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Jurídicamente, el derecho de una persona se transmite a otra, de modo tal que esta
sustituye a aquel en una relación jurídica de la que era titular. El sucesor se coloca en
la misma posición jurídica que el transmitente, ni mejor ni peor.
El CC definía a la sucesión como la transmisión de derechos activos y pasivos que
componen la herencia de una persona muerta, a la persona que sobrevive, a la cual la
ley o el testador llama para recibirla.
Sucesión "Inter Vivos" y "mortis causa". Habrá sucesión entre vivos cuando la
transmisión de un derecho derive de actos jurídicos celebrados entre personas vivas.
Elementos esenciales de la sucesión mortis causa: Sujeto (dado que las titularidades
patrimoniales se relacionan a una persona) Causa (la muerte de una persona es el
hecho jurídico que provoca la transmisión patrimonial) Efecto (causa la apertura de la
sucesión y la transmisión de su herencia) Herederos (personas llamadas a sucederle)
Fuente de la vocación sucesoria (por el testamento o por la ley) y Objeto (aquello que
se transmite, la herencia, configura una universalidad jurídica, excluyendo lógicamente
a todo aquello que se extingue por muerte).
La muerte se prueba con la partida del registro civil conforme lo establece el art. 96.
La reforma que introdujo la ley 17711 estableció la presunción de que toda herencia es
aceptada bajo beneficio de inventario.
Herederos legítimos: son llamados a suceder por la ley. El CCyC opto por mantener el
criterio de no reconocer vocación sucesoria a los miembros de una unión convivencial
ni a ninguna clase de convivientes.
Legitimarios. Tienen una porción legítima de la que no pueden ser privados por
testamento ni por actos de disposición entre vivos a título gratuito, los
descendientes (sea cual fuera la fuente filial), los ascendientes y el cónyuge.
Legítimos no legitimarios. Son aquellos llamados por la ley pero su vocación es
siempre supletoria, ya que concurren a la herencia solo a falta de herederos
forzosos o de herederos testamentarios. Son los parientes colaterales hasta el
cuarto grado.
Legatario, al que recibe un bien particular o un conjunto de bienes, por voluntad del
causante establecida en una disposición testamentaria. Se convierte en sucesor del
causante solo respecto del objeto del legado. Agota en su adquisición todas sus
relaciones con el heredero o la sucesión del causante.
Llamamiento a la nuera viuda. El CCyC deroga la figura de la nuera viuda sin hijos
como sucesora, justificando su eliminación del siguiente modo: “además de los
ataques a la constitucionalidad al distinguir según sea hombre o mujer, altera los
principios del derecho sucesorio y ocasiona un sinnúmero de dificultades
interpretativas, especialmente después de la incorporación del matrimonio entre
personas del mismo sexo.”
Había sido incorporada al CC por la L 17711: el Art. 3576 bis otorgaba la posibilidad a
la nuera viuda sin hijos la posibilidad de suceder a sus suegros, en la cuarta parte que
le hubiera correspondido a su cónyuge. Se trato del único pariente afín con derecho
sucesorio en el derecho argentino. Borda sostuvo que este derecho tenía un
fundamento asistencial, basado en la solidaridad familiar y en el desamparo en que se
encuentra la viuda ante la muerte del marido. Otros autores sostenían que el
fundamento se basaba en la presunción de afecto por el vínculo familiar existente.
La norma solo contemplaba el supuesto de nuera viuda pero no al yerno viudo. La
evidente desigualdad de trato entre hombres y mujeres, carecía de un fundamento
objetivo y razonado, contrario al principio de igualdad y no discriminación.
En relación con los derechos reales, en principio son los derechos típicamente
transmisibles por causa de muerte. Excepto: usufructo, uso y habitación, servidumbre
personal, puesto que han sido establecidos teniendo en cuenta las necesidades
personales de su titular y, por lo tanto, se extinguen con su fallecimiento.
Previo inventario los herederos recibirán los bienes y estos se inscribirán a su nombre
en los registros, con la pre notación de que no podrán enajenarlos y gravarlos sin
autorización judicial. Dicha pre notación concluirá y los herederos podrán disponer
libremente de los bienes a los cinco años del día presuntivo del fallecimiento o a los
ochenta del nacimiento del ausente, si este reaparece luego de cesada la pre notación
se le restituirán los bienes que existiesen en el estado en que se hallasen, los
adquiridos con el valor de los que faltaren, y el precio que se adeudase de los
enajenados, así como también los frutos no consumidos
Vocación legítima y testamentaria. Si el llamamiento proviene de la ley, la sucesión
será legitima o intestada; si proviene de la voluntad, será testamentaria cuando se
trate de la voluntad unilateral del causante, o contractual cuando se origine en un
acuerdo de voluntades por el cual una persona se obliga a transmitir a otra todo o
parte de su patrimonio al momento de su fallecimiento.
La sucesión legítima tendrá lugar cuando: no exista testamento; exista pero este no
sea valido; exista testamento valido, pero el causante no haya instituido herederos;
exista testamento, pero afecte la porción legitima de los herederos forzosos; en caso
de renuncia a la herencia del o los herederos instituidos; exista testamento valido, pero
el testador no disponga respecto de la totalidad de los bienes.
Ley aplicable a la transmisión sucesoria de inmuebles. Lex Rei Sitae. Son regidos
por la ley de su ubicación.
Caso del heredero único. Si el causante deja sólo un heredero, las acciones
personales de los acreedores del causante pueden dirigirse, a su opción, ante el juez
del último domicilio del causante o ante el que corresponde al domicilio del heredero
único.
La ley no solo reconoce el derecho de suceder tanto a las personas humanas, sino
también a las personas jurídicas, ya que estas últimas pueden suceder por disposición
de última voluntad. Pueden suceder al causante:
a) las personas humanas existentes al momento de su muerte;
b) las concebidas en ese momento que nazcan con vida (condición resolutoria). La
muerte antes del nacimiento opera como causal de extinción retroactiva de todos los
derechos;
c) las nacidas después de su muerte mediante técnicas de reproducción humana
asistida;
d) las personas jurídicas existentes al tiempo de su muerte y las fundaciones creadas
por su testamento.
Condiciones de eficiencia:
*existencia de la persona al momento de recibir la herencia.
*existencia del sucesor debe ser cierta
*el llamamiento debe subsistir cuando la sucesión se abre.
*es imprescindible que dicha vocación no se encuentre contrariada.
La indignidad debe ser decretada por sentencia judicial porque esta institución no se
aplica de oficio debido a que debe ser demandada solamente por el legitimado para
hacerlo. Nadie puede ser reputado como indigno aunque la causa se encuentre
acreditada si no media acción del interesado y sentencia condenatoria.
Las conductas del heredero son hechos propios que lo colocan en una
incompatibilidad moral con el causante y provocan su exclusión.
La exclusión del indigno solo puede ser demandada después de abierta la sucesión a
instancia de quien pretende los derechos atribuidos al indigno. También puede
oponerla como excepción el demandado por reducción, colación, o petición de
herencia.
c) los que hayan acusado o denunciado al causante por un delito penado con prisión o
reclusión, excepto que la víctima del delito sea el acusador, su cónyuge o conviviente,
su descendiente, ascendiente o hermano, o haya obrado en cumplimiento de un deber
legal; la denuncia importa una animosidad en quien la formula. La denuncia o querella
debe haber sido voluntaria, porque cuando se hace en virtud de un deber legal, no se
configura la causal. Es indiferente el resultado, sea que al imputado se lo condene,
absuelva o se dicte la falta de merito o medie sobreseimiento. Es necesario que el
denunciante conozca el vínculo de parentesco que lo unía con el causante, dado que
solo así puede recaer la reprobación moral quien denuncie el delito.
d) los que omiten la denuncia de la muerte dolosa del causante, dentro de un mes de
ocurrida, excepto que antes de ese término la justicia proceda en razón de otra
denuncia o de oficio. Esta causa de indignidad no alcanza a las personas incapaces ni
con capacidad restringida, ni a los descendientes, ascendientes, cónyuge y hermanos
del homicida o de su cómplice; esta causal no ha tenido demasiada aplicación practica
durante la vigencia de la anterior regulación ya que en la mayoría de los casos las
autoridades proceden de oficio frente a una muerte dolosa en la vía publica, mientras
que si se produce en el ámbito privado, es el medico certificante de la defunción el
obligado a denunciar si la muerte no ha sido natural; por eso el CCyC exime de la
obligación de denunciar cuando exista otra denuncia o haya actuaciones de oficio.
h) los que hayan inducido o coartado la voluntad del causante para que otorgue
testamento o deje de hacerlo, o lo modifique, así como los que falsifiquen, alteren,
sustraigan, oculten o sustituyan el testamento; su fundamento radica en la protección a
la manifestación libre y espontánea de la ultima voluntad del causante.
i) los que hayan incurrido en las demás causales de ingratitud que permiten revocar
las donaciones. Las donaciones pueden ser revocadas por ingratitud del donatario en
los siguientes casos: a) si el donatario detenta contra la vida o la persona del donante,
su cónyuge o conviviente, sus ascendientes o descendientes; b) si injuria gravemente
a las mismas personas o las afecta en su honor. c) si las priva injustamente de bienes
que integran su patrimonio d) si rehúsa alimentos al donante.
Los hijos del indigno vienen a la sucesión por derecho de representación (sui generis
pues puede tener lugar en vida del representado), ocupando el lugar del indigno.
Aquellos derechos que los terceros hubieran recibido son validos, aun las donaciones.
Los deudores de la sucesión que hubieran pagado al indigno quedan liberados de su
obligación; ahora si fuesen notificados de la existencia de la acción de indignidad, solo
los libera el pago por consignación judicial.
Acción de indignidad. La exclusión del indigno sólo puede ser demandada después
de abierta la sucesión, a instancia de quien pretende los derechos atribuidos al
indigno. También puede oponerla como excepción el demandado por reducción,
colación o petición de herencia.
La acción puede ser dirigida contra los sucesores a título gratuito del indigno y contra
sus sucesores particulares a título oneroso de mala fe. Se considera de mala fe a
quien conoce la existencia de la causa de indignidad.
Una cuestión debatida era si una persona jurídica, por el hecho de sus
administradores podía ser demandada por indignidad, la característica de pena civil
que implica el instituto impide que sea aplicable a una persona jurídica. Pero cabe
declarar la indignidad de la persona jurídica si se demuestra que ella no es más que
una pantalla que cubre a los verdaderos herederos, quienes han incurrido en la causal
de indignidad y se valieron de la apariencia de la persona jurídica.
Caduca el derecho de excluir al heredero indigno por el transcurso de tres años desde
la apertura de la sucesión, y al legatario indigno por igual plazo desde la entrega del
legado”. Corren desde el día de la muerte del causante respecto de los herederos y
con relación a los legatarios desde que se hizo entrega del legado.
El heredero o legatario que paga una porción de las deudas o de los legados superior
a su parte tiene acción contra sus coherederos o colegatarios por el reembolso del
excedente, y hasta el límite de la parte que cada uno de ellos debía soportar
personalmente, incluso en caso de subrogación en los derechos del que recibe el
pago.
*En ambos supuestos, el heredero deberá responder también por los daños
ocasionados, de acuerdo a las reglas generales de responsabilidad civil.
CCyC. Los acreedores por deudas del causante y por cargas de la sucesión, y los
legatarios tienen derecho al cobro de sus créditos y legados sobre los bienes de la
herencia, con preferencia sobre los acreedores de los herederos.
En esta resolución judicial se está determinando con claridad y certeza quienes son
los herederos que la ley llama y que han acreditado su vínculo para recibir la sucesión
del causante.
Si bien se trata de una sentencia, no hay obstáculo para que sea luego modificada. La
declaratoria de herederos se dicta sin perjuicio de terceros y cualquier pretendiente
podrá promover demanda impugnando su validez o exactitud para excluir al heredero
declarado o para ser reconocido con él.
Entre aquellos herederos que han tramitado conjuntamente el proceso sucesorio o que
se han reconocido expresamente la calidad de tales, la declaratoria será definitiva y no
podrá ser modificada.
Puede ocurrir que algún heredero haya sido denunciado pero no se haya presentado e
el expediente sucesorio. En este caso, no corresponde declararlo heredero, porque no
ha mediado su consentimiento.
A partir de esta resolución, los que allí figuren, han quedado investidos en la calidad
de herederos.
Efectos de la acción. El efecto principal que produce esta acción cuando prospera, es
la restitución de bienes que forman el acervo hereditario.
Concepto. Contrato por el cual el titular del todo o una parte alícuota de la herencia,
transfiere a otro el contenido patrimonial de aquella, sin consideración al contenido
particular de los bienes que la integran.
La cesión de la herencia es un contrato bilateral, lo que implica un acuerdo de
voluntades entre el cedente y el cesionario.
El momento oportuno para hacer el contrato de cesión de la herencia comienza a partir
de la muerte del causante. Este contrato podrá otorgarse mientras los bienes
hereditarios se encuentren indivisos, es decir que luego de la partición ya no podrá
celebrarse la cesión de la herencia.
En principio, no se ceden bienes adjudicados, ya que la transmisión sucesoria fue de
tipo universal y, coexistiendo varios herederos, origino una situación jurídica particular:
es estado de indivisión.
El objeto del contrato es el contenido patrimonial de la herencia, pero no la calidad de
heredero, que esta absolutamente excluida de la posibilidad de negociación
contractual.
Caracteres de la cesión.
-Contrato consensual; porque resulta suficiente el acuerdo de voluntades sin que se
requiera la tradición de los bienes para su perfeccionamiento.
-Traslativo de derechos; porque los derechos sobre la herencia pasan del cedente al
cesionario.
-Formal, porque se requiere su instrumentación mediante escritura pública.
-Oneroso o gratuito, según que se perciba una contraprestación o se trate de una
liberalidad.
-Aleatorio; porque no se hace un detalle de los bienes, derechos y obligaciones que se
ceden y la incertidumbre acerca de su contenido es el riesgo que se asume al
contratar, tal como se explicita más adelante.
Forma. Se debe hacer por escritura pública al sostener que la cesión tiene efectos
respecto de otros herederos, legatarios y acreedores del cedente, desde que la
escritura pública se incorpora al expediente sucesorio.
Efectos. La cesión del derecho a una herencia ya deferida o a una parte indivisa de
ella tiene efectos:
a) entre los contratantes, desde su celebración;
b) respecto de otros herederos, legatarios y acreedores del cedente, desde que la
escritura pública se incorpora al expediente sucesorio;
c) respecto al deudor de un crédito de la herencia, desde que se le notifica la cesión.
Responsabilidad por las deudas. El cesionario es responsable por las deudas del
causante y por las cargas de la herencia solo hasta el valor de los bienes que
corresponden a la parte indivisa cedida.
Cuando el heredero cedente ha abonado esas obligaciones, el cesionario debe
reintegrarle lo pagado.
Efectos respecto de terceros. El deudor debe abonar a los herederos y por ello,
cuando uno de estos ha cedido su derecho a la parte indivisa de la herencia, para que
le sea oponible al deudor, tal cesión debe serle notificada.
Naturaleza jurídica.
Tesis de la personalidad jurídica: sujeto de derecho que se denominaba
sucesión, correspondiendo a sus herederos solo su administración y
representación. La CSJN ha rechazado la posibilidad que la comunidad
hereditaria constituya una persona jurídica en varios precedentes.
Tesis del patrimonio de afectación: era un patrimonio afectado por la ley a un
fin específico, consistente en mantener su integración intangible hasta tanto se
proceda a su partición entre los coherederos. Su contenido se mantiene
separado de los patrimonios de cada coheredero, resguardándolos de la acción
de los acreedores del causante. Sin embargo, la comunidad hereditaria no
tiene patrimonio propio. La transmisión se produjo en cabeza de los
coherederos.
Tesis del condominio: en el contexto del derogado CC era la teoría más
extendida y de mayor utilización en la jurisprudencia. Sostenía que la
comunidad, era un condominio, en tanto constituía una copropiedad de varias
personas.
Tesis de la transformación: como variante de la anterior, algunos doctrinarios
sostenían la posibilidad de la transformación de la comunidad hereditaria en un
condominio ante la inscripción registral de la declaratoria de herederos. Difícil
es sostener que pueda nacer un derecho real de la voluntad presumida de los
particulares, en tanto es inferida de su comportamiento.
Las personas humanas plenamente capaces, y las personas jurídicas autorizadas por
la ley o los estatutos para administrar bienes ajenos, pueden ejercer el cargo de
administrador.
Los copropietarios de la masa indivisa pueden designar administrador de la herencia y
proveer el modo de reemplazarlo. A falta de mayoría, cualquiera de las partes puede
solicitar judicialmente su designación, la que debe recaer preferentemente, de no
haber motivos que justifiquen otra decisión, sobre el cónyuge sobreviviente y, a falta,
renuncia o carencia de idoneidad de éste, en alguno de los herederos, excepto que
haya razones especiales que lo hagan inconveniente, caso en el cual puede designar
a un extraño.
Cuando hay varios administradores designados ejercerá el cargo el que haya sido
nombrado en primer término y a falta de este, incapacidad, renuncia o remoción,
actuaran los que son llamados en forma sucesiva. Sin embargo es posible que la
nominación se haya realizado de forma tal que se requiera la actuación conjunta para
ejercer la administración, por ello, la voluntad coincidente es necesaria para realizar
los actos propios de esa gestión.
La normal exceptúa la actuación conjunta cuando media imposibilidad de alguno de
los administradores para tomar las decisiones y se faculta a los restantes para seguir
actuando en forma individual, pero solo sobre los actos urgentes o meramente
conservatorios de los bienes.
Los frutos de los bienes indivisos acrecen a la indivisión, excepto que medie partición
provisional. Cada uno de los herederos tiene derecho a los beneficios y soporta las
pérdidas proporcionalmente a su parte en la indivisión.
Cualquier heredero puede ejercer la acción de reivindicación para perseguir un bien
del causante que está en posesión de un tercero.
Si se está llevando a cabo una posesión para lograr la usucapión, el heredero posee
para todos, no para sí, porque no se puede poseer sobre parte ideal.
División de los créditos. Los créditos y las deudas, en la regulación del derogado
CC, se dividían de pleno derecho y no integraban la comunidad hereditaria. En cuanto
a la división de créditos procedía entre los herederos en proporción a la parte por la
cual cada uno de ellos es llamado a la herencia. Desde la muerte del causante, cada
heredero podía exigir el pago de los créditos a favor de la sucesión, hasta la
concurrencia de su parte hereditaria.
Derecho de persecución. Cada heredero podía exigir el pago de la porción del
crédito que le corresponde y, como contrapartida, el deudor no se liberaba de su
deuda si abonaba su totalidad a un solo coheredero, si pagaba, se producía una
liberación parcial y proporcional.
Se trata de una operación y como tal, reúne un conjunto de actos complejos que
requieren la intervención de una persona idónea para llevarla a cabo, el partidor.
La operación es técnica: porque es preciso que se proceda al inventario, a la valuación
y a la división de los bienes hereditarios, es jurídica: porque hay que seguir el
procedimiento legal y concretar en bienes la porción indivisa que a cada heredero le
corresponde, y es contable: porque su resultado numérico debe coincidir con la
porción que cada heredero tiene en esa herencia.
La partición es:
-integral: debe abarcar todos los bienes indivisos para poner fin a la comunidad
hereditaria.
-obligatoria: porque los herederos no pueden oponerse a su realización, tan solo
puede requerirse su postergación cuando redunde en un perjuicio en el valor de los
bienes indivisos o existan casos de indivisión forzosa.
-imprescriptible: el derecho a requerir la partición es imprescriptible mientras continúe
la indivisión.
-declarativa: ya que se limita a establecer que los bienes asignados a cada heredero
los han tenido desde el mismo momento de la muerte del causante.
-retroactiva: porque se considera que cada heredero ha sucedido solo e
inmediatamente en los bienes comprendidos en su hijuela y que no tuvo derecho
alguno en lo que corresponden a sus coherederos.
Artículo 52 Los herederos podrán convenir que la indivisión entre ellos perdure total o
parcialmente por un plazo que no exceda de diez años, sin perjuicio de la partición
temporaria del uso y goce de los bienes entre los copartícipes. Si hubiere herederos
incapaces, el convenio concluido por sus representantes legales, no tendrá efecto
hasta la homologación judicial. Estos convenios podrán renovarse al término del lapso
establecido. Cualquiera de los herederos podrá pedir la división, antes del vencimiento
del plazo, siempre que mediaren causas justificadas.
Indivisión impuesta por el testador. El testador puede imponer a sus herederos, aun
legitimarios, la indivisión de la herencia por un plazo no mayor de diez años.
Puede también disponer que se mantenga indiviso por ese plazo o, en caso de haber
herederos menores de edad, hasta que todos ellos lleguen a la mayoría de edad: a) un
bien determinado; b) un establecimiento comercial, industrial, agrícola, ganadero,
minero, o cualquier otro que constituye una unidad económica; c) las partes sociales,
cuotas o acciones de la sociedad de la cual es principal socio o accionista.
En todos los casos, cualquier plazo superior al máximo permitido se entiende reducido
a éste.
Partición anticipada. El juez puede autorizar la división total o parcial antes de vencer
el plazo, a pedido de un coheredero, cuando concurren circunstancias graves o
razones de manifiesta utilidad.
Pacto de indivisión. Los herederos pueden convenir que la indivisión entre ellos
perdure total o parcialmente por un plazo que no exceda de diez años, sin perjuicio de
la partición provisional de uso y goce de los bienes entre los copartícipes. Si hay
herederos incapaces o con capacidad restringida, el convenio concluido por sus
representantes legales o con la participación de las personas que los asisten requiere
aprobación judicial. Estos convenios pueden ser renovados por igual plazo al término
del anteriormente establecido. Cualquiera de los coherederos puede pedir la división
antes del vencimiento del plazo, siempre que medien causas justificadas.
*Según su instrumentación.
- Partición privada. Si todos los copartícipes están presentes y son plenamente
capaces, la partición puede hacerse en la forma y por el acto que por unanimidad
juzguen convenientes. La partición puede ser total o parcial.
La partición es un acto que interesa especialmente a los coherederos. Por lo tanto, se
privilegia la voluntad unánime para elegir la forma y el acto que les resulte
conveniente.
- Partición judicial. La partición debe ser judicial: a) si hay copartícipes incapaces, con
capacidad restringida o ausentes; b) si terceros, fundándose en un interés legítimo, se
oponen a que la partición se haga privadamente; c) si los copartícipes son plenamente
capaces y no acuerdan en hacer la partición privadamente.
Su inobservancia acarrea la nulidad de la partición.
*Según su carácter.
- Partición definitiva. Pone fin al estado de indivisión en forma completa, se adjudican
singularmente todos los derechos sobre los bienes relictos.
- Partición provisional. Se la considera meramente provisional si los coparticipes solo
han hecho una división del uso y goce de los bienes de la herencia dejando indivisa la
propiedad.
Modos de hacer la partición. Cuando se hace una partición, los bienes hereditarios
deben ser divididos en lotes cuyos valores totales deber ser equivalentes a la porción
ideal que cada heredero tenia asignada.
También puede ocurrir que la partición se lleve a cabo parte en especie y parte en
dinero, si la conformación de los lotes que serán adjudicados no es exactamente igual
al valor de las respectivas hijuelas. Se distribuirán algunos bienes para la
conformación de los distintos lotes, a la vez que otros bienes serán vendidos y su
producido distribuido entre los lotes de modo que todos guarden identidad con las
hijuelas.
Licitación. Consiste en ofertar por un bien determinado un valor mayor al que resulta
de su avalúo y con ello, si la oferta no es superada, se consigue la adjudicación de ese
bien en la hijuela del coheredero ofertante y se modifica su valuación al nuevo monto
resultante.
- Cualquiera de los copartícipes puede pedir la licitación de alguno de los bienes de la
herencia para que se le adjudique dentro de su hijuela por un valor superior al del
avalúo, si los demás copartícipes no superan su oferta .Efectuada la licitación entre los
herederos, el bien licitado debe ser imputado a la hijuela del adquirente, por el valor
obtenido en la licitación, quedando de ese modo modificado el avalúo de ese bien.
La oferta puede hacerse por dos o más copartícipes, caso en el cual el bien se
adjudica en copropiedad a los licitantes, y se imputa proporcionalmente en la hijuela
de cada uno de ellos.
No puede pedirse la licitación después de pasados treinta días de la aprobación de la
tasación.
El tercer capítulo es el de “las bajas comunes”, en el que deben incluirse no solo las
deudas dejadas por el causante, sino también las cargas de la sucesión y todos los
gastos para afrontar los legados que aun no hayan sido pagados.
-Cargas de la masa. Los gastos causados por la partición o liquidación, y los hechos
en beneficio común, se imputan a la masa.
Una vez individualizadas las deudas, cargas y los legados, es preciso formar la
llamada hijuela de bajas que consiste en apartar un lote de bienes con los que se
deben cancelar esas deudas y cumplir con los legados. Además se deben prever los
gastos derivados de la partición misma y aquellos realizados en beneficio d el amasa
común.
Maffia: la colación es la obligación que incumbe al heredero forzoso que concurre con
otros herederos, de computar en la masa partible el valor de las donaciones que el
causante le hizo en vida e imputarlo en su propia porción.
* Las donaciones hechas a los descendientes del heredero no deben ser colacionadas
por éste. El descendiente del donatario que concurre a la sucesión del donante por
representación debe colacionar la donación hecha al ascendiente representado.
*El cónyuge no debe colación cuando la donación se realiza antes del matrimonio.
* Las donaciones hechas al cónyuge del heredero no deben ser colacionadas por éste.
Las hechas conjuntamente a ambos cónyuges deben ser colacionadas por la mitad,
por el que resulta heredero.
Actos sujetos a colación. Todo aquello que hubiera sido donado por el causante es
objeto de la acción de colación. Los descendientes y el cónyuge supérstite obligados a
colacionar también deben colacionar los beneficios recibidos a consecuencia de
convenciones hechas con el difunto que tuvieron por objeto procurarles una ventaja
particular, excepto dispensa y lo dispuesto para el heredero con discapacidad en el
artículo 2448.
No se debe colación por los gastos de alimentos; ni por los de asistencia médica por
extraordinarios que sean; ni por los de educación y capacitación profesional o artística
de los descendientes, excepto que sean desproporcionados con la fortuna y condición
del causante; ni por los gastos de boda que no exceden de lo razonable; ni por los
presentes de uso; ni por el seguro de vida que corresponde al heredero, pero sí por las
primas pagadas por el causante al asegurador, hasta la concurrencia del premio
cobrado por el asegurado. También se debe por lo empleado para establecer al
coheredero o para el pago de sus deudas.
No se debe colación por el bien que ha perecido sin culpa del donatario. Pero si éste
ha percibido una indemnización, la debe por su importe.
El heredero obligado a colacionar no debe los frutos de los bienes sujetos a colación,
pero debe los intereses del valor colacionable desde la notificación de la demanda.
Deben ser colacionadas también las deudas nacidas con posterioridad al fallecimiento
del causante, en ocasión de la indivisión y relativas a los bienes hereditarios.
En caso de deudas contraídas por el heredero con el causante en las que no se hayan
pactado intereses, estos se deben desde la apertura de la sucesión. En el supuesto de
que la deuda se encontrara devengando intereses con anterioridad al fallecimiento del
causante, los intereses se deben desde le origen de la deuda.
En el caso de que el deudor sea también acreedor del causante, el coheredero debe
compensar el crédito y el debito, si luego de descontar el debito, aun existe deuda,
debe colacionar en la medida del exceso.
La persona que tiene descendientes puede hacer la partición de sus bienes entre ellos
por donación o por testamento.
Si es casada, la partición de los bienes propios debe incluir al cónyuge que conserva
su vocación hereditaria. La partición de los gananciales sólo puede ser efectuada por
donación, mediante acto conjunto de los cónyuges.
Si la partición hecha por los ascendientes no comprende todos los bienes que dejan a
su muerte, el resto se distribuye y divide según las reglas legales. Tanto antes como
ahora, el ascendiente puede partir todos los bienes que integran su patrimonio al
momento de otorgarse el acto, como incluir solo algunos de ellos.
Partición por donación. Es un acto jurídico por el cual el ascendiente dona y parte
sus bienes entre sus descendientes con la aceptación de estos.
Tiene como finalidad anticipar el dominio de los bienes y evitar las disputas con
respecto a la adjudicación entre los descendientes.
Es un acto complejo que combina las normas de la donación con la de partición. Es un
acto entre vivos, gratuito, patrimonial, plurilateral, de disposición, formal y puede
someterse a modalidades, estando prohibida la condición suspensiva de producir
efectos a partir del fallecimiento del donante.
La partición por donación no puede tener por objeto bienes futuros. Puede ser hecha
mediante actos separados si el ascendiente interviene en todos ellos.
El donante puede transmitir la plena propiedad de los bienes donados, o bien
únicamente la nuda propiedad, reservándose el usufructo. También puede pactarse
entre el donante y los donatarios una renta vitalicia en favor del primero.
La partición por donación debe hacerse por escritura pública, bajo pena de nulidad las
donaciones de cosas inmuebles, las de cosas muebles registrables y las de
prestaciones periódicas o vitalicias.
Revocación. La partición por donación puede ser revocada por el ascendiente, con
relación a uno o más de los donatarios, en los casos en que se autoriza la revocación
de las donaciones y cuando el donatario incurre en actos que justifican la exclusión de
la herencia por indignidad.
Prescripción. Para la evicción resulta aplicable el Art. 2560 que establece el plazo
general de la prescripción de cinco años.
El plazo para reclamar por vicios ocultos se ha ampliado, de tres meses, a un año.
Unidad VI “Sucesión intestada”
1) Concepto. La sucesión ab intestato es aquella deferida por ley, sin intervención de
la voluntad del causante en un testamento valido. El llamamiento a la sucesión o la
vocación hereditaria esta determinado por la ley.
Uno de los efectos del derecho de representación es que los descendientes que
concurren a la sucesión del donante por representación deben colacionar lo que sus
representados hubieren recibido en vida del difunto, incluso en aquellos casos en los
representados hayan renunciado a la herencia. Aquellas donaciones que el
representado hubiere recibido en vida del causante siendo su vocación tan solo
eventual no están sujetas a la acción de colación.
Sucesión del cónyuge supérstite. Es un orden atípico en tanto desplaza solo a los
colaterales y concurre con los dos órdenes anteriores, descendientes y los
ascendientes.
Si heredan los descendientes, el cónyuge tiene en el acervo hereditario la misma parte
que un hijo. En todos los casos en que el viudo o viuda es llamado en concurrencia
con descendientes, el cónyuge supérstite no tiene parte alguna en la división de
bienes gananciales que corresponden al cónyuge prefallecido.
Los colaterales de grado más próximo excluyen a los de grado ulterior, excepto el
derecho de representación de los descendientes de los hermanos, hasta el cuarto
grado en relación al causante. Los hermanos y descendientes de hermanos desplazan
a los demás colaterales.
En la concurrencia entre hermanos bilaterales y hermanos unilaterales, cada uno de
éstos hereda la mitad de lo que hereda cada uno de aquéllos. En los demás casos, los
colaterales que concurren heredan por partes iguales.
El curador debe recibir los bienes bajo inventario. Debe proceder al pago de las
deudas y legados, previa autorización judicial. A tal efecto, a falta de dinero suficiente
en la herencia, debe hacer tasar los bienes y liquidarlos en la medida necesaria. Debe
rendición de cuentas al Estado o a los Estados que reciben los bienes.
Concluida la liquidación, el juez debe mandar entregar los bienes al Estado que
corresponde.
Quien reclama posteriormente derechos hereditarios debe promover la petición de
herencia. En tal caso, debe tomar los bienes en la situación en que se encuentran, y
se considera al Estado como poseedor de buena fe.
Derecho germano. Sostenedores del carácter pars hereditatis, dirán que debo revestir
la calidad de heredero para tener derecho a la porción legítima, porción que sin lugar a
dudas debe estar integrada con bienes hereditarios. La legitima, es consecuencia de la
calidad de heredero. Respecto de las deudas, la responsabilidad es personal.
Transmisión de bienes a los legitimarios. Si por acto entre vivos a título oneroso el
causante transmite a alguno de los legitimarios la propiedad de bienes con reserva de
usufructo, uso o habitación, o con la contraprestación de una renta vitalicia, se
presume sin admitir prueba en contrario la gratuidad del acto y la intención de mejorar
al beneficiario. Sin embargo, se deben deducir del valor de lo donado las sumas que el
adquirente demuestre haber efectivamente pagado.
El valor de los bienes debe ser imputado a la porción disponible y el excedente es
objeto de colación.
Esta imputación y esta colación no pueden ser demandadas por los legitimarios que
consintieron en la enajenación, sea onerosa o gratuita, con algunas de las
modalidades indicadas.
La masa de legitima se integra con los bienes que componen la herencia, menos las
deudas y cargas, mas el valor de las donaciones colacionables y reducibles (Hay que
computar las donaciones efectuadas a partir de los 365 anterior al nacimiento del
legitimario o al nacimiento del ascendiente a quien representa y para el cónyuge las
hechas después del matrimonio). Para calcular la legítima debo tomar la valuación del
activo que surja del avalúo e inventario de bienes. El CCyC toma parte de la postura
de que las cargas (deudas que se originan posteriormente al fallecimiento del
causante) no deben restarse para el cálculo de la legítima.
Una vez obtenido el valor bruto del haber, corresponderá seguidamente determinar el
valor líquido, en decir, restar las deudas.
El tercer paso consiste en sumar las donaciones que le causante efectúo,
considerando el valor de la donación al tiempo de la partición según el estado del bien
a la época de la donación.
Siguiendo las pautas legales vigentes, al monto resultante de estas operaciones se
debe aplicar el porcentaje que corresponda, obteniendo así la legítima global. Ese
resultado, si se pretende saber la legitima individual, se debe dividir por la cantidad de
herederos forzosos existentes.
Si por acto entre vivos a título oneroso el causante transmite a alguno de los
legitimarios la propiedad de bienes con reserva de usufructo, uso o habitación, o con la
contraprestación de una renta vitalicia, se presume sin admitir prueba en contrario la
gratuidad del acto y la intención de mejorar al beneficiario. Sin embargo, se deben
deducir del valor de lo donado las sumas que el adquirente demuestre haber
efectivamente pagado. El valor de los bienes debe ser imputado a la
porción disponible y el excedente es objeto de colación. Esta imputación y esta
colación no pueden ser demandadas por los legitimarios que consintieron en la
enajenación, sea onerosa o gratuita, con algunas de las modalidades indicadas.
Las personas humanas pueden disponer libremente de sus bienes para después de su
muerte, respetando las porciones legítimas establecidas en el Título X de este Libro,
mediante testamento otorgado con las solemnidades legales; ese acto también puede
incluir disposiciones extrapatrimoniales.
Caracteres:
1. Acto jurídico unilateral. “Las reglas establecidas para los actos jurídicos se aplican a
los testamentos en cuanto no sean alteradas por las disposiciones de este título”. Se
perfecciona con la sola voluntad del testador, no requiere de la voluntad de los
beneficiarios quienes podrán aceptar o renunciar la herencia o renunciar al legado.
2. Escrito. Un requisito esencial en todas las formas de testar, propio de todo
documento, es la escritura, cuya finalidad es dar certeza a las disposiciones de última
voluntad del autor del testamento. El ordenamiento argentino no reconoce el
testamento oral.
3. Formal y solemne. Es esencial que se confecciones bajo las formas impuestas por
la ley. Es un acto solemne de solemnidad absoluta, pues la inobservancia de las
formalidades impuestas por la ley acarrea su nulidad.
4. Personalísimo. Solo puede ser otorgado por el causante. No es valido otorgar
mandato para testar. Se asegura que su contenido sea la verdadera voluntad del
testador, y evita que un tercero pueda modificarla a su favor o a favor de otra persona,
ya que una vez muerto el causante, resultaría de difícil prueba determinar cual era su
verdadera voluntad o si se ha desviado el mandato.
5. Efectos post mortem. El testamento se perfecciona en el momento de su
otorgamiento, pero solamente producirá efectos después del fallecimiento del testador.
Se trata de un acto jurídico cuya eficacia depende de la producción de un hecho
natural y jurídico: la muerte de su emisor. *Si bien las disposiciones testamentarias
adquieren validez después de la muerte, el emplazamiento filiatorio que implica el
reconocimiento testamentario se produce desde la fecha en que se otorgo el
testamento.
6. Revocable: el testamento debe reflejar la última voluntad del causante y, para ello,
es imprescindible que se permita modificar dicha voluntad tantas veces como sea
considerado necesario por el causante.
7. Autónomo. Debe bastarse a si mismo sin necesidad alguna de recurrir a otros
documentos. En el debe estar expresada la voluntad real del causante mediante las
diversas disposiciones que hubiera establecido. Debe ser autosuficiente y carece de
validez si requiere de otros elementos para completar las declaraciones de voluntad.
CCyC: *Pueden testar las personas mayores de edad al tiempo del acto.
*El menor de edad emancipado por matrimonio.
*Las personas con capacidad restringida, si el juez en la sentencia no limita
específicamente su capacidad de otorgar testamento, y la persona declarada
judicialmente incapaz, si ha otorgado el acto durante un intervalo lucido. Si el
testamento fue otorgado por una persona cuya capacidad no fue restringida, pero que
fue otorgado estando privado de la razón, quien impugne el testamento deberá
acreditarlo. En cambio, en principio es nulo el testamento otorgado por una persona
declarada incapaz, pero es valido si lo otorgo durante intervalos lucidos que permitan
asegurar que la enfermedad en la cual se baso su declaración de incapacidad había
cesado. Quien pretenda su validez deberá probar que lo redacto durante un intervalo
lucido.
*Las personas que padecen de dificultades para comunicarse en forma oral y, además
no saber leer ni escribir, deben manifestar su voluntad a través de escritura pública,
con la participación de un intérprete en el acto.
Error. Quedan comprendidos los errores sobre la naturaleza del acto, sobre la
persona, sobre la causa y sobre el objeto. Debe surgir del propio testamento y debe
ser esencial, grave, determinante, y no excusable, no debe haberse originado en el
obrar negligente de quien incurrió en esa equivocación.
Dolo. Debe ser grave, esencial y empleado para obtener la celebración del acto. Debe
haber afectado la voluntad induciéndolo a redactar un testamento o a revocar uno
anterior, actos que no hubiese realizado de no mediar el engaño.
Jurisprudencialmente y en el contexto del derogado CC se impuso un criterio de
interpretación restricto: la captación de voluntad, para ser causal de nulidad, debe
manifestarse a través de aserción de lo falso o disimulación de lo verdadero, artificio,
astucia o maquinación que asumen los caracteres de dolo y que dominan la voluntad
del testador, quien habría dispuesto de otra manera de no mediar aquellos. No son
causas suficientes de nulidad del testamento, las atenciones prodigadas por parientes,
amigos o servidores del enfermo aun cuando tales cuidados no sean fruto de un
autentico cariño y tengan solo un fin especulativo. También se ha afirmado que no
bastan la adulación, el falso cariño o los cuidados excesivos para concluir que ha
habido captación, si no se ha engañado al testador, logrando así un estado de su
espíritu sin el cual no se habría producido la liberalidad.
Violencia. Es la coerción grave, irresistible e injusta ejercida sobre una persona para
determinarla contra su voluntad, a la realización de un acto jurídico. La violencia puede
ser física o moral. La fuerza irresistible y las amenazas que generan el temor de sufrir
un mal grave e inminente que no se puedan contrarrestar o evitar en la persona o
bienes de la parte o de un tercero, causan la nulidad del acto. La relevancia de las
amenazas debe ser juzgada teniendo en cuenta la situación del amenazado y las
demás circunstancias del caso. El autor de la violencia puede ser quien resulte
beneficiado con el acto de que se trate o un tercero y es responsable por el daño
causado.
Simulación. Solía usarse para esconder al verdadero beneficiario, o para eludir su
incapacidad para recibir por testamento. El CCyC sanciona con nulidad aquellas
disposiciones testamentarias realizadas por interpósita persona, típicas disposiciones
testamentarias.
Las disposiciones testamentarias a favor de personas que no pueden suceder por
testamento son de ningún valor, aun cuando se hagan a nombre de personas
interpuestas. Se reputan tales, sin admitir prueba en contrario, los ascendientes, los
descendientes, y el cónyuge o conviviente de la persona impedida de suceder. El
fraude a la ley puede ser probado por cualquier medio.
Nulidad absoluta: controvierten el orden público. Puede ser declarada por el juez aun
sin petición de parte si es manifiesta; pueden ser alegadas por el ministerio público y
por cualquier interesado; no pueden sanearse por confirmación ni por prescripción.
Nulidad relativa: se declara a petición de la persona en cuyo beneficio se establece,
puede sanearse por confirmación y por prescripción.
Formas de los testamentos. Las formas se refieren a los diferentes actos o maneras
de testar admitidos por la ley. En el CCyC las formas de los testamentos se clasifican
en: testamento ológrafo y por acto público. Las formalidades son los requisitos que
deben observarse para cumplir cada una de las formas admitidas, en decir, el
cumplimiento de las exigencias requeridas por la ley para que el testamento tenga
validez.
El testamento puede otorgarse sólo en alguna de las formas previstas en este Código.
Las formalidades determinadas por la ley para una clase de testamento no pueden
extenderse a las de otra especie. La observancia de las solemnidades impuestas debe
resultar del mismo testamento, sin que se pueda suplir por prueba alguna.
Ley aplicable a las formas. La ley vigente al tiempo de testar rige la forma del
testamento. En cambio, su contenido se rige por la ley vigente al momento de la
muerte del testador.
Firma. Es un elemento esencial del testamento ológrafo y también del testamento por
acto publico. En este último caso, si el testador no supiere o no pudiere firmar es
admitida la firma a ruego de un tercero. La importancia de la firma reside en que
denota la voluntariedad del acto, indicando que el testador ha querido testar de esa
forma y con las disposiciones testamentarias que se expresan en ese documento. En
cuanto a la validez de la firma, debe plasmarse con el trazo grafológico que
habitualmente utiliza la persona para expresar su voluntad en los instrumentos
públicos o privados.
La firma para dar validez a las disposiciones debe estar impresa al pie del testamento,
debajo de las disposiciones testamentarias. Si la firma se pone en el medio de las
disposiciones, solo dará validez a las disposiciones que se encuentran por encima de
ella, peor no a las posteriores. Los errores de ortografía o la omisión de letras no vician
la firma, quedando su validez librada a la apreciación judicial conforme a las
circunstancias de cada caso.
La independencia que debe tener el testamento ológrafo con respecto a otros escritos
del testador debe ser entendida en un sentido intelectual y no material. Un testamento
deberá ser tenido por valido si su redacción prueba que se trata de un acto autónomo,
no obstante estar materialmente agregado a un libro o semejante.
El testamento ológrafo debe ser íntegramente escrito con los caracteres propios del
idioma en que es otorgado, fechado y firmado por la mano misma del testador. Si se
adujera falsedad se resuelve con una prueba caligráfica.
El error del testador sobre la fecha no perjudica la validez del acto, pero el testamento
no es válido si aquél le puso voluntariamente una fecha falsa para violar una
disposición de orden público.
Los agregados escritos por mano extraña invalidan el testamento, sólo si han sido
hechos por orden o con consentimiento del testador, en virtud del carácter
personalísimo e indelegable de la facultad de testar. Si se introdujeron agregados si
consentimiento del testador, el testamento mantiene la validez, aunque resulten
inválidos tales agregados.
En principio, toda persona mayor de edad puede realizar un testamento optando por
una de las formas establecidas por la ley. Si el testador no sabe firmar, o no puede
hacerlo, puede hacerlo por él otra persona o alguno de los testigos. En este caso los
dos testigos deben saber firmar. Si el testador sabe firmar y manifiesta lo contrario, el
testamento no es válido. Si sabiendo firmar, no puede hacerlo, el escribano debe
explicitar la causa por la cual no puede firmar el testador.
El testador puede dar al escribano sus disposiciones ya escritas o sólo darle por
escrito o verbalmente las que el testamento debe contener para que las redacte en la
forma ordinaria. En ningún caso las instrucciones escritas pueden ser invocadas
contra el contenido de la escritura pública.
En la escritura, se debe consignar los nombres y domicilios de los testigos hábiles. La
escritura debe contener:
a) lugar y fecha de su otorgamiento; si cualquiera de las partes lo requiere o el
escribano lo considera conveniente, la hora en que se firma el instrumento;
b) los nombres, apellidos, documento de identidad, domicilio real y especial si lo
hubiera, fecha de nacimiento y estado de familia de los otorgantes; si se trata de
personas casadas, se debe consignar también si lo son en primeras o posteriores
nupcias y el nombre del cónyuge, si resulta relevante en atención a la naturaleza del
acto; si el otorgante es una persona jurídica, se debe dejar constancia de su
denominación completa, domicilio social y datos de inscripción de su constitución si
corresponde;
c) la naturaleza del acto y la individualización de los bienes que constituyen su objeto;
d) la constancia instrumental de la lectura que el escribano debe hacer en el acto del
otorgamiento de la escritura;
e) las enmiendas, testados, borraduras, entrelíneas, u otras modificaciones efectuadas
al instrumento en partes esenciales, que deben ser realizadas de puño y letra del
escribano y antes de la firma;
f) la firma de los otorgantes, del escribano y de los testigos si los hubiera; si alguno de
los otorgantes no sabe o no puede firmar, debe hacerlo en su nombre otra persona;
debe hacerse constar la manifestación sobre la causa del impedimento y la
impresión digital del otorgante.
Concluida la redacción del testamento, se procede a su lectura y firma por los testigos
y el testador.
El testamento debe ser escrito en idioma nacional. Si alguno de los otorgantes declara
ignorarlo, la escritura debe redactarse conforme a una minuta firmada que debe ser
expresada en idioma nacional por traductor publico, y si no lo hay, por interprete que el
escribano acepte. Ambos instrumentos deben quedar agregados al protocolo.
El testamento abierto debe ser siempre rubricado por el mismo jefe al principio y al fin
de cada página, o por el Cónsul, si no hubiese legación. Si no existe un consulado ni
una legación de la República, estas diligencias deben ser llenadas por un ministro o
Cónsul de una nación amiga. El jefe de legación y, a falta de éste, el Cónsul, debe
remitir una copia del testamento abierto o de la carátula del cerrado, al ministro de
Relaciones Exteriores de la República y éste, abonando la firma del jefe de la legación
o del Cónsul en su caso, lo debe remitir al juez del último domicilio del difunto en la
República, para que lo haga incorporar en los protocolos de un escribano del mismo
domicilio.
No conociéndose el domicilio del testador en la República, el testamento debe ser
remitido por el ministro de Relaciones Exteriores a un juez nacional de primera
instancia para su incorporación en los protocolos de la escribanía que el mismo juez
designe.
Pueden ser testigos de los testamentos las personas capaces al tiempo de otorgarse
el acto y no en el momento de la muerte del testador.
Incapacidad de derecho para ser testigos. No pueden serlo, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge ni el conviviente del testador, ni los albaceas, tutores o
curadores designados en el testamento, ni los beneficiarios de alguna de sus
disposiciones. El testamento en que interviene un testigo incapaz o inhábil al efecto no
es válido si, excluido éste, no quedan otros en número suficiente.
Las condiciones y cargos constituidos por hechos imposibles, prohibidos por la ley, o
contrarios a la moral, son nulos pero no afectan la validez de las disposiciones sujetas
a ellos.
Puede suceder que se presente un testamento falso, realizado mediante una imitación
de la escritura o de la firma del testador. En tal cosa, el testamento es nulo por defecto
de forma.
Si en el testamento escrito por el testador aparecen agregados escritos por otras
personas, no invalidan el testamento, solo carenen de validez tales agregados. Si son
agregadas con el consentimiento o por orden del testador, provocan la nulidad de todo
el testamento.
Es un acto unilateral mortis causa, que produce sus efectos desde la muerte del
causante, y que puede ser revocado por el testador hasta el momento de su
fallecimiento.
El heredero está obligado a cumplir los legados hechos por el testador conforme a lo
dispuesto en este Código sobre las obligaciones en general.
Origen y clases. Cuando la sucesión se comenzó a concebir como una cuestión
patrimonial, se admitió el testamento como medio idóneo para la transmisión de
bienes.
El legado per vindicationem: el testador concedía al legatario la propiedad de un bien,
o sobre ella el derecho de servidumbre, uso o usufructo.
El legado per damnationem: el causante disponía una prestación a favor del legatario
que debía ser cumplida por le heredero.
El legado per praeceptionem: la liberalidad que efectuaba el testador hacia uno de los
herederos instituidos, lo autorizaba a tomar antes de la partición un bien determinado
de la sucesión.
El legado sinedi modo: permitía al legatario elegir y tomar un determinado objeto que
formase parte de la herencia.
Objeto de los legados. Cosas y derechos con valor patrimonial cuya enajenación no
fuere expresamente prohibida. Pueden ser legados todos los bienes que están en el
comercio, aun los que no existen todavía pero que existirán después. El legatario de
bienes determinados es propietario de ellos desde la muerte del causante y puede
ejercer todas las acciones de que aquel era titular.
Legado de cosa cierta. Son aquellos que tienen por objeto un bien material cierto y
determinado que debe pertenecer al testador. Tiene existencia efectiva en el
patrimonio del testador y debe estar individualizada con particularidad entre los demás
de su misma especie. El legatario de cosa cierta y determinada puede reivindicarla,
con citación del heredero. Debe pedir su entrega al heredero, al administrador o al
albacea, aunque la tenga en su poder por cualquier título. Los gastos de entrega del
legado están a cargo de la sucesión.
El heredero debe entregar la cosa legada en el estado en que se encuentra a la
muerte del testador, con todos sus accesorios. Las mejoras se consideran hechas a
favor del legatario y la destrucción o deterioro debe ser soportado por le mismo.
Legado de cosa ajena. El legado de cosa ajena no es válido, pero se convalida con la
posterior adquisición de ella por el testador. El legado de cosa ajena es válido si el
testador impone al heredero la obligación de adquirirla para transmitirla al legatario o a
pagar a éste su justo precio si no puede obtenerla en condiciones equitativas.
Si la cosa legada ha sido adquirida por el legatario antes de la apertura de la sucesión,
se le debe su precio equitativo. El legado queda sin efecto si la adquisición es gratuita.
Legado de cosa futura. Es posible que el causante legue una cosa que aun no esta
en su patrimonio, pero que se incorporara a en antes de su fallecimiento. Si el bien se
incorporo al patrimonio del causante peor lo enajena o lo consume antes de su
fallecimiento el legado se considera revocado.
Legado de cosa agravada. El heredero no está obligado a liberar la cosa legada de
las cargas que soporta. El legatario responde por las obligaciones a cuya satisfacción
está afectada la cosa legada, hasta la concurrencia del valor de ésta.
Legado de dar sumas de dinero. Comparte los caracteres del legado de cosas
fungibles ya que el dinero es una de ellas. El legado es valido aunque en el haber
hereditario no exista suma alguna, ya que funciona como un crédito para el legatario
contra los herederos.
Legado de objeto alternativo. Estos legados dan la opción de elegir entre dos o más
objetos. Una vez realizada la elección, ella es de carácter irrevocable, desde que se la
comunica a la otra parte o desde que el heredero ejecuta alguna de las prestaciones,
aunque sea parcialmente.
Si el legado es alternativo, producida la evicción del bien entregado al legatario, éste
puede pedir alguno de los otros comprendidos en la alternativa.
Legado con determinación del lugar. El legado de cosas que deben encontrarse en
determinado lugar se cumple entregando la cantidad allí existente a la muerte del
testador, aunque sea menor que la designada. Si es mayor, entregando la cantidad
designada. Si no se encuentra cosa alguna, nada se debe. Si las cosas legadas han
sido removidas temporariamente del lugar habitual de ubicación aludido en el
testamento, el legado comprende las que subsistan en el patrimonio del testador hasta
la concurrencia de la cantidad indicada por éste.
Entrega del legado. Los sujetos obligados a realizar la entrega son los herederos y el
albacea testamentario. El tiempo de la entrega del legado corre desde el momento de
la muerte del causante, a excepción de que este sujeto a plazo o condición en que
deberá esperarse a su cumplimiento.
Pérdida de la cosa legada, por culpa del heredero. Si la cosa legada se pierde o
deteriora por el hecho o culpa de uno de los herederos, sólo responde del legado el
heredero por cuya culpa o hecho se ha perdido o deteriorado.
El legado de cosa cierta y determinada caduca cuando ésta perece totalmente, por
cualquier causa, antes de la apertura de la sucesión o del cumplimiento de la
condición suspensiva a que estaba sometido; también cuando perece por caso
fortuito, después de la apertura de la sucesión o del cumplimiento de la condición.
Si la cosa legada perece parcialmente, el legado subsiste por la parte que se
conserva.
El legado caduca por la transformación de la cosa por causa ajena a la voluntad del
testador, anterior a la muerte de éste o al cumplimiento de la condición suspensiva.
Cuando no hay herederos o cuando los legados insumen la totalidad del haber
sucesorio y no hay derecho a acrecer entre los legatarios, el albacea es el
representante de la sucesión, debiendo hacer inventario judicial de los bienes
recibidos e intervenir en todos los juicios en que la sucesión es parte. Le compete
la administración de los bienes sucesorios conforme a lo establecido para el curador
de la herencia vacante. Está facultado para proceder, con intervención del juez, a la
transmisión de los bienes que sea indispensable para cumplir la voluntad del causante.
La retribución establecida por le testador no puede ser cuestionada por le albacea por
considerarla baja: si acepto el cargo, también acepto la remuneración prevista por el
testador. Tampoco pueden cuestionarla por alta los legatarios o herederos.
Eventualmente, podrán plantear que dada su extensión, se trato de una liberalidad del
testador encubierta en una remuneración.
El testador puede también disponer que el albacea cumpla sus funciones
gratuitamente, sin retribución; en cuyo caso si acepta, no podrá reclamar
remuneración alguna.
Honorarios del letrado albacea. Para poder desarrollar su función que se relaciona
con el proceso sucesorio, los códigos procesales exigen que el albacea ostente
patrocinio letrado. Si el albacea actúa con patrocinio letrado, los honorarios del
abogado patrocinarte sólo deben ser sufragados por la sucesión si sus trabajos
resultan necesarios o razonablemente convenientes para el cumplimiento del
albaceazgo.
Fin del Albaceazgo, causas. El albaceazgo concluye por la ejecución completa del
testamento, por el vencimiento del plazo fijado por el testador y por la muerte,
incapacidad sobreviniente, renuncia o destitución del albacea. Cuando por cualquier
causa cesa el albacea designado y subsiste la necesidad de llenar el cargo vacante, lo
provee el juez con audiencia de los herederos y legatarios.