Para MARTIN WOLFF, como RIPERT y BOULANGER llaman a las
mejoras como “Gastos sobre la cosa”, así el primero afirma lo siguiente: “Con frecuencia ocurre que el poseedor haga gastos considerables en la cosa. Ejemplo mejora una casa que esta en ruina y hace un criadero de patos. Al momento de entregar la cosa al propietario no sería justo que perdiese totalmente el valor de la inversión momento de entregar en bien. los segundos clasifican los gastos en gastos necesarios, gastos útiles y gatos suntuarios. DOMENICO BARBERO, indica que a las obras nuevas hechas por el poseedor se denominan adiciones; pero si estas importan un aumento del valor conseguido por la cosa, revestiría la calidad de mejoras JORGE EUGENIO CASTAÑEDA, opina que el tema de las mejoras no parece indicado tratarlo dentro de la posesión, aún cuando es el poseedor a quien se le indemniza. En suma, de acuerdo con la orientación de la legislación peruana el estudio de las mejoras se realiza en el capítulo de la posesión, por cuanto significa el aumento del valor económico de las cosas, producto del trabajo objetivado en dicha cosa modificada. El Código Civil derogado de 1936 reguló a las mejoras en la parte relativa al contrato de arrendamiento (Artículos 1537º a 1546º). El nuevo Código vigente lo hace en la parte relativa a la posesión y no en el contrato de arrendamiento, puesto que pueden ser hechas por cualquier clase de poseedor y no solamente por el arrendatario y habida cuenta que no tiene porqué circunscribirse a este contrato y se extiende numerosas situaciones jurídicas. Las mejoras son un hecho jurídico que entraña una modificación material de la cosa, produciendo el aumento de su valor económico. Mejoras útiles, se encuentran en el segundo párrafo del Articulo 916 Cod Civil, aumentan su valor y la renta del bien. Ergo, mejoras útiles son las que, sin tener el carácter urgente de las necesarias, incrementan la utilidad, el valor y la renta del bien. Por ejemplo, la construcción de habitaciones, dotar al bien de servicios de agua, desagüe, luz eléctrica. La mejora es útil cuando, resultante del ejercicio posesorio, se expresa en la explotación económica del bien a fin de obtener un rendimiento económico aumentando cualitativamente su valor. Mejoras Necesarias , Son las que se deben realizar con urgencia para evitar la destrucción o deterioro del bien. RIPERT y BOULANGER, afirman que esta clase de mejoras, son aquellas indispensables para la conservación del inmueble, El apuntalamiento de una casa en peligro de caer es un ejemplo de esta clase de mejoras, igualmente la reparación de una pared que amenaza desplomarse, el cambio de una tubería de agua deteriorada, etc. Todos estos ejemplos y otros más que tengan relación con la conservación de un bien se encuentran en este primer parágrafo del Art. 916º del Código. Mejoras de Recreo, Llamadas también suntuarias, porque son efectuadas para comodidad personal del poseedor. Son aquellas que encierran un valor superfluo, Apreciada solo para fines de ornato, lucimiento o mayor comodidad del bien, como indican el tercer parágrafo del Art. 916º del Código. No evitan la destrucción o deterioro del bien, confieren mayor valor, ni aumentan su renta. Un ejemplo de este tipo de mejoras son las pinturas artísticas efectuadas en las paredes de una casa, la construcción de un jardín japonés y otros hechos análogos. Derecho del Poseedor al Valor de las Mejoras Necesarias, Útiles y de Recreo Art. 917º.-“El poseedor tiene derecho al valor actual de las mejoras necesarias y útiles que existan al tiempo de la restitución y a retirar las de recreo que puedan separarse sin daño, salvo que el dueño opte por pagar su valor actual. La regla del párrafo anterior no es aplicable a las mejoras hechas después de la citación judicial sino cuando se trata de las necesarias”. Las mejoras necesarias tienen por finalidad evitar que el bien se destruya o deteriore, si no se hacen el perjudicado con la pérdida del bien o con su deterioro es propietario, puesto que no existiría bien que puede recuperar o recuperaría un bien deteriorado, consiguientemente, el poseedor, sea de buena o de mala fe, tiene derecho a que se le pague el valor actual de estas mejoras, porque en caso contrario se estaría permitiendo que el propietario se enriquezca indebidamente a expensas del poseedor, lo que la ley prohíbe (Art. 1954º). El poseedor de buena fe tiene derecho a que se le reembolse, además delas mejoras necesarias, las mejoras útiles. el Art. 917º dispone que se le pague su,valor actual. Derecho de Retención, Art. 918º.-“En los casos en que el poseedor debe ser reembolsado de mejoras, tiene el derecho de retención”. La norma que contiene este artículo establece el derecho de retención. El poseedor que debe ser reembolsado de mejoras, tiene el derecho de retener la posesión del bien de su deudor hasta que éste le pague su valor de las mejoras o le garantice el pago. El Art. 918º es una aplicación particular del Art. 1123º del Código Civil vigente que establece la naturaleza del derecho de retención como un derecho real de garantía, en virtud del cual “un acreedor retiene en su poder el bien de su deudor si su crédito no está suficientemente garantizado. Este derecho procede en los casos que establece la ley o cuando haya conexión entre el crédito y el bien que se retiene”. El poseedor retenedor del bien sólo tiene derecho a seguir poseyéndolo, pero no puede usarlo ni disfrutarlo. Efectos de la Restitución del Bien. la Acción de Reembolso Art. 919º.-“Restituido el bien, se pierde el derecho de separación y transcurridos dos meses prescribe la acción de reembolso”. Este artículo regula sobre la pérdida del derecho de separación de las mejoras de recreo y la prescripción de la acción de reembolso. El derecho del mejorador de separar las mejoras de recreo que no causen daño al bien mejorado extingue una vez producida la restitución del bien. Es decir, el poseedor mejorador sólo puede retirar las mejoras de recreo mientras se encuentra en posesión del bien, porque una vez restituido el bien, las mejoras pasan automáticamente al dominio del propietario sin que este obligado, a pagar su valor.