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Actividades:
Los dos fantasmas, uno azul y otro blanco, se encontraron frente a la caverna consabida. Se
saludaron en silencio y avanzaron un buen trecho, sin pisarse las sábanas, cada uno sumido
en sus cavilaciones. Era una noche neblinosa, no se distinguían árboles y muros, pero allá
arriba, muy arriba estaba la luna.
-Es curioso- dijo de pronto el fantasma blanco-, es curioso cómo el cuerpo ya no se acuerda de
uno. Por suerte, porque cuando uno se acordaba era para que sufriésemos.
-Bastante. Hasta que lo perdí de vista, mi cuerpo tenía quemaduras de cigarrillos en la espalda,
le faltaban tres dientes que le habían sido arrancados sin anestesia, no se habían olvidado
cuando le metían la cabeza en una pileta de orina y excremento, y sobre todo se miraba de vez
en cuando sus testículos.
El fantasma blanco recordó que allá arriba, muy arriba, allá estaba la luna. La miró sólo porque
tenía necesidad de encandilarse. Pero la luna no es el sol.
Con una punta de su sábana impoluta se limpió la brizna de odio. Luego se alejó, flotando,
blanquísimo en la niebla protectora, en busca de algún Dios o de la nada.
A-“La miró solo porque tenía necesidad de encandilarse. Pero la luna no es el sol”
El regalo
El día siguiente sería Navidad y, mientras los tres se dirigían a la estación de naves espaciales,
el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño realizaría por el
espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más agradable posible. Cuando en
la aduana los obligaron a dejar el regalo porque excedía el peso máximo por pocas onzas, al
igual que el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy
importante para celebrar esa fiesta. El niño esperaba a sus padres en la terminal. Cuando
estos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios.
-¿Qué haremos?
La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre fueron los
últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.
El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de fuego y dejó
atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no había tiempo,
donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer
“día”. Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó y
dijo:
-Oh -dijo la madre, consternada; había esperado que de algún modo el niño lo olvidaría. El
rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.
-Sí -dijo el padre-. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento. Vuelvo
pronto.
El padre le prestó su reloj. El niño lo sostuvo entre los dedos mientras el resto de la hora se
extinguía en el fuego, el silencio y el imperceptible movimiento del cohete.
Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los seguía.
-No entiendo.
Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llamó tres veces y
luego dos, empleando un código. La puerta se abrió, llegó luz desde la cabina, y se oyó un
murmullo de voces.
-Entra, hijo.
-Está oscuro.
Entraron en el cuarto y la puerta se cerró; el cuarto realmente estaba muy oscuro. Ante ellos se
abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio de alto por dos
de ancho, por la cual podían ver el espacio. El niño se quedó sin aliento, maravillado. Detrás, el
padre y la madre contemplaron el espectáculo, y entonces, en la oscuridad del cuarto, varias
personas se pusieron a cantar.
Resonaron los viejos y familiares villancicos; el niño avanzó lentamente y aplastó la nariz
contra el frío vidrio del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato, simplemente mirando el espacio,
la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas
blancas.
1- Explicar con tus palabras por qué es un cuento de ciencia ficción, justificando con
ejemplos del cuento.
2- ¿Es utopía o distopía? ¿Por qué? Investigar en internet antes de responder.
3- Continuar la historia: “Y allí se quedó largo rato, simplemente mirando el espacio, la
noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas
velas blancas” … ¿cómo puede continuar? Imagina y escribe. Mínimo: 10 renglones
TP NRO 4: La entrevista
Escribí mi primer cuento gracias a un taller que hice durante tres años en la Casa de la cultura
en Escobar. Era una página tristísima. Algo que me había pasado a mí, en el cuento le sucedía
a un hombre. Con ese cuento me di cuenta de que podía transformar mi experiencia en otra
cosa y que eso podía adquirir una belleza inédita, desconocida hasta entonces para mí.
Naturalmente escribiría de noche y corregiría de día, pero hasta que mis hijos terminen la
escuela y yo siga teniendo que despertarme a las siete de la mañana, tendré que seguir
escribiendo de día.
Escribo en mi estudio, que está lleno de mis objetos: libros, recuerdos de viajes, un par de
máquinas de escribir (la colección de máquinas está en mi casa), un collage de recortes de
revistas en la pared y café.
Rara surgió en medio de una mudanza, cuando me tocaba dejar una casa que había
construido y que había sido mi lugar en el mundo. Los grandes cambios los he logrado solo a
condición de escribir. La novela es fruto de esa necesidad y está basada en el diario que
escribí durante esa mudanza, convertido como aquel primer cuento, en otra cosa.
Mi abuela, Marta Rivas Gonzalez; de Rafael Gumucio. Es un texto hermoso con esa capacidad
de mostrar el amor y el odio que generan las relaciones familiares tan cercanas.
Son muchos y van variando con los años. Los que vienen sobreviviendo a esos cambios son
Camus, Clarice Lispector y Kafka.
A ellos, sin duda: Camus, Lispector, Kafka, Imre Kertész, Georges Perec, Fabio Morábito, Kjell
Askildsen, Ricardo Piglia y podría seguir y serían miles. A los filósofos Jacques Rancière, Jean
Luc Nancy y Byung-Chul Han, también entre muchos otros.
• Si tuvieras que elegir un personaje de ficción de algún libro para sentarte a charlar un
rato, a quien elegirías?
El texto argumentativo tiene como objetivo expresar opiniones o rebatirlas con el fin de
persuadir a un receptor. La finalidad del autor puede ser probar o demostrar una idea (o tesis),
refutar la contraria o bien persuadir o disuadir al receptor sobre determinados
comportamientos, hechos o ideas.
La introducción. Se refiere a una breve descripción de la tesis o sea, la opinión que será
defendida; a fin de introducir al lector en el tema y en un contexto determinado para luego
poder desarrollar los argumentos en el resto del escrito.
Empezar por la tesis es una buena manera de construir una introducción sucinta y honesta,
que dice para el lector cual es el objetivo del texto.
La conclusión. Se refiere a la última parte del escrito (que puede constar de varios párrafos) en
la que se justifica de manera concisa la hipótesis planteada. Es decir, se expresa un
razonamiento lógico que le da un sentido a todos los argumentos mencionados.
Por otro lado, en el lenguaje oral y que utilizamos cotidianamente, también aparecen muchas
ideas que podrían encontrarse en un texto argumentativo (que es escrito).
Estos ejemplos se pueden encontrar no solo en contextos informales (familia, calle…) sino
también en contextos formales (en mesas redondas, en debates políticos, en reuniones de
trabajo, etc.). De esta forma, aunque no se trate estrictamente de textos argumentativos
(porque no son documentos escritos, sino más bien lenguaje oral), sí utilizamos argumentos
diariamente, así como otros elementos que podemos encontrar en este tipo de textos.
ACTIVIDAD: Luego de leer lo anterior marcar verdadero o falso y justificar las oraciones falsas.