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LA PIEL
La piel, es el órgano es el órgano más grande del cuerpo humano; se trata de un
órgano vivo con capacidad de regenerarse, es impermeable, resistente y flexible,
respira y se mantiene activo las 24 horas del día realizando todo tipo de acciones
fundamentales para nuestro organismo, la piel es un órgano vital para el cuerpo
humano. . Está en permanente relación con los otros órganos del cuerpo, y es a
través de ella que nuestro cuerpo nos revela disfunciones y malestares que nos
afectan, así como también muestra nuestras emociones: traspiramos cuando
estamos nerviosos, nos ponemos colorados si algo nos da vergüenza y hay
emociones y estímulos que nos dan “piel de gallina”.
Principales funciones
Protege: Funciona como barrera protectora frente al exterior gracias a sus
complejos mecanismos celulares e inmunológicos, nos cuida de enfermedades,
temperaturas extremas y lesiones como golpes y quemaduras. Ella selecciona y
filtra lo que resulta dañino para nuestro organismo y toma lo que es beneficioso.
Regula el metabolismo y la temperatura corporal: Impide la salida de líquidos,
células y otras sustancias imprescindibles para el cuerpo, contribuyendo
enormemente a mantenernos hidratados y saludables. Mediante su capacidad de
evaporar el agua de nuestro organismo, elimina sustancias nocivas y mantiene
regulada la temperatura de nuestro cuerpo.
El sentido del tacto: A través de las terminaciones nerviosas de la piel, el cuerpo
recibe todos los estímulos que nos genera el tacto. En un solo centímetro cuadrado
de piel hay más de 5000 receptores sensitivos, que envían la información
instantáneamente al cerebro, quien decide cómo actuar en base al estímulo.
Sintetiza Vitamina D: Al exponerse directamente al sol, la piel es capaz de
absorber lo necesario para generar esta vitamina, que no abunda en los alimentos
y se ocupa de mantener saludables a los huesos y tejidos óseos del cuerpo.
Xiadany Bastarrachea Hernández, Itzel I. Tapia Pichardo, Daisy Zamudio Ibarra
HIDRATACIÓN
La piel mantiene su humedad gracias al agua procedente de las capas más
profundas (agua transepidérmica) y a la secreción normal del sudor. Debido a
diversos factores, por ejemplo, la falta de sustancias que retengan el agua, la
sequedad excesiva del aire o una función barrera dañada, puede verse aumentada
la pérdida de agua hacia el exterior
Al hidratar la piel la mantenemos más protegida de los contaminantes ambientales
y de las alergias, es decir, ejerce mucho mejor su función de barrera protectora.
Lo ideal es hidratar el rostro por lo menos 2 veces en el día: en la mañana temprano
y en medio día. Ahora bien, si la piel es más seca, se vive en un clima seco o se
transpira mucho, pueden ser 3 veces al día.
Xiadany Bastarrachea Hernández, Itzel I. Tapia Pichardo, Daisy Zamudio Ibarra
Piel seca: se debe usar crema humectante oclusiva como vaselina, aceites
minerales, dimeticona, propilenglicol, glicerina, ácido hialurónico, pantenol,
cerámidas y urea.
.Así, los protectores solares están diseñados para resguardar nuestra piel de los
efectos perjudiciales de las radiaciones de tipo A y B, las dos que sí atraviesan la
capa atmosférica.
No obstante, no protegen al 100% y siempre hay una fracción de radiación que llega
a nuestra piel. “Igual que una gabardina te protege parcialmente de la lluvia, una
crema solar te ayuda a no quemarte y te permite hacer vida al aire libre, pero no
debemos pensar que estamos totalmente protegidos”, explica Tuneu. Por eso, por
ejemplo, hay que evitar la exposición en las horas centrales del día, ya que entre
las 12:00 y las 16:00 los rayos solares inciden de forma más vertical y con mayor
radiación.
Los protectores solares contienen un ingrediente vital: los filtros. Estos frenan la
acción de los rayos y pueden ser de dos tipos, físicos y químicos.
Los filtros físicos son los más antiguos y están formados por minerales,
normalmente óxido de titanio y de zinc. “Estos compuestos son fluorescentes, es
decir, absorben la radiación ultravioleta y la reemiten como visible evitando que nos
haga daño; la reflejan como un espejo”.
A diferencia de los filtros físicos que rebotan la radiación, los filtros químicos
protegen la piel absorbiendo la radiación ultravioleta -en el caso de los filtros
orgánicos, también pueden reflejarla.
Hoy en día encontramos protectores que combinan las dos tecnologías.
El ADN puede absorber los rayos UVA y UVB, causando mutaciones que, si no se
reparan, pueden desembocar en cánceres de piel tipo no melanoma (carcinoma de
células basales, carcinoma de células escamosas) o melanoma
EL ABCD
Xiadany Bastarrachea Hernández, Itzel I. Tapia Pichardo, Daisy Zamudio Ibarra
Para un cuidado efectivo necesitamos utilizar un protector solar que se adapte a las
necesidades de nuestra piel.
Para poder utilizar de manera correcta un protector solar es necesario saber qué
tipos existen, contra qué protegen y cual es el mejor para cada tipo de piel. Así como
dentro de qué categoría de fototipo entra nuestra piel. El fototipo es la capacidad de
adaptación a la radiación solar de cada persona, y es la que determina si la piel se
broncea o no, además de cómo y en qué grado lo hace.
Al comprar un protector solar, hay que fijarse entres puntos importantes. Compruebe
en la etiqueta que el protector solar:
2. Proteja tanto contra los rayos UVA como contra los rayos UVB (un protector
solar de "amplio espectro")
3. Sea resistente al agua o sudor (que proteja a los niños mientras estén dentro
del agua durante 40-80 minutos)
Indicaciones
Recomendamos siempre aplicar mínimo 20 minutos antes de la exposición solar y
reaplicar cada hora y media o 2 horas aproximadamente en rostro y cuerpo: no
siempre aplicamos la cantidad suficiente y por este motivo es necesaria la
repetición. Recuerda que aunque no existan quemaduras, la exposición solar sin
protección acelera el envejecimiento de la piel.
Para la piel del rostro, la cantidad adecuada son dos líneas extendidas en dos
dedos. En cuanto al cuerpo, un truco orientativo para saber cuánto producto
echarse es usar el equivalente al contenido de un vaso de chupito o de dos
cucharadas (unos 30 ml) para toda la piel que se vaya a exponer al sol.
¡Que no se te olvide!
Xiadany Bastarrachea Hernández, Itzel I. Tapia Pichardo, Daisy Zamudio Ibarra
-Dinámica de evaluación
-Material para conocer su biotipo y fotototipo cutáneo