Está en la página 1de 4

Sanar a tu niño interior

Para comenzar tenes que ubicarte en una posición cómoda, podes quedarte sentada o
acostada, lo importante es que te sientas bien y puedas centrarte en la meditación.

Quiero que cierres los ojos, te relajes, sientas la música, mi voz, inhales profundamente y
retengas el aire unos segundos, sentí como tenes el diafragma y los pulmones llenos de
aire. Exhala lento, lento. Volvemos a tomar otro poco de aire y en cada inhalación
sentimos como la bocanada de aire nos relaja, exhalamos lenta y pausadamente, vamos
sintiendo como nuestro ritmo cardiaco se va relajando. Déjate llevar por la música, déjate
llevar por mi voz, sentí como un haz de luz blanca pasa por toda tu cabeza, te inunda
completamente cada parte de tu cuerpo, relajándote, sintiéndote protegida, tranquila.
Estas brillando, estas en paz, estas feliz.
Ahora quiero que viajemos al pasado, cuando eras niñas, ¿qué edad tenes? Quiero que
sientas cada detalle de tu etapa infantil, ¿cómo eras? ¿Cómo era tu casa? ¿Estás ahí?
Recorre cada habitación de tu casa, rebusca en tu interior, anda a tu cuarto, ¿ves a tu niña
interior? ¿Qué está haciendo? ¿Hay música? ¿A qué huele?
Quiero que imagines ahora, que vos, tu ser adulto entra en tu habitación y se encuentra
con esa niña interior, empezas a sentirla más cerca. Ahora es momento de establecer un
dialogo con esta niña, de acariciarla, de hacerte amiga, es momento de crear una
conexión fuerte con ella y preguntarle ¿qué necesita para ser feliz? Tratala como te
hubiera gustado que te tratasen cuando eras niña, decile que este tranquila, que a partir
de ahora vos vas a cuidar de ella, pedile perdón, pedile perdón por no haberla sabido ver,
no quisiste ignorarla, no sabias que existía. Pedile disculpas, decile que entendes por todo
el dolor que paso, decile que ya no tiene que sufrir más, que ahora vos estas ahí para
cuidarla, que ya no va a sufrir más, decile lo mucho que te emociona haberla
reencontrado, que ahora van a poder hacer muchísimas cosas juntas y la vas a dejar salir,
que le vas a permitir expresarse, abrazala, abrazala, decile que puede llorar, que vos estas
ahí, que vos la vas a cuidar, que nunca nada malo le va a pasar porque vos estas ahí y
ahora van a estar juntas y van a poder charlar y van a poder comunicarse, no va a tener
que estar sola nunca más, ahora esta con vos. Sentí su alivio, sentí su dolor, dale mucho
mucho mucho amor. Te estuvo necesitando toda tu vida y vos también, vos también la
necesitabas sentías un vacío que no sabias como llenar, te la pasaste toda la vida
buscando afuera cuando siempre estuvo adentro, esperándote, que la fueras a visitar, que
la fueras a abrazar y ahora están juntas. Sentí la felicidad, porque nunca más van a estar
solas, decile que entendes por lo que paso. Pedile perdón y también decile que la
perdonas, ella no tuvo la culpa de nada, ella era chiquita, no sabía lo que pasaba, no sabía
lo que hacía, reacciono como pudo, pero ahora esta todo bien, ahora que están juntas van
a sanar, abrásense mucho, dale mucho amor, vos también lo necesitas.
A veces esto nos lleva a momentos muy dolorosos, pero es lo mejor para sanar. Si tu niña
interior te hace recordar momentos que nunca quisiste recordar, permíteselo porque es
su manera de sanar, quiere mostrarte su herida, quiere mostrarte donde le duele, no la
reprimas, dejala que te muestre que es lo que le paso. Mirala con compasión, con
empatía, con amor, reviví con ella ese momento y agarrala de la mano y decile que está
bien, que ya paso que nunca más va a tener que sufrir y que si quieren pueden sanar
ahora mismo ese recuerdo. Te mira todo emocionada preguntando ¿cómo? Y lo único que
tienen que hacer es imaginarse juntas como les hubiera gustado que terminara ese
recuerdo, esa situación dolorosa, como hubiera sido, eso tan importante que si hubiera
sucedido no hubieras terminado tan dolida, cómo tendría que haber sucedido. Reescriban
la historia ahora y ese recuerdo de dolor, imaginen como si una varita mágica sacara todo
ese dolor como una aspiradora y desaparece, imaginalo. Plantamos un nuevo recuerdo,
reescribimos la historia e hicimos desaparecer el dolor, se terminó, ya no hay que sufrir
más, estamos juntas, somos felices, y desde hoy nos amamos, nos reconocemos, nos
vinculamos y estamos en paz.
Ahora despedite de tu niña interior, y decile que cada vez que necesite de vos, que no
dude en pedirte ayuda, que vos vas a estar siempre disponible para ella. Te saluda feliz
porque al fin la escuchaste, porque al fin la amaste.
El niño interior es el ser que llevamos dentro (subconsciente). Cuando surge un problema,
surge desde el Icc., desde el niño interior es allí donde tenemos en forma de memoria,
programas, creencias erróneas impidiendo que la energía fluya, lo cual muchas veces nos
hace enfermar (adicciones, relaciones conflictivas, carencias, etc).
El niño interior está compuesto de 2 partes: el yo esencial y el yo herido. Llegamos al
mundo alegres, mágicos, con miles de posibilidades (yo esencial), pero desde pequeños se
va fragmentando y la vamos perdiendo en el camino para adaptarnos a lo que papa y
mama quieren o esperan de nosotros, supuestamente porque ellos creen saber lo que es
mejor para nosotros. Quizás en algún momento tu niño sufrió porque fue ignorado,
lastimado y como no sabía manejar sus emociones se tuvo que adaptar y aprendió a
defenderse. Para evitar ser lastimado fue construyendo varias mascaras que hoy utilizas
como adulto. Sin embargo, el niño mágico sigue siendo parte de cada uno de nosotros y se
sigue manifestando en determinados momentos cuando de casualidad bajas la guardia y
lo dejas salir, son esos momentos de luz inspiradoras, que te llena de completo que no
sabes de donde vino pero se va, y vuelven las corazas, las defensas, los miedos.
En las memorias se han quedado los recuerdos de las experiencias dolorosas, creencias
limitantes, que vienen de todo nuestro linaje, de nuestros padres, profesores, figuras de
autoridad. Aquellas que fueron reprimidas y no le dimos lugar a la expresión quedaron
atascadas, y hoy como adultos se manifiestan muchas veces sin control en modo de rabia,
tristeza, enfado, miedo, ansiedad, necesidad, carencia ante cualquier estimulo. Pero la
solución la tenemos nosotros y tenemos que sanarlo, porque son nuestras emociones
nuestros miedos, dolores. El niño que esta lastimado tiene mucha bronca porque nadie se
ocupo en curarlo, pero hoy vos vas a ser el padre de ese niño y lo vas a curar, lo vas a
escuchar, le vas a dar un lugar en tu vida para que pueda sanar para que se pueda sentir
libre, de dejar de sentir dolor.
Para sanar el niño interior tenemos que empezar por revisar como nos sentimos adentro
nuestro la mayor parte del tiempo. En lo mas profundo de tu ser, detrás de todas las
emociones esta nuestro niño interior tratando de llamar la atención.
Este viaje al pasado puede sr muy doloroso, incluso desgarrador, xq urga muchas heridas
sin cerrar pero sanar al niño interior es un ejercicio de autodescubrimiento de neustras
vidas, que necesita su tiempo y cada vez que la hagas vas a poder conectar mas y mas,
hasta convertirte en uno on tu niño interior haat sentirte completa por primera vez en la
vida una vez para siempre. Es fundamental sanar el niño interior para amarte y sr feliz el
resto de tu vida

También podría gustarte