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Introducción. La teoría de los conceptos jurídicos básicos Las descripciones del sistema jurídico
utilizan típicamente una serie de conceptos que constituyen la base teórica para la construcción de
muchos otros. Tales son las nociones de sanción, responsabilidad, acto antijurídico, obligación,
facultad, persona jurídica, etcétera. El carácter básico de estos conceptos hace que sean empleados
en casi todas las explicaciones que se desarrollan en las distintas ramas del derecho. Se distinguen,
así, de expresiones que tienen un uso más circunscripto, como "defraudación", "sociedad anónima",
"hipoteca", "matrimonio", "seguro", etcétera. Claro está que no hay criterios definidos para
determinar qué conceptos tienen un uso lo suficientemente extendido como para ser analizados en el
nivel de una teoría general del derecho.La filosofía del derecho tradicional, bajo el rubro
"propiedad", "sanción", o "derecho subjetivo", dedicaba poca atención al análisis del significado de
estos términos y asumía la función de valorar, desde el punto de vista moral, los hechos o conductas
que ellos usualmente denotan. La preocupación central no era, por ejemplo, qué quiere decir
"sanción", sino si la actividad de sancionar está ética mente fundada
Esta última investigación es, interesante y necesaria, pero debe ser distinguida, con la mayor
claridad posible, de la función de analizar y reconstruir un esquema conceptual éticamente neutral,
que es la tarea que la teoría del derecho vigente. Cuando no se trata de conceptos originales de la
teoría general del derecho, la investigación del uso que, en el lenguaje ordinario y en el de los
juristas, tienen estos conceptos fundamentales es, desde luego, relevante. En primer término, porque
no tendría posibilidad de aplicación práctica un esquema conceptual que guardara poca relación con
el que de hecho usan los dogmáticos y la gente en general para describir la realidad jurídica. En
segundo lugar, porque investigar los criterios vigentes en el lenguaje ordinario permite detectar
distinciones conceptuales importantes que no siempre se advierten en la actividad deliberada de
estipular significados para las expresiones jurídicas. Esto determina que deban ser sometidos a una
reconstrucción para obtener un grado de precisión y univocidad aceptable. Una consecuencia
negativa, pero prácticamente inevitable, de eliminar la vaguedad del lenguaje ordinario es que se
deba renunciar a que el esquema conceptual propuesto recoja todas las variantes y matices de los
usos lingüísticos vigentes. La reconstrucción de un aparato conceptual teórico debe resultar de un
equilibrio entre un máximo de precisión y una óptima recepción de las funciones que cumple el
esquema de conceptos usado en el lenguaje espontáneo de la ciencia. Los conceptos elementales de
la dogmática jurídica, como los de la ciencia en general, no sólo deben cumplir con esta exigencia,
sino también reflejar ciertas relaciones internas. Se puede sospechar válidamente que las
expresiones jurídicas elementales, tal como son usadas por los juristas y la gente en general,
guardan entre sí cierta relación de interdefinibilidad. Parece posible deducir, de un enunciado en
que se usa el término "sanción", otro en el que aparece la expresión "delito"; de uno que emplea la
expresión "persona jurídica" se puede inferir otro que habla de "derechos subjetivos", etcétera
Las tareas principales de una teoría del derecho respecto de las expresiones jurídicas elementales,
son las siguientes:
1) Investigar los criterios vigentes en el uso espontáneo de tales expresiones por parte de los juristas
y el público.
2) Reconstruir tales criterios de manera de eliminar la vaguedad y ambigüedad que son
enfermedades endémicas del lenguaje ordinario.
3) Reflejar, en la reconstrucción de esos conceptos, las relaciones lógicas que parece haber entre
ellos, cuidando que el sistema de definiciones mantenga ciertas propiedades formales como son la
coherencia y la economía.
Entre las elaboraciones propuestas teniendo en cuenta esos objetivos, ninguna consiguió
satisfacerlos en el mismo grado que la teoría de Kelsen. Esto no quiere decir que el esquema
conceptual de Kelsen no presente dificultades teóricas serias; sin duda las tiene, pero su intento de
construir un sistema coherente de las expresiones jurídicas básicas, conservando cierta vinculación
con el significado que tienen en el lenguaje ordinario y eliminando buena parte de su imprecisión,
ha hecho que la mayoría de las discusiones modernas sobre los conceptos elementales del derecho
giren en favor o en contra de las propuestas de Kelsen.
2. El concepto de sanción En el sistema que propone Kelsen, el de sanción es el concepto primitivo.
Esto quiere decir que, en forma directa o indirecta, sirve para definir los demás conceptos
elementales, mientras que "sanción" no se define en base a ellos. Siendo así, parece relevante
determinar, con la mayor precisión posible, el significado del término "sanción", puesto que los
eventuales defectos de su definición se reflejarán inevitablemente en las de los restantes términos
jurídicos elementales. Kelsen, a través de sus distintas obras, define la palabra "sanción" señalando
las siguientes propiedades necesarias y suficientes :
a) se trata de un acto coercitivo, o sea de un acto de fuerza efectiva o latente;
b) tiene por objeto la privación de un bien;
c) quien lo ejerce debe estar autorizado por una norma válida; y
d) debe ser la consecuencia de una conducta de algún individuo.
criterios de kensel en sanciones civiles
1) Mientras la sanción penal generalmente se reclama de oficio, por el fiscal, la civil debe
demandarse por el damnificado.
2) En tanto que el producido de la multa penal pasa a integrar el erario público, el de la ejecución
forzosa beneficia al demandante.
3) Mientras la sanción penal tiene una finalidad retributiva o preventiva —según las teorías sobre la
finalidad de la pena— la sanción civil tiene el propósito de resarcir el daño producido y su monto
está dado por la extensión de este último.
El concepto de acto anti jurídico
(delito)
a) La definición de Kelsen :El concepto de delito está estrechamente vinculado con el de sanción.
Igual, la palabra "delito" no es de uso exclusivo del derecho penal. Junto con el homicidio, el hurto,
la violación (delitos penales) se encuentran hechos tales como el incumplimiento de un contrato o
cualquier actividad que produzca un daño patrimonial, que son actos antijurídicos o delitos para el
derecho civil.
Kelsen sostiene la verdad de la relación inversa: un acto es un delito cuando el orden jurídico
dispone una sanción por su ejecución.
Pero, ¿cuándo un acto está jurídicamente prohibido? Se suele sostener que un acto está prohibido, o
sea, es un delito, cuando contradice o "viola" alguna norma jurídica. Kelsen se opone a esta
caracterización. En primer término, sostiene que sólo hay contradicción entre dos proposiciones o
entre dos normas, pero no entre una norma jurídica y una proposición descriptiva, pues ambos
juicios pertenecen a dos mundos lógicos diferentes. Es contradictorio sostener que debe ser "A" y al
mismo tiempo que debe ser no "A", o que en la realidad se da "A" y no "A"; pero no es
contradictorio afirmar que debe ser "A" pero de hecho ocurre no "A". en el sistema de Kelsen, el
delito no puede contradecir una norma jurídica. Aun cuando, en un sentido metafórico, se hable de
actos que violan normas, tal afirmación no es posible según el esquema de norma jurídica de
Kelsen. Y en la definición de delito encuentra inconvenientes Resulta que, si en lugar de los
esquemas simplificados que siempre se ofrecen como ejemplos de normas jurídicas, se diera el caso
de una norma completa, advertiríamos que, en su antecedente, aparecen no una sino muchas
condiciones, no todas las cuales serían llamadas "delito" por juristas y legos.
Segunda definición: Un Acto antijurídico es la conducta que, siendo condición de la sanción en una
norma jurídica, está realizada por el individuo a quien la sanción se aplica.
esta definición se hace pasible de dos nuevas críticas, una de las cuales señala el propio Kelsen:
1) En primer término, y esto es lo que advierte el autor de la Teoría pura, esta segunda definición
no cubre los casos de responsabilidad indirecta; o sea aquellas situaciones en que se sanciona a una
persona por el acto antijurídico cometido por otra (como las sanciones civiles que se aplican a los
padres por daños cometidos por los hijos menores de edad).
2) En segundo lugar, esta definición sirve para eliminar de la denotación de "delito" las conductas
realizadas por terceros, que son condición de sanción, pero no las conductas del propio sancionado
que, a pesar de ser presupuestos de aquélla, nadie llamaría delito. Por ejemplo, para aplicar la pena
por adulterio, es necesario que el individuo realice dos conductas: que se case y que mantenga
relaciones extramatrimoniales; para la aplicación de la pena por violación (en una de las hipótesis)
también son necesarias dos conductas: que el sujeto tenga acceso carnal con una menor y omita
casarse con ella; para la ejecución forzosa de un contrato, son condiciones que el individuo haya
celebrado el contrato y que no lo haya cumplido. Sólo una conducta de cada par mencionado es
calificada, en el uso común, de "delito"; sería absurdo y gracioso, a pesar de que son acciones del
que recibe la sanción, denominar así a las restantes. Kelsen no advierte esta dificultad de su segunda
definición.
Tercera definición: Acto antijurídico es la conducta de aquel hombre contra quien, o contra cuyos
allegados, se dirige la sanción establecida, como consecuencia, en una norma jurídica.
1) "Derecho" como equivalente a "no prohibido". Este es el sentido que tiene la palabra "derecho"
en frases de este tenor: "Tengo derecho a vestirme como quiera". "Juan tenía derecho a vender ese
producto". "Los bancos tienen derecho a no prestar a quienes no ofrecen garantía". "Tenemos
derecho a fumar en clase". Según Kelsen, este tipo de oraciones son traducibles a otras que afirman
que un cierto derecho objetivo no prohibe la conducta en cuestión; es decir, en términos
kelsenianos, que no hay en el sistema una norma que establezca una sanción para la acción de que
se trata.
2) "Derecho" como equivalente a autorización. En muchas ocasiones la expresión "derecho
subjetivo" se usa en frases como éstas: "La municipalidad le otorgó a Pedro el derecho a instalarse
en esta esquina." "El profesor nos dio derecho a interrumpir la clase.""Tengo derecho a inspeccionar
la fábrica."Estas frases describen la existencia de normas que permiten o autorizan los
comportamientos mencionados. una traducción adecuada de la primera oración sería: "el intendente
dictó una ordenanza que autoriza a Pedro a instalarse en esa esquina". Kelsen, en su última versión
de la Teoría pura, admite este significado de la palabra "derecho". Tal admisión es curiosa ya que,
como se ha dicho, este sentido supone la existencia de normas permisivas, lo_ que contradice la
exigencia de Kelsen de que todas las normas de un sistema jurídico tengan un carácter prohibitivo
(mediante la estipulación de una sanción para cierta conducta). De acuerdo con el sistema de
normas primarias que propone Kelsen, las únicas autorizaciones jurídicas posibles son, como ya
vimos, las dirigidas a los órganos para la aplicación de sanciones (y esto sólo si se interpreta el
"deber ser" como autorización). De manera que hay un reconocimiento por parte de Kelsen, en su
última obra general, de que su esquema de normas jurídicas es insuficiente y que deben incluirse
otras clases de normas, como son las que otorgan autorización para realizar ciertas conductas.
3) "Derecho" como correlato de una obligación activa. Con el significado del epígrafe se dicen
frases como éstas: "Tengo derecho a que usted me cuide mi casa." "Diego tiene derecho a que su
deudor le pague." "Por el precio que pagamos tenemos derecho a una comida diaria." Como en los
casos anteriores, según Kelsen, estos enunciados pueden ser traducidos a proposiciones sobre el
derecho objetivo. Tal traducción no necesita aquí romper el esquema kelseniano de las normas
jurídicas como juicios que imputan sanciones a ciertos actos y admitir normas que expresamente
autoricen determinadas conductas. Esto es así porque Kelsen otorga a frases como las mencionadas
un significado equivalente al de otras que describen el deber jurídico de alguien.
4) "Derecho" como correlato de una obligación pasiva. Este significado es análogo al anterior, con
la única diferencia de que aquí el derecho subjetivo no es un correlato de una obligación de hacer,
sino de un deber de no hacer, de omitir. Por ejemplo, decimos: "Tengo derecho a descansar con
tranquilidad.""Roberto tiene derecho a que el vecino no le tape el sol con una pared." En todos estos
ejemplos, las frases pueden ser traducidas por otras equivalentes que hablan del deber de alguien o
de todos de no perturbar el descanso, no instalar un comercio o no levantar una pared. La relevancia
particular de esta modalidad de derecho subjetivo reside en que Kelsen incluye en esta clase a uno
de los derechos más controvertidos desde el punto de vista teórico y político, el de propiedad.
5) "Derecho" corno acción procesal. A veces decimos cosas de este tenor: "Tengo derecho a lograr
que el inquilino desaloje mi casa." En estos ejemplos, se da, al igual que en los dos casos
anteriores, un deber jurídico del cual el derecho es un correlato. Sin embargo, en esos enunciados,
se sugiere un elemento adicional que distingue este uso de "derecho" de los precedentes: la
posibilidad de recurrir a la organización judicial para lograr el cumplimiento de la obligación
correlativa o para hacer que se imponga la sanción prevista para el incumplimiento de la obligación.
A esta posibilidad se la llama en el lenguaje jurídico "acción" (en el sentido procesal). Así se dice
"usted tiene una acción para hacer que los intrusos desocupen su propiedad"; "el que ha sido
perjudicado patrimonialmente tiene una acción de resarcimiento", etcétera.
6) Derecho político. También la palabra "derecho" se usa en frases de este tipo: "El pueblo tiene
derecho a elegir a sus gobernantes." "La libertad de expresar sus ideas por la prensa es un derecho
de todo ciudadano." Estas dos frases corresponden a dos nuevos sentidos de la expresión "derecho
subjetivo", los cuales están vinculados con cuestiones de organización política. (Como hemos visto,
muchas veces, cuando se habla de estos derechos se está aludiendo a derechos morales y no
jurídicos, o sea derechos que el Estado tiene el deber moral de convertir en derechos jurídicos.)
b) El derecho de propiedad en particular Conviene prestar un poco más de atención al tema del
derecho de propiedad, dado que presenta una serie de complicaciones teóricas, no pocas de las
cuales se originan en las connotaciones ideológicas que tiene la mayor parte de las discusiones
sobre la cuestión y el trasfondo místico que subyace en la idea de propiedad. Se ha dicho que la
concepción tradicional sobre los derechos reales y en particular sobre el derecho de propiedad los
caracteriza como un vínculo directo entre una persona y una cosa. Típica de esta idea es la
definición que de "dominio" (término equivalente a "propiedad") da el art. 2506 de nuestro Cód.
Civil cuando dice: "El dominio es el derecho real en virtud del cual una cosa se encuentra sometida
a la voluntad y a la acción de una persona".