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1. Problemas de comunicación
En estas familias tóxicas, la comunicación brilla por su ausencia. Cada
miembro va a su aire y funcionan como personas independientes que
comparten espacios comunes. Las personas tienden a ser muy
autosuficientes pero carentes de vínculo afectivo. De esta forma, no
existe un hermano o hermana tóxica o unos padres tóxicos, sino que más bien
todos son culpables de poner distancia en sus relaciones.
2. Manipulación emocional
Entornos familiares donde para conseguir el afecto, se recurre a chantaje
emocional, engaño o manipulación. Por ejemplo, los casos de alienación
parental, donde el padre o la madre se dedica a hablar mal del otro
progenitor con el objetivo de hacer una alianza en contra de la otra
persona. A veces este tipo de actitudes las podemos ver en abuelos o
abuelas tóxicas, que se ponen de parte de su hijo o hija para dejar mal a la
pareja delante de sus nietos.
3. Distanciamiento emocional
Hay familias donde los padres cubren muy bien las necesidades básicas
de los hijos. Nunca les faltará la comida, los libros o incluso los caprichos
que deseen, pero sin embargo, la relación emocional será fría. No habrá
abrazos, besos ni gestos de cariño, apoyo o comprensión, de manera
que los hijos crecen sin una figura de apego seguro. Se sienten
invalidados como hijos e incluso como personas. Esta familia tóxica crea
un sentimiento de invalidez en los niños que lo sufren.
4. Conflictos constantes
En estos entornos suele aparecer de forma bastante habitual la falta de
respeto o incluso la violencia física o verbal. Ya sea entre los
progenitores, o de un padre/madre a un hijo, o entre hermanos, los
conflictos constantes pueden acabar convirtiendo a los familiares en
tóxicos.
8. Exceso de control
Controlar en exceso a los menores puede ser una clara señal de que
existe una relación tóxica en la familia. Tanto es así que en muchas
ocasiones, los familiares tóxicos usan la manipulación para intentar
controlar aspectos de la víctima ya sean cuestiones personales o
profesionales.
9. Abuso de sustancias
Muchas relaciones de familias tóxicas tienen la causa en el abuso de
sustancias por parte de uno de los miembros. De esta forma, la persona
que es adicta acaba teniendo un comportamiento muy compulsivo con el
que se relaciona con todos los miembros.
Sentimientos de soledad
La familia es uno de los pilares más importantes para sentirse seguro y
estable mentalmente. Por ello, cuando se está en familias tóxicas puede
suceder que las personas afectadas se sientan solas. Además en
muchas ocasiones las personas que sufren a causa de estas relaciones
con familiares tóxicas o tóxicos acaban aislándose por su tendencia a
los pensamientos negativos o incluso por estar en una depresión.
Poca autoestima
Cuando vives en un entorno con una familia tóxica es muy probable que
acabes teniendo problemas de baja autoestima. La razón es que cuando
alguien te trata mal constantemente acabas percibiéndote tal como te
han marcado.
Relaciones problemáticas
Al criarse en un mal entorno, ya sea por una mala relación con un hermano
o hermana tóxica o por recibir malos tratos por parte de los padres, es muy
probable que se aprendan patrones en las relaciones que se han tenido
en estos ambientes. Por este motivo, las personas pueden llegar a
comportarse mal con otros vínculos replicando la actitud de su familia
tóxica.
Sentimientos crónicos de culpa o inutilidad
Cuando existe una persona tóxica en la familia o una parte de la familia
tiene comportamientos tóxicos, acaban perjudicando a los demás en su
salud mental. Tanto es así que la persona puede acabar sintiéndose
culpable por los malos tratos que recibe por parte de los otros miembros.
Problemas psicológicos
Rodearte de un entorno negativo, así como recibir los malos tratos por
parte de familiares tóxicos puede derivar en el desarrollo de una
enfermedad mental. Tanto es así que en muchas ocasiones, las
personas pueden acabar en una depresión o a padecer estrés post
traumático debido al maltrato recibido por parte de sus familiares.
De esta forma, es bastante habitual que aparezcan trastornos de
personalidad o cualquier otro tipo de trastorno psicológico en las
personas que viven en entornos tóxicos. Lo más habitual es desarrollar
una baja autoestima, sentimientos de inferioridad, no sentirse deseable o
querido por los demás, no saber resolver conflictos, evitar el afecto o
desarrollar dependencia emocional, entre otros muchos problemas.
¿Qué puedo hacer si formo parte de una familia
tóxica?
El primer paso es darse cuenta de ello. Una vez has hecho esto, creo
que es bastante importante que busques ayuda profesional (psicológica),
especialmente de un psicólogo especialista en terapia sistémica. Los
psicólogos sistémicos están especializados en terapias familiares y
pueden ayudarte a resolver tanto los conflictos interpersonales como los
individuales. Te puede ayudar a ver qué está sucediendo en tu sistema
familiar, qué puedes hacer para mejorar tu situación, realizar terapia
familiar en el caso de que los demás accedan (poco frecuente), o incluso
ayudarte a desprenderte de tu familia si es necesario. Finalmente, si no
puedes hacer nada para mejorar la situación es vital que sepas cómo
salir de una familia tóxica y dejar atrás todos estos malos tratos.