del déficit de autocuidado de Orem se ha empleado en el
contexto del proceso de enfermería para enseñar a los pacientes a incre-

52

ERRNVPHGLFRVRUJ
mentar su agencia de autocuidado, para evaluar la práctica de enferme-
ría y para diferenciar la práctica de enfermería de la médica.
La teoría de Orem se ha utilizado como base central para el plan de
estudios de Enfermería en muchas escuelas de EE.UU. Se enseña a los
estudiantes a incorporar la teoría en planes de cuidados, enseñanza a
pacientes y práctica habitual de enfermería.
Diversos proyectos de investigación han incorporado la teoría del
autocuidado de Orem. Se han elaborado instrumentos para medir cómo
una persona ejercita su agencia de autocuidado, su aplicación arrojó como
resultados que quienes ejercitan un alto grado de agencia de autocuidado
se definen como autocontrolados, formales, positivos, inteligentes, segu-
ros de sí mismos, responsables, amables y adaptables.
Síntesis de otros modelos teóricos de enfermería

Teoría de los cuidados transculturales


Madeleine Leininger (1978). Enfermera profesional y antropóloga,
desarrolló su teoría a partir de la creencia de que las culturas pueden
determinar casi todos los cuidados que desean o necesitan recibir de
parte de los profesionales de la salud. El objeto de su teoría es que los
consumidores de cuidados propongan puntos de vista, conocimientos y
prácticas como base para acciones y decisiones profesionales y válidas.
Se puede considerar una teoría de la enfermería global y holística
porque toma en cuenta la estructura social, el panorama mundial, valo-
res, entornos, expresiones del lenguaje y sistemas profesionales y popu-
lares para descubrir el conocimiento de la enfermería.

Filosofía y ciencia de los cuidados


Jean Watson (1979). Propone una filosofía y ciencia de los cuidados.
Para Watson, cuidar constituye el eje central de la práctica de la enfer-
mería; es más que una conducta orientada a la realización de tareas y
comprende aspectos de la salud tan ambiguos como, la relación
interpersonal entra la enfermera y el paciente.
Considera que los mejores cuidados de enfermería son el resultado
de una combinación de estudios científicos y humanísticos que culminan
en una relación terapéutica.

Hombre-vida-salud
Rosemarie Rizzo Parse (1981). Construye su teoría a partir de nue-
ve supuestos que se han sintetizado en tres, de los cuales se derivan tres
principios:

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ERRNVPHGLFRVRUJ
1. Estructurar el significado de una forma multidimensional es cocrear
la realidad a través de la codificación de valores e ilustraciones.
2. Cocrear modelos rítmicos de relación es vivir las paradójicas
unidades: revelar-ocultar; capacitar-limitar; unir-separar.
3. Co-trascender las posibilidades es potenciar formas particulares de
originar procesos de transformación.

Sugiere que la enfermería es una ciencia humana. Sostiene que la


enfermería ha ido paralela a la medicina, y que alejándose del modelo
médico para avanzar hacia una perspectiva de las ciencias humanas, la en-
fermería ocupará el puesto que le corresponde como ciencia particular.

Enfermería psicodinámica
Hildegard E. Peplau (1952). Desarrolla su modelo describiendo los
conceptos estructurales del proceso interpersonal, que constituye las
cuatro fases de la relación enfermera-paciente y, además, define el rol de
la enfermera en dicha relación; sostiene que esto es básico para la enfer-
mería psicodinámica.
Modelo de relación humano-humano
Joyce Travelbee (1964). Fue influida por Ida Orlando y aboga por un
cambio en la atención de enfermería, hacerla más humana. Afirma que la
enfermera y el paciente interactúan. Sostiene que el propósito de la en-
fermería es ayudar al individuo, la familia o a la comunidad a evitar y
hacerle frente a la experiencia de la enfermedad y el sufrimiento; ese
propósito se alcanza en una relación humano-humano.
Aparentemente la teoría de Travelbee es inductiva, parte de las situa-
ciones específicas de enfermería para crear ideas generales, está basada
en su experiencia como enfermera y en sus lecturas, más que en los re-
sultados de una investigación.
Caracteriza la relación enfermera-paciente en 5 fases:
1. Encuentro inicial.
2. Definición de identidades.
3. Empatía.
4. Solidaridad.
5. Afinidad (rapport).

El arte de ayuda de la enfermería


clínica
Ernestine Wiedenbach (1965). El modelo de Wiedenbach está influi-
do por la teoría de I. Orlando. Sus conceptos y definiciones son claros;

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ERRNVPHGLFRVRUJ
pero solo describen o explican los fenómenos, no los predice. Esta auto-
ra es considerada una de las primeras teóricas de la enfermería con im-
portantes contribuciones a la profesión.
En su teoría considera que cualquiera que reciba instrucciones rela-
tivas al mantenimiento de su salud puede calificarse de paciente.
Afirma que el ejercicio profesional es la acción manifiesta, dirigida
por ideas y sentimientos bien definidos hacia la satisfacción de la necesi-
dad de ayuda del paciente y esto constituye la práctica de la enfermería
clínica. Afirma que el conocimiento, el juicio y las aptitudes son tres
aspectos de la práctica, necesarios para que esta sea eficaz.

Teoría del logro de metas


Imogene King (1968). Su teoría se centra en el sistema interpersonal
y en las interacciones que se producen entre individuos, específicamente
en la asociación enfermera-paciente, donde cada uno percibe al otro y
emite juicios; se produce la acción y estas actividades juntas culminan en
la reacción.
King describe el logro de metas a partir del análisis de la interacción
en el modelo de sistemas. Su estructura del proceso de enfermería ha
sido aceptada en diferentes medios de la educación y la práctica.

Interaccionismo simbólico
Joan Riehl Sisca (1980). La teoría y el modelo de Riehl utilizan algu-
nos conceptos claves de la teoría de interaccionismo simbólico, que mues-
tra respeto por la naturaleza de la vida y la conducta del grupo humano.
Afirma que para satisfacer los requisitos de un modelo conceptual
eficaz para la enfermería, se debe incluir tres elementos adicionales: fuen-
te de dificultad (que la autora relaciona con el diagnóstico de enferme-
ría), intervención (que relaciona con el Plan de cuidados), y consecuen-
cia. Centrada en los procesos terapéuticos, esta teoría no ha tenido mu-
cha repercusión en los ámbitos de la práctica, la educación y la investiga-
ción.
Es un modelo complejo, con limitaciones para su aplicación a pacien-
tes en coma, emplea el Proceso de Enfermería, en el hecho de llevar a
cabo los cuidados con un plan. Es una teoría en desarrollo.

Modelado y modelado de roles


H. C Erickson; E.M. Tomlin; M.A. P. Swain. Esta teoría, también
llamada de construcción de modelos de actuación, utiliza teorías

55

ERRNVPHGLFRVRUJ
psicológicas, cognitivas y biológicas como base de las observaciones so-
bre las similitudes y diferencias entre individuos.
Reconoce al cliente como la parte principal del equipo de cuidados
de salud y ayuda a la enfermera a fomentar el funcionamiento óptimo,
dentro de su modelo del mundo. Es una teoría muy limitada en el orden
científico y social.

Modelo de interaccion padres-hijo


Kathryn E. Barnad. La teoría de esta autora se centra principalmente
en el desarrollo de instrumentos para evaluar la salud, el crecimiento y el
desarrollo del niño; a la vez considera a padres e hijos como un sistema
interactivo. Las definiciones y conceptos carecen de claridad.

Modelo de sistema de conducta


Dorothy E. Johnson (1958). Esta teoría se inspira en la convicción
de Nightingale, según la cual la meta de la enfermería, es ayudar a los
individuos a evitar o recuperarse de la enfermedad y los daños de esta.
También utiliza la teoría de sistemas y emplea conceptos de la psicología,
sociología y etnología.
La autora afirma que la contribución de la enfermería consiste en
facilitar el funcionamiento eficaz de la conducta del paciente antes, du-
rante y después de la enfermedad. Describe siete subsistemas que com-
ponen el sistema de conductas del paciente, cada subsistema puede des-
cribirse y analizarse desde el punto de vista de requerimientos estructu-
rales y funcionales. La enfermería es una fuerza externa reguladora de
estos subsistemas.

Modelo de adaptación
Sor Callista Roy (1971). El modelo de Roy se centra en el concepto
de adaptación del hombre; sus conceptos de enfermería, persona, salud y
entorno, están relacionados con este concepto central. En la teoría apa-
recen dos sistemas correlativos; el subsistema primario, funcional o de
procesos de control y el segundo subsistema, de realización o efector,
que está compuesto por cuatro modos de adaptación: necesidades fisio-
lógicas, concepto de sí mismo, dominio de rol e interdependencia.
En el modelo, Roy incluye objetivos y valores del paciente y las inter-
venciones del profesional.
Es una teoría valiosa para el ejercicio de la enfermería, ha tenido
gran repercusión en la comunidad científica de la profesión.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Modelo de sistemas
Betty Neuman (1975). El modelo se acerca en gran medida a la teo-
ría que sostiene que la Homeostasis es el proceso mediante el cual el
organismo satisface sus necesidades. La autora incorpora ideas de la teo-
ría general de sistemas, particularmente sobre la naturaleza de los siste-
mas abiertos.
Neuman describe a la enfermera como una participante activa en su
relación con el paciente y como agente que se ocupa de todas las varia-
bles que afectan la respuesta del individuo a las fuerzas del estrés; conci-
be al paciente en una relación recíproca con el entorno, ajustándose a él
o ajustándolo, según corresponda.
Esta teoría ha sido adaptada y aplicada a diversas especialidades de la
práctica de la enfermería, en tanto ha tenido aceptación en la práctica, la
educación y la investigación.

Cuatro principios de conservación


Myra E. Levine (1967). Concibió su obra para ofrecer una estructu-
ra organizativa a la enseñanza de la enfermería medicoquirúrgica y no
como un modelo teórico, por lo que no definió explícitamente sus afir-
maciones, no obstante precisó que “la intervención de enfermería se basa
en la conservación de la energía, de la integridad estructural, de la inte-
gridad personal y social de cada paciente”.

Seres humanos unitarios


Martha E. Rogers (1970). En 1970, el modelo teórico de Rogers, se
apoyaba en un conjunto de suposiciones básicas que describían el proce-
so vital del hombre; con un carácter unitario, abierto y unidireccional,
con patrones y organización; los sentimientos y el pensamiento.
En 1983, Rogers postuló cuatro bloques sobre los que apoya su mo-
delo: campo energético, universo de sistemas abiertos, patrones de cam-
po humano y la tetradimensionalidad.
El hombre unitario de Rogers está, en tanto que ser unificado, inte-
grado en el entorno. Afirmó que el hombre es un todo unificado que
posee integridad propia y manifiesta características que son más que la
suma de sus partes y distintas de ellas. En general, esta es una teoría
compleja, con múltiples conceptos abstractos y en criterio de muchos,
poco generalizables.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Modelo de perspectiva vital
Joyce J. Fitzpatrick. Sintetizó interpretaciones de la teoría de M.
Rogers. Los cuatro conceptos principales de este modelo son: enferme-
ría, persona, salud y entorno; afirma que las interacciones ontogenéticas
y filogenéticas entre la persona y la salud, se consideran como esencia de
la enfermería.
Considera a la persona como un sistema abierto, holístico y rítmico,
un todo unificado, caracterizado por un ritmo humano básico; a la salud,
como una dimensión humana en permanente desarrollo, un conocimien-
to elevado y profundo de la significación de la vida.

Modelo de salud
Margaret A. Newman (1979). Los conceptos principales de Newman
son: movimiento, tiempo, espacio y conciencia. Considera que todos ellos
están relacionados; el movimiento es un reflejo de la conciencia; el tiem-
po es una medida de la conciencia y el movimiento es el medio por el
cual, espacio y tiempo se hacen realidad.
Afirma que la salud es la expansión de la conciencia, en su criterio, el
proceso de apertura de la conciencia tendrá lugar al margen de lo que
haga la enfermera; sin embargo, se puede ayudar al paciente a entrar en
contacto con lo que está sucediendo y así, facilitarle el proceso.

Modelos para la atención


de enfermería a la familia
El trabajo que se presenta a continuación es el fruto de la traducción
libre de algunos capítulos de Nursing Process. Aplication of Conceptual
Models de las autoras Christensen, P. J. y Kenney, J. W. publicado en
1990.
Estos modelos, que son utilizados en algunos países para la práctica y
la educación de enfermería, enfocan la intervención en la familia desde
diferentes puntos de vistas, cada uno de ellos constituye una visión inte-
resante, que les propongo analizar.
Son cuatro los modelos:
1. Modelo de interacción familiar de Virginia Satir. (1972)
2. Modelo de desarrollo familiar de Evelyn Duvall. (1977)
3. Modelo estructural funcional de la familia de Marilyn Friedman.
(1986)
4. Modelo familiar de un grupo de profesoras de la Universidad de
Calgary, Canadá. (1980).

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Modelo de interacción familiar
Este modelo de Virginia Satir (1972), plantea que la interrelación de
la salud familiar depende de la habilidad de la familia para entender los
sentimientos, necesidades y comportamiento de sus miembros. Satir opi-
na que una familia saludable, ayuda a sus miembros a conocerse entre sí,
a través de la comunicación y de los eventos o situaciones que se dan en
la vida.
La interrelación familiar promueve la confianza en sí mismo y la
autovaloración en cada miembro; las familias saludables tienen esperan-
za en el futuro, confianza en los demás y sienten curiosidad acerca de lo
que la sociedad puede ofrecerles. La familia funciona sobre bases de
creciente producción y de una realidad orientada lo cual promueve una
mayor intimidad entre sus miembros.
El modelo de familia saludable de Satir consiste en cuatro conceptos:
1. Valoración propia.
2. Comunicación.
3. Reglas o normas de comportamiento.
4. Interrelación con la sociedad.

Este modelo no incluye estructura, funciones y nivel de desarrollo


familiar.

Modelo de desarrollo familiar


Evelyn Duvall (1977) organiza la evolución de la familia y proporcio-
na una guía para examinar y analizar los cambios y tareas básicas comu-
nes en la evolución de la mayoría de las familias durante su ciclo de vida,
aunque cada familia tiene características únicas y patrones normativos
de evolución secuencial.
Las etapas de evolución de la familia están marcadas por la edad del
niño mayor, aunque existen algunas etapas que se sobreponen cuando
hay varios niños en la familia.
Etapa I. Origen de la familia. Comienza con el matrimonio cuando
se establece una relación mutuamente satisfactoria. Las tareas de la pa-
reja estarán centradas en la formación de una relación íntima y el balan-
ce entre ellos, planificación de la familia y establecimiento de relaciones
armónicas con la familia (padres, suegros, hermanos e hijos) y nuevos
amigos. El embarazo y la preparación para el rol de padres son también
tareas críticas durante esta etapa.
Etapa II. Parto temprano. Comienza con el nacimiento del primer
hijo, transcurre desde que el niño es un recién nacido hasta cumplir

59

ERRNVPHGLFRVRUJ
los 3 meses, durante este tiempo las tareas de la familia se centran en la
satisfacción de las necesidades y demandas del infante, al mismo tiempo
que continúan como tareas el mantenimiento de la estabilidad y desarro-
llo del hogar. La responsabilidad de los roles de padre y madre es tam-
bién una tarea fundamental de la etapa.
Etapa III. Familia con pre-escolar. Comienza con la adaptación de
los padres a las demandas, intereses y necesidades del niño pre-escolar.
Durante la adaptación a las necesidades del pre-escolar, los padres pue-
den sentir sus energías y privacidad reducidas con el nacimiento de otro
hijo. Los padres experimentan un incremento de las responsabilidades
en la crianza de sus hijos y la necesidad de mayor espacio en el hogar, así
como la necesidad de más tiempo personal para mantener la intimidad y
la comunicación como pareja.
Etapa IV. Familia con niños escolares. Comienza cuando los niños
inician la escuela. Las tareas de la familia giran alrededor del ajuste de
actividades comunitarias del niño y el mantenimiento y satisfacción de
las relaciones materiales. Las tareas fundamentales incluyen un balance
del tiempo y energía para satisfacer las demandas de trabajo, las necesi-
dades y actividades de sus hijos, el interés social del adulto y los requeri-
mientos de la comunicación y armonía en las relaciones maternales y con
parientes políticos.
Etapa V. Familia con adolescentes. Comienza cuando el niño se con-
vierte en adolescente, en este momento se inicia una gran emancipación,
con el desarrollo se va incrementando la independencia y autonomía del
hijo. Las tareas fundamentales de esta etapa son: el mantenimiento de
una comunicación abierta entre padres y adolescente, continúa las rela-
ciones parentales, el establecimiento de intereses externos a medida que
el adolescente se separa del hogar.
Etapa VI. Salir del centro familiar. Comienza cuando el primer hijo
abandona el hogar y termina cuando el último hijo se ha ido. Ambos
padres deben preparar a sus hijos para vivir independientemente y al
mismo tiempo, aceptar la salida del hogar. Después que los hijos hayan
partido, los padres deben reorganizar y restablecer la unidad familiar.
Los roles de esposo y esposa cambian durante este período, con el
nacimiento de los nietos el rol de padres y su propia imagen requieren
algunos acondicionamientos familiares.
Etapa VII. Edad madura de la familia. Comienza después que los
hijos hayan abandonado el hogar. Cuando la familia llega a la edad madu-
ra, los padres tienen más tiempo e independencia para cultivar los intere-
ses sociales y comodidad. Este período también es una etapa para reedi-
ficar el matrimonio y el mantenimiento de relaciones entre ambos, con
los padres envejecidos, con los nietos y otros familiares; además, deben

60

ERRNVPHGLFRVRUJ
prepararse para la jubilación, ocuparse del mantenimiento de la salud
física y emocional. La actividad profesional es otra tarea de esta etapa.
Etapa VIII. Maduracion familiar. Comienza con la jubilación de
uno de los esposos y continúa hasta la muerte de ambos. Las tareas fun-
damentales de esta etapa son: el mantenimiento de suficiente energía y
motivación para realizar actividades agradables con una posible limita-
ción financiera y de salud, aceptar cambios en el estilo de vida y la muer-
te del cónyuge y amigos. En este período la pareja puede cerrar el hogar
y trasladarse a una comunidad de jubilados (Tabla 2).

Tabla 2. Modelo de Duvall. Evolución, etapas y tareas de la familia

Etapas de evolución Tareas básicas de la familia

I Origen de la familia Mantenimiento físico


II Parto temprano Asignación de recursos
III Familia con pre-escolar División de labores
IV Familia con escolares Socialización de los miembros
V Familia con adolescentes Reproducción, reclutamiento y desprendi-
miento de los miembros
VI Salida del centro familiar Mantenimiento del orden
VII Edad madura de la familia Máxima integración de los miembros a la socie-
dad
VIII- Maduración de la familia Mantenimiento de motivación y moral

Modelo estructural-funcional de la familia


Marilyn Friedman (1986) basa su modelo en la interacción de
suprasistemas en la comunidad y con los miembros de la familia en for-
ma individual como un subsistema. El modelo está formado por dos en-
foques: funcional y estructural. Los componentes del enfoque estructu-
ral son: composición de la familia, sistema de valores, patrones de comu-
nicación, roles y jerarquías. Por su parte el enfoque funcional integra
como elementos objetivos; las necesidades físicas y cuidados económico
y reproductivo, las relaciones sociales y lugar de la familia en la sociedad.
Este modelo proporciona una organización para examinar la
interacción entre los miembros de la familia y dentro de la comunidad.
El modelo incorpora los aspectos físicos, psicosociales y culturales de la
familia, junto con la interacción entre ellos; además, es de total aplica-
ción a través del PAE, a cualquier tipo de familia y ante variados proble-
mas de salud.
Modelo familiar Calgary. Este modelo reúne diferentes teorías y es el
resultado de la adaptación realizada por profesoras de enfermería de la
Universidad de Calgary, Canadá.

61

ERRNVPHGLFRVRUJ
Está basado en tres categorías fundamentales: estructura, desarrollo
y funciones de la familia.
El estudio de la estructura familiar incluye los aspectos internos y
externos. En el aspecto interno se contempla la composición familiar, el
rango de orden de sus miembros (jerarquía), diferentes subsistemas se-
gún las generaciones, sexo, intereses, funciones y por último fronteras o
normas de la familia.
En cuanto al aspecto externo de la estructura familiar se contempla:
la cultura, la religión, el status de clase social, medios y familiares leja-
nos.
En el desarrollo familiar se refiere a las etapas, tareas y atribuciones
de cada miembro.
La tercera categoría referida a las funciones de la familia, la clasifica
en instrumental y expresivas. Las funciones instrumentales se refieren a
las actividades diarias de la vida y la repartición de las tareas, por su
parte las expresivas incluyen: comunicación, solución de problemas, ro-
les, control, creencias, actitudes, expectativas, valores y prioridades y
aliaciones–coaliciones, dirección, balance e intensidad de las relaciones
entre los miembros.
Este modelo es complejo, con muchos subconceptos para la explora-
ción de enfermería en cada familia. Cuando se utiliza este modelo, la
enfermera debe determinar qué situaciones son más importantes y cuál
será el foco de atención, además, debe adquirir información general so-
bre otras áreas.
El modelo familiar de Calgary puede ser aplicado en cualquier tipo
de familia con diversos problemas de salud.
Modelo de McGill (promoción de la salud en la familia). Moyra Allen
(1980). Este modelo orientado hacia la promoción de salud de la familia
fue elaborado por una teorizadora canadiense, su modelo conocido como
el Modelo McGill es considerado indistintamente como modelo concep-
tual o de intervención.
Inspirada en el enfoque sistémico, Allen postula que la salud de una
nación es el recurso más preciado y que los individuos, familias y comu-
nidades aspiran a una mejor salud y están motivados para lograrla. Tam-
bién sostiene que la salud se aprende por el descubrimiento personal y la
participación activa, principalmente en el seno de la familia.
Según Allen, el primer objetivo de los cuidados de enfermería es la
promoción de la salud, mediante el mantenimiento, el fomento y el desa-
rrollo de la salud de la familia y de sus miembros por la activación de sus
procesos de aprendizaje.
Las características de la relación enfermera-familia son la negocia-
ción, colaboración y coordinación.

62

ERRNVPHGLFRVRUJ
Los principales conceptos del modelo son: familia, salud, aprendiza-
je y colaboración. Estos conceptos forman una estructura organizadora
para los cuidados aplicados a la situación de salud.
Según Allen, la persona es, conceptualizada como la familia. Esta
posee una gran influencia sobre sus miembros e inversamente, cada miem-
bro influye en la familia. El individuo y la familia son sistemas abiertos en
interacción constante el uno con el otro, con el entorno y la comunidad.
La familia es activa y tiende a resolver sus problemas, aprende de sus
propias experiencias.
La salud es el componente central del modelo. No lo sitúa en un
continuum salud-enfermedad, por lo tanto, no es ni un estado ni una
finalidad. Plantea Allen, que la salud y la enfermedad son entidades dis-
tintas que coexisten; la salud óptima es la presencia de muchos elemen-
tos de salud y la ausencia de enfermedad. La salud es un proceso social
que comprende los atributos personales y los procesos de aprendizaje.
Define Allen, que el entorno es el contexto en el que la salud y los
hábitos de salud se aprenden. La persona (familia) y el entorno están en
interacción constante.
Según este modelo, la recogida de información es un proceso explo-
rador en el que la familia y la enfermera colaboran y la atención se centra
en el problema definido como una situación de salud que cambia conti-
nuamente y que está en relación con otras situaciones vividas en la fami-
lia. Para que se produzca un cambio, la familia debe ser un participante
activo en los cuidados.

Bibliografía
Gordon M. Diagnóstico enfermero. Proceso y aplicación. Ed. Mosby. Tercera edición,
España, 1996.
Carpenito L. Diagnóstico de Enfermería. Editorial Interamericana. España, 1998.
Iyer, Patricia: Proceso de Enfermería y Diagnóstico de Enfermería. Editorial
Interamericana. España, 1998.
McCloskey, et al. Clasificación de intervenciones de Enfermería (CIE). Editorial Sínte-
sis, España, 1999.
Marriner Tomey A, Raile Alligood M. Modelos y Teorías en Enfermería. 4ª. Madrid:
Harcoury, SA; 1999. p 69-351.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Introducción a los modelos
de cuidados en enfermería*

Magdalena Zubizarreta Estévez

Apuntes de Zubizarreta EMM. 2000.


El cuidado es el más antiguo de los oficios, brindado fundamental-
mente por las mujeres y órdenes religiosas de aquellos tiempos y consti-
tuye en la actualidad la dimensión social de la enfermería.
Fue Florence Nigtingale quien trató por primera vez en 1859 la dife-
rencia entre las profesiones de enfermería y médica y recalcó que la en-
fermera no necesitaba saber todo sobre las patologías pero si compren-
der en la práctica la influencia que el ambiente ejerce sobre el enfermo.1
Desde mediados del siglo XX otras enfermeras investigadoras han
contribuido a esclarecer la naturaleza de la enfermería como lo hizo Vir-
ginia Henderson, en la dimensión psicológica de la relación terapéutica
enfermera paciente (Peplau), en la dimensión holística de los cuidados
de enfermería (Roger) y sobre la complejidad cultural de los cuidados
(Leininger) y lo más importante es que todos los enfoques coinciden en
que el objeto de la praxis en enfermería es el cuidado (to care), en con-
traste con el objeto de otras profesiones de la salud orientadas a curar
(to cure). Para curar se necesita conocer mucho acerca de las enferme-
dades, para cuidar se requieren profundos conocimientos del ser huma-
no y de su experiencia frente a la salud, la enfermedad, la vida y la muerte
y es la clave para establecer un fuerte vínculo terapéutico entre la enfer-
mera y los usuarios de sus servicios y para demostrar niveles de calidad
en el cuidado de enfermería.1
El propio sentido semántico de la palabra enfermería ha influido en
el cuidado brindado a la persona, se conoce que esta palabra tiene dos
orígenes: castellano e inglés. En castellano esta palabra se deriva del ad-
jetivo infirmus que significa restauración del cuerpo que tambalea o que
es derribado y en inglés se deriva de nursing profession que proviene del
verbo to nurse que significa conservación de la salud del cuerpo.

* Tomado de Castrillón AMC. Enfermería y sociedad. 1998.

64

ERRNVPHGLFRVRUJ
La herencia que tienen las enfermeras latinoamericanas es más cas-
tellana, por eso concentran durante mucho tiempo la mirada, el saber y
la praxis en la enfermedad más que en la salud y en las patologías más
que en los enfermos. Dicha perspectiva, apoyada en el modelo biomédico
ha orientado la formación y la práctica en el pasado siglo (ver paralelis-
mo entre el modelo biomédico de atención y el modelo de enfermería).
En el presente siglo deben dirigirse los esfuerzos en generar procesos
de transformación en la práctica aplicando modelos de cuidados más
eficaces, más creativos y más pertinentes a las crecientes y cambiantes
necesidades de aprendizaje y de la población. En la práctica vinculada a
la clínica deberá reasumirse la función de cuidadora y la presencia en la
atención de los pacientes deberá caracterizarse por intervenciones que
demuestren la calidad y humanización del cuidado profesional. “Si no se
asume el cuidado domiciliario, entonces se debe aceptar la irrupción de
un nuevo cuidador divorciado de la profesión.1
A continuación aparece una comparación entre la práctica de enfer-
mería basada en el modelo biomédico de atención y en el propio de en-
fermería (Tabla 3).

Tabla 3. Paralelismo entre el modelo biomédico de atención y el modelo de enfermería

Elementos Modelo biomédico Modelo de enfermería


Eje central Enfermedad Necesidades y problemas
Punto de partida Diagnóstico médico Diagnóstico de enfermería
Enfoque del hombre Orgánico Holístico
Desarrollo de los contenidos Los impide Búsqueda de acciones de la
de enfermería disciplina
Orientaciones de enfermería Carece Es una necesidad orientar
las acciones hacia el cuidado
Metodología del cuidado No se contempla Obliga a dar cuidados en
forma lógica y racional
Los cuidados Derivados del diagnósti- Desde las perspectivas de
co y tratamiento necesidades alteradas y
problemas

¿Cómo se establecen las estrategias para el cuidado aplicando ambos


modelos? Por ejemplo: paciente con una herida traumática en región
poplítea derecha y fractura del peroné derecho (Tabla 4).

65

ERRNVPHGLFRVRUJ
Tabla 4. Estrategias para el cuidado aplicando ambos modelos

Elementos Modelo biomédico Modelo de enfermería

Eje central Gran herida en región Dolor, inmovilidad, déficit de


poplítea derecha y autocuidado y alteración de
fractura del peroné la mucosa oral

Punto de partida Herida traumática por Dolor r/c fractura, lesión de


arma blanca en región tejidos blandos y cirugía
poplítea derecha y Deterioro de la movilidad
fractura del peroné física r/c dolor
Déficit de autocuidado: dificul
tad para la higiene personal,
vestirse, alimentarse y acceder
al servicio sanitario r/c prolonga
da inmovilidad del MID y dolor
al movimiento
Alteración de la mucosa oral
r/c higiene oral inefectiva
Enfoque del Se actúa para resolver la Se actúa en todas las esferas
hombre dificultad orgánica según los problemas y necesi-
dades afectadas

Desarrollo de los - Aplicar digitopuntura para


contenidos de alivio del dolor
enfermería Observar vendaje del MID
Realizar cambio de vendaje
c/v que se encuentre húmedo
Orientaciones de - Cambiar la ropa de cama y
enfermería personal c/v que sea necesario
Facilitar los alimentos al paciente
Metodología del - y vigilar cumplimiento de la dieta
cuidado Enseñar al paciente a mantener-
se como agente de autocuidado
Dieta libre reforzada en relación a la higiene personal,
Los cuidados Signos vitales c/6h vestirse, alimentarse y utilizar la
Hidratación: S.F 1 000 mL cuña y el pato
a durar 12 h, alternando Proporcionar equipo necesario
con dextrosa a 5 % + poli- para el baño en cama y apoyar
sal 1 ámpula. En c/frasco su realización
Rosephin 4 g i.v. diario Apoyar en el aseo bucal y pro-
Amikacina 5 000 mg i.v. porcionar crema de aloe a 10 %
c/12 h para el cepillado
Vitamina C 2 tabletas diarias. Enseñar y realizar ejercicios ac-
Heparina 50 mg 1 cc c/12h. tivos y pasivos
Dipirona 1 ámpula si fiebre Medir pulso pedio y poplíteo
o dolor cada 6 h
Elevar 30 cm la pielera de la
cama
Observar síntomas y signos de
flebitis en venipuntura
Observar síntomas y signos de
infección generalizada

66

ERRNVPHGLFRVRUJ
Como se puede apreciar la aplicación del modelo biomédico limita el
desarrollo profesional de enfermería y el trabajo con el objeto de su prác-
tica, por lo que se hace necesario el desarrollo de investigaciones cualita-
tivas y cuantitativas que orienten la práctica de los cuidados basados en
los modelos de enfermería y que aseguren una calidad de atención huma-
nizada.

Breve historia de la ciencia


enfermera*

La enfermería es una disciplina profesional orientada hacia la prácti-


ca y es considerada como ciencia, en tanto que posee un cuerpo organi-
zado de conocimientos abstractos (teorías) al que se llega mediante la
investigación científica y el análisis lógico, o razonamiento analítico, y
como arte cuando en la práctica de los cuidados enfermeros, de forma
creativa e imaginativa, usa este cuerpo de conocimientos en servicio de
los seres humanos y sus necesidades de salud.2
La enfermería como disciplina profesional inició el desarrollo de su
interés científico (centrado en la elaboración de su propio cuerpo de
conocimientos) en una época muy próxima, ya que hace tan solo 149
años que aparecieron las primeras investigaciones realizadas por Florence
Nigtingale, cuyos escritos fueron las primeras teorizaciones sobre la en-
fermería y constituyeron el embrión del desarrollo de la ciencia enferme-
ra, cuyo principal propósito es explicar su práctica, como específica y
diferenciada de las otras ciencias de la salud.
En su libro Notas sobre enfermería: qué es y qué no es, diseñó sus
propias normas para alcanzar lo que ella consideraba necesario para pro-
porcionar los mejores cuidados s los clientes: 2
La enfermería se ha limitado a significar poco más que la administra-
ción de medicamentos y la aplicación de cataplasma. Pero debería signi-
ficar el uso apropiado del aire, la luz, el calor, la limpieza, la tranquilidad
y la selección de la dieta y su administración y con el menor gasto de
energía por parte del paciente.
Recomendó el uso de las habilidades técnicas e intelectuales, siendo
la observación directa del cliente una de las destrezas más necesarias e
importantes.

* Tomado de Fernández FC, Garrido AM, Santo TPM, Serrano PMD. Enfermería
Fundamental. 1995.

67

ERRNVPHGLFRVRUJ
La lección práctica más importante que puede darse a las enfermeras
es enseñarles a observar.
Indicó como principios básicos para el cuidado el conocimiento del
cliente, de su entorno y de las alteraciones reales y potenciales, que este
puede presentar. Estos conocimientos deben ser utilizados por las enfer-
meras desarrollando la capacidad de pensar por sí mismas.
Durante los años transcurridos entre el trabajo de Florence Nigtingale
y la Segunda Guerra Mundial, se experimentó un escaso progreso cientí-
fico dado que las enfermeras siguieron el modelo biomédico de atención.
La Segunda Guerra Mundial constituyó una fuerza impulsora para
muchos cambios científicos y sociales, a los que la enfermería no fue
ajena, y que facilitaron, a partir de 1950, su desarrollo disciplinar de una
forma rápida y progresiva, como nunca antes en su historia había sucedi-
do, a partir de este momento los esfuerzos de las enfermeras investiga-
doras se dirigieron a encontrar respuesta a dos preguntas
fundamentales:2¿cuál es la naturaleza del servicio que ofrecen las enfer-
meras y para el que son necesarios los conocimientos específicos? y ¿cuá-
les son los fenómenos que hay que estudiar y qué clase de preguntas hay
que hacer para desarrollar los conocimientos necesarios?
Para responder a la primera pregunta las enfermeras empezaron a
investigar sobre las actividades que ellas llevaban a cabo y evidenciaron
que seguían dos ejes diferenciados: actividades interdependientes, rela-
cionadas con el diagnóstico médico de la enfermedad y el tratamiento,
las que se centraban en la colaboración que a tal fin se establecía entre el
médico y la enfermera, por lo que su autonomía era parcial y las activida-
des independientes, dirigidas a las respuestas humanas reales o potencia-
les ante una situación de salud (hubiera o no una alteración), o ante
situaciones de crisis o de maduración que tuvieran repercusión en el bien-
estar de la persona, en su crecimiento y desarrollo; es decir, eran aque-
llas actuaciones profesionales encaminadas a aumentar la habilidad y
capacidad del cliente para cubrir los requerimientos generales por dicha
situación. Constataron que en este eje de actuación, la autonomía, el
control y la responsabilidad de las enfermeras eran totales, puesto que
era ella quien valoraba la situación, analizaba los datos obtenidos, emitía
un diagnóstico, lo validaba, determinaba los objetivos de cuidados, plani-
ficaba y ejecutaba las intervenciones para conseguirlos y evaluaba los
resultados obtenidos.
Por otro lado, subrayaron la necesidad de que estas actividades inde-
pendientes estuvieran apoyadas en un cuerpo de conocimientos propio
que fuese la base racional y científica para prescribirlas, en otras pala-
bras, evidenciaron la necesidad de desarrollar la ciencia enfermera para
sustentarlas.

68

ERRNVPHGLFRVRUJ
Para responder a la segunda pregunta, las enfermeras especularon y
debatieron largamente, llegando al consenso que hay cuatro fenómenos
fundamentales que deben ser investigados, ya que ellos son los que
influencian y determinan la práctica de su disciplina y su área de compe-
tencia, estos fenómenos son: persona (receptor de los cuidados enferme-
ros, representada por el individuo, familia o comunidad), entorno (as-
pectos, situaciones, fenómenos, que inciden en la salud de la persona y
en la actuación enfermera, comprende el medio interno y externo), salud
(meta de los cuidados enfermeros, comprende la promoción, manteni-
miento, recuperación y rehabilitación) y rol profesional (naturaleza de la
enfermería), se refiere al servicio de ayuda específica, demandado por la
sociedad, apoyado en las relaciones interpersonales enfermera/persona y
enfocado hacia la comprensión del ser humano en relación con su entor-
no y que es ofrecido de forma legítima únicamente por las enfermeras.
La elección de estos cuatro fenómenos que la ciencia enfermera debe
contemplar, desde una perspectiva única y diferenciada, configuró el
metaparadigma de la enfermería, es decir, “los fenómenos abstractos y
generales que proporcionan una perspectiva universal de la disciplina”,
según definición de Fawett (1989).
Varias enfermeras investigadoras centraron y siguen centrando sus
esfuerzos en concretar estos fenómenos para poder establecer las rela-
ciones que existen entre ellos. Esto ha dado lugar a descripciones que
conformas estructuras preteóricas (marcos o modelos conceptuales) que
ofrecen una visión global y determinada de la disciplina enfermera.

Modelos conceptuales
en enfermería*
García M-CC, Sellan SMC. Fundamentos teóricos y metodológicos
de enfermería. 1995.
Para comprender qué es un modelo conceptual es preciso empezar
por clarificar qué se entiende por modelo.
Un modelo es una representación que ayuda a comprender algo que
no se puede ver directamente o algo de lo que sabemos poco. Obviamen-
te un modelo no es la realidad, sino una abstracción de la realidad.
Un modelo conceptual son ideas universales acerca de los individuos,
grupos, situaciones y acontecimientos de interés para una disciplina que

* Tomado de: Fernández FC, Garrido AM, Santo TPM, Serrano PMD. Enfermería
Fundamental.

69

ERRNVPHGLFRVRUJ
describe un ideal a lograr. El modelo conceptual está formado por con-
ceptos y asunciones.
Muchas disciplinas al igual que enfermería, tienen un único
metaparadigma, pero múltiples modelos conceptuales. Estos se han de-
sarrollado a partir de él, e incorporan sus conceptos y proposiciones de
un modo más restrictivo y menos abstracto.
Los modelos conceptuales resultan eficaces para centrar y dirigir las
investigaciones y proporcionan fuentes de las cuales derivan las teorías
que constituyen el núcleo central para organizar el conocimiento de la
disciplina, y que tratan de describir, explicar, predecir y controlar los
fenómenos propios de esta.
El modelo conceptual en enfermería puede describirse como la ima-
gen mental o conceptual de un ideal, el ideal de lo que la enfermería
debería ser, una imagen proporciona una dirección o un patrón para al-
canzar el objetivo del modelo. Es una representación de la realidad de la
enfermería en términos ideales, en la cual el conjunto de conceptos iden-
tifican imágenes mentales y relacionan los elementos esenciales de la prác-
tica de enfermería: persona, salud, entorno y rol profesional. En otras
palabras, es un modelo para la realidad.
Los modelos están basados en conocimientos probados a través de
las investigaciones científicas de las ciencias biológicas, sociales, psicoló-
gicas y los estudios de comunicación y teoría general de los sistemas. Los
componentes de los modelos se desarrollan a partir de explicaciones cien-
tíficas.3
Generalmente se deducen desde una teoría original usando sus com-
ponentes centrales y sus relaciones cruciales como un modelo para la
reunión de datos. El modelo así construido muestra las mismas propie-
dades en sus componentes y en su estructura, pero el contexto puede ser
diferente. Es por eso que en la actualidad se cuenta con varios modelos
de enfermería que proporcionan una visión diversa de los conceptos del
metaparadigma.
Características de un modelo de enfermería. Un modelo de enferme-
ría debe reunir tres condiciones, imprescindibles para ser considerado
científico y ser adoptado por un grupo profesional, de manera que ha de:
estar fundamentado basado en teorías científicas. Cada elemento se de-
riva del conocimiento de las diferentes ramas de la ciencia.
Estar descrito de forma sistemática: las ideas y los conceptos han de
relacionarse entre sí. Si estos conceptos están aislados o construidos de
forma anárquica, no constituyen un modelo pues no tiene valor para la
práctica.
Ser práctico: ha de adaptarse ala práctica profesional en cualquier
situación y en cualquier campo de actuación. Si el modelo solo es aplica-

70

ERRNVPHGLFRVRUJ
ble en situaciones muy concretas y/o a grupos muy reducidos, es poco
útil para el cuidado.

Utilidad de los modelos


En esta compleja disciplinariedad, los modelos tienen un valor para
la enfermería en dos aspectos fundamentales: enmarcar la profesión y
orientar la asistencia:
1. Utilidad profesional: un marco de referencia permite a las enfermeras
afirmar, decididamente, la naturaleza de su profesión, para contribuir
a la compleja área de los servicios de salud. Como profesional de la
salud, la enfermera, puede explicar perfectamente a sus colaboradores
y a los usuarios, la naturaleza de su servicio. Si la enfermera necesita
convencer a las autoridades, de que debe estar incluida en los grupos
de decisión, hay que referirse al mismo marco de referencia para
justificar su pretensión. Por otra parte, un modelo para la provisión
de servicios de enfermería, marca la línea de gestión y dirección de
enfermería. La responsabilidad de los gestores de enfermería para
establecer y controlar los estándares, requiere la adopción de un
modelo que refleje los valores subyacentes a la provisión de cuidados.
2. Utilidad en la asistencia: un modelo guía las acciones, ayuda a un
compromiso, del profesional, para proporcionar un objetivo unificado
al que la enfermera puede referirse, y de este modo contribuir a su
satisfacción personal y a del público que desea servir.

Por tanto, un modelo teórico:


1. Sirve de instrumento entre la teoría y la práctica.
2. Clarifica las ideas sobre los elementos de una situación práctica y
los relaciona entre sí.
3. Ayuda, a las enfermeras, a comunicarse de forma más significativa.

Sirve de guía en la práctica, la docencia y la investigación, incluyendo


el componente administrador de cada una de estas actividades.
Aplicación del modelo en la práctica. La aplicación de un modelo,
implica la utilización racional y lógica de las personas que han de seguir-
lo. Muchas de las frustraciones de las enfermeras, al decidirse por utili-
zar un modelo se derivan del intento de llevarlo a cabo en su forma orto-
doxa, sin tener en cuenta qua la adaptación ha de hacerse valorando el
contexto donde hay que aplicarlo.
En ocasiones, probablemente, solo haya que recoger algunos aspec-
tos del modelo, ya que otros son de difícil, sino imposible, aplicación en
una situación dada.

71

ERRNVPHGLFRVRUJ
Las enfermeras son muy dadas a registrar problemas de los enfermos
sobre los que no pueden actuar. Por una parte, se está estimulando el uso
de modelos y del proceso de enfermería, estando demostrado que cuan-
do, las enfermeras se familiarizan con el método de solución de proble-
mas sus cuidados son de mayor calidad. Pero si no puede brindarse un
cuidado planificado basado enteramente en un marco teórico, quizá sea
más realista (y no derrotista) señalar que los cuidados deberán estar di-
rigidos única y exclusivamente, a las necesidades de la persona que, la
enfermera, puede cubrir a través de un plan de cuidado constructivo y
realizable.

Necesidad de adoptar un modelo


Actualmente, existen muchos significados para la palabra enferme-
ría. Estos vienen dados por numerosos factores, pero fundamentalmen-
te, por la diversidad de tareas a las que se han debido adaptar las enfer-
meras a lo largo de la historia y en los diversos lugares.
Los modelos actúan como hipótesis propuestas, que deben ser lleva-
das al campo de la investigación. Estas propuestas deben ser probadas,
hasta alcanzar la teoría de enfermería.
Es posible que no exista una sola teoría de enfermería, y que se pueda
hacer enfermería desde diferentes planteamientos. Actualmente, no existe
ningún modelo tan desarrollado y con un proceso de investigación tan
largo y positivo, en resultados, que haya alcanzado la categoría de teoría
del cuidado de enfermería.
Lo que es claro, es que se encuentra en un momento profesional en
que solo es posible el desarrollo hacia la autonomía y el avance hacia la
profesionalización definitiva de la enfermería, con el estudio, la
profundización, la aplicación y la investigación de un modelo de enfer-
mería. Así es visto y reconocido por las máximas autoridades de la disci-
plina enfermera.
Un modelo no es lo mismo que una teoría. Un modelo representa las
relaciones entre los conceptos de persona, salud, entorno y enfermería,
pero escasamente describe el tipo de relación establecido. Newman (1979)
afirma que la función de un modelo conceptual es guiar la formulación
de preguntas. Las preguntas pueden ser transformadas en hipótesis, que
pueden ser verificadas mediante la investigación. Los modelos pueden
guiar la observación, clarificación y análisis de sucesos, así como la gene-
ración de preguntas, por lo que es evidente que un modelo no es una
teoría, sino que conforma la estructura para la génesis de la misma. La
teoría a su vez, puede modificar el modelo, pues, al ponerla en práctica,
permite afirmar que este es una representación adecuada o inadecuada
de la realidad (Fig. 1).

72

ERRNVPHGLFRVRUJ
Fig. 1. Relación entre modelo y teoría.

Se concluye que un modelo representa la realidad y su propósito es


describirla, mientras que una teoría usa conceptos abstractos,
mensurables y verificables para explicar esa misma realidad.
Gran parte de la bibliografía sobre modelos, además de escasa, em-
plea una terminología confusa y un lenguaje rebuscado, sin olvidar lo que
puede aportar la traducción en la poca claridad de las ideas. En gran
medida, estas razones fomentan la tendencia de las enfermeras a recha-
zar las propuestas, por considerarlas irrelevantes para la práctica.
Sin embargo, no se está solo en este intento, existen otros grupos de
profesionales que han desarrollado diferentes modelos; los psicólogos,
los pedagogos, los sociólogos e inclusive las ciencias más antiguas conti-
núan desarrollando nuevos modelos.

Clasificación de los modelos conceptuales en enfermería


Son varias las autoras que han propuesto clasificaciones de modelos
conceptuales en enfermería. La propuesta por Meleis (1991), es, una de
las más fundamentadas, agrupó los modelos en tres escuelas o corrientes
de pensamiento, y los criterios que siguió en su clasificación fueron: rela-
cionar en cierta medida su cronología, los antecedentes de sus autores
(educación recibida, experiencias personales, valores y creencias respec-
to a la profesión, etc.) y el contexto sociocultural general en el que fue-
ron concebidos (corrientes filosóficas, económicas, políticas, etc., domi-
nantes).
Clarificar el propósito que guió la construcción del modelo.
Meleis también sugiere en su clasificación que sus autores se centra-
ron en diferentes aspectos de los cuidados y trataron con mayor énfasis
unos conceptos del metaparadigma que otros, ya que, al delimitar el área
de competencia de la enfermería, tenían propósitos diferentes.
Las tres escuelas de pensamiento las denominó: necesidades,
interacción y objetivos.
Escuela de las necesidades. Los modelos de esta escuela han intenta-
do responder a la pregunta ¿qué hacen las enfermeras? Según estos mo-
delos, el cuidado está centrado en la independencia de la persona para la

73

ERRNVPHGLFRVRUJ
satisfacción de sus necesidades fundamentales, o en su capacidad de lle-
var a cabo sus autocuidados. La jerarquía de necesidades de Maslow y la
teoría de las etapas de desarrollo de Erickson han influenciado en esta
escuela, según la cual, los cuidados de enfermería tienen por objeto ayu-
dar a la persona a superar sus limitaciones.
Las principales teorizadoras de esta escuela son: V. Henderson, D.
Orem y F. Abdellah.
Escuela de la interacción. Apareció a finales de los años 50 y princi-
pios de los 60, la teoría psicoanalista prevalece en esta época. Hay una
creciente demanda de atención a las necesidades de intimidad y a las
relaciones humanas.
Las enfermeras teorizadoras que forman parte de esta escuela se ins-
piraron en las teorías de la interacción, de la fenomenología y del
existencialismo. Han intentado responder a la pregunta ¿cómo hacen las
enfermeras lo que están haciendo?; han centrado su interés sobre los
procesos de interacción entra la enfermera y la persona.
Según esta escuela, el cuidado es un proceso interactivo entre una
persona que tiene necesidad de ayuda y otra capaz de ofrecerle ayuda.
Con el fin de poder ayudar, la enfermera debe considerar sus propios
valores y comprometerse con el cuidado como acción humanitaria y no
mecánica. Sus investigaciones se apoyan en las necesidades básicas para
conceptualizar a la persona, pero la característica que las identifica es
que definen la enfermería como un proceso de interacción que es delibe-
rado (tiene un propósito) y que implica ayuda y cuidados.
Las principales teorizadoras de esta escuela son: H. Peplau, Ida
Orlando, J Travelbee, E. Wiedenbach e I. King.
Escuela de los objetivos. Esta escuela quiere responder a la pregunta
¿por qué las enfermeras hacen lo que hacen? Sin ignorar el qué y cómo,
han intentado conceptualizar los objetivos de los cuidados, consideran-
do que estos consisten en restablecer el equilibrio, la homeostasia o en
preservar la energía. Basaron sus trabajos en las teorías de adaptación,
desarrollo y de sistemas, y en la conceptualización que ellas hacían del
receptor de los cuidados, incorporaron ideas de las teorizadoras de la
escuela de las necesidades.
Las principales teorizadoras de esta escuela son: M. Rogers, D.
Johnson, L. Hall, M. Levine, C. Roy y B. Neuman son las representantes
de esta escuela.
Resumen de dos modelos conceptuales significativos de cada escuela
Escuela de las necesidades. Virginia Henderson: principio de los cui-
dados básicos. Virginia nació en 1897 en Kansas City (Missouri). Se gra-
duó en 1921 y se especializó como enfermera docente. Esta teórica de
enfermería incorporó los principios fisiológicos y psicopatológicos a su

74

ERRNVPHGLFRVRUJ
concepto de enfermería. El modelo conceptual de V. Henderson se basa,
en parte, en los trabajos del psicólogo americano Therndike y, en parte
en su propia experiencia como enfermera asistencial, docente e investi-
gadora.
Los elementos más importantes de su teoría son: la enfermera asiste
a los pacientes en las actividades esenciales para mantener la salud, recu-
perarse de la enfermedad, o alcanzar la muerte en paz.
Introduce y/o desarrolla el criterio de independencia del paciente en
la valoración de la salud.
Identifica 14 necesidades humanas básicas que componen “los cui-
dados enfermeros”, esferas en las que se desarrollan los cuidados.
Se observa una similitud entre las necesidades y la escala de necesi-
dades de Maslow, las 7 necesidades primeras están relacionadas con la
Fisiología, de la 8ª a la 9ª relacionadas con la seguridad, la 10ª relaciona-
da con la propia estima, la 11ª relacionada con la pertenencia y desde la
12ª a la 14ª relacionadas con la auto-realización.
El concepto necesidad, tal como lo utiliza V. Henderson, se refiere a
un requerimiento más que a una carencia, es decir, la palabra necesidad,
adquiere un sentido positivo.
Las necesidades humanas básicas según Henderson, son:
1. Respirar con normalidad.
2. Comer y beber adecuadamente.
3. Eliminar los desechos del organismo.
4. Movimiento y mantenimiento de una postura adecuada.
5. Descansar y dormir.
6. Seleccionar vestimenta adecuada.
7. Mantener la temperatura corporal.
8. Mantener la higiene corporal.
9. Evitar los peligros del entorno.
10. Comunicarse con otros, expresar emociones, necesidades, miedos u
opiniones.
11. Ejercer culto a Dios, acorde con la religión.
12. Trabajar de forma que permita sentirse realizado.
13. Participar en todas las formas de recreación y ocio.
14. Estudiar, descubrir o satisfacer la curiosidad que conduce a un
desarrollo normal de la salud.

Partiendo de la teoría de las necesidades humanas básicas, la autora


identifica 14 necesidades básicas y fundamentales que comparten todos
los seres humanos, que pueden no satisfacerse por causa de una enfer-
medad o en determinadas etapas del ciclo vital, incidiendo en ellas facto-
res físicos, psicológicos o sociales.

75

ERRNVPHGLFRVRUJ
Normalmente estas necesidades están satisfechas por la persona cuan-
do esta tiene el conocimiento, la fuerza y la voluntad para cubrirlas (in-
dependiente), pero cuando algo de esto falta o falla en la persona, una o
más necesidades no se satisfacen, por lo cual surgen los problemas de
salud (dependiente). Es entonces cuando la enfermera tiene que ayudar
o suplir a la persona para que pueda tener las necesidades cubiertas.
Estas situaciones de dependencia pueden aparecer por causas de tipo
físico, psicológico, sociológico o relacionado a una falta de conocimien-
tos.
V. Henderson parte del principio de que todos los seres humanos
tienen una serie de necesidades básicas que deben satisfacer dichas nece-
sidades son normalmente cubiertas por cada individuo cuando está sano
y tiene los suficientes conocimientos para ello.
Según este principio, las necesidades básicas son las mismas para to-
dos los seres humanos y existen independientemente de la situación en
que se encuentre cada individuo. Sin embargo, dichas necesidades se
modifican en razón de dos tipos de factores:
1. Permanentes: edad, nivel de inteligencia, medio social o cultural y
capacidad física.
2. Variables: estados patológicos como por ejemplo falta aguda de
oxígeno; conmoción (inclusive el colapso y las hemorragias); estados
de inconsciencia (desmayos, coma y delirios); exposición al frío o
calor que produzcan temperaturas del cuerpo marcadamente
anormales; estados febriles agudos debidos a toda causa; una lesión
local, herida o infección, o bien ambas; una enfermedad transmisible;
estado preoperatorio; estado posoperatorio; inmovilización por
enfermedad o prescrita como tratamiento y dolores persistentes o
que no admitan tratamiento.

Las actividades que las enfermeras realizan para suplir o ayudar al


paciente a cubrir estas necesidades es lo que V. Henderson denomina
cuidados básicos de enfermería. Estos cuidados básicos se aplican a tra-
vés de un plan de cuidados de enfermería, elaborado en razón de las
necesidades detectadas en el paciente.
Describe la relación enfermera-paciente, destacando tres niveles de
intervención: como sustituta, como ayuda o como compañera.
Su principal influencia consiste en la aportación de una estructura
teórica que permite el trabajo enfermero por necesidades de cuidado,
facilitando así la definición del campo de actuación enfermero, y a nivel
más práctico, la elaboración de un marco de valoración de enfermería en
base a las catorce necesidades humanas básicas.
Definición de Henderson de los 4 conceptos básicos del
metaparadigma de enfermería:

76

ERRNVPHGLFRVRUJ
1. Persona: individuo que requiere asistencia para alcanzar salud e
independencia o una muerte en paz, la persona y la familia son vistas
como una unidad.
La persona es una unidad corporal/física y mental, que está
constituida por componentes biológicos, psicológicos, sociológicos
y espirituales.
La mente y el cuerpo son inseparables. El paciente y su familia son
considerados como una unidad.
Tanto el individuo sano o el enfermo anhela el estado de independencia.
Tiene una serie de necesidades básicas para la supervivencia. Necesita
fuerza, deseos, conocimientos para realizar las actividades necesarias
para una vida sana.
2. Entorno: incluye relaciones con la propia familia, asimismo incluye
las responsabilidades de la comunidad de proveer cuidados. Este es
un concepto que, prácticamente, no aparece en el modelo de V.
Henderson, siendo esta una de las principales críticas que se le han
hecho.
3. Salud: la calidad de la salud, más que la vida en sí misma, es ese
margen de vigor físico y mental, lo que permite a una persona trabajar
con la máxima efectividad y alcanzar su nivel potencial más alto de
satisfacción en la vida.
Considera la salud en términos de habilidad del paciente para realizar
sin ayuda los catorce componentes de los cuidados de enfermería.
Equipara salud con independencia.
4. Enfermería: Henderson define a la enfermería en términos funcionales
como: “la única función de una enfermera es ayudar al individuo
sano y enfermo, en la realización de aquellas actividades que
contribuyan a su salud, su recuperación o una muerte tranquila, que
este realizaría sin ayuda si tuviese la fuerza, la voluntad y el
conocimiento necesario. Y hacer esto de tal forma que le ayude a ser
independiente lo antes posible” (Fig. 2).

Dorotea Orem: teoría del déficit de autocuidado. 0rem nació en


Baltimore, Maryland y se educó con las Hijas de la Caridad de S. Vicente
de Paul. Se graduó a principios de la década de 1930.
Dentro de su trayectoria como teorista no influyó ninguna enfermera
más que otra, sino que fue el conjunto de todas con las que había tenido
contacto, y la experiencia de las mismas lo que le sirvió de fuente teórica.
El núcleo de la tesis del modelo de Orem es que las personas requie-
ren cuidados de enfermería cuando sus necesidades de cuidados exceden
(o se prevé que puedan exceder) de su propia habilidad para satisfacer-
las. Orem llamó a estas necesidades “requisitos de autocuidados” y a las

77

ERRNVPHGLFRVRUJ
Fig. 2. Esquema del modelo de Henderson de cuidados de enfermería.

capacidades para satisfacerlas “agencia de autocuidados”, cuando la per-


sona cuida de sí misma, o “agencia de cuidados dependientes”, cuando
las personas reconocen que otros que dependen de ellos (niños, adoles-
centes o adultos con limitaciones de la salud, etc.) tienen requisitos de
autocuidado, que no pueden satisfacer por sí mismos, y les ayudan a
satisfacer sus necesidades. La situación en que los requisitos superan las
capacidades de la agencia se denomina déficit de autocuidado. Por últi-
mo llama agencia de enfermería a las capacidades desarrolladas por las
personas educadas como enfermeras que las capacitan, en presencia de
un déficit de autocuidado, real o potencial, para ayudar al enfermo\usuario
a satisfacer sus necesidades de cuidados o a regular el desarrollo o ejer-
cicio de su agencia de autocuidado.

Factores que influyen en la agencia de autocuidado


Las prácticas de autocuidado son habituales y repetitivas. Los patro-
nes de autocuidado se desarrollan con el tiempo, pero cuando hay un
cambio en alguno de los factores básicos condicionantes, las acciones y
patrones habituales de autocuidado pueden no ser los apropiados. Una
persona por problemas de salud, puede tener que hacer cambios en la
forma en que se cuida a sí misma. Incorporar nuevas formas de cuidarse
en la rutina diaria lleva tiempo; también requiere ciertas habilidades aso-
ciadas con el aprendizaje necesario y para hacer posible el curso de la
misma. En otras palabras, las habilidades que una persona requiere para
cuidar de sí misma están influidas por los factores básicos condicionantes
que se encuentran activos en la situación. Estos factores no solo influyen

78

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en las habilidades, sino también en el desarrollo de las mismas, intervi-
niendo en todo ello el contexto sociocultural, la familia, los recursos dis-
ponibles, los sistemas formales de educación o la ausencia de los mis-
mos.
Los factores básicos condicionantes del autocuidado son: la edad y el
estado de desarrollo, el estado de salud y los conocimientos que se po-
seen de esta, la pertenencia al grupo social y los hábitos del medio cultu-
ral, la falta de habilidades y de hábitos, el concepto de sí mismo y la
madurez de la persona.

Demanda de autocuidado
Se denomina así a la suma de las medidas de cuidado necesarias en
momentos específicos, o durante un período de tiempo, para cubrir to-
dos los requisitos de autocuidado, caracterizados por las condiciones y
circunstancias existentes, usando métodos apropiados para:
1. Controlar o manejar los factores identificados en los requisitos, que
son reguladores del funcionamiento humano (suficiente aire, agua,
etc.).
2. Satisfacer el elemento de actividad del requisito (mantenimiento,
prevención, promoción y provisión).

Variaciones de la demanda de autocuidado:


Hay, al menos dos variaciones que pueden identificarse en relación
con los cuidados preventivos de la salud:
1. Demanda de autocuidado de prevención primaria:
a) Requisitos de autocuidado universal.
b)Requisitos de autocuidado del desarrollo.
2. Demanda de autocuidado de prevención secundaria y terciaria:
a) Requisitos de autocuidado de desviación del estado de salud.
b)Requisitos de autocuidado universal.
c) Requisitos de autocuidado del desarrollo.

Orem define su modelo como una teoría general de enfermería que


se compone de otras tres relacionadas entre sí:
1. Teoría del autocuidado: en la que explica el concepto de autocuidado
como una contribución constante del individuo a su propia existencia:
“El autocuidado es una actividad aprendida por los individuos,
orientada hacia un objetivo. Es una conducta que existe en situaciones
concretas de la vida, dirigida por las personas sobre sí mismas, hacia
los demás o hacia el entorno, para regular los factores que afectan a
su propio desarrollo y funcionamiento en beneficio de su vida, salud
o bienestar”.

79

ERRNVPHGLFRVRUJ
El autocuidado como acción deliberada es útil a las enfermeras. La
acción deliberada tiene tres fases:
Primera fase: en que la persona se hace consciente de que requiere
determinado tipo de acción.
Segunda fase: en que la persona toma la decisión de seguir un curso
particular de acción.
Tercera fase: en que la persona realiza la acción.
Las habilidades requeridas para llevar a cabo cada una de las tres
fases de acción son distintas. Ser consciente del requerimiento de
acción, depende de ser capaz de procesar información y dar
significado a una situación. La toma de decisión, requiere ser capaz
de pensar en a relación causa-efecto y estar motivado para realizar
cierta acción. Por último, actuar, requiere estar motivado a hacerlo,
ser capaz de persistir en el curso de la acción y ser físicamente capaz
de llevarla a cabo.
Define además tres requisitos de autocuidado, entendiendo por tales
los objetivos o resultados que se quieren alcanzar con el autocuidado:
a) Requisitos de autocuidado universal: son comunes a todos los
individuos e incluyen la conservación del aire, agua, alimentación,
eliminación, actividad y descanso, higiene y protección de la piel,
soledad e interacción social, riesgos para la vida, funcionamiento y
bienestar humano.
b)Requisitos de autocuidado del desarrollo: promover las condiciones
necesarias para la vida y la maduración, prevenir la aparición de
condiciones adversas o mitigar los efectos de dichas situaciones, en
los distintos momentos del proceso evolutivo o del desarrollo del ser
humano: niñez, adolescencia, adulto y vejez.
c) Requisitos de autocuidado de desviación de la salud, que surgen o
están vinculados a los estados de salud.
2. Teoría del déficit de autocuidado: esta teoría es el núcleo central del
modelo de Orem. Los individuos sometidos a limitaciones a causa
de su salud o relacionadas con ella, no pueden asumir el autocuidado
o el cuidado dependiente, es cuando “la demanda de acción es mayor
que la capacidad de la persona para actuar, es decir cuando la persona
no tiene la capacidad y/o no desea emprender las acciones requeridas
para cubrir las demandas de autocuidado. Determina cuándo y por
qué se necesita de la intervención de la enfermera (Fig. 3).
Situaciones que producen déficit de autocuidado. Muchos factores
hacen que exista interferencia en la realización del autocuidado. Estas
interferencias pueden interrumpir el proceso de acción deliberada
en las tres fases o en alguna de ellas. Sin agotar las posibilidades, los
factores que interfieren, pueden ser:

80

ERRNVPHGLFRVRUJ
Fase de toma de conciencia:
− Estado de ciclo vital.

− Estados psicológicos.

− Estados de los órganos de los sentidos.

− Estados de inconsciencia.

− Situaciones adaptativas

− Deficiencias intelectuales.

− Falta de conocimientos.

Fase de toma de decisiones:


− Falta de comprensión.

− Falta de motivación.

Fase de realización:
− Defectos físicos congénitos o adquiridos.

− Enfermedades incapacitantes.

− Dolores incapacitantes.

− Inmovilizaciones.

El cuidado dependiente. EL cuidado dependiente es el que es dado


por un miembro de La familia a otro, refiriéndoos a la práctica de
actividades que personas responsables, maduras y en proceso de
maduración, inician y ejecutan en beneficio de otros socialmente
dependientes durante cierto tiempo, o de manera continua, para
mantener su vida y contribuir a su salud y bienestar.
Déficit de cuidado dependiente. Existe déficit de cuidado dependiente
cuando el cuidado requerido por una persona dependiente, es superior
a la capacidad del miembro de la familia (o persona allegada).
El déficit de cuidado dependiente describe el tipo de relación entre
la demanda de autocuidado de una persona dependiente y las
capacidades de brindar los cuidados de la persona que debe
proporcionarlos.
3. Teoría de los sistemas de enfermería. En la que se explican los modos
en que las enfermeras/os pueden atender a los individuos,
identificando tres tipos de sistemas:
a) Sistemas de enfermería totalmente compensatorios: la enfermera
suple al individuo.
b) Sistemas de enfermería parcialmente compensadores: el enfermo
como el personal de enfermería participan en el autocuidado.
c) Sistemas de enfermería de apoyo-educación: la enfermera actúa
ayudando a los individuos para que sean capaces de realizar las
actividades de autocuidado, pero que no podrían hacer sin esta ayuda.
El enfermo es capaz de aprender y tomar las decisiones necesarias
en lo referente al autocuidado, ya que no tiene limitaciones/
incapacidades.

81

ERRNVPHGLFRVRUJ
Fig. 3. Teoría del déficit de autocuidado.

Fig. 4. Fases de los autocuidados.

En los sistemas de enfermería, la enfermera pasa a ser agente de


autocuidado. La agencia de autocuidado (la enfermera), es la combina-
ción de conocimientos, habilidades, destrezas y motivación adquiridos a
través de la formación y la experiencia, que le posibilitan para proporcio-
nar cuidados de enfermería a los clientes.
La agencia de enfermería se ve influida por la edad, orientación
sociocultural, estado de desarrollo personal y profesional, estado de
salud, etc., o sea, los mismos factores básicos condicionantes que influ-
yen en los requisitos de autocuidado y la agencia de autocuidado del
enfermo.
Orem define el objetivo de la enfermería como: “ayudar al individuo
a llevar a cabo y mantener por sí mismo acciones de autocuidado para
conservar la salud y la vida, recuperarse de la enfermedad y/o afrontar

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las consecuencias de dicha enfermedad”. Además afirma que la enfer-
mera puede utilizar cinco métodos de ayuda: actuar compensando défi-
cit, guiar, enseñar, apoyar y proporcionar un entorno para el desarrollo..
El concepto de autocuidado refuerza la participación activa de las perso-
nas en el cuidado de su salud, como responsables de decisiones que con-
dicionan su situación, coincidiendo de lleno con la finalidad de la promo-
ción de la salud. Hace necesaria la individualización de los cuidados y la
implicación de los usuarios en el propio plan de cuidados, y otorga
protagonismo al sistema de preferencias del sujeto.
Por otro lado supone trabajar con aspectos relacionados con la moti-
vación y cambio de comportamiento, teniendo en cuenta aspectos
novedosos a la hora de atender a los individuos (percepción del proble-
ma, capacidad de autocuidado, barreras o factores que lo dificultan, re-
cursos para el autocuidado, etc.) y hacer de la educación para la salud la
herramienta principal de trabajo.
La enfermera actúa cuando el individuo, por cualquier razón, no puede
autocuidarse. Los métodos de asistencia de enfermería que D. 0rem pro-
pone, se basan en la relación de ayuda y/o suplencia de la enfermera
hacia el paciente, y son:
− Actuar en lugar de la persona, por ejemplo en el caso del enfermo

inconsciente.
− Ayudar u orientar a la persona ayudada, como por ejemplo en

el de las recomendaciones sanitarias a las mujeres embarazadas.


− Apoyar física y psicológicamente a la persona ayudada. Por

ejemplo, aplicar el tratamiento médico que se haya prescrito.


− Promover un entorno favorable al desarrollo personal, como

por ejemplo las medidas de higiene en las escuelas.


− Enseñar a la persona que se ayuda; por ejemplo, la educación a

un enfermo colostomizado en cuanto a la higiene que debe


realizar.

Concepto de persona. Concibe al ser humano como un organismo


biológico, racional y pensante. Como tal es afectado por el entorno y es
capaz de acciones predeterminadas que le afecten a él mismo, a otros y a
su entorno, condiciones que le hacen capaz de llevar a cabo su
autocuidado. Además es un todo complejo y unificado objeto de la natu-
raleza en el sentido de que está sometido a las fuerzas de la misma, lo que
le hace cambiante. Es una persona con capacidad para conocerse, con
facultad para utilizar las ideas, las palabras y los símbolos para pensar,
comunicar y guiar sus esfuerzos, capacidad de reflexionar sobre su pro-
pia experiencia y hechos colaterales, a fin de llevar a cabo acciones de
autocuidado y el cuidado dependiente.

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La persona se contempla como un agente, con la capacidad potencial
de satisfacer sus propias necesidades de autocuidado.
La agencia de autocuidado cambia de una persona a otra, y en la
misma persona, a lo largo de su ciclo vital, y los factores que la afectan se
denominan factores condicionantes básicos. Las personas ejercen su agen-
cia de autocuidado, o la agencia de cuidado dependiente, emprendiendo
acciones intencionadas para satisfacer sus propias necesidades de cuida-
dos, o las necesidades de las personas que dependen de ellos, en uno o
más de los tres grupos de requisitos de autocuidado: universales, del de-
sarrollo, o de desviación de la salud. La concepción que Orem hace de la
persona implica:
1. Que un individuo sano es capaz de cuidar de sí mismo y de las personas
que dependen de él, sabe cuando necesita ayuda, es capaz de buscar
información y comprenderla cuando se le proporciona y está dispuesto
a actuar de acuerdo con la misma.
2. Que es el individuo quien tiene la responsabilidad de adquirir la
información y las habilidades necesarias para manejar sus requisitos
de autocuidado o para buscar la ayuda y el consejo de otros.

Esto apunta hacia un individuo con habilidades de comunicación bien


desarrolladas, capacidad para la búsqueda y comprensión de la informa-
ción necesaria y competencia para tomar decisiones informadas.
Concepto de entorno. Este es un concepto menos desarrollado
que el de persona; no obstante, reconoce su importancia de dos formas:
1. Lo reconoce en forma de factores, elementos, o condiciones físicas
y psicosociales que originan requisitos de autocuidado.
2. Lo considera como de posible valor terapéutico, dándole el nombre
de “entorno favorecedor del desarrollo”, entendiendo como tal aquel
que emplea programas especializados, rutinas y estructuras físicas
para ayudar a las personas a fijar objetivos y a ajustar su conducta
para conseguirlos.

Concepto de salud. La salud es un estado que para la persona signi-


fica cosas diferentes en sus distintos componentes. Significa integridad
física, estructural y funcional; ausencia de defecto que implique deterioro
de la persona; desarrollo progresivo e integrado del ser humano como una
unidad individual, acercándose a niveles de integración cada vez más altos.
Dentro de este marco, la salud y la enfermedad son un continuo, y el
autocuidado es necesario para mantener o recuperar la salud.
El hombre trata de conseguir la salud utilizando sus facultades para
llevar a cabo acciones que le permitan integridad física, estructural y de
desarrollo.

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Concepto de enfermería. Es proporcionar a las personas y/o
grupos asistencia directa en su autocuidado, según sus requerimientos,
debido a las incapacidades que vienen dadas por sus situaciones perso-
nales.
Los cuidados de enfermería se definen como ayudar al individuo a
llevar a cabo y mantener, por si mismo, acciones de autocuidado para
conservar la salud y la vida, recuperarse de la enfermedad y afrontar las
consecuencias de esta.
Las enfermeras usan un proceso en tres pasos para proporcionar este
servicio:
1. Diagnosticar las demandas de autocuidado terapéutico.
2. Diseñar y planificar las acciones de autocuidado necesarias.
3. Producir y dirigir los sistemas de enfermería adecuados.

Los cuidados de enfermería se dirigen a satisfacer las demandas de


autocuidado terapéutico hasta que la agencia de autocuidado, o la agen-
cia de cuidado dependiente, sea la adecuada para satisfacer las demandas
o hasta que estas desaparezcan. Para lograrlo, las enfermeras disponen
de los tres tipos de sistemas de enfermería mencionados anteriormente

Fig. 5. Esquema del modelo de Orem de cuidados de enfermería.

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Principios racionales
de los cuidados de enfermería
en el modelo de Orem
El concepto de autocuidado pone de relieve el derecho de cada per-
sona de mantener un control individual sobre su propio patrón de vida.
Independientemente del handicap, se debe proporcionar a la persona
intimidad y debe tratársele con dignidad mientras lleva a cabo las activi-
dades de autocuidado.
El autocuidado no implica permitir a la persona que haga cosas por sí
misma según lo planifica la enfermera, sino animar, orientar y enseñar a
la persona para que haga sus propios planes en función de la vida diaria
óptima.
La movilidad es necesaria para satisfacer las necesidades de
autocuidado y para mantener una buena salud y autoestima.
La incapacidad para llevar a cabo el autocuidado de una forma autó-
noma produce sentimientos de dependencia y percepción negativa de sí
mismo.
Al aumentar la capacidad de autocuidado aumenta la autoestima.
La incapacidad para el autocuidado puede producir negación, enojo
y frustración. Emociones que han de reconocerse.
Durante un período limitado de tiempo es aceptable depender de los
otros para que proporcionen las necesidades fisiológicas y psicológicas
básicas.
La regresión en la capacidad para realizar el autocuidado puede ser
un mecanismo de defensa ante las situaciones amenazantes o peligrosas.
La meta que la enfermera se plantea utilizando el modelo de
autocuidado, está implícita en la descripción del modelo, persiguiendo el
asistir a las personas para que alcancen, al máximo, su nivel de
autocuidado.
Para llevar a cabo el modelo, se utiliza el proceso de enfermería, si-
guiendo todas las etapas y centradas en los conceptos ya definidos:
1. Valoración: de las demandas de autocuidado y de las incapacidades/
limitaciones de la persona para cubrir los requisitos demandados
(agencia de autocuidado).
2. Planificación: formulación de objetivos dirigidos al mantenimiento
y/o recuperación de los requisitos de autocuidado. Descripción de
acciones para lograr el objetivo.
3. Ejecución: establecimiento de métodos para suplir a la persona,
ayudarla o apoyarla con enseñanza y orientación.
4. Evaluación: valorar el cambio en la agencia de autocuidado, la
demanda de autocuidado y los requisitos de autocuidado.

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Escuela de la interacción
Hildegard E. Peplau. Relaciones interpersonales en enfermería. Na-
ció en 1909, en Pensilvania. Se graduó en 1931. En 1943 obtuvo el B,A,
en psicología interpersonal. En 1947 logró la titulación M, A, en enfer-
mería siquiátrica. Colaboró en el desarrollo del campo de la enfermería
psiquiátrica dado su perfil profesional y formativo.
Su fuente teórica la centró en la biología y en las ciencias conductuales,
y evolucionó en la teoría de las relaciones interpersonales.
Se apoya en los cuidados de la enfermería psicodinámica, para ello
hay que comprender la propia conducta para poder ayudar a los demás,
y así aplicar los principios de las relaciones humanas.
En su obra, Relaciones interpersonales en enfermería, ofrece una
definición de enfermería en la que destaca la importancia del enfermero
durante el “proceso interpersonal”, al que define como terapéutico, y en
la que resalta la influencia de su personalidad en el aprendizaje. Mientras
este reciba cuidados, la meta de la enfermería, por tanto, deberá de apuntar
hacia el desarrollo de la maduración personal de ambos.
Para Peplau, “La enfermería es un instrumento educativo, una fuerza de
maduración que apunta a promover en la personalidad el movimiento de
avance hacia una vida creativa, constructiva, productiva, personal y co-
munitaria”.
Esta autora ha descrito cuatros fases para conceptualizar el proceso
de interrelación personal: orientación, identificación, aprovechamiento
y resolución. Su obra produjo gran impacto, probablemente fue la pri-
mera que desarrolló un modelo teórico utilizando conocimientos extraí-
dos de las ciencias del comportamiento.
Permitió que las enfermeras ampliaran su campo de intervención,
definiendo el modelo, en el que el significado psicológico de los aconteci-
mientos, los sentimientos, y los comportamientos pudieran ser explota-
dos e incorporados a las intervenciones de la enfermería.
Definición de enfermería psicodinámica. Los cuidados en en-
fermería psicodinámica exigen ser capaz de comprender la propia con-
ducta para poder ayudar a otros a identificar las dificultades percibidas y
aplicar principios de relaciones humanas a los problemas que surgen a
todos los niveles de experiencia. La enfermería es un importante proceso
interpersonal y terapéutico. Funciona en términos de cooperación con
otros procesos humanos que hacen de la salud una posibilidad para los
individuos en las comunidades.
Definición de la Relación enfermera-paciente. Peplau descu-
bre cuatro fases de la relación enfermera-paciente:
1. Orientación: durante la fase de orientación, el individuo tiene una
necesidad percibida y busca asistencia profesional. La enfermera
ayuda al paciente a reconocer y entender su problema.

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2. Identificación: la enfermera facilita la exploración de los sentimientos
para ayudar al paciente a sobrellevar la enfermedad.
3. Aprovechamiento: el paciente intenta sacar e] mayor beneficio posible
de lo que se le ofrece a través de la relación.
4. Resolución: las antiguas metas se van dejando gradualmente de lado
a medida que se adoptan otras nuevas.

También describe varias funciones de la enfermería (concretamente


seis):
a) Función de persona recurso.
b) Función desconocida.
c) Función de liderazgo.
d) Función de enseñante (combina todas las funciones).
e) Función consejera.
f) Función de sustituta/o.

Concepto de persona. El hombre es un organismo que vive en un


equilibro inestable y que la vida es el proceso de luchar para conseguir
un equilibrio estable, es decir, un patrón fijo que nunca se alcanza, salvo
con la muerte.
Considera que la función de la personalidad del individuo es desarro-
llarse y crecer, mientras que la función de la enfermería es proporcionar
apoyo a su desarrollo y crecimiento cuando las necesidades del ser hu-
mano lo requieran.
La capacidad de la persona para desarrollarse está influenciada por
los procesos sociales: educación, religión, familia, comunidad, amigos,
etc., por lo que cada ser humano debe ser considerado en el contexto de
su cultura y de su entorno, dado que cada persona no solo tiene necesi-
dades fisiológicas, sino también psicológicas y sociales.
El concepto de salud. Palabra símbolo que implica el movimiento de
avance de la personalidad y otros procesos humanos hacia una vida
creativa, constructiva y productiva, tanto a nivel personal como de la
comunidad.
Para H. Peplau, la salud es un concepto, una cualidad dinámica, que
permite a la persona la experiencia potencial del bienestar físico y social
y que confiere a esa persona la oportunidad de vivir bien y en armonía
con los demás. Así pues las enfermeras deben pensar en la salud como en
una fuerza dinámica, algo en cambio constante.
Respecto a la enfermedad, cree que si esta es bien comprendida por
la enfermera, y si a su vez la enfermera está dotada de las habilidades
interpersonales necesarias para ayudar a la persona a comunicar sus sen-
timientos y pensamientos, identificando las carencias en su información

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y capacidades, existirá una mayor posibilidad de promover la salud y un
sentimiento general de bienestar.
El concepto de entorno. H. Peplau no describe de forma directa
el entorno, pero recomienda a las enfermeras considerar la cultura del
paciente, sobre todo cuando este se encuentra en el hospital y debe adap-
tarse a su rutina; también hace énfasis en que la enfermera trabaje de
forma colaborativa con el paciente y la familia, ya que juntos pueden
reconocer, clarificar y definir los problemas existentes.
Su omisión de la gran importancia de la influencia del medio ambien-
te, tal vez es debida a que se centra más en las tareas psicológicas “inter-
na de la persona” que en las interpersonales y medioambientales (Fig. 6).

Fig. 6. Esquema de las ideas sobre enfermería de Hildegard E. Peplau.

Imogene M. King. Teoría para el logro de objetivos. Se diplomó en


enfermería en 1945. Obtuvo el título de Bachelor of Science in Nursing
Education en 1948. Entre 1947 y 1958 trabajó como instructora en En-
fermería medicoquirúrgica.
Empezó a desarrollar su modelo conceptual en una época en la que la
enfermería estaba esforzándose por lograr su posición como ciencia des-
de su legitimización como profesión.
Presentó los fundamentos para su modelo en 1964, en el artículo
titulado “Teoría de Enfermería: problemas y expectativas”. En 1971,
la totalidad de su modelo conceptual fue publicado en su obra Hacia
una teoría para enfermería: conceptos generales del comportamiento

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ERRNVPHGLFRVRUJ
humano. En 1981, publicó Una teoría para enfermería: sistemas, con-
ceptos, procesos.
En el prefacio de su obra de 1971, King, afirma que está proponien-
do un modelo conceptual y no una teoría para la enfermería. Pero, en el
prefacio de su obra de 1981, indica que, derivada de su modelo concep-
tual, ha construido una teoría para enfermería. Describe su modelo como
“un modelo de sistemas abiertos” y su teoría como “logro de objetivos”.
Su modelo conceptual identifica tres conceptos básicos: sistemas per-
sonales, sistemas interpersonales y sistemas sociales; asimismo, identifi-
ca otros conceptos relevantes en relación con cada uno de los tipos de
sistemas.
El sistema personal es considerado como “unificado, un todo com-
plejo, que se percibe a sí mismo, piensa, desea, imagina, decide, identifi-
ca metas y selecciona medios para lograrlas”. Los conceptos relaciona-
dos con los sistemas personales fueron la percepción, el yo, el crecimien-
to y desarrollo, la autoimagen, el tiempo, el espacio y el aprendizaje.
Por lo que respecta a los sistemas interpersonales, King dice que cuan-
do un sistema personal se pone en contacto con otro forman un sistema
interpersonal. Por tanto los sistemas interpersonales están formados por
seres humanos que interactúan entre sí. Dos personas en interacción
forman una díada; tres una tríada, y cuatro o más forman un grupo, pe-
queño o grande; si el número de personas en interacción aumenta, tam-
bién lo hace la complejidad de las interacciones.
Los conceptos relevantes identificados para estos sistemas fueron la
interacción, la comunicación, la transacción, el rol, el estrés y el afronta-
miento.
En cuanto a los distintos sistemas identificados, los sistemas sociales,
King los considera como sistemas organizados de límites, roles sociales,
conductas y prácticas desarrolladas para mantener valores, y mecanis-
mos para regular las prácticas y las normas. Los sistemas sociales, tales
como el familiar, el religioso, el educativo, el laboral, el de amigos, etc.,
influyen en las personas a medida que crecen, se desarrollan y cambian
de niños a adultos.
Los conceptos relacionados con los sistemas sociales son: la organi-
zación, la autoridad, el poder, la posición y la toma de decisiones.
Estos tres sistemas dinámicos, personales, interpersonales y sociales,
se comportan como sistemas abiertos interactuando entre sí.
Respecto a la “teoría del logro de objetivos”, sostiene que las enfer-
meras y los pacientes son sistemas personales que interactúan en siste-
mas interpersonales.
En el proceso de interacción, las enfermeras y los pacientes compar-
ten información a través de la comunicación y hacen transacciones para
alcanzar sus metas.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Cuando los objetivos de las enfermeras y de los pacientes son incon-
gruentes, puede haber un conflicto y aumentar el estrés en ambos indivi-
duos y en la situación.
La teoría propuesta por King se deriva de cada estructura y describe
la naturaleza de las interacciones entre enfermeras y pacientes que lle-
van al logro de los objetivos.
Concepto de persona. Describe a las personas como seres socia-
les, conscientes, racionales, que reaccionan, perciben, tienen metas, es-
tán orientados hacia la acción y en el tiempo.
Desde estas creencias sobre el ser humano, ha derivado varias asun-
ciones, que son específicas en la interacción enfermera/usuario.
Las percepciones de la enfermera y el paciente influencian el proceso
de interacción.
Las metas, necesidades y valores de la enfermera y el cliente influencian
el proceso de interacción.
Los individuos tienen el derecho a saber lo que les sucede.
Los individuos tienen el derecho a participar en las decisiones que
influyen en su vida, su edad y los servicios de la comunidad.
Los profesionales de la salud tienen la responsabilidad de compartir
la información que ayuda a tomar decisiones informadas acerca del cui-
dado de la salud.
Los individuos tienen el derecho a aceptar o rechazar los cuidados de
la salud.
Los objetivos de los profesionales de la salud y de los enfermeros/
usuarios deben ser congruentes.
Los seres humanos tienen tres necesidades de salud fundamentales:
1. Información útil acerca de la salud cuando la necesitan y pueden
usarla.
2. Cuidados para prevenir la enfermedad.
3. Cuidados cuando no pueden ayudarse a sí mismos.

Concepto de entorno. El entorno no está específicamente defini-


do en su trabajo, pero puede deducirse que lo conceptualiza como todos
los sistemas sociales que influencian las interacciones enfermera/pacien-
te; estos constituirán el medio externo que configura la parte del mundo
que está en intercambio directo de energía e información con el sistema
personal.
Concepto de salud. Contempla la salud como un estado funcional
y la enfermedad como una interacción de esta.
La salud se define como experiencias dinámicas en la vida de un ser
humano, que indican continuos ajustes a tensiones en el medio interno y
externo, mediante el aprovechamiento óptimo de los recursos persona-
les, para lograr el máximo potencial en la vida diaria.

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La enfermedad se contempla como “una desviación de lo normal, es
decir, un desequilibrio en la estructura biológica, en su aspecto psicoló-
gico o en el conflicto en las relaciones sociales de una persona.
Concepto de enfermería. Define la enfermería como “un proceso de
acción, reacción, interacción y transacción en el cual la enfermera y el
paciente comparten información acerca de sus percepciones en la situa-
ción de enfermería”. El propósito de las enfermeras consiste en ayudar a
que los individuos conserven su salud para que puedan desempeñar sus
roles.
Las enfermeras están en condición de valorar qué sabe la persona
acerca de su salud, qué piensa de la misma, cómo se siente respecto a ella
y cómo actúa para mantenerla.
A través de la comunicación identifican las metas, los problemas e
intereses específicos; exploran los medios para alcanzar un objetivo y se
atienen a ellos, permitiendo siempre al paciente ser sujeto activo en su
cuidado.
King describe el logro de metas a partir del análisis de la interacción
en el modelo de sistemas. Su estructura del proceso de enfermería ha
sido aceptada en diferentes medios de la educación y la práctica (Fig. 7).

Fig. 7. Esquema del proceso de interacciones humanas que conduce a transacciones.

Escuela de objetivo
Sor Callista Roy: modelo de la adaptación. Roy nació en los Ángeles
en 1939, y se graduó en 1963. Desarrolló la teoría de la adaptación, ya
que en su experiencia en pediatría quedó impresionada por la capacidad
de adaptación de los niños.
Las bases teóricas que utilizó fueron:
1. Teoría de los sistemas.
2. Teoría evolucionista.

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Concepto de persona. Considera a la persona como un ser bio-
psico-social en relación constante con el entorno que considera cam-
biante. La persona se contempla como un sistema adaptativo, con
subsistema regulador y cognitivo. Es decir como un complejo sistema
biológico que trata de adaptarse a los cuatro aspectos de la vida:
1. La fisiología.
2. La autoimagen.
3. La del dominio del rol.
4. La de interdependencia.

La persona, según C. Roy, debe adaptarse a cuatro áreas o modos,


que son:
1. Las necesidades fisiológicas básicas: esto es, las referidas a la
circulación, temperatura corporal, oxígeno, líquidos orgánicos, sueño,
actividad, alimentación y eliminación.
2. La autoimagen: el yo del hombre debe responder también a los
cambios del entorno.
3. El dominio de un rol o papel: Cada persona cumple un papel distinto
en la sociedad, según su situación: madre, niño, padre, enfermo,
jubilado,… Este papel cambia en ocasiones, como puede ser el caso
de un hombre empleado que se jubila y debe adaptarse al nuevo papel
que tiene.
4. Interdependencia: la autoimagen y el dominio del papel social de
cada individuo interacciona con las personas de su entorno,
ejerciendo y recibiendo influencias. Esto crea relaciones de
interdependencia, que pueden ser modificadas por los cambios del
entorno.

Puesto que defiende que las personas tienen aspectos biológicos, psi-
cológicos y sociales que funcionan como subsistemas, su visión es holística
en un sentido aditivo; la suma de los subsistemas funciona como el siste-
ma humano.
Los subsistemas regulador y cognitivo son mecanismos que las per-
sonas usan para adaptarse a los estímulos o afrontarlos.
El subsistema regulador usa los medios químicos, neurales y
endocrinos. El subsistema cognitivo emplea procesos cognitivos y supe-
riores del tipo de procesamiento de la información, aprendizaje, juicio y
emoción.
La percepción une los subsistemas regulador y cognitivo. El impulso
del sistema regulador forma la base de la percepción, que es entonces
modificada por el sistema cognitivo; la percepción, así modificada, influ-
ye a la vez sobre la respuesta del sistema regulador.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Las personas se adaptan generando respuestas (resultados), que
retroalimentan el sistema, actuando a su vez como impulsos. Las res-
puestas o resultados de los subsistemas regulador y cognitivo es una con-
ducta de afrontamiento en uno de los cuatro modos adaptativos: necesi-
dades fisiológicas, autoimagen, desempeño del rol e interdependencia.
Concepto de entorno. El entorno en el modelo de Roy es de dos
tipos: interno y externo, y ambos son siempre cambiantes. Cada entorno
es una fuente de estímulos para el sistema adaptativo de la persona.
Identifica tres clases de estímulos:
1. Focales, que son aquellos de importancia inmediata.
2. Contextuales, que proporcionan la información previa relevante de
una situación.
3. Residuales, que son otros factores que pueden o no ser relevantes
en la situación actual, pero cuyos efectos no pueden conocerse.

La clasificación de los estímulos como focales, contextuales o


residuales, depende de la situación y de la propia percepción.
Concepto de salud. Respecto a la salud, la considera como un
proceso de adaptación en el mantenimiento de la integridad fisiológica,
psicológica y social. Roy contempla la salud, que abarca desde el punto
de máximo bienestar a la muerte, como la dimensión de la vida que inte-
rés a la disciplina enfermera.
Dentro de esta perspectiva, la preocupación máxima de las enferme-
ras es promover la adaptación en cada uno de los cuatro modos, conside-
rando como respuestas adaptativas las que promueven la supervivencia,
el crecimiento, la reproducción y el autodominio.
Concepto de la enfermería. De acuerdo con Roy la enfermería es
el sistema de conocimientos teóricos que prescriben un proceso de aná-
lisis y acción relacionados con los cuidados del individuo real o poten-
cialmente enfermo. Se requieren los cuidados enfermeros cuando un estrés
inusual, o un debilitamiento de los mecanismos de afrontamiento, provo-
can respuestas inefectivas que amenazan la adaptación.
De acuerdo con Roy, las enfermeras actúan para manipular los estí-
mulos aumentándolos, disminuyéndolos, modificándolos o mantenién-
dolos. Establece que las enfermeras, para cumplir su objetivo de promo-
ver la adaptación del individuo en las cuatro áreas enunciadas anterior-
mente, deben realizar dos tipos de acciones:
1. La valoración, cuyo fin es definir la situación del paciente en la salud-
enfermedad.
2. La intervención directa sobre el paciente, ayudándole a responder
adecuadamente.

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Para planificar los cuidados propone un proceso de solución de pro-
blemas de seis pasos:
1. Valorar la conducta del enfermo/usuario.
2. Valorar los factores influyentes.
3. Identificar los problemas.
4. Fijar los objetivos.
5. Seleccionar las intervenciones.
6. Evaluar los resultados.

Callista hace una diferenciación entre enfermería como ciencia y en-


fermería práctica, significando que la segunda se enfoca con el propósito
de ofrecer a los individuos un servicio que fomente positivamente su
salud.
Objetivo del modelo. Que el individuo llegue a un máximo nivel de
adaptación y evolución.
Roy comentó sus supuestos principales en Alberta (1984), en una
conferencia Internacional, y son:
1. Un sistema es un conjunto de elementos relacionados de tal modo
que forman un todo o la unidad.
2. Un sistema es un todo que funciona como tal en virtud de la
interdependencia de sus partes.
3. Los sistemas tienen entradas y salidas, también tienen procesos de
control y feed-back.
4. La entrada o imput, en su forma de criterio suele relacionarse con la
noción de información.
5. Los sistemas vivos son más complejos que los mecánicos, y tienen
unos elementos de feed-back que organizan su funcionamiento
general.

En resumen se puede decir que el modelo de Roy se centra en la


adaptación del hombre, y que los conceptos de persona, salud, enferme-
ría y entorno están relacionados en un todo global (Fig. 8).

Fig. 8. Esquema de
las ideas principa-
les de Callista Roy.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Martha Rogers. Ciencia de los seres humanos. Martha Rogers nació
en Dallas en 1914, se diplomó en enfermería en 1936.
Las bases teóricas que influyeron en su modelo fueron:
1. Teoría de los sistemas.
2. Teoría física: electrodinamismo.

M. Rogers propone un modelo altamente abstracto y para ello utiliza


conceptos que, corrientemente, no se aplican a las personas. La tesis
central de su modelo es que las personas y el entorno están integrados
(son inseparables), y que su interacción mutua produce el despliegue de
los procesos vitales o desarrollo de las personas.
El papel de las enfermeras consiste en apoyar estos procesos promo-
viendo la interacción armónica de la persona y el entorno y reforzando la
integridad de cada uno de ellos.
Concepto de persona. M. Rogers contempla a las personas como
campos de energía cuatridimensionales (las tres dimensiones del espacio
más el tiempo) y negentrópicas (moviéndose hacia niveles superiores de
orden u organización).
Como campos energéticos, las personas son un todo unificado
irreductible, más que –y distintas a- la suma de las partes que la forman:
“El hombre unitario y unidireccional” de Rogers. Por tanto, no pueden
conocerse a partir del conocimiento de sus partes, como algunos agrega-
dos de sistemas. Están continuamente creándose y desarrollándose, en el
continuo espacio-tiempo. El desarrollo se orienta hacia una creciente
complejidad y diversidad.
Dentro del modelo de Rogers, el campo humano se caracteriza o se
conoce por su patrón, que es único para cada individuo. El patrón emerge
de la interacción mutua y continua entre el ser humano y su entorno, y es
percibido como una onda que progresa en una dirección específica.
Para esta autora, el hombre es un todo unificado en constante rela-
ción con un entorno con el que intercambia continuamente materia y
energía, y que se diferencia de los otros seres vivos por su capacidad de
cambiar este entorno y de hacer elecciones que le permitan desarrollar
su potencial.
Rogers postuló, en 1983, cuatro bloques sobre los que desarrolló su
teoría:
1. Campo energético: se caracteriza por ser infinito, unificador, e
irreductible, y es la unidad fundamental tanto para la materia viva,
como para la inerte.
2. Universo de sistemas abiertos: dice que los campos energéticos son
abiertos e innumerables, y a la vez se integran unos en otros.
3. Patrones: son los encargados de identificar los campos de energía,
son las características distintivas de cada campo.

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4. Tetradimensionalidad: es un dominio no lineal y sin atributos
temporales o espaciales, se aboga porque toda realidad es así.

Su modelo teórico se apoyaba en el conjunto de suposiciones que


describen el proceso vital del hombre, el cual se caracteriza por:
1. Ser unitario.
2. Ser abierto.
3. Ser unidireccional.
4. Sus patrones y organización
5. Los sentimientos.
6. El pensamiento.

Concepto de entorno. El entorno, como la persona, es un campo


de energía cuatridimensional y negentrópico. Abarca todo lo que es ex-
terno a cualquier campo humano. También es irreductible y se percibe
como un todo.
Puesto que el entorno es todo aquello que no es la persona, es único
para cada individuo, siendo distinto para la enfermera que para enfermo/
usuario.
Las personas y sus entornos están integrados y no pueden separarse
unas de otros; por tanto, los límites entre ambos son imaginarios o artifi-
ciales. Dado que están integrados, los campos humanos y del entorno no
pueden comprenderse completamente el uno sin el otro.
Concepto de salud. Para M. Rogers, la salud es una expresión de
los procesos vitales, que emerge de la interacción mutua, simultánea, de
los campos humano y del entorno, es un estado de “armonía” o bienes-
tar. Así, el estado de salud puede no ser ideal, pero constituir el máximo
estado posible para una persona, por lo tanto el potencial de máxima
salud es variable.
Los conceptos de desarrollo y de salud son sinónimos parciales en
este modelo. Esta visión de la salud como desarrollo, que se centra en el
cambio y en el crecimiento, distingue a M. Rogers de otras teorizadoras.
Dado que considera términos, como “salud”, “bienestar”, o “enferme-
dad” como cargados de valores culturales y arbitrariamente definidos,
M. Rogers no se centra en ellos.
Concepto de enfermería. Define la disciplina enfermera como
una ciencia humanitaria y como un arte. Como ciencia sus objetivos son
“estudiar la naturaleza y dirección del desarrollo humano unitario inte-
gral y desarrollar los principios descriptivos, explicativos y predictivos
básicos para la práctica erudita de la enfermería”.
Como arte sus objetivos irán encaminados a “promover la interacción
sincrónica entre el hombre y el entorno, a reforzar la coherencia e inte-

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ERRNVPHGLFRVRUJ
gridad del campo humano, y a dirigir y redirigir el patrón de los campos
humanos y del entorno, para la realización del máximo potencial de sa-
lud”. Es decir sus objetivos se dirigen hacia el mantenimiento y promo-
ción de la salud, prevención de las enfermedades y rehabilitación de en-
fermos e incapacitados. Para ello se intervendrá sobre la totalidad del
hombre, grupo y entorno.
El objetivo del modelo: procurar y promover una interacción armó-
nica entre el hombre Y su entorno. Así, las enfermeras que sigan este
modelo deben fortalecer la conciencia e integridad de los seres humanos.
Los cuidados de enfermería se prestan a través de un proceso plani-
ficado que incluye la recogida de datos, el diagnóstico de enfermería, el
establecimiento de objetivos a corto y largo plazo y los cuidados de en-
fermería más indicados para alcanzarlos.
Para M. Rogers, la atención de enfermería debe presentarse allá don-
de existan individuos que presenten problemas reales o potenciales de
falta de armonía o irregularidad en su relación con el entorno.
En líneas generales, se admite que el modelo de enfermería de M.
Rogers es eminentemente filosófico e impulsa a las enfermeras a exten-
der su interés hacia todo lo que pueda afectar al paciente como ser hu-
mano.
El método utilizado por Rogers es sobre todo deductivo y lógico, y le
han influido claramente la teoría de los sistemas, la de la relatividad y la
teoría electrodinámica. Tiene unas ideas muy avanzadas, y dice que la
enfermería requiere una nueva perspectiva del mundo y sistema del pen-
samiento nuevo enfocado a lo que de verdad le preocupa a la enfermería
(el fenómeno enfermería) (Fig. 9).

Fig. 9. Esquema de
las ideas principales
del modelo de
enfermería de M.
Rogers.

98

ERRNVPHGLFRVRUJ
Modelos conceptuales y proceso de atención de enfermería
En ocasiones ha habido cierta confusión entre el modelo de enferme-
ría y el PAE, que es conveniente clarificar.
El modelo conceptual es el conocimiento usado para la práctica, mien-
tras que el PAE es el método usado para aplicar el modelo; el modelo es
el contenido; el PAE es la forma de usar ese contenido. Waths (1991)
identifica claramente esta diferencia cuando afirma que “un modelo nos
dice cómo deben ser los cuidados enfermeros; el proceso de enfermería
describe cómo deben organizarse.
La integración de un modelo conceptual de enfermería y del proceso
de enfermería constituye la base para la práctica profesional (Fig. 10).

Fig. 10. Diferencias entre modelo conceptual y proceso de atención de enfermería.

No puede funcionar el modelo conceptual sin el PAE. De hecho to-


das las investigadoras que han elaborado un modelo conceptual han dise-
ñado asimismo la metodología (el proceso de enfermería) para
operativizarlo.
Esta metodología, según las diferentes autoras, difiere en el núme-
ro de etapas del Proceso. Algunas identifican 4 Yura y Watsh, 1988,
Orem, 1991), tres o seis (Roy, 1990). No obstante, en esencia, todas
ellas coinciden en que debe haber una valoración de la situación que
permita identificar los problemas, debe realizarse una planificación de
los objetivos a alcanzar y de las actividades para lograrlos, debe ejecu-
tarse el plan establecido, y por último deben evaluarse los resultados.
Todas las etapas del proceso se verán influenciadas por las característi-
cas del modelo elegido.

99

ERRNVPHGLFRVRUJ
El método científico
de enfermería. Proceso
de atención de enfermería.
Comparación con otros métodos

Daisy Berdayes Martínez

Introducción

¿Qué es ciencia?
La ciencia es el resultado de la investigación y la aplicación del méto-
do científico; tiene relación con los valores que el hombre da a los distin-
tos aspectos de la vida. Esta relación entre ciencia y valores se establece
mediante las motivaciones e intereses humanos.
La ciencia ofrece un método para resolver problemas; también pro-
porciona métodos alternativos para describir, explicar y predecir fenó-
menos y las consecuencias de determinadas acciones.

¿Qué es teoría?
Una teoría establece principios generales que orientan la explicación
de uno o varios hechos específicos que se han observado en forma inde-
pendiente, y que están relacionados con un modelo conceptual.
Es el marco de referencia que contiene un conjunto de construccio-
nes hipotéticas, definiciones y proposiciones relacionadas entre sí, que
ofrece un punto de vista sistemático y coherente de los fenómenos de
estudio, que especifica las relaciones existentes entre variables con el
objeto de explicar y predecir dichos fenómenos.

¿Qué es el método científico?


El método científico es un procedimiento que se aplica al ciclo com-
pleto de la investigación en la búsqueda de soluciones a cada problema

100

ERRNVPHGLFRVRUJ
del conocimiento; es un proceso que exige sistematización del pensa-
miento, es la manera ordenada de desarrollar el pensamiento reflexivo y
la investigación.
La metodología científica universal, el llamado método científico, es
el método filosófico del conocimiento y transformación de la realidad, es
decir el materialismo dialéctico, el cumple las funciones de metodología
precisamente porque la lógica dialéctica es el reflejo subjetivo de las le-
yes objetivas universales del movimiento y desarrollo del mundo real.
La única diferencia que puede encontrarse entre el método científico
y los métodos de las ciencias particulares, no está en sus principios ni en
su concepción general, que son los mismos, sino en el grado de generali-
zación de las leyes sobre las que se estructura el método, en la extensión
de las leyes que descubre, así como en las características de las catego-
rías que corresponden a su objeto de estudio.
Esta lógica indica que no es posible concebir un profesional de la
ciencia que desconozca el significado de esencia y fenómeno; lo univer-
sal y general; lo particular y lo singular; causa y efecto; materia, movi-
miento, espacio, tiempo, por citar algunas.
Sin embargo, no puede esperarse que en la teoría general se estudien
las categorías de cada ciencia en particular. Los médicos, además de las
categorías generales, deben dominar las categorías particulares: enfer-
medad, salud, diagnóstico médico, medicamentos y otras. Los
epidemiólogos deben dominar las categorías particulares: control, erra-
dicación, cuarentena, epidemia, endemia y otras. Los Licenciados en
enfermería deben poseer un acertado conocimiento de las categorías
particulares: cuidado, entorno, persona, diagnóstico de enfermería, ne-
cesidades humanas y otras muchas.
Un acercamiento a la relación dialéctica de los métodos clínico,
epidemiológico y PAE en su vínculo con el método científico, es el pro-
pósito de este documento.

Desarrollo
La ciencia. “La ciencia es un estilo de pensamiento acción: precisa-
mente el más reciente, el más universal y el más provechoso de todos los
estilos. Como ante toda creación humana, tenemos que distinguir en la
ciencia, entre el trabajo de investigación y su producto final, el conoci-
miento” (Bunge. 1972).
Ciencia es el conocimiento racional, cierto o probable, obtenido me-
tódicamente, sistematizado y verificable.

101

ERRNVPHGLFRVRUJ
Es conveniente analizar este concepto. La ciencia tiene exigencia de
método, no se refiere a intuiciones o sensaciones sino a juicios y razona-
mientos; así como existen conocimientos directos también existen cono-
cimientos probables, que no han sido producidos al azar sino a través de
la aplicación de reglas lógicas y procedimientos técnicos conducentes a
la sistematización y ordenamiento de proposiciones o teorías.
Una forma de clasificar las ciencias:
1. Ciencia pura o formal (matemática, física, etc.).
2. Ciencia aplicada o fáctica (ciencias sociales).

En la ciencia, el método se manifiesta por medio de las formas de


investigación y disposición del material de estudio, mediante la solución
de tareas concretas de carácter teórico, práctico, cognoscitivo, pedagó-
gico y otras. La manera de solucionar las tareas asignadas se determina
en forma de reglas generales. En esencia, el método viene a ser una teo-
ría práctica dirigida a la propia actividad de investigación, o lo que es lo
mismo, la teoría verificada por la práctica y utilizada como principio
regulador del conocimiento.
Toda ciencia particular y aún sus ramas, representan una generaliza-
ción de la experiencia acumulada en determinado campo de la actividad
práctica. Como tal posee un cuerpo de conocimientos propios (concep-
tos, categorías, hipótesis, leyes, teorías), a su vez la ciencia posee méto-
dos que constituyen la forma de abordar el conocimiento de su objeto de
estudio y que garantizan la vía para alcanzar nuevos conocimientos. Los
conocimientos existentes sirven de base firme para la aplicación y el de-
sarrollo de un método; a su vez enriquecen constantemente la ciencia
con nuevos aportes.
El científico Pavel V. Kopkin en una acertada síntesis de las relacio-
nes entre el conocimiento, el método y los propósitos de la ciencia, ha
planteado que cualquier rama del conocimiento científico puede desa-
rrollarse fructíferamente, solo cuando esta transforma sus teorías, desde
el momento de su surgimiento, en método para lograr un nuevo conoci-
miento y cuando tenga lugar la transformación práctica de la realidad.
El método es por tanto el resultado teórico más dinámico de la cien-
cia, pues al garantizar la continuidad en la adquisición del conocimiento,
permite la acción del sujeto sobre el objeto, el que conocerá cada vez
mejor, con el fin de dominarlo y transformarlo en beneficio del hombre.

El método científico
Definiciones de método. En términos generales se considera que
el método es un procedimiento para tratar un problema o un conjunto de
problemas:

102

ERRNVPHGLFRVRUJ
“Proceder ordenado y sujeto a ciertos principios o normas para lle-
gar de una manera segura a un fin u objetivo que se ha determinado de
antemano”(Larroyo. 1987) y “camino a seguir mediante una serie de
operaciones y reglas prefijadas atas para alcanzar el resultado propues-
to. Procura establecer firmemente los procedimientos que deben seguir-
se, el orden de las observaciones, experimentaciones, experiencias y ra-
zonamientos y la esfera de los objetos a los cuales se aplica” (Ander Egg,
1998).
El método se forma históricamente como resultado de los descubri-
mientos, la creación de nuevas teorías y de toda la actividad práctica de
la investigación; tiene la función de dirigir la acción del hombre enca-
minada a un objetivo. El método es característico del pensamiento cien-
tífico y su contenido incluye no solo las acciones y las operaciones dirigi-
das al logro de un fin determinado, sino también la planificación y siste-
matización adecuada de estos.
El método es científico, o sea, resulta correcto, cuando refleja las
leyes objetivas del mundo, las particularidades de objeto de investiga-
ción, las leyes de su desarrollo y la esencia misma del objeto.
La dialéctica materialista estudia la naturaleza del ser y sus leyes,
para convertirlas en método de conocimientos ulterior y transformador
de la realidad.
Debido a sus características, la utilización del método dialécti-
co-materialista permite penetrar en la esencia de los fenómenos y deter-
minar las vías de su ulterior desarrollo.
La dialéctica, como lógica y teoría del conocimiento, realiza su fun-
ción metodológica en los diversos niveles del análisis del conocimiento.
Las leyes del método filosófico se manifiestan de una forma u otra en los
métodos particulares y procedimientos científicos que se utilizan para
investigar la esencia de los objetos y fenómenos.
El análisis dialéctico-materialista de todo objeto o fenómeno plantea
la necesidad de estudiarlo en el proceso de su desarrollo. Por ello, para
conocer en toda su magnitud las características y exigencias que en la
actualidad se plantea al PAE, como método de la profesión es necesario
estudiar, brevemente, algunas de las transformaciones que en el decursar
de la historia ha sufrido este método y cómo han repercutido en el des-
empeño de los profesionales de enfermería.
La filosofía materialista dialéctica demuestra que las fuentes del mé-
todo se encuentran en la realidad objetiva y en las leyes que rigen sus
procesos. Pero en la naturaleza no existen métodos, los métodos existen
en la mente, en la conciencia del hombre.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Relación entre ciencia, teoría
e investigación
La ciencia es el resultado de la aplicación de un proceso sistemático,
llamado método científico; sin embargo, en vista de que este proceso
plantea grandes etapas que no es posible abordar directamente, es nece-
sario recurrir a la investigación como instrumento que permite tornarlas
operacionales, formulando, probando e incorporando a la ciencia nue-
vos postulados teóricos. El conocimiento generado durante todo este
proceso no es permanente, sino que es dinámico y cambiante, y permite
su vez la retroalimentación constante del proceso.
Método científico “Procedimiento que se aplica al ciclo completo de
la investigación en la búsqueda de soluciones a cada problema del cono-
cimiento; es un proceso que exige sistematización del pensamiento; es la
manera ordenada de desarrollar el pensamiento reflexivo y la investiga-
ción” (Canales. 1990); «Forma organizada y sistemática de estudiar el
mundo para llegar al conocimiento de la realidad objetiva».
El método científico se encuentra en la base de la adquisición de todo
nuevo conocimiento y constituye la plataforma sobre la que descansa la
ciencia y su desarrollo.
Etapas:
1. Planteamiento del problema: se parte de la identificación de los
hechos o fenómenos que se desea conocer, determinando,
descubriendo y delimitando el problema a estudiar; se complementa
con la formulación del problema y que ha de estudiarse
concretamente. Las fases de esta etapa son:
a) Reconocimiento de los hechos.
b) Descubrimiento del problema.
c) Formulación del problema
2. Construcción de un modelo teórico: hay que enmarcar el problema
a estudiar y sus objetivos en un modelo teórico, para lo cual se necesita
hacer una revisión de los antecedentes, hallazgos y estudios realizados
sobre el problema, a fin de obtener un mayor conocimiento acerca
de este. De esos hechos conocidos y desconocidos se procede en una
etapa inicial a seleccionar los factores o hechos (fenómenos)
relacionados al problema y se formulan las relaciones entre ellos..
Formulación de la hipótesis. Las fases de esta etapa son:
a) Selección de los factores teóricos relativos al problema.
b) Formulación de hipótesis.
c) Elaboración del esquema de relaciones.
3. Verificación de la hipótesis: en el proceso de construcción del modelo
teórico se buscan las teorías y elementos que lo conformen, le den

104

ERRNVPHGLFRVRUJ
consistencia y conduzcan a deducir los juicios y razonamientos
pertinentes. Estas deducciones pueden ser racionales (ya probadas)
y empíricas (no verificadas). Esas deducciones hipotéticas son las
que van a servir de base para la prueba de la hipótesis. Durante el
proceso se debe especificar qué metodología se adoptará para
encontrar respuesta al problema. Se procede a la ejecución de la
prueba, que consiste en la recolección y selección de los datos
necesarios para encontrar respuesta al problema. Las fases de esta
etapa son:
a) Búsqueda de soportes racionales y empíricos.
b) Diseño de la prueba.
c) Ejecución de la prueba.
d) Inferencia de la conclusión.
4. Generación del nuevo conocimiento: con la aplicación del método
científico se pretende no solo estudiar y encontrarle respuesta al
problema, sino, además lograr que esa hipótesis o postulados teóricos
se incorporen a los conocimientos existentes sobre el área,
contribuyendo de esa manera a la generación cognoscitiva. Para ello
se requiere una comparación de las conclusiones con las respuestas
formuladas en el modelo teórico y la deducción de las consecuencias
particulares. Según los resultados de esas comparaciones se hacen
ajustes al modelo o esquema de relaciones, lo que permite postular
nuevas hipótesis para actividades posteriores, en las que a través del
método científico, sucesivamente, se siguen estudiando e investigando
problemas. Las fases de esta etapa son:
a) Comparación de las conclusiones con las predicciones.
b) Reajustes del modelo.
c) Sugerencias acerca del trabajo ulterior.

Otros autores proponen tres etapas del método científico, estas son:
1. Observación.
2. Hipótesis.
3. Verificación.

Aunque planteado en tres etapas, el camino del conocimiento es uno,


Lenin, en sus Cuadernos filosóficos lo sintetizó en una frase: “de la con-
templación viva al pensamiento abstracto, y de este a la práctica; tal es el
camino dialéctico del conocimiento de la verdad, del conocimiento de la
realidad objetiva”.
“Diferenciando entre el método general de la ciencia y los métodos
especiales de las ciencias particulares hemos aprendido lo siguiente: prime-
ro que el método científico es un modo de tratar problemas intelectuales,

105

ERRNVPHGLFRVRUJ
no cosas, ni instrumentos consecuentemente, puede utilizarse en todos
los campos del conocimiento. Segundo, que la naturaleza del objeto en
estudio dicta los posibles métodos especiales del tema o campo de la
investigación correspondiente: el objeto (sistema de problemas) y la téc-
nica van de la mano”. (Mario Bunge).

El método clínico
Para estudiar este método, se tomaron algunas ideas planteadas en
un documento del MINSAP, que con igual nombre aborda el método
clínico.
Con anterioridad se ha abordado el concepto de método, correspon-
de entonces acercase a la clínica; la clínica se refiere al estudio de los
enfermos, no al estudio de la enfermedad; el estudio de los enfermos ha
permitido hacer generalizaciones de carácter teórico, que hoy forman
parte del cuerpo de conocimientos de la semiología, la patología y la
clínica, sin embargo, la expresión clínica y evolutiva es diferente para
cada enfermo, aún teniendo la misma afección; se trata en cada caso de
un experimento nuevo de la naturaleza.
Al ser cada paciente una situación nueva, cada uno de ellos debe ser
investigado y el método de la ciencia es el que debe utilizarse. En este
caso el método científico aplicado es el método clínico.
Las etapas del método clínico son las mismas que las del método
clínico con peculiaridades específicas para el trabajo clínico del médico.
Etapas. El problema. En este caso es el trastorno o pérdida de la
salud, por la que el paciente acude al médico. Este problema o proble-
mas debe ser precisado con toda certeza porque de esto depende el éxito
del método clínico, si en este momento del método hay alguna impreci-
sión todo el resto de la ruta crítica del método estará desviado, desorien-
tado.
La búsqueda de información básica en el método clínico. Se refiere
específicamente al interrogatorio y al examen físico del enfermo, es de-
cir, a la historia clínica. Este procedimiento estará orientado y dirigido
por la experiencia previa y los conocimientos del clínico con respecto a
las hipótesis relativas del problema. Toda la información debe recogerse
en detalle en la historia clínica.
La hipótesis o conjetura. Es el o los diagnósticos presuntivos. Es im-
prescindible que este o estos diagnósticos sean bien definidos, se base en
la información recogida y tengan fundamento. Si la búsqueda de infor-
mación fue deficiente e inexacta, las hipótesis no tendrán posibilidad al-
guna de comprobarse, y todos los pasos siguientes no tendrán basamento
alguno.

106

ERRNVPHGLFRVRUJ
Someter a contrastación el diagnóstico presuntivo mediante el estu-
dio de la evolución del paciente y las pruebas de laboratorio,
imagenológicas, etc. Por demás, es oportuno destacar que la jerarquía o
importancia de la información no depende de la fuente. Un dato clínico
puede ser de importancia capital y un dato radiológico intrascendente, o
viceversa; por tanto se debe analizar el dato, independientemente de su
procedencia.
Diagnóstico de certeza. Finalmente se llegará al diagnóstico de certe-
za que permitirá indicar la terapéutica, o bien se descubrirán nuevos
problemas, lo que obligará a reanalizar toda la situación, plantear nuevas
hipótesis diagnósticas y nuevos programas de investigación.
El aprendizaje del método clínico; en estos tiempos para considerar
que una enseñanza se realiza científica, no puede hacerse exclusivamen-
te a partir de la impartición de la enseñanza a los estudiantes de los cono-
cimiento más novedosos de la ciencia y de la técnica médica; esta ense-
ñanza debe incluir, como elemento más importante, la apropiación por
parte de los alumnos del método científico como peculiaridad cultural de
la revolución científico técnica del presente.

El método epidemiológico
El método epidemiológico es el empleado para conocer las caracte-
rísticas y el desarrollo de las enfermedades y otros procesos afines, en
los colectivos humanos, con el fin de dominarlas y transformar favora-
blemente el estado de salud de la población.
La aplicación del método epidemiológico de forma consciente y sis-
temática, es relativamente reciente, en comparación con la medicina; en
la primera mitad del siglo XX, el empleo de este método se limitó casi
exclusivamente a las enfermedades transmisibles, sin embargo en las úl-
timas décadas se ha extendido a las enfermedades crónicas no transmisi-
bles y a otros procesos, que sin ser enfermedades constituyen problemas
relacionados con la salud y la vida, como son el suicidio y los accidentes.
Etapas del método epidemiológico:
I. La observación: consta de los aspectos siguientes:
1. Confirmación del diagnóstico de la enfermedad.
2. Diagnóstico clínico, sintomatología característica, si se trata de una
enfermedad conocida. Similitud de los casos, si es desconocida.
3. Diagnóstico mediante medios auxiliares.
4. Confección de la historia epidemiológica.
5. Confirmación de si se trata realmente de endemia o epidemia.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
6. Frecuencia de los casos. Incidencia y prevalencia.
7. Comprobación. Análisis de información sobre índice endémico,
notificación de la enfermedad, certificados de defunción, historias
clínica, etc.
8. Situación actual del problema.
9. Casos en el tiempo (años de evolución, variaciones en el mes, día,
año, etc.).
10. Casos en el espacio (diferencias entre zonas urbanas y rurales; focos,
dispersión, etc.).
11. Casos en las personas (en relación con edad, sexo; grupo étnicos;
tipo de trabajo; estado civil, etc.).
12. Características del medio ambiente.
13. Información demográfica del área.
14. Información climática.
15. Abastecimiento del agua.
16. Disposición de excretas y residuales líquidos.
17. Recolección y disposición de basuras.
18. Abastecimiento de alimentos.
19. Transporte.
20. Estado higiénico sanitario de viviendas, escuelas, centros de trabajo,
cines, etc.
21. Frecuencia de artrópodos y animales domésticos.
22. Ordenamiento y elaboración de la información disponible.
23. Confección de mapas del lugar.
24. Histograma de la enfermedad.
25. Tablas o gráficos de comparación.
II. La hipótesis: el análisis de la información anterior, el conocimiento
acumulado históricamente acerca de la enfermedad, la teoría de la
epidemiología y la experiencia de los investigadores, ofrecen elevadas
probabilidades de que surja alguna hipótesis. No existen reglas para
formular hipótesis en cada situación particular; la capacidad humana
para el razonamiento, el análisis y la síntesis, la comparación, la
abstracción, la concreción y la generalización conducirán a formular
las suposiciones, explicaciones probables o hipótesis, que se deben
validar, al menos en forma de conceptos, juicios y sus asociaciones.
III. La verificación: consiste en regresar a la práctica con esta idea e
interpretaciones de los hechos para contactarlas en la realidad. La
práctica permitirá comprobarlas o refutarlas, quizás indique la
necesidad de recomenzar o reconsiderar algunos aspectos.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
Proceso atención de enfermería
El método científico de enfermería se define como una serie de pasos
sucesivos e interdependientes que brinda el enfermero al hombre sano
para mantener su equilibrio con el medio ambiente y al enfermo para
restaurar su equilibrio acelerando el retorno al bienestar físico, psíquico
y social.
Otra definición plantea que consiste en una serie de pasos que da la
enfermera para planear y brindar cuidados de enfermería.
Etapas del proceso de atención de enfermería. Según la bibliografía
revisada no existe consenso internacional en cuanto a la clasificación de
las etapas del PAE, sin embargo las diferencias no son sustanciales; a
continuación se analiza la propuesta de una autora y revisas otras pro-
puestas.
Según Patricia Iyer, el PAE consta de 5 etapas que se mencionan y se
explican a continuación:
1. Valoración: la autora plantea que en esta etapa las actividades de la
enfermera se centran en la recogida de información sobre el paciente
y el sistema paciente - familia o la comunidad, con el fin de averiguar
las necesidades de salud, problemas de salud, preocupaciones y
respuestas humanas del paciente. Refiere además, que estos datos se
recogen mediante una sistemática frecuencia, que utiliza entrevistas,
protocolos de enfermería, examen físico, datos de laboratorio y otras
fuentes.
2. Diagnóstico: donde los datos recogidos en la valoración son analizados
e interpretados minuciosamente; con los diagnósticos de enfermería
se traza el plan de cuidados que se desarrolla y finalmente se evalúa;
desde luego los diagnósticos de enfermería ofrecen un método de
información útil sobre los problemas del paciente.
3. Planificación: en esta fase se desarrollan estrategias para prevenir,
minimizar o corregir los problemas identificados en el diagnóstico
de enfermería. Esta etapa consta de varios puntos:
a) Establecer un orden de prioridades para los problemas diagnosticados.
b) Plantea al paciente los objetivos para corregir, minimizar o prevenir
los problemas de salud del paciente.
c) Redactar los protocolos de enfermería que conducirán a alcanzar los
objetivos propuestos.
d)Se deberá hacer una relación ordenada de los diagnósticos de
enfermería, objetivos y acciones de enfermería dentro del plan de
cuidados.
4. Realización: que comprende la iniciación y ejecución de las
actuaciones necesarias para alcanzar los objetivos, esto supone

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informar el plan de cuidados a todos los que participan en él; sirve
como directriz el plan de cuidados.
5. Evaluación: donde se determina en que medida se han alcanzado los
objetivos; además la enfermera valora los progresos del paciente,
toma medidas correctoras si hace falta y revisa el plan de cuidados.

A diferencia de las etapas del PAE descrito por Patricia Iyer, el mo-
delo cubano consta solamente de 3 etapas y como puede comprobarse
integran los elementos descritos anteriormente
1. Valoración.
2. Intervención.
3. Evaluación.

Estas etapas permite describir el PAE de la manera siguiente: Se rea-


liza una valoración para conocer la situación actual de salud, enferme-
dad que presenta el paciente, con el objetivo de arribar a un diagnóstico
de enfermería que permita definir el grado de dependencia del individuo,
familia o comunidad, el nivel de atención de enfermería y las posibilida-
des de dicha atención.
Luego de realizar la valoración le corresponde a la intervención don-
de se efectúa la toma de decisiones al formular los objetivos y expectati-
vas del individuo, familia o comunidad, en la cual se determinan las ac-
ciones de enfermería, seleccionando las alternativas donde se utilizan
además los principios científicos con los distintos enfoques que dará la
atención de enfermería formulando el plan de acción.
Le corresponde finalmente a la etapa de la evaluación, esta se realiza
de acuerdo con las observaciones de enfermería y a los registros de las
respuestas del paciente, verificando si las acciones de enfermería logran
los objetivos y expectativas del paciente.
Si las acciones de enfermería responde a los objetivos, se mantiene el
plan de cuidados; si no se alcanzan los objetivos que fueron planeados se
decidirá una valoración, modificando el plan de cuidados, como meca-
nismos de retroalimentación.
Por tanto el propósito fundamental del PAE lleva implícito el confec-
cionar un plan de cuidados individuales al paciente que responde a mejo-
rar los problemas de salud.
Valoración. Primera etapa del PAE, Es la primera etapa del PAE en
que se utiliza un método continuo, cíclico, sistémico, ordenado y preciso
de reunir, comprobar, analizar e interpretar toda la información recopi-
lada acerca del estado de salud del paciente, de manera que permita for-
mular diagnósticos de enfermería y posteriormente establecer las priori-
dades para la atención a los pacientes.

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ERRNVPHGLFRVRUJ
La etapa de valoración consta de dos fases:
1. Recogida de datos.
2. Diagnóstico de enfermería.

Estas fases tienen gran importancia como punto de partida para las
siguientes etapas del Proceso de enfermería, ya que proporciona la infor-
mación necesaria para realizar cuidados de enfermería individualizados
y de calidad.
Fases y componentes. Recogida de datos. Es aquella información
que se obtiene de un paciente; que permite al profesional de enfermería
identifican problemas de salud.
Componentes:
a) Recopilación de datos: en este momento el enfermero recoge datos
de cuatro tipos:
- Datos subjetivos: son aquéllos que reflejan una visión personal
de los hechos o situaciones. Estos datos son los referidos por el
paciente y se recogen entre “comillas”. Por los que comprenden
las percepciones, sentimientos e ideas que de sí mismo y de su
proceso de salud-enfermedad tiene el paciente. Por ejemplo:
“no duermo bien”; “cada día estoy mejor”
- Datos objetivos: son los que se pueden medir y observar. Esta
información se obtiene generalmente a través de los sentidos
(la vista, el oído, el olfato y el tacto) durante el examen físico.
- Datos de antecedentes: corresponde a los datos de la historia
de la enfermedad.
- Datos actuales: es la información sobre la situación actual del
paciente
b) Documentación: se refiere este componente a la historia clínica del
paciente, donde se registrará toda la información recogida a través
de las diferentes fuentes de recopilación de datos.
La recopilación de datos tiene dos fuentes fundamentales:
• Primaria.
• Secundaria.

Fuentes primarias. La constituye el propio paciente, permite recopi-


lar datos subjetivos; aporta datos acerca de la percepción del paciente
sobre su estado de salud, sentimientos y problemas personales.
A través del paciente también se obtienen datos objetivos aportados
por el examen físico y la observación.
Fuentes secundarias. La constituye la familia del paciente o personas
que participan en su entorno más próximo; otros profesionales del equi-
po de salud; la historia clínica; los amigos; los compañeros de trabajo, etc.

111

ERRNVPHGLFRVRUJ
Esta fuente debe ser utilizada siempre; para ampliar la información o
compararla; pero resulta imprescindible cuando el paciente está incapa-
citado para participar activamente como fuente primaria de datos.
Una fuente secundaria de especial importancia es la historia clínica
del paciente, a través de la cual se obtiene información valiosa relaciona-
da con:
• Datos personales.
• Condiciones socioeconómicas.
• Antecedentes patológicos personales y familiares.
• Estado de salud actual.
• Diagnóstico médico.
• Tratamiento médico.
• Evolución del paciente.

Técnicas o métodos básicos para la recopilación de datos:


• La entrevista.
• La observación.
• El examen físico.

La observación. Para comenzar el estudio de este tema se debe revi-


sar ¿qué es la percepción? La percepción es un proceso cognoscitivo que
permite, percibir un objetivo integralmente, en la cual participa la expe-
riencia del hombre.
Por tanto, la observación es una percepción, prolongada, con un ob-
jetivo consciente que trata de reflejar los cambios que se operan en el
fenómeno, sus transformaciones y características.
En una observación de carácter profesional, el enfermero debe bus-
car los datos objetivos y percibir los datos subjetivos, así como conocer
los factores etiológicos. Después de tener toda esta información, un aná-
lisis de los datos llevará a identificar los problemas de salud y conocidos
estos es posible plantear hipótesis de diagnósticos de enfermería. Los
datos objetivos obtenidos a través de la observación pueden relacionarse
con los aspectos biológicos, afectivos, cognitivos, sociales, espirituales y
del entorno personal.
El profesional de enfermería al examinar a una persona usa los cinco
órganos de los sentidos además de su intuición, permitiéndole apreciar
los signos relevantes de un problema de cuidados de enfermería para
resolver a través de la actuación profesional. La observación, juega un
papel fundamental en el método científico de enfermería (PAE).
Enfoque comunicativo del proceso de atención de enfermería. La co-
municación es el elemento principal de la interacción entre los seres huma-
nos y permite a los individuos establecer, mantener y mejorar sus relaciones

112

ERRNVPHGLFRVRUJ
con los demás. La comunicación humana es un proceso complejo que
conlleva comportamientos y relaciones; es una serie dinámica e ininte-
rrumpida de acontecimientos en los que se producen y trasmiten signifi-
cados.
Por comunicación se entiende: un comportamiento verbal y no ver-
bal de un cierto contexto social que abarca el conjunto de símbolos y
explicaciones que utilizan los individuos para trasmitir y recibir signifi-
cados.
La importancia de este tema radica en que la comunicación es un
elemento esencial en la práctica de enfermería.
La comunicación es un arte activo y la enfermería es un proceso de
interacción social mediante el cual los profesionales de la especialidad
inducen una mejora en el estado de salud de los pacientes como resulta-
do de un diálogo terapéutico.

El examen físico
¿Por qué necesitan los profesionales de enfermería desarrollar com-
petencias para realizar el examen físico?
El examen físico es un método básico de recopilación de datos por-
que a través del mismo se puede comprobar las hipótesis que surgen de
la entrevista de evaluación, sirve para reforzar la investigación de los
problemas de enfermería, para aumentar la capacidad de los profesiona-
les de enfermería en la toma de decisiones y además para lograr que la
atención de enfermería abarque una mayor extensión de problemas de
cuidados del paciente.
Estas habilidades expanden la práctica de enfermería, en la medida
en que los profesionales las utilicen para formular sus juicios con mejor
razonamiento, por tanto, la destreza empleada en el examen físico tiene
un uso racional para las enfermeras siempre que se incorpore dentro del
contexto de la práctica de la enfermería.
El examen físico es parte integral en la evaluación sistemática de en-
fermería porque:
1. Proporciona una guía que asegura la consistencia en la recopilación
de datos.
2. Individualiza el cuidado de enfermería.
3. Aumenta la calidad y la cantidad de información que se puede obtener
del paciente en un período corto de tiempo.
4. Proporciona información básica sobre las capacidades funcionales
del paciente, la cual se puede utilizar más tarde para identificar
cambios en su estado de salud así como para evaluar la efectividad
de los cuidados.

113

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5. Permite establecer desde el principio una relación interpersonal en
el paciente.
6. Suministra bases para la toma de decisiones respecto a la orientación
del cuidado de enfermería.

Diagnósticos de enfermería
El diagnóstico de enfermería forma parte de la etapa de valoración
del PAE y constituye una herramienta básica para el desempeño de este
profesional.
La incorporación del diagnóstico de enfermería a la práctica diaria se
ha de realizar sistemáticamente, a través de la formación y capacitación
para lograr el establecimiento de una metodología, un lenguaje y una
estrategia para su puesta en práctica, utilizando el soporte documental
con que se cuenta en la historia clínica o familiar.
Trabajar con los diagnósticos de enfermería permite diferenciar la
actuación de los profesionales de la especialidad de la de otros profesio-
nales de la salud, delimitando los servicios de enfermería, reforzando su
identidad, autonomía y satisfacción profesional.
Definición y rasgos esenciales del diagnóstico de enfermería. De to-
dos es conocido que diversas situaciones en la vida relacionadas con una
profesión u otra constituyen un diagnóstico; porque diagnosticar es el
estudio cuidadoso y crítico de algo para determinar su naturaleza; iden-
tificar un problema y darle solución.
El propósito esencial del término diagnóstico de enfermería es dis-
criminar entre los problemas que requieren intervención de enfermería
prioritaria, las que son intervenciones dependientes o interdependientes
y aquéllos que son tratamientos protocolizados.
La Asociación Norteamericana de Diagnóstico de Enfermería
(NANDA) aprobó en 1990 la definición de Diagnóstico de Enfermería:
Es un juicio clínico sobre las respuestas del individuo, la familia o la
comunidad, frente a procesos vitales o problemas de salud reales o po-
tenciales. El diagnóstico de enfermería proporciona la base para la selec-
ción de las intervenciones de enfermería destinadas a objetivos de que los
profesionales de enfermería son responsables.
El análisis de algunos términos claves de esta definición aportará cla-
ridad para su comprensión.
Un diagnóstico de enfermería es un juicio clínico, esto significa que
no es una observación, sino una interpretación, análisis y predicción del
significado de una serie de observaciones; el centro del juicio diagnóstico
son las respuestas del individuo, familia o comunidad a problemas o si-
tuaciones de la vida, esas respuestas son comportamientos que pueden

114

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ser observados, afirmaciones verbales del significado que se le da a los
acontecimientos. Las respuestas son signos y síntomas y pueden ser fi-
siológicas, psicológicas o sociales; que casi nunca se presentan aislada-
mente, lo más frecuente es que las respuestas sean combinaciones
biopsicosociales y pueden ser reales o potenciales.
La expresión procesos vitales, que se utiliza en la definición de diag-
nóstico de enfermería, abarca las áreas de las relaciones familiares, el
manejo de salud y el desarrollo personal, familiar o de la comunidad; las
enfermeras también tratan con individuos, familia o comunidades que
buscan aumentar su bienestar, su respuesta efectiva para lograr un acto
nivel de salud.
El término problemas de salud se refiere a las condiciones que son la
base de las respuestas que se observan, la definición sugiere dos tipos de
problemas de salud que interesan a la enfermería, por una parte el pro-
blema de salud real que se refiere a una desviación de la salud que existe
y es objetiva; por otra parte se refiere a problemas de salud potencial y en
este caso abarca aquéllas situaciones de riesgo para la salud.
La definición también precisa que los diagnósticos de enfermería son
la base para las intervenciones de enfermería, refiriéndose en este caso a la
actuación profesional para la que están capacitados los enfermeros/ras
en su área de competencia y por las que los profesionales de enfermería
son responsables, asumiendo así las consecuencias de sus intervenciones.
El proceso diagnóstico. Formular diagnósticos de enfermería consti-
tuye un proceso que tiene implícito un grupo de acciones y dentro de
estas un grupo de operaciones específicas que implican un razonamiento
y un juicio. Las diversas operaciones cognitivas implicadas en la adquisi-
ción y uso de la información clínica; así como que esta información solo
se logra a través de la interacción enfermera-paciente. La calidad de esta
interacción afecta directamente la información que se obtiene y como
consecuencia qué diagnóstico se realiza.
El proceso diagnóstico es, en esencia, un camino para determinar un
problema de salud y para evaluar los factores relacionados que están
influyendo en ese problema.
El proceso diagnóstico es la parte del PAE que se ocupa de la valora-
ción del paciente (individuo, familia o comunidad) y del juicio diagnósti-
co, a partir del cual se precisan las intervenciones de enfermería.
En el sentido más amplio el proceso de diagnóstico incluye cuatro
fases o acciones: recolección de datos, interpretación de la información,
formulación de los diagnósticos y convalidación.
Segunda y tercera etapas del proceso de atención de enfermería. In-
tervención. La definición de intervención plantea: Es la segunda etapa del
PAE que consiste en planear y brindar cuidados de enfermería, una vez
formulados y priorizados los Diagnósticos de enfermería.

115

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Planificación. Se refiere a una serie de estrategias dirigidas a preve-
nir, reducir o corregir los problemas detectados en el diagnóstico de en-
fermería. Durante esta fase se elaboran los planes de cuidados y se pla-
nean los objetivos o resultados esperados. Estos últimos indican los lo-
gros que alcanzará el paciente gracias a la intervención de enfermería.
Esta fase es muy importante dentro del PAE, ya que de ella depende
la actuación profesional de calidad.
Evaluación. Retoma la primera etapa del método, la valoración de
las respuestas del paciente al plan de cuidados permitirá trazar nuevas
estrategias para el logro del bienestar y recuperación de la salud.
El PAE, método científico de la profesión, es un instrumento insusti-
tuible para el trabajo profesional del Licenciado en Enfermería, en tan-
to, dominar su esencia y particularidades fortalece la identidad profesio-
nal, las áreas de competencia de enfermería y constituye una garantía
para brindar una óptima atención al paciente.

Consideraciones finales
El análisis pormenorizado de las fases y componentes de cada una de
las etapas, permite establecer con claridad meridiana el vínculo y corres-
pondencia del PAE con el método científico, el PAE no incluye al méto-
do clínico y al epidemiológico, sino que utiliza técnicas y procedimientos
propios para realizar razonamientos clínicos o epidemiológicos. Los tres
métodos siguen el camino del conocimiento, aplicando los pasos del mé-
todo científico, cada uno de ellos distingue a una profesión particular,
esto los convierte en métodos particulares, pero no en exclusivos; los
tres son utilizados para dar solución a problemas de salud.
No obstante las diferencias, los tres métodos se emplean para aten-
der la salud del hombre, la familia y la comunidad; sus objetivos genera-
les son similares. Lo singular de cada método, lo hace específico para su
materia, aún cuando los tres se basan en los principios del método uni-
versal materialista dialéctico del conocimiento.

Bibliografía
Carpenito L. Diagnóstico de enfermería. Editorial Interamericana. España, 1998.
Gordon M. Diagnóstico enfermero. Proceso y aplicación. Ed. Mosby. Tercera edición,
España, 1996.
Iyer, Patricia. Proceso de enfermería y diagnóstico de enfermería. Editorial
Interamericana. España, 1998.
McCloskey, et al. Clasificación de intervenciones de enfermería (CIE). Editorial Sínte-
sis, España, 1999.

116

ERRNVPHGLFRVRUJ
Niveles de excelencia
en la enfermería profesional*

Jesús F. Encarnación

Encarnación JF. Niveles de Excelencia en la Enfermería Profesional.


Revista de Enfermería del Hospital Italiano 2005; 8 (24): 17-20.

Introducción
El concepto de excelencia profesional es tan elusivo como el tratar
de atrapar moléculas específicas de agua en un torrente. Son pocos los
miembros en el campo de la enfermería que se han atrevido seriamente a
tratar y mucho menos hacer investigación sobre este tópico. La escasez
en la literatura lo evidencia. Sin embargo, uno de los grandes intentos lo
hizo Patricia Benner (2001) y su intento se publicó con el título; “Desde
novicio a experto: excelencia y poder en la práctica clínica de la enferme-
ría”. (traducción del autor), Este trabajo de Benner sin mucha dilación,
se convirtió en una obra clásica en la literatura de la enfermería. Lo
sagaz en la obra de Benner fue el poder extrapolar hacia el campo de la
enfermería las ideas de otro trabajo investigativo hecho por otros auto-
res Dreyfus, H. y Dreyfus, S.( ) en poblaciones de pilotos y ajedrecistas.
Del trabajo de estos autores Benner utilizó el acercamiento para poder
detectar la habilidad en la adquisición de destrezas por un practicante de
enfermería en ambientes de cuidado crítico. Después de recopilar y ana-
lizar la data Benner ratifica las conclusiones del trabajo de Dreyfus y
Dreyfus diciendo que al tratar de lograr alcanzar el grado mayor de exce-
lencia profesional el mismo se obtiene atravesando un proceso que se
compone de cinco niveles o estadios:
1. Novicio.
2. Principiante avanzado.
3. Competente.

* Tomado de: Revista de Enfermería del Hospital Italiano.

117

ERRNVPHGLFRVRUJ
4. Maestría o peritaje proficiente.
5. Experto.

En cada uno de estos estadios el practicante va adquiriendo conoci-


miento y destreza a través de la situación fenomenológica o gestalt; esto
es, por el solo hecho de estar presente en la situación (Pyles y Noerager,
1983).

Los cinco estadios o niveles


Para una mejor comprensión de este tópico y al presentar aquí los
cinco estadios o niveles hacia la excelencia el autor le sugiere al lector
que intente evocar situaciones de su carrera profesional desde su inicio
en ella hasta el presente. Tal vez así y pensando en forma retrospectiva el
lector pueda ubicarse y reconocer el nivel o estadio de excelencia profe-
sional en que se encuentra.
Primer nivel. El estadio de novicio; por su descripción, en el mode-
lo de Dreyfus H.y Dreyfus S. es aquel donde el practicante no tiene el
trasfondo cognoscitivo para entender la situación y por lo tanto las re-
glas-libres al contexto ni los atributos le son requeridos para ejecutar en
forma segura. En este estadio se puede pensar en aquel estudiante de
enfermería que experimenta por primera vez en el área clínica la situa-
ción de un código o paro cardíaco. Otro ejemplo podría ser el de un
practicante ya con cierta experiencia que comienza en un nuevo sitio de
empleo.
Segundo nivel. En el estadio del principiante avanzado, el practi-
cante puede demostrar de una manera marginalmente aceptable, el po-
der ejecutar por el hecho de haber estado en situaciones similares y que
puede salir airoso; tal vez algo agitado o confuso. Este es el practicante
que un mentor percibe como una persona que posee los componentes
que son propios en una situación particular.
Muchos son los supervisores, maestros, gerentes o investigadores en la
enfermería que pudiendo percibir las cualidades de un practicante en este
nivel, de inmediato quisieran poseerle, ya que con un buen mentor podría
convertirse en un practicante formidable. Por un lado, el principiante avan-
zado bien motivado, puede moldearse mejor que cualquier otro. Por otro
lado muchos son los practicantes en el nivel avanzado que han podido
cambiarle la forma de pensar o hacer a un supervisor, maestro, mentor…,
ya que este practicante posee el gestalt que las nuevas situaciones exigen.
Cabe aquí el definir el término gestalt como el conjunto de elementos
i e. pensamientos y experiencias que se concentran en un todo (la persona)
y que son considerados como más del total de la suma de sus partes. Resu-

118

ERRNVPHGLFRVRUJ
miéndolo así, todo lo que trae la persona a la situación y que es de bene-
ficio a la problemática o a la toma de decisiones.
Tercer nivel. En el estadio de competente, el individuo deliberada-
mente planifica de forma consciente, cosa que denota seguridad. En eso
que el planifica incluye los atributos visible y los que son un tanto
predecibles en una situación y los cuales se consideran importantes y que
podrían ser ignorados.
Es de admirar a quien puede hacer un plan de cuidado de enfermería
efectivo, en síntesis y al detalle. También es de admirar el trabajo de un
estudiante de enfermería donde se puede apreciar la aplicación de la teo-
ría aprendida en el salón de clases o en la literatura con las actividades
que ejecuta en el área clínica. Más es de admirar a aquel gerente de ser-
vicios de enfermería que al planificar, puede solucionar problemas antes
de que se susciten. Aún más, es de admirar a aquel investigador en enfer-
mería que puede con humildad presentar los hallazgos de su investiga-
ción sin sentirse amargado o resentido por la crítica a su trabajo; tal
comportamiento es esperado de un investigador competente.
Cuarto nivel. El estadio de maestría o peritaje es ese donde el prac-
ticante experimenta en forma súbita el deja vu en la nueva situación al
asociarlas con otras parecidas y ya vividas. Ante sus ojos, ese deja vu
inunda su pensamiento con todas las variables que componen el todo de
la situación. En su mente, todas esas variables se comportan con un efec-
to saltatorio el cual más tarde el practicante las ubica por prioridad. El
practicante en este nivel de maestría o peritaje proficiente, ya posee el
equipaje intelectual y las destrezas para actuar sin titubear en forma lógi-
ca, segura y eficiente. Como ejemplo, he aquí una situación simple de
dos practicantes de enfermería que llegan a la misma hora y al mismo
lugar donde trabajan. Poco antes de llegar, perciben el olor peculiar que
procede de la defecación de un paciente con sangrado de varices
esofágicas. Uno piensa si la toma frecuente de signos vitales se ha llevado
a cabo y el otro piensa si habrá suficiente sangre disponible para ése
paciente. Otra situación donde se puede percibir el nivel de maestría y
peritaje es en una donde el maestro de enfermería asume que el estudian-
te piensa en forma irracional. Mientras otro se pregunta por que el estu-
diante piensa de esa forma.
Muchos podrían ser los ejemplos que del practicante en el nivel de
maestría o peritaje pudiesen darse tanto en los campos de la educación,
de la práctica, de la gerencia o de la investigación de la profesión de
enfermería. Sobre muchos otros el lector podría pensar.
Quinto nivel. El quinto nivel es el estadio de experto. Ya en este
plano, el practicante ha logrado el refinamiento clínico tanto teórico como
práctico para su uso en situaciones clínicas parecidas. El practicante ex-

119

ERRNVPHGLFRVRUJ
perto, mentalmente compara situaciones clínicas anteriores con la pre-
sente y busca en su mente las similitudes y las diferencias que pueda
haber. El experto posee el alcance y la profundidad para la aplicación
práctica la cual está basada en el gestalt de casos vividos. Dice Benner
(2001) que “el experto es un híbrido del conocimiento práctico y teó-
rico”.
Ya se dijo, la excelencia es el dominio intelectual y físico de una acti-
vidad que una mayoría no puede o no intenta lograr. Pero para el practi-
cante de la enfermería profesional que desee intentarlo, tiene que vivir
su profesión de una manera apasionada. Esta pasión se vive a la luz del
código de ética profesional y con el deseo y el esfuerzo de desarrollar
una personalidad académica. El practicante experto demuestra su exce-
lencia porque lee, investiga y publica. La lectura aumenta su caudal inte-
lectual; la práctica refina sus intervenciones; la investigación le ha de
producir nuevos conocimientos y con publicar, contribuye al acervo lite-
rario de la profesión.
Dentro de la población universal de miembros de la profesión de la
enfermería hay aquellos que no pueden y otros que no quieren atravesar
el difícil y agotador proceso que conduce hacia la excelencia. Pero para
esos que deseen lograr su más alto nivel de excelencia vale el consejo de
conseguirse un buen mentor (Flaherty. 1999). El mentor puede ayudarle
en el compartir de experiencias, logros y frustraciones. Ese mentor debe
tener las cualidades de un académico.
De estos hay muchos que con su comportamiento afirmativo, los en-
cuentra en los silenciosos nichos donde se albergan los líderes.

Referencias bibliográficas
Benner P. From novice to expert: excellence and power in clinical nursing practice. NJ:
Prentice Hall; 2001.
Benner P. Using the dreyfus model of skill acquisition to describe and interpret skill
acquisition and clinical judgment in nursing practice and education. The bulletin of
Science, Technology and Society. 2002.
Dreyfus HL. A phenomenology of skill cquisition as the basis for Merleau-Pontian Non-
representationalist Cognite Science. CA: University of California: Berkley; 2002.
http://socrates.berkley.edu-Pofessor Hubert Dreyfus.
Flaherty J. Coaching. Evoking excellence. Boston: Butterworth-Heineman; 1999.
Henderson V. Excellence in nursing. American Journal of Nursing 1969; 69 (9):
2133-37.
Hodgman EC. Excellence in nursing in the best of image-1983. Sigma Theta Tau
International: Indianopolis 1979; p. 48-51.

120

ERRNVPHGLFRVRUJ
Background sobre algunas
de las teóricas en enfermería

Aliel García González


María Yaquelín Expósito Concepción
Fidel Ramos Martínez

Florence Nightingale (1820-1910). Conocida como la matriarca de


la enfermería, pues entre sus más importantes aportes se encuentra el
haber creado el primer modelo conceptual en la profesión. Enfermera
inglesa que nace en Florencia el 12 de mayo de 1820 y muere en Londres
en 1910. Realizó prácticas en los hospitales de Londres, Edimburgo y
Kaiserswerth (Alemania), y en 1853 trabajó en el Hospital for Invalid
Gentlewomen de Londres. En 1854 ofreció sus servicios en la guerra de
Crimea y con un grupo de enfermeras voluntarias se presentó en los
campos de batalla, siendo la primera vez que se permitía la entrada de
personal femenino en el ejército británico. Su brillante labor consiguió
bajar la mortalidad en los hospitales militares y contribuyó a corregir los
problemas del saneamiento (condiciones higiénicas en general). En 1856
enfermó de cólera y tuvo que regresar a Londres, donde fundó una es-
cuela de enfermeras, y allí recibió el apelativo de la creadora de la enfer-
mería moderna. Está considerada como la fundadora de las escuelas de
enfermeras profesionales. Fue la primera mujer en recibir la British Order
of Merit (1907).
Florence Nightingale realizó prácticas en los hospitales de Londres,
Edimburgo y Kaiserswerth (Alemania).
Tipos de enfermería de acuerdo al modelo (salud o enfermedad) se-
gún Nightingale:
1. De la salud: la enfermería cumple funciones independientes.
2. De la enfermedad: la enfermería cumple función dependiente total o
parcialmente.

Nightingale consideraba a la enfermería como una vocación religio-


sa; ella planteaba que su misión era la de ayudar a vivir al paciente que
sufría una enfermedad, de manera tal que pudiese mantener el organis-
mo del niño sano o del adulto en un estado tal que no padezca enferme-

121

ERRNVPHGLFRVRUJ
dad. Los principales méritos de Nightingale fueron la educación, la expe-
riencia y la observación. Por otra parte consideraba a la enfermedad como
el camino que utiliza la naturaleza para desembarazarse de los efectos o
condiciones que han interferido en la salud; su definición de salud era no
solamente estar bien, sino que la persona tenía que ser capaz de usar
bien toda la energía que poseía. Para Nightingale la misión de la enferme-
ría era ayudar a vivir al paciente que sufriera de una enfermedad mante-
niendo su organismo en un estado tal que no pudiese padecer de enfer-
medad alguna.
Dorotea Orem. Nació en Baltimore. Desde pequeña tuvo una formación
religiosa, se educó con las Hijas de la Caridad de S. Vicente de Paúl.
Se graduó en 1930. La teoría que ella propone se encuentra dentro
de las fundamentadas (Grounded Theory) pues es el resultado de su
interacción con las enfermeras con quien trabajo así como de las
experiencias de estas lo cual formó parte de los basamentos teóricos
de su trabajo. La teoría de Orem está a su vez integrada por otras
tres teorías interrelacionadas, ellas son: teoría del autocuidado, teoría
del déficit de autocuidado, y la teoría de los sistemas de enfermería.
1. Teoría del autocuidado: de acuerdo con Orem (acotar) el autocuidado
en los individuos está dirigido a la búsqueda soluciones en beneficio
de su salud o bienestar. Esta actividad se lleva a cabo ante situaciones
concretas de la vida donde las soluciones van a estar dirigidas hacia
el propio individuo, hacia los otros y hacia el entorno. Para Orem
existían tres requisitos de autocuidado:
a) Requisitos de autocuidado universal: son comunes a todos los
individuos e incluyen la conservación del aire, agua, eliminación,
actividad y descanso, soledad e interacción social, prevención de
riesgos e interacción de la actividad humana.
b) Requisitos de autocuidado del desarrollo: promover las condiciones
necesarias para la vida y la maduración, prevenir la aparición de
condiciones adversas o mitigar sus efectos en las diferentes etapas de
la vida.
c) Requisitos de autocuidado de desviación de la salud: surgen o están
vinculados a los estados de salud.
2. Teoría del déficit de autocuidado: donde se plantea que aquellos
individuos que por alguna razón presentan limitaciones en su salud
no pueden asumir el autocuidado o el cuidado dependiente; por esta
razón Orem determina cuándo y por qué se necesita de la intervención
de la enfermera.
3. Teoría de los sistemas de enfermería:
a) Sistemas de enfermería totalmente compensadores: el personal de
enfermería le brinda todos los cuidados al individuo.

122

ERRNVPHGLFRVRUJ
b) Sistemas de enfermería parcialmente compensadores: el personal de
enfermería proporciona algunos autocuidados.
c) Sistemas de enfermería de apoyo-educación: el personal de enfermería
actúa ayudando a los individuos para que sean capaces de realizar las
actividades de autocuidado que sin esta ayuda no podrían llevar a
cabo.

Orem afirma que la enfermera puede utilizar cinco métodos de ayu-


da: actuar compensando déficit, guiar, enseñar, apoyar y proporcionar
un entorno para el desarrollo. En todas y cada una de estas actividades,
el personal de enfermería tiene que tener en cuenta la individualidad del
paciente y debe darle participación al mismo en la toma de decisiones
con respecto a su enfermedad.
Virginia Henderson. Nació en 1897 en Kansas (Missouri) y se gra-
duó en 1921 especializándose como enfermera docente. En su teoría
incorpora principios fisiológicos y psicopatológicos a su concepto de
enfermería. Para ella el papel del personal de enfermería era ayudar al
individuo sano o enfermo en aquellas actividades que contribuyeran a la
recuperación de su salud o que permitieran al paciente tener una muerte
digna. Henderson, en su teoría hace referencia a la independencia que
tiene el paciente en cuanto a la toma de decisiones respecto a su salud.
Además, ella identifica 14 necesidades básicas humanas sobre las cuales
el enfermero debe realizar sus cuidados básicos, y son las siguientes:

Cuadro 1. Necesidades humanas básicas según Henderson

Respirar con normalidad


Comer y beber adecuadamente
Eliminar los desechos del organismo
Movimiento y mantenimiento de una postura adecuada Fisiológicas
Descansar y dormir
Seleccionar vestimenta adecuada.
Mantener la temperatura corporal
Mantener la higiene corporal Seguridad
Evitar los peligros del entorno
Comunicarse con otros, expresar emociones,
necesidades, miedos u opiniones Estima
Ejercer culto a Dios, acorde con la religión Pertinencia
Trabajar de forma que permita sentirse realizado
Participar en todas las formas de recreación y ocio
Estudiar, descubrir o satisfacer la curiosidad que Auto-actualización
conduce a un desarrollo normal de la salud

123

ERRNVPHGLFRVRUJ
Normalmente estas necesidades se satisfacen por la persona cuando
esta cuenta con el conocimiento, la fuerza y la voluntad para satisfacer-
las (independiente); cuando esto no sucede así, y la persona no cuenta
con estas características, o falla alguna de ellas, surgen entonces los pro-
blemas de salud (independiente). Según este principio, las necesidades
básicas no varían entre los seres humanos y existen independientemente
de la situación en que se encuentre cada individuo. Sin embargo, dichas
necesidades se modifican en razón de dos tipos de factores:
1. Permanentes: edad, nivel de inteligencia, medio social o cultural y
capacidad física.
2. Variables: estados patológicos:
a) Falta aguda de oxígeno.
b) Conmoción (inclusive el colapso y las hemorragias).
c) Estados de inconsciencia (desmayos, coma y delirios).
d) Exposición al frío o calor que produzcan temperaturas del cuerpo
marcadamente anormales.
e) Estados febriles agudos debidos a toda causa.
f) Una lesión local, herida o infección, o bien ambas.
g) Una enfermedad transmisible.
h) Estado preoperatorio.
i) Estado posoperatorio
j) Inmovilización por enfermedad o prescrita como tratamiento.
k) Dolores persistentes o que no admitan tratamiento.

Callista Roy. Nació en los Ángeles en 1939 y se graduó en 1963;


debido a su experiencia en la Pediatría comprobó la gran capacidad de
adaptación que tienen los niños. Las bases teóricas que utilizó para la
construcción de su modelo fueron la teoría de los sistemas y la teoría
evolucionista. Entre los objetivos que ella persigue con su modelo se
encuentra el de que el individuo llegue a un máximo nivel de adaptación
y evolución. Roy comentó sus supuestos principales en Alberta (1984),
en una conferencia Internacional, y son:
1. Un sistema es un conjunto de elementos relacionados de tal modo
que forman un todo o la unidad.
2. Un sistema es un todo que funciona como tal en virtud de la
interdependencia de sus partes.
3. Los sistemas tienen entradas y salidas, también tienen procesos de
control y feedback (retroalimentación).
4. La entrada o imput, en su forma de criterio suele relacionarse con la
noción de información.
5. Los sistemas vivos son más complejos que los mecánicos, y tienen
unos elementos de feedback que organizan su funcionamiento general.

124

ERRNVPHGLFRVRUJ
En resumen se puede afirmar que el modelo de Roy se centra en la
adaptación del hombre, y que los conceptos de persona, salud, enferme-
ría y entorno están relacionados en un todo global.
Martha Rogers. Nació en Dallas en 1914, se diplomó en enfermería
en 1936. Las bases teóricas que influyeron en su modelo fueron la teoría
de los sistemas y el electrodinamismo (teoría de la física) lo que lo hace
un modelo deductivo y lógico. La función de la enfermería la define como
ciencia humanitaria y arte y plantea que las actividades que esta lleva a
cabo deben ir encaminadas hacia el mantenimiento y promoción de la
salud, prevención de las enfermedades y rehabilitación de enfermos e
incapacitados. Para ello se intervendrá sobre la totalidad del hombre,
grupo y entorno.
El objetivo que persigue Orem con su modelo es el de procurar y
promover una interacción armónica entre el hombre y su entorno. Su
modelo teórico se apoyaba en el conjunto de suposiciones que describen
el proceso vital del hombre, el cual se caracteriza por:
1. Ser unitario.
2. Ser abierto.
3. Ser unidireccional.
4. Sus patrones y organización
5. Los sentimientos.
6. El pensamiento.

Rogers ve al hombre en constante relación con su entorno y lo que lo


diferencia de los demás seres vivos es su capacidad de cambiarlo y hacer
elecciones que le permitan desarrollar su potencial. En 1983, esta teóri-
ca postula los cuatro bloques sobre los cuales desarrolló su trabajo, estos
son:
a) Campo energético: se caracteriza por ser infinito, unificador, e
irreductible, y es la unidad fundamental tanto para la materia viva,
como para la inerte.
b) Universo de sistemas abiertos: dice que los campos energéticos son
abiertos e innumerables, y a la vez se integran unos en otros.
c) Patrones: son los encargados de identificar los campos de energía,
son las características distintivas de cada campo.
d) Tetradimensionalidad: es un dominio no lineal y sin atributos
temporales o espaciales, se aboga porque toda realidad es así.

Para M. Rogers, la atención de enfermería debe presentarse allá don-


de existan individuos que presenten problemas reales o potenciales de
falta de armonía o irregularidad en su relación con el entorno. Esto se
debe realizar a través de un proceso planificado que incluye la recogida

125

ERRNVPHGLFRVRUJ
de datos, el diagnóstico de enfermería, el establecimiento de objetivos a
corto y largo plazo y los cuidados de enfermería más adecuados para
alcanzarlos. En sentido general, el modelo de enfermería de M. Rogers
es eminentemente filosófico, capaz de impulsar al personal de enferme-
ría a extender su interés hacia todo lo que pueda afectar al paciente (vi-
sión holística de la enfermería) como ser humano.

Referencias bibliográficas
Castrillón AMC. Enfermería y sociedad. V Conferencia Latinoamericana y I Iberoame-
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paña: Lebosend SRL.; 1995.

126

ERRNVPHGLFRVRUJ
Análisis valorativo sobre
la aplicabilidad de la teoría
de Orlando a la práctica cubana

Aliel García González

Breve reseña histórica sobre


el surgimiento teórico en la profesión
“La enfermería ha venido practicándose como profesión desde hace
más de un siglo y el desarrollo de las teorías en este campo ha experimen-
tado una rápida evolución en las últimas cuatro décadas para ser recono-
cida finalmente como una disciplina académica con un cuerpo doctrinal
propio”. 1 Todo esto ha permitido a la enfermería contar con un cuerpo
de conocimiento único, un método que rige la actuación de sus profesio-
nales, así como una serie de leyes, principios y categorías capaces de
regular sus conductas. Todo esto, unido a criterios de racionalidad, obje-
tividad, predicción, control, descripción y entendimientos, son elemen-
tos que hacen de esta profesión una ciencia.
Desde mediados del siglo XIX, Florence Nightingale expresa su fir-
me convicción de que el conocimiento de la enfermería difería del de las
otras ciencias de la salud. Nightingale, en su concepción sobre qué era
una enfermera, describe sus características distintivas dentro del equipo
de salud, al tener funciones propias (por ejemplo: la función de colocar
al paciente en las mejores condiciones de manera que la naturaleza ac-
tuara sobre él). Entre las principales y más avanzadas aportaciones rea-
lizadas en su época por Florence Nightingale está la de plantear que esta
profesión se basaba en el conocimiento de las personas y su entorno.
Esta concepción nightingeleana difería del pensamiento inicial llevado a
cabo por los médicos. Resulta necesario señalar que a pesar de esta pro-
fesión contar con pensamientos y opiniones tan revolucionarios desde
un inicio, no es hasta la década de 1950 que los enfermeros comienzan a
plantearse, de una manera más seria, la confección y articulación de teo-
rías para ser aplicadas en esta profesión.

127

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En el año 1961 surge la teoría de la práctica eficaz de la enfermería,
posteriormente conocida como teoría del proceso de enfermería: “La
teoría de enfermería de Orlando resalta la relación recíproca que se esta-
blece entre el paciente y la enfermera. Ambos se ven afectados por lo
que hace o dice el otro. Así, Orlando se erigió en una de las primeras
teóricas de la enfermería que hacía hincapié en los elementos del proce-
so de enfermería y en la trascendental importancia que adquiría la parti-
cipación del paciente en este proceso. También estimuló el desarrollo de
las enfermeras como personas capaces de pensar con lógica y de matizar
las órdenes de los facultativos”.2 La gran aplicabilidad de esta teoría al
PAE, hace de esta teoría un referente obligado a la hora de analizar la
estructura lógica de este accionar.

La enfermería como ciencia:


mirada actual
En la actualidad aumenta cada vez más el reconocimiento de esta
profesión como ciencia. Este reconocimiento es producto de la puesta
en práctica de modelos y teorías que han surgido en esta profesión, ade-
más del empleo de otras existentes en otras áreas del saber, por ejemplo:
la psicología. Unido a esto, y en correspondencia con los diferentes con-
textos sociohistóricos existentes en cada país o región, la comunidad de
enfermería ha comenzado a identificarse con la filosofía o corriente filo-
sófica que conduce su modo de actuar al abordar los problemas de la
profesión. Más recientemente, hace aproximadamente 10 años, se co-
mienza a hablar de los meta paradigmas a tener en cuenta en la enferme-
ría, estos son: el cuidado, el holismo y los patrones o las vías de alcanzar
el conocimiento en enfermería (ética, empirismo, conocimiento perso-
nal y estética).

Perspectivas futuras
El futuro de la enfermería es brillante y esperanzador, las diferentes
concepciones que de esta disciplina tienen las diversas autoras teóricas
siguen siendo una fuente permanente de enriquecimiento y de búsqueda
de nuevos conocimientos. En el futuro adquirirá cada vez mayor impor-
tancia la contrastación de las teorías en los campos de la investigación y
el ejercicio profesional, con el fin de obtener hipótesis nuevas a partir de
los modelos conceptuales.3,4 De vital importancia resulta no solo la bús-
queda de nuevos modelos y teorías en áreas específicas de responsabili-
dad en la enfermería, sino además el contextualizar los modelos y teorías
ya existentes para su implementación o validación.

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Los profesionales de la enfermería cubana se encuentran ante un gran
reto que es el de construir el cuerpo teórico-filosófico que identifica a
esta práctica. Motivados por las razones y fundamentos hasta aquí ex-
puestos es constituye un objetivo valorar la aplicabilidad de la teoría de
Ida Orlando de acuerdo con este contexto bajo la pregunta de que si la
enfermería cubana lo realiza parcial o totalmente o si está en condicio-
nes de realizarlo, así como emitir algunas consideraciones personales al
respecto.

Aportes fundamentales
de la teoría de Ida Orlando
(teoría del proceso de enfermería)
Ida Orlando basó sus trabajos en la relación interpersonal enferme-
ra-paciente, brindando especial importancia a las expresiones verbales y
no verbales con las que el paciente expresa sus necesidades y la reacción
de la enfermera al advertir esto. Orlando describe tres elementos en el
accionar de enfermería: la conducta del paciente, la reacción de la enfer-
mera y las acciones de enfermería. A su vez, ella hace una distinción
entre acciones automáticas y deliberadas hablando sobre la importancia
de que la enfermera contrastara empíricamente las conclusiones a que
esta arribara con respecto al paciente. En sentido general, Ida Orlando
en su teoría fomenta la realización de acciones disciplinadas y profesio-
nales al abogar por el proceso de enfermería como medio para la satis-
facción de las necesidades del paciente.

La teoría del proceso


de enfermería y su relación
con la práctica de la enfermería
en Cuba
La enfermería cubana, desde la década de los 70’ ha contado con un
método de actuación profesional que ha guiado su accionar no solo en el
contexto clínico sino además en el académico. Los procesos formativos
llevados a cabo en ambas áreas del desempeño se han caracterizado por
contener alguno de los principales conceptos y definiciones abordados
por Orlando en su teoría. En la academia, el diseño curricular en las
asignaturas de enfermería está sustentado sobre la utilización del PAE y
sus diferentes etapas. En la educación en el trabajo el PAE es hilo con-
ductor de las formas organizativas docentes que se desarrollan, esto se

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manifiesta en: presentaciones de caso, pases de visita, etc. El método de
actuación profesional con su estructura lógica, es quien por derecho propio
merece ser utilizado en la enseñanza en enfermería. Otro elemento que
ejemplifica la vinculación de esta teoría con los procesos académicos en
enfermería es la importancia brindada al valor responsabilidad dentro
del proceso docente-educativo, pues tratar las necesidades afectadas en
el paciente es una responsabilidad innata en el profesional de enferme-
ría. La comunicación es otro concepto manejado por Orlando en su teo-
ría además de conferírsele gran importancia en el proceso formativo, al
considerarse al profesional de enfermería como un comunicador por ex-
celencia.
Debido a la relación existente de la teoría del proceso de enfermería
con los contenidos y/o forma de estructurar la organización del proceso
de enseñanza-aprendizaje en la carrera de enfermería, se aboga por la
necesidad de llevar a los educandos los propios conceptos y definiciones
de esta y otras teorías, contando con los elementos epistemológicos y
axiológicos que los relacionan. El objetivo final de poner en práctica este
tipo de pensamiento es obtener cambios cualitativos-cuantitativos supe-
riores en la atención a paciente, familia y comunidad, con una retroali-
mentación sistemática de la teoría con la práctica, a través de la investi-
gación. Desde el punto de vista clínico se puede aplicar esta teoría con el
PAE, a través acciones de enfermería automáticas y/o deliberadas des-
critas por Orlando y, traducidas a nuestro contexto, en acciones depen-
dientes, independientes e interdependientes.
En todas las unidades de salud se ve a la persona como un ser so-
cial, de una manera holística. A diferencia de la teoría de Orlando, la
política del Sistema Nacional de Salud, no se centra solamente en el
hombre enfermo; la salud es vista centrada en la capacidad de la perso-
na en desarrollar sus potencialidades y de responder positivamente a
las adversidades del medio ambiente. El entorno es visto como toda
aquella materia (orgánica e inorgánica) que en función del tiempo está
interactuando constantemente con la persona, la familia y la comuni-
dad, y en este interactuar se facilitan los cambios o manifestaciones
internas y externas.
La enfermería cubana se encuentra en condiciones de aplicar esta
teoría en su práctica diaria, pues se cuenta con recursos humanos capa-
citados para esto; siendo necesario tener en cuenta las particularidades
de nuestro contexto como precepto filosófico que ha caracterizado a
través de los años. Se sugiere que en la educación de pregrado y posgrado
se tenga en cuenta el introducir directamente la ciencia y la filosofía que
caracteriza a esta profesión para el conocimiento y dominio de los fun-
damentos teóricos y filosóficos que permitan el análisis y aplicación de

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las diferentes teorías. Una vez que se hayan creado en el recurso en for-
mación un pensamiento crítico serán capaces de pensar con una filosofía
propia y de crear los propios sustentos teóricos.

Bibliografía consultada
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Tomey. Nursing Theory: utiliazation and application. St Louis: Mosby; 1997. p. 3-30.
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1970.
Palmer FS. Florence Nightingale. Reformer, reactionary, researcher. Nursing research
1977; 26 (2): 84-9.

131

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Entorno. Su influencia en la salud

Juan A. Castillo Mayedo


Yudith Aguilera Serrano

Introducción
A través de los siglos, la sabiduría médica evolucionó dentro de un
marco que vinculaba la salud a un estado de armonía o equilibrio, los
elementos necesarios para producir y mantener la salud eran naturales e
incluían la higiene, un estado mental equilibrado y sereno, una dieta
adecuada, un entorno doméstico y laboral firme y el acondicionamiento
físico.1
La matriarca de la enfermería moderna se centra en el entorno, aun-
que no mencionó este término de forma explícita en sus apuntes. Florence
le atribuye gran importancia a este elemento y su influencia sobre la sa-
lud de las personas en el desarrollo de muchas enfermedades.2
Como todos los seres vivos, los seres humanos dependen del medio
ambiente que los rodea para satisfacer sus necesidades de salud y super-
vivencia, aún cuando al mismo tiempo presentan resistencia a aconteci-
mientos o condiciones ambientales nocivos.3
En el pasado la medicina convencional se había negado a atribuir
mucha importancia a la compleja relación entre las personas y su medio
ambiente, sin embargo, esta actitud esta empezando a cambiar, debido a
las amplias investigaciones realizadas durante los últimos treinta años
por especialista en medicina ambiental. En la actualidad el vínculo entre
las enfermedades, el paciente y los factores ambientales cobran gran mag-
nitud y se reconoce que la problemática ambiental es inseparable de la
problemática social.4,1
El Comandante Fidel Castro Ruz (1998) afirmó que “nuestro parti-
do rojo y comunista debe ser a la vez, el partido verde de este país para
proteger la naturaleza” .5 Por lo que el propósito de este ensayo es el de
reflexionar acerca del supuesto entorno, tomando en consideración las
teorías de enfermería.

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Desarrollo
Frases como lo ambiental, lo ecológico, lo verde y la sostenibilidad
están de moda en la prensa y la televisión, en las discusiones políticas y
en la propaganda comercial se utilizan los clichés de “eco” o “verde”
referidos a todos tipos de cosas. Se habla de basura ecológica, edificios y
oficinas verdes, seguros y bancos verdes, comida ecológica, turismo
ecológico, agricultura ecológica, etc.4
Por lo que se hace necesario hacer una compilación de definiciones
acerca del tema:
1. El medio ambiente puede ser entendido como la esfera de las
relaciones entre el hombre y la naturaleza en el curso del desarrollo
del proceso productivo (N. Sosa. 1995).4
2. Entorno: atmósfera o contexto.6
3. El debate ambiental desde un contexto naturalista concebía el medio
ambiente como un medio natural, como la naturaleza. La protección
y la conservación de los recursos naturales y del medio se concebían
como los procedimientos fundamentales de interacción humana.4
4. Sin llegar a ser filósofos se considera que al entorno, como toda
interacción de los seres humanos con la naturaleza, incluyendo los
factores emocionales, psíquicos y sociales es decir desde un punto
de vista holístico.

Después de estas definiciones se hace muy importante remontarse a


la época de Florence Nightingale la misma centra sus escritos en el en-
torno aunque no define este término de forma explícita, pero habla de
ventilación, calor, luz, dieta, limpieza y ruido. No separó el medio del
paciente de los aspectos físicos, emocionales o sociales, Florence creía
que para mantener una atención sanitaria adecuada era necesario dispo-
ner de un entorno saludable. Su teoría de los 5 componentes esenciales
de la salud ambiental (aire puro, agua pura, alcantarillado eficaz, limpie-
za y luz) siguen manteniéndose vigente hoy en día. 2
Florence aconsejaba siempre a las enfermeras mantener el aire que
se respira tan puro como el exterior sin que el paciente se enfríe, consi-
deraba que la recepción de la luz solar directa como una necesidad espe-
cífica de los pacientes, también advirtió que un entorno sucio (suelo,
alfombra, paredes, camas y sabanas) eran fuentes de infecciones, incluso
defendía la necesidad de bañar a las personas con frecuencia (diariamen-
te), además mostró preocupación por la dieta, instruyó a las enfermeras
para que no se limitaran a vigilar que se siguiera la dieta sino también los
horarios y su efecto.2

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Florence hace definición o descripción de los aspectos de “gestión”.
La enfermera se encargaba tanto del control del entorno físico como del
administrativo.2 Es impresionante que la matriarca en enfermería, en el
contexto social de su época ya se estuviera hablando y escribiendo de la
relación que podía existir entre la persona y el entorno donde debía exis-
tir un equilibrio entre ambos si no se traducía en posible enfermedad.
Aunque, no se está de acuerdo con que rechazara la teoría de los gérme-
nes, porque, todo su actuar estaba encaminado a eliminar a estos.
Florence al introducir la gestión, incorporaba a las enfermeras algo
más en su entorno laboral que para ese tiempo, podía interferir en la
relación acostumbrada entre la enfermera y el paciente, pero a ella le
debemos este liderazgo en las áreas de salud en la actualidad.
Por otra parte, Ida Jean Orlando no define el entorno supone no
obstante, que se produce una situación típica de enfermería cuando se
establece un contacto entre la enfermera y el paciente.2 Realmente, fal-
taba en Orlando la visión holística de las personas, que no solo la enfer-
mera era el entorno para el paciente, ya que este podía afectarse por
todos los cambios que ocurrieran a su alrededor.
Imogene King señaló que “resulta esencial para las enfermeras com-
prender las formas por la que los seres humanos interaccionan con su
entorno para mantener la salud”.2 Esta teórica enmarcaba como un posi-
ble factor a desencadenar enfermedades en las personas, el entorno, a
diferencia de Nightingale, ella no emite medidas para mantener el medio
ambiente.
Por otra parte Hildegard E Peplau define implícitamente el entorno
como “las fuerzas existentes fuera del organismo y en el contexto cultu-
ral”. Otra persona importante con la que interactúa el individuo.7,2
Es importante señalar que no solo los procesos interpersonales y el
contexto cultural conforman el entorno de un individuo, pero hace pen-
sar que ella emitía este concepto de tal manera, ya que enmarcaba su
teoría en el aspecto psicodinámico.
Según Virginia Henderson no dio una definición propia de entorno,
acudió a un diccionario, pero emite criterios al respecto como que las
personas que están sanas pueden controlar su entorno, las enfermeras
deben proteger a los pacientes de lesiones mecánicas además de reducir
al mínimo la posibilidad de accidentes y conocer las costumbres sociales
y las prácticas religiosas para valorar los riesgos. Centra su teoría en las
14 necesidades.2
Faye Glenn Abdellah: si la reacción de la enfermera ante el paciente
es hostil o negativa, la atmósfera de la habitación se volverá igual, tam-
bién en el hogar y la comunidad de la que procede el paciente.2 Esta
autora centra su teoría en la resolución de problemas y tan solo en el 17

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punto hace alusión al entorno terapéutico, aunque tiene una visión am-
plia en que se debe hacer hincapié en el entorno y la promoción de la
salud, algo que está de moda en estos tiempos.
Según Dorothea Orem plantea que el ambiente es el insumo de fuen-
tes externas de la persona su teoría se enmarca alrededor del autocuidado,
déficit del autocuidado y los sistemas de enfermería.7,2
Sor Callista Roy anuncia que el entorno es el conjunto de todas las
condiciones, circunstancias e influencias que rodean y afectan al desa-
rrollo y la conducta de las personas y los grupos. Su teoría se centra en la
adaptación del hombre y que los conceptos de persona, salud, enferme-
ría y entorno están relacionados en un todo global. 7,2
Betty Newman en el modelo de los sistemas define entorno como el
conjunto de todos los factores externos e internos que rodean al hom-
bre-paciente e interaccionan con él. El paciente se encuentra en la rela-
ción recíproca con el entorno, en el sentido que interaccionan con él
adaptándose o ajustándolo a él mismo.7,2
En la actualidad los especialistas en Medicina Ambiental exploran la
función de los alergenos alimentarios y ambientales en la salud y la enfer-
medad. Los factores como el polvo, moho, sustancias químicas y ciertos
alimentos pueden ocasionar reacciones alérgicas, que van desde el asma
y la fiebre del heno, hasta los dolores de cabeza y la depresión en prácti-
camente cualquier enfermedad crónica, física o mental.8,4
Los seres vivos y seres humanos dependen del medio ambiente que lo
rodea para satisfacer sus necesidades de salud y supervivencia por lo que
se piensa que la persona y el entorno se deben investigar desde el para-
digma holístico.
Muchos autores al referirse, al término medio ambiente plantean que
cuando este no satisface las necesidades humanas de suministro suficien-
te y seguro de alimentos, agua y vivienda debido a lo inadecuado de los
recursos o suman la distribución, la salud se resiste. Cuando las personas
se ven expuestas a agentes ambientales hostiles sean microorganismos,
toxinas, enemigos armados o conductores en estado de embriaguez la
salud se resiste. Cuando el medio ambiente deje de satisfacer las necesi-
dades básicas y al mismo tiempo presentan numerosos riesgos, situación
que enfrentan ciento de millones de personas en los países en desarrollo
y millones en los países industrializados, la salud se resiste aún más.9,3
Entre los factores ambientales, más importantes que afectan la salud
lo constituye: el abastecimiento de agua potable. El agua dulce es esen-
cial para la salud, no solo porque es necesario para la producción sino
también porque el hombre la necesita para beber, cocinar, asearse y la-
var la ropa. La falta de agua no contaminada se traduce en enfermedades
diarreicas, conjuntivitis, cólera, etc.

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También la vivienda, cuando existen ingresos reducidos, la educación
limitada, el empleo incierto, casas inadecuadas y el hacinamiento, esto
influye en la salud. Se recomienda una dieta adecuada con todos los re-
querimientos necesarios, la misma puede estar afectada en situaciones
de catástrofe y destrucción.
Producto a la industrialización aumenta la contaminación ambiental
pero la exposición a prácticas o agentes nocivos, monóxido de carbono
en especial por emisiones de los automóviles y fuentes industriales, pro-
ductos fotoquímicos de la oxidación, ozono, plomo, gasolina, etc. Esto
entraña riesgo para la salud de los trabajadores y la población en gene-
ral. 10,11
La ocupación puede constituir una amenaza a la salud, cuando no se
regulan los componentes que integran el proceso laboral. Muchas enfer-
medades se relacionan con el proceso de trabajo por ejemplo, la ventila-
ción y la temperatura.12
Las enfermeras en su estrés laboral, la carga de trabajo y aparejado a
un entorno inadecuado por falta de materiales e instrumentales, todo
esto va a interferir en su salud y en los cuidados que le brinde al paciente.
Como consecuencia de las acciones humanas, se encuentra los cam-
bios climáticos, el calentamiento del planeta, el efecto invernadero, la
desertificación, las lluvias ácidas, el agotamiento de recursos naturales,
la desaparición de especies, la acumulación de residuos tóxicos y radio-
activos en los suelos, agua, aire y agregándole los hábitos no saludables
como el tabaquismo, el alcoholismo, drogadicción, sedentarismo y los
malos hábitos alimentarios, todos estos efectos han venido
incrementándose en los últimos años, de no tomarse medidas, compro-
meterán la vida del hombre en la tierra en un tiempo no muy remoto.

Consideraciones finales
Se considera que los fundamentos de las grandes teóricas en enfer-
mería, aún están y estarán vigentes en el trabajo diario, fundamentando
investigaciones y contribuyendo a la calidad de la atención que se brinda
a los pacientes. El mundo se vuelve cada día más complejo, por consi-
guiente el personal de enfermería estará siempre sometido a un estado
de tensión y estrés laboral que si no se mejora el entorno laboral de este
profesional se verá afectada la relación enfermero-paciente. Los térmi-
nos salud, entorno y persona estarán siempre unidos, dígase porque
se verán desde un punto de vista holístico. Entorno inadecuado, afecta-
ción a las personas, grupos y comunidades, tradúzcase entonces en en-
fermedad.

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137

ERRNVPHGLFRVRUJ
Valoración ética de la teoría Orem

Nuria Rivero Martínez

Introducción
El cuidado es una actividad permanente y cotidiana de la vida de los
sujetos. Todos o casi todos, cuidan y/o se cuidan. El cuidado de enferme-
ría añade a lo cotidiano la profesionalidad. El cuidado hay que situarlo
en el contexto del proceso vital, incluyendo en este la muerte.1
Las demandas de cuidados aparecen por distintas circunstancias que
se dan a lo largo de ese proceso, o simplemente para promover una exis-
tencia de calidad. Cuando la enfermera coopera con los individuos, pro-
porcionándoles cuidados, sus creencias y valores determinan, en gran
medida, las características de la relación terapéutica que se establezca.
Junto a ella, el marco de referencia que haya adoptado, su concepción
del servicio que presta, hará que sus cuidados tengan una determinada
orientación.2
El conocimiento ético de enfermería es de hecho el conocimiento
que se ha señalado, como filosófico por Harper, 1978; Jacobs-Kramer y
Chin, 1988; Schlotfeldt, 1988 y Walter, 1971 en sus conceptualizaciones
del conocimiento. Autores como Schlotfeldt y Walter lo hacen homólogo
a la filosofía de enfermería.3
Sugiere Kikuchi, 1992 que como la ética maneja adecuadas pregun-
tas sobre como buscar el bien, en especial como seres humanos, la ética
de enfermería está confrontada con preguntas sobre lo bueno y lo malo
de enfermería para poder obtener las últimas metas de la práctica. La
enfermería requiere contestar preguntas éticas, asimismo parece que dada
la naturaleza de la ética de enfermería, esta última deriva sus principios
éticos de aquellos que ha formulado la primera. Siendo esto así, la ética
de enfermería como conocimiento no consistiría en teorías y códigos,
más bien se regirá por principios éticos.3
Agrega Kikuchi, 1992 que la política de enfermería debería estudiar-
se para responder preguntas o cuestionamientos a cerca de lo que enfer-
mería, como institución debe buscar para alcanzar la misión social, es
decir, contestarse aquellas preguntas de pertinencias, que como en el
caso de la ética se basan en principios anteriores a enfermería.3

138

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Hacer la filosofía de enfermería incluye esfuerzos diferentes y varia-
dos, análisis y descripción de los conceptos del lenguaje de enfermería,
reflexión sistemática de la teoría de enfermería y del cuerpo de conoci-
mientos de enfermería en tanto maneja las necesidades humanas y jui-
cios sobre una metodología de enfermería que incluya el juicio moral.3
La indagación ética es parte esencial de la filosofía de enfermería en
tanto describe los fenómenos morales que surgen de la práctica de enfer-
mería, trata las declaraciones básicas de derechos y deberes, de valores,
de lo bueno de una forma racional.3
El ser una enfermera profesional implica un desarrollo continuo as-
cendente en la adquisición de conocimientos teóricos y prácticos de la
ciencias de la enfermería que al integrarse estos a normas, códigos lega-
les, éticos, legales morales caracterizan al profesional de la enfermería,
por lo que se decide identificar la dimensión ética de los cuidados de
enfermería según los valores profesionales del modelo de D. E. Orem.
Se realizó una valoración de la Teoría de D. E. Orem para identificar
la dimensión ética de los cuidados de enfermería, basado en los modelos
de responsabilidad ética y en la teoría de Orem.

Desarrollo
La existencia en la sociedad de una ética profesional es una de las
consecuencias de la división profesional del trabajo que se ha formado
históricamente. Aquellos que hacen lo que otros no pueden hacer se
encuentran, de inmediato ante determinadas obligaciones con respecto a
quienes utilizan sus servicios. En algunos casos se ha hecho necesario
elaborar códigos especiales capaces de respaldar el prestigio de la profe-
sión en la sociedad, de inculcar confianza en ellos y elaborar las premisas
favorables para su propio desarrollo.4
La aparición y desarrollo del código ético de la profesión se conside-
ra como un indicador de progreso moral, ya que expresa el crecimiento
del valor del individuo (como profesional) y confirman los principios
humanistas en las relaciones interpersonales de esta profesión y otras.
La profesión de enfermería se plantea por su centro de interés (cui-
dado, persona, entorno y salud) exigencias morales elevadas, esto se debe
a la confianza especial depositada en este profesional en relación con el
derecho a disponer de grandes valores, adoptar decisiones de responsa-
bilidad en la esfera del cuidado de la persona en su dimensión más am-
plia, este profesional engendra la necesidad de una gran solidaridad y
coordinación de acciones, o sea se establece un código con exigencias
morales elevadas en la profesión enfermera porque el hombre actúa como

139

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objeto directo de su actividad a través del cuidado enfermero. Todo
esto da lugar a la aparición de una medida elevada de la responsabili-
dad moral.1
La ética ha sido definida como la teoría o ciencia del comporta-
miento moral de los hombres en sociedad, se ocupa de la realidad hu-
mana vinculadas a los deberes como conjunto de normas y reglas acep-
tadas concientemente por el individuo, representan los por qué de un
determinado enunciado moral y de su cumplimiento no es solo un con-
junto de normas, sino también una preocupación por las motivaciones
del actuar humano. Esta preocupación no es ajena a la profesión enfer-
mera son producto de la valoración y elección entre distintas alternati-
vas de acción.4
En las decisiones de cuidados, es frecuente que se planteen dilemas
éticos, las enfermeras y los pacientes se sitúan frente a frente, cada uno
con sus particularidades, valores, creencias y concepciones de la salud y
el enfermar.
Los elementos del ideal del servicio del profesional de enfermería
incluyen sentimientos de intención, capacidad intelectual y la preocupa-
ción, el interés por los demás, por la persona en todas sus dimensiones
demostrándose mediante el cuidado, mostrar atención es la emoción
moral de respetar dignidad y autonomía del otro ser humano. Por lo que
es una gran interrogante si alguien pudiera ser enfermero profesional sin
tener una vocación real y si no tiene la dedicación y el interés de preocu-
parse por los demás. El ser profesional implica responsabilidad legal,
ética y moral en su actuación.5
Hablar del cuidado enfermero significa hablar de la identidad profe-
sional enfermera. El reconocimiento social del cuidado enfermero, en su
cualitativa del arte de cuidar pasa por el reconocimiento de la intimidad
del cuidado.2
Los valores de la modernidad son, sin duda alguna, la libertad y la
vida pero a partir de ambos, se acuña la justicia, la igualdad, la solidari-
dad y el resto de los principios morales que engloban la noción de digni-
dad humana. Serán estos los valores que deberán impregnar la actitud de
excelencia en el cuidado de la salud.6
La validez de la ética del cuidado tiene que ver con el valor de la
intimidad de la persona como ser único, que toma decisiones desde sus
propios ideales, sus mitos, sus símbolos y su propia visión de la realidad,
que lo ve desde lo más íntimo de su soledad. 3
En la relación entre el que cuida y el ser cuidado se establece el reco-
nocimiento del ser humano como tal en la otra persona, ya que cada uno
refrenda en el otro la inquietud abierta y comunicativa de lo humano de
sí mismo. La utilización de la otra persona como instrumento del cuida-

140

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do, la desposee de su propia esencia como ser, la convierte en objeto. Por
tanto la ética trata de alcanzar, aquello que va más allá de la condición
del hombre como ser vivo, aquello que solo los seres humanos quieren y
lo quieren todos por su propia condición humana.8
La enfermera adopta el reconocimiento de la dignidad de la persona
como principio esencial del arte de cuidar, la enfermera ve a la persona
ser racional, con capacidad para tomar decisiones por sí misma y como
ser individual, único e irrepetible. Brindar cuidados con un sentido ético
implica la vigilia permanente para no dañar a la persona y para respetar
activamente su proyecto de vida, esto es, ayudar a la persona a incorpo-
rar hábitos de cuidado para la salud en sus planes de vida.8
La profesión enfermera tiene su razón de ser desde una necesidad
social, desde una necesidad de la persona de ser cuidado y de aprender a
autocuidarse, para mantener la vida, la salud y el bienestar y para recu-
perarse de la enfermedad y afrontar la muerte con dignidad.8
El que cuida no entra en la intimidad de la persona, pero debe saber
de su existencia para respetarla. Humanizar el entorno respetando la
intimidad del individuo, contribuye a mejorar la calidad de las vidas en la
búsqueda de la felicidad, desde el cuidado de lo cotidiano y desde el
cuidado de otros cuando estos necesitan. Estos aspectos son los que ha-
cen de la ciencia de la enfermería un arte de cuidar.9
La solución de los conflictos éticos que se plantean en la práctica de
enfermería está mediatizada por el marco de regencia adoptado por el
profesional. En dependencia de cual sea la concepción del hombre, la
salud, el entorno, enfermería y la función de las enfermeras, así será
nuestro modelo de responsabilidad ética.9
Todos los elementos del marco de referencia aportan datos sobre el
modelo de responsabilidad. Las opiniones y valores constituyen los “por
qué” del modelo y no están sujetos a criterios de verdad. Las presuncio-
nes conforman el fundamento del modelo, son las suposiciones acepta-
das por los que quieren usar el modelo y constituyen sus bases teóricas y
científicas, siendo susceptibles de verificación o comprobación. Los ele-
mentos fundamentales son aquellos acontecimientos o manifestaciones
que cada profesión afronta de forma única. Estos fenómenos, en su con-
junto constituyen el meta paradigma, lo que habla del modelo, lo que
configura, que en el caso de la enfermería son el entorno, la persona, la
salud y el cuidado.9
La conceptualización del metaparadigma, los valores y las presuncio-
nes da como resultado un modo particular de concebir la enfermería y en
consecuencia, una guía para la práctica profesional en todos los aspec-
tos, incluyendo los éticos.9

141

ERRNVPHGLFRVRUJ
El modelo Dorothea Orem
Cada día más, los diferentes profesionales de enfermería cuestionan
aspectos de la práctica diaria hecho que obliga a reflexionar sobre el
sentido de lo que se hace, interrogantes que exigen buscar respuestas, en
este sentido, desde diversos enfoques, varias autoras han aportado sus
conocimientos en función de definir y explicar la esencia de los cuidados
enfermeros, dando como resultado teorías y modelos conceptuales que
sirven de guía en la práctica enfermera, entre ellas se encuentran Dorothea
E. Orem.10
La teoría de Orem comenzó su elaboración en los años 50. La teoría
de enfermería del déficit de autocuidado de Orem es una gran teoría
general formada por tres teorías:
1. Teoría de autocuidado.
2. Teoría del déficit de autocuidado.
3. Teoría del sistema de enfermería.

Cada una de estas teorías se basa en conceptos claves que conforman


la idea central de la teoría.11

Teoría de autocuidado
El autocuidado. Es el concepto básico de la teoría, conjunto de ac-
ciones que realiza la persona para controlar los factores internos y exter-
nos que pueden comprometer su vida y su desarrollo posterior. Es una
conducta que realiza o debería realizar la persona por sí misma.10-12 Se-
gún Orem, el autocuidado no es innato, sino se aprende esta conducta a
lo largo de la vida, a través de las relaciones interpersonales y de la co-
municación en la familia, la escuela y amigos.
Agente de autocuidado. Persona que lleva acabo las acciones de
autocuidado. Cuando las acciones van desde la persona que las realiza
hacia personas sin capacidad de autocuidado (niños, ancianos con
discapacidad, enfermos en coma, etc.), la conceptualiza como agente de
cuidado dependiente y cuando se habla en términos de cuidados especia-
lizados se refiere a la agencia de enfermería.
Requisitos de autocuidado.
Los objetivos que los individuos deberían tener cuando se ocupan de
su autocuidado, los mismos son de tres tipos:
Requisitos universales, satisfacción de las necesidades básicas de todo
ser humano.
Requisitos de desarrollo, satisfacción de necesidades según el perío-
do del ciclo vital.

142

ERRNVPHGLFRVRUJ
Requisitos de desviación de la salud, satisfacción de necesidades en
cada proceso de alteración de la salud.

Teoría del déficit de autocuidado


Los conceptos claves que conforman esta teoría son:
1. Demanda de autocuidado terapéutico: la cantidad y el tipo de
acciones o actividades que la persona realiza o debería realizar en un
tiempo determinado para conseguir los requisitos de autocuidado.
2. Agencia de autocuidado: capacidad del individuo para llevar a cabo
el autocuidado.
3. Déficit de autocuidado: cuando la demanda es superior a la capacidad
del individuo para realizar el autocuidado. Es aquí cuando tiene acción
la enfermera para compensar la demanda de cuidados. 10-12

Teorías del sistema de enfermería


Cuando existe un déficit de autocuidado, la forma como la persona y
el profesional de enfermería se relacionan para compensar el desequili-
brio existente en el autocuidado origina el sistema de enfermería. 10-12
Conceptos claves. Sistemas de enfermería.
Totalmente compensatorio. Todos los cuidados son asumidos por el
personal de enfermería.
Parcialmente compensatorio. Se comparten las acciones de
autocuidado entre la persona afectada y el profesional de enfermería.
De apoyo educativo: la persona realiza las acciones de autocuidado
con la orientación y supervisión del profesional de enfermería para per-
feccionar el mismo.
La teoría de Orem es un análisis detallado de los cuidados enferme-
ros permite definir el espacio que ocupa el profesional de enfermería en
relación con la persona, donde todos los individuos sanos adultos tienen
capacidad de autocuidado, en mayor o menor grado, en función de de-
terminados factores (edad, sexo, estado de salud, situación sociocultural
y predisposición). Cuando por el motivo sea la enfermedad, falta de re-
cursos, factores ambientales, la demanda de autocuidado terapéutico de
la persona es superior a su agencia de autocuidado, entonces la enferme-
ra actúa ayudando a compensar el desequilibrio a través de los sistemas
de enfermería.12
Es muy importante que los profesionales de la enfermería dominen
una premisa fundamental de la teoría donde plantea que las personas
adultas tiene el derecho y la responsabilidad de cuidarse a sí misma, así
como cuidar a aquellas personas dependientes que están a su cargo. En

143

ERRNVPHGLFRVRUJ
caso que no puedan, han de buscar ayuda en los familiares o profesiona-
les de la salud, Orem también tiene en cuenta la posibilidad de que la
persona no quiera asumir la responsabilidad de cuidarse, por varios mo-
tivos como trastornos psíquicos u otras prioridades.12

Valoración ética del modelo


Cuando se realiza la valoración ética de un modelo de enfermería es
imprescindible el análisis de sus principales definiciones y fundamental-
mente las referentes a la propia función de enfermería, ya que habitual-
mente estas definiciones reflejan los principios éticos que guían la actua-
ción de la profesión de enfermería. En el modelo de Orem es pertinente
partir de que para ella el arte de enfermería es actuar por la persona
incapacitada, ayudarla a actuar por sí misma y ayudarla a aprender a
actuar por sí misma.12
De aquí se puede reconocer principios éticos que regulan el ejercicio
enfermero, donde la función de la enfermera es de ayudar no de sustituir
la toma de decisiones, fuerzas o conocimientos de la persona, a pesar de
que si la persona está totalmente incapacitada la enfermera puede asu-
mir el autocuidado pero con carácter temporal facilitando la recupera-
ción de la determinación de la persona y su más rápida independencia, la
base de una relación de enfermería es la necesidad de realizar acciones
compensatorias para vencer la incapacidad o capacidad limitada de cui-
darse o para facilitar el desarrollo u organización de las actividades de
autocuidado, esto se lleva a la práctica con la teoría de sistemas de enfer-
mería diseñada por Orem con acciones por parte del profesional de en-
fermería y acciones por parte de la persona que requiere de autocuidado,
siendo el individuo, la familia el protagonista de su proceso. En este
modelo se hace evidente que la función de la enfermera es solo cuando el
paciente es incapaz de satisfacer por sí mismo sus necesidades de
autocuidado, de esta manera Orem ve al individuo como un ser autóno-
mo, con capacidad de autocuidarse mientras objetivamente no se de-
muestre lo contrario, para ser capaz de tomar sus propias decisiones en
materia de salud. Creer en ello significa que la enfermera profesional
respeta a la persona y a las elecciones que este pueda hacer como ser
racional, ya que la interferencia en la autonomía de un individuo resulta
perjudicial para la recuperación del mismo. La incapacidad para llevar a
cabo el autocuidado de una forma autónoma produce sentimientos de
dependencia y percepción negativa de sí mismo.
Otro elemento ético que se tiene en cuenta en el modelo de Orem es
que la enfermera tiene la obligación y responsabilidad de brindar aten-
ción segura y competente cuando asume su papel dentro de un marco de

144

ERRNVPHGLFRVRUJ
relación interpersonal con el fin de actuar, conocer y ayudar a las perso-
nas satisfacer sus demandas de autocuidado terapéutico y regular el de-
sarrollo o ejercicio de la actividad de autocuidado. Orem tiene en cuenta
dentro de la actividad de la enfermera en la satisfacción de demandas de
autocuidado terapéutico requisitos en el orden biológico (respiración,
alimentación, eliminación, actividad y reposo) en la interacción social y
el desarrollo personal dentro de grupos sociales. Esta integralidad en el
cuidado enfermero implica respeto a la dignidad humana, permitiendo al
individuo tomar sus propias decisiones con tolerancia, cumpliendo el
principio de consentimiento informado, confidencialidad, respeto por sus
creencias, veracidad, intimidad y otros.
La enfermera según Orem debe de ser capaz de lograr que el indivi-
duo participe de forma activa en la planificación e implementación de su
propia atención de salud, teniendo en cuenta los factores básicos
condicionantes del autocuidado, la edad y estado de salud y los conoci-
mientos que poseen de esta, la pertenencia al grupo social y los hábitos
del medio cultural, la falta de habilidades y hábitos, el concepto de sí
mismo y la madurez de la persona.12
El concepto de autocuidado pone de relieve el derecho de cada per-
sona de mantener un control individual sobre su propio patrón de vida
propiciando intimidad y tratándolo con dignidad mientras lleva a cabo
las actividades de autocuidados, otro principio de los cuidados enferme-
ros del modelo de Orem con un alto contenido ético es el referente a que
el autocuidado no implica permitir a la persona que haga cosas por sí
misma según lo planifica la enfermera, sino animar, orientar y enseñar a
la persona para que haga sus propios planes en función de la vida diaria
optima, al aumentar la capacidad de autocuidado aumenta la autoestima
del individuo.
Se puede valorar que el modelo de Orem promueve la satisfacción de
las demandas de autocuidado del individuo fomentando su autonomía,
ya que la meta que la enfermera se plantea utilizando el modelo está dada
por asistir a las personas para que alcancen al máximo su nivel de
autocuidado.
Se considera que la esencia es brindar cuidados profesionales al indi-
viduo, familia y comunidad, para lograr esto es necesario que este profe-
sional tenga en cuenta los aspectos y principios éticos de su actividad que
complementados con la ciencia y la técnica determinan el carácter profe-
sional de la misma. El ser una enfermera profesional implica un desarro-
llo continuo ascendente en la adquisición de conocimientos teóricos y
prácticos de la ciencia de la enfermería, que al integrarse a normas, códi-
go legales, éticos y morales caracterizan al profesional de la enfermería
en la medida que se desarrolla la profesión, asimismo se debe desarro-

145

ERRNVPHGLFRVRUJ
llar, enriquecer el contenido real de las normas de exigencias del código
ético de la enfermería. La teoría de Orem orienta como debe ser las
relaciones entre el profesional de la salud y el individuo con necesidad de
autocuidado, jugando un papel fundamental y activo el individuo, evi-
denciándose valores éticos de la profesión enfermera tales como respeto
a la autonomía de la persona, respeto al derecho de la salud y la vida,
respeto a la dignidad de los hombres a pesar de tener limitaciones y la
responsabilidad de brindar atención profesional de enfermería.

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146

ERRNVPHGLFRVRUJ
Implicaciones éticas
en el desempeño profesional
de la enfermería

Nuria Rivero Martínez

Introducción
El concepto de profesión tiene unos claros orígenes religiosos, de
hecho, si se acude a un diccionario, el primer significado que se aplica a
este vocablo es “acción de profesar en una orden religiosa”, para segui-
damente configurarlo como la actividad a que se dedica una persona. A
partir de la Reforma Religiosa las profesiones alcanzaron un mayor nivel
de desarrollo moral, de forma que la práctica se ejercía correctamente
no porque así debía ser hecho, sino también porque el quehacer mismo
del profesional y su modo de realizarlo trasciende del deber para con su
propia conciencia moral para vincularse con la de otros, a través de la
idea de servicio al interés general para el desarrollo del grupo social.1
Resulta evidente que el desempeño profesional de la enfermera im-
plica hoy día cambios en el conocimiento, actitudes, valores y habilida-
des que se relacionan con conflictos, reacciones emocionales y dilemas
éticos en el actuar de este profesional.2
Desde los tiempos de Florence Nihtingale, la enfermería se ha rela-
cionado con la prestación de servicios a otras personas, donde este servi-
cio profesional a la sociedad exige integridad y responsabilidad en la prác-
tica ética y un compromiso de toda la vida. 2
Servir a población implica responsabilidad ética, la enfermera debe
poseer la integridad necesaria para hacer lo correcto, frecuentemente en
condiciones y momento de verdaderos dilemas éticos y morales.
Para se enfermero en estos momentos se necesita cualidades muy
especiales. Requiere crear y construir permanentemente la profesión;
requiere fuerza para mantenerse frente al dolor de otro. Requiere imagi-
nación crítica para adaptar a la Organización de los Servicios de Salud,
un entorno favorecedor del cuidado de las personas. Es imprescindible
una preparación científico-técnica y humana para enseñar, ayudar o su-

147

ERRNVPHGLFRVRUJ
plir las necesidades de cuidados de cada individuo como ser único, incor-
porando su entorno.3 Con este trabajo se propone analizar algunas
implicaciones éticas en el desempeño profesional de la enfermería.
El siguiente artículo científico incluye un manuscrito de revisión, rea-
lizado en la Facultad de Ciencias Médicas “Enrique Cabrera” en el 2002
, mediante la localización por vía electrónica y de bibliotecas de textos,
revistas, informes a fin con el tema a tratar, los cuales se seleccionaron,
extrajeron y sintetizaron para obtener el texto.

Desarrollo
Hoy en día hablar de cuidado enfermero significa hablar de la identi-
dad profesional enfermera.
La ética es una apariencia que debe ser interpretada en términos de
lo externo. Trata de la esencia del ser humano, su interpretación se ex-
presa a través de la evidencia, aquellos que las demás personas se puede
ver o percibir del otro y se hace condicionado al interés cultural, de las
leyes, o el derecho, del instinto de conservación o de lo requerimientos
sociales. En todos los casos está el interés ético, pero este interés será
particular en cada persona y en cada contexto de manera diferenciadas.3
Según el Filosofo Sabater: “Los valores de la modernidad son, sin
duda, la libertad y la vida pero, a partir de ambos, se acuña la justicia, la
igualdad, la solidaridad y el resto de los principios morales que engloban
la noción de dignidad humana”. Son estos los valores que deben dominar
la actitud óptima de los cuidados enfermeros.
Los dilemas éticos surgen cuando todo lo que puede técnicamente
“ser” realizado, no siempre “debe” ser realizado. Por ello se necesita una
conducta ética para abordar las situaciones donde surge el dilema. Algu-
nos aspectos de esta orientación ética a resaltar son la actitud de escucha
y la empatía, ponerse en el lugar de la persona cuidada, y favorecer su
participación y la autonomía.3
El hombre no es sencillamente una parte más de la naturaleza o un
escalón más en el desarrollo de la necesidad universal. El hombre es un
ser activo y práctico que transforma la naturaleza en correspondencia
con su propio fin conscientes y, al mismo tiempo, en correspondencia
con las regularidades objetivas del desarrollo de la naturaleza. La exis-
tencia de esa actividad práctica dirigida por estos fines conscientes es la
que provoca que el hombre sea a la vez igual y diferente a la naturaleza y
que el desarrollo de la sociedad humana sea un proceso histórico-natu-
ral, en el transcurso del cual el hombre va creando paulatinamente esa
“segunda naturaleza” de lo que hablara Marx .4

148

ERRNVPHGLFRVRUJ
Principales funciones de la moral
La esencia específica de la moral se revela concretamente en la
interacción de sus funciones formadas históricamente: reguladora, edu-
cativa, cognoscitiva, valorativa-imperativa, orientadora, motivadora,
comunicativa, pronosticadora y otras. Estas funciones se entrelazan re-
cíprocamente. Una serie de filósofos consideran a la reguladora la prin-
cipal función de la moral.5
La existencia en la sociedad de una ética profesional es una de las
consecuencias de la división profesional del trabajo que se ha formado
históricamente. Aquellos que hacen lo que otros no pueden hacer se
encuentran, de inmediato, ante determinadas obligaciones con respecto
a quienes utilizan sus servicios. En algunos casos se ha hecho necesario
elaborar códigos especiales capaces de respaldar el prestigio de la profe-
sión en la sociedad, de inculcar confianza en ellos y elaborar las premisas
favorables para su propio desarrollo.
La aparición y desarrollo del código ético de la profesión se conside-
ra como un indicador de progreso moral, ya que expresa el crecimiento
del valor del individuo (como profesional) y confirman los principios
humanistas en las relaciones interpersonales de esta profesión y otros.6
La profesión de enfermería se plantea por su centro de interés (cui-
dado, persona, entorno, salud), exigencias morales elevadas, esto se debe
a la confianza especial depositada en este profesional en relación con el
derecho a disponer de grandes valores, adoptar decisiones de responsa-
bilidad en la esfera del cuidado de la persona en su dimensión más am-
plia, este profesional engendra la necesidad de una gran solidaridad y
coordinación de las acciones, o sea se establece un código con exigencias
morales elevadas en la profesión de enfermería porque el hombre actúa
como objeto directo de su actividad a través del cuidado enfermero. Todo
esto da lugar a la aparición de una medida elevada de la responsabilidad
moral.
La ética ha sido definida como la teoría o ciencia del comportamien-
to moral de los hombres en sociedad, se ocupa de la realidad humana
vinculada a los deberes como conjunto de normas y reglas aceptadas
conscientemente por el individuo, representan los por qué de un deter-
minado enunciado moral y de su cumplimiento, no es solo un conjunto
de normas, sino también, una preocupación por las motivaciones del ac-
tuar humano.7
Esta preocupación no es ajena a la profesión enfermera, los cuidados
de enfermería son producto de la valoración y elección entre distintas
alternativas de acción.
En las decisiones de cuidados, es frecuente que se planteen dilemas
éticos, las enfermeras y los pacientes se sitúan frente a frente, cada uno

149

ERRNVPHGLFRVRUJ
con sus particulares valores, creencias y concepciones sobre la salud y el
enfermar.7
Los elementos del ideal del servicio del profesional de enfermería
incluyen sentimientos de intención, capacidad intelectual y la preocupa-
ción, el interés por los demás, por la persona en todas sus dimensiones
demostrándose mediante el cuidado, mostrar atención “es la emoción
moral de respetar la dignidad y autonomía de otro ser humano”. Por lo
que es una gran interrogante si alguien pudiera ser enfermera profesio-
nal sin tener una vocación real y si no tiene la dedicación y el interés de
preocuparse por la demás personas. El ser profesional implica responsa-
bilidad legal, ética y moral en su actuación.
La enfermera requiere una formación ética adecuada que coopere al
desarrollo de una práctica profesional con un alto nivel científico y hu-
mano, que tenga en cuenta los principios y normas básicas que inspiran
la práctica de la ciencia de la enfermería.
La profesión enfermera tiene un gran nivel de implicaciones jurídi-
cas, desde el momento que se concluye la formación y se comienza la
vida laboral, son varias las disposiciones de contenidos jurídicos que hay
que atender, por eso, la necesidad de incrementar y estimular el estudio
de los aspectos éticos-legales que afectan a la profesión enfermera.
La ética, es la ciencia de la conducta, entendida como el conjunto de
acciones conscientes dirigidas a un fin. La ética puede ser abordada des-
de distintos puntos de vistas, en su aspecto formal, puede ser definida
como la parte de la Filosofía que trata del bien y del mal en los actos
humanos. Aquella parte de la Filosofía que examina una parte de la con-
ducta humana, la que concierne a la voluntad responsable y la conducta
moral, y la considera por entero: toda la actividad del hombre, el bien
que busca y el significado de la actividad humana en dicha búsqueda.
En su aspecto material se refiere al conjunto de principios y reglas
que regulan el comportamiento y las relaciones humanas; la ética es una
ciencia normativa, porque busca un ideal o normas, según el cual se pue-
dan formular las reglas y leyes de la conducta.
En el aspecto personal o subjetivo, la ética trata de conocer las mo-
tivaciones del actuar, indaga en el por qué de esta conducta, transciende
de lo que es dar un código de reglas para buscar los principios básicos
según los cuales cada individuo procura determinar como debe actuar en
cualquier situación que se le presente a lo largo de su vida.
Con el término moral, se designa lo que tiene que ver con un conjun-
to de reglas referidas a la conducta y comportamiento de los hombres
como grupo social, y que prescriben o codifican dicho comportamiento.
Es en este sentido que se habla de código moral y esta idea conecta con la
concepción material de la ética, o como ha establecido algún autor, el
objeto de la ética, en su concepción material, es la moral.8

150

ERRNVPHGLFRVRUJ
Puede describirse la moral como el conjunto de normas generalmen-
te aceptadas como válidos y que conforman un grupo de deberes de los
integrantes de un grupo social que comparten cultura, creencias y valo-
res, que permiten la valoración de los actos humanos como buenos o
malos en función a lo establecido en dichas normas.
La ética es a la vez personal y social, que el origen de esta conducta
ética no tiene su arranque exclusivamente en el personal de la salud, sino
que en gran medida se encuentra mediatizada por el ser social. Pero in-
cluso se puede llegar más allá, ya que en función de cual sea el entorno y
la razón de nuestro estar en él, esta conducta ética será una u otra.
Las enfermeras tienen una serie de deberes para con el paciente que
trasciende de lo establecido en normas jurídicas. Son deberes relaciona-
dos con la propia naturaleza de la profesión y conforman lo que se en-
tiende como el código moral de la enfermería, en el ámbito del cuidado a
la persona se encuentra además de la propia concepción del problema, el
conjunto de principio que inspiran el ejercicio profesional de la en-
fermera.
El cuidado es una actividad permanente y cotidiana de la vida de los
sujetos. Casi todos cuidan y/o se cuidan, el cuidado de enfermería añade
a lo cotidiano la profesionalidad.
La definición de la enfermería o de la función de la enfermera refleja
los principios éticos que guían la actuación profesional en los diferentes
modelos y teorías de enfermería que existen.
Es necesario que en la relación de ayuda (entre la enfermera / perso-
na) permita a la persona tomar sus propias decisiones en un marco de
tolerancia confidencialidad e información adecuada. Por lo que en todo
momento en el ejercicio de la profesión enfermera es imprescindible brin-
dar los mejores cuidados para la persona, fomentando su autonomía en
todas las esferas de su vida unido a obligaciones morales derivadas del
accionar enfermero como la información, veracidad, confidencialidad,
intimidad, respeto por las creencias, respeto por los juicios y elecciones
del paciente, cuidados excelentes, formación continua, etc.
La profesión enfermera tiene como bien interno proporcionar cuida-
dos profesionales al individuo, familia y comunidad. En la realización de
este objetivo, el profesional no debe perder de vista el contenido ético de
su ejercicio, que le aporta plenitud profesional, que solo se alcanza cuan-
do ciencia, técnica y ética están en justa proporción.
La justificación racional de las acciones profesionales solo es posible
desde el marco de referencia que se haya adoptado para el ejercicio, y
ello, tanto en lo que concierne a los aspectos científicos y técnicos, como
en lo que respecta a los éticos.
La preocupación moral básica de la enfermería se refiere al bienestar
de otros seres humanos. Los profesionales de enfermería deben ver el

151

ERRNVPHGLFRVRUJ
cuidado como el objetivo principal del servicio que brindan y al paciente
como la fuente última de legítima autoridad (Fenner, 1980, p.47). Este
principio constituye la base del código de las Enfermera publicado por
primera vez por la ANA en 1950, este código sirve para informar a las
enfermeras y a la sociedad de las expectativas y requisitos profesionales
sobre aspecto éticos.
El código de las enfermeras publicados por ANA en 1976 pone de
manifiesto cuales son las condiciones morales que debe tener un profe-
sional de la enfermería en función de brindar cuidados, enfermeras con
nivel científicos, humanos, respetando la individualidad de la persona
que recibe su atención, haciéndose responsables de sus juicios y actos de
enfermería y contribuyendo al desarrollo de base científica de la profe-
sión.
La declaración de interpretación que se distribuyen con el código
hace énfasis en 8 temas éticos fundamentales, en función del derecho del
usuario al recibir los cuidados enfermeros y la responsabilidad de la en-
fermera ante su profesión.
La enfermera es responsable dentro de un marco ético, ya que no
puede ser responsable en un vacío moral, debe tener como guía normas y
valores en lo que crea y a la vez recurra cuando lo necesite. En cierta
medida estos se determinan en los valores colectivos de la profesión que,
a su vez, están parcialmente establecido por lo que el público espera de
ella y en parte por lo que la profesión exige de sí misma. En el caso de la
enfermería, el código de enfermería mencionado anteriormente formali-
za estos valores profesionales, sin embargo, el código ético es, en gran
medida, un código personal desarrollado en el curso y en el contexto de
toda la vida del individuo, que incluye los valores aprendidos en hogar,
escuela, grupo sociales, entorno laboral y actividades de la vida diaria,
influenciado por antecedentes étnicos, culturales, lugares en cual se vive
y personalidad. El código ético de una persona suele ser algo de lo que no
se esta muy consciente; se emplea de manera inconsciente para tomar
decisiones y dirigir la propia vida aunque rara vez, por no decir que casi
nunca, se saca al exterior y se analiza o, por lo menos, se reconoce su
existencia.
Esto es de vital importancia para la enfermera profesional, la que
debe estar consciente de su propio código ético de cómo afecta sus actos
y decisiones, y de las semejanzas y diferencia con los códigos estándar de
la profesión. Por lo tanto, estos conflictos deben resolverse mediante el
compromiso, de manera que la enfermera se sienta cómoda y tenga con-
fianza en la base ética que sirve de fundamento en su práctica de la pro-
fesión.
La vida tiene implícito en su decursar conflictos éticos, a esto no es
ajeno el ejercicio de la profesión enfermera, siendo necesario aprender a

152

ERRNVPHGLFRVRUJ
tomar decisiones que puedan ser asumidas y aceptadas por toda las par-
tes en conflicto. Ese aprendizaje necesita de un soporte teórico y con-
ceptual que dé sentido, coherencia y razonabilidad a lo que se deba rea-
lizar. El ser una enfermera profesional implica un desarrollo continuo
ascendente en la adquisición de conocimientos teóricos y prácticos de la
ciencia de la enfermería, que al integrarse a normas, códigos legales, éti-
cos, morales, caracterizan al profesional de la enfermería que en la medi-
da que se desarrolla la profesión, asimismo están obligados a desarrollar
enriquecer el contenido real de las normas de exigencia del código ético
de la enfermería.

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153

ERRNVPHGLFRVRUJ
Salud como un paradigma actual

Yudith Aguilera Serrano


Juan A. Castillo Mayedo
Katiuska Figueredo Villa

Introducción
El genio del médico de la Grecia antigua, Hipócrates, Padre de la
Medicina Occidental, señalaba que “la salud dependía de una vida en
armonía con las fuerzas naturales y que la salud es mucho más que la
ausencia de enfermedad, cuando se está sano, todos los sistemas y fun-
ciones corporales están en equilibrio armónico e integrados mutuamente
y nosotros también estamos en equilibrio con el entorno. En este estado
de equilibrio el mecanismo de defensa y el sistema inmune pueden mane-
jar eficientemente la mayoría de los peligros que ofrece la vida, ya se
trate de organismos patógenos, sustancias tóxicas y factores de estrés de
diversos tipos”.1
La salud constituye un proceso histórico, social y esencialmente po-
lítico, es el resultado de los estilos y condiciones de vida de los pueblos y
está determinada y condicionada por numerosos factores. Puesto que la
salud constituye un proceso social en sí misma y a su vez resultante de
dicho proceso.2,3
Los trabajadores de la salud deben convencerse que la vida humana
tiene por fin la vida misma y que la salud es una condición pero no un fin.
Persuadir y enseñar a los pacientes que en la vida es necesario asumir
riesgos y que la muerte es inevitable.4 El propósito del presente ensayo
es reflexionar sobre el papel que juega el supuesto salud en el actuar de
enfermería.

Desarrollo
Mucho se ha escrito y se ha dicho acerca de la salud. Las grandes
personalidades de la historia y en la actualidad han emitido diversos cri-
terios al respecto por lo que se hace necesario, para un mejor entendi-
miento de este ensayo, hacer alusión a algunos conceptos encontrados:

154

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1. Salud: situación de bienestar físico, mental y social con ausencia de
enfermedad y de otras circunstancias anormales. No es una definición
estática, sino que la homeostasis se deriva de un cambio constante y
de un conjunto de mecanismos de adaptación al estrés.5
2. Salud actual: relato cronológico sucinto de los cambios que han
experimentado recientemente el estado de salud del paciente y de las
circunstancias o síntomas que le han llevado a buscar atención
médica.5
3. Salud: completo estado de bienestar físico, mental y social y no
solamente la ausencia de enfermedad.6
4. Salud, para el personal de enfermería, es un equilibrio armónico e
integrado mutuamente con lo biológico, social, psicológico y medio
ambiente, es decir algo más que la ausencia de enfermedad.

Dentro de las grandes personalidades de la historia de la especiali-


dad, se tiene a Florence Nightingale, (nacida el 12 de mayo de 1820)
quien definía la salud como un estado de bienestar en el que se aprove-
chaba al máximo las energías de las personas y contemplaba la enferme-
dad como un proceso reparador instituido por la naturaleza cuando se
producen situaciones de falta de cuidado.7
Florence enmarca la salud en algo estrechamente relacionado con el
entorno de las personas. No observa este término como un todo integra-
do a las formas de convivencia de los seres humanos, aunque incitó a las
enfermeras a velar por la salud de sus pacientes, emitiendo la idea “en-
fermería de la salud”.
Según Virginia Henderson plantea que la salud es la calidad de vida,
que favorecer la salud es más importante que cuidar al enfermo, que
toda persona conseguirá estar sana o mantendrá un buen estado de salud
si tiene la fuerza, la voluntad o el conocimiento necesario.7 Aunque,
Henderson enmarca la salud con la posibilidad de que cada paciente sa-
tisfaga las 14 necesidades básicas que plantea y no da una definición de
salud.
Ida Orlando tampoco define la salud, pero supone que la inasistencia
de malestar físico o mental y los sentimientos de conformidad y bienes-
tar contribuyen a ella. Quiere decir que no ve la salud desde un punto de
vista holística, relacionando los factores sociales, psicológico, físico, y
del medio ambiente. 7
En cuanto a Hildergarde Peplau basó su teoría en las relaciones
interpersonales y utilizó las ideas de ciencia conductual y el modelo psi-
cológico de esas relaciones y afirmó que la salud es una palabra símbolo
que implica el movimiento de avance de la personalidad y otros procesos
humanos hacia una vida creativa, constructiva, personal y comunitaria.8,7

155

ERRNVPHGLFRVRUJ
Se considera, a diferencia de Peplau, que la salud no es un avance de
la personalidad para alcanzar una meta, sino la interrelación de los seres
humanos y todo lo que lo rodea en un constante equilibrio.
Para Imogene King, la salud es un estado dinámico en el ciclo de vida,
la enfermedad por lo contrario, es una interferencia en dicho ciclo. La
salud “obliga a realizar ajustes continuos ante la tensión derivada del
entorno interno y externo, aplicando los recursos individuales para lo-
grar su potencial máximo en la vida diaria”.7
Esta teórica ve desde un punto de vista más amplio el concepto de
salud. No es menos cierto que la enfermedad interfiere en el proceso
salud pero esto solo lo hace en momentos determinados de la vida por lo
que la salud se debe mirar en un sentido más amplio de la palabra, no
solo cuando se está enfermo.
Faye Glenn Abdellah afirma que la salud es cuando la persona no
tiene necesidades insatisfechas ni deterioros reales o previsibles.7 Anali-
zando estos postulados entonces siempre se estaría enfermo porque los
seres humanos nunca tendrán todas las necesidades cubiertas, aún el
hombre más rico del mundo.
Dorothea Orem concibe la salud como un estado, que para la perso-
na, significa integridad física, estructural y funcional, ausencia de defec-
tos que impliquen deterioro de la persona, desarrollo progresivo e inte-
grado del ser humano como una unidad individual, acercándose a niveles
de integración cada vez más altos. Es decir un equilibrio del sistema.8,7
Según Callista Roy, la salud lo considera como un proceso de adapta-
ción en el mantenimiento de la integridad fisiológica, psicológica y so-
cial. Donde ella solo observa al individuo, desde el punto de vista de
adaptarse, las personas, al medio que lo rodea.8,7
Por otra parte, Betty Newman concibe la salud como un continuo
que va desde el bienestar a la enfermedad; como un equilibrio dinámico
de la línea normal de defensa.8,7
Según Ferguson afirma que la salud es una armonía rectora que parte
de una matriz: el cuerpo-mente. Y añade que la salud origina una actitud,
la aceptación de la incertidumbre de la vida, la disposición para aceptar
responsabilidades hacia los hábitos, un modo de percibir y enfrentarse
con el estrés y una búsqueda de relaciones humanas más satisfactorias y
un sentido de finalidad.9
En secuencia con esta perspectiva la salud es un derecho de toda la
gente. La responsabilidad para ese derecho descansa fundamentalmente
dentro del sistema personal. Se puede ganar un control sobre las vidas
que permita elegir si se quiere o no alcanzar el bienestar.10
Como parte de los esfuerzos por ayudar a la población a ocuparse de
su salud, el personal de enfermería mediante la información y la educa-
ción sanitaria, orienta a la población sobre los factores sociales, econó-
micos y ambientales que influyen en el individuo, la familia y la comuni-

156

ERRNVPHGLFRVRUJ
dad. Por consiguiente, la promoción y prevención de salud concierne a
todos los sectores de la actividad humana.
Las tendencias actuales pretenden llegar a sintetizar lo social, psico-
lógico y medio ambiente con un modelo de salud integrador de una cul-
tura humanista, del cual forman parte: el desarrollo y la salud del hom-
bre, racionalidad social y enajenación, ambiente saludable y enfermedad,
personalidad y subjetividad, homeostasis, infancia saludable, envejeci-
miento sano y una nueva salud pública.11,12
Por ser la salud algo que experimenta y percibe el sujeto dentro de sí,
no puede expresarse en palabras y conceptos, debe observarse desde un
punto de vista holístico que incluya la persona como un todo integrado.
El personal de enfermería es unos de los encargados de promover la
salud, pero a la vez, requiere mantener su salud para no afectar la rela-
ción enfermero-paciente.

Consideraciones finales
Se considera que el personal de enfermería debe experimentar un
cambio organizacional y desarrollar un plan para prevenir y promover la
salud en personas, familias y comunidades. Por lo tanto, al analizar la
salud tendremos siempre que verla con un enfoque integral que englobe
a la persona desde un punto de vista psicológico, biológico, físico y su
entorno, es decir la salud holística.

Referencias bibliográficas
Goldberg Group B. Medicina alternativa. California: Future Medicine Publishing, INC;
1993. p 3-213.
Enfermería en las Américas. Publicación científica Número 571. Washington: OPS; 1999.
p 77-167.
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Veléz Corea L A. Investigaciones de la medicina, la vida y la muerte. En: Ética Médica.
Compañía para Investigaciones Biológicas; 1990. p 79-85.
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Selección de temas de literatura básica. En: Introducción a la MGI. La Habana: Ciencias
Médicas; 1999. p 57-60.
Marriner Tomey A, Raile Alligood M. Modelos y teorías en enfermería. 4ª ed. Madrid:
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OMS. Aplicación de la estrategia mundial de salud para todos en el año 2000. Segunda
evaluación. Octavo informe sobre la situación sanitaria mundial. Ginebra: OMS;
1993. p 96.

157

ERRNVPHGLFRVRUJ
Aplicación de la teoría
de Dorothea Orem, al proceso
de atención de enfermería

Juan A. Castillo Mayedo


Yudith Aguilera Serrano
Eniomis Massó Betancourt
Marisol Alfonso Mora

Introducción
La teoría ayuda a adquirir conocimientos que permiten perfeccionar
las prácticas cotidianas mediante la descripción, explicación, predicción
y control de los fenómenos. Los enfermeros han mejorado su capacidad,
a través del conocimiento teórico, llevándolo a la práctica para resolver
problemas de salud, tanto en el individuo sano como en el enfermo.
Los teóricos de enfermería son profesionales que desarrollan con-
ceptos y propuestas específicas y concretas que intentan justificar o ca-
racterizar fenómenos de interés para la enfermería, una de ellas es
Dorothea Elizabeth Orem que con su teoría del déficit de autocuidado,
ha logrado desarrollar habilidades que eleven la calidad de la atención en
el ser humano.
El modelo del déficit de autocuidado compuesto por tres sub-teorías
interrelacionadas, ayudan al enfermero a aplicar el PAE con la calidad
requerida, además de aumentar el razonamiento por parte de los profe-
sionales de esta especialidad.
Por estar estrechamente vinculados los datos teóricos de Orem al
PAE, en todas sus etapas, se decidió encaminar este trabajo a realizar un
razonamiento crítico de la vinculación de la teoría de Dorothea Orem en
todas las fases del PAE.

Desarrollo
Según Orem es el concepto de autocuidado considerado como “acto
propio de individuo que sigue un patrón y una secuencia y que, cuando se

158

ERRNVPHGLFRVRUJ
lleva a cabo eficazmente contribuye en forma específica a la integridad
estructural, al funcionamiento y al desarrollo de los seres humanos”.
Las actividades de autocuidado se aprenden conforme al individuo
madura y son afectadas por creencias culturales, hábitos y costumbres
de la familia y de la sociedad. Edad, etapas del desarrollo, y estado de
salud, pueden afectar la capacidad del individuo para realizar actividades
de autocuidado.
Los enfermeros al poner en práctica la teoría de Orem, en su método
de actuación, les ayudan a ser más minuciosas las búsquedas de las nece-
sidades que afectan al individuo, si se conoce que lo anteriormente plan-
teado, influye en el autocuidado del paciente. Al realizar el proceso de
enfermería, en la etapa de la valoración se debe, como observadores por
excelencia, detectar cualquier alteración relacionada con la edad, etapas
de desarrollo, costumbres de la familia, etcétera que ayudaría no solo a
diagnosticar sino también a tratar la respuesta del individuo a los proble-
mas reales o potenciales de salud existentes.
Es importante que los enfermeros conozcan las condiciones univer-
sales de autocuidado que se mencionan a continuación:
1. El mantenimiento de un consumo de aire, agua y alimento suficiente.
2. La prestación de la asistencia que se asocia con los procesos de
eliminación y los excrementos.
3. La preservación de un equilibrio entre actividad y reposo.
4. El mantenimiento del equilibrio entre soledad e interacción social.
5. La prevención de los riesgos para la vida humana, el funcionamiento
del cuerpo y el bienestar personal.
6. La promoción del funcionamiento y desarrollo personal dentro de
grupos sociales, de acuerdo con el potencial humano, las limitaciones
conocidas y el deseo de ser normal que se corresponde con las
cualidades y las características genéticas y constitutivas del individuo.

Además de conocer los requisitos de autocuidado relativos al desa-


rrollo, la enfermera puede realizar el proceso de enfermería, en las dife-
rentes etapas de la vida, trazándose acciones que promuevan el desarro-
llo del individuo y la prevención de enfermedades que afectan dicho de-
sarrollo.
Orem describe tres etapas del proceso de enfermería, la primera im-
plica determinación de “por qué una persona debe recibir atención de
enfermería”. Se considera que no es más que la etapa de valoración, con
la cual, la enfermera encaminará su marcha, detectando las necesidades
afectadas y enunciando su diagnóstico.
Para Orem la segunda etapa incluye el diseño de un sistema de enfer-
mería que dé por resultado, la consecución de las metas de salud, esta

159

ERRNVPHGLFRVRUJ
etapa incluye básicamente la planificación de métodos para satisfacer las
necesidades de autocuidado, teniendo en cuenta las limitaciones existen-
tes.
Se piensa que esta etapa no es más que la intervención de enfermería,
donde la enfermera diseña y aplica un plan de acción para compensar las
limitaciones expresadas como déficit de autocuidado, poniendo de mani-
fiesto la relación estrecha entre enfermera y paciente durante la realiza-
ción del “plan de cuidado”.
Plantea que la tercera etapa se refiere a la implementación y evalua-
ción de las acciones diseñadas para superar las limitaciones de
autocuidado, proporcionar atención terapéutica y prevenir el desarrollo
de nuevas limitaciones de autocuidado.
El proceso de enfermería, que se aplica en las instituciones de salud,
en la actualidad, culmina, como bien dice Orem, con una evaluación ex-
haustiva, del plan de acción, reflejado en la respuesta del paciente a la
intervención brindada. Los enfermeros no solo tendrán presente resol-
verle la necesidad existente, sino, después de resueltas, evitar la reapari-
ción de esa o de otra.
En consecuencia de un razonamiento crítico de esta teoría, lleva a
deducir, que Orem forma como base, los requisitos de autocuidado uni-
versal, relativos al desarrollo y cuando falla la salud, por lo que se produ-
cen trastornos del autocuidado con respecto a esto, siempre vinculado al
proceso de enfermería brinda el conocimiento para elevar el nivel de
aplicación de estos datos empíricos en la práctica.
Con la teoría de los sistemas de enfermería descrita por Orem, la
enfermera emprende un plan de acción que le ayudará a mejorar su modo
de actuación en dependencia del trastorno de salud o de la necesidad
afectada del individuo, apoya y protege al mismo, por lo que es impor-
tante que se conozca que la enfermera consta de un sistema totalmente
compensador en el cual brinda y maneja la atención, hace juicios y toma
decisiones sobre el cuidado del paciente, ya que este está totalmente in-
capacitado para realizar su autocuidado. Analizando esta parte, el per-
sonal de enfermería tendrá que ser más exhaustivo para realizar una co-
rrecta valoración, y la detección de las necesidades afectadas del pacien-
te incapaz de cualquier acto deliberado, pudiendo entonces diagnosticar,
tratar y evaluar el trabajo.
Por otra parte en el sistema parcialmente compensador tanto la en-
fermera como el paciente realizan acciones de atención, mientras que en
el sistema educativo y de apoyo el paciente es capaz de desempeñarla y
puede o debe aprender a ejecutar las actividades necesarias de
autocuidado.

160

ERRNVPHGLFRVRUJ
Estos aspectos tratados anteriormente ayudarán a aplicar el método
científico, realizando acciones de enfermería más concretas, debido a
que se puede tener el apoyo de la persona afectada.
Es importante señalar que el modelo de Orem se aplica en el proceso
de enfermería siguiendo todas las etapas que se aplican en la actualidad:
1. La valoración: de las demandas del autocuidado y de las
incapacidades/limitaciones de la persona para cubrir los requisitos
demandados (agencia de autocuidado).
2. Intervención de enfermería:
a) Planificación: formulación de objetivos dirigidos al mantenimiento
y/o recuperación de los requisitos del autocuidado. Descripción de
acciones para lograr el objetivo.
b) Ejecución: establecimiento de métodos para suplir a la persona,
ayudarla o apoyarla con enseñanza y orientación.
c) Evaluación: valorar el cambio en la agencia del autocuidado, la
demanda del autocuidado y los requisitos del autocuidado.

Consideraciones finales
Se considera que un conocimiento pleno de los postulados teóricos
de Dorotea Orem ayudaría al personal de enfermería a enfrentar situa-
ciones de déficit de autocuidado que presentan los individuos tanto en
una institución hospitalaria como en la comunidad. Además, esta teoría
está vinculada integralmente al PAE, poniéndose de manifiesto en las
diferentes fases del mismo. De aplicarse estos conocimientos por parte
del personal de enfermería se lograría una atención integral al individuo
sano y enfermo.

Referencias bibliográficas
1. Leddy Susan, Mae Pepper J. Bases conceptuales de la enfermería profesional.
Filadelfia: J. B. Lippincott Company; 1989. p 165-67.
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co: Mc Graw- Hill interamericana. 3ª ed; 1997. p 2-15.

161

ERRNVPHGLFRVRUJ
Modelos teóricos de Orem
y Orlando vinculados a un proceso
de atención de enfermería,
en un individuo con hiperplasia
prostática bilateral

Juan A. Castillo Mayedo


Yudith Aguilera Serrano

Introducción
En épocas pasadas la enfermería era considerada una ocupación in-
ferior e indeseable; gran parte de la atención dada a los enfermeros en
los hospitales, eran brindadas por mujeres indigentes de los asilos y Ca-
sas de Caridad, que no contaban con experiencias, ni con el deseo de ser
buenas “enfermeras”.1
Ya con la introducción en los años 60 del proceso de enfermería le
confiere el carácter científico a esta disciplina. En esta misma década, en
Cuba, se venía trabajando en la búsqueda de nuevos métodos con vista a
elevar la calidad de la atención de enfermería.
En el año 1996 comienza de forma general en el país, la
implementación práctica del PAE.2,3 El método científico de actuación
de los profesionales de enfermería, vinculados a una base teórica, ayuda
a tener mayores posibilidades de éxitos y desarrollar habilidades analíti-
cas que aplicadas en la práctica, a todos los niveles de atención, repercu-
te en la mejoría de los pacientes.
Los grandes teóricos de la enfermería son profesionales que desarro-
llan conceptos, propuestas específicas y concretas que intentan justificar
o caracterizar fenómenos de interés para esta ciencia, por lo que se pue-
den citar ejemplos como Dorothea Elizabeth Orem, Ida Orlando, etcé-
tera, que con sus postulados vinculados al PAE se logra elevar, en gran
medida, los objetivos de la práctica y el razonamiento lógico del pensa-
miento enfermero.

162

ERRNVPHGLFRVRUJ
Por estar estrechamente relacionado los datos teóricos al actuar prác-
tico del enfermero, se ha decidido realizar este trabajo teniendo como
objetivo vincular las teorías de Dorotea Orem e Ida Orlando a un PAE,
teniendo en consideración las actividades de la asistencia de enfermería
en un individuo con hiperplasia prostática bilateral.

Desarrollo
Paciente con 67 años de edad, sexo masculino, de la raza blanca. Su
ocupación obrero agrícola. Ingresa por presentar hematuria xxx.
Antecedentes patológicos personales: no refiere.
Antecedentes patológicos familiares: hipertensión arterial
Historia actual de la enfermedad: llega al cuerpo de guardia
deambulando con fascie ansiosa, acompañado de su esposa, el mismo
refiere que hace ± 3 días presenta dificultad para orinar y ahora no pue-
de realizar su necesidad. Se le coloca una sonda semi-rígida extrayendo
un volumen urinario de 500 mL con presencia de coágulos sanguíneos.
Se realiza tacto rectal y se palpa la próstata aumentada de tamaño. Por
tales motivos se decide su ingreso hospitalario para mejor estudio y tra-
tamiento en sala.
Impresión diagnóstica: hiperplasia prostática bilateral.
Evolución de enfermería: con 7 días de evolución con el diagnóstico
de hiperplasia prostática bilateral, se recibe procedente del salón de ope-
raciones donde fue intervenido quirúrgicamente. Llega en camilla, acom-
pañado del camillero, la anestesia utilizada es la raquídea. Reportado de
cuidados.
DS: “tengo mucho dolor en la herida.” Quisiera levantar la cabeza.”
DO: se observa en decúbito supino pasivo, sin almohada, hemoglobi-
na 12,8 g/L, hematócrito y plaquetas normales. Sonda vesical y de
citostomía conectada a frascos colectores y permeables. Herida quirúr-
gica cubierta con apósitos estériles, sin sangramientos. Hidratación
parenteral en vena periférica permeable con cloruro de sodio 0,9 %.
Al examen físico presenta:
1. Piel y mucosas: húmedas y normocoloreadas.
2. Tejido celular subcutáneo: no infiltrado.
3. ACV: ruidos cardíacos rítmicos y de buen tono. TA: 130/80 mm Hg
y FC: 88 latidos/min.
4. A. Respiratorio: murmullo vesicular normal, no estertores.
5. A. Renal: hematuria xx.
6. Sistema nervioso central: consciente y orientado.

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Necesidades afectadas (Kalish)
1. Fisiológicas:
a) Supervivencia: dolor, eliminación y actividad.
b) Estimulación: manipulación.
2. Seguridad: protección y seguridad.

Se emplearon 2 tipos de datos: los primarios que son directamente


del paciente y los secundarios por la historia clínica y otros familiares y
personales de la salud.
Se utilizó para la recogida de datos la entrevista, el examen físico y la
observación.
Proceso diagnóstico:
− DE1: dolor relacionado con efectos post-operatorios.
− DE2: alteración del patrón de la eliminación urinaria: hematuria
relacionada con instrumentación quirúrgica.
− DE3: deterioro de la movilidad física relacionado con efectos de la
anestesia.
− DE4: déficit del autocuidado: parcial para bañarse, vestirse relacionado
con estado posoperatorio.
− DE5: alto riesgo de infección relacionado con técnicas invasivas (sonda
vesical y de citostomía, puntura venosa periférica).

Al realizar el PAE, la valoración es una de las etapas más importan-


tes, donde los enfermeros ponen en práctica su arte de observador por
excelencia y de buen recolector de datos.
Según Orlando, en su teoría, resalta la relación recíproca que se esta-
blece entre el paciente y la enfermera. Ambos se ven afectados por lo
que hace o dice el otro.4
En concordancia con esta teoría, se necesita una interacción fluida,
comunicativa entre enfermero y el paciente en la recolección de los da-
tos. Esto puede trasmitir una información tan valiosa como un buen exa-
men físico, así como detectar las afecciones psíquicas que experimenta el
paciente. Cuando se enuncian los datos subjetivos y objetivos se necesita
interactuar con el individuo para obtener una información lo más acerta-
da posible.
Los profesionales de enfermería, por lo general, con una aplicación
sabia, correcta y concreta de la teoría de interacción de Orlando, en la
etapa de valoración, puede llegar a obtener datos significativos a través
de los métodos de observación, entrevista y examen físico para detectar
las necesidades afectadas y enunciar los diagnósticos.
Por otra parte, Dorotea Orem, plantea que las actividades de
autocuidado se aprenden conforme al individuo madura y son afectadas

164

ERRNVPHGLFRVRUJ
por creencias culturales, hábitos y costumbres de la familia, y de la socie-
dad. Edad, etapas del desarrollo, y estado de salud, pueden afectar la
capacidad del individuo para realizar actividades de autocuidado.5,1
Se comparte la opinión de Dorotea Orem porque cuando se realiza la
recolección de datos se deben tener presente las costumbres, creencias
del paciente, y el entorno donde se encuentra el mismo.
Es importante señalar que Orem basa su teoría en los requisitos de
autocuidado tanto universales, los relativos al desarrollo y cuando falla
la salud, esto ayuda a realizar una valoración rica en los datos necesarios
que servirán de base para un buen proceso de enfermería, además de una
búsqueda minuciosa de la necesidades que más afecta al individuo de
esta presentación de caso.
Para Orem la valoración es la demanda de autocuidado y de las
incapacidades/limitaciones de la persona para cubrir los requisitos de-
mandados (agencia de autocuidado). Además planteó que la primera etapa
del proceso de enfermería implica la determinación de “por qué una per-
sona debe recibir atención de enfermería”.
La gran mayoría de los profesionales de enfermería se pregunta, ¿qué
necesita el paciente para encaminar estas acciones a satisfacer sus nece-
sidades?, se opina que todo paciente que recibe atención tanto del nivel
primario, como secundario necesita una buena valoración, donde se rea-
lice una recolección de datos encaminada a restablecer su salud.
Teniendo en cuenta los escritos de Dorotea Orem e Ida Orlando y
poniéndolas en práctica en las instituciones hospitalarias es posible rea-
lizar una buena valoración, establecer el orden de prioridades de las ne-
cesidades afectadas y llegar a un proceso diagnóstico más eficaz, que
sirva de base a las demás fases del proceso de enfermería.
En las fases de planificación y ejecución, los objetivos o expectativas
que se trazaron para dar solución a las necesidades afectadas de este
paciente son:
− E1: alivie dolor, referido por el paciente.
− E2: elimine hematuria hasta que se observe orinas claras.
− E3: recupere movilidad física hasta que cesen los efectos de la aneste-
sia.
− E4: logre autocuidado hasta que el paciente pueda bañarse y vestirse
por sí solo.
− E5: evite infección hasta retirar sonda vesical, de citostomía y puntura
venosa periférica.

Acciones de enfermería:
1. Realizar cambios de posición, sin levantar la cabeza cada 4 h.
2. Observar características del dolor, intensidad, sitio, lugar de
desplazamiento durante el turno.

165

ERRNVPHGLFRVRUJ
3. Brindar líquidos, después de las 6 h, moderada al principio y después
abundante en cada turno.
4. Llevar hoja de diuresis en 24 h.
5. Realizar ejercicios pasivos en su lecho cada 6 h.
6. Realizar baño de aseo del paciente diario.
7. Realizar cambios de ropas al paciente cada vez que sea necesario.
8. Mantener sábanas secas y limpias durante el turno.
9. Mantener sonda vesical y de citostomía permeable en cada turno.
10. Observar características del apósito para detectar hemorragias en
cada turno.
11. Mantener puntura venosa limpia, seca y permeable en cada turno.

Los postulados de la teoría de Ida Orlando pueden ser aplicados en


las fases de planificación y ejecución, donde es muy importante la
interrelación enfermero-paciente para lograr objetivos y acciones de en-
fermería de mutuo acuerdo con el individuo, dándole soluciones al pro-
blema existente y así lograr que el mismo, esté consciente del cuidado
que va a recibir, además de aportar ideas que sirven para satisfacer sus
necesidades.
Esta teórica enunciaba acciones de enfermería automáticas y delibe-
radas. La primera “son todas aquellas que se decide por razones ajenas a
las necesidades inmediatas del paciente” y la segunda “es la que se decide
tras identificar una necesidad del paciente y con el fin de satisfacerla” .4
En el modelo cubano se usan acciones de enfermería independientes
e interdependientes las cuales están relacionadas con lo que planteaba
Ida Orlando, debido que en ambos modelos se llegan a acciones concre-
tas, dirigidas a satisfacer y darle cumplimiento a las expectativas u obje-
tivos trazados, teniendo siempre un orden de prioridad de acuerdo con
los diagnósticos planteados.
Dorotea Orem consideraba que “la planificación es la formulación
de objetivos dirigidos al mantenimiento y/o recuperación de los requisi-
tos de autocuidado. Descripción de acciones para lograr el objetivo y la
ejecución es el establecimiento de métodos para suplir a la persona, ayu-
darla o apoyarla con enseñanza y orientación”.
Siguiendo los pasos de Orem también se formularon las expectativas
y se elaboraron las acciones de enfermería para lograr los objetivos pro-
puestos, que fue resolver las necesidades afectadas, que para Orem no es
más que los requisitos de autocuidado.
Al ejecutar las acciones se propone ayudar, enseñar y orientar al pa-
ciente y de esta forma incorporarlo a la sociedad como una persona su-
puestamente sana.
En el caso que se analiza, el paciente se encuentra en el posoperatorio,
que a medida que se va restableciendo de la anestesia, va recuperándose

166

ERRNVPHGLFRVRUJ
gradualmente y las acciones de enfermería se derivan del sistema parcial-
mente compensador, de la teoría de los sistemas propuesto por Orem,
tanto las enfermeras como el paciente realizan acciones de atención.
La teoría de los sistemas, puede utilizarse en todos los procesos de
enfermería. Los profesionales de esta especialidad pueden emprender
un plan de acciones que ayuda a mejorar su modo de actuación, en de-
pendencia del trastorno de salud o de la necesidad afectada del indivi-
duo. Es importante que se conozca que también existe el sistema total-
mente compensador y el sistema de apoyo educativo, para satisfacer las
necesidades de autocuidado, teniendo en cuenta las limitaciones existentes.
Para Orem “la enfermería son acciones que tienen por objetivo ven-
cer o prevenir el desarrollo de limitaciones en el autocuidado o propor-
cionar un cuidado propio terapéutico de los individuos que son incapa-
ces de hacerlo por sí mismo”.5,1
Partiendo de estos supuestos teóricos, en el desarrollo de la etapa de
la intervención, se elabora un plan de acción siempre destinado a dar
solución al déficit de autocuidado o a prevenir la aparición de otros tras-
tornos.
Dorotea planteaba que en todo el proceso de enfermería, centrado
en el déficit de autocuidado, la actividad de la enfermera y las demandas
y actividades de autocuidado del paciente, van a estar siempre condicio-
nadas por factores externos de la persona, tanto en la etapa de valora-
ción como en la de intervención.
Al elaborar los objetivos o expectativas y las acciones de enfermería
se deben tener en cuenta los factores que puedan influir en la ejecución
correcta del plan de cuidado e interferir en la mejoría de la persona.
En la última fase del PAE que es la evaluación, se materializa y se
identifica si hubo o no errores en la actuación de enfermería.
A continuación se enuncia la nota de resumen de esta presentación
de caso:
El paciente refiere alivio del dolor, se mantiene con hematuria, se
moviliza en su lecho, coopera durante el baño y al vestirse, se mantiene
con sonda vesical, citostomía y puntura venosa limpia y permeable.
Ida Orlando consideraba “que la enfermera evalúa sus acciones com-
probando la conducta verbal y no verbal del paciente, al final del contac-
to, con la que mostraba cuando se inició el proceso. Finalmente analiza
sus nuevas observaciones para elucidar en qué medida la acción ha ali-
viado realmente el malestar (evaluación). En caso negativo debe reiniciarse
el proceso”.4
Orem planteaba valorar el cambio en la agencia de autocuidado, la
demanda de autocuidado y los requisitos de autocuidado, que no es más
que la evaluación.5,1
Al igual que Ida Orlando, al realizarse el PAE, que culmina con la
evaluación, los enfermeros deben interactuar con el paciente, detectan-

167

ERRNVPHGLFRVRUJ
do, preguntando, observando y de esta forma evaluando si los objetivos
trazados y acciones planteadas dieron respuesta a los diagnósticos elabo-
rados, y si repercutió en el restablecimiento de la salud del individuo sino
retroalimentarse, dirigiéndose a la valoración y modificar los errores
cometidos, trazándose nuevos objetivos y acciones que resuelvan el pro-
blema existente y satisfaga las necesidades afectadas de la persona.
La interacción mutua entre el paciente y el enfermero, las acciones
diseñadas y toda la gama de relaciones que puede existir de forma directa
e indirecta, se considera que todo esto, conforma el proceso de enferme-
ría al igual que enunciaba Ida Orlando.
Valorando esta nota de resumen, por la teoría de Orem, tendría que
basarse en si la demanda de autocuidado ha disminuido y si los requisitos
de autocuidado se han resuelto, que no es más que las necesidades afec-
tadas de la persona, entonces la enfermera como Agencia de Autocuidado
evalúa si sus expectativas fueron cumplidas y si fuera necesario estable-
cer medidas correctoras que eleven la calidad del plan de cuidados.
Después de haber vinculado estas 2 grandes teóricas a este PAE, ca-
bría decir, que en gran medida puede aplicarse, en el actuar práctico,
tanto en la atención primaria como en la secundaria, además que sirve de
guía para satisfacer las necesidades afectadas de los pacientes y ayuda a
fomentar el pensamiento crítico de los profesionales de enfermería.

Consideraciones finales
Se considera que la aplicación de las teorías del autocuidado y de la
interacción durante el PAE, permiten una atención integral al individuo
sano o enfermo, además de fomentar el razonamiento crítico y desarro-
llar las habilidades prácticas de la asistencia de enfermería, en aras de
cumplir el principal objetivo, brindar cuidados con calidad y enfoque
científico.

Referencias bibliográficas
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ría profesional. Filadelfia: JB Llippincott Company; 1989. p. 159-67.
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Raile AM. Modelos y Teorías en Enfermería. 4ª ed. Madrid: Harcourt; 1999. p. 175-94.

168

ERRNVPHGLFRVRUJ
La práctica de enfermería

Abdul Hernández Cortina


Caridad Guardado de la Paz

Introducción
Desde hace algunos años las enfermeras/os han intentado desarrollar
la práctica autónoma, quizás como ningún otro grupo profesional ha de-
seado convertirse en una disciplina científica, pocos no han sido los es-
fuerzos para delimitar un área particular de pensamiento que guíe la prác-
tica, investigación, formación y la gestión en enfermería. La actividad a
través de la historia se ha relacionado con la mujer, caracterizado por el
temperamento maternal, idiosincrasia propia y muchas veces impuesta
por diferentes sociedades. La discriminación las obligaban solamente a
realizar actividades hogareñas y no se les permitía estudiar; esto junto
con el desarrollo vertiginoso de la medicina, la atención de la sociedad
hacia el médico y su método clínico influenciaron negativamente en el
pensamiento enfermero.6 A mediados del siglo XIX por primera vez
Florence Nightingale escribe y enuncia una serie de postulados sobre su
punto de vista acerca de la enfermería, cuando asiste como voluntaria
organizando un departamento de enfermería en la Guerra de Crimea,
desafiando los tabúes de la sociedad Victoria Inglesa.2 Desde aquella época
hasta la actualidad muchos han sido los autores y organizaciones que
ofrecen una definición conceptual de enfermería. Los términos profe-
sión, ciencia y holismo son más recientes en la historia de la enfermería y
en ocasiones de escaso dominio por algunas de las practicantes. Por tal
motivo se realizó una revisión bibliográfica donde se describe como abor-
dan distintos autores estos conceptos en los orígenes de la profesión así
como las condiciones históricas y tendencias filosóficas que influyeron e
influyen en la enfermería.

Exposición del tema


Muchos autores consideran a Nightingale como la primera teórica de
enfermería, ya que aplicó un proceso constante de observación enfocado
en la influencia del entorno sobre el individuo. En sus apuntes (Notes on

169

ERRNVPHGLFRVRUJ
nursing what it is and what it is not) conceptualizó la enfermera como la
encargada de la salud personal de alguien y lo que la enfermera tenía que
hacer es poner al individuo en las mejores condiciones para que la natu-
raleza actúe sobre él.3 Posteriormente no es hasta el siglo XX donde
existe un estallido de teóricas en enfermería que enuncian lo que desde
su punto de vista constituye la enfermería.
Virginia Henderson: ayudar al individuo enfermo o sano a realizar
aquellas actividades que contribuyan a la salud, su recuperación o a una
muerte en paz que podría llevar a cabo sin ayuda si tuviese la fuerza, la
voluntad y los conocimientos necesarios.2
Dorotea Orem: es una preocupación especial por las necesidades del
individuo, para las actividades del autocuidado, su prestación y trata-
miento de forma continuada para mantener la vida y la salud; recuperar-
se de enfermedades o lesiones y enfrentarse a sus efectos.2
Hildegarde Peplau: la enfermería es un instrumento educativo, una
fuerza de maduración que apunta a promover en la personalidad el movi-
miento de avance hacia una vida creativa, constructiva, productiva, per-
sonal y comunitaria.2
Dorothy Johnson: fuerza reguladora externa que actúa para conser-
var la organización e integración de la conducta del cliente a un nivel
óptimo en aquellas ocasiones en que la conducta constituye una amenaza
para la salud física, social o existe una enfermedad.2
Sister Callista Roy: un sistema de conocimientos teóricos que pres-
cribe un análisis y acciones relacionadas con la atención de la persona
enferma o potencialmente enferma; es necesaria cuando el estrés no ha-
bitual o el debilitamiento del mecanismo de afrontamiento hacen que los
intentos normales de la persona para el afrontamiento sean ineficaces.2
Abdellah: es tanto un arte como una ciencia que moldea las actitu-
des, la capacidad intelectual y las habilidades técnicas de cada enfermera
en un deseo de ayudar a la gente enfermo o no, haciendo frente a sus
necesidades sanitarias.2
American nurse asociation (Asociación norteamericana de enferme-
ría): es el diagnóstico y tratamiento de las respuestas humanas ante pro-
blemas de salud reales o potenciales.
Como se observa no existe un concepto universal para la enfermería,
este fenómeno esta influenciado por las condiciones socioeconómicas de
cada país, acontecimientos históricos y el escaso período de años con
que cuenta esta actividad si se compara con la medicina, física y química
por solo citar algunas, aunque se observa cierta tendencia repetitiva en la
literatura de determinados conceptos como ciencia, profesión y holismo
el autor considera que el desarrollo de las comunicaciones influirá posi-
tivamente en este fenómeno.

170

ERRNVPHGLFRVRUJ
Se analizan los criterios establecidos por el sociólogo Povalko que
describe a través de un modelo la secuencia lógica que atraviesa determi-
nada actividad humana en el camino de ocupación a profesión, y es pre-
cisamente estos cambios que ocurren en las características en dirección
hacia la profesión lo que él denomina profesionalización.4 Este modelo
incluye 8 categorías aplicables a cada grupo de trabajo:
1. Teoría: el grupo de trabajo es valorado en la medida que su actividad
esté basado en un cuerpo sistemático de teorías y de conocimiento
abstracto. Para formar este cuerpo de conocimientos abstractos se
hace necesaria la investigación que en la enfermería comenzó en
1933.4 Las causas que provocaron el surgimiento de las teorías en
enfermería son:
a) Necesidad de establecer claramente la enfermería como profesión.
b) Definir una doctrina única para la enfermería.
c) El valor intrínseco de la misma.
Estas teorías están en continuo desarrollo y se observa un auge en la
investigación enfermera a nivel internacional que favorecen a la
enfermería como profesión.
2. Relevancia y valores sociales: esta categoría es la justificación de la
existencia de la profesión y la identificación ante la sociedad con
valores propios. Una ocupación no tiene una justificación de
existencia ni valores relevantes sociales. O sea se refiere a la necesidad
de existencia y el reconocimiento social que está íntimamente
relacionado con el aporte de esa profesión a la sociedad.4 que la
enfermería en general lo tiene. Aunque falte quizás en algunos sectores
la comprensión de un único servicio independiente de la medicina se
afirma que la actividad ofrece un servicio vital a la sociedad con
reconocimiento social ascendente.
3. Entrenamiento y período educacional: el autor divide esta categoría
en tres subcategorías, duración de la educación, grado de
especialización y contenido:
a) Duración: generalmente la ocupación requiere de cortos períodos de
tiempo para su preparación en el caso de la profesión se requieren
años para formar un profesional.
b) Grado de especialización: se refiere a la realización de cursos de
posgrado, maestrías, diplomados y doctorados.
c) Contenido: constituye un grupo de valores, normas y roles que se
inculcan a los educandos y que forman una subcultura profesional
única que distingue un grupo de trabajadores de otros.
4. Motivación: esta categoría se define como el grado de deseo del grupo
de servir al público como primer objetivo y no de servir por un interés
propio y más que la enfermería se define como una profesión de
servicio.4

171

ERRNVPHGLFRVRUJ
5. Autonomía: Povalko la define como la libertad del grupo de regular
y controlar su propia conducta laboral. Usualmente la ocupación
está regulada por un control externo proveniente de un grupo de
trabajo superior y diferente. En el caso de la profesión tiene una
autorregulación y controles internos establecidos por los propios
miembros del grupo.4
6. Sentido de responsabilidad: la responsabilidad está basado en el grado
de congruencia entre lo personal, profesional y organizacional a la
hora de emplear objetivos y propósitos.4
7. Sentido de comunidad: está definido como el deseo de sus miembros
de compartir una identidad, distinción común y poseer una subcultura
distintiva que influye significativamente en la conducta laboral.4
8. Código ético: la complejidad, el número de estatutos y las relaciones
que describe debe incrementar y convertir al grupo de trabajo en
más profesional. La ANA escribió su código en 1950 y ha sido
revisado y reelaborado a través de los años.4 Si estos elementos se
someten a un análisis es apreciable que sería diferente en cada país y
quizás algunas áreas estén más avanzadas y otras más atrasadas
considerando que la enfermería cumple con el estatus de profesión.

La palabra holístico proviene de las raíces griegas, es la filosofía de la


totalidad o integralidad. Fue introducida por primer vez por el mariscal
de campo sudafricano Jan Chistiaan Smuts en el libro Holismo y Evolu-
ción 1926 donde interpreta en un sentido idealista la irreductibilidad de
todo a la suma de sus partes, atribuyéndole al factor de totalidad princi-
pios no materiales e incognoscibles con carácter místicos. La introduc-
ción de este término en la medicina no responde a la filosofía de este
pensador reaccionario; más bien a partir de los años 60 con el auge de la
llamada medicina alternativa y practicada en general por personas sin
formación académica médica que se atribuyeron el término de médicos
holísticos los cuales practicaban técnicas preventivas, diagnósticas y te-
rapéuticas no empleadas por la medicina moderna creándose un enfren-
tamiento que aún persiste con menor fuerza en la medida que el desarro-
llo científico compruebe la eficacia de estas técnicas y establezca una
metodología científica de su aplicación.
Cuba es uno de los primeros países que aboga por la integración de la
medicina natural y bioenergética a la medicina alopática. Esta integridad
ha llevado a introducir el término holístico que según la Sociedad de
Medicina Holística de los EE.UU. lo conceptualiza como una forma de
diagnosticar, tratar y prevenir las enfermedades desde un punto de vista
integral lo que implica tratar al medio ambiente que la circunscribe. Lo
novedoso de este término es que trata de excluir del proceso del pensa-

172

ERRNVPHGLFRVRUJ
miento lo heredado de la filosofía cartesiana que predominó en el siglo
XVII basado en el dualismo y el estudio separado de las cosas. Lo que
contradictorio del pensamiento cartesiano no es su concepción materia-
lista de la naturaleza es sencillamente el método de estudio basado en el
mecanicismo.
Descartes en su Discurso el método desarrolla un materialismo
mecanicista que ha influido hasta la actualidad fragmentando el estudio
del hombre excluyendo la integridad que existe entre las funciones fisio-
lógicas, los procesos del pensamiento y la espiritualidad.
Sin embargo la visión del individuo como un todo se encuentra en las
antiguas culturas orientales donde el rasgo más importante de su con-
cepción del mundo era la conciencia de unidad e interrelación mutua
existente entre todas las cosas y fenómenos.
En la vida diaria no se está consciente de esta unidad si no que se
divide el mundo en sucesos y objetos separados. Esta división es necesa-
ria para enfrentarse cada día al entorno pero no constituye un rasgo fun-
damental de la realidad, es una abstracción creada por el intelecto
discriminador y categorizante, puede ser que lo que hoy se denomina
holístico los chinos le llamaban el tao, los budistas el dharmakaya y así
cada cultura antigua a pesar de su visión mística de la realidad concibió
la integralidad de todos los fenómenos.5
La enfermería surge en el siglo XIX en Europa bajo la influencia del
mecanicismo que aún persiste en la actualidad que existen una gran can-
tidad de teóricas que prestan más importancia a uno que otro fenómeno
del metaparadigma de la enfermería (salud, entorno, cuidados y perso-
na) por ejemplo Florence Nightingale prestó esencial atención al entor-
no, Virginia Henderson necesidades o cuidados, Martha Rogers a la per-
sona y Dorothea Orem a los cuidados.
Sin embargo, hay otros modelos y teorías que enuncian la necesidad
de una atención integral en enfermería como Neuman que expresó “ la
enfermería es la única profesión en la cual se manejan todas la variables
que afectan la respuesta del individuo al estrés”.2 Patricia Iyer “ La en-
fermería se ocupa de los aspectos psicológicos, espirituales, sociales y
físicos de la persona y no solo del proceso médico, por ende se centra en
la respuesta global de la persona que interactúa con el entorno”.3
Donalson y Crowley (1978) “Enfermería estudia la integralidad de la
salud de las personas, reconociendo que las mismas están en constante
interacción con el entorno”.6
Otro punto a favor es la tendencia organicista y de cambio de algunos
modelos en cuanto a la relación entre los diferentes conceptos
paradigmáticos de la enfermería como profesión holística.
El alcance de la práctica de enfermería incluye actividades de valora-
ción, diagnóstico, planificación, tratamiento y evaluación de las respues-

173

ERRNVPHGLFRVRUJ
tas humanas observadas tanto en las personas sanas como enfermas, es-
tas respuestas humanas son de naturaleza cambiante y dinámica (visión
organicista), son diversas y exclusiva para cada individuo siendo reflejo
de su interacción con el entorno. Como ejemplo de esto están las dife-
rentes respuestas humanas identificadas por la NANDA y que demues-
tran finalmente el carácter holístico de la profesión.
Puede plantearse para concluir este trabajo que diversos teóricos y
organizaciones han definido la enfermería, no existiendo hasta el mo-
mento una definición conceptual universal, a pesar de esto, esta profe-
sión está dando pasos certeros en el camino de la profesionalización cum-
pliendo en su gran mayoría con los criterios de Povalko existiendo áreas
con dificultades que debe reforzarse en este milenio. La suscitación de
las teorías, el desarrollo del método científico y el cuidado como objeto
de estudio siguen enriqueciendo la enfermería como ciencia contribu-
yendo al cuerpo de conocimientos abstractos propios que brinda el ca-
rácter distintivo ante otras actividades humanas. El alcance profesional
de enfermería incluye actividades de valoración, diagnóstico, tratamien-
to y evaluación de las respuestas humanas con un carácter definitiva-
mente integral por lo que se considera que la enfermería es una ciencia
emergente con carácter holístico.

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Tomey Marriner Ann. Modelos y teorías en enfermería. Cuarta edición. España,
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174

ERRNVPHGLFRVRUJ
El pensamiento holístico

Abdul Hernández Cortina

Introducción
EL holismo se ha convertido desde hace algunos años el centro de
atención de profesionales enfermeros, instituciones y organizaciones a
nivel internacional. El holismo como corriente del conocimiento ha teni-
do una gran influencia en el desarrollo teórico de la enfermería. Nume-
rosas autoras han manifestado el carácter holístico de la enfermería.1 En
el siguiente trabajo se realiza una revisión bibliográfica sobre el pensa-
miento holístico de forma general, en otras áreas del conocimiento y de
manera particular en la enfermería. Por consiguiente el objetivo de este
manuscrito es describir la evolución del holismo como corriente del co-
nocimiento y su influencia en la enfermería.

Desarrollo
Antecedentes del pensamiento holístico y su evolución en otras áreas
del conocimiento.
La palabra holístico proviene del término griego olos que significa
totalidad. El pensamiento holístico tuvo su origen en la antigüedad con la
escuela de Mileto, llamados hilozoistas por los griegos modernos, ellos
no veían la diferencia entre lo animado y lo inanimado, entre el espíritu y
la materia; consideraban que todas las formas de vida eran manifestacio-
nes de la fisis dotadas de vida y espiritualidad.2 Posteriormente Heráclito
de Efeso acentuó de una manera notable este tipo de pensamiento basa-
do en la totalidad o la unidad, señalaba que todos los cambios en el mun-
do ocurren por la interacción dinámica y cíclica de los opuestos, forman-
do estos opuestos una unidad que contiene y trasciende todas las fuerzas
opuestas, denominado logos.2 Esta visión del mundo tuvo notable parale-
lismo en las diferentes culturas orientales (budistas, taoistas e hindúes)
quienes consideraban como objetivo supremo llegar a ser conscientes de
la unidad de interrelación mutua de todas las cosas.2Quizás lo que hoy se
denomina holismo los budista lo llamaban el dharmakaya, los hindúes el

175

ERRNVPHGLFRVRUJ
brahman y los taoistas el tao. Este pensamiento se mantuvo y mantiene
hasta nuestros días en estas culturas orientales, no ocurriendo así en el
mundo occidental. Desintegrándose a partir de la escuela de Elea, cuya
tendencia magnificó la separación entre espíritu y materia. La escuela de
Elea tuvo influencia en los atomistas y en el pensamiento de Aristóteles,
el cual creó un esquema donde resaltaba la separación del alma humana
del mundo material. Este tipo de pensamiento perduró hasta el renaci-
miento.
El surgimiento de la ciencia moderna en el renacimiento fue
influenciado por este dualismo filosófico precedente, por ejemplo René
Descartes quien basó su visión del mundo en dos partes separadas e in-
dependientes; la mente y la materia. El dualismo Cartesiano ejerció una
gran influencia en el pensamiento occidental, la célebre frase “pienso
luego existo” llevó al hombre occidental a identificarse con su mente en
lugar de hacerlo con todo su organismo; se le asignó a la mente la tarea
de controlar al cuerpo creando un conflicto entre la voluntad consciente
y los instintos involuntarios.2 El hombre fue dividido en partes aisladas
(sentimientos, creencias y actividad ) al igual que su entorno, cuya visión
fragmentada es heredada por la actual sociedad occidental dividida en
todo tipo de distinción.
Otro notable hombre de ciencia que marcó el pensamiento científico
occidental fue Isaac Newton, notable físico que hizo aportes en la óptica,
matemática, astronomía y la mecánica como rama de la física, algunos de
sus postulados son de extraordinaria validez, pero su mecanicismo que
fue pilar en la física durante siglos sucumbió a principios del XX. 2
Dos hallazgos fundamentales vinieron a destruir la concepción
newtoniana del mundo. La teoría de la relatividad y la física atómica de
Albert Einstein las cuales explicaban los fenómenos atómicos y electro-
magnéticos de una manera total.2 En este sentido Einstein declaraba: “A
medida que penetramos en la materia no nos muestra ningún ladrillo
básico aislado, sino que aparece como una complicada telaraña de rela-
ciones existentes entre las diversas partes del conjunto”.2 Einstein y sus
seguidores demostraron que las partículas atómicas no podían conside-
rarse como una entidad aislada, sino que debía entenderse como parte
integrante de un conjunto.
Otro aspecto importante ocurrió con el surgimiento y formación de
la psicología. Wundt nombrado por algunos autores el padre de la psico-
logía, la consideró como una disciplina dedicada al estudio del compor-
tamiento humano bajo los preceptos mecanicistas de la física clásica de
Issac Newton. Wundt planteaba que el funcionamiento de nuestro
psiquismo podría ser analizado en elementos básicos, elementaristas e
indivisibles.3 Esta tendencia reduccionista de la psicología tuvo una no-

176

ERRNVPHGLFRVRUJ
table crítica por parte de psicólogos y filósofos de la época; ellos aboga-
ban por una comprensión unitaria de la psiquis como un todo, dando
origen a la importante escuela alemana de psicología llamada “Psicología
de las totalidades significativas o escuela de gestalt”
La escuela de las totalidades significativas o gestalt (palabra alemana
que tiene este significado) surgió a finales del siglo XIX principios del
XX en contraposición a la tentativa de comprender la experiencia psí-
quico emocional a través de un análisis atomista mecanicista, el cual re-
ducía los elementos de una experiencia en comportamientos más sim-
ples, estudiados por separado. Sus principales exponentes fueron Max
Wertheimer (1880-1943) Kurt Koffka (1886-1941).
En esa misma época fue publicado por el mariscal de campo
sudafricano Jean Smut el libro Holismo y evolución 1926 donde inter-
preta en un sentido idealista la irreductibilidad de todo a la suma de sus
partes, atribuyéndole al factor de totalidad principios no materiales e
incognoscibles con carácter místicos.4
Un acercamiento a las ciencias de la salud del holismo lo constituyó
el libro El organismo: una aproximación holística a la biología (1934) del
notable neurofisiólogo Kurt Goldstein, su tesis tiene una fuerte visión
holística al plantear que el organismo no puede ser dividido en órganos,
mente y cuerpo porque es el organismo como un todo el que reacciona
con el entorno. “El organismo no puede ser dividido en órganos y lejos
menos en mente y cuerpo, porque es el todo que reacciona al ambiente.
Nada es independiente dentro del organismo. El organismo es un todo”… 5

¿Qué es el holismo?
El holismo es una tendencia que permite entender los eventos desde
el punto de vista de las múltiples interacciones que lo caracterizan, co-
rresponde a ver las cosas enteras, en su totalidad, en su conjunto, en su
complejidad.4 Es una concepción filosófico-científica, que aparece pri-
meramente en el ámbito de la biología, a comienzos del siglo XX. Se
denomina holismo a todo enfoque teórico que tienda a considerar el ob-
jeto de estudio de una ciencia primariamente como un todo, aplicándole
los principios organicistas de que los individuos o los elementos de una
estructura no tienen otro sentido que el que les confiere el todo, o la
estructura, y el de que el todo es más que la suma de las partes de que se
compone.6
Otros autores lo definen como un paradigma, como un nuevo mode-
lo que aboga por la concepción de la totalidad, que lleva a despertar en
los seres humanos la conciencia de esa funcionalidad dentro de la inmen-
sa totalidad.4 Trata de un abordaje sistémico de la vida, es un enfoque

177

ERRNVPHGLFRVRUJ
global, interdisciplinario en que todo es considerado en continua rela-
ción e interdependencia de los fenómenos físicos, biológicos, psicológi-
cos, espirituales, culturales y sociales.7

Holismo y enfermería
A mediados del siglo XIX por primera vez Florence Nightingale es-
cribe y enuncia una serie de postulados sobre su punto de vista acerca de
la enfermería. Catalogada como madre de la enfermería moderna, es
considerada por algunos autores como la primera enfermera holística,
este planteamiento es sustentado por Barbara Dossey en su libro Florence
Nightingale. Mystic, visionary, healer, debate que tiene sus detractores a
nivel internacional.
No es hasta mediados del siglo XX que comienza el desarrollo a nivel
teórico en enfermería, el surgimiento de escritos abordando temas de la
profesión tuvo un profundo sentido humanista y etnocentrista desde sus
comienzos, pero con un reconocimiento a la necesidad de una
cosmovisión totalitaria en opinión del autor. Se desea diferenciar dos
términos utilizados por Parse, totalidad y simultaneidad. La totalidad
constituye un paradigma que plantea que pueden comprenderse los fe-
nómenos a partir de la sumatoria de los aspectos o dimensiones que com-
ponen el fenómeno estudiado. Por otra parte, la simultaneidad es un pa-
radigma que plantea que puede comprender el fenómeno a partir de la
totalidad de sus características y no como la sumatoria de sus partes.
Porque es el todo simultáneo lo que constituye el fenómeno. Esto es un
aspecto importante, las corrientes del conocimiento en enfermería re-
conocen la importancia del todo, sin embargo difieren en la metodología
para llegar a concebir la totalidad. A continuación se describen algunos
exponentes de este pensamiento en enfermería.
Sor Callista Roy, en su modelo de adaptación ofrece un enfoque
sistémico, reconociendo la necesidad de abordar la totalidad, los dife-
rentes supuestos conceptuales escritos a lo largo de su vida así lo de-
muestran, sistema: “conjunto de partes conectadas que funcionan como
un todo”…… 8 Holismo y sistema: “un sistema es un conjunto de unida-
des tan relacionadas o tan interconectadas que forman un todo unita-
rio”.8 “Holismo y persona: todo individuo es holístico”.8
Otras de las autoras que promueve la visión totalitaria es Betty
Neuman. Cursando numerosos estudios en 1985 culmina el doctorado
en psicología, siendo la pionera en el desarrollo de la salud mental en
enfermería.9 Con sus principales conceptos y definiciones de su modelo
de sistemas aborda la totalidad en enfermería de manera implícita, algu-
nas críticas plantean que tiene cierta similitud con la teoría de la gestalt.9

178

ERRNVPHGLFRVRUJ
Neuman plantea que la enfermería debe aplicarse a la persona como un
todo. Concibe a la persona como un sistema dinámico de relaciones esta-
blecidas entre los factores fisiológicos, psicológicos, socioculturales, de
desarrollo y espirituales.9 El modelo de sistemas de Neuman sustenta
que los diagnósticos de enfermería establecen una base de datos que in-
cluyen interacciones dinámicas entre las dimensiones fisiológicas, psico-
lógicas, biológicas y espirituales.
Con el propósito de crear un marco teórico conceptual de referencia
en enfermería Imogene King elabora la “Teoría de la consecución de
objetivos” donde define a la persona como seres holísticos y espirituales,
las personas son seres únicos y holísticos capaces de pensar racional-
mente y de tomar decisiones en la mayoría de las situaciones.9 Sus estu-
dios han tenido notable influencia en la formación e investigación en
numerosas universidades de Norteamérica.
En 1980 se publicó un modelo elaborado por tres enfermeras ingle-
sas y escocesas titulado “Elementos de enfermería: Un modelo basado
en el modelo vital” que ha tenido gran repercusión en Europa, el mismo
plantea cinco grandes factores que influyen en la actividad vital; (biológi-
cos, psicológicos, socioculturales, espirituales, políticos y económicos),
en opinión del autor esto le brinda un matiz totalitario a esta teoría aun-
que no sea explícitamente.
Dorotea Orem creadora del modelo de autocuidado, tuvo en algunos
de sus preceptos enfoques totalitarios a la hora de definirlo, ella contem-
plaba el concepto “auto” como la totalidad de un individuo, incluyendo
no solo sus necesidades físicas, sino también las psicológicas y espiritua-
les,10 “en el término autocuidado, la palabra auto se utiliza en sentido del
ser humano completo”.11
Sin embargo existen un grupo de teóricas que desarrollan una pers-
pectiva holística desde la simultaneidad como Madeline Leninger y su
“Teoría de la diversidad y universalidad” o “Enfermería transcultural”.
Fue la primera enfermera en obtener el doctorado en antropología cul-
tural y social, con gran impacto sus publicaciones ofrecen una perspec-
tiva del cuidado cultural con marcada tendencia holística. En su mode-
lo del Sol Naciente explica como influyen diferentes factores económi-
cos, religiosos, culturales, políticos, estilos de vida, factores tecnológi-
cos, la etnohistoria, la religión (código moral), valores culturales y prác-
ticas genéricas que influyen en la salud holística.12 Considera al cuida-
do como los medios holísticos más amplios que permiten conocer, ex-
plicar, interpretar y predecir los fenómenos asistenciales de la enfer-
mería para orientar la práctica de esta disciplina.9 Su enfoque cultural
del fenómeno enfermero aborda en opinión del autor el cuidado de las
personas, familia y comunidad desde disímiles aristas que brindan un
matiz holístico a su teoría.

179

ERRNVPHGLFRVRUJ
Joiyce J. Fitzpatrick otra de las teóricas que desde su temprana in-
vestigación empírica en 1975 describió la necesidad de entender directa-
mente la naturaleza multidimensional de la experiencia humana. Esta
preocupación la llevó a realizar estudios sobre patrones temporales de
personas sometidas a ciertas condiciones ambientales que le condujeron
a la propuesta del modelo del “ritmo de la perspectiva vital” con una
fuerte influencia del modelo rogeriano.13 En sus postulados con carácter
holístico se encuentra que el hombre es un ente unificado que posee una
entidad propia y manifiesta características que constituyen un conjunto
mayor y diferente que la suma de sus partes.13 La persona es un sistema
abierto inmersa en un proceso de continua interacción con el entorno. El
desarrollo humano se produce rítmicamente y en el pueden distinguirse
ciertos patrones que se consideran como índices de un funcionamiento
humano holístico.13
Es importante citar a Martha Rogers y su teoría de los “seres huma-
nos unitarios”, su teoría aborda el fenómeno enfermero desde una pers-
pectiva totalitaria. La enfermería se centra en la observación de las per-
sonas y del mundo en que viven…. Considera además a las personas y su
entorno como un todo único.9 Martha Rogers, con sólida formación en
física, su teoría fue influenciada por la teoría de la relatividad de Einstein,
sus definiciones conceptuales de persona, “Los seres humanos no son
entidades dispersas, agregados mecánicos…. El hombre es un todo úni-
co con integridad propia y que expresa cualidades que no pueden
interpretarse solo como la suma de sus partes”.9 Entorno “campo de
energía irreducible y pandimensional…. se manifiesta con propiedades
diferentes a las de sus partes constituyentes”.9
Rosemarie Parse define a Rogers como la primera teórica en enfer-
mería que rechazó el paradigma tradicional de la totalidad y lo sustituyó
por el de simultaneidad. Según R. Parse el paradigma de la simultaneidad
ve al ser humano como un conjunto mayor que la suma de sus partes en
un proceso de cambio mutuo y simultáneo con el entorno, contrario al
paradigma de la totalidad que veía al ser humano como un organismo
total y sumatorio, cuya naturaleza es una combinación de rasgos bio-
psico-socio-espirituales.9
En este sentido, R. Parse clasifica el conocimiento enfermero en dos
grandes paradigmas, el paradigma totalitario (totality theories) y el para-
digma de la simultaneidad (simultaneity paradigms).14 El paradigma to-
talitario concibe al ser humano como un organismo biológico, psicológi-
co, social y espiritual en interacción con el entorno. La salud la concibe
como el bienestar biológico psicológico, social y espiritual; siendo defini-
do mediante normas. El paradigma totalitario considera como fenómeno
central en la enfermería la adaptación, el autocuidado y el logro de obje-

180

ERRNVPHGLFRVRUJ
tivos. La promoción de salud y la prevención de enfermedades son los
objetivos de la disciplina de enfermería para este paradigma.
Adicionalmente, el modo de llevar a la práctica este tipo de paradigma
en mediante el proceso de enfermería y los diagnósticos de enfermería.
R. Parse divide el paradigma de la simultaneidad en dos grandes gru-
pos, ciencia de los seres humanos unitarios (science of unitary human
beings) y el ideal humano (human becoming). El paradigma de los seres
humanos unitarios concibe al ser humano como un campo de energía en
proceso mutuo con el entorno.14 La salud la considera como un valor y el
fenómeno central de la enfermería son los seres humanos unitarios. El
objetivo de la disciplina de enfermería para este paradigma es el bienes-
tar y la salud óptima. La forma de llevar a la práctica es mediante estima-
ción de manifestación de patrones, percepciones, expresiones y expe-
riencias.
El paradigma del ideal humano o human becoming presenta caracte-
rísticas similares al de los seres humanos unitarios, sin embargo, difiere
en la manera que aborda la salud, considerándola como un proceso con-
creto en que las experiencias son descritas por la persona, familia y co-
munidad. El ser humano lo considera como un ser abierto a los significa-
dos en un proceso multidimensional con el universo reconocido median-
te patrones de relación. El modo en que se lleva a la práctica es mediante
las vivencias, reflexiones y los significados de las experiencias vividas.
En opinión del autor el paradigma de la simultaneidad ofrece una
visión holística del fenómeno enfermero debido a que concibe su análisis
desde la totalidad de todas las características que conciben el todo, sin
fragmentar, clasificar o desintegrar sus partes para llegar a conocer el
fenómeno. Este paradigma parte del todo hacia el todo. Sus principales
integrantes son Parse, Rogers y Betty Newman.
El siguiente ejemplo puede ayudar al entendimiento de este tipo de
pensamiento. Paciente de 28 años de edad del sexo masculino, desde
hace 15 días padece de una amigdalitis rebelde a los antibióticos. Su esta-
do físico denota toma del estado general, tiene fiebre de 39 ºC. El pa-
ciente plantea que apenas puede deglutir alimentos. El paciente ha perdi-
do aproximadamente 6 libras. Se le realiza pruebas de sangre dando el
HIV positivo. El paciente teme decir la información a sus familiares y a
sus amigos por temor a ser excluido. Analizar este caso desde el paradig-
ma de la simultaneidad conllevaría a reconocer la totalidad de los patro-
nes de la persona en interacción con el entorno. En este caso el análisis
partiría de la totalidad de las dimensiones de la persona que afectan su
salud (biológico, psicológico, cultural, económico, político, social y espi-
ritual) en continua interacción y sincrónicamente. ¿Cómo la totalidad de
las dimensiones afectan la salud de la persona y su futura conducta ante

181

ERRNVPHGLFRVRUJ
la enfermedad? Para ello el gestor de cuidados debe de validar estas di-
mensiones con la persona y su familia. Debe explorar el significado y las
consecuencias de compartir la información con familiares y amigos. El
gestor del cuidado debe tener en cuenta la espiritualidad de la persona en
sintonía con los aspectos culturales, sociales, económicos, psicológicos,
biológicos y políticos. El análisis del cuidado de este paciente desde la
perspectiva holística partiría de la interacción de la totalidad de los pa-
trones o dimensiones que intervienen en el cuidado de su salud. Por ejem-
plo, si se comienza el análisis desde la dimensión cultural se tendría que
tener en cuenta sus hábitos, costumbres, formas en que la sociedad con-
cibe a este tipo de enfermo etc. Se debe indagar sobre los aspectos rela-
cionados con la espiritualidad del paciente, como sentido de vida, afron-
tamiento a la enfermedad, significado de la muerte, significado de la vida
así como las creencias religiosas. Lo económico también repercute en el
cuidado de los pacientes con SIDA. Quien es el sustento de la familia, si
su estatus laboral cambiaría con el conocimiento de su enfermedad en su
entorno laboral, por lo tanto, el salario percibido. Lo político también
tiene repercusión y esta en íntima relación con las otras dimensiones.
Las políticas de salud para los pacientes con SIDA influyen en el cuida-
do, por ejemplo el acceso a tratamientos antivirales gratuitos, campañas
de salud por diferentes medios de comunicación donde estimulen la acep-
tación social ante la enfermedad. Cualquiera que sea el análisis de la
persona, debe ser en estrecha relación con cada uno de los patrones que
se identifiquen.
El paradigma de la simultaneidad permite al gestor del cuidado, en-
tiéndase como el profesional de enfermería, asistir a la persona desde la
totalidad de los patrones o dimensiones. Este sería un camino en el cual
los enfermeros/as pueden entender, interpretar y predecir los complejos
problemas de salud de una manera holística.
El paradigma de la totalidad cuyos principales exponentes son Watson,
Jonson, Levine, Orlando Pelletier, Andrews, Roy y Orem, tienen una
cosmovisión o manera de abordar los fenómenos a partir de la sumatoria
de las partes que conforman el todo. En otras palabras, las dimensiones
son analizadas y tratadas por separado. Al ser identificadas, son diagnos-
ticadas para el cuidado y tratamiento, sin tener en cuenta su interrelación
e interdependencia con las otras dimensiones. En el ejemplo anterior del
paciente con SIDA, este paradigma de la totalidad sugiere el cuidado por
partes divisibles. En el paciente con SIDA está afectada la espiritualidad,
se diagnostica y se trata. Se afectala psiquis, para lo cual existen diagnós-
ticos y cuidados específicos para esta dimensión. Así sucesivamente con
las otras dimensiones que pueden influir en el cuidado y el bienestar del
paciente. La sumatoria del conjunto de dimensiones divisibles constituye

182

ERRNVPHGLFRVRUJ
el todo, a través de la clasificación usted puede interpretar, conocer y
predecir la totalidad de los fenómenos según este paradigma totalitario.

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183

ERRNVPHGLFRVRUJ
Lo académico y lo ético
como elementos clave en el logro
de la excelencia en enfermería*

Aliel García González

*Publicado en: Revista de Enfermería del Hospital Italiano de Bue-


nos Aires. Año 10- Número 28 -agosto de 2006.

Resumen
El académico vive la pasión de lo que práctica, comparte su erudismo,
investiga, lee y publica, hace suyos los principios que profesionalmente
regulan su actuar. El objetivo de este trabajo es emitir algunas considera-
ciones personales sobre el cómo alcanzar la excelencia profesional a tra-
vés de lo académico y lo ético; considerando finalmente que esto signifi-
ca integrarse a las normas legales y morales de su profesión; esto unido a
las características de un académico (investigar, publicar y enseñar) per-
mite hablar de excelencia en enfermería.
Palabras clave: Excelencia en enfermería; Académico; Ética.

Introducción
El concepto de profesión tiene claros orígenes religiosos; de hecho,
si uno acude a un diccionario el primer significado que se aplica a este
vocablo es “acción de profesar una orden religiosa”, para, seguidamente,
configurarlo como la “actividad a la que se dedica una persona”1 Este
término puede ser definido como una actividad que se desarrolla de ma-
nera permanente en el tiempo sirviendo como medio de vida, permitién-
dole al individuo ingresar a un determinado grupo profesional a fin con
la misma.
Por otra parte el término académico es sinónimo del término scholar
que es la diversidad del trabajo creativo que se lleva a cabo en distintos

184

ERRNVPHGLFRVRUJ
escenarios como lo son la universidad, el hospital, la comunidad gerencial
y laboratorios de investigación científica.
La búsqueda de la excelencia es una tarea de todos los días es esfor-
zarse cada vez más por hacer el trabajo con máxima calidad.
Ser eficiente es una forma de ser excelente, por lo que la excelencia
profesional debe ser un elemento de preocupación en todo gerente para
el logro de un personal con elevado comportamiento ético y una actua-
ción eficiente como componentes inseparables a la hora de alcanzar la
excelencia profesional.2
Otro elemento a tener en cuenta en el logro de la excelencia profesio-
nal es la ética en la profesión. La ética es la rama de la filosofía que trata
sobre valores asociados a la conducta humana y la cual considera lo be-
neficioso o lo nocivo de las acciones, además de lo beneficioso o nocivo
de los motivos o fines de tales acciones. En adición, la ética es un conjun-
to de reglas o principios que gobiernan las buenas obras o acciones. Cada
individuo al integrarse a una profesión queda investido con la responsa-
bilidad de cumplir con los estándares éticos de la práctica y la conducta
esperada por la profesión escogida.3
Por todo lo anteriormente señalado se realizó esta monografía con el
objetivo de emitir algunas consideraciones sobre el cómo alcanzar la ex-
celencia profesional a través de lo académico y lo ético.

Desarrollo
Profesión: definición y características
Una profesión es una actividad a través de la cual se presta un servi-
cio único, definido y esencial a la sociedad, de forma tal que:
1. El servicio ha de ser único, considerando intruso a cualquiera que
desee ejercerlo desde fuera de la profesión.
2. Las prestaciones que pueden ser obtenidas deben estar claramente
definidas, así como cuáles son sus funciones y sus competencias.
3. Ha de tratarse de una tarea esencial, indispensable, es decir, un tipo
de servicio del que la sociedad no pueda prescindir sin perder una
dosis fundamental de cultura, de salud, de formación, de organización
de la convivencia, etc.

Constituye un conjunto de acciones voluntariamente realizadas y pre-


viamente deliberadas por quien o quienes tienen competencias y conoci-
mientos para llevarlas a cabo.1
Se han propuesto diversas opiniones que constituyen los criterios para
una profesión y que pueden categorizarse en:

185

ERRNVPHGLFRVRUJ
a) Características intelectuales:
− Conjunto de conocimientos: la práctica profesional se basa en
un conjunto de conocimientos que contribuyen a tener un juicio
y un fundamento para modificar los actos de acuerdo con la
situación.
− Educación especializada: la enfermería transmite conocimientos
a través de la educación especializada; no obstante, existen cinco
niveles de educación básica para la enfermería general (básico,
técnico y licenciatura que aceptan egresados de educación media
superior y maestría y doctorado que admiten graduados
universitarios).
− Pensamiento crítico y creativo: la esencia de la práctica
profesional es un proceso de pensamiento lógico y crítico. La
creatividad dirigida es un conjunto de métodos para generar
ideas renovadoras cuando sean demandadas sobre un tema
específico. Se sustenta en sólidas bases teóricas de las ciencias
del conocimiento y de la afirmación que el pensamiento creativo
es una habilidad que todos poseen.
b)Elementos prácticos: no existe duda de que la enfermería incluye
“habilidades especializadas que son esencia para el desempeño de un
función profesional única”, aunque es cierto que las habilidades que
constituyen la práctica de la enfermería han cambiado con el
transcurso de los años.
c) Servicio a la sociedad: el servicio profesional a la sociedad exige
integridad y responsabilidad con la práctica ética y un compromiso
de toda la vida. Servir a la gente implica responsabilidad ética; en
otras palabras, el enfermero debe poseer la integridad necesaria para
hacer lo correcto, a menudo en situaciones que producen verdaderos
dilemas morales.
d)Autonomía: se entiende por persona autónoma aquella que es capaz
de deliberar sobre sus objetivos personales y actuar bajo la dirección
de esta deliberación; en consecuencia, el respeto por la autonomía
implica respetar las opiniones y las elecciones de las personas así
consideradas, y abstenerse de obstruir sus acciones a menos que estas
produzcan un claro perjuicio a otros, requiriendo el reconocimiento
de quien la posea y la protección a quienes no la tienen, que será no
tanto mayor no solo cuanto más disminuida esté la capacidad de
hacer elecciones, sino también cuanto mayor pueda ser el daño que
la elección produzca.1,4

186

ERRNVPHGLFRVRUJ
Papel de la investigación en el logro
de la excelencia
Ver al enfermero como un investigador académico propiciaría, de
cierta forma, cambiar la concepción que se tiene de esta profesión en la
sociedad. Si la profesión alienta el sentimiento académico en los enfer-
meros, ayudará sin duda a cambiar la imagen de estos y como los acadé-
micos aceptan que la investigación es un elemento primordial en la en-
fermería, la preparación de académicos incrementará el suministro de
investigadores y la profesión y la sociedad recibirá un mejor servicio.4
La mejor práctica es la que se sustenta en resultados investigativos,
en tanto un enfermero que investiga, por tanto un enfermero con conoci-
mientos bien fundamentados que le permiten, en su actividad diaria, al-
canzar mejores habilidades clínicas.
Académico: distinción, implicaciones e imposiciones, evaluación
El académico es aquel que vive la pasión de lo que practica, que com-
parte su erudismo, que investiga, que lee y que publica, que hace suyos
los principios que profesionalmente regulan su actuar como profesional
donde compromiso, respeto, búsqueda y enseñanza deben ser vistos como
un todo en una persona que sea considerada como académico.
Todo profesional o académico se distingue por el dominio de uno o
más campos del dominio académico. Estos se expresan en:
1. El dominio de descubrir.
2. El dominio de la integración.
3. El dominio de la aplicación.
4. El dominio de enseñar.3

Implicaciones e imposiciones a un académico. Para lograr alcanzar la


personalidad académica se impone un grupo de tareas y actividades que
implican al verdadero desempeño académico, dentro de estas figuran:
− Investigar.
− Publicar.
− Mantener un compromiso con la(s) institución(es) a que pertenece.
− Mantener un compromiso con su profesión por el resto de la vida.3

La evaluación de un académico se realiza teniendo en cuenta las tres


habilidades fundamentales, estas son:
− La habilidad de pensar.
− La habilidad de aprender.
− La habilidad de comunicar.

187

ERRNVPHGLFRVRUJ
Papel de la ética en el logro
de la excelencia
La ética en enfermería como componente moral del conocimiento en
enfermería, de acuerdo con Chinn y Kramer (2004), “está enfocada so-
bre lo que respecta a obligación: qué es lo que debe hacerse. El compo-
nente moral del conocimiento en enfermería va más allá del conocimien-
to de las normas o códigos éticos de enfermería; los juicios acerca de qué
es lo que debe ser realizado, qué es lo bueno y qué es lo malo y qué es
responsabilidad. El conocimiento ético guía y dirige cómo los enferme-
ros conducen su práctica, y qué prioridades exigen apoyo”.5
La profesión exige la búsqueda de la excelencia y hacia ese camino es
que debe dirigirse de tal forma que se logre un compromiso con la exce-
lencia. La excelencia profesional no es sinónimo con la calificación que
se presente, es necesario tener en cuenta otros elementos que hacen de
una persona excelente. Verdaderamente, ser excelente es sobresalir para
conducirse.
Obviamente, el análisis del ejercicio profesional de la enfermería hasta
aproximadamente finales de la década de los ochenta, corrobora la afir-
mación de González Anleo, el cual planteaba que existían profesiones
que no tenían plena autonomía, a pesar de contar con un código ético-
deontológico que definía las normas para las buenas prácticas; sin em-
bargo ha ocurrido un cambio de mentalidad profesional al tomarse con-
ciencia de la necesidad de un ejercicio profesional independiente, sin
perjuicio de la colaboración que sea preciso llevar a cabo con otros pro-
fesionales en aras de conseguir la máxima calidad asistencial.

El ser profesional y sus dimensiones


morales
El concepto de profesional implica responsabilidad legal y moral en
cuanto a los actos del individuo. Este concepto se encuentra estrecha-
mente ligado al de obligación, que representa la expectativa de hacer
algo que se ha ordenado y es de vital importancia para el ejercicio de la
autonomía profesional. Autonomía quiere decir que el individuo tiene
libertad y autoridad para actuar de forma independiente, significa “iden-
tidad, independencia y autoridad”.4 Otras características a mencionar
son la motivación, compromiso, colaboración, altruismo, entre otras.
Las dimensiones morales del ejercicio profesional de enfermería es-
tán regidas por las normas éticas.

188

ERRNVPHGLFRVRUJ
Análisis del código deontológico del consejo internacional de enfer-
mería y su papel en el alcance de la excelencia
En 1973 el consejo internacional de enfermería (CIE) promulga un
código deontológico para la profesión de enfermería que recoge las
responsabilidades de los enfermeros para con los sujetos, la sociedad,
sus colegas y la profesión, por lo que persigue regir el comportamiento
ético de estos profesionales en la búsqueda de la excelencia, siendo revi-
sado en 1989.
En dicho código se plantea que enfermería tiene cuatro deberes fun-
damentales: la promoción de salud, la prevención de enfermedades, la
restauración de la salud y el aliviar el sufrimiento.
Elementos del código:
1. El enfermero y las personas: la responsabilidad profesional primordial
de enfermería será para con las personas que necesiten cuidados de
enfermería. Se cerciorará de que la persona, la familia o la comunidad
reciban información suficiente para fundamentar el consentimiento
que den a los cuidados y a los tratamientos relacionados.
Esto hace pensar que la excelencia en el cuidado se logrará mejorando
la comunicación y con el logro de esa excelencia en el cuidado
mejorase la salud de las personas que necesiten de estas atenciones.
2. El enfermero y la práctica: el personal de enfermería será
personalmente responsable y deberá rendir cuentas de la práctica de
enfermería y del mantenimiento de su competencia mediante la
formación continua.
Con relación a este aspecto puede decirse que también exige y obliga
alcanzar la excelencia profesional por parte del personal, ya que la
formación continua del mismo eleva la calidad de la atención; y la
responsabilidad legal a la que se hace referencia persigue el alcance
de la excelencia al tener que rendir cuenta de su práctica, lo que trae
consigo que todo profesional se esfuerce por realizar prácticas que
satisfagan las demandas que exigen de esta profesión.
3. El enfermero y la profesión: al personal de enfermería incumbirá la
función principal de establecer y aplicar normas aceptables de
práctica clínica, gestión, investigación y formación de enfermería.

El personal de enfermería contribuirá activamente al desarrollo de


un núcleo de conocimientos profesionales basados en la investigación.
Con ambos preceptos se pretende lograr que el enfermero logre ser
excelente dentro de su profesión.

189

ERRNVPHGLFRVRUJ
El enfermero y sus compañeros de trabajo
El personal de enfermería mantendrá una relación de cooperación
con las personas con las que trabaje en la enfermería y en otros sectores.6
Entre los principios éticos que implícitamente se manejan en este
documento se encuentra la autonomía. La persona autónoma es aquella
capaz de tomar decisiones rápidas y racionales, actuando en correspon-
dencia con las mismas, por lo tanto la excelencia se logra al respetar las
decisiones que toma el paciente siempre y cuando estas no entorpezcan
el curso normal hacia su repercusión. Para que esto así suceda se insiste
en la importancia que tiene el llevarse a cabo la comunicación humana,
de forma interrelacional, entre el paciente y el profesional de la salud.
Otro aspecto ético que se aborda y sienta las bases para el logro de la
excelencia profesional es la beneficencia que al relacionarse con la justi-
cia hace que los cuidados que se brinden sean equitativos y no
discriminativos, lo que está muy unido y depende de las responsabilida-
des profesionales, morales, legales y de la práctica que tenga en cada
individuo.
De manera general este código obliga a pensar la forma en que deben
aplicarse los aspectos éticos en cualquier nivel de actuación en salud.
Propone el trabajo en equipo como vía para la toma de decisiones éticas
en correspondencia con la conducta ética que debe caracterizar a estos
profesionales. Es un documento que aboga por la formación continua y
la investigación así como por la formación de sistemas que favorezcan
valores y comportamientos profesionales éticos comunes para el alcance
de la excelencia profesional.
Resulta claro que, aunque necesarios, los códigos deontológicos no
resuelven de manera absoluta los problemas que se plantean al enferme-
ro, cuando ha de enfrentarse a un dilema ético; tampoco es su misión,
sino que este consiste en proporcionar unos principios generales de ac-
tuación.

Consideraciones finales
El proceso de “llegar a ser” un enfermero profesional implica cam-
biar y crecer en diversas áreas de la profesión. El personal de enfermería
se socializa y vuelve a socializarse mediante las experiencias educativa y
ocupacional, creencias, conocimientos y habilidades que, al integrarse a
las normas legales y morales, caracterizan el servicio profesional compe-
tente y comprometido. Cuando a estas características les son sumadas
los rasgos que distinguen a una académico que son: investigar, publicar y
enseñar, podríamos estar hablando de la excelencia profesional

190

ERRNVPHGLFRVRUJ
El ser profesional no necesariamente implica ser excelente. La exce-
lencia requiere de una serie de características e implica una mayor res-
ponsabilidad y compromiso no solo con los involucrados en el mundo de
prestar servicios de salud, sino también para con las personas a las cuales
se les brindan esos cuidados.

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191

ERRNVPHGLFRVRUJ
El problema profesional,
la investigación y la práctica
clínica de enfermería

Daisy Berdayes Martínez

Introducción
Desde época tan lejana como 1860, Florence Nightingale, aún
mediatizada por las condiciones de su época, indicó el camino del enfo-
que de problemas en el desempeño profesional de enfermería; sin em-
bargo, no es hasta el inicio de la segunda mitad del siglo XX, que un
grupo de académicas e investigadoras de la enfermería, comienzan a pre-
cisar el concepto de bases científicas para los cuidados y un marco teóri-
co que dé cuerpo a la filosofía de esta ciencia en dos dimensiones funda-
mentales: la ética y la epistemología, considerando que esta última “debe
responder a cuestiones relacionadas con la naturaleza, el alcance y el
objeto del conocimiento de enfermería”1 Estas ideas han adquirido auge
en Escuelas y Facultades de enfermería de Europa, los EE. UU. y algu-
nos países de América Latina. En la educación médica superior cubana,
la categoría problema y el pensamiento promocional y preventivo, cons-
tituyen un referente metodológico, asumido para la formación de los pro-
fesionales.
La enfermería, como profesión, comprende el aprendizaje de la cien-
cia de enfermería y de otras ciencias, al igual que los atributos persona-
les, humanísticos y profesionales que la caracterizan; como disciplina
profesional que es, involucra dos componentes: como disciplina, se cen-
tra en el cuidado integral de la salud de los seres humanos y en relación
con su ambiente, y, como profesión, trabaja para mejorar la calidad de
vida del individuo, la familia y la comunidad, a través de la solución de
problemas que intervienen en esas esferas.
Para desarrollar los dos componentes, es imperioso generar conoci-
mientos, transmitirlos y transformarlos, a partir «de un currículo que
debe caracterizarse por su flexibilidad, contextualización y coherencia
conceptual alrededor de su objeto de estudio. La coherencia conceptual

192

ERRNVPHGLFRVRUJ
de un currículo es lo que permite su unidad y continuidad, y es lo que al
final del proceso de formación, permite la caracterización del objeto de
estudio, la apropiación de un quehacer profesional y, por tanto, la for-
mación de identidad profesional».2
En este orden de ideas, el sistema de referentes metodológicos para
la formación y en particular el problema profesional que ha de solucio-
nar el Licenciado en Enfermería resultan esenciales para la investigación
clínica.
Este trabajo forma parte de la tesis «Problemas profesionales de en-
fermería en la APS. Importancia en el diseño curricular», defendida por
la autora para obtener el título de máster en educación médica superior
y del tema de la tesis para optar por el grado científico de Doctor en
Ciencias.

Desarrollo
El centro de la actividad y propósito fundamental de la Educación
Superior Cubana se relaciona con la concepción de la Escuela Cubana.
Consiste en la elevación de la calidad de la formación de los profesiona-
les, premisa que tiene como objetivo formar profesionales que den res-
puesta a las necesidades presentes y perspectivas del desarrollo econó-
mico, social y del país. Como elemento esencial de este objetivo está la
definición de qué profesional se requiere y cómo debe formarse.
Entre las tendencias que han venido caracterizando la Educación
Superior Cubana se destaca, a partir de los planes «C», y particularmen-
te con el surgimiento de los Planes “D”, la necesidad de elaborar el mo-
delo de cada profesional a partir, fundamentalmente, de la determina-
ción de los problemas que este debe ser capaz de resolver en su actividad
profesional y la caracterización de los modos de actuar, esenciales de
cada uno de ellos.
La relación problema profesional - perfil del egresado resulta esen-
cial para precisar con mucha claridad qué tipo de profesional se requiere
y cómo debe formarse. Si esta relación no se considera, el currículo se
empobrece y no es fundamental. Toda la actividad docente de la Educa-
ción Superior se realiza con el fin de lograr un egresado que cumpla
determinadas funciones con ciertas características; este futuro profesio-
nal debe ser capaz de enfrentarse a los problemas existentes en su área
de competencia y resolverlos exitosamente, y demostrar con ello, inde-
pendencia y creatividad.
La literatura especializada coincide al afirmar que en la formación de
un profesional de nivel superior, debe lograrse el dominio del método

193

ERRNVPHGLFRVRUJ
científico de su profesión, inherente a la actividad laboral que realiza,
para dar respuesta a los problemas profesionales que le son propios; en
el lenguaje de la Licenciatura en Enfermería, el dominio del PAE, como
método científico, permite resolver los problemas básicos y generales
que se le presentan a este profesional en su objeto de trabajo y esferas de
actuación.
“La agrupación sistémica de los problemas posibilita la determina-
ción del objetivo de la profesión, cuyo conjunto, delimita los posibles
contenidos de la carrera. Los objetivos de la misma, derivado del encar-
go social, están enmarcados por el objeto definido del modo explicado...la
necesidad profesional a través de los problemas, establece el tipo de pro-
fesional integrado al contexto en que va a actuar, la vida”.3
Cada tipo de profesión, tiene un objeto propio de acuerdo con la
futura labor del egresado; este objeto es un sistema que contiene una
parte de la realidad objetiva y que está determinada por el grupo de pro-
blemas que en él se manifiestan y que requieren de la formación de un
tipo de egresado para que inmerso en él, pueda resolverlos; «el análisis
reiterado del objeto y sus problemas es lo que permite precisarlos».4 Al
respecto V. Henderson y F Abdellah, en 1960, propusieron «organizar
los planes de estudio de enfermería considerando los problemas de en-
fermería o las necesidades del paciente»;5 sin embargo, esta afirmación,
también planteada por otros autores, no ha trascendido por carecer de
un cuerpo de referentes teóricos y metodológicos que distingan la carrera.
Si el objeto del egresado o de la profesión comprende tanto los mo-
dos de actuación para resolver los problemas, método de la profesión y
tareas, como el objeto de trabajo que es aquel donde se manifiestan esos
problemas, resulta imprescindible precisarlos por cuanto, estos dos as-
pectos están interrelacionados dialécticamente y se condicionan mutua-
mente, en tanto sobre la base de con qué trabaja el egresado, se precisa el
tipo de actividad que desarrolla y viceversa; la contradicción entre el
modo de actuación y el objeto de trabajo se resuelve en el objeto de la
profesión, tercer elemento de la tríada, que según, Álvarez de Zayas,
distingue cada profesión.
Para poder establecer el objeto de trabajo del egresado es necesario
analizar la práctica profesional actual y perspectiva, delimitando los pro-
blemas que se presentan en el objeto de trabajo, los que son transforma-
dos y resueltos mediante la actividad del profesional. En su vínculo con
los escenarios de la práctica “los problemas reales de los servicios cons-
tituyen la fuente fundamental del desarrollo de la motivación profesional
de profesores y estudiantes, de la creatividad, así como de la esfera mo-
ral, en particular de la ética profesional”;6 por estas razones asumen la
condición de “categoría principal para organizar y evaluar el grado de
dominio por los estudiantes del contenido establecido en los programas

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de estudio”;4 en el diseño curricular, son los problemas los que determi-
nan, en el orden didáctico, los objetivos, y, a partir de estos, el entrete-
jimiento de los contenidos.
En consecuencia, el diseño curricular para la formación de los profe-
sionales, con el propósito de cumplir el encargo social, se produce con
una lógica sustentada por leyes que la rigen y constituyen su base funda-
mental; “estas leyes de naturaleza dialéctica caracterizan esencialmente
el diseño curricular. La primera determina la subordinación del proceso
de formación profesional al proceso profesional y determina la estructu-
ra de carrera y la segunda, establece la relación entre la profesión y las
demás ciencias que le sirven de base y determina la estructura interna de
cada carrera“.3
Álvarez de Zayas se refiere al proceso profesional, definiéndolo como
el que desarrolla el egresado, en su actuación y comunicación social,
para resolver los problemas, y apunta que se desarrolla sobre la base de
leyes. La primera de estas vincula el proceso profesional, considerado
como un sistema, con el medio y se expresa mediante la interrelación
dialéctica entre objeto-problema-objetivo.
La segunda ley, a la que hace referencia el autor, expresa los nexos
internos del proceso y se formula mediante la relación objeto-contenido-
método. El contenido profesional es el objeto de trabajo, aquella parte
de la realidad objetiva sobre la que recaen las acciones del profesional y
que es modificada mediante la aplicación de su modo de actuación, o sea,
el método particular de la profesión; en este se refiere al PAE. La mate-
rialización del PAE es el plan de cuidados, entonces el cuidado como lo
plantea Leininger (1988), citado por Vázquez (1998), «es la esencia de
la enfermería y su dominio central y característica unificante de la enfer-
mería”;1 los procesos educativos deben girar alrededor de los cuidados y
de la identificación de los problemas profesionales que conducen a la
realización de esos cuidados. Esta idea, con antecedentes en los escritos
de F. Nightingale, está presente en la obra de Henderson, Abdellah, Hall,
Orem, Rogers, Orlando y otras muchas autoras de enfermería, quienes
han abordado el cuidado como la esencia de la enfermería en cuatro
dimensiones fundamentales: la persona (familia, comunidad), la salud, el
ambiente y las intervenciones de enfermería.
Estas dimensiones del cuidado ayudan a clarificar los problemas pro-
fesionales en el campo de las competencias de enfermería, que necesita
ser reconocido y justificado, para que se convierta en la expresión de la
profesión, y la esencia del paradigma de enfermería para la educación, la
práctica y la investigación.
Los problemas profesionales de enfermería que debe solucionar el
egresado de esta carrera y que lo distingue de otro profesional, no deben

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confundirse con la realización de actividades técnicas más o menos com-
plejas que tradicionalmente enfrenta este profesional. Los problemas del
profesional de enfermería son aquellas situaciones que se presentan en
su práctica profesional en el objeto de trabajo y que el Licenciado/a en
Enfermería puede solucionar porque está capacitado/a y legalmente au-
torizado/a para hacerlo, corresponden enteramente a su área de compe-
tencias y reafirman su autonomía profesional.

¿Por qué problemas profesionales


de enfermería?
Un sistema de problemas de enfermería para identificar el ámbito
de la práctica de la enfermería proporcionará a las enfermeras un mar-
co común de referencia que privilegie una terminología común, la que
ha de facilitar la comunicación oral y escrita haciéndola más eficaz;
también ha de facilitar la identificación de las funciones de la enferme-
ría que se revierte en el incremento de su responsabilidad en la valora-
ción, identificación y tratamiento de los diagnósticos de enfermería,
estimulando la búsqueda científica para intervenir en la solución de
estos problemas que son de su competencia.
En el ámbito formativo, «la definición de los problemas profesiona-
les de enfermería ayudará a profesores y estudiantes a centrarse en los
fenómenos que la enfermería debe atender y solucionar»;7 esto exige
que los estudiantes desarrollen un pensamiento crítico antes de asumir
simplemente que un diagnóstico médico determina y garantiza las ac-
ciones de enfermería; “las dimensiones de la enfermería quedarán cla-
rificadas y el modelo de formación asumirá el carácter específico de la
profesión”.2 La figura profesional debidamente delimitada en el diseño
curricular destacan los elementos esenciales que distinguen a este
egresado universitario.
En el ámbito de la practica, son “los clínicos que practican enfer-
mería quienes identifican las situaciones en las que el individuo, familia
y comunidad precisan de la intervención de este profesional”:8 son ellos
los que comprueban la existencia de problemas de enfermería en la
práctica cotidiana con su objeto de trabajo.
La lógica de este análisis conduce al sistema de referentes teórico-
metodológicos, esenciales de la carrera Licenciatura en Enfermería,
que entre otros elementos se refiere a las definiciones de:
1. Problema profesional de enfermería: estado o proceso relacionado
con la salud, con un problema médico actual o potencial o con una
etapa del desarrollo, manifestado por el individuo, la familia o la

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comunidad, que es susceptible de tratamiento o solución por el
Licenciado en Enfermería.9
2. Objeto de trabajo del Licenciado en Enfermería: el hombre, la
familia y la comunidad: como contenido profesional representa
aquella parte de la realidad objetiva sobre la que recaen las acciones
del Licenciado en Enfermería y que es modificado mediante la
aplicación de su modo de actuación, o sea, el método particular de
la profesión PAE.9
3. Objeto de estudio del Licenciado en Enfermería: el cuidado,
entendido como las intervenciones de su competencia, que, con un
enfoque integral, realiza el Licenciado en Enfermería con su objeto
de trabajo, utilizando su modo de actuación.9
4. Modo de actuación del Licenciado en Enfermería: proceso de
atención de enfermería como el método científico de la profesión
que permite organizar las acciones del Licenciado en Enfermería
en su intervención con el objeto de trabajo. Se materializa en el
plan de cuidados.9

Los referentes metodológicos a los que se hace referencia condu-


cen a un currículo con identidad profesional y ubica la formación, la
práctica y la investigación de Enfermería a tono con estos tiempos.

El problema profesional
y la investigación científica
“La visión por problemas es integradora, interdisciplinaria, se nu-
tre del contacto permanente con la realidad y genera compromiso a
partir de la motivación y la participación”,10 la idónea estructuración
de la vida con la ciencia enriquece y fortalece la ciencia concreta de
que se trata. En tanto los problemas profesionales se generan en la
práctica de la profesión, con la investigación clínica se identifican los
problemas y su solución.
Álvarez de Zayas precisa que para caracterizar el concepto proble-
ma, es necesario significar que el mismo se asocia a una necesidad que
alguien experimenta. En consecuencia, el problema se manifiesta en
dos dimensiones, una objetiva dada por la situación del objeto y otra
subjetiva expresada por la necesidad del sujeto.
Un individuo, familia o comunidad se encuentra frente a un proble-
ma cuando tiene una necesidad que por alguna razón no ha podido
satisfacer; este es el aspecto subjetivo del problema. Al mismo tiempo,
para que exista esa necesidad tiene que existir el objeto; si el hombre
actúa y transforma la situación del objeto se puede satisfacer la necesi-
dad. Este enfoque es la dimensión objetiva del problema.

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La investigación del objeto de la profesión en su expresión
fenoménica y esencial, conduce por una parte, a los aspectos esenciales
que contiene, llamados campos de acción, tanto en el plano de los mo-
dos de actuación como del objeto de trabajo; y por otra parte a los
aspectos fenoménicos que lo identifican, las esferas de actuación.
El estudio de la práctica profesional actual y perspectiva, identifica
los problemas que se presentan en el objeto de trabajo, que son trans-
formados y resueltos mediante la actividad del profesional. El análisis
reiterado del objeto, permite precisar los problemas que son de la com-
petencia del Licenciado en Enfermería, así como también cuales de
esos problemas resuelve solo y cuáles con la participación de otro pro-
fesional. Estas consideraciones coinciden con lo planteado por Susan
C. Day11 en su análisis al respecto de un camino útil para identificar
problemas profesionales.
Una vez precisados los problemas, es posible delimitar las tareas
que ha de desarrollar el egresado para resolver cada uno de los proble-
mas que son de su competencia. Las tareas se corresponden con la
obtención de información, al diagnóstico de la situación y la toma de
medidas para la solución.
En su vínculo con los escenarios de la práctica los problemas reales
de los servicios constituyen la fuente fundamental del desarrollo de la
motivación profesional de profesores y estudiantes, de la creatividad,
así como de la esfera moral, en particular de la ética profesional. “La
practica investigativo-laboral es la forma organizativa de participación
activa de los estudiantes, docentes y profesionales de la producción y
los servicios, al interactuar entre sí y la comunidad (sociedad) durante
la solución de los problemas reales que requieren el uso del método
científico propio del modo de actuación profesional”. 12
Cuestiones como la efectividad, eficiencia y pertinencia del alcance
profesional de enfermería, se precisan con la investigación teórica y clínica
de la solución de los problemas de salud que son de su competencia:
1. Efectividad: como medida del grado en el que se logra un objetivo,
evaluado a través de la comparación de metas educacionales
propuestas con metas profesionales logradas.
2. Eficiencia: también relacionada con el logro de un objetivo; pero
además con una apreciación del tiempo, energía y recursos invertidos
en lograrlo.
3. Pertinencia: en términos del grado con el que el profesional se adapta
a los requerimientos y necesidades de un contexto determinado.

Estas cuestiones se refieren al contorno, disposición y naturaleza del


profesional y dan al término perfil del egresado las características de un
modelo, indicando “la necesidad de diseñar un sistema de aspiraciones
(léase objetivos) referidos al tipo de profesional que se necesita”.13

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En este orden de ideas, la investigación científica considerando los
problemas profesionales a solucionar por el Licenciado en Enfermería;
acerca a la delimitación de sus fortalezas y debilidades, en el marco del
desarrollo histórico-concreto de la profesión, la dinámica de sus cam-
bios, sus perspectivas de desarrollo en el contexto nacional e internacio-
nal y sus dimensiones de ciencia y profesión práctica.

Conclusiones
Los problemas profesionales de enfermería proporcionan una estruc-
tura propia a la investigación y crecimiento potencial de los conocimien-
tos de esta ciencia. Los aportes de la investigación vinculados al desarro-
llo tecnológico de estos tiempos y a la identificación de los problemas en
la prestación de cuidados y soluciones creativas tendrán un éxito inme-
diato en términos de calidad de la práctica clínica.

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