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ENCUENTRO FINAL METODOLOGIA CATEQUISTICA

Escobar, 11 de Julio 2022


 Título del encuentro

JESÚS NOS OFRECE EL ABRAZO DEL PERDÓN

 Interlocutores
Adultos

 Situación de vida/ experiencia vital

Están preparándose para recibir los sacramentos de iniciación de vida cristiana, o


complementarlos.
Contarles brevemente que hoy vamos a tratar de conocer al Padre bueno que es nuestro Dios,
que esta siempre dispuesto y esperándonos para perdonarnos.
DEBATE:
Como adulto de esta comunidad, te sentís recibido?
Qué pensas cuando hablamos de pecados y perdón?
Pudiste tener alguna vez la experiencia de sentirte perdonado?

 Objetivo

Poder vivir el sentido de la reconciliación en la vida cotidiana para experimentar el Don de


Dios en el Sacramento.

 Texto del Evangelio ---- Iluminación

Mateo 18, 21-35; Lucas 15, 11-32; Juan 20, 19-23.

Se puede elegir alguno de estos textos bíblicos como iluminación de la catequesis de


reconciliación. O si en el lugar se prestan las condiciones formar grupos para cada uno de los textos;
leer, hacer eco y reflexionar.

 Verdad de fe

Memorizar los pasos para aprovechar mejor el sacramento de Reconciliación.

1) Examinar la conciencia. (examen de conciencia).


El examen de conciencia consiste en recordar los pecados que hemos cometido y las
causas o razones por las cuales estamos cometiendo esas faltas.
Deberíamos, como buenos cristianos, hacer examen de conciencia todos los días en la
noche, antes de acostarnos.
Así iríamos formando bien nuestra conciencia, haciéndola más sensible y recta, más
pura y delicada. Los grandes Santos nos han recomendado este medio del examen de
conciencia diario

2) Sentir arrepentimiento. (dolor de los pecados).


Dolerme interiormente por haber cometido esos pecados, porque ofendí a Dios, mi
Padre. Es lo que llamamos dolor de los pecados o contrición del corazón
3) Decir nuestros pecados al sacerdote. (decir todos los pecados).
Es manifestar al confesor sin engaño, ni mentira los pecados cometidos, con intención
de recibir la absolución.

4) Propósito de ser mejor. (propósito de enmienda)


Es una firme resolución de nunca más ofender a Dios.
 
5) Cumplir la penitencia. (cumplir la penitencia)
Es rezar o hace lo que el confesor me diga. Esta penitencia, ya sea una oración, una obra de
caridad, un sacrificio, un servicio, la aceptación de la cruz, una lectura bíblica, es para expiar,
reparar el daño que hemos hecho a Dios al pecar. Es expresión de nuestra voluntad de
conversión cristiana.

 Compromiso

Jesús nos ofrece su abrazo de perdón y en la reconciliación un cambio de vida. Pensando en


ello podemos tomar actitudes de ella en los acontecimientos de nuestra vida diaria.
GESTO: Pensar que necesito pedirle Perdón a este Padre misericordioso que hoy se me
presenta con toda la intención de recibirme en sus brazos. Las escribo

 Oración / celebración
En clima de oración disponemos todo eso qyue medite y necesito que mi Padre Dios hoy me
perdone. También dispongo en sus manos mi corazón para ayudarme a perdonarme a mi mismo.
Escuchamos la canción mientras nos acercamos al altar

Para cerrar:
Yo confieso
ante Dios Todopoderoso
y ante ustedes, hermanos,
que he pecado mucho,
de pensamiento, palabra
obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa,
por mi gran culpa.

Por eso ruega a Santa María, siempre virgen,


a los ángeles, a los santos
y a ustedes hermanos,
que intercedan por mí,
ante Dios nuestro Señor.

Amén

Entregar el examen de conciencia para que lo puedan leer y prepararse mejor para realizar una buena
reconciliación.
En casa disponer de un rato para rezar y poder estar en condiciones cuando se celebre el sacramento
de la Reconciliación.
Mateo 18, 21-35

21 Entonces se adelantó Pedro y le dijo: «Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me
haga? ¿Hasta siete veces?».
22 Jesús le respondió: «No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.
23 Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.
24 Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.
25 Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar
la deuda.
26 El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: "Señor, dame un plazo y te pagaré todo".
27 El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda.
28 Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta
ahogarlo, le dijo: "Págame lo que me debes".
29 El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: "Dame un plazo y te pagaré la deuda".
30 Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
31 Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor.
32 Este lo mandó llamar y le dijo: "¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda.
33 ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de ti?".
34 E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía.
35 Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos».
(El perdón de las ofensas y la parábola de los dos deudores)

Lucas 15, 11-32

11 Jesús dijo también: «Un hombre tenía dos hijos.


12 El menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte de herencia que me corresponde". Y el padre les repartió
sus bienes.
13 Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en
una vida licenciosa.
14 Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones.
15 Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos.
16 El hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.
17 Entonces recapacitó y dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí
muriéndome de hambre!".
18 Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti;
19 ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros".
20 Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió
profundamente, corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó.
21 El joven le dijo: "Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo".
22 Pero el padre dijo a sus servidores: "Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y
sandalias en los pies.
23 Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos,
24 porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado". Y comenzó la fiesta.
25 El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la
danza.
26 Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó que significaba eso.
27 El le respondió: "Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero y engordado, porque lo ha recobrado
sano y salvo".
28 El se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara,
29 pero él le respondió: "Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y
nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos.
30 ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el
ternero engordado!".
31 Pero el padre le dijo: "Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo.
32 Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido
encontrado"».
49 Los invitados pensaron: «¿Quién es este hombre, que llega hasta perdonar los pecados?».
50 Pero Jesús dijo a la mujer: «Tu fe te ha salvado, vete en paz». (El hijo pródigo)
CATECISMO DE LA IGLESIA CATOLICA

1486 El perdón de los pecados cometidos después del Bautismo es concedido por un
sacramento propio llamado sacramento de la conversión, de la confesión, de la penitencia o de
la reconciliación.

1491 El sacramento de la Penitencia está constituido por el conjunto de tres actos realizados
por el penitente, y por la absolución del sacerdote. Los actos del penitente son: el
arrepentimiento, la confesión o manifestación de los pecados al sacerdote y el propósito de
realizar la reparación y las obras de penitencia.

1493 El que quiere obtener la reconciliación con Dios y con la Iglesia debe confesar al sacerdote
todos los pecados graves que no ha confesado aún y de los que se acuerda tras examinar
cuidadosamente su conciencia. Sin ser necesaria, de suyo, la confesión de las faltas veniales
está recomendada vivamente por la Iglesia.

PASOS PARA LA RECONCILIACION

1) Examinar la conciencia. (examen de conciencia).

2) Sentir arrepentimiento. (dolor de los pecados).

3) Decir nuestros pecados al sacerdote. (decir todos los pecados).

4) Propósito de ser mejor. (propósito de enmienda)


 
5) Cumplir la penitencia. (cumplir la penitencia)

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