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de Tiempos
Esta etapa es en sí misma, la toma de tiempos, la cual debe desarrollarse con las herramientas adecua-
das, tales como cronómetro, y formatos para el registro de los datos.
Es importante que el analista esté en una ubicación que le permita visualizar adecuadamente el pro-
greso del proceso, sin interferir en el desarrollo del mismo. Igualmente deberá tener claridad sobre los
diferentes ciclos que se presenten en el proceso, para ir marcando los tiempos correspondientes.
El cronometraje de los ciclos, debe desarrollarse con vuelta a cero, es decir al acabar cada
ciclo, el cronometro vuelve a iniciar desde cero. Es importante estar muy atento para
evitar una toma errónea de los tiempos, lo cual por supuesto generaría problemas
posteriormente. Como complemento de esta etapa te invitamos a ver el
video sobre caso práctico.
Link: https://www.youtube.com/watch?v=DRS90jV9oWY
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Establecimiento del
ritmo de trabajo.
De forma simultánea a la toma de tiempos, es preciso que el analista o profesional que está toman-
do los tiempos, determine de acuerdo con su criterio, cual es el ritmo de trabajo que lleva el operario
que está desarrollando la actividad en cuestión.
En otras palabras, debe establecer porcentualmente si está trabajando de forma normal, es decir a
un 100%. En contraposición puede presentarse que el operario este trabajando más rápido o más
despacio, lo que implica que el ritmo de trabajo será superior o inferior al 100%.
La clave de esta medida, aunque puede verse un poco arbitraria, radica en gran
parte sobre la experiencia que tenga el analista, e igualmente en el nivel de fa-
miliaridad que posea tanto con el proceso, en sí mismo, como con los
operarios que lo desarrollan. Aquí es de resaltar la importancia que
tienen las etapas uno y dos.
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Cálculo del tiempo estándar.