Está en la página 1de 24

Universidad de San Carlos de Guatemala

Facultad de Humanidades –FAHUSAC-


Departamento de Pedagogía
Sede Barberena

PEM en Pedagogía y Técnico en Administración Educativa

Curso: B1 Biología General

Docente: Lic. Apolinario Zepeda López

Tema: Organización y Función de Organismos Pluricelulares.

Alumno: María de los Angeles Morales

Fecha de entrega: 26 / 04 / 2023


Introducción:

Los organismos pluricelulares son los que están formados por muchas
células, las cuales cumplen con una función y están organizadas y
especializadas en base a lo necesitado en los diferentes organismos. Los
tejidos tanto animal como vegetal están compuestos por una diversidad de
células, al igual que los órganos, lo que los convierte en organismos
pluricelulares.
Palabras Clave:

Organismos Pluricelulares: surgen siempre de una célula única llamada


cigoto, fruto de la unión sexual de dos gametos (femenino y masculino).

Tejido: Es un conjunto de células, matriz extracelular, y fluido corporal.


Las células de un tejido cooperan para llevar a cabo una o varias funciones
en un organismo.

Funciones de los organismos: Las funciones vitales son los tres procesos
que realizan todos los seres vivos para sobrevivir. Es decir, las funciones
vitales son: nutrición, relación y reproducción. La nutrición es
fundamental para los seres vivos.

Desnutrición: Estado patológico de distintos grados de seriedad y de


distintas manifestaciones clínicas, causado por la asimilación deficiente de
alimentos ingeridos por el organismo.
Organización y función de organismos
pluricelulares
¿Qué son los organismos pluricelulares?

Se denominan organismos pluricelulares a todas aquellas formas de vida cuyos


cuerpos están compuestos por una diversidad de células organizadas,
jerarquizadas y especializadas, cuyo funcionamiento conjunto garantiza la
estabilidad de la vida. Estas células integran tejidos, órganos y sistemas, que no
pueden separarse del conjunto y existir de manera independiente.

Muchos organismos pluricelulares surgen siempre de una célula única llamada


cigoto, fruto de la unión sexual de dos gametos (femenino y masculino). El
cigoto se subdivide en forma acelerada a lo largo de la gestación, formando la
totalidad del cuerpo de la criatura que, a partir de su nacimiento, empieza a
crecer. Sin embargo, existen también organismos pluricelulares capaces de
reproducirse asexualmente, como las plantas y los hongos.

En líneas generales, los reinos de la vida que poseen organismos pluricelulares


son tres: animalia, plantae y fungi. En las células de estos seres vivos se
encuentra un núcleo celular con el ADN completo del individuo, es decir, son
organismos eucariotas.

Origen de los organismos pluricelulares

Se ignora cómo surgieron exactamente los primeros organismos pluricelulares a


partir de la vida unicelular primitiva, pero existen tres teorías al respecto:

La teoría simbiótica. Los organismos pluricelulares serían el producto evolutivo


de un nuevo tipo de relación de cooperación entre dos o más células de especies
distintas cuyo trato fue tan estrecho que terminaron conformando un mismo
individuo.

La teoría de celularización. Según esta teoría, los primeros organismos


pluricelulares habrían surgido cuando un organismo unicelular desarrolló
diversos núcleos, posteriormente dividiendo su citoplasma mediante nuevas
membranas plasmáticas para dar a cada núcleo una independencia que terminó
siendo una célula dentro de otra célula.

La teoría colonial. En este caso se asume que la vida colonial conjunta de células
del mismo tipo y especie, produjo un mecanismo de simbiosis cada vez más
complejo, que condujo a una repartición de las labores reproductivas,
permitiendo al resto de la colonia dedicarse a formar tejidos con otro tipo de
funciones.

Características de los organismos pluricelulares

Los organismos pluricelulares poseen diversos grados de complejidad ya que


pueden ir desde un alga diminuta hasta un elefante o una sequoia gigante. Sus
cuerpos están compuestos por millones de células integradas a órganos y tejidos
que funcionan de manera coordinada e independiente, y se llaman “sistemas”.
Del funcionamiento correcto de dichos sistemas depende la vida del individuo,
por lo que una vez sobrevenida la muerte, por la causa que sea, todas las células
del cuerpo morirán paulatinamente (por ser interdependientes).

Las células de estos organismos pueden ser a grandes rasgos de dos tipos
diferentes: aquellas dotadas del ADN completo del individuo (células somáticas)
y otras que poseen solamente la mitad y se crean con fines reproductivos
sexuales (células germinales o gametos). Sin embargo, cada célula del cuerpo del
organismo posee una función, un conjunto de instrucciones biológicas y pueden
llegar a ser sacrificable por el bien de las demás. Esto implica niveles elevados de
comunicación, cooperación y especialización celulares.

Los organismos pluricelulares pueden ser autótrofos (como las plantas) si pueden
sintetizar los nutrientes del organismo a partir de materia inorgánica y energía
natural (como la luz solar), y heterótrofos si requieren del consumo de materia
orgánica proveniente de otros seres vivos para su oxidación y así obtener energía
química para sostener el metabolismo.
Funciones vitales de los organismos pluricelulares

Los organismos pluricelulares cumplen, al igual que los unicelulares, con las
funciones básicas vitales, pero lo hacen a partir de procesos mucho más
complejos que involucran el reemplazo de células viejas con células nuevas y la
generación de nuevos tejidos.

Nutrición. Los organismos pluricelulares poseen un sistema digestivo que


consiste en un conjunto de órganos y tejidos encargados de preparar, disolver y
digerir el alimento, para que sus nutrientes ingresen al metabolismo y se traduzca
en energía para sostener todas las células del cuerpo.

Crecimiento. Si el crecimiento de los organismos unicelulares está limitado por el


tamaño de la célula, en el caso de los pluricelulares lo está por el número de ellas
de acuerdo al patrón conjunto establecido en el ADN. Los organismos
pluricelulares crecen conforme a un plan genético establecido y conforme a la
disponibilidad de nutrientes para que nuevas células adicionales sean generadas e
incorporadas al sistema.

Reproducción. La reproducción de las células del organismo pluricelular es


constante ya que se están generando reemplazos para los tejidos dañados, para las
células viejas y moribundas, o para cumplir tareas específicas como las células
defensivas. Por otro lado, el organismo como un todo se reproduce una vez
alcanzada la madurez, mediante diversos mecanismos de tipo asexual o sexual,
dependiendo de la especie. Sea cual sea el caso, cierto tipo de células
reproductivas se generan y se ocupan de construir un individuo nuevo completo
(a diferencia de los procesos de bipartición de la vida unicelular en que de un
individuo salen dos).

Ejemplos de organismos pluricelulares

Existen millones de ejemplos de organismos pluricelulares en el mundo que nos


rodea: nosotros mismos somos un caso perfecto. Algunos ejemplos son:
Todos los animales. Terrestres, marinos, voladores, vertebrados o no, desde los
insectos a los reptiles y pasando por los mamíferos y las aves.

Todos los hongos. Tanto saprófitos como parásitos, en todos los hábitats, con la
notoria excepción de las levaduras.

Todas las plantas. Excepto algunos casos de algas unicelulares, el reino de las
plantas está compuesto por organismos pluricelulares, sin importar el hábitat o la
complejidad estructural que presenten.

Organismos unicelulares

Un organismo unicelular es una forma de vida cuyo cuerpo está compuesto por
una única célula. Estas células no forman ningún tipo de tejido, estructura o
cuerpo conjunto con otras de su especie, aunque puedan vivir juntas como una
colonia. Se trata, entonces, de organismos microscópicos cuyo cuerpo es una
única célula. A menudo son clasificados como protistas (cuando son eucariotas,
es decir, poseen núcleo celular) o bacterias y arqueas (cuando son procariotas, es
decir, carecen de núcleo celular).

Anatomía y fisiología de tejidos, órganos,


aparatos y sistemas animal y vegetal
Tejidos Animales

Un tejido (del latín texere = tejer) es un conjunto de células, matriz extracelular,


y fluido corporal. Las células de un tejido cooperan para llevar a cabo una o
varias funciones en un organismo. Estas células se relacionan entre sí mediante
interacciones directas entre ellas o mediadas por las moléculas que se encuentran
entre ellas y que forman la matriz extracelular. Distintos tejidos se asocian entre
sí para formar los órganos. La histología es una disciplina eminentemente
descriptiva que se dedica a la observación de los diferentes tejidos mediante
microscopios, tanto ópticos como electrónicos. Sin embargo, el conocimiento de
la anatomía y organización de los tejidos es fundamental para comprender su
fisiología y reconocer alteraciones patológicas, tanto de los propios tejidos como
de los órganos y estructuras que forman. La histopatología es una rama de la
histología dedicada a estudiar alteraciones patológicas en los tejidos.

A pesar de que las células que forman un organismo son muy diversas en forma y
función, los histólogos han clasificado tradicionalmente a los tejidos en cuatro
tipos fundamentales:

Tejidos epiteliales. Conjunto de células estrechamente unidas que o bien tapizan


las superficies corporales, tanto internas como externas, o se agrupan para formar
glándulas.

Tejidos conectivos o conjuntivos. Son un variado tipo de tejidos que se


caracterizan por la gran importancia de su matriz extracelular, la cual, en la
mayoría de los casos, es la principal responsable de su función. Los tejidos
conectivos se originan a partir de las células mesenquimáticas embrionarias y
forman la mayor parte del organismo, realizando funciones tan variadas como
sostén, nutrición, reserva, etcétera. La clasificación de los tejidos conectivos
puede variar según los diferentes autores, pero en general incluyen a los tejidos
conectivo propiamente dicho, adiposo, cartilaginoso, óseo y sanguíneo.

Tejido muscular. Formado por células que pueden contraerse, lo que permite el
movimiento de los animales o de partes de su cuerpo. Hay tres tipos de tejidos
musculares: esquelético, cardíaco y liso.

Tejido nervioso. Está constituido por células especializadas en procesar


información. Reciben dicha información del medio interno o externo, la integran
y producen una respuesta que envían a otras células, sobre todo a las células
musculares.

Tejidos Vegetales

Cuando hablamos de las características de los tejidos de las plantas tenemos que
tener en mente la historia ocurrida hace unos 450 a 500 millones de años, en el
paleozoico medio, cuando las plantas conquistaron la tierra. El medio terrestre
ofrece ventajas respecto al medio acuático: más horas y más intensidad de luz, y
mayor circulación libre de CO2. Pero a cambio las plantas tienen que solventar
nuevas dificultades, casi todas relacionadas con la obtención y retención de agua,
con el mantenimiento de un porte erguido en el aire y también con la dispersión
de las semillas en medios aéreos. Para ello las plantas se hacen más complejas:
agrupan sus células y las especializan para formar tejidos con funciones más
especializadas para hacer frente a estas nuevas dificultades. Atendiendo a razones
topográficas, los tejidos se agrupan en sistemas (Sachs, 1875), que se usan para
resaltar la organización de estos tejidos en estructuras más amplias de la planta.
Los sistemas de tejidos se agrupan para formar los órganos.

Las características de las células y tejidos de las plantas son un reflejo de su


actividad y de su función:

Agua. Una de esas características es la especial relación que tienen las plantas
con el agua. Todos los organismos usan agua, pero las plantas además la usan
como una herramienta hidráulica. Ya que carecen de estructuras contráctiles
como las células musculares, las plantas han evolucionado para aprovecharse de
las propiedades físicas del agua para generar fuerzas que muevan fluidos, y
generen fuerzas para el crecimiento y el movimiento. Cuando el agua se evapora
por transpiración en una hoja, esa agua es reemplazado por otra agua proveniente
de la hoja, y esta tira del agua del peciolo, esta de la del tallo y esta de la de la
raíz, y finalmente del suelo. La diferencia de energía entre el agua de la
atmósfera y la del suelo es suficiente para arrastrar agua hasta decenas de metros
de altura a lo largo de los troncos. Mediante la concentración de solutos en
algunos tipos celulares las plantas son capaces de generar fuerzas de expansión
que producen el crecimiento celular. Se generan fuerzas tan grandes como por
ejemplo para que las raíces sean capaces de romper las piedras. El movimiento de
los órganos de las plantas carnívoras para atrapar a los insectos está mediado por
corrientes de agua.

Autótrofas. Las plantas tienen clorofila y son fotoautotrofas. Fotoautótrofas


quiere decir que utilizan la luz solar, agua y sales minerales para sintetizar todas
las moléculas orgánicas que necesitan como azúcares, proteínas, lípidos y
nucleótidos. Los fitocromos son capaces de percibir los cambios en el ciclo luz-
oscuridad, y así anticipar floraciones o brotes. Otra característica de las plantas es
que no generan prácticamente residuos resultantes de su actividad metabólica.
Los animales tienen un sistema digestivo y excretor que genera constantemente
residuos. Por el contrario, las plantas tienen un metabolismo para generar lo que
necesitan sin productos de deshecho.

Inmóviles. Como las plantas no se pueden mover, se defienden de sus predadores


mediante la creación estructuras en su cuerpo como espinas, o creando sustancias
tóxicas o repelentes, muchas de estas sustancias las usamos los humanos, tales
como especias, colorantes, drogas, medicinas, etc. Además, tienen que competir
con otras plantas por la luz, por el agua y los nutrientes, y esto determina la
evolución y diversidad de sus estructuras.

Crecimiento continuo. Durante la vida de la planta hay un crecimiento continuo,


lo que en las plantas con semillas ocurre en los meristemos. Al contrario que los
animales, algunas plantas pueden vivir cientos de años y siempre hay un aporte
de nuevas células.

Todas las células de los tejidos proceden de otras células indiferenciadas que se
agrupan formando unas estructuras denominadas meristemos, aunque a veces
pueden estar dispersas. Las plantas vasculares producen semillas, dentro de las
cuales se forma el embrión, que se desarrolla y crece gracias a la actividad de los
tejidos embrionarios o meristemáticos. A medida que la planta se desarrolla, los
meristemos se mantienen en algunas partes de la planta y permiten su
crecimiento, a veces a lo largo de toda la vida de la planta.

Tradicionalmente los tejidos de las plantas se agrupan en tres sistemas: sistema


de protección (epidermis y peri dermis), fundamental (parénquima, colénquima y
esclerénquima) y vascular (xilema y floema).

El sistema de protección permite resistir un medio ambiente variable y seco. Está


formado por dos tejidos: la epidermis y la peri dermis. Las células de estos
tejidos se revisten de cutina, suberina y ceras para disminuir la pérdida de agua, y
aparecen las estomas en la epidermis para controlar la transpiración y regular el
intercambio gaseoso.

El sistema fundamental lleva a cabo funciones metabólicas y de sostén. Una gran


proporción de los tejidos vivos de las plantas está representada por el
parénquima, el cual realiza diversas funciones, desde la fotosíntesis hasta el
almacén de sustancias. Para mantenerse erguidas sobre la tierra y mantener la
forma y estructura de muchos órganos las plantas tienen un sistema de sostén
representado por dos tejidos: colénquima y otro más especializado denominado
esclerénquima. La función de mantener el cuerpo de la planta erecto pasará a los
sistemas vasculares en plantas de mayor porte.

Uno de los hechos más relevantes en la evolución de las plantas terrestres es la


aparición de un sistema vascular capaz de comunicar todos los órganos del
cuerpo de la planta. El sistema vascular está formado por dos tejidos: xilema, que
conduce mayormente agua, y floema, que conduce principalmente sustancias
orgánicas en solución. Sólo hablamos de verdaderos tejidos conductores en las
plantas vasculares.

Los tejidos también se pueden agrupar de otras formas. Por ejemplo, por la
diversidad celular que los componen. Así, hay tejidos simples o sencillos que
sólo contienen un tipo celular, como los parénquimas, mientras que otros son
complejos como los de protección o conductores.

Los tejidos y sistemas de tejidos se agrupan para formar órganos que pueden ser
vegetativos, como la raíz (órgano de captación de agua y sales), tallo (órgano
para el transporte, sostén y a veces realiza la fotosíntesis) y hoja (órgano que
capta la energía solar, realiza la fotosíntesis y es el principal responsable de la
regulación hídrica de la planta), o bien reproductivos como la flor y sus
derivados, la semilla y el fruto. Los sistemas de tejidos se distribuyen en modelos
característicos dependiendo del órgano.

Antes de introducirnos en el estudio de cada uno de los tejidos y órganos tenemos


que entender dos estructuras característicos de las plantas:
Pared celular

1.- Las células de las plantas presentan una estructura denominada pared celular
que recubre externamente a su membrana plasmática. Se sintetiza por la propia
célula y determina la forma y el tamaño de las células, la textura del tejido y la
forma del órgano. Incluso los diferentes tipos celulares se identifican por la
estructura de la pared. La pared celular primaria se deposita mientras la célula
está creciendo o dividiéndose. La pared celular secundaria es característica de
algunas células especializadas y es mayormente depositada cuando la célula ha
detenido su crecimiento. Todas las células de las plantas diferenciadas contienen
lamina media y pared celular primaria más o menos gruesa pero sólo unos pocos
tipos celulares tienen además pared celular secundaria.

2.- A partir del estado embrionario las plantas se desarrollan y crecen gracias a la
actividad de los meristemos. El primer crecimiento de todas las plantas, y único
en algunos grupos, es el crecimiento en longitud. Éste se denomina crecimiento
primario, y corre a cargo de la actividad de un grupo de células meristemáticas
que se sitúan en los ápices de los tallos y raíces, así como en la base de los
entrenudos. Estos grupos de células constituyen los meristemos primarios.
Además, algunos grupos de plantas también pueden crecer en grosor, un tipo de
crecimiento denominado crecimiento secundario, y lo hacen gracias a la
actividad de otro tipo de meristemos denominados meristemos secundarios.

Órganos Animales

Las células están divididas en compartimentos y orgánulos que cooperan en el


funcionamiento celular, y las células a su vez se organizan para formar tejidos.
En este apartado trataremos cómo los tejidos se organizan para formar órganos.
Un órgano es una asociación de tejidos que constituye una unidad funcional en
un organismo. Un animal posee una gran variedad de órganos, cada uno de los
cuales realiza sus propias funciones. Si se compara a un organismo pluricelular
con una célula eucariota se observa que la compartimentación del trabajo es un
hecho que se repite, pero a diferente escala. En la célula eucariota son los
orgánulos los que se especializan en una o varias funciones, en un organismo son
los órganos.

En este apartado de Organografía Animal vamos a estudiar los órganos de los


vertebrados, sobre todo los de mamíferos, que son quizá los vertebrados más
estudiados y mejor conocidos por sus evidentes repercusiones en el conocimiento
de los órganos de humanos y sus implicaciones en la salud. A veces el concepto
de órgano constriñe la definición de unidad funcional y entonces hablamos de
sistema o aparato. Un sistema o aparato, por ejemplo, el sistema sanguíneo, es un
conjunto de estructuras, algunas de ellas órganos, que realizan un conjunto de
funciones características en el organismo. Como en otros muchos aspectos de la
biología, es difícil establecer los límites y las funciones precisas de un órgano o
de un sistema, por lo que el número de sus constituyentes o funciones propias
puede variar según los autores. Así, los órganos pueden realizar más de una
función, pueden compartir funciones con otros elementos del organismo, sus
compartimentos funcionales pueden no ser precisos, etcétera.

Órganos Vegetales

Se estima que hay más de 250 mil especies de plantas vasculares. Sus ancestros
están probablemente en un linaje de las algas verdes, puesto que ambos, plantas
vasculares y algas verdes, tienen clorofila a y b, almacenan almidón verdadero en
los cloroplastos, tienen células con flagelos móviles, tienen fragmoplasto y
forman una placa celular durante la división celular. Las algas más próximas
evolutivamente parecen ser las de la familia Charophyceae. Sin embargo, las
plantas vasculares han creado por sí solas un cuerpo muy complejo, resultado de
una larga evolución, que presenta órganos muy especializados y adaptados a la
vida terrestre.

Los principales órganos de las plantas son: raíz, tallo, y las hojas. La raíz fija la
planta al suelo y toma de éste el agua y las sales minerales disueltas. El tallo sirve
de soporte a las hojas, flores y frutos, y conduce el agua y las sales minerales
desde la raíz a las hojas y las sustancias elaboradas desde las hojas a las zonas de
crecimiento y a las raíces. Las hojas son órganos especializados en captar energía
solar, producir sustancias orgánicas por medio de la fotosíntesis y liberar vapor
de agua mediante la transpiración, además de estar diseñadas para ofrecer poca
resistencia al viento.

En la fase reproductiva de algunas plantas aparecen las flores o inflorescencias,


las cuales son consideradas como órganos o, según algunos autores, como un
conjunto de órganos que se dividen en parte estéril y en parte fértil. En las flores
se forman las macroesporas o gametos femeninos y las microesporas o gametos
masculinos. En ellas tiene lugar la fecundación que da lugar a un embrión, el cual
quedará latente hasta la germinación. La semilla, también originada en la flor,
está formada por el embrión y por tejido nutritivo. La semilla está rodeada por
tejidos, carnosos o no, que forman conjuntamente el fruto. La germinación,
desarrollo del embrión de la semilla, dará lugar a una nueva planta.

Prácticamente todos los órganos están formados por tres sistemas de tejidos:

El sistema de protección, formado por epidermis y peri dermis, se sitúa en la


parte superficial de los órganos.

El sistema fundamental, formado por parénquima y por los tejidos de sostén, se


dispone debajo del sistema de protección, y en tallos y raíces puede extenderse
hasta la médula.

El sistema vascular, formado por los tejidos conductores xilema y floema, se


dispone en diferentes partes y con diferentes organizaciones según el órgano y
tipo de planta.

Estos sistemas se distribuyen de manera característica según el órgano, la fase del


desarrollo de la planta y según el grupo de plantas a la que pertenezca dicho
órgano.

La organización interna de estos sistemas de tejidos en tallos y raíces es variable


dependiendo de si el crecimiento es primario o secundario. El crecimiento
primario se da en monocotiledóneas y dicotiledóneas herbáceas, además de en los
tallos jóvenes de dicotiledóneas leñosas y gimnospermas. El crecimiento
secundario se da en dicotiledóneas leñosas y gimnospermas, y unas pocas
monocotiledóneas. Las diferencias entre un tipo de crecimiento y otro se basan
en la organización de los haces vasculares y de los meristemos. En el crecimiento
primario se produce sobre todo crecimiento en longitud mientras que en el
secundario se produce sobre todo crecimiento en grosor. Aunque el crecimiento
secundario está restringido a plantas actuales con semillas, los fósiles indican que
los helechos y los licopodios, plantas sin semillas, tuvieron crecimiento
secundario, pero no dejaron ningún descendiente. Las plantas con semillas parece
que descubrieron el crecimiento secundario hace unos 400 millones de años.

Funciones de los Organismos: relación y


nutrición
Las funciones vitales son los tres procesos que realizan todos los seres vivos para
sobrevivir. Es decir, las funciones vitales son: nutrición, relación y reproducción.
La nutrición es fundamental para los seres vivos. La comida y la bebida
proporcionan nutrientes vitales para la supervivencia. También cuentan con la
energía que necesitamos. Los seres vivos interactúan con su entorno y se
relacionan con el fin de la reproducción para perpetuar la especie.

Las funciones vitales: nutrición

La primera de las funciones vitales es la nutrición. Básicamente, un ser vivo


necesita alimento para sobrevivir y tener energía, pero, lo que muchos
desconocen, es que dentro de esta función de nutrición se incluye la función de
respiración. Pensadlo un momento únicamente, puede que a los seres humanos
respirar no nos alimente, pero sin el aire no estaríamos vivos, mientras que para
las plantas el aire se convierte en parte fundamental de su desarrollo. Por tanto,
que no os extrañe que las funciones vitales solo sean tres, respirar está dentro de
ésta.

La función de respiración, por tanto, es un proceso de vital importancia pues a


través de este ejercicio automático el ser vivo absorbe oxígeno, el cual es
imprescindible para poder hacer la combustión de los nutrientes de las células.
De esa combustión de nutrientes es de la que el ser vivo obtiene la energía tan
necesaria para estar vivo y realizar el resto de procesos.

Continuando en esta línea, todos somos conscientes que para poder realizar la
función de nutrición es necesario que lleven a cabo diferentes y varios procesos.
En concreto, los procesos de la nutrición son tres: ingestión, metabolismo y
excreción.

Procesos de la nutrición: ingestión

Cualquier alimento que sea introducido en el interior del organismo para


mantenerse con vida se llama ingestión. Existen dos tipos de alimentación:
autótrofa y heterótrofa

Autótrofa: La alimentación autótrofa es la que se nutre elaborando su propio


alimento. Un ejemplo de ello sería la vegetación, a través de la fotosíntesis. Ésta
sintetiza el CO₂ y las sales minerales, además de absorber el agua necesaria para
hidratarse.

Heterótrofa: La alimentación heterótrofa pertenece al grupo que precisa de


alimentos encontrados en la naturaleza para subsistir. Estos serían los humanos,
los animales, los hongos… ¿Sabías que varios tipos de bacterias también se
incluyen en este tipo de alimentación? Es más, nos encontramos con distintas
categorías dentro de la nutrición heterótrofa basada en los diferentes alimentos
que introducen:

Herbívoras: En esta se incluyen aquellos seres vivos que únicamente se


alimentan de las plantas, nada más.

Carnívoras: en esta categoría se incluyen aquellas especies que se alimentan


únicamente de otros animales, por tanto, comen carne. Con frecuencia, las presas
suelen ser los animales herbívoros.

Omnívoras: esta categoría describe a aquellos animales que se alimentan tanto de


otros animales como de plantas u otras especies. El mayor ejemplo del animal
omnívoro es el ser humano, hablamos desde la generalidad, pues sabemos que
hay seres humanos que mantienen dietas restrictivas.

Procesos de la nutrición: metabolismo

El metabolismo es el proceso se digestión que se da en el organismo, tras la


ingestión de los nutrientes necesarios para la vida y tener energía. Este proceso se
encarga de distribuir los distintos nutrientes en la circulación sanguínea, tejidos,
células y todo el cuerpo, para la correcta función de los órganos y así poder
regularlos.

Procesos de la nutrición: excreción

Cualquier tipo de nutriente es aprovechado por el metabolismo en el organismo.


Ahora, una vez procesados los nutrientes y repartidos, proteínas, minerales,
vitaminas… los desechos son expulsados a través de las heces, la orina o el
sudor, al menos en los seres humanos y animales.

En las plantas, los desechos se van acumulando en sus tejidos, formando


metabolitos secundarios, que son los desechos no necesarios en las plantas. En
los organismos pluricelulares, estos eliminan las sustancias tóxicas y ayudan a
deshacerse de los desechos de nuestro cuerpo.

Las funciones vitales: relación

La segunda de las funciones vitales es la relación o interacción. Básicamente, los


seres vivos, por naturaleza, se relacionan con los seres de su entorno, para
garantizar la supervivencia. Esto incluye los animales y los humanos. La relación
con otros seres vivos es necesaria para poder perpetuar la especie en el tiempo.

La relación en los animales

La relación en los animales surge de forma natural. Esta relación se apoya tanto
en una coordinación nerviosa como en una relación con coordinación hormonal.
En este punto, en la coordinación nerviosa, aparecen tres elementos

Coordinación hormonal
Receptores: Son los encargados de recibir información a través de los sentidos.
También se encargan de la estimulación gracias a unas células sensibles.

Mamíferos: Los sentidos en los mamíferos son similares al humano: gusto,


olfato, vista, oído y tacto.

Artrópodos: Son especialistas en captar distintas sensaciones a través de sus


antenas: sus sentidos son olfato, gusto y tacto.

Peces: Los peces perciben sensaciones a través de un órgano situado en los lados
de su cuerpo llamado línea lateral. Con ella puede sentir el movimiento de otros
peces o la presión del agua.

Sistema nervioso: El segundo elemento que participa en coordinación nerviosa es


el sistema nervioso. Es el que recibe la información de los receptores, la procesa,
busca la respuesta y envía la información a los efectores para que la lleven a
cabo.

Efectores: Los efectores son los órganos encargados de cumplir las órdenes del
sistema nervioso.

La coordinación hormonal

Como acabamos de comentar, las glándulas segregan una sustancia química


llamada hormonas. Las hormonas en los animales pasan a la sangre y éstas se
establecen en una parte concreta del cuerpo. Tanto en los animales vertebrados
como invertebrados, las hormonas regulan y estimulan todo lo relacionado con la
reproducción. Es la conocida coordinación hormonal.

En algunos insectos, la hormona se encuentra en la envoltura del cuerpo, en la


muda. Las larvas, por ejemplo, a medida que se hacen grandes cambian su
caparazón, y cuando son adultas se transforman (la metamorfosis).

Las funciones vitales: reproducción

Por último, la más relevante de las funciones vitales es la reproducción. Tan


sencillo como que, sin reproducción asistida, la extinción estaría asegurada. Así,
la reproducción es necesaria para mantener la vida en el planeta, crear
descendencia y conservar las especies en todo el mundo.

Dicho lo cual, hay dos tipos de reproducción: asexual y sexual

Reproducción asexual: La reproducción asexual es la más antigua que existe en


nuestro planeta. Para ello solo se necesita un ser, la célula, por ejemplo. Ésta se
divide en dos o más partes y crea otro ser idéntico a ella.

Reproducción sexual: Para este proceso de reproducción sexual se necesita una


pareja de sexo opuesto. Cada uno de los seres tiene su propio órgano
reproductivo. Cada uno de ellos tiene unas células concretas, los gametos. La
unión entre gameto masculino y gameto femenino forma un cigoto.

Existen seres vivos que pueden tener los dos tipos de reproducción, esto quiere
decir que, pueden ser sexuales o asexuales. Los hongos, por ejemplo, algunas
plantas, las avispas, estrellas de mar, medusas…

Reproducción vegetal: Los vegetales tienen gametos y esporas (células


reproductoras). A partir de la reproducción asexual, se producen las esporas, y
cuando éstas son adultas se forman los gametos (reproducción sexual). Éstos son
expulsados al exterior y tras la fecundación, sale otra que produce otras esporas.

Hay vegetales que se reproducen por fragmentación. Esto quiere decir que, de los
fragmentos sale otra planta. Principalmente con tallos, pero a veces también por
fragmentos de hojas.

Y otra reproducción vegetal, es la que se lleva a cabo a través de la formación de


propágulos (propagación vegetativa). Las células se desprenden de la planta y se
propagan, formando así nuevas plantas de la misma especie. Esta es una de las
funciones vitales necesarias para la proliferación de la vegetación.

Reproducción animal y humana

La reproducción animal y humana está dividida en cuatro grandes grupos:

Vivíparos: En la reproducción vivípara, los machos tienen gametos


(espermatozoides) en los testículos. Las hembras tienen óvulos y estos se ubican
en los ovarios. El macho introduce los espermatozoides en el interior de la
hembra. Tras la fecundación se forma el zigoto, que se desarrolla en el interior de
la madre, el cual dará lugar a un nuevo ser en un tiempo determinado. Un
ejemplo de vivíparos son los mamíferos y el ser humano

Ovíparos: Los espermatozoides son depositados dentro de la hembra. Una vez


realizada la fecundación, ésta pone los huevos con un envoltorio duro (la
cáscara), donde se desarrollará el embrión. Este tipo de reproducción, es llevada
a cabo por las aves, reptiles, algunos mamíferos y peces cartilaginosos.

Ovulíparos: Este tipo de reproducción se lleva a cabo por los anfibios y peces
óseos en el agua, donde la hembra deposita sus óvulos y el macho los riega con
sus espermatozoides.

Ovovivíparos: En este último grupo, los huevos se depositan en el interior de la


hembra, donde se desarrollan, pero no comparten sustancias. Estos huevos son
expulsados justo antes del nacimiento o cuando acaban de nacer en su interior.
Serpientes y tiburones.

Desnutrición y Enfermedades de Transmisión


Sexual
Desnutrición

Se llama desnutrición a un estado patológico de distintos grados de seriedad y de


distintas manifestaciones clínicas, causado por la asimilación deficiente de
alimentos ingeridos por el organismo.

La desnutrición puede ser causada por la mala ingestión o absorción de


nutrientes, también por una dieta inapropiada como hipocalórica o hipoproteica.
Tiene influencia en las condiciones sociales o psiquiátricos de los afectados.
Ocurre frecuentemente entre individuos de bajos recursos y principalmente en
niños de países subdesarrollados.
La diferencia entre esta y la malnutrición es que en la desnutrición existe una
deficiencia en la ingesta de calorías y proteínas, mientras que en la malnutrición
existe una deficiencia, exceso o desbalance en la ingesta de uno o varios
nutrientes que el cuerpo necesita (ejemplo: vitaminas, hierro, yodo, calorías,
entre otros).

En menores un cuadro clínico de desnutrición puede terminar en Kwashiorkor


que se da por insuficiencia proteica en la dieta o Marasmo que trae como
resultado flaqueza exagerada a falta de un déficit calórico total en la dieta.

En los niños la desnutrición puede comenzar incluso en el vientre materno. Las


consecuencias de la desnutrición infantil son:

Niños de baja estatura, pálidos, delgados, muy enfermizos y débiles, que tienen
problemas de aprendizaje y desarrollo intelectual. Mayores posibilidades de ser
obesos de adultos. Las madres desnutridas dan a luz niños desnutridos y las que
padecen anemia o descalcificación tienen más dificultades en el parto con niños
de bajo peso.

Enfermedades de transmisión sexual (ETS)

Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) o infecciones de transmisión


sexual (ITS) son infecciones que se transmiten de una persona a otra a través del
contacto sexual. El contacto suele ser vaginal, oral y anal. Pero a veces pueden
transmitirse a través de otro contacto físico íntimo involucrando el pene, vagina,
boca o ano. Esto se debe a que algunas ETS, como el herpes y el VPH, se
transmiten por contacto de piel a piel.

Algunas ETS pueden transmitirse de una persona embarazada al bebé, ya sea


durante el embarazo o al dar a luz. Otras formas en que las ETS pueden
propagarse incluyen durante la lactancia, a través de transfusiones de sangre o al
compartir agujas.

Hay más de 20 tipos de ETS, incluyendo:

 Clamidia
 Herpes genital
 Gonorrea
 VIH y sida
 VPH
 Ladillas
 Sífilis
 Tricomoniasis

¿Qué causa las enfermedades de transmisión sexual?

Las causas de las ETS pueden ser bacterias, virus y parásitos.

¿Quiénes se ven afectados por las enfermedades de transmisión sexual?

La mayoría de las ETS afectan a hombres y a mujeres, pero en muchos casos los
problemas de salud que causan pueden ser más graves en mujeres. Si una ETS
pasa al bebé, puede causarle graves problemas de salud.

¿Cuáles son los síntomas de las enfermedades de transmisión sexual?

Las ETS no siempre presentan síntomas, o solo pueden causar síntomas leves.
Por lo mismo, es posible tener una infección y no saberlo. E incluso sin síntomas,
las ETS pueden ser dañinas y se pueden transmitir a través de las relaciones
sexuales.

Si tiene síntomas, estos pueden incluir:

 Secreción inusual del pene o la vagina


 Llagas o verrugas en el área genital
 Micción frecuente o dolorosa
 Picazón y enrojecimiento en el área genital
 Ampollas o llagas en o alrededor de la boca
 Olor vaginal anormal
 Picazón, dolor o sangrado anal
 Dolor abdominal
 Fiebre

¿Cómo se diagnostican las enfermedades de transmisión sexual?

Si es sexualmente activo, hable con su profesional de la salud sobre su riesgo de


contraer enfermedades de transmisión sexual y si necesita hacerse la prueba. Esto
es especialmente importante, ya que muchas ETS no suelen causar síntomas.

Algunas ETS pueden diagnosticarse durante un examen físico o mediante el


examen microscópico de una llaga o líquido extraído de la vagina, el pene o el
ano. Los análisis de sangre pueden diagnosticar otros tipos de ETS.

¿Cuáles son los tratamientos para las enfermedades de transmisión sexual?

Los antibióticos pueden tratar las ETS causadas por bacterias o parásitos. No
existe cura para las ETS causadas por un virus, pero a menudo los medicamentos
pueden ayudar con los síntomas y reducir su riesgo de propagar la infección.

¿Se pueden prevenir las enfermedades de transmisión sexual (ETS)?

El uso correcto de condones de látex reduce en gran medida, pero no elimina por
completo, el riesgo de contraer o contagiar una ETS. Si usted o su pareja es
alérgica al látex, puede usar condones de poliuretano.

Existen vacunas para prevenir el VPH y la hepatitis B.


Referencias:

E – grafías:

https://concepto.de/organismos-pluricelulares/#ixzz7zrSn1Fnr

https://mmegias.webs.uvigo.es/8-tipos-celulares/listado.php

https://espaciociencia.com/las-funciones-vitales-trabajo-de-2o-de-eso/

https://es.wikipedia.org/wiki/Desnutrici%C3%B3n

También podría gustarte