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Ars Grammatica 79
correcta de una lengua puede obtenerse por aplicación recursiva de las re-
gias de su gramática .
Ha sido lo anterior precisamente lo que ha hecho que la teoría lin-
güística viniera a concebir la gramática de una lengua como un sistema ge-
nerador de todas las posibles expresiones correctas en esa lengua, y lo
que justifica que una gramática así considerada reciba el nombre de «gra-
má6ca generativa». A la capacidad de generar asÍ las oraciones correctas
se le denomina «capacidad generativa débil». Pero si se considera corno lo
generado no ya simplemente las oraciones, sino sus descripciones estruc-
turales, entonces se habla de «capacidad generativa fue rte». En este último
sentido, una gramática generará un conjunto de descripciones, cada una de
las cuales especificará una oración de la lengua de que se trate. Como va-
mos a ver a continuación, algunos tipos de gramática generativa son de-
fectuosas desde el punto de vista de su capacidad generativa débil, por
cuanto ní siquiera generan todas las. oraciones de una lengua; así ocurre,
por ejemplo, con la llamada «gramática de estados finitos». La gramática
transformatoria de tipo chomskiano clásico que examinaremos en la sec-
ción 4.4 probablemente posea capacidad generativa débil, pero es más dis-
cutible que !enga capacidad fuerte , es decir, que genere el conjunto ade-
cuado de descripciones estructurales para las oraciones de una lengua. De
aquí que se hayan propuesto modificaciones posteriores, algunas de las
cuales veremos en la sección 4.5. Una gramática generativa es susceptible
de una descripción meramente formal en términos matemáticos y lógicos,
particularmente dentro de la llamada teoría de autómatas, puesto que éstos
no son sino un .cierto tipo de sistemas formales (efr. Quesada, La lingüís-
tica generativo-transformacional: supuestos e implicaciones, caps. 3 y 6; Y
Sach, Teoría sintáctica, caps. 2 y 8). Aquí prescindiré, sin embargo, de una
presentación técnica de este tipo, ya que sería irrelevante para el uso pos-
terior que podamos hacer de estos conceptos, al tiempo que nos obligaría
a demorarnos con exceso en este tema. Escogeré, según está siendo la nor-
ma en este trabajo, una presentación más bien intuitiva e informal, de la
que sólo me apartaré en aquellos momentos o para tales dctalles que me
parezcan indispensables.
El tipo más simple de gramática generativa es el llamado sistema de
reescritura sin restricciones. Consiste en un sistema de reglas de aplicación
recursiva que especifican cómo es una oración correcta para un vocabulario
dado. Formalmente se trata, sin duda, de una gramática generativa, pero
desde el punto de vista lingüistico, esto es, en cuanto a su aplicación a la
descripción de las lenguas, carece por completo de interés, y la razón es
que esos sistemas de reescritura no establecen condiciones respecto a la
estructura interna de la oración, esto es, respecto a los agrupamientos que,
de hecho, se realizan con los elementos de una oración en cualquier lengua,
agrupamientos tales como sintagma o frase nominal, sintagma verbal, suje-
to, complemento, etc. Por esta razón, un sistema de reescritura carente de
restricciones es un sistema demasiado potente, pues es capaz de generar,
no sólo cualquiera de las lenguas conocidas {quiérese decir: el conjunto de
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esta razón se dice que, en este sistema, la generación se produce de izquier·
da a derecha y palabra por palabra. Para apreciar la riqueza del sistema,
así como su plausibilidad, es convenieme tener en cuenta que hay muchos
eJememos (palabras) que pueden aparecer indistintamente en diferentes es·
tados, y que ciertos elementos, como los adjetivos, son indefinidamente
reiterables, esto es, pueden colocarse unos a continuación de otros indefini·
darneme sin merma de la gramaticalidad de la oración con tal de que se
respeten las reglas de concordancia sintáctica y semántica. La generación
de infinitas oraciones queda asegurada con tal de que se prevea la genera-
ci6n de oraciones compuestas. En el caso que hemos visto como ejemplo,
la diferencia consistiría en que el «mecanismo» generativo, en lugar de de·
tenerse a continuaci6n de la palabra «descubiertos», lo que supone que la
oraci6n está completa, prosigue a un estado posterior en el que elige algún
elemento como «y), «pero», «aunque», etc., para continuar sucesivamente
hasta completar otra, u otras, oraciones adicionales .
Una gramática de este tipo, que formalmente es muy simple, como
puede apreciarse, resultaría intolerablemente prolija para dar cuenta de to·
das las reglas que rigen las diferemes posibilidades de combinación de todos
los diversos lexemas y sus formas para constiruir la infinita variedad de
oraciones de una lengua. Pero además, este tipo de gramáticas es inade-
cuado en cuanto que no da cuenta, como ha mostrado Chomsky, de deter-
minadas características estructurales de las lenguas que conocemos (véase
el capítulo tercero de Estructuras sintácticas, de Chomsky, y el resumen de
Lyons, en el capítulo quinto de su libro Chomsky). Se trara del hecho de
que en muchas oraciones se dan relaciones de dependencia entre elementos .
que no van seguidos, sino que antes bien se encuentran entre sí separados
por otros elementos que constituyen una cláusula distinta. Es, en definiti-
va, el fen6meno llamado autoincrustación , que ejemplifican ciertas oracio-
nes de relativo. Así, la oración :
Una gram~tica generativa del tipo que estamos considerando comienza por
descomponer la unidad que es esa oración en dos partes, el sintagma o
frase nominal, que reali~a la función tradicionalmente llamada de sujeto, y
representada aquí por «la anarquía», y el sintagma o frase verbal, cuya
función es la de predicado, que en el ejemplo consiste en la cadena «au-
meora la frustración». A su vez, estos agrupamientos o sintagmas pueden
ser ulteriormente descompuestos, de manera que distingamos, por lo que
respecta a la porción nominal, eorre el artículo y el nombre, y por lo que toca
a la pane verbal, eorre el verbo y un nuevo sintagma nominal, que corres-
ponde a lo que el análisis trad icional llamaba complemento, y que es <da
frustración». Por su parte, y finalmente, este grupo puede analizarse dis-
tinguiendo en él de nuevo el artículo y el nombre que en él aparecen. La
gramática de estructura sintagm~tica su ministra, pues, una serie de catego-
rías si ntácticas en las que descomponer cada unidad sucesiva me me, a lo
que se añade una especificación de los elementos léxicos que pertenecen a
cada categoría simple y que, por tanto, pueden aparecer en el luga r opor-
tuno dentro de la oración. Según esto, la oración que acabamos de analizar
es generada por una gramática de es tructura simagmática que consista en
las siguientes reglas:
(1) O---*SN+SV
(2) SN ---* A + N
(3) SV---*V+SN
(4) A - + Ila, unal
(5) N ---+ ¡anarquía, introspección, frustración, psicólogal
(6) V -+ ¡practica, aumenta , cura!
Como se ve, las tres primeras reglas, que pertenecen al tipo de las llamadas
reglas de reescritura , justifican las operaciones que acabamos de realizar
con nuestra oración. El valor de las abreviaturas es claro: O = oración;
SN = sintagma nominal; SV = sintagma verbal; A = artículo; N = nom-
bre ; V = verbo. Estas categorías reciben el nombre de vocabu lario auxi-
liar. Las tres reglas restantes especifican el léxico, también. llamado voca-
bulario terminal, que esta gramática acepta para cada categoría básica. Por
razones de brevedad se ha escogido un fragmento mínimo del léxico cas-
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reUano, y se ha prescindido de complicaciones ulteriores como la flexión,
consignando los verbos en un tiempo, modo, persona y número determina-
dos, y los artícu los y nombres en singular . No hay que su brayar que se trata
de una mínima y supersimplificada gramática que sólo pretende servir de
ejemplo . Además de la oración considerada, esta minigramática genera tam-
bién oraciones como:
La introspección cura la frustración
Una psicóloga practica la introspección
Una frustración aumenta la introspección
La psicóloga practica la anarquía, etc.
Cada una de estas oraciones es el resultado (técnicamente denominado
cadena terminal) de una generación, derivación o deducción que procede
por aplicación sucesiva de las seis reglas indicadas. No hay que olvidar que
cada regla puede ser aplicada más de una vez, en distintos momentos del
proceso. Es fácil comprobar que, para cada una de las oraciones que pueden
ser generadas por nuestro ejemplo, la regla dos se aplica dos veces, primero
al sintagma nominal que hace de sujeto y posteriormente al que hace de
complemento dentro del sintagma verbal. Igualmente, las reglas cuatro y
cinco se aplican también dos veces, puesto que en cada oración intervienen
dos artículos y dos nombres. Este sistema de exhibir la estructura simag-
mática de una oración puede representarse gráficamente por medio de dia-
gramas en forma de árbol, del tipo de los que la obra de Chomsky ha popu-
larizado. Para la primera de las oraciones que hemos considerado, su es truc-
tufa si ntag,mática vendría dada por el siguiente árbol:
~o~
SN SV
/ \ V---- ~SN
A "" A ...------"-N
I I I I
La anarqwa aumenta la frustración
Pod ría igua lmente representa rse por medio de paréntesis o corchetes que
agruparan oportunamente los distintos elementos de la oración , consignan-
do junto a cada paréntesis la abreviatura correspondiente a la categoría
sintáctica de que se tratara. Este recurso se emplea menos porque resulta
más dificultoso de leer, especialmente para oraciones largas o complejas.
A cualquiera de ambas representaciones gráficas se le denomina , por la fun-
ción que cumplen, marcador sintagmático o de frases.
Una de las simplificaciones de la minigramática anterior consiste en que
los nombres y los verbos que forman parte de su vocabu lario terminal cum-
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Aquí tenemos dos pares en los que las oraciones tienen res peCri V:llllenlC
una estructura semej::tnte, y por tanto un marcado r sinragm:Íti co idémico , a
pesar de las profundas d iferencias semánticas que separan entre sí a las
oraciones de cada par, y que quedan manifiestas en las siguiellles paráfrasis
respectivas:
Est.e tipo de relaciones son las que restan sin explicar en una gramática de
estructura sintagmát ica, y lo que jusrifica que se haya buscado un nuevo
modelo de gramát ica generati va que dé razón de tales carac terísticas del
lenguaje. Este nuevo modelo es la gramá tica transformatoria o transforma·
cional cuyo desarrollo actua l es obra fundamental, aunque no exclusiva,
de Chomsky. (Para 10 anterior véase Bach, Teoría sintáctica, sccc. 5.1 ;
Quesada, Lo lingüística generativo·transjormacional, cap. 4; Lyons, Chom-
sky, cap. 6, y Chomsky, Estructuras sintácticas, caps. 4 y 5.)
a) Esquema general
Ya en Estructuras sintácticas, obra de 1957, Choms ky había prese ntado
el modelo transforma torio de gramática generativa como un modelo que
permite superar las insuficiencias de la gramáti ca de estruclura sintagrná-
ti ca dando cuenta de esas relaciones que, como acabamos de ve r, pueden
vincular ínt ima mente entre sí oraciones apare nteme nte distintas , o bien se-
parar oraciones que en apariencia poseen idénti ca es tructura. Desde ento n-
ces hasta la fecha Chomsky y sus di scípulos han conti nu ado trabaja ndo
sobre las característ icas e im plicaciones de ese mod elo , que ha rec ibido su
formu lación más típica en Aspectos de la teoría de la sintaxis (L965) , obra
en la que se completa y, para algu nos aspectos, se modifica, lo que se había
presentado en Estructuras sintácticas. Por esta razón, y au nq ue posterior-
mente no sólo algunos de sus discípulos, si no incluso el propio Chomsky ,
han introducido modificaciones, la versión de la gramática rransformac ional
que vamos a ve r a contin uac ión irá básicamente referida a Aspectos; de las
innovaciones posteriores se hará en algún caso breve mención de pasada,
y de los cambios más radicales daré noticia en la sección próx im a.
La idea básica de la gramática transformatoria es que no bas ta dar un
marcador sintagmático para cada oración correcta de una lengua, por mu-
cho que ese marcador exhiba claramente la aplicación de las oportunas re-
glas de reescritura y de léx ico, a la manera q ue hemos comprobado en el