Está en la página 1de 5

¡Buen día para todas y todos!

Con las disculpas del caso por la demora en responder,


envío, en este texto, respuestas a las preguntas que quedaron pendientes al cabo de la
clase sobre Hermenéutica e Imaginarios del curso “Investigación sensible”.

1. Pregunta de Ana Karen Jiménez Aguilar, acerca del “ejercicio reflexivo


sobre desde dónde nos enunciamos y si es posible plantear otras
preguntas que rebasen nuestros ‘supuestos’”.
Creo que el/la investigador/a debe considerar lo que Bourdieu denomina una vigilancia
epistemológica en cuanto a su lugar como tal y en cuanto al análisis que desarrolla. Ese
lugar es un constante ir y venir entre un dentro y un afuera, de nuestro objeto, nuestro
tema, nuestra/s teoría/s, sea cual sea la investigación y metodología que estemos
desarrollando: empírica, teórica, con X técnicas, etc. Por otro lado, si tenemos al menos
un supuesto o una hipótesis, -lo cual no es tan usual, la academia está llena de
repeticiones-, ¡es para alegrarnos! Pero, más allá del chiste, hasta donde he leído, lo
habitual es que las investigaciones finalicen más que con “conclusiones”, con nuevas
preguntas. En el último libro de M.A. Baeza (Enigmas del presente…), hay una muy
linda reflexión sobre el lugar que debe ocupar el o la científico para considerarse como
tal. Pueden leer una reseña que hice sobre el texto, donde algo añado al respecto: D’Atri,
A.M. (2020). Visiones en tiempos turbulentos. Reseña de: Manuel Antonio Baeza /
Enigmas del presente: entre el neo-salvajismo y el seudo populismo. Ril Editores: Chile.
Pag. 253-261. En boletín Imaginación o Barbarie, Nº 21, julio 2020. E-ISSN 2539-0589.
Disponible en:
https://imaginariosyrepresentaciones.files.wordpress.com/2020/07/boletc3adn-nc2ba-
21-vf.pdf

2. Pregunta de David Rojas: …”el uso casi indiferenciado que se hace de la


hermenéutica y la fenomenología. Además me surge una duda: brilla por
su ausencia el concepto de “representación social” dentro de la teoría de
Baeza ¿no resulta necesario hacerle referencia? ¿Termina siendo casi
equivalente al concepto de imaginarios?
No estamos hablando de una misma cosa. La hermenéutica es una perspectiva
metodológica para acceder a un conocimiento, donde se considera una
bicontextualidad intérprete/interpretante, en un contexto, espacio y tiempo,
donde mediante una espiral (Baeza) o círculo (Gadamer) analítico accedo a una
posible comprensión a partir de la interpretación de un discurso, un texto, una
narrativa, documento, etc.. Para llevarla a cabo, como dice Baeza, la
hermenéutica debe desprenderse de las ideas de “explicación”, “objetivación” y
“verdad”, y este último aspecto la acerca a la fenomenología porque quiere
conocer la intersubjetividad humana en su experiencia en el mundo.
Ahora, la fenomenología husserliana (Husserl) veía a un sujeto individual; la
fenomenología de Schüz, Berger y Luckman a la cual adhiere Baeza, piensan
un sujeto colectivo.
Transcribo una definición que Baeza agrega en un glosario al final de su libro
“Mundo real, mundo imaginario social..” del 2008, la cual incorporé en mi tesis
doctoral: Baeza (2008) define la fenomenología, en principio, según la obra de
Franz Brentano desarrollada a partir de Edmund Husserl. Citando al sociólogo
Frédéric Vanderberhe, expresa que es una filosofía que consiste en “una
descripción detallada de los fenómenos, es decir de lo que aparece o se da a la
conciencia reflexiva, y de la manera en la cual están intencionalmente
constituídos por la conciencia en tanto que datos de la conciencia”
(Vandenberghe, 2001:129). Luego, expresa que aquella remite a la posibilidad
de alcanzar la esencia de los fenómenos mediante la intuición y actos de la
conciencia aplicada a la experiencia de la vida, suspendiendo para ello el juicio
apriorístico (epoché o epojé). Y añade que si bien el proyecto husserliano tiene
al individuo y no a los colectivos sociales como centro de atención, desde una
perspectiva sociológocia la fenomenología encuentra a sus principales
continuadores en Alfred Schütz, Peter Berger y Thomas Luckmann (Baeza,
2008: 519).
En esta cita, tienen unas cuantas referencias para profundizar al respecto, si les
interesara.
Respondo la pregunta sobre la relación Imaginarios/representaciones en la
pregunta 5.

3. Pregunta de Nataly Murcia: ¿Los imaginarios dominantes y no dominantes


(Baeza), se pueden relacionar con los imaginarios instituidos y radical
instituyente según Castoriadis?

Creo que toda la obra de Manuel Baeza se posiciona, junto con una de sociología
mayormente francesa y alemana (y con preferencia en esta última) desde la obra de
Castoriadis; lo lee, relee, cuestiona también. Incluso en su definición de “Estructura
simbólica de ajuste”, que es el concepto que consideramos uno de los mayores aportes
de Baeza, se sostiene sobre esa tensión entre lo dominante (instituido) y lo dominado
(instituyente). Y, a la vez, Castoriadis también traía consigo sus lecturas, empezando
por Weber y su definición acerca del logro de la dominación.

La respuesta a la pregunta es si, se puede relacionar; en lo instituyente está ese


elemento que definió Castoriadis como el potencial creativo del imaginario, y puede ser
un radical, propio del ser humano como ser individual/social. También les dejo de mi
tesis este fragmento, y fíjense cómo Baeza dialoga con Castoriadis: Las definiciones de
imaginarios radical, periférico, sectorial, agonístico e hipnagógico puede llevar a
confusión en la lectura de bibliografía relativa a nuestro tema. Definiremos por tanto sólo
el imaginario radical como un fenómeno individual que se presenta relativamente libre
e irreductible a cualquier tipo de racionalidad, retomando a Castoriadis (1975). El
imaginario radical pasa a ser social en condiciones históricas dadas y sociales
favorables para lograr ser instituidos. Baeza lo define como “la figura de sentido
(creencia u otra) que compone para sí misma el núcleo central de un imaginario social”,
en torno al cual se estructura un conjunto socioimaginario (Baeza, 2008: 521).

4. Comentario de John Jairo Grajales Gallego: Se trata de indagar, cuestionar,


interpretar, comprender y traducir al lenguaje científico social lo expresado
por los entrevistados, que da cuenta de sus experiencias de vida, evitando
los ruidos ocasionados por los prejuicios, estereotipos, y estigmas que
puedan afectar la investigación.
Indagar, interpretar y comprender, sí; cuestionar. ¿Por qué yo investigadora
cuestionaría lo expresado por mi entrevistado? En todo caso si no le comprendo,
le repregunto; y si expresa prejuicios, estereotipos, estigmas, no los cuestiono
tampoco, sino que trato de dilucidarlos en relación con aquellos temas de mis
preguntas de conocimiento; en el análisis de mis materiales.
En cuanto a la traducción, hace dos días en una charla con Enrique Carretero,
hablábamos del dicho que dice: “toda traducción es una traición”, con lo cual
debemos ser cuidadosas en nuestra investigación, apelando siempre a esa
“vigilancia..”.
Recuerdo que Manuel Baeza me dijo una vez que, si un entrevistado/a
demostraba contradicción en sus diferentes respuestas, o incluso cambiaba sus
respuestas de modo que un día decía una cosa, y otro día, otra, no había por
qué señalársela, sino en todo caso apuntar eso en nuestros cuadernos de notas
para analizarlo luego, en función del corpus que vamos construyendo mediante
entrevistas, observaciones, etc.
Tampoco hay que olvidar que la cuestión es difícil, dado que a veces los
entrevistados/as ajustan sus respuestas a lo que suponen que el/la
investigador/a necesita. Hay textos al respecto de cómo trabajar las entrevistas.

5. Pregunta de Susana Jaimes: Aunque se ha documentado, ¿cómo


encontrar la relación entre imaginarios sociales y representaciones
sociales desde la propuesta de Manuel A. Baeza?

Para Baeza, la relación es complementaria y él estima que los imaginarios sociales


son más abarcativos que las representaciones; aunque tampoco hay que pensar
que son omniabarcativos, es decir que permitirían explicarlo todo. Me remito de
nuevo a mi tesis: “Para un estudio sobre diferenciaciones y complementariedades
entre representaciones e imaginarios sociales, sugerimos, entre otros autores, las
lecturas de Abric (2001: 13); Baeza (2008: 103) y Girola (2012: 443), si bien desde
la misma obra de Castoriadis, tal como lo expusimos, se procura una comprensión
desde el relacionamiento con las representaciones sociales y, por supuesto, esta
última categoría debe estudiarse desde la obra de Moscovici (1979) y Jodelet (1986).
Creo que es una relación que sigue y seguirá dando que reflexionar.
Por último, les recomiendo que vean el dialogo virtual que coordinó Felipe, como
antesala del Congreso Alas 2022, en el cual Manuel y Martha de Alba, que ha
estudiado con Denise Jodelet, han hablado al respecto:
https://www.youtube.com/live/o6uAzE2UEOc?feature=share

6. Una pregunta mediante audio, creo que es de Manuel? “Hablando de la


manera de captar imaginarios, el imaginarios en sí mismo, cómo provoco
yo, porque una entrevista .. guía el sentido de la búsqueda.. como dirigir
esa mirada esa dirección hacia lo que se va a entender el imaginario,
provocar la generación de imaginarios? (Está en el chat la pregunta
completa).

¡Esta es la pregunta del millón! Baeza responde así: “Sostengo que toda realidad -
o lo que entendemos por ella- tiene cuatro planos que están dispuestos como
estratos, desde afuera hacia adentro: plano aparente, plano subyacente, plano
ideacional (o imaginario) y plano arquetípico. En todo ello, hay un lugar activo de la
subjetividad y una valoración diferenciada del rol de los sentidos, de la imaginación,
de los conocimientos adquiridos, de lo psicoafectivo y también de las creencias” (en
el libro Conversaciones.. p. 29).
Para mis investigaciones, me ha sido de mucha utilidad, en la intención de alcanzar
planos más profundos, poner en práctica las herramientas de la entrevista despojada
lo más posible de prejuicio (la epoyé), la forma de la etnografía; lean los textos de
C. Geertz y de otros antropólogos/as. Saber preguntar es tan importante como saber
repreguntar, es como saber leer entre líneas.

7. Pregunta desde Medellin: ¿De qué manera se puede interpretar un


territorio, entendido no sólo como un espacio físico desde el lente de la
hermenéutica?

Mi tesis realiza un trabajo hermenéutico para comprender un conflicto socioterritorial y


socioambiental por el agua e incluso incorpora mucha bibliografía específica al respecto:
Raffestin, Haesbaert, Lindon y Hiernaux; López de Sousa. Lo que hice fue hacer dialogar
esa bibliografía con la teoría de imaginarios sociales, pero no creas que hay mucho al
respecto. En eso estamos trabajando desde el Grupo “Conflictos ambientales,
extractivismos e imaginarios” en coordinación con Josafat Morales Rubio. Te invito a
que revises la página web de la RIIR.
Por otra parte, dos citas:
a. “Los imaginarios socioterritoriales no pueden ser estudiados únicamente según
variables deterministas, materiales o estructurales, porque es en la institución de
esquemas de sentido legitimados históricamente y donde lo simbólico cobra
importancia, como se piensan los procesos identitarios y de territorialización. (D’Atri,
2021);
b. “desde el punto de vista fenomenológico, es una experiencia primordial de los seres
humanos realizar una construcción subjetiva e intersubjetiva de ‘lo espacial’, por lo cual
se trata de pensar que hay un tránsito de lo espacial a lo territorial” (Baeza, 2008).

8. Pregunta: ¿Se puede decir que existe una similitud entre las posturas
sobre los imaginarios entre Michel Maffesoli y Manuel Baeza? De ser así,
cuáles podrían ser algunos puntos más marcados de encuentro y
desencuentro.

No podría responder en profundidad esta pregunta, ya que no he leído la obra de


Maffesoli como debiera. Sí puedo decir que el mayor desencuentro entre Maffesoli
y Baeza se da en lo que este último expone como argumento 5 de sus “Ocho
argumentos para una teoría de imaginarios”: “Los imaginarios sociales constituyen
ese mínimo común denominador (sentido básico) de la vida en sociedad, capaz de
garantizar conexión con todas las dimensiones reconocibles del tiempo: pasado
(historia y memoria social), presente( acción) y futuro (utopía y proyección social del
tiempo). Tampoco le gusta a Baeza hablar en términos de posmodernidad como se
lo hace; para él, nuestra sociedad es de una modernidad tardía, con fuerte
“individualismo individualizante” (sobre este tema, encontrarán al final del libro
“Enigmas del presente”, la conferencia que dictó en el 2do. Workshop de la RIIR
realizado en Concepción; y si no me equivoco, también está subida a youtube).
Por último, en la página 34 de mi libro encontrarán una coincidencia.

9. Pregunta: … si la propuesta hermenéutica se centra más en la entrevista,


sería más dialógica? ¿Hay limitaciones? En un ritual sagrado, por ejemplo,
donde me es imposible entrevistar, solo observar, la entrevista no sería un
recurso, ahí me funciona más una descripción desde la fenomenología… y
podría nombrar otros escenarios.

Por un lado, creo responder esto en la pregunta que sigue. Por otro lado, creo que si
uno quisiera comprender rituales -religiosos, sagrados, profanos, de cualquier tipo,
incluso un ritual político si los consideramos como tales-, la observación, ¿alcanzaría
para llegar a la comprensión profunda del significado que ese colectivo social le confiere
al rito? En mi opinión, no, o mejor, yo elegiría poder acceder a las voces de quienes
participan en ellos para ir más a lo profundo, para, de algún modo, poder “objetivar” (con
mil comillas) esas subjetividades, en el marco de esa determinada praxis social.
Ahora, si es imposible acceder a quienes realizan el ritual, entonces sí, haría una
descripción, junto con enmarcar el hecho/suceso en un espacio/tiempo, en sus
relaciones; es decir, en lo que desde el punto identitario me está diciendo esa práctica,
con una perspectiva histórica, y yendo a la genealogía de la misma para poder analizarla
en relación con la teoría.

10. Pregunta: si el texto lo escribe el investigador/a, por qué podría ser un


diario de campo o in-vivencia, allí no sé si aplicaría esa espiral de Baeza.

Creo que Baeza elije en particular el recurso de la hermenéutica para el acceso a la


comprensión de imaginarios sociales, porque como él dice, le interesa el “sujeto de
carne y hueso”. En mi libro “Conversaciones.. está narrado un diálogo que Manuel tuvo
con Juan Luis Pintos en ocasión de una estancia que hizo en Santiago de Compostela
en 1999. Allí, Manuel cuenta que Pintos le achacó: -“Tú no te puedes meter en la cabeza
de la gente, porque tú sabes que los ciudadanos son grupos de comunicación”. Y
Manuel, dice que le respondió: -“Mira, tú me dices eso a mí, pero yo te puedo decir que
el problema de la sociedad no es que haya flujos de comunicación, ese no es el tema,
el tema es intentar saber qué diablos es lo que comunican; son los contenidos de la
comunicación lo más fundamental”.
Pintos había sido discípulo de Luhman. A Baeza le interesa el sujeto y la
intersubjetividad, y la teoría sistémica de los flujos no le alcanza para comprender esas
significaciones o los imaginarios que emergen del ser en sociedad. Por eso elije este
recurso y no otro. Y, de todos modos, él aclara que no es la única herramienta posible
de comprensión, pero la elije.

Espero que les haya sido de utilidad,


Saludos desde un lluvioso y ventosísimo Santiago de Compostela,

Andrea

También podría gustarte