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ÉLITES POLÍTICAS

La palabra viene del francés elite, que es el conjunto de los mejores en una

comunidad, y ésta de elite, que significa en francés elección o elegir. En sentido

amplio, designa un grupo selecto de personas en el orden político, científico,

cultural, económico o de cualquier otra rama del saber o de la actividad humana.

El concepto élite tiene connotaciones de distanciamiento con el pueblo y de

gustos y preferencias que no son los de la masa. Lleva implícita una dicotomía

entre la sofisticada minoría y la gran masa. Es una contraposición al de multitud y

envuelve ideas de "exclusión" y de "discriminación".

Elite política hace alusión a un reducido e influyente grupo de personas escogidas

en función de su capacidad y formación para dirigir un Estado, un partido o una

asociación cualquiera. Esas personas son las que forman parte de la estructura

de poder y tienen acceso a los procesos de decisión en esas sociedades.

Los sociólogos italianos Vilfredo Pareto (1848-1923) y Gaetano Mosca (1858-

1941), fueron los creadores de la teoría de las élites. Pareto sostenía que todas

las sociedades se dividen en conductores y conducidos, describió dos tipos

psicológicos de élites en el campo político: la de los "zorros", que prevalecen por

las maquinaciones y la astucia, y la de los "leones", que se imponen por la fuerza.

Mosca, por su lado, afirmaba que en todas las sociedades, empezando por las
más mediocremente desarrolladas y que han llegado apenas a los comienzos de

la civilización, hasta las más cultas y fuertes, existen dos clases de personas, una

clase que gobierna y otra que es gobernada", y concluyó que las élites políticas se

dividen en razón de las ideologías que invocan como factores de legitimación, de

modo que pueden distinguirse al menos dos: la aristocrático-autocrática y la

democrático-liberal. T. B. Bottomore habló de tres grupos elitistas: el de los

intelectuales, el de los industriales y el de los altos funcionarios del gobierno.

Dahrendorf propuso mucho más. El sociólogo norteamericano Wright Mills, al

referirse a las elites en el poder, diferenció los tres sectores en que ellas ocupan

posiciones claves: la economía, el ejército y la política.

El concepto de elite es más amplio que el de oligarquía puesto que su dominación

no es necesariamente económica. Y es demás diferente al de camarilla porque

exige en sus integrantes ciertas condiciones personales de preparación y aptitud


que no siempre asisten a los miembros de ésta. Las elites están compuestas de

individuos destacados por ciertas calidades personales.

La élite política reúne a los más destacados hombres públicos. Todo esto

independientemente de su egoísmo, de su sentido discriminatorio de la vida y de

las inicuas exclusiones sociales que generalmente promueven en los campos de

su actividad. Las camarillas, en cambio, no se forman en función de la excelencia

de sus miembros sino de influencias, complicidades y malas artes políticas.

Las élites pueden clasificarse en razón de los cuatro problemas funcionales que

toda sociedad debe resolver: consecución de sus objetivos, adaptación,

integración y mantenimiento del sistema y resolución de tensiones. Asimismo,

existen cuatro tipos de elites estratégicas:

1) Elite política del momento (élites de consecución de objetivos).

2) Elite económica, militar, diplomática y científica (élites de adaptación).

3) Elites que ejercen autoridad moral: sacerdotes, filósofos, educadores y

primeras familias (élites de integración).

4) Elites que mantienen la sociedad unida moral y psicológicamente, compuestas

por artistas, escritores, estrellas del teatro.

La función general de las élites parece ser similar en todas partes: simbolizar la

unidad moral de la colectividad poniendo de relieve los intereses y objetivos

comunes; coordinar y armonizar actividades diversificadas, evitar el faccionalismo

y resolver los conflictos de grupo, así como proteger a la colectividad frente a los

peligros exteriores.

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