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RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL

INTY
RA LAH

Distintas tesis de que se ha valido la jurisprudencia nacional para


establecer la responsa bilidad de las personas jurídicas de
derecho público y privado, Fijación de las bases y ele mentos
configurativos de cada una de estas tesis. La responsabilidad
indirecta y la directa. La tesis de las “fallas del servicio". La teoría
organicista. Estudio crítico y comparativo.
Conclusiones de la Corte y criterio que adopta. Prescripción de
estas acciones.

cados, sino como secuela de la falla que se haya producido.


Cuando la persona jurídica privada debe repa rar el daño inferido por uno de
sus agentes, no lo hace como la Administración, en virtud de aquel deber
fundamental; por ello, esa respon sabilidad no puede provenir sino de la culpa de un
agente concreto. Mas, si el daño se produce en un servicio público, la
responsabilidad se ori gina en último análisis, en el supradicho deber primario del
Estado, causa eficiente, por tanto, de la referida responsabilidad.
1. La doctrina general ha formulado serios re paros a la forma indirecta de la
responsabilidad de las personas morales, motivo por el cual di cha forma puede
considerarse ya fenecida, en lo que atañe a tal especie de personas.
La tesis organicista de la división de los agen tes, en funcionarios órganos y
subalternos auxi liares, para que la persona jurídica responda de manera directa sólo
de las culpas de los prime ros, y de modo indirecto por las de los últimos,
es artificiosa e inequitativa.
En cambio, el problema se desata en forma sa tisfactoria, desde el ángulo de la persona
jurídica privada, mediante la tesis de la responsabilidad directa, en una palabra,
por ser los actos de los agentes, sus propios actos.

En lo que se refiere a la responsabilidad del Estado, la tesis de las "fallas del


servic o público" o culpa de la administración, se inspira en el de ber
primordial de la entidad pública, de sumi nistrar a los asociados los
medios conducentes a la efectividad de sus derechos, esto es, a la con secución de
sus fines. Tal es el objeto de una organización de hombres sobre un territorio
de terminado, con autoridades y leyes propias. Arrailos medios no son
otra cosa que los servi cios públicos, de cuya eficacia dependen la ver dad
práctica de esos derechos y la realiza ión cierta de tales fines. De modo que
si en la pres tación de dichos servicios llega a causarse daño, es el Estado qu'en
debe responder de ello, no como fruto de la presencia de un hecho
especí fico de alguno o algunos de sus agentes identifi
2. Acérca de la prescripción de las acciones, la Corte considera conveniente
precisar la materia así: a) la acción por el daño, contra la Adminis tración, trátese
de fallas imputables al hecho delictual o cuasidelictual de un agente determi. nado, o
de fallas orgánicas, funcionales o ano nimas, prescribe con arreglo al derecho
común, en 20 años. El Estado, como entidad jurídica que es, no puede incurrir en
ilícito penal, y por ello no le es aplicable el artículo 2358 del Código Civil,
fuera de que el sentido y trascendencia de los servicios públicos y la
función estatal que ellos representan, no justificarían que tal medio extintivo
de la responsabilidad del Estado se so metiera a reglas de excepción, como
son las que trae el citado precepto; por el contrario, son las generales, en ausencia
de un ordenamiento es pecial, las que mejor consultan el interés social de reparar
el daño inferido a otro. b) La acción de reparación contra el agente
determinado, si por culpas civiles, se extingue en el mismo tér
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mino, ya que tampoco hay normas de excepción al respecto; y si de hachos


punibles, en el mismo iapso de prescripción de la pena, según el inciso 1o
del indicado artículo 2358. De lo cual se colige que la prescripción de tres años de
que trata el inciso 20 de esta disposición, solamente obra en los casos de
responsabilidad indirecta, de con formidad con el artículo 2347; esto es, en favor de
las personas bajo cuyo cuidado y dependîncia se encuentran las causantes del
daño provenien tes de ilícito penal.

Corte Suprema de Justicia.- Sala de Casación


Civil.—Bogotá, treinta de junio de mil nove cientos sesenta y dos.
ba el vehículo a excesiva velocidad en zig zag, y cometió, además, “errores de técnica
y de con ducta''..

4. Por los perjuicios morales y materiales cau sados se demanda al Municipio


de Bogotá, D. E., comprendido en los últimos el daño emergente, por gastos de
clínica, servicio médico, quirúrgico y farmacéutico, etc., y el lucro cesante, con moti
vo de que se vieron obligadas las víctimas a aban donar las ocupaciones en que
ganaban la vida y haber quedado reducida su capacidad de trabajo en un treinta y
cinco por ciento.
5. El Juez Décimo del Circuito Civil de Bo gotá, en sentencia de octubre 26 de
1956, hizo el reconocimiento de la responsabilidad y la con dena al pago de los
perjuicios, los cuales deben regularse según el artículo 553 del Código Judi cial,
providencia de la cual apeló el Municipio y confirmó el Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogotá, adicionándola con la declara ción de no hallarse probadas
las excepciones pro puestas, sobre las cuales no resolvió el juzgador de primera
instancia.

6. La Corte procede a decidir el recurso de casación introducido por el Municipio,


formula da como ha sido por su representante la demanda de rigor, no replicada
por la parte actora.
(Magistrado ponente: doctor José J. Gómez R.).

Juicio de Reinaldo Tinjacá y Aurelio Planells contra el Municipio de Bogotá, D. E.


Sentencia de 20 de marzo de 1961, del Tribunal del Distrito Judicial de Bogotá.
Recurrente: el Municipio.

ANTECEDENTES

LA SENTENCIA ACUSADA
1. Dar cuenta los autos de un accidente de tránsito ocurrido en Bogotá, D. E., entre
las cinco y media y las seis (de la mañana). del 25 de diciembre de 1961: Reinaldo
Tinjacá y Aurelio Planells caminaban de norte a sur por la carrera 24 o Avenida del
Progreso cuando un automotor del Cuerpo de Bomberos del Mu nicipio, conducido
en dirección contraria por Germán Martínez Alférez, empleado de la misma
dependencia, los atropelló causándoles algunas lesiones.
7. A) Considera el fallo que la responsabili dad que se trata de hacer efectiva del
Municipio de Bogotá, D. E., es la extracontractual directa; que los actores no la
califican de directa o indi recta en las afirmaciones de la demanda, ni en el derecho
invocado en ella, ya que citan simple mente el Título 34 del Libro IV del Código Ci yil;
que la parte demandada la ubica en los ar tículos 2347 y 2349 del mismo Código, e
invoca en descargo la imposibilidad en que se halló de prever e impedir los actos
anormales de su agente.
2. Estas' consistieron: a Tinjaca Murillo, “la fractura del tercio medio del fémur izquierdo
y de las últimas costillas del hemitórax derecho, con 70 días de incapacidad, y como
consecuencia la perturbación funcional en el acortamiento del miembro inferior izquierdo'';
y a Planells, “la fractura del fémur derecho en un tercio supe rior, con impotencia
funcional y perturbación de carácter permanente por la limitación de los movimientos
del cuello del pie y de la rodilla derecha, y una incapacidad definitiva de 120 días”.
3. Según la demanda, el conductor actuaba en desempeño de sus funciones oficiales, y el
acci- dente se debió a culpa del mismo, pues que lleva
B) Con respecto a la responsabilidad de la entidad oficial, la fundamenta, por una parte, en
la doctrina de “las fallas del servicia públi co", de acuerdo con la cual basta la
deficiencia, vacío o falta en él, para que se produzca la res ponsabilidad directa de la
Administración; y por otra, en el carácter de actividad peligrosa que tiene la conducción de
automotores, de acuerdo con el artículo 2356 ibídem, carácter que funda la presunción de
culpa, sólo desvirtuable median
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y 2536 del Código Civil, y por falta de aplicación de los artículos 2347, 2349 y
2358 del mismo Código; el segundo, por violación indirecta de los artículos 2341 y
2356 del Código Civil, por haberlos aplicado sin ser el caso de aplicarlos y ello
debido a error de derecho en la apreciación de algunas pruebas.

Priner cargo
te la prueba de caso fortuito, intervención de un tercero o culpa de la
víctima. Menciona, para lo primero, el fallo de la Corte de 3 de diciembre de 1942; y en
relación con lo segundo, la cons tante jurisprudencia acerca de las actividades
peligrosas.
C) En cuanto a la demostración de la culpa, la encuentra suficiente:
a) En las sentencias ejecutoriadas de primera y segunda instancia, de
agosto 5 de 1953 y agosto 17 de 1954, pronunciadas por el Juez Quinto
Penal del Circuito y el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá, en el
proceso ade lantado con motivo del accidente, providencias en las cuales fue
condenado a un año de prisión el conductor Germán Martínez Alférez por el
delito de lesiones personales causadas a los de mandantes;
b) En los decretos del Alcalde Mayor de Bogo- tá, por medio de los cuales nombró
motorista de la Primera Estación de Bomberos del Municipio, al nombrado Martínez
Alférez; a Alvaro Men- doza Campo, Jefe de la Estación Central, y Aura Díaz,
empleada doméstica de la misma Estación; y las respectivas actas de posesión de los
mismos;
c) En la certificación de la Alcaldía sobre el traspaso que del Cuerpo de Bomberos,
hizo la Policía al Municipio de Bogotá, el 30 de noviem bre de 1949, ý
d) En la certificación del Comandante de la Estación Central del Cuerpo de Bomberos,
según la cual Martínez Alférez condujo a la señora Aura Díaz, a casa de ésta,
en el jeep de la Estación, manejado por él, en viaje que efectuó en las horas de la
mañana del día 25 de diciem bre de 1951.
9. Según el libelo de casación, el fundamento del cargo de indebida
aplicación de los artículos 2341, 2356 y 2536 del Código Civil, y de no haber
aplicado los artículos 2347, 2349 y 2358 ibídem. se halla en haberse valido la
sentencia acusada, de la doctrina según la cual hay una responsabilidad directa de
las entidades públi cas, por el daño que las fallas o deficiencias de los servicios
públicos causen a los par ticulares.
Dice al efecto, que la jurisprudencia de la Corte acepta que dichas entidades
comprometen su responsabilidad directa, cuando son sus órga nos los ejecutores
del hecho dañoso, esto es, “los funcionarios con autonomía, iniciativa y c apaci. dad
para encarnar la voluntad de la persona moral”; y la indirecta, si los actos u
omisiones provienen de otros agentes suyos, o sea "los simples empleados y
dependientes que no alcan zan a representar a la entidad pública", y siem pre que ello
se produzca por inadecuada elección en ellos o ausencia o defectuosa vigilancia por
parte de la entidad oficial, y cita en su apoyo varias decisiones de la Corte.
Y concluye que al fundarse el sentenciador de instancia en esta teoría se aparto
de las normas contenidas en los artículos 2347 y 2349 del Có digo Civil, que consagran la
responsabilidad indirecta de los mencionados sujetos jurídicos, por los actos de las
personas que están bajo su dependencia, para resolver la litis a la luz de “la teoría de
derecho administrativo de la responsa bilidad por las fallas del servicio público, sin
consideración a la falta personal del funcionario o dependiente, y así señaló al Distrito
Especial como responsable directo por el hecho puramente culposo de un agente o empleado
subalterno sin capacidad para representar a la entidad públi ca", habiendo aplicado, por
tanto, los citados artículos 2341 y 2356 del Código Civil -que hablan de una
responsabilidad directa al caso controvertido, cuando precisamente le conciernen las
disposiciones de los artículos 2347 y 2349 del citado Código.
Consecuencialmente, aplicó también en forma indebida, el artículo 2536, que habla de la
pres
D) En lo tocante al daño, también lo halla establecido, con apoyo en los certificados de
la Oficina Central de Medicina Legal, en cuanto se relaciona con las heridas y la
incapacidad, así como la perturbación permanente de que quedó afectado el
demandante Planells.

III

LA ACUSACION
8. El-Municipio, por medio del Procurador General de la Nación. Primer Delegado en
lo Civil. formula dos cargos a la sentencia, con fundamento en la causal primera de
Casación; el primero por violación directa, a causa de indebida aplicación de los
artículos 2341, 2356
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cripción ordinaria de las acciones, ya que negó de derecho público,


cuando el dogma de la irres la prescripción extintiva de tres años de la
ponsabilidad del Estado, repercusión del con acción introducida, alegada por el
Distrito Espe- cepto que por entonces se tenía de la soberanía cial,
y dejó de aplicar
el inciso segundo del fue cediendo al influjo de la moral, llamada a
artículo 2358, que contempla la prescripción cor- ' participar en las
relaciones del Poder Público ta para las acciones contra "terceros responsa- con
los miembros de la comunidad. Así fue como bles, conforme a las disposiciones
de este capí- entre nosotros, al igual que en otros países, la tulo”, es decir, por
la responsabilidad indirecta doctrina y la jurisprudencia propugnaron la de quienes
tienen bajo su dependencia a emplea- aplicación a los entes jurídicos, de algunas nor
dos o agentes que carecen de autonomía y de mas de derecho privado: los citados
artículos representación de las entidades públicas.
2347 y 2349 del Código Civil, reguladores de Se considera:
relaciones entre las personas naturales, respon Para decidir sobre el
recurso incoado y seña
dieron a dicha tendencia. lar a la vez una orientación uniforme a la doctri
11. En efecto, la sentencia de esta Corte, fe na acerca de la
responsabilidad aquiliana de las
chada el 20 de octubre de 1898 (XIV, 684, 56), personas jurídicas, incluso el
Estado, es de rigor
afirmó la responsabilidad civil indirecta de las examinar la trayectoria seguida en esta
materia
personas morales en general, con inclusión explí por la jurisprudencia nacional.
cita de las de derecho público, advirtiendo que tal era hasta entonces la doctrina
consagrada
en fallos anteriores, de los cuales el de octubre 22 PRIMERO
de 1896 (IX, 565, 357) había aceptado la respon
sabilidad civil de la Nación originada en el Responsabilidad indirecta
delito imputable a los funcionarios públicos", 10. Esta fue la
responsabilidad inicial de las
que fuese cometido en el desempeño del cargo personas morales de derecho
privado y público,
o con pretexto del mismo. a causa de las culpas cometidas en daño de ter- Y
posteriormente no pocas sentencias de las ceros, por sus funcionarios o
dependientes, en Salas de Negocios Generales y de Casación Civil ejercicio de sus
funciones o con ocasión de ellas. de esta Corporación reprodujeron literalmente
Se reconoció esta responsabilidad partiendo del
los siguientes conceptos del fallo citado de octu principio de que la persona jurídica se halla
obli- bre de 1898, como respaldo de sus conclusiones: gada a elegir sus agentes y a
vigilarlos de ma- "En materia delictual y cuasidelictual esta nera cuidadosa, ya que son
sus dependientes o blece (la ley) que es la 'mala elección' o 'falta subordinados, de
suerte que si incurren en culpa, de vigilancia' en el empresario o patrón, la causa
ejerciendo sus cargos, ésta se proyecta sobre la que se presume mientras no se
pruebe ausencia entidad jurídica, en la forma prevista en los de culpa" ... Ahora
bien; en materia de delitos artículos 2347 y 2349 del Código Civil. Y como y culpas
civiles, la jurisprudencia se halla per la doctrina había deducido, para los casos
con- fectamente de acuerdo en hacer recaer sobre los templados materialmente en dichos
textos, algu- comitentes la responsabilidad de los agentes, aún nas presunciones de culpa
de quienes tenían a por la mala elección que de ellos se haga. Un em su cuidado o
bajo su autoridad o guarda a las presario de transporte, por ejemplo, que tiene a
personas a que tales preceptos aluden, fueron su servicio empleados que por su
negligencia, igualmente aplicadas dichas presunciones a los malicia o descuido causan
daños a las personas entes jurídicos, los cuales podían desvirtuarlas o a las cosas,
se hace responsable de las faltas de demostrando haber tomado las medidas
encami- sus dependientes por no haber puesto el debido nadas a una acertada
escogencia y un esmerado cuidado en su elección y haber empleado a per control de sus
agentes. Era la responsabilidad sonas que no tienen las condiciones requeridas por
los hechos "ajenos”, que las citadas dispo- para el buen desempeño de su
cargo. siciones estatuyen literalmente. .
“El rigor de estos principios es mayor, si cabe, Ni el Cóligo de Napoleón, ni el del
señor cuando se trata de los hechos de los empleados Bello, ni legislación alguna del
siglo pasado pro- públicos con relación a la entidad que los nom veyeron sobre la
responsabilidad aquiliana del bra, y en este sentido se han resuelto por la sujeto
jurídico, creación de la ley. Se legisló Corte cuestiones análogas a la presente, y no
solamente para la persona física. Mas, la doctri. habría razón alguna para cambiar
los prece na pronto llegó a comprender a las personas dentes establecidos en
punto que asume excep morales de derecho privado, y más tarde a las cional
gravedad”,
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12. Esta jurisprudencia, comprendía toda ye probando la ausencia


de culpa, o sea que así especie de personas morales y agentes de las
en la elección del empleado (préposés, llaman mismas y tanto el delito como
el cuasidelito en los franceses), como en el desarrollo del hecho que incurriesen,
imputables a defectuosa elección causante del perjuicio, el dueño uso de los
re o vigilancia de los empleados, a menos que acre - cursos que un hombre
avisado y diligente em ditasen haber empleado en ello una prudente plearía en
situación semejante tanto para asegu diligencia, o, en una palabra, ausencia de
culpa. rar la buena elección del agente, como el cumpli Lo cual significa que se
trataba de una respon- miento normal de la respectiva función por parte sabilidad
indirecta presunta de los comiten- de éste, en forma tal que el comitente no tuvo tes!!
medio de prever o impedir el daño". Se repitió esta doctrina en fallo de julio 19
Posteriormente esta doctrina fue confirmada de 1916 (XXV, 1294 y 1295,
304.), referente al en sentencias de noviembre 16 de 1941 (LII, caso de
responsabilidad de la Administración, 1981, 758), febrero 25 de 1942 (LIII, 1983,
87), por negligencia en la ejecución de las obras de octubre 28 de 1942 (LIV bis, p.
379), agosto 27 mejoramiento de una vía pública, con las cuales de 1943 (LVI, 2001,
509), abril 20 de 1944 se causó daño a uno de los propietarios vecinos; (LVII,
2006 a 2009, 148), noviembre 5 de 1952 y la sentencia de 17 de junio de 1938, de la
de Negocios Generales
Sala (LXXIII, 2121 y 2122, 626), julio 4 de 1957
(XLVI, 1937, 686), reite. (LXXV, 2114, 846), julio 26 de 1957 (LXXXV,
ró la responsabilidad indirecta de las personas 2184, 923) y febrero 2 de 1959 (XC,
2207 a 2209, morales --incluído el Estado con la misma 16). Algunos fallos v. gr.
los fechados en junio sustentación en los artículos 2347 y 2349 del Có- 30 de 1941
(LII, 1977, 115), marzo 3 de digo Civil,
1942 (LII, 1981, 907) y octubre 20 de 1958 La casación de mayo 12 de 1939
(XLVIII,
(LXXXIX, 2003 a 2005, 771), admitieron a 1947. 30). reitera esta tesis con el
respaldo de la vez el sistema de las “fallas del servicio pú las citadas normas, las
cuales “establecen una blico". presunción de culpa contra el empresario o due- .
13. Estas decisiones, a través de los diversos ño por razón de los daños causados por
sus de- casos y mediante un permanente empeño doctri pendientes con ocasión del
ejercicio de las res- nario, configuraron la responsabilidad indirecta pectivas
funciones”, y no del artículo 2341, “que de los entes jurídicos, así: regula el hecho
personal”.
a) Existe una responsabilidad civil indirecta El fallo de la Sala de Negocios
Generales de
de la persona moral, privada y pública, basada junio 30 de 1941 (LII, 1977,
115), mantuvo
en el hecho dañoso de sus agentes, por los actos esta doctrina en relación con los
agentes de la
ejecutados en ejercicio de sus cargos o con oca Administración, en virtud de la
"subordinación
sión de los mismos, cualquiera que sean la posi y dependencia” en que se hallan, de
forma que
· ción jerárquica de aquéllos y la especie o calidad la culpa del empleado
"repercute sobre el em
de sus funciones o tareas; pleador”, quien se hace por ello indirectamente
b) Se presume la culpa de la persona moral, responsable:
porque ésta tiene la obligación de elegir el per “Situando la responsabilidad del
Estado en el
sonal y de vigilarlo diligentemente; Código Civil -dicese explica únicamente por
c) Dicha presunción puede desvirtuarse pro aplicación, conforme ya está dicho, de
los ar tículos 2347, primer inciso y 2349, en cuanto del bando ausencia de culpa;
contenido de dichos preceptos, examinándolos d) Existe, además, una
responsabilidad perso con un criterio de científica interpretación, se nal del autor del
daño frente a la víctima; puede inferir el principio de que por razones de e)
Responden solidariamente al damnificado subordinación y dependencia, la
culpa personal
la persona jurídica y el agente infractor, con del empleado que ocasiona daño a
tercero con
el derecho de la primera a ser reembolsada por ocasión del servicio prestado,
repercute sobre el
el último; empleador, quien solidariamente con el primero
f) La acción idemnizatoria contra la persona está obligado a reparar el perjuicio.
Además de la falta personal del empleado, regulada por el
moral prescribe en tres años; contra el autor, si
se trata de infracción penal, en el lapso de pres artículo 2341, existe la del empleador,
quien en ese caso se hace responsable por razón de una cripción de la pena, o en
veinte anos, si de cuasi presunción de culpa consistente en falta de vigi- delitos, y
lancia-y mala elección de su representante, man g ) Le sirven de arraigo a esta
doctrina, espe datario o dependiente; presunción que se destru- cialmente, los citados
artículos 2347 y 2349 del
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Código Civil, que tratan de la responsabilidad indirecta por los hechos


llamados "ajenos".

SEGUNDO

Responsabilidad directa y responsabilidad por las "fallas del servicio


público".
14. En relación con las personas jurídicas en general, contempladas ya
doctrinariamente en el Título 34, Libro IV, del Código Civil, y de manera concreta
en los artículos 2347 y 2349 sobre responsabilidad indirecta, la evolución ju
risprudencial halló insuficientes los fundamen tos de esta última, ya por la
inaplicabilidad de los deberes de escogimiento y control, que inspi ran las
situaciones previstas en los artículos 2347 y 2349, ora por la vinculación sui generis,
necesaria, entre la estructura orgánica de la persona jurídica y sus agentes, cuya
presencia en ella es esencial para su existencia efectiva, funcionamiento y
consecución de sus fines. "La calidad de ficticias de las personas jurídicas -dijo la
Corte no permite en verdad estable cer la dualidad personal entre la entidad misma y
su representante legal, que se confunden en la actividad de la gestión”.
De esta manera la jurisprudencia nacional, a partir de la casación de agosto 21
de 1939 (XLVIII, 1950, 663) inició la revaluación de los conceptos básicos de
tal responsabilidad indi recta aplicada a las personas morales, conceptos referentes
como acaba de decirse a los debe res de vigilancia y selección del personal y a la
naturaleza del vínculo entre el sujeto moral y sus empleados, y recibió la nueva
orientación de una responsabilidad directa de la persona jurí- dica, por el quebranto
patrimonial y moral que a terceros ocasionaren culposamente sus agentes, en
ejercicio de sus atribuciones, con ocasión o a pretexto de éstas. El problema fue
desplazado, por tanto, de los citados artículos 2347 y 2349, para yincularlo al principio
general del artículo 2341.
Esta responsabilidad directa fue delineándose a lo largo de numerosas providencias,
sin perjui- cio de la forma indirecta, -que no pocas provin dencias siguieron aplicando-_:
ni de la tesis organicista, que a poco fue acogida; ni del más nuevo criterio, en lo
atinente a la responsabili dad del Estado, conocido con el nombre de las “fallas del
servicio público". Lo cual quiere an- ticipar que cada tesis mereció ser acogida por la
jurisprudencia en diversas ocasiones, pero no en etapas definidas, sino alternándose
unas con otras, en una misma época, sin el predominio de ninguna.
15. Las sentencias, entre otras, de noviembre 18 de 1940 (L, 1964, 439),
julio 10 de 1942 (LIV, 1989, 27), abril 7 de 1943 (LV, 1996 y 1997, 259),
mayo 26 de 1944 (LVII, 2010, 372), noviembre 28 de 1944 (LVIII,
2016, 148), abril 18 de 1945 (LIV, 2719, 98), abril '11 de 1946 (LX,
2032, 565), septiembre 30 de 1946 (LXI, 2038, 115), octubre 30 de
1946 (LXI, 2040, 410), febrero 21 de 1947 (LXI, 2042, 777) y octubre 18
de 1950 (LXVIII, 2087, 467), señalaron a la responsabilidad directa de los
entes morales públicos y privados, los siguientes distintivos generales :
a) La culpa personal de un agente dado com promete de manera inmediata a la
persona jurí dica, porque la culpa de sus agentes, cualesquiera que éstos sean, es su
propia culpa; subsiste, por tanto, como base de responsabilidad el hecho danoso
de un agente determinado;
b) Lås obligaciones de elección y vigilancia diligentes, propias de la
responsabilidad por los hechos “ajenos” de las personas naturales, que contempla el
artículo 2347, no explican la res ponsabilidad de los entes morales; y desaparecen, en
consecuencia, las presunciones de culpa de éstos fundadas en dichas
obligaciones;
c) La entidad moral se redime de responsa bilidad probando un hecho extraño (caso
fortui. to, hecho de terceros o culpa de la víctima);
d) Responden del daño, solidariamente, la per sona jurídica y el autor, y
aquélla puede exigir de éste el valor de la reparación satisfecha a la víctima;
e) La acción contra la persona moral pres cribe conforme al derecho común, en
veinte años; contra el agente, en tres anos, y
f) Arranca esta nueva forma de tratar la responsabilidad de los entes morales, del
artículo 2341 del Código Civil, fundamento general de la responsabilidad
extracontractual.
16. Pero, esta responsabilidad directa sufrió luégo dos variantes de importancia en
la juris prudencia de la Corte; una, en relación con las personas morales privadas y
públicas, y otra, respecto de estas ultimas, unicamente.
A) La primera consistió en la adopción de la tesis organicista, según la cual, los
agentes de la persona moral se dividen en dos grupos: el de los directores y
representantes depositarios de la voluntad de aquéllas, es decir, los órganos de la
misma; y el de los auxiliares o dependientes, ajenos a tales calidades. Conservó esta
variante la responsabilidad directa respecto a los hechos de los agentes órganos, y la
indirecta en lo ati
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nente a los agentes subalternos, con las conse- cuencias


correspondientes a la una y a la otra.
B) La segunda, en la aparición de la tesis de "las fallas del servicio”, como
proyección del deber del Estado de prestar a la comunidad los servicios públicos y en
virtud de la cual el daño originado en irregularidades o deficiencias de éstos,
debe ser satisfecho por la Administración; no juega, pues, necesariamente, el
concepto de culpa de un agente identificado, porque la falla puede ser orgánica,
funcional o anónima. O en otras palabras, la culpa del derecho común, loca
lizada en un agente infractor, según la tesis de la responsabilidad directa, vino
a radicarse en el Estado, configurándose la llamada culpa la administración.
17. Se avanzó más, en consecuencia, en este último terreno, porque el factor culpa se
afectó en su especificidad y sujeto; lo primero, porque no fue exclusivamente el hecho
singular y de- terminado, causante de un daño, sino también la falla general de
organización ó funcionamiento de un servicio público; lo segundo, porque el sujeto
no fue ya un hombre concreto, sino el Estado, en razón del deber primario -que
expli ca su existencia de suministrar adecuadamente los servicios públicos al grupo
humano que go- bierna y representa. El objeto, la extensión y variedad de los
servicios públicos, en el límite que lo exijan las necesidades del pueblo, fueron
bastantes a medir y precisar la responsabilidad del Estado, por las irregularidades de que
pudie sen adolecer esos mismos servicios.
Dijo así la Casación de agosto 21 de 1939 (XLVIII, 1950, 663):
“Se ha llegado a admitir generalmente la responsabilidad civil de esta especie de
personas morales sobre la consideración de que hubo culpa de su parte en la escogencia
o elección de la persona que en su representación o a su nombre debe ejecutar determinados
actos que ocasionan daños, o porque la persona jurídica no ejerció sobre esos
representantes o agentes la vigilancia necesaria para evitar la ocurrencia de los actos
culposos generadores de la obligación de indem nizar perjuicios. Esta teoría basada
en la culpa in eligendo y en la in vigilando ha situado esta especie de responsabilidad
indirecta del Estado por causa del funcionamiento de servicios públic cos en el campo de la
responsabilidad por otro que se presenta en los casos determinados en la ley,
cuando una persona que está bajo la depen dencia y cuidado de otra ocasiona un daño a
un tercero, que no pudo impedir el responsable con la autoridad y cuidado que su
respectiva calidad
le confiere y prescribe (artículos 2347, 2348 y 2349, C. C.), no es la
que correponde exactamen te en tratándose de la responsabil dad civil extra
contractual de personas jurídicas de derecho pú blico, porque en estos casos no
existe realmente la debilidad de superioridad o la ausencia de vigilancia y
cuidado que figura indefectible mente como elemento constitucional de la respon
sabilidad por el hecho ajeno, ya que la calidad de ficticias que a ellas
corresponde no permite en verdad establecer la dualidad personal entre la
entidad misma y su representante legal que se confunden en la actividad de la
gestión. Esta teoría de la responsabilidad por otro para justi ficar la del Estado
cuando causa daños como gerente de los servicios públicos, derivada de los
principios del derecho civil que consagra la responsabilidad de los amos por los
hechos culpo sos de sus dependientes, está revaluada por la nueva concepción que
quiere fundar la respon sabilidad culposa en un concepto objetivo prin cipalmente,
equivale al deber del Estado de repa rar los daños que cause a los ciudadanos por
el funcionamiento inadecuado de los servicios públicos, con secundaria
consideración a la falta o culpa imputable a los agentes encargados legal mente
de poner en actividad esos servicios. No se puede ordinariamente en el análisis de estos
casos aislar la culpa del funcionario encargado normalmente de accionar el servicio
público de lo que es propiamente su función oficial. Gene ralmente son faltas de servicio
que comprometen la responsabilidad de la administración, salvo, naturalmente, los casos
de culpa personal del empleado que lo compromete individualmente por las
actividades ajenas a las funciones del servicio mismo o independientes de él. No es
falta en la selección del -personal. (culpa in eli gendo) la base de la
responsabilidad estatal, que más bien debe buscarse en la falta de previsión hacia
los ciudadanos que va implícita en el mal uso del poder de control y dirección que
corres ponde a los gestores municipales en las activi dades de servicios adscritos al
Distrito'.
18. Esta doctrina fue reiterada después en casaciones de 30 de noviembre de 1942
(LIV Bis, 289) y abril 7 de 1943 (LV, 1996, 250), y aun cuando el fallo de la Sala de
Negocios Generales de 27 de agosto de este último año (LVI, 2001 a 2005, 511),
revivió la tesis de la responsabi lidad simplemente indirecta, y el de 15 de mayo de 1944,
de la misma Sala (LVII, 2010 a 2014, 793 y ss.) introdujo, en relación con las personas
jurídicas, públicas y privadas, el criterio orga nicista, la doctrina de la responsabilidad
de las
fallas del servicio público' continuó inspiran
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do crecido número de decisiones de la Corte, responsabilidad


extracontractual directa (V. NO como aparece de las fechadas en febrero 21 de
35 ib.). 1947 (LXI, 2042 a 2044, 777), julio 9 de 1948 No se trata de
responsabilidad “objetiva”, (LXIV, 2062 y 2063, 595), octubre 18 de 1950 pues
reposa en el factor culpa, cuya raíz se halla (LXVIII, 2087 y 2088, 467), febrero 24 de 1953
(LXXIV, 2124 y
7), febrero 24 de 1953 en la referida misión del Estado; ni tampoco
2125, 275), julio 7 de 1953 de la teoría del “riesgo creado", que es respon
(que no aparece publicada) y agosto 13 de 1953, sabilidad objetiva que algunos defienden
para no obstante citar como apoyo los artículos 2347 los casos de las actividades
peligrosas. Respecto y2349 del Código Civil (LXXVI, 2133, 156). de
éstas la jurisprudencia nacional tiene esta
blecidas presunciones de culpa, expuestas a ser 19. La responsabilidad de la
Administración,
desvirtuadas mediante la demostración de uno conforme a la tesis de las “fallas del
servicio”,
de los hechos exceptivos que admite la doctrina. quedó según la doctrina expresada,
caracterizada en lo general, en los términos siguientes, sin per juicio de las precisiones
que este fallo le intro duce más adelante (V. Nos. 32 a 35).
TERCERO a)Se sustituye la noción de culpa individual
La responsabilidad según la tesis organicista de un agente determinado, por
la "falla del . servicio", o culpa de la Administración; desapa
20. Aceptada jurisprudencialmente la aplica rece, en consecuencia, la necesidad de
demostrar
bilidad de las normas del Código Civil sobre la acción o la omisión de un agente
identificado; es suficiente la falla funcional, orgánica o ano
responsabilidad extracontractual a las personas
jurídicas públicas y privadas, no contempladas nima;
literalmente en las normas del título 34, Libro b) Se presume la culpa de la persona
jurídica, IV del Código Civil, primero para imponerles no por las obligaciones de elegir
y controlar a una responsabilidad indirecta con la contribu los agentes
cuidadosamente, puesto que las pre
ción de los artículos 2347 y 2349; después, para sunciones basadas en estas
obligaciones no exis
fundar una responsabilidad directa, con arraigo ten en la responsabilidad directa, sino
por el en el principio general del artículo 2341; luego, deber primario del Estado de
prestar a la colec
en cuanto a las personas de derecho público, tividad los servicios públicos;
para crear una responsabilidad por “fallas del c) Basta a la víctima demostrar la
falla cau- servicio”, tal aplicabilidad del derecho civil se sante y el daño;
ensayó, por último, con el ingreso a la jurispru d) En descargo de la
Administración no pro
dencia, de la tesis organicista, en relación con cede sino la prueba de un elemento
extraño
toda clase de personas morales, públicas y pri
vadas. (caso fortuito), hecho de un tercero o culpa de
21. En efecto, la sentencia de mayo 15 de 1944 la víctima';
(LVII, 2010 a 2014, 793 y ss.), consagró esta e) Si el daño se produce por el hecho
de un última concepción: determinado agente, en ejercicio de sus funciones "Claro es
que habrá necesidad -dice de o con ocasión de las mismas, la Administración
tener en cuenta la índole propia de las personas y el agente responden solidariamente
al damni morales para poder deducir consecuencias res ficado, con acción de
reembolso a favor de
pecto al modo como comprometen su responsabi aquélla;
lidad civil. La persona física se obliga con res f) Los actos u omisiones dañosos del
agente, ponsabilidad directa en los casos en que ella obra por fuera de los servicios
públicos, generan una personalmente, o cuando interviene expresamente
responsabilidad exclusiva del mismo;
con su voluntad en el acto que ejecuta su subor
dinado; la persona moral habría de comprometer g) La acción indemnizatoria
contra la Admi
su responsabilidad directa cuando actúan su nistración prescribe según las reglas
generales,
gerente o directiva u otros gestores suyos que por tratarse de responsabilidad
directa, y la
tengan la representación especial de aquellos acción contra el agente determinado,
si lo hubie
para obligarla, pues solamente entonces puede re, en tres años, aplicando en este
caso el artículo 2358 del Código Civil. (En el NO 34 del presente
decirse que es la persona moral misma la que
obra. En los demás casos no es ella misma la que fallo se aclara y precisa este
punto), y
actúa sino sus agentes, del propio modo que h) La Corte ha sustentado esta
doctrina en obran los agentes o subordinados de una persona el artículo 2341 del
Código Civil, base de la física... Habrá órganos de la persona moral
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CUARTO
El estado actual de la Jurisprudencia
agrega— cuando en la persona física que lo ejerce se halla 'el asiento de la
voluntad que la dirige' y en los demás casos, de personas que no encarnan su
voluntad, ellas serán apenas sus agentes o representantes ordinarios, mas
no sus órganos?'.
22. Esta jurisprudencia, después de que otros fallos les abrió paso de nuevo a
las doctrinas de la responsabilidad directa e indirecta de la Administración, fue acogida
de nuevo en sen tencias de octubre 27 de 1947 (LIII, 2054 y 2055, 87, abril 16 de
1165),
1955 (LXXX, 2153, 177), no. viembre 2 de 1956 (LXXXIII, 2174 y 21
febrero 28 de 1958 (LXXXVII, 2192, 130), diciembre 6 de 1960
(XCIV, 2233 y 2234, 438), septiembre 1o de 1960 (XCIII, 2030 y
2031, 2057) y abril 14 de 1961 (XCV, 2239,
735).
23. Tales providencias señalaron a la tesis organicista estos caracteres generales:

a) En toda entidad jurídica, privada o públi ca, hay agentes representativos,


depositarios de la voluntad de la persona moral, y agentes auxi. liares, no
representativos ni depositarios de esa voluntad;
b) Sólo la culpa de los primeros repercute directamente sobre la entidad moral,
dado el carácter representativo que ostentan; en tanto que la culpa de los agentes
auxiliares, por care cer de dicho carácter, no genera sino una respon sabilidad indirecta del
ente colectivo; . C) Subsiste el factor culpa como causa gene radora de la
responsabilidad, y debe, por tanto, probarse el hecho dañoso concreto de un agente
determinado;
d):Para exonerarse la persona jurídica, si el daño se debe a culpa de uno
de sus órganos, debe probar un factor extraño (caso fortuito, hecho de un tercero o
culpa de la víctima); si de un agente auxiliar, le basta demostrar ausen- cia de culpa;
e) Prescribe la acción contra la persona moral, en el primer caso, conforme a las reglas
comunes, y en el segundo, en tres años. En éste, contra el subalterno o auxiliar, según las
normas ordina rias, y
f) Se funda esta tesis, en lo que atañe a los agentes representativos, en el artículo 2341
del Código Civil, que ordena responder por el per- juicio causado a otro, y en lo que
respecta a los demás, en los premencionados artículos 2347 y 2349, asiento de la
responsabilidad indirecta.
24. Los antecedentes expuestos demuestran que el proceso jurisprudencial relativo a esta
materia comenzó antes de iniciarse el presente siglo, con la admisión de la
responsabilidad indirecta de las personas jurídicas, incluso las de derecho público,
por la culpa de sus agentes, sin distin ción de categorías, deberes y oficios. Lo cual co
loca a Colombia entre los países de vanguardia en América en lo que
concierne a las transfor maciones jurisprudenciales del derecho sobre
responsabilidad extracontractual.
Como medida inicial, la Corte tomó la siguiente del artículo 2347 del Código Civil,
sobre respon sabilidad indirecta, que estaba circunscrita a las personas naturales, para
llevarla al dominio de las personas jurídicas de derecho privado y pú blico; como aparece
de las citadas sentencias de 1896 (octubre 26) y 1898 (octubre 20) y de otras
anteriores a que éstas aluden. Después de una larga reiteración, esta
doctrina sufrió una mudanza radical, como antes se expuso (casación de agosto
21 de 1939, XLVIII, 1950, 663), por haber entrado a participar en la forma como
de allí en adelante la jurisprudencia desató los litigios al respecto, el criterio de la
respon los litigios al respecto, el sabilidad directa, cuyas aplicaciones se sucedie ron
profusamente en tiempo posterior.
Pero, a la vez y desde el año de 1941 (senten cia de junio 30, LII, 1977, 117), fue
acogida la tesis de las “fallas del servicio público', que basa la responsabilidad
aquiliana del Estado, en la deficiencia o irregularidad del servicio, sin ligamento a un
autor individualizado ni a la circunstancia de que éste sea funcionario supe rior o
simple auxiliar. Aquí, el mismo poder renovador jurisprudencial apeló al artículo 2341
del Código Civil, para sustentar en dicha tesis la responsabilidad civil de las personas
públicas.
En una palabra, de la tesis de la responsabi lidad indirecta de las personas morales,
hizo la Corte una intensa y uniforme aplicación hasta el año de 1939; pero, sin que
hubiese dejado de seguir esta misma senda en no pocas senten cias posteriores, aquel
año marcó la aparición de la doctrina de la responsabilidad directa; el de 1941 (fallo de
junio 30, LII, 1977, 117) la del sistema de las “fallas del servicio público''; y el de
1944 (sentencia de mayo 15, LVII, 1977, 117), la del criterio organicista, hasta las mencionadas
de 1960 y. 1961, de modo que todas las expresa das formas participaron
coetáneamonto del favor de la jurisprudencia.
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25. Es, pues, evidente que la doctrina aparece. a) De las relaciones de


familia, y por ello “el al respecto sin una definición uniforme. Las de padre, y a
falta de este la madre, es responsable cisiones, ya de la Sala de Negocios
Generales, de hechos de los hijos menores que habiten en bien de la
Casación Civil, han franqueado los la misma casa”; textos del derecho
común a las personas jurí.
b) De las relaciones de guarda, y así “el tutor dicas, públicas y privadas. Más, los
diversos
o curador es responsable de la conducta del pu
a criterios se han entrelazado en un mismo perío
pilo que vive bajo su dependencia y cuidado”; do, sin duda por la complejidad
y variedad de los casos que permanentemente se suceden y el c) De las relaciones a
que da lugar la educa afán de la rama jurisdiccional de buscar solu- ción, en virtud
de las cuales los directores de ciones a tono con el progreso de la ciencia jurí- colegios
y escuelas “responden del hecho de los dica, en las que no han dejado de
influír las discípulos mientras están bajo su cuidado”, y nuevas
directivas de la doctrina general con- d) De las relaciones de trabajo, con
motivo temporánea.
de las cuales responden "los artesanos y empre sarios del hecho de sus aprendices
o dependien
tes”, “mientras están bajo su cuidado”; así QUINTO
como los patronos del daño causado por los em
pleados domésticos “con ocasión del servicio La tesis de este fallo
prestado por éstos a aquéllos”. 26. Tales consideraciones han llevado a la 28. De
los vínculos entre la persona de dere Corte a revaluar las antedichas tesis y a preferir,
cho público o privado, que es ente jurídico con como consecuencia, la directa, en el ámbito
de personalidad propia, con capacidad esencial y de las personas jurídicas privadas,
partiendo de la ejercicio, de acuerdo con su constitución, y sus presencia del factor culpa de
las mismas, como agentes, no puede decirse lo que predican dichas repercusión del
hecho de sus agentes; y en el disposiciones de los sujetos que se hallan
ligados campo de la Administración, la de las fallas entre sí por los nexos antes
referidos. No están del servicio”, caracterizada por el deber prima los agentes
bajo la “dependencia”, ni tampoco rio del Estado de suministrar los servicios públi
al "cuidado",-de la entidad moral, como sí se cos y por una orientación social más
adecuada hallan el hijo, el pupilo, el alumno, el aprendiz, a estos tiempos. (Véase en el
mismo sentido, la el sirviente, el empleado doméstico, en relación sentencia de la Sala
de Negocios Generales de con sus padres, guardadores, directores de insti. esta
fecha).
tutos de enseñanza, maestros y patronos, y si Lo cual no excluye la construcción
doctrinaria estas personas se descargan de la responsabilidad reiterada con apoyo en el
artículo 2356 del Có- que les incumbe probando no haber podido evi digo Civil, sobre
responsabilidad por el daño
tar el daño con la "autoridad y cuidado que su producido en actividades peligrosas,
respecto de respectiva calidad les confiere y prescribe'', 'se las cuales se presume la
culpa de las personas ve claro que ello es inaplicable a las personas naturales y
jurídicas, presunciones que conducen jurídicas, y es, por tanto, improcedente instituír a
eximir a la víctima de probar la culpa, para una responsabilidad y unas presunciones de cul
contrapesar la desventajosa situación de los par- pa con base en deberes inexistentes. De
lo cual ticulares frente a quienes se mueven en un radio se infiere que sin las dichas
presunciones in de acción caracterizado por la peligrosidad o en eligendo e in
vigilando, la responsabilidad indi cuyas funciones como acontece con el Estado recta
no se sostiene, y la directa io las requiere. figuran algunas de esta naturaleza.
Por otra parte, la fusión vital entre la persona
jurídica y sus agentes presenta tan peculiares 27. Estos, los motivos de dicha
preferencia:
caracteres, que tampoco cuadra a ello una res 1: Los artículos 2347 y 2349 del
Código Civil ponsabilidad por los hechos ajenos”. hablan de la responsabilidad
indirecta, que es la
La doctrina general ha formulado serios repa originada, no en los actos propios o
personales,
ros a la forma indirecta de la responsabilidad sino en los ejecutados por otras personas, de
de las personas morales, motivo por el cual dicha quienes están llamadas a responder las
ligadas
forma puede considerarse ya fenecida, en lo que a ellas según la ley.
atañe a tal especie de persona (V. Josserand Por consiguiente, para responder por
las accio
“Cours de Droit Civil”, TO II, NO 510, 10a ed.). nes de otro, ha de haber un
vínculo, razón de ser de tal responsabilidad. Tal vínculo debe pro- 29. La tesis
organicista de la división de los ceder, de acuerdo con aquellas normas:
agentes, en funcionarios órganos y subalternos
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auxiliares, para que la persona jurídica responda 30. La persona natural obra por
sí y en razón de manera directa sólo de las culpas de los pri - de sí misma; goza no
sólo de entendimiento y meros, y de modo indirecto por las de los últimos, voluntad,
sino también de los medios u órganos
es artificiosa e inequitativa.
físicos para ejecutar sus decisiones. La persona Lo primero, porque no hay un
motivo bastante moral, no; su personalidad no decide ni actúa a demostrar que es lógico
distinguir entre unos por sí misma, sino a través del vehículo forzoso y otros agentes
y variar en consecuencia la posi
de sus agentes sin los cuales no pasaría de ser ción de la entidad jurídica frente
a los actos
una abstracción. Por eso se ha dicho que su vo lesivos que aquéllos ejecuten en
desempeño de
luntad es la voluntad de sus agentes. Entonces, sus funciones: todos ellos cooperan al
logro del
sin la coexistencia de la entidad creada y de sus fin colectivo, cualesquiera que sean
sus calidades
agentes, a través de la "incorporación de éstos y oficios, y de todos depende el
funcionamiento en aquélla --apelando a un vocablo en uso y realización de los fines
del ente moral.
constituye un todo indivisible, que no admite tal La identidad alegada entre los órganos
de la
discriminación.
Y por ello la tesis organicista es también ine persona física y los agentes de
la jurídica, a quienes corresponde la dirección o representa
quitativa. O todos los agentes, cualesquiera que
ción de la entidad, va siendo revaluada. “No
sean su posición, atribuciones y tareas, son órga habría que concluír, desde
luego, en la identidad
nos, con igual aptitud para obligar directamente de los órganos de una persona
moral con los
a la entidad a que pertenecen, por los actos órganos de una persona física;
existe entre los
culposos que ejecuten en el desempeño de sus

unos y los otros una oposición de naturaleza:


cargos, con apoyo en el artículo 2341;o ninguno
el órgano de la persona moral es el asiento de la
lo es, para que la responsabilidad del ente jurí voluntad que la dirige, en tanto que los
órganos
dico sea simplemente indirecta, con respaldo en
los artículos 2347 y 2349; pero, como tal conclu de las personas físicas son los
instrumentos in
sión es también inadmisible en esta hora, es la conscientes de una voluntad que
los mueve". (Planiol, Ripert y Savatier. "Traité Pratique
equiparación de todos los agentes el resultado de Droit Civil Francais", T. VI, NO 93). Y
que se impone, ya que, además, su clasificación haciendo referencia concretamente a la
respon
práctica presenta serios tropiezos. sabilidad de los entes morales, agregan
estos 31. De lo anteriormente expuesto fluye la ina tratadistas que "la distinción
del órgano y del plicabilidad de la tesis de la responsabilidad indi agente desde el
punto de vista de la responsabi- recta, por “el hecho ajeno”, y del mismo modo, lidad civil
parece inútil... Además, empleado u la organicista, construída sobre tan improcedente
órgano, es necesario que el agente haya obrado discriminación. en el ejercicio de
sus funciones, sin que haya En cambio, el problema se desata en forma de darse a
esta expresión dos sentidos diferentes satisfactoria, desde el ángulo de la persona jurí
según el caso". Walline destaca --como es sabi- dica privada, mediante la tesis de la
responsabi. do, las dificultades que rodean la calificación lidad directa, en una palabra, por
ser los actos de jurídica de los órganos de la entidad moral, difi- los agentes, sus propios
actos, tesis cuyos carac cultades que conllevan otras tantas para aplicar teres
quedaron determinados en el número 15 la concepción organicista.
de esta providencia. En lo que atañe al Estado, H. y L. Mazeaud 32. En lo que se refiere
a la responsabilidad dicen que “todo agente de la Administración, del Estado, la tesis de las
“fallas del servicio así sea subalterno (subraya este fallo), es un público! O culpa de la
administración, se inspira representante de la Nación... Poco importa la en el deber
primordial de la entidad pública, calidad del autor del hecho: funcionario, emplea- de
suministrar a los asociados los medios condu do auxiliar o dependiente de la
Administración”. centes a la efectividad de sus derechos, esto es, (La responsabilité civil,
T. III, 2008 y 2009). a la consecución de sus fines. Tal es el objeto de Duguit aclara que
“cualquiera que sea el agente, una organización de hombres sobre un territorio el
órgano administrativo de quien emane el acto, determinado, con autoridades y leyes
propias. compromete la responsabilidad pública, ya emane. Aquellos medios no son
otra cosa que los servicios de la más alta autoridad, el Presidente de la públicos, de
cuya eficacia dependen la verdad República, personificando el Gobierno, ya del práctica
de esos derechos y la realización cierta más humilde de los funcionarios”. “Masa homo- de
tales fines. De modo que si en la prestación génea de agentes públicos”, llama Chapus al de
dichos servicios llega a causarse daños, es el personal de los servicios públicos
(Responsabilité Estado quien debe responder de ello, no como publique y Responsabilité
Privée, No 205). fruto de la presencia de un hecho específico de
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alguno o algunos de sus agentes identificados, el germen legal que le


permita llevar a estos con sino como secuela de la falla que se haya pro- fines
el horizonte de la responsabilidad extra ducido.
contractual de la Administración, La Corte tiene Cuando
la persona jurídica
privada debe re- descartada la teoría del “riesgo creado”, como parar
el daño inferido por uno de sus agentes, forma de solución de los conflictos
tocantes a la no lo hace como la Administración, en virtud de
responsabilidad originada en actividades peli aquel deber fundamental; por
ello, esa respon- grosas, como dan testimonio los fallos de diciem sabilidad no puede
provenir sino de la culpa de bre 9 de 1936 (XLIV. 1918, 412), noviembre 18 un
agente concreto. Mas, si el daño se produce de 1940 (L, 1964, 439),
febrero 14 de 1941 (L, en un servicio público, la responsabilidad se
1966, 739), mayo 30 de 1941 (LI, 1973, 527), origina en último
análisis, en el supradicho deber abril 20 de 1944 (LVII, 2006 a 2009 148) y
primario del Estado, causa eficiente, por tanto, abril 30 de 1947 (LXII, 2048, 338). de
la referida responsabilidad.
34. La tesis de “las fallas del servicio público" Lo anterior, desde un punto de
vista sustan cial mirando a la finalidad del Estado Invocan se encuentra sintetizada en
el número 19 de la igualmente tanto los autores, como las decisiones
presente sentencia. La Corte considera conve de tribunales de otros países, así
como el fallo
niente precisar la materia a que se refiere el de esta Corte de 30 de junio de
1941 (LII. 1977. punto g), acerca de la prescripción de las accio 117), entre otros. y
con el cual se restauró el cri. nes, tomando en cuenta lo que en algunos fallos terio
de las fallas del servicio público, los prin
tiene resuelto: cipios imponderables de la equidad y de la igual- a) La acción
por el daño, contra la Administra dad ante la ley, reguladores de las
relaciones ción, trátese de fallas imputables al hecho delic humanas, y
entonces apenas sí es elemental que tual o cuasidelictual de un agente determinado, dentro
de una noción de solidaridad social sea o de fallas orgánicas, funcionales o
anónimas, reparado por el Estado el daño que ocasionen
prescribe con arreglo al derecho común, en vein esas fallas.
te años. 33. La noción de culpa subsiste, pero se des- El Estado, como
entidad jurídica que es, no plaza de un sujeto individual al Estado, por
puede incurrir en ilícito penal, y por ello no le razón del deber referido, de suerte
que donde- es aplicable
es aplicable el artículo 2358 del Código Civil, quiera que tales prestaciones fallen con
la conse- fuera de que el sentido y trascendencia de los cuencia de un daño, la
Administración habrá servicios públicos y la función estatal que ellos dejado de
cumplir sus "deberes sociales” e in- representan, no justificarían que tal medio ex
currido, por consiguiente, en responsabilidad. Y tintivo de la responsabilidad del Estado
se some en mérito de la gravedad y trascendencia de tiera a reglas de excepción
como son las que trae dichos suministros, puesto que de ellos depende el citado precepto;
por el contrario, son las gene la convivencia social y la posesión de los bienes rales, en
ausencia de un ordenamiento especial, espirituales, morales y materiales que permitan
las que mejor consultan el interés social de repa al hombre el alcance de sus
aspiraciones y fines, rar el daño inferido a otro. se impone la presunción de culpa en
el Estado,
b) La acción de reparación contra el agente como sucede, por ejemplo, en la
responsabilidad,
determinado, si por culpas civiles, se extingue indirecta por los hechos ajenos” (arts.
2347
en el mismo término, ya que tampoco hay norma y 2349), o en la que caracteriza las
actividades
de excepción al respecto; y si de hechos punibles, peligrosas (art. 2356). Tal
presunción no puede
en el mismo lapso de prescripción de la pena, desvirtuarse, en consecuencia, sino
probando el
según el inciso primero del indicado artículo caso fortuito, el hecho de un tercero o la culpa
a 2358. De lo cual se colige que la prescripción de de la víctima. Todo lo cual enseña que
no se trata
tres años de que trata el inciso segundo de esta de una responsabilidad “objetiva”. La
respon
disposición, solamente obra en los casos de res sabilidad estatal a estos respectos
tiende a gene
ponsabilidad indirecta, de conformidad con el ralizarse a manera de seguro permanente o
con
artículo 2347; esto es, en favor de las personas respaldo en la teoría del "riesgo
creado", a fa vor de los particulares, por los quebrantos que
bajo cuyo cuidado o dependencia se encuentran sufran con ocasión de las
irregularidades de los
las causantes del daño proveniente de ilícito servicios públicos, comprendidos
naturalmente
penal. los casos fortuitos, los hechos de terceros y aún 35. Debe agregarse que,
controvertido, como ha la culpa del damnificado excluído el dolo sido el fundamento positivo del
sistema que fin Mas, la jurisprudencia nacional, no cuenta con ca la responsabilidad
del Estado en la prestación
de excepción amino, ya que tamnes, se extingue
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inadecuada, errónea o irregular de los servicios vicio público" (V,


casaciones de noviembre 30 públicos (V, Eustorgio Sarria. “Tratado de
De- de 1942, LIV, Bis, p. 289, y noviembre 28 de recho Administrativo'', p.
221 y ss., 2a ed. y Jai- 1944. LVIII, 2016, 148, y de la Sala de Negocios me Vidal
Perdomo. “ Derecho Administrativo Generales, la de septiembre 10 de 1948. LXIV,
General'', p. 255 y ss., año 1961), la Corte lo ha 2062, 622). encontrado hasta ahora
en el citado artículo 2341 Tampoco se da la violación de los artículos del Código
Civil, porque como lo ha dicho repe- 2347 y 2349 ibídem, ya que estos preceptos tratan
tidamente, este precepto "ha consagrado una de la responsabilidad indirecta; ni falta de
apli obligación general de indemnización, con respec- cación del artículo 2358, por tratarse,
se repite, to a todas las personas, sean físicas o morales, y de responsabilidad
de la Administración. el Estado, proceda como ente político o civil, debe
someterse al derecho" (sentencia de marzo 2 de Segundo cargo 1948, LXIII,
2057 y 2058, 397), y lo halla hoy, además, en el artículo 16 de la Carta, porque
37. Es de violación indirecta de los artículos entre los "deberes sociales del
Estado" sobresa- 2341 y 2356 del Código Civil, por infracción me le el de
prestar a la colectividad servicios públi- dio de los artículos 593, 601, 705, 719,
720, 721 cos eficientes, así que fallando éstos, deja de y 722 del Código
Judicial, debido a que “el cumplir el ordenamiento constitucional y debe
Tribunal Superior estimó y dio fuerza probatoria reparar el daño.
a los dictámenes médicos producidos sin el cum La inexistencia de un texto legal
que estatuya
plimiento de los requisitos exigidos por el Código concretamente la responsabilidad
aquiliana de
Judicial. De ellos dedujo la objetividad del daño las entidades jurídicas y la especial de
la Admi
emergente y del lucro cesante, y al proceder así nistración por las fallas del servicio, no
fue óbice
infringió las normas que regulan la peritación a la jurisprudencia, guiada particularmente
por
en el proceso civil”. la ley de la analogía, para abrirles sitio en las
Y ello porque la prueba de los hechos fue pro disposiciones del derecho común, y
ahora, así
ducida "sin el cumplimiento de las formalidades mismo, en el dicho artículo 16, de
institucional
legales sobre pruebas" y "porque toda decisión significado. Porque dondequiera
que rija un tex
judicial debe fundarse en los hechos conducentes to como el artículo 8o de la Ley 153
de 1887, no
de la demanda y de la defensa, si aparecen de-- faltará la norma que señale al Juez el
camino
mostrados, de manera plena y completa, según de la justicia y del
perfeccionamiento de la ju
la ley, y dado que “para la comprobación de risprudencia.
hechos que exigen conocimientos o prácticas espe ciales intervienen peritos cuyo
dictamen se debe
producir en la forma legal prevista en las dispo SEXTO
siciones sobre pruebas infringidas por el senten
ciador". El caso del presente negocio
SE CONSIDERA: 36. La sentencia del Tribunal Superior de Bogotá reconoce la
acción incoada por los actores 38. Si la prueba sobre las lesiones, la inca contra el
Distrito Especial. Invoca la tesis de la pacidad transitoria de Tinjacá y la definitiva de
responsabilidad del Estado por los daños que Planells, consistente en el concepto
técnico de se produzcan en los servicios públicos, con respal- las dependencias que la
Administración ha des do en el artículo 2341 del Código Civil, y ade- tacado a tal
efecto, como sucede con la Oficina más, en la constante jurisprudencia de la culpa
Central de Medicina Legal, a cuyo cargo corrie presunta de quienes se ocupan en
actividades ron los sucesivos reconocimientos de los damnifi peligrosas, según el
artículo 2356 ibídem, con- cados, no era posible ciertamente obtener una siderando entre
tales el servicio de automotores a
prueba mejor, siendo así que procede de la pro que atendía, en el radio de sus funciones,
el pia Administración, cuya responsabilidad en el Cuerpo de Bomberos del Distrito
Especial
asunto de que se trata ha motivado el presente Por tanto, no hay indebida aplicación del ar-
proceso. tículo 2341 del Código Civil; ni tampoco del Y si la prueba en referencia fue
allegada a artículo 2536, ibídem, porque la forma extintiva los autos con el lleno de los
requisitos de la ley de la acción contra el Estado, es la de derecho por medio de copias
auténticas de las diligen común de veinte años, de acuerdo con lo antes cias de
reconocimiento, no se ve cómo haya po expuesto sobre el sistema de “las fallas del ser-
dido quebrantar el fallo acusado las disposiciones
100
GACETA JUDICIAL
Nos. 2256, 2257, 2258 y 2259

de carácter probatorio mencionadas en el presen- ca de Colombia y por


autoridad de la ley, no te cargo. Las copias fueron pedidas durante el casa
la sentencia de fecha veinte (20) de marzo término de pruebas de la segunda
instancia y al de mil novecientos sesenta y uno (1961), pronun proceso ingresaron
oportunamente para obrar en ciada por el Tribunal Superior del Distrito Judi la decisión de la
litis.
cial de Bogotá, en el juicio iniciado por Reinaldo Demostrados así los
hechos generadores de la Tinjacá y Aurelio Planells contra el Municipio
obligación de resarcir el daño, la sentencia, en de Bogotá, D. E. cuanto
dispone regularlos mediante el procedi- Sin costas. miento señalado en el artículo 553 del
Código Judicial,tampoco infringe ninguno de los pre- Publíquese,
copiese, notifíquese, insértese en la ceptos de orden probatorio o
sustancial citados. Gaceta Judicial y ejecutoriada devuélvase al Tri
Por lo cual, no es casable el fallo de segunda bunal de origen. instancia.
Gustavo Fajardo Pinzón, Enrique Coral Ve DECISION:
lasco, José J. Gómez R., José Hernández Arbe
láez, Enrique López de la Pava, Arturo C. En mérito de las razones
expuestas, la Corte Posada. Suprema de Justicia, en Sala de Casación Civil. administrando
justicia en nombre de la Repúbli. Ricardo Ramírez L., Secretario.

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