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Arqueología industrial
Por:
1 de junio de 2022
Abstrac
The railways as a means of transportation have managed to survive for a long time, the
need for faster transportation, to make the country grow and give it an industrial style was
largely what promoted the railway industry. The Porfirian era was the time during which this
industry had the greatest boom, at the beginning of the Díaz regime the country had 666
km of railways; at its end, in 1910, the network was 19,528 km long, which represents 80%
of the total length existing today (García de Fuentes, 1987). This massive one was due to
the need of countries like the United States, Germany, France, England (imperialist
countries) to want to expand their markets in new construction territories, so fast
transportation is needed (for the time) and that travels large distances. Thus the
construction of the roads was totally in favor of private companies and their interests. The
construction of the Mexican Railroad was mainly in charge of the French and English.
Resumen
Los ferrocarriles como medio de transporte han logrado sobrevivir por mucho
tiempo, la necesidad de un transporte más rápido, de hacer crecer al país y darle
un estilo industrial fue en gran medida lo que impulso la industria ferrocarrilera. El
porfiriano fue la época durante la cual tuvo mayor auge esta industria , al inicio del
régimen de Díaz el país contaba con 666 km de vías férreas; a su fin, en 1910, la
red era de 19 528 km que representan el 80% de la longitud total existente en
nuestros días (García de Fuentes, 1987). Esta construcción masiva se dio por la
necesidad de países como Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra (países
de corte imperialista) de querer expandir sus mercados en nuevos territorios, así
que se necesitaba un transporte veloz (para la época) y que recorriera grandes
distancias. Así la construcción de las vías estaba totalmente a favor de las
empresas privadas y sus intereses. La construcción del Ferrocarril Mexicano
estuvo a cargo de franceses e ingleses principalmente.
Introducción
Así, los tramos fueron hechos para beneficiar a ciertos territorios (economía de
ciertas personas o grupos que tenían poder político o el dinero suficiente para
modificar el trazo y acercar las rutas a sus propiedades con los consiguientes
beneficios económicos que esto representaba) y se hizo constante despojar de
tierras a grupos indígenas. Por ejemplo, para Estados Unidos nuestros
ferrocarriles fueron uno de los principales factores para su expansión imperialista,
ya que México, como pretendía Ulises S. Grant, se convirtió en gran importador de
productos manufacturados a cambio de materias primas, minerales y agrícolas, y
la cercanía abarataba significativamente el costo de este intercambio en relación
con otros países. Su cercanía además propició su expansión territorial sobre lo
que había sido el territorio mexicano; además las tres concesiones más
importantes, que marcan la nueva orientación en el desarrollo del sistema, fueron
otorgadas a empresas norteamericanas en esos mismos años (dos en 1880 y la
tercera en 1881). Estas concesiones dieron lugar al Ferrocarril Central
Mexicano (México-Paso del Norte, hoy Cd. Juárez), al Ferrocarril Nacional
Mexicano (México-Laredo) y al Ferrocarril Internacional Mexicano (Piedras
Negras-Durango y ramales) (García de Fuentes, 1987).
Uno de los efectos más directos del desarrollo ferroviario fue el impulso a la
minería, al conectar zonas remotas, reducir el costo de transporte y permitir la
introducción de maquinaria grande y pesada, primero a las minas y, poco
después, para la instalación de fundidoras. Aunque en general, la demanda de
productos que exigían las ciudades provoco que industrias como la textil,
azucarera, del calzado, cigarrera, de bebidas alcohólicas, del papel, entre otras,
buscaran distribuir sus productos dando origen al nacimiento de la moderna
industria mexicana que se encuentra relacionada directamente con el proceso de
expansión de las vías férreas.
Las huelgas por parte de los obreros para evitar ser explotados fueron recurrentes,
ellos exigían: 1ra. Que a todos se les den sus respectivos trabajos y que al separar
cualquiera será con causa justificadas. 2a. Se trabajaran las 59 horas a la semana
como de costumbre y los domingos las 8 horas. 3a. Harán un aumento sobre el sueldo
de todos del 10% para los de esta y 15% en Rincón Antonio. 4a. Que todo individuo
que sea llamado a trabajar fuera de las horas ordinarias se les dará el 50% más sobre
sueldo como ha sido costumbre. 5a. Los nocturnos trabajaran 15 horas y tendrá el
10% más al que ha sido costumbres hacerles (Sedano Ortega, 2016).
Ferrocarril Toluca-San Juan de las Huertas, Siglo XIX.
Desde mediados del siglo pasado la historia relacionada con los hombres de
negocios del siglo XIX ha puesto mayor interés en dar a conocer el espíritu
empresarial que llevó a muchos de ellos a transformar el medio natural y social en
que actuaban. Gracias a estas investigaciones la concepción que se tenía
anteriormente de los hacendados como hombres feudales, con todo lo que esta
palabra implica, ha quedado atrás; en su lugar, términos como: astucia, ingenio,
inteligencia, ambición, sentido de la oportunidad, espíritu de innovación, entre
otros; han llegado para justificar los efectos negativos que la industria ha traído.
Sobre los materiales que utilizó esta empresa para construir su ferrocarril
encontramos lo mismo que sucedió en la mayoría de los ferrocarriles construidos
en México: la importación de gran parte de los materiales de construcción desde
Inglaterra, Estados Unidos, Escocia.
Las vías del ferrocarril no pueden ser rescatadas ni puestas en valor porque ya no
existen, sin embargo, dar a conocer toda la información correspondiente a ellas
lograría que no fueran olvidadas, pero no de una forma romántica sino dar a
conocer los claros y obscuros de la historia; hacer que a través del metal se logre
recordar a las personas que dieron su fuerza para la construcción porque no era
por gusto sino por necesidad dado que la paga era poca y el trabajo demasiado.
Además, es necesario que se haga una investigación más profunda sobre las
condiciones bajo las que trabajaron, cuál era su experiencia en cuanto a construir
ferrocarriles, quien los contrato y de donde eran originarios.
Lores Arriaga, N. (2012). Los constructores del ferrocarril Toluca-San Juan de las Huertas, 1883-
1906. Contribuciones desde Coatepec , 95-113.
Sedano Ortega, M. (2016). Scielo. Obtenido de Los trabajadores del Ferrocarril de Tehuantepec y la
huelga “olvidada” de Rincón Antonio (1903): http://www.scielo.org.mx/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0186-03482016000300142