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El canto y el canto a través del tiempo

¿Qué es el canto?

proviene del vocablo latino cantus. El canto es la emisión controlada de sonidos del aparato
fonador humano (voz), siguiendo una composición musical. El canto también ocupa un lugar
importante dentro de la música, ya que permite incorporar texto a la obra. (Y también puede darse
sin texto, sólo vocalizando como un instrumento). consiste en generar sonidos que resultan
melodiosos y, por lo general, agradables al oído de las personas.

El canto a través del tiempo…

La laringe, comúnmente llamada garganta, fue el primer instrumento musical del que hizo uso la
humanidad. Las antiguas culturas habían descubierto este instrumento y creían que el canto y la
música habían sido creados por los dioses. El arte del canto fue desarrollado por todos los pueblos.

En Babilonia, había grandes agrupaciones de cantores disciplinados desde el punto de vista


musical. La música era voluptuosa, artículo de lujo para fiestas, poco digna para sacerdotes y
rezos.

A diferencia de otras especies, el ser humano no desarrolló esta habilidad como mecanismo de
cortejo. Su origen es mucho más prosaico y práctico

¿Podría ser que el origen de nuestro gusto por hacer vibrar las cuerdas vocales esté en las nanas?
Eso se deduce de un nuevo estudio realizado en la Universidad de Harvard (EE UU). Los autores,
Samuel A. Merh y Max M. Krasnow, encuentran en esas primeras melodías ciertas utilidades a
favor del mantenimiento de la especie. Según su investigación, de marcado carácter biológico y
evolucionista, las canciones de cuna serían una manera de conciliar los intereses en el eterno
conflicto entre las demandas infantiles y otras actividades fundamentales para la supervivencia
familiar. Se trataría, pues, de una estrategia tan primitiva como la de dejar al niño tranquilo para
poder salir a cazar, y a la vez evitar que su llanto atrajera a los depredadores. Como concluyen los
investigadores, las nanas "serían la base para el desarrollo de otras formas musicales más
complejas".

Los investigadores sostienen que de ningún modo la música instrumental pudo llegar antes. Basan
su afirmación en el hecho de que los sistemas auditivos y vocales del ser humano (necesarios para
cantar) son anteriores a cualquier instrumento conocido, y que las flautas más primitivas y muchos
otros instrumentos de viento tienen un diseño muy parecido al aparato de producción vocal
humano. Por tanto, los instrumentos imitan la voz y no al revés.

En los tiempos de Babilonia había grandes agrupaciones de cantores perfectamente disciplinados


desde el punto de vista musical. La música era voluptuosa, artículo de lujo para fiestas, poco digna
para sacerdotes y rezos. En Egipto antiguo, la música era utilizada para fiestas, procesiones y
ceremonias de culto. En Grecia, en el siglo VIII de la era cristiana, el canto comenzó a acompañarse
por un instrumento: la cítara. Canciones de cuna, de boda, fúnebres, ocupaban un lugar
importante en la vida de los griegos. En los coros del teatro griego todas las voces cantaban la
misma melodía: esto se denomina homofonía y continúa hasta el primer milenio de la era
cristiana. Platón y Aristóteles afirmaban que el canto era un medio importante para la educación:
tal es la importancia, que la antigua Grecia concede al arte del canto que en las Olimpíadas se
realicen torneos líricos que ejecutaran trovares dedicados a Apolo. El pueblo judío utilizaba el
canto para sus ceremonias. Las investigaciones del canto en Jerusalén demuestran que son unas de
las fuentes del canto gregoriano. Roma no descuidaba el cultivo del canto y en épocas de Nerón
(54-68) estaba en su apogeo. Este emperador se consideraba el mejor tenor del mundo, y mandó
matar a muchos cantores romanos por la envidia que le causaba el que fueran aplaudidos por la
plebe en demasía. En tiempos de los romanos se necesitaban tres maestros de canto: vociferaii,
phonasci y vocales. Los primeros para fortalecer la voz, los segundos para igualar el volumen, y los
terceros para entonación, modulación y perfeccionamiento del canto. Los romanos conocían la
melodía, ritmo, expresión, modulación y la instrumentación, pero no la armonía. En el pueblo
árabe, durante los siglos VIII y IX, surgió una infinidad de cantores con trascendencia. El canto
chino era en general barroco, con cierta gracia melódica y sentido rítmico, aunque sin carácter.
Japón se caracterizaba por sus sonidos fundamentalmente guturales y retenidos, porque se
consideraba ateístico abrir mucho la boca. Como raíz del arte vocal, hay que considerar el
practicado en las iglesias cristianas de la edad media, el cual está influido por la oratoria antigua y
por los métodos de las sinagogas judías del lejano oriente. El canto litúrgico es una especie de
recitado, el ritmo está dado por la palabra misma, da una impresión bastante monótona, se
refieren las voces graves y el canto unísono; en los finales del siglo IV se propaga el responso, que
es la recitación de un solo y la respuesta de un coro, y la antífona, donde se alternan dos coros.
Este canto litúrgico se denomina canto llano, justamente por sus características, tan plana, sin
adornos. En el siglo VI, Pepe Gregorio I lleva a cabo unas reformas y modifica el repertorio; se
llama canto gregoriano, aunque mantiene el carácter de canto llano. En el siglo VII, prohíben que
las mujeres canten en las iglesias; continúa la homofonía hasta el siglo X. En este siglo se comienza
a cultivar el organum para voces masculinas e infértiles. El cantus fimus mantiene la formula
melódica del tema elegido como base, el organum canta nota por nota con unos intervalos más
graves en una cuarta u octava paralelas. Estas innovaciones se conocen como Ars Antiqua. Hasta
el siglo XI, el canto es ejecutado a una sola voz; en el siglo XII aparecen innovaciones para el canto
de dos o tres voces, aparecen las disonancias de ritmo libre y la melodía está muy adornada. Es
importante decir que las mujeres llegan una octava más arriba que los hombres, o sea que cantan
8 notas más arriba que los hombres, por eso cuando tenían que ejecutar una nota muy aguda, los
hombres tenían que usar un registro llamado falsete. En el siglo XIII aparece el motete, que el
canto a varias voces con palabras diferentes y produce un gran efecto armónico. Este es el inicio de
la polifonía. Durante el siglo XIV el canto adquiere valores de notas breves, se fija definitivamente
el ritmo, y ya no hay solistas, sino que todo el pueblo canta. Es el “Ars nova”. Las mujeres
continúan sin poder cantar en las iglesias y se comienza a recurrir a la castración para obtener
voces agudas. A fines del siglo XV, se publican los primeros preceptos para un buen canto coral.
Según ello debe ser: en conjunto, en la unidad de tiempo, en el registro medio, con devoción y
arreglo a las finas costumbres ciudadanas. Con el cambio de siglo aparecen nuevos gustos y
nuevas ideas estéticas. El arte de la polifonía de una simple supervisión de voces. En este momento
los músicos y poetas sintiendo la necesidad de expresarse de la forma monódica del canto; esta
necesidad debe entenderse como una aspiración de manifestarse en forma individual, Con ello el
cantante solista comienza a destacarse y ser el centro. Esto hace surgir la necesidad de una buena
técnica vocal. Ahora las palabras tienen que ser entendidas, esto obtiene un valor dramático que
hasta el momento no poseía. En el siglo XVI, en pleno auge del renacimiento, los nobles florentinos
organizan reuniones de poetas, pintores y músicos, estos círculos culturales son llamados
“cameratta fiorentina”, con interés por las tragedias griegas. Es de destacar, “la cameratta” que
tenía lugar en el palacio del conde Giovanni del Bardi. A ella asisten Gruglio Caccinni y Giacomo
Peri, músicos que intentan resolver el recitar cantando escribiendo el melodrama que podemos
considerar como primera ópera. Con ella se va concretando esta idea musical y se forma la opera
fiorentina llamada drama per. Música en la que el coro tiene aún gran importancia. Las
representaciones se realizaban en los palacios de la nobleza y en las cortes reales. El cantante
tiene que adecuarse, empiezan a surgir escuelas de canto. En tanto que las primeras operas
predomina la delación, en años posteriores se ve cada vez más una división del canto en recitados
y arias. Esta influido en la parte recitativa, si está acompañado por un clavicémbalo se llama
recitativo secco, acompañado por la orquesta es recitativo accomginato. Las arias son
interpretadas por solistas, en forma independiente, en esta la acción se interrumpe y el cantante
expresa sus sentimientos, en el contenido de un aria existe oposición de sentimiento, en una
primera parte se expresa el primer sentimiento, en la segunda el sentimiento opuesto, y para
redondearse la forma se repite la primera parte. En este final de la “Aria da capo”, los cantantes
quieren deslumbrar al público con su voz. Posteriormente, los teóricos del arte del canto dan
instrucciones para conseguir tonos bellos y llenos. Se empieza a descubrir que para cantar no es
suficiente tener una voz hermosa, hay que ejercitarla, educarla, buscar ejercicios más robusta y
dócil y con una clara dicción. También surge la “opera alegórica” en la que los personajes son el
cuerpo, el alma y el entendimiento. Los falsetistas continúan cantando, pero ya se aceptan los
castrados en las iglesias, y comienzan a sustituir a los simplistas. La castración toma mayor
incremento y continúa hasta unos siglos más tarde. En el siglo XVII, Inocencio XI prohíbe en el
edicto de 4 de mayo de 1656 que se enseñe canto y música a la mujer, por ello es que las
reemplazan lo sopranistas en el teatro. Por aquel entonces se fundan escuelas de canto que llegan
a ser celebres. Allí se educan infinidad de niños a los que el pueblo llamaba músicos con el
significado de cantores castrados. Los músicos hacen lo que publico espera de ellos. Y la música
sigue así su educación, los castrados cantan papeles femeninos. La ópera sigue desarrollándose,
los temas siguen siendo sobre personajes mitológicos y clásicos y con largos recitativos. La música
polifónica llega en este siglo a la perfección con la música. (s. XVI) a capella o sea sin
acompañamiento de instrumentos. Luego de esta polifonía, con el renacimiento, la música efectúa
un desarrollo de la línea melódica con la influencia simultánea de otros tonos en forma de
armónicos, esto le da belleza y aumenta la expresividad de la melodía, por lo tanto halaga la
vanidad del cantante. El siglo XVII, junto con los fines del siglo XVII, se considera como el siglo de
oro del Bel canto por refinamiento de expresar y pureza del sonido. La opera veneciana acentúa
mas el papel de los solistas, en cambio el coro pierde preponderancia, hasta llega a desaparecer
por completo. Para el final de este siglo había en Venecia 14 teatros, la mitad del mismo eran
exclusivos para operas. Casi comenzando el nuevo siglo se nota la reacción contra el recitado
cantado. Las nuevas corrientes artísticas se dirigen a alcanzar una belleza del sonido, a aumentar
la extensión de la voz y agilidad en la vocalización, y el cantante para evitar la monotonía del
público y maravillarlo se dedica al malabarismo canoro, a la ornamentación improvisada, la
expresión no se tiene en cuenta. Esta nueva concesión llamada Bel canto trata la voz como un
instrumento; debía ser a fuerza de practica convertida en una flauta. Este culto, respeto a la
admiración de la voz hace que los compositores escriban sus obras pensando en las cualidades de
determinado cantante. La opera se adapta a lo que quieren los cantantes; entonces esto se
convierte en un conglomerado de arias da capo, los abusos de los cantantes son extraordinarios. El
autor de la partitura carece totalmente de importancia. Por eso el bel canto requiere una técnica
prodigiosa y una forma florida, barroca. El rey Felipe V introduce la opera en Esparta. Durante el
siglo XVIII hay una gran rivalidad entre MODERNISTAS y los CLÁSICOS. Los primeros poseen
vistosísimo vocal, emprendió toda clase de gorjeo, trinos. Los clásicos le dan importancia a la
poesía y al sentimiento. En este drama musical adquiere más humano. La tendencia es adaptar
argumentos sencillo, alegre, jocoso con una música ligera y pegadiza. Esta tendencia es llamada
ópera bufa. En Francia se trasforma en opera crónica, el equivalente alemán es el simgspiel. El 23
de diciembre de 1793 las autoridades de Milán prohíben que el cantante repita un aria. Durante el
siglo XIX la agilidad vocal luce sus últimos emprendedores, cuya vocalidad, se considera la más
perfecta del Bel canto, la ornamentación está incluida en la partitura. Aparece el registro de
mezzo-soprano que antes era confundido con el de contralto. En la segunda mitad de siglo el estilo
romántico, la voz deja de ser el instrumento primordial, se pone a las ordenes la expresión y del
carácter del papel. Es característica la abundancia de notas sopracuti. En la gran opera los
protagonistas son seres humanos con defectos y virtudes. Los castrados no encajaban en este tipo
de ópera. Con ello la castración va en disminución. A principios del siglo XIX se inicia la decadencia
del Bel canto. El público se fatiga de las fiorintures que recarga la melodía. Las cualidades
instrumentales de la voz pasan a segundo plano, lo que se busca ahora es el efecto dramático, se
hace hincapié sobre la expresión del sentimiento. En este siglo aparecen de colatura, italianas. A
finales del siglo XIX el publico acepta al compositor como la figura principal y dominante del arte
lírico, el cantante debe estar a sus ordenes esto hace surgir la necesidad a dirección y del control
del director de orquesta. En 1903 según un decreto del papa Pio X no se admiten en la capilla
Sixtina los cantores eviratus. Con la constante interpretación de las misma obras, algunas mejores
que otras. Probablemente el nivel de competencia es más alto hoy en día que antes. El cantante
enfrenta dificultades mayores, su tarea es más compleja, el campo es más amplio, la critica más
aguzada. Esto obliga al cantante a tener una gran cultura musical y una técnica vocal que permita
interpretar extensos, con estilos distintos. La interpretación deja de lado la utilización del falsete.
Se debe cantar sobre un solo registro en toda la tesitura. El cantante ahora es esclavo de la
partitura. Desde el principio hasta el final, la composición es sagrada y la nota escrita es
inmutable.

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