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Música Tripa IMPRENTA_Maquetación 1 31/12/69 08:27 PM Página 77

F EDERICO S AMMAR TINO ⁄ 7 7

Más allá de lo inherente a la música popular en lo que respecta


a la reproducibilidad y la recepción masiva, creo que merece cierto
detenimiento la estetización de la existencia que supone la manipu-
lación de la reproducibilidad mecánica. En varias oportunidades, se
ha insistido entre los estudios de música popular el carácter demo-
cratizador por naturaleza de los medios electrónicos7. Semejante
confianza en tales medios lleva a pensar en alguna fuerza emancipa-
dora por sí misma en la música popular, lo cual, si pensamos por un
minuto en Julio Iglesias, está muy lejos de manifestarse. Por el contra-
rio, con ese tipo de afirmaciones se soslaya caprichosamente la este-
tización de la existencia, la que, en palabras de Benjamin, «convierte
lo creativo (...) en un fetiche (...) “el mundo es bello”: éste es precisa-
mente su lema» (Benjamin 2007, p. 50). Pese a lo aparentemente
inofensivo de su afirmación, Benjamin señalaba lo siguiente con res-
pecto al futurismo:

La humanidad, que antaño en Homero, era un objeto de espectácu-


lo para los dioses olímpicos, se ha convertido ahora en espectáculo
de sí misma. Su autoalienación ha alcanzado un grado que le permite
vivir su propia destrucción como un goce estético de primer orden
(1989, p. 458).

que se hallaban en el conglomerado I. G. Farben, y que trabajaron estrechamente con


las SS, se puede nombrar a Bayer, BASF y Aventis. Asimismo, una vez finalizada la
II Guerra Mundial, se conocieron sus conexiones con empresas estadounidenses
como la Standard Oil, Ford Motor Company, DuPont, Bank of Manhattan y el Fede-
ral Reserve Bank of New York, entre otras.
7 Richard Middleton sintetizó hace ya varios años tales argumentos: «El acceso es fácil
y universal y, a diferencia de los libros de texto, no es necesario un alto grado de
“capital” educativo; el copiado es simple; aun la producción es relativamente simple
(cualquiera puede hablar o cantar en un micrófono). El equipamiento es tal que resulta
muy difícil prevenir “adecuaciones” al parecer de cada uno. Del mismo modo, la
“información” (estilos, fuentes de material, habilidades técnicas) de cualquier lugar es
fácil y universalmente disponible. Es más, la tecnología es por naturaleza reversible:
un receptor de radio es potencialmente un transmisor; un reproductor de casete
puede grabar; incluso un disco para un gramófono puede ser utilizado como un fac-
tor dentro de nuevas actividades productivas, como han demostrado las prácticas de
rap y el scratching» (Middleton 1990, p. 68).

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