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¿Qué dice la Biblia sobre el infierno?

¿De verdad
existe?
La respuesta que da la Biblia
Varias traducciones antiguas de la Biblia, como la Scío de San Miguel y la Reina-
Valera (edición de 1909), usan la palabra infierno en algunos versículos (Salmo
16:10 [15:10, Scío de San Miguel]; Hechos 2:27*). Muchas personas creen que el
infierno es un lugar donde se castiga eternamente a la gente mala con fuego,
como se ve en la imagen que está al inicio de este artículo. Pero ¿es eso lo que
enseña la Biblia?

En este artículo veremos lo siguiente:

 ¿Es el infierno un lugar donde la gente sufre eternamente?


 ¿Qué significa la parábola del hombre rico y Lázaro?
 ¿Estar en el infierno significa sufrir por estar alejado de Dios?
 ¿Ha vuelto alguien del infierno?
 Textos bíblicos que hablan sobre el infierno, o la Tumba
 Términos bíblicos originales
 La historia del infierno de fuego
¿Es el infierno un lugar donde la gente sufre
eternamente?
No. Algunas Biblias antiguas usan la palabra “infierno” para traducir el término
hebreo Seol y el término griego Hades. Estas palabras simplemente se refieren al
lugar simbólico donde descansan los muertos, es decir, la Tumba. La Biblia indica
que quienes están en la Tumba no están vivos, no existen.
 Los muertos no son conscientes de nada, y no pueden sentir dolor. “No
habrá obra y pensamiento, y conocimiento y sabiduría en el infierno a donde tú
vas” (Eclesiastés 9:10, Jünemann). El infierno no está lleno de gritos de dolor. Por
el contrario, la Biblia dice: “Que los malvados pasen vergüenza, que queden
callados en la tumba [“el infierno”, La Biblia del Oso]” (Salmo 31:17, Nueva
Traducción Viviente [31:18, La Biblia del Oso]; 115:17).
 Dios estableció que el castigo por pecar es la muerte, no un infierno de
fuego. Dios le dijo al primer ser humano, Adán, que el castigo por desobedecer su
ley sería la muerte (Génesis 2:17). Nunca habló de torturarlo para siempre en el
infierno. Con el tiempo, Adán pecó y Dios le dijo cuál era su sentencia: “Polvo eres
y al polvo volverás” (Génesis 3:19). Adán dejaría de existir. Si Dios lo iba a enviar
a un infierno de fuego, seguramente se lo habría dicho. Hoy día, el castigo por
desobedecer las leyes de Dios sigue siendo el mismo. De hecho, mucho tiempo
después de que Adán murió, Dios hizo que un escritor de la Biblia dijera: “El
salario que el pecado paga es la muerte” (Romanos 6:23). Con ese castigo es
suficiente, “porque el que muere queda absuelto de su pecado” (Romanos 6:7).
 Tan solo pensar en el tormento eterno le da asco a Dios (Jeremías 32:35).
Esta idea del infierno va en contra de lo que dice la Biblia: “Dios es amor” (1 Juan
4:8). Él quiere que lo adoremos por amor, y no por miedo a ser torturados
eternamente (Mateo 22:36-38).
 Hay personas buenas que fueron al infierno. Las Biblias que usan la
palabra infierno también cuentan que algunos hombres fieles a Dios, como Jacob
y Job, dijeron que irían al infierno (Génesis 37:35; Job 14:13). Incluso se dice que
Jesús estuvo en el infierno desde que murió hasta que fue resucitado (Hechos
2:31, 32). Por lo tanto, no hay duda de que, cuando estas Biblias usan la
palabra infierno, se refieren simplemente a la Tumba.*
¿Qué significa la parábola del hombre rico y Lázaro?
Esta parábola que contó Jesús se encuentra en Lucas 16:19-31. Las parábolas
son relatos ficticios que nos dejan una enseñanza moral o espiritual. Por lo tanto,
la parábola del hombre rico y Lázaro no fue una historia real (Mateo 13:34). Si
quiere saber más sobre esta historia, vea el artículo “¿Quiénes eran el hombre rico
y Lázaro?”.
¿Estar en el infierno significa sufrir por estar alejado
de Dios?
No. La enseñanza de que cuando la gente mala muere sigue consciente y sufre
porque está al tanto de que se encuentra alejada de Dios va en contra de lo que
dice la Biblia, pues allí se enseña claramente que los muertos no son conscientes
de nada (Salmo 146:3, 4; Eclesiastés 9:5).
¿Ha vuelto alguien del infierno?
Sí. La Biblia nos da detalles sobre nueve personas que murieron y fueron a la
Tumba (que en algunas Biblias se traduce como “infierno”), y luego fueron
resucitadas.* Si hubieran estado conscientes en el infierno, habrían contado lo
que vieron. Sin embargo, ninguna de ellas contó que la hubieran torturado ni que
le hubiera pasado algo. ¿Por qué? Porque, como bien enseña la Biblia, estaban
inconscientes, como si se hubieran “dormido” (Juan 11:11-14; 1 Corintios 15:3-6).
La mayoría de las versiones modernas en español no emplean la palabra “infierno” en Hechos
2:27. Más bien, emplean expresiones como “el sepulcro” (Nueva Versión Internacional), “el lugar de
los muertos” (La Biblia Latinoamérica) o “los muertos” (Biblia del nuevo milenio). Otras
sencillamente usan la palabra “Hades”, que proviene del griego (Biblia de Jerusalén, La Biblia de
las Américas, Biblia Textual, Reina-Valera, 1960).
Vea el recuadro “Términos bíblicos originales”.
Vea 1 Reyes 17:17-24; 2 Reyes 4:32-37; 13:20, 21; Mateo 28:5, 6; Lucas 7:11-17; 8:40-56; Juan
11:38-44; Hechos 9:36-42; 20:7-12.

Textos bíblicos que hablan sobre el infierno, o la


Tumba
Job 14:13: “¡Ojalá me escondieras en la Tumba [“el infierno”, Biblia Americana
San Jerónimo] […]! ¡Ojalá me fijaras un plazo para acordarte de mí!”.
Significado: Job, un hombre leal a Dios, sabía que el infierno (la Tumba) aliviaría
su dolor y que Dios podía sacarlo de allí y devolverle la vida.
Salmo 145:20: “Jehová protege a todos los que lo aman, pero exterminará a todos
los malvados”.
Significado: Dios eliminará a las personas malas, es decir, las destruirá para
siempre. No las mantendrá vivas en el infierno para torturarlas.
Eclesiastés 9:10: “No hay actividad ni planes ni conocimiento ni sabiduría en la
Tumba [“el infierno”, Jünemann], el lugar adonde vas”.
Significado: Quienes están en la Tumba o infierno no son conscientes de nada, y
no pueden sufrir. Además, el escritor bíblico dio a entender que todas las personas
irían a ese lugar, incluida la gente buena.
Hechos 2:31: “Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma
no fué dejada en el infierno” (Reina-Valera, 1909 [grafía original]).
Significado: Jesucristo fue al infierno (la Tumba) cuando murió, aunque no fue
dejado allí.
Romanos 6:23: “El salario que el pecado paga es la muerte”.
Significado: La pena máxima por pecar es la muerte, no un infierno de fuego.
Apocalipsis 20:13: “El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno
devolvieron los suyos” (Nueva Versión Internacional).
Significado: Quienes están en el infierno están muertos, pero serán resucitados,
es decir, volverán a vivir.
Apocalipsis 20:14: “La muerte y el infierno fueron arrojados al estanque de
fuego” (Nácar-Colunga).
Significado: Después de que los muertos resuciten, el infierno (la Tumba) se
quedará vacío y entonces será destruido para siempre, como si lo quemaran por
completo. A partir de ese momento, nadie morirá por culpa del pecado de Adán
(Romanos 5:12).

Términos bíblicos originales


Como vemos en la siguiente lista, algunos traductores de la Biblia han confundido
a muchas personas al usar la palabra “infierno” para traducir términos originales
que tienen otros significados. En algunos casos, parece que lo hicieron para
promover la idea de que los malvados son torturados eternamente, y
no destruidos.

 Seol (en hebreo, ‫)ְׁש אֹול‬, Hades (en griego, ᾅδης).


Significado: Lugar simbólico donde descansan los muertos (Salmo 16:10; Hechos
2:31).
Traducciones: Sepulcro, infierno, abismo (Torres Amat); el lugar de los muertos
(La Biblia Latinoamérica, 2011).
 Gehena (en griego, γέεννα).
Significado: Destrucción eterna (Mateo 5:30).
Traducciones: Gehena; infierno (Torres Amat, Dios habla hoy).
 Tártaro (en griego, ταρταρόω).
Significado: Estado de degradación en el que se encuentran los demonios, unos
seres espirituales malvados (2 Pedro 2:4).
Traducciones: Tártaro; infierno (La Biblia Latinoamérica, Dios habla hoy).
 Apṓleia (en griego, ἀπώλεια).
Significado: Destrucción (Mateo 7:13).
Traducciones: Destrucción; infierno (Nueva Traducción Viviente).

La historia del infierno de fuego


Tiene origen pagano. Los antiguos egipcios creían en un infierno de fuego.
El Libro del Amduat, un texto funerario egipcio que según los historiadores se
escribió en el siglo dieciséis antes de nuestra era, habla de quienes “serán
arrojados de cabeza a los hoyos de fuego, y […] no podrán escapar de las llamas”
(The Egyptian Heaven and Hell* [El cielo y el infierno egipcios]).
Los primeros cristianos no enseñaban que existiera. “En el NT [Nuevo
Testamento] no encontramos que las llamas del infierno formen parte de la
predicación de los primeros cristianos” (A Dictionary of Christian
Theology [Diccionario de teología cristiana]).
Se mezcló con la filosofía griega. La Encyclopædia Britannica dice: “Desde
mediados del siglo segundo de nuestra era, algunos cristianos educados en la
filosofía griega empezaron a sentir la necesidad de expresar sus creencias en los
términos de esta [...]. La filosofía que más les convino fue el platonismo [es decir,
las enseñanzas de Platón]”. Entre esas enseñanzas estaba la del tormento eterno
después de la muerte. “De todos los filósofos griegos de la época clásica, Platón
es quien más ha influido en el pensamiento tradicional sobre el infierno” (Historia
de los infiernos).*
Servía de excusa para torturar a la gente. En los días de la Inquisición
española, se decía que se quemaba a los herejes en la hoguera para que
murieran “sufriendo por anticipado los tormentos del infierno” (La Inquisición, el
lado oscuro de la Iglesia).* Esto lo hacían supuestamente con la esperanza de
que se arrepintieran antes de morir. Del mismo modo, la reina María I de Inglaterra
quemó a unos 300 protestantes en la hoguera porque, según parece, decía: “Si las
almas de los herejes van a arder eternamente en el infierno, no hay nada de malo
en que yo imite la venganza divina y los mande a la hoguera aquí en la Tierra”
(Universal History* [Historia universal]).
El infierno moderno. Algunos grupos religiosos han suavizado lo que enseñaban
sobre el infierno. Al parecer, no lo han hecho para rechazar una enseñanza falsa,
sino para complacer a sus miembros (2 Timoteo 4:3). El profesor Jackson Carroll
dice: “Las personas quieren a un Dios que sea afectuoso y entrañable […]. Es
contrario a la cultura actual hablar de pecado y culpa”.

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