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-Universidad Nacional de Colombia-

Diseño de proyecto en arqueología 2022-2 14 de septiembre


Presentado por: David Julian Lemus Capador dlemusc@unal.edu.co
Reseña: ‘Archaeography, Archaeology, or Archeology?
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James Deetz (8 de febrero de 1930 - 25 de noviembre de 2000) fue un antropólogo
estadounidense, a menudo conocido como uno de los padres de la arqueología histórica. Su
trabajo se centró en el cambio cultural y los aspectos culturales inherentes al registro histórico y
arqueológico.
Para iniciar el discurso inaugural del the First Archaeological Congress held in Baltimore de 1989,
el profesor Deetz nos indica que originalmente el título de la ponencia era ‘La arqueología y el
pasado’, nos dice que ese título planteaba varios interrogantes que tienen que ver con el sentido
epistemológico del pasado en la arqueología; desde que momento se inicia esa historia de la
disciplina y cómo se aborda el estudio del pasado por parte de la arqueología.
Queriendo responder a estas cuestiones nos ofrece ciertas reflexiones a las que llego luego de 40
años de trabajo; de lo que ocurrió y algunas razones del porque la disciplina en ese momento
estaba desarrollándose practica y teóricamente dentro de los postulados del postprocesualismo.
Con esto en mente cambia el título por ‘Archaeography, Archaeology, or Archeology?’ con el cual,
al cuestionarse estas tres acepciones, etapas y diferencias de enfoque de la arqueología como
disciplina, nos quiere hablar de cómo se recopilan la información de interés arqueológico, la
metodología de síntesis y análisis; como determinar, delimitar y dar cuenta así del objeto de
estudio.
Deetz inicia explicando lo que él considera serán las diferencias en las acepciones de la
Arqueografía, la Arcaeologia (archaeology) y arqueología (archeology). Nos dice que la
Arqueografía está en relación con la etnografía, ya que la Arqueografía son las descripciones
escritas y graficas sobre el registro materia enterrado o superficial; pero la Arqueografía vas más
allá, no solo recopila información, datos e imágenes, además los compara de manera análoga
como lo hace la etnología. Nos dice con esto, que la Arqueografía es lo primero que se debería
hacer en una investigación para tener una base sólida de datos concretos.
Con esto nos aclara, que el registro material es de carácter sincrónico y que cualquier método de
investigación debe inicialmente abordar este aspecto: ‘deteniendo el tiempo’ y examinando el
estado de las cosas de manera sincrónica, para luego reintroducirlas en el tiempo de forma
diacrónica, ya que el registro material también es el producto de un proceso diacrónico al igual que
es la historia y los procesos culturales.
Para describir la diferencia entre Arcaeologia (archaeology) y Arqueología (archeology), nos dice
que la diferencia de las grafías se refería a dos tipos del enfoque del pensamiento arqueológico
con los cuales se interpretaban y se exponían los datos arqueográficos. Nos dice que la
Arcaeologia, su acercamiento, su interpretación y las publicaciones era de carácter humanistas,
mientras que la Arqueología era de pensamiento netamente científico y en su momento fue así
como se usaron estos enfoques para interpretar la cultura, pero según cita a Taylor estas
diferencias de grafías solo son redundantes.
Luego de las aclaraciones sobre los términos, nos habla de que sucedió en la arqueología desde
finales de los años 40 en los Estados Unidos. Describe esta etapa como una en la que se contaba
con una gran cantidad de datos robustecidos, pero su acerbo teórico era más bien poco y su
acercamiento tímido. Dos acontecimientos fueron los que cambiaron este panorama: La apertura
de cupos universitarios para el público en general con la ley G.I. y el impacto que tuvo en los
programas educativos de norteamericana el inicio de la carrera espacial soviética. Fue a partir de
1959 que se crea un programa de antropología en la National Science Fundation, se piensa así en
términos más teóricos y se buscaba crear teoría. La participación de EE.UU. en el sudeste asiático,
el trabajo de autores de la época y la aparición de la Nueva Arqueología en los 60 se sumaron a
las posturas contraculturales que dieron paso a nuevas formas de entender la disciplina. Es a partir
de los 70 que se evidencia un alejamiento de la práctica arqueográfica responsable y un interés por
la arqueología con “e”, perdiéndose como diría el autor “el respeto” por los datos duros.
Nos plantea con esto cuatro influencias en el trascurso de las décadas en la arqueología. Primero,
se inclina con un cambio donde el paradigma central de la arqueología es la cultura y se entiende
que la reconstrucción arqueográfica de contextos culturales nos permite saber que todos hacemos
cultura no solo comportamiento. El segundo fue el énfasis en usar datos no arqueográfica
provenientes de la etnoarqueología y el estudio de yacimientos post ocupacionales, algo que el
autor no comparte y critica. La tercera fue el creciente numero de especializaciones y doctorados
que se abrieron en las universidades, pero resalta los inconvenientes teóricos de usar posturas
etnoarqueologicas y la cuarta influencia fue la aparición de legislaciones para la protección del
medio ambiente, el cual planeo varios problemas a la hora de querer investigar y hacer trabajo de
campo, ya que una forma de mitigar el impacto adverso de las excavaciones era evitar estudiar los
sitios y en lo posible guardar el yacimiento para que en el futuro con métodos más sofisticados y
menos destructivos se realizaran las investigaciones. Esto ultimo según el autor se podría superar
con un trabajo que lleve un registro adecuado, una excavación cuidadosa, lenta y meticulosa y
replantearse las técnicas de campo más eficientes.
Para terminar Deetz nos expone algunos puntos en los que el trabajo arqueológico resalto y dio
avances fructíferos; en estos la diversidad en la forma de analizar los datos, un entusiasmo que
mezclo humanismo y ciencia, una relectura y ajuste de las escalas y el estudio del paisaje como
declaración cultural intencionada o no; esto ha permitido involucrarse emocionalmente con el
trabajo y permite acercarse no solo de manera mas respetuosa y eficiente a las yacimientos, en
general ayuda a un entendimiento con las comunidades que habitan en esos emplazamientos y
que posiblemente será decendencia de la comunidad del pasado que pretendemos estudiar, para
Deetz este aspecto es más importante que el mismo discurso académico.
-el éxito de nuestro esfuerzo está en proporción directa a la medida en que estamos dispuestos a
participar en la búsqueda- Deetz 1989

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