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Cuidado con los mandatos estéticos.

El daño
en la piel provocado por el sol es
acumulativo y puede ocasionar cáncer, pero
hay formas efectivas de prevenirlo.
El sol cumple funciones vitales. Sin
embargo, debemos tener en cuenta que las
exposiciones al sol reiteradas e
indiscriminadas producen a largo plazo un
envejecimiento prematuro, lesiones
precancerosas y cáncer de piel.
El daño provocado por las radiaciones
ultravioletas es acumulativo y, con el tiempo,
se pueden ver las consecuencias. Una de
las más temidas es el cáncer de piel, cuyo
número de casos ha aumentado en la última
década. Un dato alentador es que tenemos
en nuestras manos herramientas para
prevenirlo o detectarlo precozmente para
realizar un tratamiento más efectivo.
Hay varios tipos de cáncer de piel, como el
denominado “cutáneo no melanoma” y el
melanoma.
El carcinoma basocelular es un cáncer
cutáneo no melanoma y es el más común en
el ser humano. Se localiza en áreas
expuestas al sol y, en líneas generales, tiene
buen pronóstico tomado a tiempo.
El melanoma es un cáncer que se origina de
los melanocitos, células que le dan pigmento
a la piel. En el caso de la mujer, se localiza
con más frecuencia en las piernas; mientras
que en el varón el área más comprometida
suele ser el torso (tanto pecho, como
espalda), pero también puede presentarse
en otras zonas como el rostro, extremidades
y hasta en el ojo.

Todo caso de cáncer de piel que es


detectado a tiempo tiene una alta
probabilidad de tratamiento efectivo. No
obstante, el melanoma tiene más
probabilidad de propagarse por otras partes
del cuerpo.
Entre los factores de riesgo de cáncer de piel
se encuentran la exposición a los rayos
ultravioleta del sol o a las fuentes artificiales,
como las camas solares (ver recuadro).
Otras causas que debemos tener en cuenta
son las quemaduras severas, la exposición
ambiental al arsénico, las enfermedades
genéticas, las cicatrices crónicas, los
fototipos 1 y 2 (piel blanca, cabello claro o
pelirrojo y ojos claros), la exposición
reiterada a rayos x, los antecedentes
familiares de cáncer de piel que pueda tener
la persona y la presencia de muchos lunares
o efélides (también conocidos como
“pecas”).

¿Cómo prevenirlo?
Para evitar que la enfermedad aparezca, las
acciones de prevención son fundamentales.
Debemos consultar al dermatólogo para
saber si tenemos riesgos, saber cada cuánto
acudir al control de nuestra piel, así como
saber qué factor de protección solar es el
ideal para cada tipo.
El especialista es quien realiza el
denominado “examen total cutáneo” (ETC),
que comprende la revisión de todo el
tegumento, desde la cabeza a los pies
(teniendo en cuenta, principalmente, las
áreas de difícil control, como los genitales,
las axilas, las plantas de los pies, las palmas
de las manos, el cuero cabelludo, etcétera).

Recomendaciones
Evitar exponerse al sol entre las 10 y las 16.
Utilizar sombreros de ala ancha, ropa clara
o con filtros UV y anteojos.
Utilizar en la piel expuesta un factor de
protección solar (FPS) igual o superior a 30,
de buena calidad y resistente al agua.
Aplicarlo 20 minutos antes de exponerse al
sol y renovarlo cada dos horas o cada vez
que se sale del agua.
Hidratar el organismo frecuentemente para
evitar golpes de calor.
Tener en cuenta que el agua, la arena y la
nieve reflejan el sol, aumentando la
exposición solar.
Evitar el sol directo en los bebés menores
de 1 año de edad. A partir de los 6 meses se
les puede colocar factores de protección
solar adecuados.
• Descansa bien, e intenta dormir siesta.
Infórmate sobre cómo respiras durante
el sueño.
• Muévete, camina. Haz ejercicio
aeróbico moderado y sin pasarte.
• Haz bien la compra. Come lo necesario.
Bebe agua con frecuencia y sigue una
dieta baja en sal, baja en grasas
saturadas, con poca carne y rica en
cereales integrales, frutos secos,
vegetales, verduras, pescado y aceite
de oliva. Intenta no consumir bollería
industrial, ni productos procesados.
• Evita las relaciones tóxicas.
• No fumes
• Modera la ingesta de alcohol. Como
mucho 1 cerveza/vino tinto al día. No te
drogues.
• Vigila tu tensión arterial y tu corazón,
que no palpite más de la cuenta.
• Cuidado con tu migraña, especialmente
si tienes tendencia a hacer coágulos,
tomas tratamiento anticonceptivo o
fumas.
• Intenta evitar el uso de anticonceptivos
hormonales, sobre todo si fumas, sufres
predisposición a la coagulación de tu
sangre o has tenido abortos
espontáneos.
• Ojo con las infecciones crónicas. Lleva

una adecuada salud dental, vacúnate


de la gripe si tienes factores de riesgo.
• Si un familiar directo ha sufrido un ictus

antes de los 65 años, revísate.


• Si sufres un déficit brusco de alguna

función cerebral, acude cuanto antes a


un centro hospitalario dotado con
"Código Ictus". Si los síntomas son
crónicos, informa a tu neurólogo de
confianza.
• 1. Transforma en un hábito la higiene
diaria de tu rostro.
Es fundamental que limpies tu cara dos
veces al día –por la mañana y antes de
acostarte-, con el fin de eliminar toxinas y
maquillaje. Para que esta limpieza sea
efectiva y no agresiva, debes utilizar
productos específicos para el rostro.
• 2. Nutre la piel en profundidad.
La hidratación constituye otra de las
claves de una piel sana y elástica, no
sólo en el rostro, sino en todo el cuerpo.
Para hacerlo correctamente debes elegir
leches hidratantes que se adapten a tu
tipo y aplicarlas diariamente mediante
suaves masajes.
• 3. Bebe agua de manera abundante.
El agua mantiene la piel hidratada y te
ayuda a eliminar toxinas. Por si fuera
poco, contiene nutrientes, vitaminas y
minerales excelentes para la piel como el
calcio, el magnesio y el sodio. El truco
está en ingerir líquidos regularmente y
sin esperar a tener sed.

• 4. La edad influye.
Las necesidades de tu piel evolucionan
con la edad: si eres joven, demandará
sobre todo hidratación y fotoprotección.
Y conforme vas cumpliendo años,
debes dedicarle más tiempo, cuidados
antioxidantes y una buena dosis de
nutrición.
• 5. Ellos también.
Esta no es una cuestión
exclusivamente femenina. Una piel
luminosa es signo de buena salud y la
población masculina también debe ser
consciente de la necesidad de hidratar,
nutrir y proteger del sol la piel,
especialmente la del rostro.
• 6. Fotoprotección durante todo el
año.
No sólo en verano debes resguardar la
piel de las radiaciones solares; también
tienes que tomar precauciones el resto
del año y en zonas de montaña. Junto
a los correspondientes fotoprotectores
de alta graduación, serán bienvenidas
gafas de sol, gorros y sombreros. Las
zonas de la cara donde más
frecuentemente aparecen las lesiones
provocadas por el sol son la nariz y los
labios, por lo que deberás prestar
especial atención para aplicar el
fotoprotector y utilizar un protector
labial con SPF
• 7. Vigila la aparición de manchas.
Frecuentemente producidas por una
incorrecta exposición al sol, has de
mantenerte alerta frente a las
pigmentaciones con el fin de evitar su
extensión u oscurecimiento. Sobre
todo, no olvides que no existe mejor
medicina que una buena prevención.
También debes prestar atención a las
pecas y lunares y, en caso de percibir
variaciones importantes en su tamaño o
color, acudir a un dermatólogo.
• 8. Mima tus manos.
La delicada piel del dorso es una de las
partes del cuerpo que más refleja la
edad. Y al estar tan expuestas al sol
deberás hidratar y proteger tus manos
constantemente.
• 9. Cuello y escote también existen.
Su piel es muy fina y está muy
expuesta a las agresiones del entorno.
Limpieza, hidratación, nutrición y
fotoprotección constituyen de nuevo las
claves para que esta parte de tu cuerpo
se mantenga elástica y firme.
• 10. Toma precauciones con
piercings y tatuajes.
Si decides hacerte uno, siempre debes
hacerlo en establecimientos que
cumplan estrictas medidas de higiene
para evitar infecciones y otras
complicaciones. Además, deberás
realizar todos los cuidados posteriores
para que el tejido cicatrice de manera
adecuada.

¿Es malo ducharse todos los días?


31 julio, 2018
Existen muchas opiniones acerca de este
tema. Diversos estudios sostienen que
ducharse o bañarse con demasiada
frecuencia puede ser negativo para la salud,
ya que el exceso de agua y jabón podría
dañar la capa más externa de la piel y el
manto lipídico que la recubre. Otros expertos
señalan, en cambio, que una ducha al día es
necesaria y no afecta a esta barrera
defensiva natural de la piel. En todo caso,
una ducha ideal debe realizarse con agua
tibia y con gel de pH entre 5.5 y 6, que
respete el pH de nuestro manto lipídico. En
caso de realizar una segunda ducha, es
mejor prescindir del jabón. Tras secarnos,
debemos hidratar correctamente la piel.

¿Por qué salen manchas blancas en las


uñas?
23 abril, 2021
Las manchas blancas en las uñas,
conocidas médicamente como leuconiquia,
pueden aparecer por motivos muy variados,
tanto en las uñas de las manos como en las
de los pies. La causa más frecuente son
los microtraumatismos en las uñas, que
provocan la entrada de microburbujas de
aire en ellas, y que hacen que aparezca esa
mancha de color blanquecino. Lo habitual es
que se den más frecuentemente en niños
debido a los traumatismos pequeños
constantes, y también en niños o adultos que
se muerden mucho las uñas. Actividades
físicas que generan traumas pequeños y
repetidos también pueden causarlas, así
como el uso continuado de detergentes u
otros productos de limpieza.

Las manchas en las uñas no son una


enfermedad en sí, sino que se consideran
un síntoma. En algunos casos, sí pueden
indicar la carencia de algún nutriente como
el zinc o vitamina B12, consecuencia de una
alimentación deficiente.

En otros casos, las manchas sí pueden estar


causadas por enfermedades como
la anemia, la psoriasis, la
cirrosis, la insuficiencia cardíaca,
la diabetes o la insuficiencia renal o
determinadas alteraciones hormonales o la
toma de algunos fármacos. Por último,
también existe un tipo de manchas que
afecta a una gran superficie de la uña -
leuconiquia total-, cuya causa es genética.
El tratamiento dependerá de la causa de la
leuconiquia.

Cuidarnos para evitar la enfermedad mixta


del tejido conectivo
Ya que no hay cura para la misma
Existen mas de 200 trastornos que afectan al
tejido conectivo
Los cartílagos son un componente vital de
las articulaciones que por desgaste o
lesiones se pueden dañar. Las zonas del
cuerpo más propensas a sufrir daños en los
cartílagos de las articulaciones son en
rodilla, muñeca, tobillos, codos, hombros
La manera más apropiada de mantener los
cartílagos sanos y reparar los que ya se han
dañado es proporcionar a nuestro organismo
una buena y sana alimentación, incluyendo
en ella las vitaminas, pues son las que se
encargan de proporcionar un buen
funcionamiento al organismo y,
especialmente, las articulaciones.
Tanto los tendones como los cartílagos
están compuestos de calcio. El calcio se
utiliza para el crecimiento celular y mantener
el tejido conjuntivo sano. Cuando los
tendones y cartílago se dañan, puede ser
necesario más calcio para sanar y reparar.
El cuerpo va a utilizar sus reservas y el
calcio disponible de la ingesta alimentaria
diaria. El consumo de cantidades adecuadas
de calcio todos los días es importante para
asegurar la curación óptima y prevenir la
osteoporosis. Los alimentos ricos en calcio
incluyen la col rizada, espinacas, acelgas,
queso y yogur.
El magnesio trabaja conjuntamente con el
calcio y la vitamina D para construir y
restaurar tendones y cartílagos sanos. Las
funciones del magnesio son mantener la
masa muscular normal y la actividad del
nervio y un sistema inmunológico saludable.
El magnesio está implicado en la síntesis de
proteínas, lo que forma el tejido conectivo.
La producción de tejidos y hueso depende
de las concentraciones extracelulares de
magnesio. Las lesiones pueden causar dolor
o degeneración del tejido conectivo. Para
asegurar una recuperación rápida de la
cicatrización de los tendones y el cartílago,
el consumo adecuado de magnesio es de
suma importancia para los resultados
máximos. Las fuentes de magnesio son los
vegetales verdes, legumbres, nueces y
semillas.
El magnesio trabaja conjuntamente con el
calcio y la vitamina D para construir y
restaurar tendones y cartílagos sanos. Las
funciones del magnesio son mantener la
masa muscular normal y la actividad del
nervio y un sistema inmunológico saludable.
El magnesio está implicado en la síntesis de
proteínas, lo que forma el tejido conectivo.
La producción de tejidos y hueso depende
de las concentraciones extracelulares de
magnesio. Las lesiones pueden causar dolor
o degeneración del tejido conectivo. Para
asegurar una recuperación rápida de la
cicatrización de los tendones y el cartílago,
el consumo adecuado de magnesio es de
suma importancia para los resultados
máximos. Las fuentes de magnesio son los
vegetales verdes, legumbres, nueces y
semillas.
La vitamina C es una de las más importantes
para el buen funcionamiento del organismo;
uno de sus más grandes e importantes
propiedades es ayudar en la reparación y el
crecimiento de los tejidos.
Asimismo es primordial para la producción
del colágeno, una importante proteína cuya
principal función es la formación de
tendones, venas y ligamentos, además es
muy útil en la reparación de los cartílagos.
Esta vitamina no se puede mantener
almacenada, por lo cual se debe reponer
todos los días.
Las fuentes más ricas de vitamina C son las
frutas y los vegetales. Las frutas que la
contienen en mayor cantidad son los cítricos,
el melón, la papaya ,el mango, la piña, las
bayas, las guayabas. En los vegetales
podremos encontrarla en las papas, los
tomates, los pimientos, la calabaza, la
lechuga, el brócoli entre otros.

Vitamina D
La vitamina D es muy importante en la
formación de los huesos y de los cartílagos,
esta se almacena en el tejido adiposo y
ayuda a absorber el calcio. Si esta vitamina
falta en nuestro cuerpo corremos el riego de
desarrollar osteoporosis.
La forma más común de obtener esta
vitamina es mediante algunos suplementos
vitamínicos o consumiendo los alimentos
que sean ricos en este nutriente. De igual
manera también se pueden tomar algunas
horas de sol, con lo cual haremos que el
cuerpo estimule su producción.
Alimentos que proporcionan vitamina D: El
pescado, la margarina, todos los derivados
lácteos como también los alimentos
fortificados como la leche y los cereales.
Recuerda que al gastarse un cartílago el
dolor que se siente con cada movimiento es
casi insoportable,desde Mofit aconsejamos
consumir este tipo de suplementos para
intentar optimizar el mejor rendimiento de
nuestras articulaciones y tendones.

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