Está en la página 1de 9

LITURGIA DE LA CELEBRACIÓN PENITENCIAL

para los niños de la


PRIMERA COMUNIÓN
Parroquia Santa Maria de Albendín

I.- RITO DE ENTRADA
MONICIÓN AMBIENTAL
Queridos niños: vais a dar un paso más en esta familia que es la
Iglesia. Hoy, por la primera vez, vais acercaros al Sacramento del
Perdón. Cristo viene a perdonaros los pecados, a mostraros su
amor, a demostraros que quiere ser vuestro apoyo y ayuda para
toda vuestra vida. Y el Padre os acoge con Amor. Por esto, esta
alegres, porque vamos a celebrar una gran fiesta, la fiesta del
Amor de Dios.

CANTO DE ENTRADA
(Entrada solemne de los presbíteros con alba, estola y cíngulo, el Presidente con capa
pluvial.)

SALUDO DEL PRESIDENTE


P: En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
R: Amen.

P: La gracia, la misericordia y la paz de Dios nuestro Padre y de


Jesucristo nuestro salvador, esté con todos vosotros.
R: Y con tu Espíritu.

INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO (O CANTADO)


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles, y enciende
en ellos el fuego de tu amor.
Envía tu Espíritu Creador y renueva la faz de la tierra.

Oración:
P: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus hijos
con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones
para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
(Terminado el canto de invocación hace el presidente la siguiente oración)

!2
Oremos:
P: Padre de toda misericordia y Dios de todo consuelo, que no
te complaces en la muerte del pecador, sino que se convierta;
auxilia a tu pueblo para que vuelva a ti y viva. Ayúdanos a
escuchar tu palabra, confesar nuestros pecados y darte gracias
por el perdón que nos otorgas.
Haz, que realizando la verdad en el amor, hagamos crecer
todas las cosas en Cristo tu hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos
R: Amen.

II.- LITURGIA DE LA PALABRA


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
Lc 15, 11-32
El hijo perdido y el hijo fiel: El hijo pródigo.»

Dijo Jesús: «Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos


dijo al padre: ‘Padre, dame la parte de la hacienda que me
corresponde’. Y él les repartió la hacienda. Pocos días
después, el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un
país lejano, donde malgastó su hacienda viviendo como un
libertino.
«Cuando se lo había gastado todo, sobrevino un hambre
extrema en aquel país y comenzó a pasar necesidad.
Entonces fue y se ajustó con uno de los ciudadanos de
aquel país, que le envió a sus fincas a apacentar puercos. Y
deseaba llenar su vientre con las algarrobas que comían los
puercos, pues nadie le daba nada. Y entrando en sí mismo,
dijo: ‘¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en
abundancia, mientras que yo aquí me muero de hambre!
Me levantaré, iré a mi padre y le diré: Padre, pequé contra
el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo,

!3
trátame como a uno de tus jornaleros.’ Y, levantándose,
partió hacia su padre.
«Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido,
corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente. El hijo le
dijo: ‘Padre, pequé contra el cielo y ante ti; ya no merezco
ser llamado hijo tuyo.’ Pero el padre dijo a sus siervos: ‘Daos
prisa; traed el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo
en la mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo
cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta,
porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida; se
había perdido y ha sido hallado.’ Y comenzaron la fiesta.
«Su hijo mayor estaba en el campo y, al volver, cuando se
acercó a la casa, oyó la música y las danzas; y, llamando a
uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo:
‘Ha vuelto tu hermano y tu padre ha matado el novillo
cebado, porque le ha recobrado sano.’ Él se irritó y no
quería entrar. Salió su padre y le rogaba. Pero él replicó a
su padre: ‘Hace tantos años que te sirvo, y jamás dejé de
cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un
cabrito para tener una fiesta con mis amigos; y ¡ahora que
ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con
prostitutas, has matado para él el novillo cebado!’
«Pero él le dijo: ‘Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo
mío es tuyo; pero convenía celebrar una fiesta y alegrarse,
porque este hermano tuyo había muerto y ha vuelto a la
vida, se había perdido y ha sido hallado.’»
Palabra del Señor.

HOMILÍA DEL PRESIDENTE

!4
III.- LITURGIA DE LA RECONCILIACIÓN
EXHORTACIÓN:
(Puestos en pie, el Presidente y la asamblea.
El Presiente, el diácono o un catequista hace la siguiente oración:)

P/.
H ERMANOS, el que está en Cristo, es una nueva creación;
pasó lo viejo, todo es nuevo. Y todo proviene de Dios,
que nos reconcilió consigo por Cristo
y nos confió el ministerio de la reconciliación.
Porque en Cristo estaba Dios reconciliando el mundo consigo,
no tomando en cuenta las transgresiones de los hombres,
sino poniendo en nosotros la palabra de la reconciliación.
Somos, pues, embajadores de Cristo,
como si Dios exhortara por medio de nosotros.
En nombre de Cristo os suplicamos:
¡reconciliaos con Dios!

A quien no conoció pecado,


le hizo pecado por nosotros,
para que viniésemos a ser justicia de Dios en él.
Y como cooperadores suyos que somos,
os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
Pues dice él:
«En el tiempo favorable te escuché
y en el día de salvación te ayudé».
Mirad ahora el momento favorable;
mirad ahora el día de salvación.
(2 Corintios 5, 17-6,2)

!5
ORACIÓN DE LOS NIÑOS
Por no haberte dado gracias por tantas cosas buenas que nos da:
por la familia, por el don de la vida, la iglesia, el colegio, los
amigos.
R: Perdónanos Señor
Por no rezar contigo todos los días.
R: Perdónanos Señor
Por no haber obedecido a nuestros padres y no haberles ayudado
en las tareas de la casa.
R: Perdónanos Señor
Por haber reñido con nuestros amigos y haber tardado en hacer
las paces.
R: Perdónanos Señor
Por no haber dicho siempre la verdad, ocultando cosas a nuestros
padres y por haber mentido.
R: Perdónanos Señor
Por no haber compartido nuestras cosas con los que tienen
menos que nosotros y haber sido egoístas.
R: Perdónanos Señor
Por haber sido perezosos para hacer las tareas del colegio y no
haber hecho caso a nuestros profesores.
R: Perdónanos Señor
Por haber sido caprichosos y envidiosos con los demas.
R: Perdónanos Señor

!6
(El Presidente invita a la asamblea a ponerse de rodillas introduciendo el: Yo
confieso)

Y O CONFIESO ante Dios todopoderoso


y ante vosotros, hermanos,
que he pecado mucho
de pensamiento, palabra, obra y omisión:

Y, golpeándose el pecho, dicen:


Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.

Luego prosiguen:
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos
y a vosotros, hermanos, que intercedan por mí ante Dios,
nuestro Señor.

(La asamblea permanece de rodillas. El Presidente de pie dice:)

P./
D DIOS TODOPODEROSO,
TENGA MISERICORDIA DE NOSOTROS,
PERDONE NUESTROS PECADOS
Y NOS LLEVE A LA VIDA ETERNA.
A./
AMÉN.

Todos en pie.

CONFESIONES
Después de la confesión el Presidente se le impone la cruz.

IV.- RITO DE LA PAZ


El Señor nos ha concedido a todos el perdón de nuestros
pecados. Este es un gran motivo de alegría.

!7
P: La paz del señor esté siempre con vosotros
R: Y con tu espíritu

P: Podéis daros como hermanos la paz

ACCIÓN DE GRACIAS
Te damos gracias por nuestra primera confesión.
Te damos gracias Señor.
Te damos gracias Señor por todo lo que nos das cada día.
Te damos gracias Señor.
Te damos gracias Señor por nuestro Bautismo.
Te damos gracias Señor.
Te damos gracias Señor por el Amor que tienes para con
nosotros.
Te damos gracias Señor.
Te damos gracias por tu Hijo que murrió por nuestros pecados.
Te damos gracias Señor.

!8
V.- RITO DE CONCLUSIÓN
P: El Señor esté con vosotros
R: Y con tu espíritu
(El presidente con las manos extendidas sobre la asamblea dice)

P: Que os bendiga Dios Padre omnipotente


Y os acompañe siempre su misericordia
R: Amen

P: Que os bendiga nuestro Señor Jesucristo


y os acompañe siempre su amor y su alegría
R: Amen

P: Que os bendiga el Espíritu Santo


Y os consuele siempre en todos vuestros sufrimientos
R: Amen

P: La bendición de Dios todopoderoso,


Padre, Hijo ✠ y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
R: Amen

P: El Señor ha perdonado vuestros pecados.


Podéis ir en paz

R: Demos gracias a dios

CANTO DE DESPEDIDA
(La asamblea canta mientras los presbíteros abandonan la sala)

!9

También podría gustarte