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Sergio Romero

Texto reflexivo sobre Escritura Universitaria I

El aprendizaje que se obtiene al practicar la escritura y estudiar elementos clave que no solo
facilitan la expresión de ideas en un contexto académico, sino también en situaciones para la
vida cotidiana, me ha generado más seguridad sobre mi manera de comunicarme y me ha
abierto la mente con la idea de que siempre hay espacio para más conocimientos y estrategias.
Escritura Universitaria I es un curso tanto para aquellas personas que no se hayan enfrentado
al reto de escribir un resumen o una reseña, como también para quiénes desean repasar o
reaprender las herramientas disponibles para la elaboración de un buen texto: coherente,
llamativo, cómodo para leer y sencillo de desarrollar.

Una de las cosas que más me aportó la clase fue la experiencia de revisitar algunos temas que
tal vez no recordé con exactitud o simplemente no estudié durante el colegio. Algunos de estos
temas fueron el correcto uso de la coma y su influencia en la construcción de oraciones, lo cual
me permitió corregir pequeños errores que solía cometer al escribir textos y pensar más
cuidadosamente al escribir mis oraciones. También tuve la oportunidad de agilizar mi proceso
de lectura mediante las guías ofrecidas por el curso, las cuales se centraban en dar un paso a
paso de cómo leer un texto académico y los elementos más importantes a establecer. Gracias a
los ejercicios realizados en clase, me di cuenta de lo importante que era aprovechar
completamente las estrategias y estructuras para mantener una comunicación y expresión clara
de ideas, ya que esto no solo ayudaba a crear un buen hábito de escritura y lectura, sino también
a tener una buena oralidad.

En contraste, me encontré con algunos aspectos que tal vez no se sintieron tan sustanciales
como la gran mayoría del contenido enseñado, algunas actividades que se realizaban en grupo
de manera cooperativa o también algunos ejercicios individuales como el llevar una serie de
apuntes respondiendo, de vez en cuando, preguntas sobre la experiencia personal con ciertos
temas vistos en clase. Teniendo en cuenta que fueron elementos de la clase que se introdujeron
de manera casi universal (al ser un contenido inmodificable), lo reconozco como pequeños
detalles que no arruinan la experiencia de la clase, sino que pueden ser tratados desde lo
superficial y de manera subjetiva.
Para finalizar mi reflexión, debo recomendar a la docente Elisabeth por la facilidad con la que
nos encaminó durante estas ocho semanas, teniendo toda la capacidad y conocimiento para
resolver dudas y ejemplificar de manera correcta las indicaciones que se veían en cada clase.
No tenía muchas expectativas con el curso ya que sabía que mi nivel para la escritura y la
oralidad era suficientemente alto como para redactar con mínimos problemas, sin embargo, la
clase me llevó más allá de lo teórico y me mostró una perspectiva distinta y colaborativa de
aprender sobre escritura académica, rodeándome de un grupo de personas con diferentes ideas
y posiciones que convertían el curso en un buen lugar para aprender y socializar.

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