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IV Jornadas de Investigación en Educación Corporal

Universidad Nacional de La Plata

Título: INVESTIGAR LOS DISCURSOS DEL CUERPO: LA ARQUEOLOGÍA COMO MÉTODO DE ANÁLISIS.

Eje: Tesis de grado y posgrado: Instrumentos de indagación.

Nombre y apellido de autor/a: María Valeria Emiliozzi

Pertenencia institucional del expositor: UNLP-IdIHCS-CONICET-GEEC

Correo electrónico: val_emiliozzi@hotmail.com

Palabras Claves: Metodología-Discurso-Cuerpo-Arqueología-Genealogía

Requerimiento de soporte técnico para la exposición: Ninguno

Resumen

El escrito pone en despliegue cómo han sido analizados una serie de documentos en el marco de la
Tesis para optar al título de Magister en Educación Corporal.

La herramienta arqueológica de Michel Foucault, fue clave para comenzar a indagar discursos sobre
maneras de entender al cuerpo, en tanto que permitió indagar e interrogar a esas prácticas discursivas
acerca de sus condiciones de existencia. Este método, permitió, en el análisis de cada discurso, hacer
una reconstrucción socio-histórica, en tanto que reconocer dichas dimensiones fueron claves para abrir
la puerta que nos aporte un camino clave para comprender cómo se constituye el sujeto.

El sentido que Michel Foucault le imprime a este modo de investigar no intenta descubrir o rastrear un
origen o determinar un principio, sino realizar de modo semejante a la ciencia arqueológica, una
descripción intrínseca de los monumentos, esto es, de los discursos. Lo que busca mostrar es que no
existen por una parte discursos inertes y por otra sujetos que los manipulan o los renuevan, sino que los
sujetos forman parte del campo discursivo, en el que ocupan una posición con posibilidades de
desplazamiento y en el que cumplen una función con posibilidades de mutación.
Sin embargo durante el transcurso de la investigación una serie de controversias comenzaron a
aparecer, lo que permitió formalizar límites y potencialidades sobre el método arqueológico; y que en
el presente escrito se buscará poner en debate.

Introducción

Esta investigación nace de una provocación, de una contradicción que produce la lectura de un documento y la
incertidumbre que crea.

Pasados diez años de la sanción de la Ley Provincial Nº 11.612, que dio origen a la Transformación del Sistema
Educativo en la Provincia de Buenos Aires, surge la necesidad de introducir cambios en la estructura y
organización del sistema educativo bonaerense. Por ello, la Dirección General de Cultura y Educación elaboró
“una nueva propuesta pedagógica para la educación de los jóvenes adolescentes bonaerenses”.1 Esta
propuesta se plasma en una nueva organización de la Educación Secundaria, constituyéndose a partir del ciclo
lectivo 2007 en 6 años de escolaridad distribuidos en 3 años de Educación Secundaria Básica y 3 años de
Educación Polimodal.

El nuevo Diseño Curricular se constituye a partir del aporte de diferentes sectores del sistema educativo, los
cuales provinieron de una seria de actividades como: Rondas de consultas durante el año 2004 que convocó a
docentes de todo el sistema educativo para evaluar la aplicación de dicha Ley, organización de Jornadas de
discusión regionales e institucionales sobre la nueva Ley de Educación Nacional, y revisiones de los diseños
curriculares que hasta entonces se encontraban vigentes.

Como resultado de las acciones concretadas en el Proceso de Construcción Curricular de la ESB, se elabora un
prediseño curricular, cuya implementación se realiza en setenta y cinco escuelas de ESB, durante el transcurso
del año 2006. Luego de la implementación, se llevan acabo modificaciones en el prediseño, dando lugar al
Diseño Curricular, que en ésta investigación será objeto de indagación.

Existen diferentes problemáticas que se plantean en torno al curriculum como es la selección de los
elementos culturales, la relación con su función social, las cuales son analizadas desde las teorías de la
reproducción2, los aspectos estructurales y formales, formas de concebirlo, ya sea como una organización
jerárquica o un programa de estudio, entre otros. Sin embargo en esta investigación se pondrá en tensión los

1
Dirección General de Cultura y Educación (2006), Diseño Curricular para la Educación Secundaria – 1º año (7º ESB).

2
Exponentes referentes son: Bourdieu y Passeron (La reproducción, 1970). Althusser ( Los aparatos ideológicos del
Estado), entre otros.
discursos del cuerpo que atraviesan y constituyen al Diseño Curricular, lo que crea un aporte original al
estudio de este documento. Además, por otro lado, de construir los primeros pasos hacia la construcción de
un saber sobre el cuerpo de las prácticas corporales.

Un primer recorrido por este documento ya tan nombrado, estremece y moviliza, en tanto que se
encuentran una multiplicidad de discurso que hablan sobre el cuerpo. Algunos de ellos comienzan a
aparecer con un fuerte énfasis en el nuevo Diseño Curricular y otros que en el anterior diseño eran
férreos ejes transversales se esconden, pero por momentos se dejan entrever. No obstante, todas esas
maneras de pensar al cuerpo, lo presentan comprometido en un plano de trascendencia que por
momentos lo despoja de sus prácticas, lo despega de la política y de la cultura que lo constituye.
Algunos de estos discursos asientan sus bases en un desarrollo orgánico, otros en la búsqueda de una
conciencia, de una higiene corporal, en la incorporación de una unidad, o de un esquema corporal, etc.
Es así como aparecen: El cuerpo de la Biología, el cuerpo de la Psicomotricidad, el cuerpo de la
Sociomotricidad, el cuerpo de la Fenomenología, el cuerpo de la Medicina, el cuerpo del humanismo,
el cuerpo de la educación higienista, el cuerpo de la sociedad disciplinaria, el cuerpo de la educación
ciudadana, el cuerpo de la sociedad de consumo y la formación de un cuerpo autónomo.

La investigación busca indagar las condiciones de existencia de eso discursos, desmenuzar cada
fragmento del Diseño Curricular para poner “sobre la mesa” de qué cuerpo hablan cada uno de estos
discursos encontrados para finalmente poder construir una posible respuesta al interrogante ¿cuál es el
cuerpo de la Educación Física?

“Todo preguntar es un buscar. Todo buscar tiene su dirección previa que le viene de lo buscado.
Preguntar es buscar conocer “que es” y “como es” un ente. El buscar este conocer puede volverse un
investigar” (Heidegger, 1998: 14)

Todos estos discursos sobre el cuerpo que refleja el Diseño Curricular de Educación Física del Nivel
Secundario enuncian prácticas nacidas desde diversas lógicas, lo que exige poner en suspenso los
discursos acerca del cuerpo para interrogar, específicamente, por el cuerpo que pertenece a la lógica de
las prácticas corporales. La definición de ese cuerpo que habita las prácticas, en suma, será el objeto de
estudio.

Estos pasos que se pretenden dar sobre el Diseño Curricular no se fundará en los métodos de la
lingüística, en tanto que la noción de estructura aquí no tiene una significación, sino que se regresará al
documento prestando particular atención a aquellas cosas registradas en los intersticios del texto: sus
espacios en blanco y sus ausencias, su modo de existencia, las modificaciones y variaciones, para
indagar como ha sido construido y definido el cuerpo.

El trabajo se estructura en torno a los discursos encontrados, si bien todos ellos se articulan entre sí por
diferente cuestiones que los entrelazan, cada uno se caracteriza por el énfasis dado a algún aspecto
distintivo. Por ello, el trabajo no consistirá en modelar ciertos discursos sobre el cuerpo que brinda la
práctica discursiva a analizar, sino estriba más bien en cuestionar las evidencias, y postulados, en
sacudir los mitos, los saberes, las maneras de decir, hacer y pensar y a partir de esta re-
problematización poner en despliegue posibles pasos para definir el cuerpo.

Al mismo tiempo, el desafío de la tesis es reconstruir la historia de las condiciones de posibilidad de


cada enunciado que atraviesan las prácticas corporales, rastrear en los más oscuros rincones las fuerzas
que dieron lugar a su aparición, que pujaron por imponerlos como verdad. Restaurar la episteme que
los vio nacer, que los gestó. Para poder lograr tal reto será necesario quitar los velos que
tradicionalmente se han impuesto, renunciar a las explicaciones fáciles, hurgar siempre un poco más
allá, encontrar las discontinuidades allí donde todo aparenta ser continuidad, desarmar las prácticas
mismas.

“(…) toda investigación en ciencias humanas (…) debería implicar una cautela arqueológica, esto es,
retroceder en el propio recorrido hasta el punto en que algo ha quedado oscuro y no tematizado”
(Agamben, 2009:8).

Las prácticas no narran sólo las meras acciones de los actores sino también un conjunto de
disposiciones teóricas, sociales, históricas y políticas que las conforman. En este sentido, en procura de
seguir tras los modos en que el cuerpo ha sido pensado, no se intentará dar cuenta de una historia de
prácticas y discursos, sino que se buscará indagar e interrogar a esas prácticas discursivas acerca de sus
condiciones de existencia.

La herramienta arqueología que Michel Foucault pone en despliegue interpelará todos estos valores,
mostrará lo absurdo de pretender unidad donde es patente la fractura, lo inocente de pensar una vuelta
al humanismo, como si el cuerpo de las practicas fuera constante y la prácticas mismas apolíticas y
ahistóricas.

No obstante, para poder pensar la episteme debe sacrificarse lo más querido, lo más amado: las
prácticas mismas que son parte de la Educación Física.
Ciertos interrogantes se ponen sobre la mesa cada vez que se intenta definir al cuerpo ¿Somos la
construcción de una serie de factores externos o poseemos algo de natural? ¿Existen principios innatos?
¿Somos una construcción orgánica? ¿Es posible la unión del cuerpo?

Toda determinación de la esencia o naturaleza del hombre, sabiéndolo o no, presupone de una
interpretación determinada desde la perspectiva previamente establecida de una interpretación de la
naturaleza, la historia, el mundo y el fundamento del mundo.

Teniendo como faro una política de la interpretación sobre nuestras propias prácticas; en tanto que
“(...) la interpretación debe interpretarse siempre ella misma y no puede dejar de volver sobre ella
misma”. (Foucault, 1995:47) es que se pondrá sobre relieve una intervención sobre las construcciones
que se efectuaron sobre el cuerpo para desnaturalizar discursos que se han reproducido; y que pensarlo
distinto implica modos diferentes de abordarlo.

En suma, desnaturalizar las formas clásicas de pensar el cuerpo, como también las tensiones que lo
atraviesan y lo definen permite y supone comenzar a confeccionar las piezas para construir y definir
el cuerpo. En otras palabras, indagar, ir a las condiciones de existencia de los discursos sobre el cuerpo
que circulan en el Diseño Curricular de Educación Física del Nivel Secundario de la Provincia de
Buenos Aires y como operan en las prácticas, será un puntapié inicial para aportar elementos para una
revisión crítica de las concepciones de cuerpo que enuncia éste documento ya tan nombrado.

¿CÓMO INDAGAR ESOS DISCURSOS DEL CUERPO?

En procura de seguir tras las huellas del objeto de estudio no se intentará dar cuenta de una historia de
prácticas y discursos, sino que buscará indagar o interrogar a esas prácticas discursivas a cerca de sus
condiciones de existencia. En este sentido no se buscará, como habitúa hacer la historia, investigar los
orígenes, reconstruir tradiciones, seguir curvas evolutivas, sino que se procurará describir los
acontecimientos del discurso, las reglas a partir de las cuales se construyen los enunciados.

“(…) se trata de captar el enunciado en la estrechez y la singularidad de su acontecer, de determinar las


condiciones de su existencia, de fijar sus límites de la manera más exacta, de establecer sus
correlaciones con los otros enunciados que puedan tener con él, de mostrar qué otras formas de
enunciación excluye” (Foucault, 2008:42)
El sentido que Michel Foucault le imprime a este modo de investigar no intenta descubrir o rastrear un
origen o determinar un principio, sino realizar de modo semejante a la ciencia arqueológica, una
descripción intrínseca de los monumentos, esto es, de los discursos. Lo que busca mostrar es que no
existen por una parte discursos inertes y por otra sujetos que los manipulan o los renuevan, sino que los
sujetos forman parte del campo discursivo, en el que ocupan una posición con posibilidades de
desplazamiento y en el que cumplen una función con posibilidades de mutación. Así, esta indagación
sobre los discursos, busca dar cuenta de los enunciados acerca del cuerpo, en el momento que “La
Psicomotricidad” “El Humanismo”, “La Medicina”, La Fenomenología”, habla.

De esta manera se buscará indagar sobre las condiciones materiales que hicieron posible que ciertos
discursos constituyan al Diseño Curricular de Educación Física, objeto de estudio. “La regresión
arqueológica es, pues, elusiva; no entiende, como en Freud, a reconstruir un estado precedente, sino a
descomponerlo, a desplazarlo” (Castro, 2008:126).

La investigación, buscará describir el proceso mediante el cual un conjunto de enunciados hace posible,
de acuerdo con la relación que guardan entre sí, la formación de unidades de discurso. ¿bajo qué reglas
han sido construidos eso discursos que hablan sobre el cuerpo y atraviesan el Diseño Curricular?
¿Cuáles son sus juegos de relaciones, sus reglas de aparición? De lo que se trata es de preguntar al
discurso mismo para que sea él quien responda acerca de su unidad. Esa unidad, es el enunciado del
discurso.

La tarea de la arqueología es la de describir enunciados, siendo éste su objeto de descripción. Por ello,
tanto la noción misma de enunciado, como de formación discursiva y la reelaboración del concepto de
“episteme” darán las claves para contribuir a la caja de herramientas de cómo abordar esos discursos
del cuerpo.

En “Las Palabras y las cosas” Michel Foucault afirma que una episteme es el enrejado simbólico que
nos permite percibir la realidad, esta trama es temporo-espacial y es la base que sostiene todo lo que es
posible de ser pensado en cada coyuntura. “En una cultura y en un momento dado, sólo hay siempre
una episteme, que define las condiciones de posibilidad de todo saber, sea que se manifieste en una
teoría o que quede silenciosamente investida en una práctica”.3 Es decir, la episteme es el fondo de
posibilidad sobre el cual todos los enunciados se producen.

3
Foucault, M., Las palabras y las cosas, México, Siglo XXI, 2008. p. 183
En la introducción de “La arqueología del saber”, y luego en todo el desarrollo de esa obra, Michel
Foucault intenta esbozar cuales serían los métodos para poder colegir esta episteme, para sacarla de las
sombras, hurtarla del anonimato y del silencio.

En primera instancia, es necesario demoler los edificios teóricos que aglutinan los discursos, que les
marcan una línea de continuidad, que les otorgan una pertenencia, ya que a través de la historia se han
creado diferentes conceptos homogeneizadores de discursos. En este sentido, es pertinente analizar los
enunciados en su verdadera dimensión, es decir, en la particularidad del momento en el que fueron
dichos, no con el objetivo de saber qué fue lo que provocó el origen del discurso médico,
psicomotricista, fenomenológico, entre otros; sino saber de sus enunciados en torno al cuerpo y las
prácticas corporales, más precisamente que dicen esos enunciados: qué dice la medicina, qué dice la
psicomotricidad cuando hablan del cuerpo. “se llamarán reglas de formación a las condiciones a que
están sometidos los elementos de esa repartición (objetos, modalidad de enunciación, conceptos,
elecciones temáticas)” (Foucault, 2008:55).

De esta manera, el modo de analizar los discursos, consistirá en describir las relaciones entre
enunciados, para lo cual será ineludible precisar que el correlato del enunciado aparece bajo la forma
de un conjunto de dominios, en los que tales objetos pueden aparecer y en los que tales relaciones
pueden ser asignadas. Describir una formulación en tanto que enunciado no consiste en analizar las
relaciones entre el autor y lo que ha dicho sino en determinar cuál es la posición que puede, y debe,
ocupar todo individuo para ser su sujeto; la posibilidad del que el cuerpo de las prácticas corporales sea
posible de ser pensado en ese conjunto de relaciones.

“Describir un enunciado no equivale a aislar y a caracterizar un segmento horizontal, sino a definir las
condiciones en que se ha ejercido la función que ha dado una serie de signos (…) una existencia y una
existencia específica. Existencia que la hace aparecer más bien como un dominio de objetos (…) sino
más bien como un juego de posiciones posibles para un sujeto; como otra cosa que una totalidad
orgánica, autónoma, cerrada sobre sí misma y susceptible por si sola de formar sentido, sino más bien
como un elemento en un campo de coexistencia” (Foucault, 2008:142)

Por ello, poder referirse a objetos, de implicar sujetos, de relacionarse con otras formulaciones y de ser
repetible, al análisis del enunciado del discurso, no se reduce ni a las posibilidades de la frase en cuanto
frase, ni a las posibilidades de la proposición en cuanto proposición. El enunciado se articula sobre la
frase o sobre la proposición, pero no se deriva de ellos, en tanto que la frase o proposición son unidades
gramaticales que pueden reconocerse en un conjunto de signos.
“Se llamará enunciado la modalidad de existencia propia de este conjunto de signos: modalidad que le
permite ser algo más que una serie de trazos (…) modalidad que le permite estar en relación con un
dominio de objetos” (Foucault, 2008:140).

Para hablar de enunciado no es necesario que exista una estructura proposicional porque dos
expresiones equivalentes desde el punto de vista lógico, no son necesariamente equivalentes desde el
punto de vista enunciativo.

Para que una secuencia de elementos lingüísticos pueda ser considerada y analizada como enunciado,
debe poseer, según Foucault, materialidad. Sin anticipar demasiado podría decirse que la investigación
del "modo de materialidad" del enunciado se orienta más hacia la sustancia y el soporte que hacia el
lugar y la fecha.

Si se tiene en cuenta lo dicho acerca del "modo material del enunciado", el discurso no puede definirse
fuera de las relaciones que lo constituyen (por eso Michel Foucault (2008) habla más bien de
"relaciones discursivas" o de "regularidades discursivas"), y esto ocurre porque, en definitiva, este
discurso es una práctica, lo cual no refiere a la actividad de un sujeto, sino a la existencia objetiva y
material de ciertas reglas a las que ese sujeto debe ceñirse desde el momento en que interviene en el
discurso; es decir para un psicomotricista, por ejemplo, no hay otro modo de ser que haciendo y
enseñando prácticas psicomotrices.

Las relaciones discursivas que forman estas prácticas, como las prácticas médicas, sociomotrices, entre
otras, no son internas con respecto al discurso, no son lazos existentes entre conceptos o palabras,
frases o proposiciones; pero tampoco son externas, es decir, no son circunstancias exteriores que lo
constriñen. Por el contrario, determinan el conjunto de relaciones que el discurso debe efectuar para
tratar acerca de determinados objetos, para nombrarlos, analizarlos, explicarlos, clasificarlos, etc. El
discurso aparece, entonces, en una relación fácil de describir con respecto al conjunto de otras
prácticas.

La intención es mostrar las reglas de formación de los discursos, sus objetos, enunciados, conceptos y
estrategias.

En el caso de los objetos, no se trata de encontrar signos semejantes sobre los que fuera posible decir
algo; en sí mismo el objeto se encuentra disgregado sobre un horizonte de relaciones tanto económicas
como sociales, normativas e institucionales que le abre un espacio articulado de descripciones posibles:
sistema de las relaciones primarias o reales; sistema de las relaciones secundarias o reflexivas; sistema
de las relaciones discursivas. El objeto se ofrece, pues, al discurso, como un haz de relaciones sobre el
que es posible decir algo.

En el caso de las modalidades enunciativas, las reglas de formación describirán los tipos de
encadenamientos que hicieron posible la aparición de ciertos enunciados en vez de otros, de ciertos
conceptos que no son la sucesión de ideas sino producto de las regularidades discursivas. ¿Por qué
ciertos discursos dominaron la Educación Física?

La tesis buscará poner en tensión, con las potencialidades de la herramienta arqueológica, como una
formación discursiva está sujeta a una gran reserva de posibilidades relacionales, de tal manera que
interpretada en una nueva constelación, una formación discursiva determinada pueda hacer que
aparezcan posibilidades nuevas de interpretación.

Bajo estas condiciones el análisis arqueológico reemplaza la noción del texto en tanto que corpus
uniforme de lo que los hombres han querido decir, por la descripción de la ley general de las
formaciones discursivas, lo cual pone en despliegue los enunciados desde su existencia, desde su lucha
política.

Describir un conjunto de enunciados no es, pues, otra cosa que establecer una positividad, con el objeto
de analizar una formación discursiva en tanto que tipo de positividad de un discurso. Esta positividad
desempeña en la arqueología el papel de lo que podría llamarse un a priori histórico que actuaría, no
como condición de rivalidad para unos enunciados, sino como la historia específica de un enunciado,
que no lo lleva a depender de un devenir ajeno, sino que tiene una historicidad propia como conjunto
de transformaciones dentro de una determinada práctica discursiva.

En otras palabras, sirve de incentivo a la descripción de las positividades.

“Analizar positividades es mostrar de acuerdo con qué regla una práctica discursiva puede formar
grupos de objetos, conjuntos de enunciaciones, juegos de conceptos, series de elecciones teóricas (…)
son aquello a partir de lo cual se construyen proposiciones coherentes (o no), se desarrollan
descripciones más o menos exactas, se efectúan verificaciones, se despliegan teorías. Forman lo previo
de lo que se revelará y funcionará como un conocimiento o una ilusión" (Foucault: 2007:236).

Estos elementos que conforman las positividades son formados en las prácticas discursivas, en tanto
que es la forma en la que un discurso científico puede constituirse.
Una práctica discursiva refiere a “(…) un conjunto de reglas anónimas, históricas, siempre
determinadas en el tiempo y en el espacio, que han definido, para una época dada y para un área social,
económica, geográfica o lingüística dada, las condiciones de ejercicio de la función enunciativa”
(Foucault, 2008:154).

Y es allí donde la arqueología encuentra su punto de anclaje. En este sentido, el recorrido por las
diferentes investigaciones, no buscará regresar a ese plano originario o vivido por cada uno de los
proyectos, sino que buscará las desviaciones, las relaciones y limitaciones que se imponen en los
discursos del cuerpo y que cada una de las investigaciones enuncia. No obstante, las potencialidades de
la arqueologìa, como se podrá ver en el desarrollo del trabajo, necesitará, para entender el haz de
relaciones de los discursos, de una genealogía.

Estos dos modos de abordaje, no son en realidad separables; no se trata de dos dominios distintos, sino
de dos perspectivas de análisis. La parte genealógica del análisis se centraliza, por el contrario, en las
series de formación efectiva del discurso, trata de aprehenderlo en su poder de afirmación. Es decir,
buscar desplegar como se fue constituyendo cierto poder, que llevó a la constitución de ciertos objetos,
de cierta manera de entender el cuerpo.

A modo de cierre

Bibliografía

Diseño

 Foucault, M.(1992), La arqueología del saber. Siglo XXI editores, Buenos Aires
 Foucault, M., Las palabras y las cosas, México, Siglo XXI, 2008. p. 183

 Foucault, M. (1985) ¿Que es un autor? ED. de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Tlaxcala. Conferencia
pronunciada en la Sociedad Francesa de Filosofía el 22 de febrero de 1969 y publicada en el Bulletin Société
Française de Philosophie, Nº LXIV, Jul-Sep. 1969.
 Foucault, M. (1978), Dialogue on Power» («Dialogue sur le pouvoir»); conversación y debate informal con
estudiantes de Los Angeles, transcrita por Grant Kim a partir de una grabación efectuada en mayo de 1975 en
la Founders Room del Pomone College, en Claremont, y publicada en una revista destinada al campus. Wade
(S.) (comp.), Chez Foucault, Los Ángeles, Circabook.
 Foucault, M., (1996). Genealogía del racismo. La Plata, Altamira.
 Foucault, M., (1990). Tecnologías del Yo. Y otros textos afines. Barcelona, Ediciones Paidos.

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