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1 Encontraremos los fra gm e ntos de su s obras en Les Préso crar iqu es, ed.
J .·P . Dumont (citad o co mo Dumont en las s iguientes nora s ), GaJlimard,
Pa rís, Bibliotheque de la Pléiade, 1988. Véase asimismo, del mi s m o a uto r, la
edi c ió n qu e creó para el público es tudi.mtil, Les Écoles prés ocratl q ue s ,
Gallim a rd, París, Folio Essa is, núm. 152.
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LA FILOSOFíA ANTES DE LA FILOSOFÍA 23
22 LA DEFI NIC IÓ N PLATÓ NICA DEL FILÓSOFO
las generacion es" , destinado a devo lver a un pueblo el recuer En el libro X de las Leyes, Platón ya no se contenta con pro
do d e sus antepasados y a vincularlo con las fu erzas cós mi poner un relato mítico: pretende fundamentar su cos mogonía
cas y las ge ner ac iones de los dioses . Crea ción del mundo, sobre una demostración riguro sa que se apoya en argumen
creación del hombre , creación del pueblo, éste es el objetivo tos aceptables por todos . En es te esfuerzo racional, Platón
de las cosmogonías. Como lo demostró claramente G. Naddaf,2 vuelve explícitamente a la noción de phusis, concebida como
si bien los primeros pensadores griegos sustituyen esta narra "naturaleza-proceso" por los primeros pensadores griegos,
ció n mít ica po r una teoría racional del mundo, no por ell o insistiendo por su parte en el carácter primordial, original, de
d eja n d e conservar el esquema ternario qu e estructuraba las este proceso . Pero, para él ,s lo que es primordial y original es
cosmogonías míti cas . Propon e n una teoría d el origen d el el movimiento y el proceso que se en gendra a sí mismo, que
mundo , d el hombre y de la ciudad. Esta teoría es racional es automotor, es decir , el alma. Al esquem a evolucionista lo
po rque pretende exp licar el mundo no por m edio de una lu sus tituye pues un esquema c reacionista: el universo ya no
cha entre elemen tos, sino de una lucha entre realidades "físi nace del automatismo de la phusis sino de la racionalidad del
cas" y el pr ed o minio d e UIla sobre las d emás . Esla tr ansfor alma y el alma co mo principio primero, anterior a todo, se
mac ió n radical se resum e po r otra parte en la palabra gri ega identifica entonces con laphusis .
phusis, que, o riginariamente, significa al mismo t iempo el co
mien zo , el desarroll o y e l resulta do del proceso mediante e l
cual un a cosa se constituye. E l obje to de su proced imie n to LA "PAlDEIA"
in telec tu a l, procedimi ent o que ll am an indagac ión,3 historia ,
es la phusis un ive¡-sal. También se puede hablar d e filosofí a antes d e la filosofía a
Las teorías racio nal es, en toda la t radi ción filos ófica griega, pro pós ito de otra corri ente del pensamiento griego preso
será n influenc iadas por este esque m a cosmo gónico original. crático: me refiero a las prácticas y las teorías que aluden a
Aq uí no daremos más qu e el ejemplo de Pla tón, gu ien, e n la una exigencia fundamental de la mentalidad griega, el deseo
se rie de diá lo gos intitul a dos Timeo, Critias y lIemz ócrales d e formar y d e educar,6 el afán de lo que los griegos llama
(proyectad o. pero al cual rem plaza rán las Leyes), qu iso a su ban la paideia. 7 Desde los tiempos remotos de la Grecia
vez esc ri bir u n gra n t ra tado sobre la phusis, en toda su exten homérica, la educación de los jóvenes es la gran preocupa
sión , desde el origen d el mundo y d el h o mbre hasta el origen ción de la clase noble, de los que poseen el arete, es decir, la
de Atenas. Aquí d e nuevo en contra m os un libro d e la s "gene excelencia requerida por la nobleza de sangre ,B que más tarde
raciones" que d evuelve a los ateni enses el recuerdo de su origen se volverá, para los filó sofos, la virtud, es decir, la nobleza del
y de sus antepasad os para arraigarlos en e l orden u nivers al y
el acto fundador del Dios creador . De hecho Platón no lo oc ul ser. G. Nad daf, L'origine el l'évolulio'1 ... , pp. 443-535.
b Acerca d e los inicios d e la educación m oral en lre los griegos, c{ 1. H ado l ,
ta : propo n e, en Timeo, lo qu e llama una fá bul a ve ro!>í mil, S éneca ... , pp. 10-38, y, de la misma a utora, °The Spiritual Guide", e /assica/
introdu cien do en ella la fi gura mít ica del De miurgo que pro M edil erra11ean Spirilllalily- Egyplia n, G reek, ROl11an, ed. A. H . Arm strong,
du ce el mundo al mi rar el Modelo e terno q ue son la!> Ideas .4 CrossroaJ , Nueva Yo rk, 1986, pp. 436-459
1 P ara la Grecia arca ica y At enas h asta el final d el siglo v, consultar a
W. Jaeger, Pa ideia. Los ideales de la cullura griega, FCE Méx ico, 1942 , 1945 .
2 G. NadJ a f. L'origine el l'évo/llIiOll dl/ con cepl g re(: de "phl/sis", The E d win Véa se tambi én H .-!. Marrou , H is loire de /'éducalion dans l'A n liquil é, París,
Mcll en Pt-ess, Lcviston-Qllcenston-La mpctc r, 1992. 1950 [existe e di ció n en es p año l, FCE, 199 8J, y el ca pítul o "The Ori gi ns o f
3 H erácli to, Fragmenlo 35, Dllmoll t, p. 154; Pla tón, Ferlú /'/, 96 .. 7. Hi ghe r Edu ca tion at Ath e ns ", en J . P . Lynch, Aris lol /e's Scho ol. A Sludy of
• Cr P. Ha dot , "Ph ysiq ue e l poés ic dan s le TilllJe d e Plat ó n", Rel'IlC de a Greek Educalional [nslitulÍol1, University of California Press, 1972 , pp .
Tltéolngi e el de P/¡ i/osop }¡ ie, 115 , 1983 , pp. 113-1 33; G. Na ddaf. L/origi ne el 32-38
/'évo/lIl ioll .... pp. 341 -4 42. 8 C{ W. Jaeger, Paideia ... , pp. 29 Y ss., que muestra claramente la diferen
24 LA DEFINICIÓt\ PLATÓN ICA DEL FILÓSO FO LA FILOSOFIA ANTES DE LA FILOSOFÍA 25
alma. Podemos darnos una idea de es ta educaciólI aristo Got'gias, de Italia del sur. El movimiento de pensamiento que
crática gracias a los poemas de Teogn is, que son un compen represent an parece ser a l mismo tiempo l1l1a continuidad y
dio de preceptos morales.' Es ta educación es impartida pOI una ruptura con respecto al qu e lo precedió . Con tinuid ad en
los ad ultos en el grupo socia l mismo. E n él se ejercitan para la medida en q u e e l método d e argu men tación de Parméni
adqu irir las cualidades: fuerza física, va lentía, sentido del Jes , de Zenón de Elea o de Mel isa se descubre en las parado
deber y de l honor que convienen a los guerreros y q u e son jas sofísticas , continu idad tamb ién en la m edid a en q ue los
personificadas por gra n des antepasados divin os él lo s que se sofistas apuntan a reuni r todo el saber científico o históJico
toma por modelos . A pa r tir del s iglo v, con e l au ge de la de acumulado por los p ensador es que les so n anteriores . Pero
mocraci a, las ciudades tendrán el mismo afán de [armar a ruptura también, porque, por una pa¡-te, some ten a una crítica
los futuros ciudadanos por medio de los ejercicios del cuerpo, radical ese saber anterior, insistiendo, cada uno a su ma nera,
gImnas ia y mús ica, y del espíritu. Pero la vida democ rá tic en el con fli cto que opone la natu ra leza (ph usisJ a la s conven
en gendra luchas por el poder: hay que sabe!' persuadi r a l ciones hu manas (nomoiJ y porque , por otr a parte, su acti
pueblo, hacerle tom ar talo cual dec isión en la asamblea. Es , vidad ~e orienta muy en es p ecia l h acia la fo rmaci ón de la
pue::. , necesa rio , si se quiere llegar a ser u n jefe de l pueblo, juventud con vistas al triunfo e n la vida polft ic<l. Su enseñanza
a dqui r ir el domin io d el lenguaje. A es ta necesidad respon n.:sponde a una necesidad . E l auge d e la vi da democrá tica
derá el movimiento sofístico. exige que los c iudadanos, sobre todo los que qu ieren accedel
al poder, posean un dom in io perFecto de la palabra. Has ta en
tonces , los jóvenes eran form ados para la excelencia, para la
L os SOFlSTAS DEI SI GLO V are lé , a través de la sl ll1ltsin, es decir , a través de la fTccu en ta
c ión del mundo a dulto ,ll s in especial i7.a ci ón . Los so fistas en
Con el a uge de la d emocrac ia aten iense en el siglo v, lada cam bio inve ntan la educac ión en un m ed io a rt ifi c ia l, qu e
esta actividad intelectual, que se hab ía di fu nd ido en las colo quedará como un a de las cara cteríst icas de n u estra c iv ili za
n ias griegas de Jon ia , de Asia Menor y del SUJO de Italia , vien ción . l~ Son p rofesi onales de la enseñanza, ante todo p edago
a est ab le~:el"se en Atenas . Pe nsadores , profesores, sa b ios con gns , au nq ue haya que reconocer la no table ori gin a lida d de un
ve rgen hacia esta ciudad, importando mod os d e pensamien t Protágoras , de u n Go rg ias o de un An lifó n , por e jemp lo. Me
qu e has ta en ton c es eran allí cas i d esco n oci dos, y que son diante un sueld o . enseñan a s us a lumnos las rórmu las que les
m ás o m enos bie n aco gidos . P or ej em plo, el hec ho d e que permi t irá n pe rsuadi r él los audi tores, de fend e r con la m isma
Anaxágoras,IO proced ente de Jonia, haya sido acusado de ateís habil ida d el por y el con tra (antilogía). Platón y Aristóteles les
mo y h aya tenido qu e ex ili a rse mu es tra cla ra men te qu e la reprocha rán se r comerciantes en m a ter ia de sa ber, nego
id ea d e investiga c ión que se había desarrollado en las colo cian tes a l por may or y a l por meno r. 13 De hecho, enseñ a n no
nias griegas d el As ia Men or era muy insólita para los atenien sólo la técnica d el discurso qu e persuade, sino tambi én todo
ses. Los famosos "so fi stas" d e l s iglo v so n a m enudo, tam lo que puede servir para co n seguir la elevac ión de punto de
bién ellos, ex tra nj eros. Protágoras y Pródi co vienen de Jonia;
l! Acc rc'l. de la Sllllusicl, e¡: Pla t(m. Apolo!;/a. ¡ 9 e.
d a e ntré la educaóón (de l aJ'Ís tócra ta, confo m1 e a l ideal de su casta ) y la cul p . 2 J, n.1), pp . 981 - ¡ 178 Y en J .-P. Dumont. Les Snp}¡ist es. Frag ll1enl s et té
tu ra (del hombre tal cual de bctia se r, según la [ilosu ría). lII o ign ages , París , 1969. Acerca de los sofistas, el G. Rum eye r-Dh ,~ rhey , u s So
" C( W . Jacgc,-. Paideia ... , pp. 236-248 . fI}¡is tes, Patis, 1985; J. de Romilly, US gran(l.~ snphis tes dalls ['A I}¡enes de Pi!riclés.
10 S ob re los con Oictos entre los filóso fos y la ciudad, cf la obra anti g u a, París , 1988; C. Nadd a f, L 'o rig in e et l'évolut ion ... , p p. 267 -338 ; .J. P . Lyn ch,
pero siempre útil , de P. Dcc harme , La critique des tradit io ns religieuses ehez Aris tol ie's S ch ool , pp . 38-46; B. Cassi n . ['Erre l sop}¡isriqu e, París. 1995.
les Crees , Pa rís. 1904 . \ Pla tón, Sofista. 222a-224c1; Aristóteles, R elil/a cio l1 f s SO{i'sIieas , 165 a 22 .
26 LA DEFINICIÓN PLATÓNICA DEL FILÓSOFO
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2R LA DEFINICIÓN PLATÓNTCA DEL FILÓSOFO LA APARIClÓN DE LA NOCIÓN DE "FILOSOFAR'· 2'1
nos ha di ch o que teniendo el gust o de la sabidu ría (philoso e n la gu e rra del Pelopo n eso, Pe ri cles, t' 1 hombre de E stado
plu:tm), visi taste muchos países, movi do por tu deseo de ver" . aten iens e, expresa e n estos término s el elogio d el m odo d e
Aquí vis lu mbram o s lo quc e n to n ces rep resentan la sabidu vida qu e se practica en Atenas : "Culti vam os lo bello con s im
ría y la filos o ffa . Los vi ajes qu e Sol ó n e mpren d ió no tenian plicidad y fi losofa m os sin ca rece r de firmeza" . Los dos verb os
otro objetivo qu e conocer, auqu irir u na amplia experien cia de empl eados son compues tos el e philo- : 17hilokalein y plI ilos o
la rea lidad y de los hombres , d escubrir a l mism o tiempo plIcill. Aqu í, s eñ ale mos al pasa r , se procla ma impl ícita m ente
coma rcas y costumb res diferen tes. Observaremos a cste res el tri unfo de la democracia. Ya no se tr a ta de perso na.lid a des
p ec to que a l pa rece r los preso cráticos d esignaron a su pro l~xcepci onal es o d e n ob les que co nsigu en a lcan zar la excel en
ced im iento int elec tu a l h istoria , es d eci¡·, ind agación 4 Una cia (a rete) , sino d e qu e t o dos los ciu d ada n os p u ed en ll egar a
expe rienc ia así puede hace r de aq uel qu e la posee un bu e n L'sa m eta, en la m edida en que les guste la belleza y en q u e se
.i u e7 de las cosas de la viua humana . Por ello Creso pregunta a co nsagre n a l amor de la soph ia. A pri n ci pios d e l si glo I V, el
Salón q uién es e n s u opin ió n e l h o mbre más reliz . y éste le ora dor lsócrat es, en su Pal1egírico,7 volverá a to mar e l m ismo
contesta q ue nadie puede s er di cho fel iz antes de que se haya lem a : es Aten as la que reveló al mu ndo la fil oso ría .
visto el [in de su vida .
Es ta a cti vid ad aba rca Lodo lo que s e refi ere a la cu ltura in
He ró do to revela pues la existencia de una pala bra qu e le lectu al y ge neral: especulacion es d e los presocrá ticos, c ien
q u izás ya es ta b a de m od a . pero q u e en todo caso llegaría a cias nacient es, teorfa del lenguaje, técnica relór ica, arte de per
es ta rlo, en la Aten 3s d el si g lo v, la Alen as d e la d em ocra cia y . . uad ir. A veces se relaci on a de modo más preciso con el arte de
de los sOrislas , De u na ma ncI·a genera l, desde II om ero, las pa la arg um entación, si lo juzga mos por una alusión d el s ofi sta
labras co m pues tas con ph ilo- serv ía n para des ignar la d isposi Gorgias en su Elogio de He/e /la . ÉSla, decía , no fue res ponsable
c ión de a lguien qu e en c ue ntra su int e rés, sU placer, su razÓn de su acto, porqu e fue empujad a a actuar así o bie n a ca usa de
d e vivi r, e n co nsagrarse a t a l o cual aCLivida d: phil()-17osia , por la vol unlad d e los di oses, o bien ba jo presión de la viol encia o
e jemplo , es el placer y el inte rés que se lo ma por la bebi d a ; a1l n por la fuerza d e la persuasión, o por último por pasión.
philo-til71ia es la propensi ó n a adquirir h o nores; ph ilo-sophia y distingu e tres formas d e persu as ión por el len guaje, d e las
será pues el interés que se tom a en la sophia .\ que u na consiste, dice, "en los torneos de di scursos fi! os óLi cos".
Si n dud a se trata d e las discusi ones públicas en las que los so
[is las se enfrentaban para demostrar su talento, oponiendo sus
LA ACTJV rDA D FILos6FlCA, d iscursos a propósito de temas que no se vinculaban con un
ORGU LLO DE ATENAS problema particular, jUlidico o político, si no que respondían a la
cultura general.
Os ateni e nses del siglo v eSLa ban orguJl osos de esta ac ti vi dad
int electual. de este in terés e n la ci en c ia y la c ultura que flo LA 1'-:OCI6N DE "SOPHIA"
recía n e n su ciud ad. En la Oración fún ebre que Tucídides 6 le
hace pronunciar en mem oria de los primeros soldados caídos Las palabras phi!o-sophos y philo-sophein s uponen, pues, otra
n oción, la de sophia , pero hay que reconoce r claramente que
" c¡: am e "jor, p . 22; , ¡ Heráclito hablaba en decto de fil ósofos , en su fr. 35 en esa época no existe definici ó n filo sófica de la noción de
(c( p. 27, n. 2), señal aremos entonces que vinculaba bJosolía con ind aga c jún. sophia .
, Acerca d e la palabra p/J ilosophos, véase tamb ién E. A. Havelock, Prela ce (o Para definir sophia, los intérpretes modernos dud a n siempre
Plato, Camb,'id gc, Mass ., 1963 , pp. 280·2 83; W. Burken (al"! . citado p. 27, n 1),
p. 172. entre la noción de saber y la de sabiduría. El que es so17hos, ¿es
o lucidiu es , Historia de la gll<.'n a del Peloponeso, 11,40, l .
7 Isócrates, Pal1 eg irlco, § 47
30 LA DEFINICIÓN PLATÓNICA DEL FILÓSOFO LA APARICIÓN DE LA NOCIÓN DE "FILOSOFAR" 31
el que sabe muchas cosas, que vio muchas cosas, que viajó mu mucha fuerza el contenido de la sabiduría poética. Testimo
cho, que tienen una cultura enciclopédica, o es aquel que sabe nio tanto más interesante porque pone en paralelo la sophia
conducirse bien en la vida y que está en la felicidad? Habremos d el poeta y la del rey.l.1 Son las Musas quienes inspiran al rey
de repetirlo a menudo a lo largo de esta obra, las dos nociones se nsato. Las Musas vierten sobre la lengua y los labios de
di stan de excluirse: el verdadero saber es finalmente un saber a q u el a quienes escogieron un rocío suave, una dulce miel:
hacer, y el verdadero saber hacer es un saber hacer el bien. "Todos fijan en él su mirada cuando interpreta las leyes divi
Desde Homero, las palabras sophia y sophos eran emplea nas con rectas sentencias y él con firmes palabras en un mo
das en los contextos más diversos, a propósito de conductas y mento resuelve sabiamente un pleito por grande que sea".
de disposiciones que, al parecer, no tenían nada que ver con Las palabras del poeta, por su parte, cambian los corazones:
las de los "filósofos".8 En la !liada, Homer0 9 habla del carpin
tero, quien, gracias a los consejos de Atenea, entiende de toda Pues si alguien, víctim a de una desgrac ia, con el alma recién des
sophia, es decir, de todo saber hacer. De manera análoga, el garrada se consume afligido en su corazón, luego que aedo servi
himno homérico A Hermes, 10 después de haber narrado el in dor de la s Musas cante las gestas de los antiguo s y ensalce a los
vento de la lira, agrega que este dios modeló él mismo el ins felices dioses que habitan el Olimpo, al punto se o lvida aquél de
trumento de una sophia, diferente del arte de la lira, a saber, sus penas y ya no se acuerda de ninguna des gracia. ¡Rápidamente
cambian el ánimo los regalos de las diosas l
la flauta de pan. Se trata pues aquí de un arte, de un saber ha
cer musical.
Aquí aparece ya la idea, fundamental en la Antigüedad, del
A juzgar por estos dos ejemplos, podemos preguntarnos
legítimamente si, en el caso del fabricante de ba,rcos como en valor psicagógico del discurso y de la importancia capital
d el dominio de la palabra. 14 Palabra que produce su efecto en
el del músico, la palabra sophia no designa preferentemente
actividades, prácticas, que están sometidas a medidas y a dos registros al parecer muy diferentes, el de la discusión ju
ll rídica y política: los reyes administran la justicia y aplacan la
reglas y que suponen una enseñanza y un aprendizaje, pero
querella, yel del encantamiento poético: los poetas por medio
que, además, exigen también la ayuda de un dios, una gracia
d e s us cantos modifican el corazón de los hombres. Mnemo
divina , que revela al artesano o al artista los secretos de fabri
cación y los ayuda en el ejercicio de su arte. sina, madre de las Musas, es el "olvido de las desgra cias y la
lt-egua de las preocupaciones" .15 En este encantamiento po
De igual manera, Solón 12 emplea sophie en el siglo VlI a.e.
demos descubrir al mismo tiempo un esbozo de lo que serán
para desi gna r la actividad poética, que es el fruto al mismo
más tarde los ejercicios espirituales filosóficos, ya sean del
tiempo de un largo ejercicio y de la inspiración de las Musas.
orden del discurso o de la contemplación. Pues no es sólo por
Este poder de la palabra poética, inspirada por las Musas y
medio de la belleza de los cantos y de las historias que cuen
que da su sentido a los acontecimientos de la vida humana,
tan la manera en que las Musas hacen olvidar las desgrac ias,
aparece con mayor claridad en Hesiodo , a principios del si
sino porque ha cen acceder al poeta y al que lo escucha a una
glo VII. Si no emplea literalmente la palabra sophia, expresa con
visión cósmica. Si "regocijan a la poderosa mente de Zeus su
8 B. Gladígow, Sophia und Kosmos, Hildesheim, 1965; G. B. Kerferd, "The padre"1 6, es porque le cantan y le hacen ver "lo que es, lo que
ímage of ¡he Wise Man in Gree ce in th e Peliod befare Plato", Images of Man,
Melanges Verbeke, Lovaina, 1976, pp. 18-28. u Hesíodo, Teogonía , 80-103 .
"!liada, 1S, 411. 14 Cf G. Romeyer-Dherbey, Les Sophisles, pp. 45-49; P. Laín Entralgo, The
10 Homero, A Hem1 es, 1, 511. Therapy of Ihe Word in Ihe Classical Antiquily , New Haven, 1970 (resefia criti
11 J. Bollack, "Une hístoire de sopllle" (resefia crítica de Gladigow, véase ca de F. Kudlien, en Gl1omon, 1973, pp. 410-412).
supra, n . 8), Revue des éludes grecq ues, t. 81, 1968, p. 551. IS Hesíodo, TeogoI1(a, SS.
11 Solón, Eleg., 1, 52. 16 Hesíodo, Teogonía, 37.
32
LA DEFINICIÓN P LATÓN ICA DEL FllÓSO.r
L.A APAR1 CIÓN DE LA NOCIÓN DE "FILOS OFAR " 33
se r á, lo que ru e" y es pre cisament e lo qu e ca nt artl el p ropi o
Hesío d o en su Teof.!, oll/a . Un a s e nte ncia epicúrea, que se atri m os, un hombre políti co, cuya bienhec h ora leg is lac ión d eja
b u ye al dis cí pul o de Ep ic uro , Me tródo r o, di r á : "Rec u erd a un largo recuerdo, ma s ta mbién es un p oeta q ue expr es a e n
q ue , nacid o m OJ1a l y co n una vida lim itad a , s u bis te, gra cias a su s ve rs os s u ideal éti c o y po líti co. Qu ilón de E spana , P e
la c iencia de la na tu raleza, h as ta la infi n idad del espa c io y del ria n dro d e Corinto, Bía s de Pri e ne (l os ll'es d e p ri ncipi o s d el
t iem po y vis te lo que es, lo qu e será v lo q ue flJe"n Y, an tes de s iglo VI) son a s imismo hombr es polít ic os, cé le bres p OlOa lgu
los epic ú reos , ya Platón .h a bía dich o q ue e l a lma , a q ui en per nas leyes qu e habían promul gado o po r !:> u acti vidad oratoria
enece la elevac ió n de l p ensamiento y la c on templaci ón d e la v ju dicial. La s indicaciones qu e s e reUer e n a Cleóbulo d e Lin
tot a li da d de l tiempo'y d el ser, n o consid erará b muerte como dos son la s más inciertas: sólo sabemos que s e le a tribu ía un
a lgo a lo q u e hay que temer. lx c ie rt o nú m ero de poemas. S e adjudicab an a es to s Si e te Sa
P o r o l ra parte , la soplú a tamb i¿n pue d e designar la h a bi li b ios má ximas, "[rases breves y m e mora bl es ", di ce Platón ,21
d ad c o n la cu a l un o sabe con duci rse co n los de má s, des treza p ro nunciadas por cada uno d e e ll os, cu ando, habi éndose
qu e pu e d e ll ega r a ser astu ci a y d is imul o. Por ej emplo , en e l ¡'eu nido e n Del fos, quisi e ro n ofre cer a Ap o lo, e n su t emplo,
li b ro d e s e nt enc ias q ue codifica la e du cac ió n a r is tocrá t ica las primicias de su sabiduría y le consa g raron las ins cr ipcio
qu e Teognis, q u ie n escribe en el sig lo Vl a. e. , di rige a Cimas , nes que todo el mundo r epit e : "Conócete a ti m ism o" , "Nada
se e nc uen tra e l consejo :I Q"C imas, mu esl m a ca da u n o de t us e n demas ía ". EIl e fecto , toda un a li s ta el e máximas qu e s e de
a m igos u n di s tinto aspecto de ti mis mo . Matizate co n fo rme a c Í<l er an obra d e los Si e te S abios es taba g rZl bada c e r ca d e l
los sentim ie n tos de ca d a u n o . Un d ía ún e te a u no y luego h as te m plo ele Delfos y la cost um bre de insc rib irlas , pa n \ q u e r-ue
de sabe r, a propósito, cambiar d e perso n a je, pu es la ha b ilidad Ja n leídas p or todos los tra nseú n tes en las difer e n tes ciu d ad es
(soph ié) es 3Lln m ejor qu e una gra n exce le n c ia (a rete)". g r ie gas, es taba muy difundid a. E s así como e n 19 66 se d e s
Vem os pu es la r iqu eza y la variedad de la s co mponent es de
c u brió e n Ai-Khanún, en la frontera del ac tu a l Afganistá n,
la no c ión de s ophia . Se e ncu entran e n la r e prese nta ción le
durante las ex cavaciones realizadas en una ciudad de u n a n
gendari a y popu lar, lu ego h istó ri ca, q u e se h izo de la fi gu ra d e
ti guo r e ino gri ego, la Bactriana, una estela mutilada, que, como
los S iet e Sab ios "°, de la qu e ya e n co n tra m os la h ue ll a en
lo d e m os tró L. R o b ert, comprendía or igina lm en te una se rie
al g unos poetas del s iglo V I , lu ego en H e r ód oto yen P la tón ,
co mpl e ta de 140 máximas délficas. Fue Clearco,22 e l di s cípulo
Tales d e M il eto (fin a les d e l s ig lo VII-V I a.e. ) pos e e an te Lodo
d e Ari stó teles , quien las había hecho graba r en el sig lo tri d. e.
un sa b er que po dríam os ca lificar d e c ie n tífico: p r e d ice e l
Ve m os aquí la importancia que el pueblo griego atri bu ía a la
eclipse d e sol de l 28 de mayo de 585, afirma qu e la tierra d es
l~ d uc ac i ón moral n
cansa e n el agua; p ero as imismo ti e n e un sa b e r técni co : se le A p a rtir del siglo Vl se a grega rá otro componente a la no
at ribuye la d es via c ió n del curso de un río; por último da c ió n d e sophia, con el desarro llo d e las c ie n c ias "exactas", la
pruebas d e c larivid e ncia políti ca: inte nta salvar a los griegos med ic in a, la aritmética, la geometrí a, la astronomía. Ya no
de J onia, pmponi éndoles formar un a federación. De P itaco de só lo hay "expertos" (sophoi) en el ámbi to de las a rtes o d e la
Mitilen e (siglo VII) no se da testimonio más qu e de una activi po líti ca, s in o tamb ién en el cientíJi co. Por otro lado, d es d e
dad política. Solón de Atenas (siglo s VII-VI) es, tamb ié n , lo vi T ales d e Mil eto se d esarrolló una re fl ex ió n cada vez má s pre
cisa e n el campo d e lo que los g riegos ll a m a han la p h llS is, es
17 c¡: Ep ic uro, Carlas, máximas, sel1fel1 cias, traduc id o y co m e ntado pOto
J .-F. Balaud é, París, 199 4, p. 210 (sentenci a 10 ). : 1 Pb l(')Il , Pro /rigOlas , 343 a-h_
OR Pl a tón, R epública, 4863.
l. . R o bert , " D<.: [klp h cs il l'O x lIs _ In ~ cr i p t i() lls J!rcc q u cs nO ll vc,lk , d e la
'" Teognis, Poemas elegiacns , 1072 y 2!.l _ 13 :Jclri anl''', Acad¿lI li" d .·s il/ sc rii'¡ icm s e/ ildlc s-/e/l r¡,s, COI I/ Ji /es " 'li t/U " 168
!O B . Sn c ll , Lebel1 I/l1d M eil1ungCIl der Sie/;e n Weisi'l1, Muni c h , 1952 . p p . 41 6-4 57.
C/. 1. Had o !, "T he Spil-illl a l G lIid e", pp. 441-444 .
34 LA DEFINICIÓN PLATÓN ICA DEL FILÓSO FO
decir, el fenómeno del crecimi ento de los seres vivos, del hom
bre, pero ta mbi én del universo, refl exión q ue ad emás a m e
nudo se m ezclaba íntimam en te, co mo en II eráclito, por ejem
pl o , o sobre tod o en Demócrito, con consideraciones éticas.
E n cua nt o a los so fistas, se rán lla mados así d eb id o a su
intención de enseñar a los jóvenes la sophia: "M i oficio - decía
el epitafio de Tras ímaco- es la sophia".24 Para los sofistas , la
palabra sophia sign ifica en primer lugar un sabe r hacer en
la vida políti ca, pero implica tam bién todos los componentes
qu e entrevim os, sobre todo la cult ura ci entífica, por lo m e nos
en la medid a en que fo rma parle el e la cu ltura general.