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Presentación
Se destaca el concepto de Ciudadanía como eje primordial para el recorrido de la esta unidad, estableciendo
en la soberanía de los atributos del ciudadano los principios de representación política y control ciudadano.
OBJETIVOS
Mapa de contenidos
Tema 1: Introducción
Pensar Para Carlos Matus, ( Especialista en planificación estratégica - " Adiós Señor Presidente"
1980 / Matus, C. (1998); "Planificación, Presupuestos y Gerencia", en Asociación
Iberoamericana e Ibérica de Presupuesto. Revista N° 20; Marzo; Buenos Aires.)
gobernar no puede reducirse a una teoría, al conocimiento teórico de los sistemas sociales.
Gobernar implica desarrollar un arte que articule tres variables, que denomina Triangulo de
Gobierno
es la relación entre las variables que es la capacidad de dirección o conducción y se refiere al manejo
controla y no controla el gobierno en de técnicas, métodos, destrezas, habilidades y experiencias para
relación con los otros actores del lograr los objetivos propuestos. La capacidad de gobierno se
sistema social. expresa en capacidad de gerencia, de administración y de control.
Las Tres variables constituyen un sistema triangular donde cada una de las partes depende de las otras.
DEFINICION
Comenzaremos definiendo el concepto de ciudadanía.
Para otros la ciudadanía está compuesta por derechos civiles, políticos y sociales. Su teoría
se basa en la extensión gradual de los derechos desde la esfera civil a la política y de allí a
la ciudadanía social.
Mientras que los derechos de primera generación se basan en el principio de libertad, y exigen
para su plena realización un Estado mínimo, los derechos de segunda generación, que
promueven el principio de igualdad, demandan la presencia fuerte del Estado.
Los derechos de tercera generación surgieron en la segunda mitad del siglo XX y hacen
referencia no al individuo sino a grupos humanos como el pueblo, la nación, las colectividades
étnicas, etc. Son derechos postmateriales o culturales.
Entre estos derechos se encuentran el derecho a la autodeterminación de los pueblos, derecho
al desarrollo, a la paz, al medio ambiente, etc. Incluyen los intereses difusos de los nuevos
movimientos sociales como el medio ambiente, los derechos de las mujeres y de los niños, de
las minorías étnicas, el consumidor, etc. Estos derechos surgen como resultado de la lucha de
los diferentes movimientos sociales y la inclusión del concepto de calidad de vida.
Según Luis Carlos Bresser Pereira, los derechos de cuarta generación a los que llamó
derechos republicanos, son los derechos de los ciudadanos de que el patrimonio público sea
efectivamente de todos y para todos y que no sea capturado
por intereses privados.
Entre sus trabajos más destacados se encuentran la elaboración del Plan Director de la Reforma
del Estado de Brasil y la publicación de artículos referidos al tema.
Bresser Pereira representa una teoría que sostiene que la intervención tanto del Estado y como
del mercado en la regulación de la actividad económica de las naciones es cíclica y que los
períodos de intervención estatal predominante son seguidos por períodos donde la coordinación
de la economía se efectúa a través del mercado y viceversa.
Podemos afirmar que los derechos de tercera y cuarta generación incorporan nuevas
temáticas que expanden el concepto de ciudadanía; coincidentemente, se da un retroceso
de la dimensión social de la ciudadanía. Esta situación pone en cuestión todo el desarrollo
teórico de Marshall. Desde la perspectiva de este autor, los derechos sociales al garantizar
Giddens analiza los derechos de ciudadanía como producto de la lucha de clases. La definición de los
derechos es histórica y responde a áreas de disputa y conflicto al interior de cada sociedad.
La nueva ciudadanía se constituye en los últimos años modelada por dos procesos, la transición democrática
y las reformas estructurales. Ya no tiene las características de la ciudadanía política, propia del Estado liberal
ni la de la ciudadanía social del Estado de Bienestar.
Según García Delgado, la emergencia de este nuevo tipo de ciudadanía denominada post-social o del
consumidor incorpora los denominados derechos "difusos", de tercera generación, postmateriales o
culturales.
Como ya se afirmara, estos derechos surgen en el momento en que se produce el retroceso en torno a la
conquista de los derechos sociales. Es necesario plantear que esta ciudadanía hace eje en lo procedimental
pero descree de la capacidad política para mejorar el nivel de vida de las personas.
EN SINTESIS
Pensar
Este nuevo modelo procura responder con mayor rapidez a los grandes cambios ambientales que
acontecen en la economía y en la sociedad contemporáneas.
El modelo gerencial, tomado de la iniciativa privada debe, forzosamente, adecuarse al contexto político
democrático, en el cual se encuentra inserto el sector público.
La motivación que guía a la organización gubernamental determina su especificidad:
Los políticos, también, se orientan por el deseo de ser reelectos y los burócratas pueden ser capturados por
los intereses económicos.
Tanto la acción de políticos como la de los burócratas está sujeta al control público ya que ambos deben
pasar por el escrutinio democrático.
En el proceso decisorio se encuentra otra diferencia entre el sector público y el sector privado.
De este modo, la Reforma Gerencial tiene un aspecto esencial del modelo burocrático weberiano - la
profesionalización - y modifica los demás, con el propósito de reconstruir el aparato estatal para enfrentar
los desafíos del siglo XXI.
La Reforma Gerencial es una modificación estructural del aparato del Estado. Se trata de cambiar los
incentivos institucionales del sistema, de modo de transformar las reglas burocráticas más generales, lo que
permitiría a los administradores públicos adoptar estrategias y técnicas de gestión más adecuadas.
Los cambios institucionales orientados hacia el modelo gerencial dependen de la formulación de reglas
generales y claras que constituirían un nuevo contrato entre los políticos, los funcionarios públicos y la
sociedad.
En estos espacios, la Reforma Gerencial modifica las premisas que guiaron a la administración burocrática a
lo largo de este siglo y que ya no pueden dar más cuenta de los problemas actuales.
Con el control a posteriori de los resultados, la premisa orientadora es la confianza limitada y no la
desconfianza total en relación a los funcionarios públicos. El antiguo modelo weberiano intentaba vigilar al
milímetro las decisiones tomadas por la burocracia, con el propósito de evitar la corrupción y la ineficiencia
administrativa.
Pero la definición de los objetivos no basta para evaluar los resultados obtenidos por la burocracia y para
ubicarla en un proceso continuo de aprendizaje organizacional. Se requiere la presencia de otros tres
mecanismos, esenciales en este proceso.
El contrato de gestión también debe definir qué hacer después de la evaluación, en términos de
sanciones, premios u otras formas de corregir los errores.
La buena definición de los objetivos organizacionales depende también de la modificación de la rígida
jerarquía que caracterizaba al modelo burocrático weberiano. Esto debe ser así porque es preciso hacer a
los funcionarios públicos responsables de las metas, conscientes de la misión de su organización, y la mejor
forma de lograrlo es delegando poder (empowerment) y autonomía a los gerentes.
Este mecanismo altera la forma de la gestión y la cultura organizacional de los integrantes de la burocracia,
que inclusive podrán sentirse más motivados por un sistema marcado por el aumento del poder individual
de decisión y de la responsabilidad ante los objetivos de su organismo público. Se supone que la
motivación de los funcionarios tienda a aumentar todavía más si se compara su nueva inserción en la
Administración Pública Gerencial con el papel que desempeñaban en el modelo burocrático weberiano, en el
cual sólo eran piezas de un engranaje encajado en reglas no siempre claras para quienes ejecutaban las
tareas.
Por último, la administración pública basada en los resultados tendrá que realizar:
EN SINTESIS
GLOSARIO
El modelo de gestión por resultados es aquel que orienta las actividades que desarrollan
las organizaciones tanto públicas como privadas hacia el logro de resultados cuantificables
con base en una serie de objetivos prefijados.
Siguiendo esta definición, la New Public Management, importando conceptos y técnicas del ámbito privado,
se dispuso a reemplazar la gestión basada en normas y procedimientos, o modelo jerárquico, por una
modalidad de gestión que privilegie los resultados e impactos de las políticas gubernamentales, priorizando
la definición de metas, objetivos y sus respectivas mediciones, acompañado de innovaciones en los sistemas
de información que sirvan para el control de resultados.
ejecución y
El modelo de gestión por resultados acaba con una modalidad basada en un excesivo aparato de normas y
procedimientos administrativo-burocráticos que entorpecen el buen funcionamiento de la administración y
apunta a reemplazarla por medidas tendientes a especificar objetivos, resultados e impactos de gestión a
través de un sistema que privilegie la petición y rendición de cuentas.
De este modo, la acción del Estado se orientaría hacia los ciudadanos mediante una eficiente provisión de
productos y servicios y no sólo concentrándose en regulaciones y restricciones.
El modelo de gestión por resultados incorpora varios elementos que, en su conjunto, explican su
naturaleza
PIENSE QUE...
priorizar los problemas e identificar cuáles son los cursos de acción, las
estrategias y los objetivos que se orientan para una intervención sobre los
mismos.
En este sentido, el modelo de gestión por resultados parte de la premisa de que la buena gestión sólo se
logra si hay, antes que nada, un claro compromiso a nivel institucional en cuanto al establecimiento de la
misión de la organización.
La misión tiene que ver con su finalidad, con el "para qué existimos", con la obra que se sienten obligadas a
realizar los miembros que forman parte de dicha institución.
Asimismo, es fundamental que toda organización cuya finalidad sea prestar un servicio a la ciudadanía,
conozca la estrategia.
La estrategia responde al modo en que se podrá cumplir con la misión, al "cómo" desarrollar la conducción
del organismo a los fines de satisfacer el cumplimiento de la misión preestablecida.
Sin una estrategia, no se puede concebir ni dirigir el rumbo de una organización humana que
intenta cumplir con un fin.
Conjuntamente, el modelo prevé que se determinen los objetivos que la organización pretende alcanzar, es
decir, los resultados esperados.
Los objetivos deben responder al fin último de la organización y nunca deben ir en contra del propósito de
la misma. Los objetivos deben ser mensurables, para que su cuantificación permita controlar la adecuación
real que hubo entre los mismos y las metas efectivamente logradas por la organización.
De acuerdo con esta nueva modalidad de gestión, todo organismo público debe contar con:
una misión,
Esta primer actividad compone, junto con la definición de la estructura organizativa, de las
funciones, insumos, productos, impactos, beneficiarios, controles, y sistemas de información, lo
que se denomina planeamiento estratégico.
En este sentido, la gestión por resultados requiere de una clara identificación de cuáles son los objetivos
para cada uno de los procesos sustantivos que desarrolla la organización y cuáles son a su vez las metas
esperadas en el corto, mediano y largo plazo. Este hecho permite asimismo una mayor transparencia a la
hora de diseñar el presupuesto ya que éste distribuye los recursos según los resultados perseguidos
generándose así un mayor control y evitando desvíos y consecuentemente altos costos para el Estado, dado
que éste no orienta ya sus erogaciones hacia actividades y procedimientos administrativos.
EN SINTESIS
PIENSE QUE...
la misión,
la visión,
los objetivos y
las metas institucionales a las que aquélla aspira y es ésta su responsabilidad indelegable.
Los niveles gerenciales y cada uno de los gerentes de línea por debajo de la alta dirección tienen
responsabilidad sobre el logro de los resultados, pero no ya vinculados a una definición política de las metas
a alcanzar sino más bien al logro operativo de las mismas.
Cada uno de estos niveles de responsabilización opera sobre la base de un sistema de petición y rendición de
cuentas.
La alta dirección del organismo rinde cuentas ante el nivel político central, el cual a su vez
otorga, como un incentivo externo, mayor flexibilidad para el manejo de sus recursos,
tanto humanos como materiales.
Los niveles gerenciales rinden cuentas ante la alta dirección del organismo respecto de los
resultados alcanzados al interior de sus gerencias operativas y de esta manera se verifica
el grado de adecuación entre los objetivos planteados y las metas logradas.
Desde la perspectiva de la New Public Management, la separación entre las unidades centralizadas
formuladoras de políticas y las unidades descentralizadas ejecutoras de las mismas, se materializa en los
contratos de desempeño entre ambas esferas. Estos contratos de gestión permiten monitorear a distancia el
desempeño de estas unidades descentralizadas.
Veamos un ejemplo: Siguiendo a Krogt (1996), las características que adoptan estos
contratos en los países en los que se implementó el control por resultados son:
1) resultados esperados;
La definición conjunta entre políticos y administradores de las metas, objetivos, estrategias y sistemas de
medición e indicadores de desempeño es la condición sine qua non para lograr el éxito en la implementación
de la gestión por resultados. (Levy, 1998)
Ambos niveles de responsabilización operan sobre la base de una estructura de incentivos que premia o
castiga, y la correspondencia entre los objetivos definidos ex ante y las metas alcanzadas se verifica a la luz
de los lineamientos estratégicos definidos en una primera instancia de planificación.
PIENSE QUE...
En este sentido, el modelo permite que el nivel político central identifique qué agencias de la Administración
Pública cumplen eficientemente con sus objetivos y, en función de esto, cuáles deben ser premiadas o
sancionadas, limitadas en sus funciones, mejoradas, ampliadas o suprimidas.
El tipo de control que introduce la gestión por resultados está caracterizado por una intervención sobre los
resultados y no sólo sobre el cumplimiento de los procedimientos burocráticos o las rutinas administrativas.
En este sentido, el control sobre los procedimientos resulta ser parcial y un desincentivo para los
administradores públicos ya que éstos se ven impelidos a respetar los procesos y no los resultados a los que
apunta su gestión. De aquí la necesidad de instrumentar mecanismos de accountability, entendidos éstos
como los medios para llevar adelante la petición y rendición de cuentas que den cuenta de las
responsabilidades entre el nivel político y la administración, entre distintos niveles dentro de la
administración pública y ante los ciudadanos por parte de los que detentan el poder del Estado.
El sistema de control de gestión al que hacemos referencia se realiza sobre los productos y servicios
(outputs) e inclusive sobre los impactos generados sobre los receptores de tales productos y servicios
(outcomes) que las organizaciones estatales proveen a la sociedad, posibilitando que se alcance mayor
eficiencia al reducir, si existieran, restricciones normativas que resultasen poco funcionales para la provisión
de tales bienes y servicios públicos. De esta manera, la Administración Pública puede responder a los
cambios constantes del contexto y de las demandas sociales de modo rápido y eficiente sin disminuir por eso
los ámbitos de control.
información,
consulta,
concertación,
codecisión,
planeamiento participativo,
control estratégico,
control de ejecución,
coadministración y
ejecución.
Por supuesto que esto trae aparejado problemas de principal-agente en tanto la existencia de información
asimétrica entre los actores involucrados como producto de diferentes grados de acceso a recursos.
Levy señala la necesidad de la construcción de un stakeholding model, es decir un modelo en el cual los
diferentes actores involucrados elaboran estrategias comunes.
De este modo, la denominada accountability, no sólo se refiere al acto formal de rendición de cuentas, sino
que se desprende de explicaciones elaboradas, cuyo significado debe ser entendido y aceptado por todas las
partes involucradas, para que se pueda plantear y evaluar la acción colectiva. (March y Olsen, 1995).
"...El objetivo de la gestión en el dominio público es propiciar que se dé al público una explicación (account)
sobre el desempeño, pero también que una variedad de intereses del público esté presente en el discurso
sobre lo que cuenta como desempeño en las metas de las políticas públicas...". (March y Olsen, 1995:180).
En último lugar, debemos tener en cuenta que un modelo de gestión que se oriente a los resultados sólo
puede funcionar sobre la base de la autonomía institucional.
El modelo de gestión por resultados desagrega las grandes estructuras burocráticas en agencias casi
autónomas de acuerdo a sus funciones.
convenios de desempeño,
Esta autonomía, entendida como la capacidad de autogestión de las organizaciones públicas, opera tanto
para el proceso de planeamiento estratégico, para la determinación de un presupuesto por programas y para
la organización programática del presupuesto asignado, para la selección, capacitación, evaluación y
promoción de los recursos humanos, como así también para la compra, venta y/o tercerización de bienes y
servicios. En este sentido, sólo cuando los organismos públicos no se encuentran restringidos por un aparato
de normas y procedimientos administrativos altamente condicionante, es que se ven incentivados a
preocuparse por el logro de los resultados que le exige el nivel político central.
El apostar a que la gestión se oriente hacia los resultados no implica que la misma se construya
sobre la base de la anomia, sino por el contrario, el modelo de gestión por resultados sólo
funciona en un marco de legalidad pero sin que las reglamentaciones y normas burocráticas
lleguen al punto de limitar la capacidad de decisión de los agentes públicos e inclusive de su
creatividad.
EN SINTESIS
En síntesis, habiendo repasado cuáles son los componentes teóricos que orientan la
gestión por resultados estamos en condiciones de dar una definición de máxima que los
incluya.
Entendemos de este modo a la gestión por resultados como "el modelo de gestión que las
organizaciones públicas complejas asumen al introducir como primer paso un proceso de
planeamiento estratégico que incluye la identificación de los problemas críticos presentes en
cada uno de los procesos sustantivos que desarrolla la organización, la definición de las
estrategias para la resolución de los mismos y de objetivos cuantificables, y por ende
controlables, en el corto, mediano y largo plazo, como así también una definición ex ante de los
resultados esperados para tales períodos y de los mecanismos de petición y rendición de
cuentas que, como instancias de control y responsabilización, operan entre la alta dirección de la
organización y sus gerencias de línea y entre aquélla y el nivel político central, como así también
ante la sociedad civil en ejercicio de sus derechos. Este nivel de planeamiento estratégico y de
control de la gestión se sustenta en tres pilares organizacionales: en primer lugar, en una
estructura de incentivos colectivos a los recursos humanos y en un fortalecimiento de los roles
gerenciales dentro de la organización; en segundo lugar, en una alineación entre los objetivos
organizacionales y el diseño programático del sistema presupuestario; y en último lugar, sobre
la base de la autonomía institucional que le permita a la organización, en un contexto de
legalidad, definir su estructura funcional para un eficiente logro de los resultados, fijar el
tratamiento que se le darán a los recursos humanos y materiales de la organización y el
ejercicio de la compra, venta y tercerización de los servicios y/o productos que presta a la
comunidad."
Ya definido el modelo de gestión por resultados, y para una efectiva implementación del mismo, es preciso
sortear varias limitaciones institucionales.
Finalmente, la importancia de la gestión por resultados deriva de la relevancia que adquieren los modos que
tiene el Estado de encarar sus programas y políticas en la eficiencia económica.
En este sentido, los alcances de la gestión por resultados varían según cada país: mientras el alcance
máximo está dado por la implementación del presupuesto por resultados, la mayoría de los países lo encara
a partir del intento de aumentar la capacidad de los administradores de tomar iniciativas y ser responsables
de la provisión de servicios públicos de modo productivo y efectivo, con modalidades de control ciudadano en
las políticas públicas.
Apuntar a lograr una mayor equidad en la distribución de los recursos que la comunidad
confía al municipio.
www.maipu.gov.ar www.propuestasmunicipales.com
www.espaimarx.org www.buenosaires.gov.ar