Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TFG Afp
TFG Afp
Página1
| 5
3
Índice 1
INTRODUCCIÓN 3
2.1.Laimagensocial 4
2.1.1.Antecedentesdelconcepto 4
2.1.2.Lagestióndelaimagensegúnlapragmáticasociocultural 7
2.2.Laanticortesía 10
2.2.1.Caracterizacióndeanticortesía 10
2.2.2.Anticortesíacomoclaveparalagestióndelaimagenentrelosjóvenes 12
3.1.Descripcióndeloscorpusanalizados. 15
3.2.Diseñodelafichadeanálisisaplicablealoscorpusestudiados. 16
3.3.Métododeanálisis. 17
4.MA
RCO PRÁCTICO:EL ANÁLISIS DE LA ANTICORTESÍA EN EL HABLA JUVENIL ESPAÑOLA 18
4.1.Resultadosdelanálisisdelcorpusoral 18
4.2.Resultadosdelanálisisdelcorpusescrito 32
4.3.Conclusionesdelanálisis 42
5.CO
NCLUSIONES 47
6.BIBLIOGRAFÍA 49
Página2
| 5
3
1.Introducción
Cada día
observamos un fenómeno muy común en el
habla juvenil: es
posible ver cómo
los jóvenes se insultan, ironizan unos de otros y, lejos de enfadarse u ofenderse, este
patrón de
comportamiento se
presenta
como un
código normal de
conducta entre
ellos,
elcualpermitequesusvínculosdeafiliaciónseafiancen.
A priori, esto puede parecer contradictorio. No obstante,
los
estudios
de
la
pragmática
se han interesado por este fenómeno y lo han denominado anticortesía (Zimmerman,
2002).
Este Trabajo Fin de Grado (TFG) se propone caracterizar el uso de la anticortesía a
través del estudio pragmático de la misma en corpus de la lengua juvenil,
tanto
en
el
ámbito oral como
en el
escrito. Este
será
su
objetivo principal, el
cual se
concreta en
los
siguientese specíficos:
● Diseñar una metodología que permita el análisis pragmático -se combina el
análisissociopragmáticoyelpragmalingüístico-deloscorpusseleccionados.
● Caracterizar de una manera pragmalingüística la anticortesía oral y escrita. Se
estudiarán los principales mecanismos de codificación lingüística de la
anticortesía y frecuencia de los factores situacionales que desencadenan la
misma.
● Conocer la
frecuencia de
aparición de
la
anticortesía para identificar su uso
entre
jóvenesespañoles.
● Entender la anticortesía como una
clave de
gestión
de
imagen entre jóvenes, la
cualcumpleelobjetivodeafianzarlazosentrelosmismos.
● Identificar las correlaciones, diferencias y semejanzas que se produzcan en la
manifestacióndelaanticortesíaentreeldiscursocoloquialoralyescrito.
Este trabajo
se
puede incluir en
el
ámbito
de
los
estudios pragmáticos relacionados con
la imagen social (face, Gofman, 1959, 1967). Asimismo, se trabajará en torno a los
estudios cortesiológicos enfocados desde una perspectiva sociocultural (Bravo, 1999,
2001, 2004a, 2004b, 2010 entre otros). Por tanto, se pretende explicar un fenómeno
pragmáticoconcretodentrodeunagranáreatemáticacomoeslacortesía.
La estructura de este trabajo sigue los
siguientes apartados: en primer lugar,
un marco
teórico en el
que se
aborda el
concepto de
imagen social
y la
anticortesía; en segundo
lugar, un marco metodológico donde se explica el diseño y la creación de una ficha
metodológica, usada para
analizar los corpus seleccionados; y, en tercer
lugar,
un marco
práctico donde se
analizan aquellas muestras seleccionadas de los corpus. Por
último, se
cierraeltrabajoconlaexposicióndeunasconclusionesquehanpodidoalcanzarse.
Página3
| 5
3
2.Marcoteórico
2.1.Laimagensocial
El lenguaje es una facultad primordial para desarrollar
nuestras relaciones
sociales, lo
que provoca que sea nuestra principal herramienta para presentarnos en sociedad. Al
introducirnos en este grupo debemos proyectar la imagen (face, Goffman
1959, 1967)
que queremos que los demás vean de nosotros. De esta manera, se logra emitir una
imagenesperableysatisfactoriaparalosinterlocutoresennuestrasinteracciones.
Así, el lenguaje es el instrumento a través del cual moldeamos la imagen que
proyectamos una vez estamos inmersos en sociedad, por lo que es nuestro modo de
presentarnos ante los demás en las diferentes interacciones, tanto en situaciones
cotidianascomoinusuales.
Para esto, la
selección
lingüística
que
realizamos
en
cada momento, para comunicarnos
en las diferentes situaciones, depende de
numerosos factores,
entre ellos,
por
ejemplo,
las circunstancias extralingüísticas o la identidad social del destinatario (Escandell
Vidal,1995:31).
Para delimitar el concepto de imagen y cómo este influye en
la
selección de distintas
estrategias pragmáticas, que
realizamos como hablantes, será imprescindible realizar un
recorrido desde el nacimiento del
concepto face(Goffman
1959, 1967)
para llegar
a la
perspectivaactualquedefiendelapragmáticasociocultural.
2.1.1.Antecedentesdelconcepto
Desde la antropología, Erving Goffman1 establece en su obra (L a presentación de la
persona en
la
vida
cotidiana, 1959) que todo ser social tiene una
imagen o face; esto
es,
que los hablantes actúan de acuerdo con el rol que quieren representar o defender, el
objetivo de defender un papel determinado será causar una impresión al
público. Para
Goffman, las interacciones2 se deben ver como una metáfora teatral; dicho de otra
manera, los
actores
cumplen un
papel
determinado para la
situación comunicativa en
la
queseencuentran.
El
autor
establece
todas estas
ideas
a través
de
una
percepción
metafórica,
pues él
verá
«toda interacción social (como) una actuación (performance), es decir, un papel
representado frente a una audiencia» (Amparán y Gallegos 2000: 239). En otras
1
ueunsociólogocuyoestudiosecentróenlasunidadesmínimasdeinteracción,yaque,alcontrarioque
F
losestudiosdelmomento,sufocodeatenciónseorientóhacialosgruposreducidos.Deestamanera,su
obraabordalacreacióndelapersonalidadatravésdelasdistintasinteracciones;ensuensayoL
a
presentacióndelapersonaenlavidacotidiana(1959),queesunadesusobrasmásimportantes,se
presentantodaslasnocionesyconceptospropiosdesuteoría.
2
ParaGoffman,lasinteraccionesseránetiquetadasconelconceptodep erformance.
Página4
| 5
3
palabras, los hablantes serán actores que representan el papel que se les ha sido
otorgado,mientrasquelaaudienciaseránlosreceptoresdelmensaje.
En estrecha relación con esta concepción metafórica, es
fundamental el
carácter ritual
de
las
distintas
actuaciones, pues las
interacciones
forman parte
de
la
vida cotidiana, la
cualestáconfiguradapordistintasritualizacionesquenosindicancómoactuar.
De
este modo, el
hablante-actor tendrá una serie
de necesidades de imagen (face-wants)
para que su imagen sea,
no
solo
tenida en
cuenta, sino también valorada
por el
resto de
interlocutores. Estas acciones concuerdan con la imagen que se desee proyectar. Para
cuidar los face-wants, el hablante tiene
que gestionar, de alguna manera,
su imagen, en
otras palabras, para
satisfacer nuestras necesidades de
imagen (face-wants), moldeamos
losenunciadoslingüísticosdemanerasdeterminadas(Goffman1959,faceworks).
Otro concepto que
el
autor percibe en las interacciones es el de territorio, entendiéndolo
como el
perímetro de
la
actuación de
la
persona en
sociedad. En este,
se
enmarcan, por
un lado, los
pensamientos y sentimientos de la
persona y,
por el otro
lado, la
gestión
que
este realice de su espacio-tiempo. Se puede describir el territorio como el ámbito de
actuación de
la
persona como ser
social, influyendo, así,
en la
percepción y cuidado
de
laimagenq ueelhablantedeseadefender.
Las ideas
de
Goffman
gozaron de
gran acogida y,
años más
tarde,
ya
desde el
ámbito de
la lingüística. Concretamente de los estudios pragmáticos, Brown y Levinson (1987)
desarrollaronesteconcepto.
Para tratar
de
explicar cómo a través de la
lengua
cuidamos nuestras relaciones sociales,
estos autores desarrollan su
teoría de
la
cortesía.
Para
esto,
se
apoyan
en
los
conceptos
3
de Goffman: imagen pública y territorio. No obstante, ambos sufren una
reformulación. En
contraposición con el
sociólogo, para
estos autores
la
imagen pública
no es un «atributo apriorístico» (Garcés-Conejos 2013: 24-25), sino que es una
característicaquesedesarrolla,dadoqueelserhumanonecesitaestarenunasociedad.
La imagen de Brown y Levinson es una característica de cualquier ser humano, para
estos autores la imagen tiene dos caras o dos deseos universales: por un lado, la
positiva, promovida por el deseo del hablante de sentirse parte del
grupo,
aprobado y
respetado por
el
resto
de
miembros; por
el
otro,
la
negativa o territorio
-en
términos de
Goffman-, promovida por el
deseo
del
hablante de sentirse
un individuo con
libertad, es
decir, que puede actuar libremente, sin sentirse limitado por la actuación del resto
de
miembrosd elgrupo.
La creación de un único concepto, imagen pública, para unificar los conceptos de
imagen y
territorio, tendrá éxito en
una
sociedad en
la
que
exista
cooperación entre los
hablantes, ya que son estos los
que
poseen «un
supuesto compartido de
que
la
imagen
pública es vulnerable». Del mismo modo, su conocimiento común les indica que es
necesario «ponerla a salvo» y la
mejor manera de lograr salvaguardar esa
imagen es «no
dañarniamenazarladelosdemás»(Escandell-Vidal1996[2013]:148).
3
FueronBrownyLevinsonquienesentendieroncomonecesarioañadireladjetivodep úblicap ara
explicarelconceptodeimagend eGoffman.
Página5
| 5
3
Brown y Levinson (1987) ven las relaciones sociales desde un prisma negativo, pues
llegan a la
conclusión de
que cualquier intercambio comunicativo puede
ser un
acto
de
amenaza a la
imagen
(FTA,
face threatening act) del
receptor,
amenaza a la
imagen ya
que atentan concretamente a la imagen negativa: las órdenes, las disculpas, las
peticiones,críticas,acusaciones,entreotros.
De este modo, el hablante puede calcular el peso de su enunciado o el «“esfuerzo
cortés” que debe realizar para mitigar la amenaza del acto» (Carrasco 1999: 10), a
travésdelasiguienteecuación:
Wx=D(S,H)+P(H,S)+R(x).
La W es el grado potencialmente amenazante a la imagen pública del receptor
(weightiness), la
D es
la
distancia social
(distance) que comparten los
interlocutores, la
P es
el
grado de
jerarquía entre
hablante-oyente (power), R es el coste de
la realización
del acto de habla (rank) desde el oyente. Por su parte, la S se refiere a al hablante
(speaker)ylaHaloyente(hearer).
Una vez que el
emisor ha calculado el riesgo potencial de su
acto de
habla, puede tomar
diferentes decisiones. En primer lugar, la
producción del acto
a través de
una
estrategia
abierta y directa, en la cual no se minimiza la amenaza de la imagen, bien porque se
quiere dañar la imagen o bien porque la situación realiza un acto que neutraliza la
cortesía. En segundo lugar, usando estrategias abiertas e indirectas, a través de la
compensación o reparación de la imagen positiva del receptor, ya que no se pretende
amenazar la
imagen del otro
(cortesía positiva). En
tercer lugar, con estrategias abiertas
e
indirectas en
las
que la
acción reparadora se
dirige a la
imagen negativa del
receptor,
evitandoasílasamenazas(cortesíanegativa).
Por último, las estrategias encubiertas, en las
que
la
intención
del
hablante es
tapar
su
verdadera intención y evitar la responsabilidad del acto amenazador. Si opta por la
realización de la emisión encubierta necesitará usar una serie de estrategias que se
enmarcanenelplanodelacortesía.
De
esta manera, ante un
FTA el
emisor podrá calcular los riesgos
que tendrá su emisión,
para llegar a dos opciones: realizarlo o no realizarlo. Aunque si opta por la primera
opción, tendrá un repertorio de recursos corteses positivos, por un lado, para
salvaguardar la imagen positiva de su oyente o, por otro lado, negativos para
salvaguardar la imagen negativa. Desde la concepción de estos autores, la cortesía
enmarcará cualquier cuidado en un acto de habla dirigido a la imagen de uno de los
interlocutores, en otras palabras, la cortesía es un mecanismo lingüístico para
salvaguardarlaimagendelotro.
En resumen, en lo que respecta al concepto de imagen desde una perspectiva
sociológica, es
decir,
partiendo del autor Erving Goffman, es necesario
entenderlo como
una
«construcción social»
(Rizo García 2011:
82).
Esta la
necesitamos para
que nuestra
interacción o performance sea tomada en cuenta o, incluso, valorada por nuestra
sociedad.
Página6
| 5
3
Por otro lado, desde la perspectiva pragmática que presentan los
estudios de Brown y
Levinson, la
cortesía
está ligada plenamente a la amenaza
de la
imagen y todos nuestros
actos deben estar limitados por el intento de salvaguardar las
imágenes. Pese a que
la
teoría de estos autores ha sido criticada en
numerosas ocasiones, por
poder explicarse
solo en sociedades concretas, no se puede negar que sus trabajos son fundamentales
paralasposterioresreformulacionesdeíndolecortesiológicaqueseexpondrán.
Las limitaciones de los estudios de Penelope Brown y Stephen Levinson provocan
el
surgimiento de otras corrientes que intentan explicar la gestión de las distintas
interacciones.
Dentro de las críticas y limitaciones que recibe la teoría de Brown y Levinson
encontramos, entre otras, que está explicada desde la cultura angloparlante, lo que
conlleva cierto etnocentrismo cultural. También, se centran en los actos de habla que
amenazan la
imagen, pero, su
teoría
no
aborda ninguna intervención que no amenaza la
imagendelinterlocutor.
Para paliar estas carencias surgen, posteriormente, diferentes corrientes. Dentro del
ámbito hispánico, uno de los estudios que más acogida tiene
será
el
de la
pragmática
sociocultural(Bravo2010),elcualseexplicaráenelepígrafeposterior.
4
Precursoradelosconceptospreviamentecitados,estossonpragmáticasocioculturalyp erspectiva
sociocultural.
Página7
| 5
3
Así,
al
pertenecer
a una
misma comunidad sociocultural los
hablantes podrán compartir
«comportamientos, actitudes y valores que son conocidos, aceptados y practicados en
una comunidad de hablantes» (Hernández Flores 2004: 96-97). En otras palabras, los
interlocutores tendrán un contexto compartido que les permitirá interpretar los
enunciadosconlosmismosparámetros.
Como se mencionó en el epígrafe anterior, el
concepto de face
(Goffman 1959,
1967) ha
sido uno de
los
más exitosos para explicar la
estrecha
relación entre
sociedad
y lengua.
Esta idea seguirá siendo central
para la
perspectiva sociocultural. Para Bravo,
la
imagen
es clave para entender esas intenciones propias de la conversación y los efectos que
pueden producirse. No obstante, la
autora
reformula el
concepto de
imagen de
Goffman
paraexplicarestasrepresentacionesyasíobtenerla«imagensocial»(Bravo1996).
Esta
nueva noción
refleja
el
conocimiento
compartido, mencionado anteriormente, y la
producción de ciertas estrategias conversacionales, en otras palabras, actividades de
cortesía.
De la misma manera, es fundamental subrayar que esta será una idea delimitada
socioculturalmente. Un concepto vacío
en
tanto se completa
en su
respectiva comunidad
sociocultural «mediante los “contenidos socioculturales” que se suponen extensibles
a
distintas situaciones
comunicativas dentro
de
la
sociedad
de
pertenencia» (Bravo 2002:
108).
La función de esta imagen social
es
facilitar una
identidad propia
al
hablante, con
una
doble dimensión: por
un
lado, colectiva, por tener
cierto
compromiso con la
sociedad de
la
que forma parte; por
otro,
individual, ya
que puede
no ser
dominado por
ese grupo al
quepertenece.
De este modo, surgen dos necesidades humanas: la de autonomía y la de afiliación5,
relacionadas con
la
actuación del
Ego
frente al
Alter. Así,
habrá
una
serie de actividades
de la imagen «destinadas a constituir la identidad/imagen (face) del ego o la de
constituir y respetar la
identidad/imagen (face) del
otro/alter
(Zimmermann, 2002: 47).
Dentro de la imagen propia de la cultura española destaca la confianza y la
autodeterminaciónoautoafirmación.
En primer lugar, la necesidad de autonomía se refleja en los «comportamientos que
están relacionados con cómo una persona desea verse vista por los demás como un
individuo con contorno propio dentro del grupo». En segundo lugar, la afiliación
«agrupa aquellos comportamientos en los cuales se refleja cómo una persona desea
verse y ser
vista
por los
demás
en
cuanto
aquellas características que
la
identifican
con
elgrupo».(Bravo2002b:106).
Cabe destacar que estos conceptos no serán entendidos como opuestos
o excluyentes,
sino
que,
dado
a la
complejidad de
algunos intercambios comunicativos, se pueden
unir
elementosdeambasnecesidades,autonomíayafiliación.
5
“Autonomíayafiliación”ambosconceptoscompuestos,denuevo,porDianaBravo(1999:106).
Página8
| 5
3
En conclusión, la imagen social que se
presenta
desde esta
perspectiva, no solo
por la
6
precursora, sino por otros numerosos autores , entiende dicha noción como un
«compromiso» con la sociedad a la que pertenece el hablante, pues se refleja en un
sentimientodepertenenciaasucomunidadsociocultural(Bravo2002b:101).
La pragmática sociocultural retoma la definición de cortesía pero la
entiende
como
el
equilibrio de imágenes, para conseguir esto, realizamos actividades de imagen, las
cualessonherenciadelosface-worksdeGoffman.
Siguiendo a Briz, se identifican dos planos, el lingüístico (correspondiente a los
codificado) y el
social
(correspondiente a lo
interpretado). Las
estrategias
corteses
están
atadasaciertaconvencionalizaciónocodificación,enotraspalabras,
restringe en
principio
las posibilidades de interpretación, algo
codificado como
cortés (está) sometido a patrones más regulares de expresión de cortesía es
menos interpretable en otro sentido, puesto que las implicaturas
conversacionales7 estángramaticalizadas(Briz2002:72).
En cualquier caso, aunque el mensaje esté codificado de una manera cortés, serán
las
variables del contexto las que interpreten lo cortés o descortés de un mensaje. Un
mismo mensaje en un contexto puede mostrar un exceso de afiliación y crear
incomodidad, es
decir,
ser
descortés; ese
mismo mensaje puede ser
cortés al emitirse en
otrasituación.
Las teorías
de
Brown y Levinson
se
ven con
prisma de
limitaciones, una
gran
cantidad
de definiciones y clasificaciones llevan a que, desde la pragmática sociocultural,
Hernández-Flores establezca una
clasificación de
las actividades de
la
imagen basada
en
dosparámetros:direcciónymodalidad.
La direccionalidad se basa en el efecto social que tiene un acto de habla entre los
interlocutores,
esto es,
«qué imágenes son
mayormente afectadas por
el comportamiento
comunicativo». La modalidad los efectos que pueden producir imágenes propias «de
carácterpositivo,negativooneutro»(Hernández-Flores2013:178).
Con base en estos dos parámetros, hay tres tipos de actividades de imagen (cortesía,
autoimagen y descortesía). Además, depende de si
la
estrategia
convencional coincide
conelefecto,lashabráprototípicaonoprototípicas.
La cortesía se ve reflejada en ejemplos como: ¿me podrías dar una servilleta, por
favor?, pues se usa el
condicional de
indicativo
y el
por
favor
para pedir
algo;
esto es
algo prototípico en tanto que el
receptor espera
que las
peticiones que se
emitan sigan
unaestructurasimilar.
Las actividades de autoimagen se producen en enunciados como: soy totalmente
opuesto a tí. Y descortesía en enunciados como, por ejemplo, dame ya
esa
servilleta,
6
Bravo(1996,2002b,2004a,2005,entreotros),HernándezFlores(1999,2002,2003,2004,2005,entre
otros),Boretti(2001,2005),Briz(2003,2004,2005,2012a,entreotros),Bernal(2005,2007),entre
algunosotros.
7
Implicaturasconversacionales,entérminosdeGrice(lingüistabritánico,querealizagrandes
aportacionesenelámbitodelaTeoríadelsignificadoylacomunicación),serefierealainformación
encubiertadeunmensaje.
Página9
| 5
3
donde la orden amenaza a la imagen; dado que no es algo esperable por parte del
emisor, ya
que
no
invita
a realizar
esa
petición por
la
amenaza que
provoca la orden en
sí.
Por lo
general, los
hablantes tienen «la
tendencia a mantener una
situación
de equilibrio
entre las imágenes favorable a ambas» (Hernández-Flores: 2002). Al mantener el
equilibrio la
interacción será favorable para todos los interlocutores. De
esta
manera, los
interlocutores intentan estructurar los
mensajes a través de
una
distribución
prototípica,
es decir, aquella con la que el emisor conseguirá que no se amenace la imagen del
receptorconsuactodehabla.
No obstante, como se verá en el siguiente epígrafe hay una actividad a la imagen no
prototípica que ayuda a mantener un equilibrio entre la imágenes y no causará una
amenazacomotal,estaes,laanticortesía.
2.2.Laanticortesía
Como se menciona en el epígrafe anterior, cuando se amenaza la imagen de otro
interlocutor se produce
un
desequilibrio de
las
imágenes sociales
de
estos,
provocando
loquesedenominaenpragmáticasocioculturalcomod escortesía.
No obstante, como también se mencionó anteriormente, existen actos de habla
que se
codifican de manera cortés, pero la situación no permite que se interpreten de esta
manera. En lo que respecta a la descortesía ocurre algo similar, las variables del
contextosonlasquedeterminansiseproduceunactodescortésono.
Así surge lo que se denomina anticortesía entendida
como actos
de
habla
que,
si
bien
están codificados como tradicionalmente descorteses, no están considerados por los
afectados como deterioro o amenaza
a la
imagen,
sino
que
generan efectos
positivos y
deconfianzaenlarelaciónentreinterlocutores(K.Zimmermann,2002:57).
2.2.1.C
aracterizaciónd
ea nticortesía
En
el
epígrafe anterior se
ha explicado la
cortesía como una
clave para
la
gestión
de
la
imagen entre los distintos interlocutores y como herramienta para
conseguir establecer
unos lazos
entre los
mismos. Así,
la
cortesía se
basa en
una
serie
de
convenciones que
cumplenlosdistintosmiembrosdeungrupo.
En
contraposición a este
comportamiento cortés,
es
decir,
el aceptado o esperable por
el
receptor,
se
pueden
ver actos
descorteses, esto
sería,
intervenciones que
rompen con
las
normas establecidas. Por tanto, no son esperables para el receptor y provocan un
desequilibrioentrelasimágenes.
Hay una gran cantidad de estrategias con las cuales se produce descortesía: una
estrategia cortés
(ironía
o adulación,
por
ejemplo, gracias
por ese
consejo,
me
ayudó a
suspender el
examen),
estrategia descortés (ataque directo, ¡Mira que
eres
tonto!) o una
Página1
0| 5
3
estrategia
de
autoimagen (excesivo enfoque a la
imagen
propia, es que
se
me
dan
genial
las matemáticas, soy increíble). Todas ellas coinciden en que se produce un efecto
negativo en el hablante o en el oyente. Estos tipos de actividades de imagen se
clasifican, como se mencionó anteriormente, según su modalidad y dirección
(HernándezFlores,2013).
Siguiendo la definición de Kienpointner (2017), la descortesía es «un tipo de
comportamiento comunicativo prototípicamente no cooperativo». Bien es cierto que
otros autores basan la descortesía en la violación de las máximas conversacionales8.
También quiero destacar la
definición
de Mills, quien define la
descortesía como
«(una)
conducta lingüística que es evaluada como amenazante para la imagen o identidad
social
del
oyente, o como transgresora de las
normas sobre lo que
es
apropiado para
una
hipotéticac omunidaddeprácticas»(Mills,2003:135).
Todas estas
definiciones o ideas sobre lo
que es
la
descortesía
tienen una característica
común, la transgresión de unas normas conversacionales más o menos
convencionalizadas. Dentro de
un discurso esta
transgresión es
«un
discurso que viola
las
normas reconocidas y generalmente aceptadas como apropiadas y consideradas en el
comportamientoverbaldeungrupoocomunidad»(Bolívar,2009:32).
La cortesía es un método para conseguir unas
metas, afianzar lazos… y la
descortesía
no tiene que ser su contrario, pues en algunos contextos es más estratégico para
esos
fines el uso de la descortesía. De esta manera, surge la anticortesía, esto es, una
estrategia conversacional que, a priori, parece amenazar la imagen del otro. Este
concepto fue propuesto por Zimmerman (2003) a través de su análisis en
conversaciones de jóvenes hispanohablantes (más concretamente, mexicanos,
uruguayos y españoles); fue
en este
trabajo donde se
dio cuenta que muchos jóvenes no
usan una
cortesía normativa, sino que optan por
usar
expresiones o palabras descorteses
paramostrarafinidadocercanía.
Aunque «la diferencia (entre la descortesía y la
anticortesía)
está
en que
la descortesía
se limita a lo individual, a la ofensa personal, a la destrucción de
la
cara del
otro.
La
anticortesía en cambio es social y busca la intención de revertir el orden establecido
para subvertir el sistema político y discursivo» (Álvarez Muro, 2009: 27). En otras
palabras, la anticortesía se basa en
el
uso
de
una estrategia
descortés, pero esta produce
unefectopositivoenelhablanteyeneloyente.
Aunque parezca contradictorio, habrá ocasiones en las que se fortalecen más las
relaciones entre los interlocutores atacando
o transgrediendo las
normas comunicativas
básicas. El uso de la
anticortesía
tiene
una
serie de
implicaciones más
profundas
de
lo
quepuedaparecer.
Está
claro
que
la
posibilidad de
que
un
interlocutor
evalúe la
anticortesía como tal,
y no
como un ataque hacia la imagen, dependerá en todo momento del contexto o la
situación que
rodea la
conversación. Asimismo, será
fundamental el
rol
que
juegan los
8
EstablecidasporGrice,estasseríanmáximadecantidad-nodecirmásdelonecesario-,decualidad-no
deciralgoquepuedaserfalso-,demodo-serbreveyevitarlaambigüedad-y,porúltimo,derelevancia
-quelasintervencionesseanrelevantes-.
Página1
1| 5
3
participantes dentro de
la
conversación, pues también de
esto depende que
la evaluación
del ataque se valore con efectos positivos, es decir, que sea anticortesía. Para
ello,
se
deben cumplir un
conjunto de
características: confianza entre los interlocutores, mismas
premisas culturales, motivaciones comunes, prácticas discursivas aceptadas tácitamente,
consideraciónporlosotrosinterlocutores…Yestossonalgunosejemplos.
Laanticortesíaessíntomadefortalezadelasrelacionesinterpersonalespues,alf inal,
si uno puede ser grosero descortés con otra persona y no se ofende, existe,
según el contexto y la relación, un sentimiento cercano de solidaridad y
cercanía. No se trataría en absoluto de un acto amenazante y la base de la
relaciónsocialseríafuerteyrobusta»(Mugford,2020:107).
En
definitiva,
podemos entender dos
posiciones en
lo
que
respecta
a la
anticortesía:
por
un
lado
«puede verse
como una
forma de
mitigar situaciones
desagradables» y,
por
otro
lado «puede ser una forma de ocultar los verdaderos sentimientos (del emisor)»
(Mugford, 2020: 106). La anticortesía se emplea como una agresión verbal
combinándolaconunafectoencubierto.
2.2.2.A
nticortesíac omoc lavep
aralag estiónd
elaimagene ntrelosjóvenes
Antes de entender el uso de
la
anticortesía
por
los
jóvenes
para
gestionar
su imagen
o
susrelaciones,hayqueexplicarbrevementelaconstruccióndelaidentidad.
Para configurar la
identidad es necesario el
discurso. Pero
«construir estratégicamente la
identidad» (Fuentes 2020:
447) implica
un
uso
estratégico del
discurso, especialmente,
si
el
emisor está delante de
un público. Esto no
ocurre en
la conversación familiar,
en la
cual no
se
intenta proyectar una imagen determinada, en
otras
palabras, no
se
busca un
uso estratégico del discurso. En
este
sentido, «el
discurso constituye a la
sociedad y a la
cultura,asícomoesconstituidoporellas»(FaircloughyWodak2005:390).
Recordando la teoría de Goffman, mencionada en el primer epígrafe, las personas
discursivas se relacionan entre ellas a través del alterego, es decir, a través de una
imagen de ellos mismo que quieren
mostrar. No obstante, no es
tan
simple como crear
un personaje y defenderlo, sino que
«la
imagen es
variable,
depende de
cada situación
comunicativa y se construye de ella» (Fuentes 2020: 448). En resumen, la imagen se
compone en todas nuestras interacciones, en
contraposición con la identidad que es
algo
constante.
En relación con la construcción de la identidad individual está la construcción de la
identidad grupal,
la
cual
se
basa
en
las
afiliaciones del
grupo, pertenencias, conexiones,
etc.
Por
tanto,
aunque no
sean
estrategias como
tal,
los
actos de
anticortesía se
emplean
parafomentaresaidentidadcolectivayestablecerunarelacióninterpersonalsegura.
El uso de la anticortesía por los jóvenes es amplio, pues son estos los que más se
preocupan por ser parte del grupo al mismo tiempo que se diferencian del mismo
(Hernández-Flores, 2013: 122). Esto es algo específicamente cultural. También, como
se mencionó anteriormente, los jóvenes son más reacios a mostrar abiertamente sus
Página1
2| 5
3
sentimientos, por lo que se ha establecido,
incluso
convencionalizado
en
ocasiones,
el
usodeactosdescortesesparamostraresossentimientospositivos.
Además de esa necesidad de pertenecer a un mismo entorno, los jóvenes necesitan
diferenciarse de
otros grupos; las
«ideologías de los jóvenes
que se enfrentan a un
grupo
generacional adulto usan la descortesía entre ellos como una forma de afiliación de
grupo, pero que pueden ser evaluados como descorteses por evaluadores externos»
(Bolívar, 2009: 34). Por tanto, para entender la anticortesía es necesario un
conocimientocompartido,esdecir,unmismocontexto.
Sin embargo, no es solo cuestión de una brecha generacional entre los adultos y los
jóvenes, sino que estos actos implican que ya se haya establecido entre ellos una
9
relación de confianza . De este
modo, un
acto de
habla
se
considera
anticortesía en un
grupo de jóvenes
que reúne una
serie
de características: contexto compartido, confianza,
relaciones interpersonales robustas… puede considerarse descortés en otro grupo de
hablantes,peseaquetenganlamismaedad.
Esto demuestra que la anticortesía no es un rasgo de los jóvenes como tal, sino que
forma parte de una
actividad
antinormativa que llevan
a cabo, siempre y cuando se
den
una serie de condiciones concretas. En definitiva y en palabras de Zimmerman (2002
:58-59):
Esta categoría significa que los jóvenes tienen igualmente la
pretensión
de
ser
miembros respetados de un grupo. Sin
embargo, este
estatus no se
adquiere por
los
procedimeintos del mundo adulto, sino al
contrario por
la
violación de
estas
normas y reglas. Se trata entonces de un evento de colaboración mutua para
crearesteuniversoantinormativo.Laanticortesíaesunadelasestrategias.
No obstante, se puede ver en los jóvenes una contradicción en su construcción de
identidad: por un lado, ese uso del discurso antinormativo, que indica una clara
contraposición con los adultos, quien, en general, hacen usos estratégicos corteses; y,
por otro lado, ellos mismos llevan a cabo estrategias propias del mundo adulto
(colaborativas,independencia,autonomía…).
En conclusión, la anticortesía se emplea como medio en diversos contextos y con
distintas intenciones. Los hablantes, generalmente jóvenes, la emplean porque son
mucho más estratégicos usando descortesía que técnicas de cortesía. Incluso, en
ocasiones, el
uso
de
cortesía
puede producir un
efecto
negativo,
pues sería indicador de
que la relación interpersonal no es lo suficientemente fuerte; por el contrario, la
anticortesíamuestraunarelaciónquesebasaenlaconfianzaentresusmiembros.
Es fundamental recordar que
la
anticortesía no
es
algo
que usen todos
los
jóvenes entre
sí, sino que se produce siempre y cuando se den unas características concretas;
especialmente, hay que
destacar dos:
la
confianza entre
los
interlocutores
y el
contexto
compartido.
9
ernández-Floresestablecequeesfundamentallaconfianzaenlasrelacionesinterpersonalesparallevar
H
acaboestaseriedeestrategias: «tenerconfianzapermitehablaryactuarabiertamentedecaraalotrosin
temoraofender,actuaciónque,[...]invadiríaelespacioprivadodelotro»(2003:123).
Página1
3| 5
3
Como ejemplo tenemos la siguiente intervención tronca déjame decirte que tienes la
mentalidad de una niña de
cinco años (corpus COLA), el
contexto compartido permite
que
esa
ironía no sea entendida como algo negativo o una amenaza a la imagen. Dentro
de
ese
grupo de amigos ese interlocutor será designado por los
otros como una persona
con
carácter infantil. Por tanto, ese acto de habla no
provoca un
ataque a la
imagen, sino
una manera de mostrar confianza entre
los hablantes del
grupo, ya
que pueden decirse
algonegativo,perosinmostrardescortesía.
Página1
4| 5
3
3.Metodología
El
presente trabajo trata de
caracterizar de
manera pragmalingüística la anticortesía oral
y
escrita
en
el
cronolecto juvenil
a través
del
estudio
de
los
principales mecanismos de
codificación lingüística de este fenómeno y la frecuencia de los
factores situacionales
queladesencadenan.
Se llevará a cabo una metodología mixta: por un lado, cuantitativa, en tanto que se
rastrea la presencia y frecuencia de procedimientos lingüísticos y la frecuencia de
los
factores situacionales que la desencadenan; por otro lado, cualitativa, pues los
resultadosseconectaránconpatronesdecomportamientosociopragmático.
Para
lograr
estos
objetivos
se
creará
una
ficha
metodológica
que
contemple las
distintas
variablesparalograranalizarloscorpusseleccionados.
3.1.Descripcióndeloscorpusanalizados
Para realizar el análisis de la variedad escrita se han seleccionado 200 muestras del
corpus MEsA (M acrosintaxis del Español Actual), el cual es dirigido por Catalina
Fuentes Rodríguez. En este corpus se recogen materiales lingüísticos de distintas
plataformas (WhattsApp, Twitter, Blogs…) de internet, para poder, a través de la
observación del uso del lenguaje en las distintas redes sociales,
estudiar
la
realización
delregistrocoloquialescrito.
Entre todas las plataformas, se
ha elegido WhattsApp para este análisis. De esta manera,
se estudiará el uso de la anticortesía en conversaciones privadas de esta red social,
atendiendo a diálogos entre dos o más personas (chats grupales). En
lo
que respecta a la
transcripción de las
conversaciones, es
necesario destacar que se
mantiene la tipografía
empleada por los propios interlocutores; del
mismo modo, se
mantienen los
elementos
extralingüísticos, los cuales son clave para los distintos fenómenos pragmáticos, estos
son emoticonos o fotos,
que si
bien no se incluyen en
la
transcripción -pues es
anónima-
sedescribensisonfundamentalesparalaconversación.
Por otro
lado,
para
llevar
a cabo el análisis
de la
variedad
oral
se
han recogido otras
200
muestras del corpus COLA (C orpus Oral de Lenguaje Adolescente), dirigido por
la
Dra.
Annette Myre Jørgensen. En este corpus se recogen conversaciones grabadas de
distintos grupos de adolescentes hispanohablantes, aunque solo
se
ha
tenido
en
cuenta
lasmuestrasdeEspaña(COLAm).
Este corpus ofrece tanto una transcripción de las conversaciones, que representan la
forma de pronunciación de cada
interlocutor,
como la grabación en
sí.
Del mismo modo,
se hace hincapié en las expresiones de
comunicación no
verbal,
como los
silencios,
la
risa,onomatopeyas…
Página1
5| 5
3
3.2.Diseñodelafichadeanálisisaplicablealoscorpusestudiados
Para caracterizar los indicadores del fenómeno de la anticortesía y observar qué
situaciones propician su uso se han desarrollado dos fichas metodológicas, una para
cada corpus, que recogen diferentes variables y los efectos sociopragmáticos tras la
realización de un acto de ataque a la imagen del otro. Para realizar esta ficha se ha
empleado una hoja de Excel. Así, la primera columna horizontal recoge las distintas
variables y la primera columna vertical reúne todas las muestras; el
resto
de celdas se
rellenan con el valor
de
la
variante
correspondiente, la
cual
está
reflejada en el ejemplo
concreto.
En
la
ficha
metodológica se
contemplan variables
sociales (género
y nivel
sociocultural)
conversacionales (ámbito de la conversacional) pragmalingüística (estructuras
lingüísticasquecodificanelataque)ysociopragmática(efectosocialdedichoataque).
La variable del género ha sido dividida de cuatro maneras en
función del
interlocutor
que codifica el ataque y del que lo recibe. En consecuencia, se diferencia entre un
ataque realizado entre personas de un mismo género, es decir, entre hombre o entre
mujeres y,
entre distintos géneros en
ambas direcciones, de
un
hombre hacia una
mujer
o viceversa. Del mismo modo, se contempla un ataque hacia ambos géneros en
conversaciones grupales. Con esta variable se quiere comprobar si la anticortesía
depende de
la
variación de género entre los
interlocutores, además, se podrá identificar
quéindicadoresdeanticortesíasonmáscomunesdentrodecadagénero.
La
variable del
nivel
sociocultural atiende a tres
variantes:
un
nivel
bajo, medio o alto.
Con esta variable se podrá observar si existe alguna diferencia entre el uso de este
fenómeno pragmático en
los
distintos niveles socioculturales.
No obstante, esta variable
solosetendráencuentaenelcorpusCOLA,puessoloesteinformasobreestavariable.
La variable del
ámbito
conversacional se
ha
tenido en
cuenta, ya
que es necesario saber
el
objeto de
conversación de los
interlocutores para entender en qué situaciones se
usan
los distintos indicadores de anticortesía. Se han tenido en cuenta en este apartado las
siguientes variantes concretas: relaciones personales, estudios o trabajo, organización
deltiempolibreycaracterísticasdeldestinatario.
La variable pragmalingüística se ha ido completando a medida que se analizaba el
corpus seleccionado, pues las estructuras lingüísticas que codifican el ataque son
aquellas que indican el uso de anticortesía. De
esta
manera,
se
logra
establecer cuáles
son los recursos utilizados por los hablantes para producir anticortesía, en otras
palabras, qué
marcas lingüísticas de
anticortesía
existen.
También, ayuda
a establecer la
frecuenciadelusodetodosellos.
Por último, la variable del efecto social que produce el ataque a la imagen de otro
interlocutor. Así, puede producir dos efectos: anticortesía, es decir, un ataque a la
imagen con
efecto positivo
o, por
el
contrario, descortesía, es decir,
un efecto
negativo.
De esta manera, se comprueba si los ataques a la imagen son ataques en sí o son
métodosparamostrarafiliaciónalgrupo.
Página1
6| 5
3
3.3.Métododeanálisis
Por
último, en cuanto al método de análisis, se
comienza por seleccionar los ataques a la
imagen que haya a un interlocutor produzca a lo largo de la conversación. Una vez
separado ese
ataque se comienza a rellenar
las variantes en la
ficha metodológica con su
respectivoorden.
Al completar las variables que ya hemos preestablecido,
es
decir,
aquellas que
no son
sociopragmáticas, podemos observar qué
estructura
lingüística
codifica
el
ataque y qué
efectosocialproducedichoataque.
Completada la ficha y recogidas todas las muestras, podremos caracterizar la
anticortesía oral
y escrita
por
separado y comparar
qué
indicadores se emplean
en
cada
una de ellas. Del mismo modo, se podrá establecer qué variables fomentan más la
anticortesíaycualesfomentanmásdescortesía.
En definitiva, se cuantificarán los datos atendiendo a las distintas variables y a la
frecuencia del uso de las estructuras lingüísticas y, posteriormente, se interpretarán y
compararánlosdatosrecogidosenamboscorpus.
Página1
7| 5
3
4.Marcopráctico:elanálisisdelaanticortesíaenelhablajuvenil
española
Tras clasificar las muestras de ataque seleccionadas en función de las variables
previamente mencionadas, en este epígrafe se cuantifican y describen los resultados
obtenidos del uso de anticortesía. También, se observan las marcas lingüísticas que
codifican el
ataque a la
imagen,
las
cuales
producen dos
efectos posibles: anticortesía o
descortesía.
4.1.Resultadosdelanálisisdelcorpusoral
Para
este
análisis
se
han
escogido
distintas
muestras
del
corpus
COLA,
Corpus
Oral
de
LenguajeAdolescente.
A continuación, se hará
un
análisis comentando individualmente las
distintas variables
que se tienen en cuenta para establecer esa caracterización del fenómeno de la
anticortesía. Para esto, se comenzará analizando, de todas las muestras de ataque a la
imagen del
otro recogidas, la variable de género, la
cual es fundamental en
el uso de la
anticortesía; posteriormente, se comentará la variable del
nivel sociocultural; en
tercer
lugar, se hará un breve análisis de la variable conversacional, es decir, qué temas de
conversación fomentan más el
uso
de
la anticortesía; con esto,
se llega a las
estructuras
lingüísticas que codifican el ataque; por último, lo que respecta a la variable
sociopragmática,esdecir,elefectoquetienenlosataquesalaimagen.
Para completar la variable de género
se tienen en
cuenta distintas
variantes en función
de la persona que emite el ataque a la imagen y el interlocutor que recibe dicho
enunciado. De esta manera, podemos diferenciar cuatro variantes: en primer lugar,
un
ataque emitido por un hombre hacia otro de su mismo género; en segundo lugar, un
ataque de
un
hombre hacia
una mujer;
en tercer
lugar,
entre mujeres;
y en
cuarto lugar,
deunamujerhaciaunhombre.
Página1
8| 5
3
Figura1.Variabledegéneroenelámbitooral
En
este
sentido, se
puede observar que la
mayor parte de
ataques a la
imagen se
realizan
por personas del sexo masculino, un 55%, destacando más cuando se dirigen hacia
hombres. No
obstante, no
es
una
gran diferencia, pues las mujeres también emiten gran
cantidad de ataques, concretamente, el 45% de los ataques a la imagen que se
emiten
son realizados por estas. Un punto en
común entre las
variantes es
que,
en
su mayoría,
los ataques a la imagen se realizan entre personas del mismo sexo, femenino y
masculino,el55%.
Es cierto
que,
si
bien
las
tres primeras variantes no tienen datos tan
alejados, pues todas
se encuentran entre un 25 y 30%, la variante 4, es decir, los ataques a la imagen
emitidos por una mujer hacia un hombre difieren bastante de las otras. Dicho de
otra
manera, dentro de
actos
de habla
que
ataquen a la
imagen del
destinatario emitidos por
mujeres,el43.33%sedirigeapersonasdelsexoopuesto.
Por tanto,
vemos cómo
existe
una
pequeña
diferencia ya
en
la
emisión
de
los
ataques
a
la
imagen, en
su
mayoría
son
emitidos
por
parte
de
hombres y en ambos géneros prima
queeseataquevayadirigidoapersonasdelmismosexo.
A
continuación, se
realizará
un
análisis
para
comprobar si
existe una predilección
hacia
determinadas estructuras lingüísticas que codifican el ataque a la
imagen
dependiendo
del
género del emisor. Para
ello,
se
ha
realizado una
tabla
comparativa que
indica
cuáles
son las preferencias dependiendo del género para la codificación de un ataque a la
imagen.
Página1
9| 5
3
Figura2.Marcadoreslingüísticosenfuncióndelavariablegéneroenelámbitooral
Esta
gráfica muestra que todos los hablantes, sin
importar el
género, usan en su
mayoría
insultos para codificar sus ataques a la imagen. Del mismo modo, se emplea ironía,
elementos cuasi-léxicos, intensificaciones, órdenes y, en menor medida, negaciones.
Algunos de estos indicadores, como son el caso de las negaciones o los silencios,
constituyenunataquealaimagendependiendodelcontextoalqueestánsujetos.
Llegados a este punto,
se
realizará un análisis
para entender cómo
la
variable del
género
es, en cierta medida, importante en los ataques a la imagen que pueden producir
anticortesía o descortesía.
Para
ello,
se
observarán
los distintos
marcadores englobados
encadaunadelasvariantesdegénero,posteriormente,secompararánlosresultados.
Dentro de la primera variante, es decir, la emisión de un
ataque a la
imagen por parte de
un hombre hacia otro del mismo género, vemos que hay una mayoría de ataques
codificados a través de
insultos (42.03%). Algunos ejemplos son porque eres gilipollas,
yo que sé; este chico es mongolo perdío; maricón, que eres
una maricona, entre otros
muchos ejemplos. Normalmente, se
repiten insultos
similares por parte
de los
hombres,
estos son, aquellos que se
relacionan con
la
sexualidad como maricón o gay,
o los que
hacenreferenciaaunacarenciaintelectualcomogilipollas.
Por otro lado, también es común el uso de ironía (27.54%), a través de,
por
ejemplo,
ecos de
otro
interlocutor (basados en
repetir el mismo enunciado que la persona anterior
imitando su tono de voz) o haciendo referencia a características del oyente,más
fe
tú
que Moisés, que un perro te folle… Es común que los hablantes ironicen con temas
como la religión, la sexualidad o la muerte; al final,
es
común en
los jóvenes intentar
diferenciarse del grupo adulto, por
esto,
eligen este
tipo
de temas para “jugar” con ellos
atravésdelosataquesalaimagen.
Página2
0| 5
3
Otros marcadores lingüísticos son los
silencios
o los
elementos cuasi-léxicos (11.59%),
en otras palabras, expresiones no verbales que muestran un ataque a la imagen, e
intensificaciones representadas a través de
una
elevación del
tono
de
voz,
repetición de
una misma estructura… Un ejemplo de los primeros sería no contestar cuando otro
interlocutor dice: ¿no crees que tengo razón?; o reírse cuando alguien da su opinión
sobrealgo:y ocreoqueesmáslargo,¿no?
La segunda variante mantiene unos datos similares a la gráfica anterior, es decir, la
emisión de
un ataque por
hombres hacia mujeres no
dista tanto de
la variante comentada
previamente.
Hay una mayoría de ataques codificados con insultos (56.14%), este es un valor
superior que cuando el ataque
se
dirige a otro
hombre. Destacan enunciados como:
no
seas puta chica, fumata, gilipollas, tú eres una puta… Al igual
que
entre
hombres, se
suelen usar insultos similares, los hombres tienen tendencia a codificar los insultos
hacia las mujeres a través del adjetivo: puta, de nuevo, un uso de insultos que se
enmarcan en el
ámbito sexual,
mostrando, una vez
más,
la
necesidad de
romper con
el
mundoadulto.
También hacen un uso de la ironía (21.06%) con este carácter sexual, a través de
comparaciones (eres
casi más
guarra que
tu
madre) o ecos de
otro
interlocutor (c hupa
chupa). En menor cantidad, encontramos ataques a la imagen codificados a través de
órdenes y elementos cuasi-léxicos (q ue te calles putaa cerda asquerosa ja
ja
ja ja, en
este
ejemplo concreto se
ven
distintos
marcadores: la
orden, que te
calles; insultos, puta
cerda asquerosa; elementos cuasi-léxicos, como la risa y una intensificación en la
repeticiónd etresinsultosseguidos).
La tercera variante, es decir, personas de género femenino que codifican
ataques
a su
mismo género, lo hacen de manera más heterogénea, aunque priman los insultos
(32.87%),hayunamayornivelaciónentreelrestodemarcadores.
Los insultos se caracterizan por hacer referencia a lo sexual, lo intelectual, etc; por
ejemplo, eres una puta
dance, mira; o sea
puta
que no
<risa>; ah, pesada; esta
chica es
tonta; que mala persona eres je je… Pese a que en algunos ejemplos se hacen
referencias a la sexualidad a través,
otra vez,
del
adjetivo
puta, se
ve
un cambio respecto
a la emisión de insultos por parte de hombres; mientras que
los hombres pueden usar
insultos como gilipollas,
las
mujeres optan por usar
algunos más “débiles” como tonta
o
pesada,además,noestancomúnelusodelpropioadjetivoputa.
El
resto de
marcadores, como mencioné, están
bastante igualados, podemos observar un
uso de ironía, 17.81% (la malota del pueblo eh);
órdenes, 12.33% (d íselo teta10);
a la
silencios, 17.81% (no contestar a preguntas como ¿me echabais de menos?); o
intensificaciones, 15.07% (q ue
burra que
eres
amiga mía; burra
en
el ámbito coloquial
se
considera un
adjetivo
que designa a una
persona bruta, por tanto, no es un
ataque a la
imagenporsísolo,sinoqueeslarepeticióndelq uey elusodela migamía).
10
Escomún,entrepersonasdegénerofemenino,llamaraunadeellascomounatributofísico
propiamentefemenino,comoenesteejemplo(teta).Noobstante,enestecontextonoconstituyeun
ataquealaimagen,puesnosepuedeconsideraruninsultoenestecontexto.
Página2
1| 5
3
Por
último, la
cuarta
variante,
la
que
incorpora
la
enunciación
de un
ataque a la
imagen
por parte
de
una mujer hacia
un hombre, repite
unos valores
similares a la
última gráfica
comentada.
Hay un
mayor uso
de
insultos (39.13%), como en las
variantes anteriores. Sin
embargo,
siguen manteniendo, por lo general, unas mismas referencias, algunos ejemplos son tú
eres un cerdo; que asqueroso eres tío; pero que fumata/ qué qué
porrero; gilipollas,
que me he caído; hasta luego, fumados… La referencia sexual queda de lado en
esta
variante, pero se mantiene la que se relaciona con el nivel intelectual o con la
drogadicción,temasquemuestranesaoposiciónentrejóvenesyadultos.
La
ironía se
emplea más
que cuando el
ataque se
dirige a otra mujer (19.57%), ejemplos
de
esto son
tu
pueeeeeeedes; muy
bien; qué
originales sois chicos;
no lo
pierdas que
te
rajo. Los enunciados irónicos se diferencian de los vistos anteriormente, pues los
usados en esta variante son aspectos positivos de otro interlocutor pero empleando
intensificadores (alargamiento de un fonema) o la entonación que muestran la ironía
propiamentedicha.
El silencio o la risa (15.22%) se usa
como recurso
al
emplearlo como una respuesta a
distintas preguntas o percepciones de
otros
interlocutores -algo
similar a lo que pasa en
otras variantes-. Las órdenes (10.87%) son muy empleadas, como ya
veíamos, por
las
mujeres, pues este género tiene
los valores más altos
de
este
marcador (61.42% entre
las
dos variantes); algunos ejemplos son para gilipollas, quita cerdo, calla que estoy
escuchando.
Por
último, uno
de
los marcadores que no
se
ha citado anteriormente, es el
que
codifica
ataques a través de la negación. En otras variantes es
mínimo, y aunque en
esta
sigue
siendo solo un 4.34%, es el valor más alto de este indicador. Algunas muestras
recogidas que evidencian estos ataques a la imagen son: no, tú aquí (en respuesta al
enunciado: me voy ya, que
estoy
cansao); no
no no
no
(en
respuesta a siéntate al
lado
mío). No obstante, todos los ejemplos de negación están acompañados de otras
estructuras lingüísticas que
codifican el
ataque: el
primer ejemplo está
acompañado por
unaordenyelsegundoporunaintensificación,atravésdelarepeticióndelanegación.
Por tanto, vemos como, aunque hay una predilección hacia determinadas estructuras
lingüísticas, la variable de género provoca ligeras diferencias entre el uso de unos
determinados marcadores y dentro de los propios indicadores la codificación de estos de
distintas maneras. La codificación a través de insultos o ironías
es
esclarecedora de esto,
los
insultos son
ligeramente más
usados por
hombres, pero dentro
del
ataque
en sí, hay
una preferencia de insultos determinados dependiendo del género del hablante y el
oyente.
Hay otro factor más dentro de esta variable que es interesante comentar, esto es, el
número de
marcadores que
usa cada género
en
un
único enunciado. En
la variante 1 hay
una
media de
1.19 marcadores por
enunciado, en
la
variante 2 hay 1.12
marcadores por
enunciado, en la variante 3 hay 1.43 marcadores por enunciado, en la variante 4 hay
1.18 marcadores por enunciado. Esto demuestra que, como tendencia general, suele
haber más de un indicador en cada enunciado y se produce en todos los sexos. Esto
Página2 2| 5
3
podría
indicar una
necesidad de intensificar
más el
ataque
a la imagen
o querer
apoyarlo
enmásdeunataquealolargodelenunciado.
La variable del nivel sociocultural contempla tres variantes distintas: la primera
variante, se centra en jóvenes con un
bajo nivel
socioeconómico; la segunda, recoge a
jóvenes con un nivel medio; la tercera y última, se compone de jóvenes con un alto
nivel. No obstante, hay que destacar que no será tan representativa la diferencia que
puedaproporcionarestasvariantes.
Figura3.Variablesocioculturalenelámbitooral
Si bien es cierto que es más común encontrar una mayor anticortesía en jóvenes que
están dentro de
la
primera variante, esto
no
significa que
esta
variable marque una
gran
diferencia; al final, el sociolecto juvenil
depende más de
otros
elementos, como
son el
género o el tema de conversación, que un nivel socioeconómico que se basa, en su
mayoría, en la situación parental. No hay que olvidar que, al tratarse de
jóvenes,
que
granparteesmenorde20años,todoslosgruposcompartenuncontextomuysimilar.
De esta
manera, se
ve
que
en la
tabla
hay
una
mayoría de
ataques a la
imagen por parte
de
personas que
componen la
primera variante.
No
obstante,
esto
se puede
deber más a
que en el primer grupo se encontrase un mayor número de hombres o el tema de
conversación (variable conversacional) fuese más prolifero a este tipo de fenómenos
lingüísticos.
En
estas
variantes no
hay una
gran diferencia entre
las marcas lingüísticas que codifican
los ataques, en otras palabras, no hay indicadores que se relacionen más con una
variante u otra; como mencioné anteriormente, el uso de un indicador u otro se va a
relacionarmásconotrasvariables.
Página2
3| 5
3
Por ejemplo, pese a que
haya
un
mayor número de insulto en
la
variante 1 (g ilipollas,
cabrón, maricón…), esto se debe más al tema de conversación o a la emisión de los
mismos por
parte
de, en
su
mayoría,
jóvenes de
género masculino, que
por el hecho de
serhablantesquepertenecenaunnivelsocioculturalbajo.
Sin embargo, esta variable tiene cierta importancia, ya que muestra que el sociolecto
juvenil no se ciñe a un nivel sociocultural determinado, sino que tiene una base más
contextual. En otras palabras, es más el devenir de la conversación en general el
que
marcaunusodeterminadodeanticortesíaodescortesía.
La tercera variable que se ha tenido en cuenta es la
conversacional, en otras
palabras,
qué temas de conversación provocan una mayor emisión de ataques
a la
imagen. Para
ello, se
han
tenido en cuenta cuatro variantes
o cuatro posibles valores situacionales: la
primera variante, lo referido a las relaciones personales; la segunda, engloba los
temas
de
conversación relacionados con los estudios o el
trabajo; la tercera,
lo relacionado con
la
organización del tiempo libre; la última,
para cuando un emisor pretende caracterizar
algúnrasgodeotrointerlocutor.
Figura4.Variableconversacionalenelámbitooral
Página2
4| 5
3
Figura5.Marcadoreslingüísticosenfuncióndelavariableconversacionalenelámbitooral
Página2
5| 5
3
sacarás en junio; ambos haciendo referencia al bajo nivel intelectual de otro
interlocutor.
Los silencios (19.05%), las órdenes (14.29%) y las intensificaciones (14.28%) tienen
unos valores similares y suelen codificarse con otro
indicador, raramente, están aislados.
Ejemplos de estos marcadores serían enunciados como: túúú´ssssss- tú intenta cobrar
tantos, en el que encontramos una orden, a través de una onomatopeya (el sssss-, el
alargamiento del
fonema sibilante /s/
indica la orden de
callar en
la
cultura española) y
una
intensificación por
el
alargamiento del
tú
y del
fonema; cric
cric cric jejeje, en
este
encontramos una representación de silencio a través de la onomatopeya de un
grillo y la
intensificaciónatravésdelarepeticióndelamisma.
La
tercera variante
tiene
dos mecanismos lingüísticos que
destacan
sobre
el
resto, estos
son la negación (37.5%) y el silencio y elementos cuasi-léxicos (25%), el resto de
indicadores tienen unos niveles similares: insulto (12.5%), mandatos (12.5%) e
intensificaciones(12.5%).
Dentro de
las
negaciones encontramos muestras como no
me da la gana o no
no
quiero;
como respuestas a órdenes de
otro
interlocutor, estas negaciones están
acompañadas de
intensificación. Los silencios
se
producen como respuestas a mandatos o a opiniones
de
otros interlocutores, como
he
comentado en
casos anteriores, también son comunes
las
risasenestetipodesituacionesconversacionales.
Los otros indicadores no son tan comunes como en otras variables, pero podemos
encontrar insultos como maricón el último
que
llegue, mandatos como
calla
que estoy
escuchandoelplanointensificacionesacompañandootrosindicadores.
La última variante, la
relacionada con
la
caracterización del
oyente, tiene como mayor
exponente la codificación a través de insultos (57.64%), algo que es lógico, ya
que al
nombrar características de
otro interlocutor, las
conversación permite introducir insultos
como ataque a la imagen de una manera más natural que otros marcadores. Insultos
como estás gilipollas, que dices capullo, porque tú eres más puta que las gallinas o
cachodebastaqueeresunabasta…soncomunesenestecontextoconversacional.
No obstante, hay interlocutores que también usan este tema de conversación para
codificar ataques a través de ironías (16.67%), madreee que guapa estás; silencio o
elementos cuasi-léxicos (9.72%); intensificaciones, como la que podemos ver en el
ejemplo anterior a través
del
alargamiento del
fonema
vocálico /e/;
mandatos (4.86%),
ahorasícállatepesado;y,porúltimo,negación(2.08%),oseaputaqueno(risa).
Las variantes 2 y 3 no provocan que los ataques a la imagen puedan codificarse de
manera simple a través de unos indicadores concretos. Al final,
tanto los
estudios
o el
trabajo como la
organización del
tiempo libre son
temas que implican una seriedad, por
lo
que
los
interlocutores no
optan por
usar tantos ataques a la
imagen. Esto se
refleja en
el
primer y segundo gráfico, pues en
el
último todos
los
indicadores tienen unos niveles
parecidos.
La quinta variable es la pragmalingüística, la cual
está
relacionada con
las
estructuras
lingüísticas que
codifican el
ataque.
Estos
marcadores se
han
rellenado a medida que
se
ibanrecogiendolasdistintasmuestras.
Página2
6| 5
3
Aunque ya he
hablado de
todos
ellos
al
comentar las
variables
anteriores,
es
necesario
hacer un repaso y distinguir el porqué son herramientas que codifican ataques a la
imagen.
Encontramos de
esta
manera seis
variantes
fundamentales
en
la
producción
de
ataques a
laimagen:
1. Insultos.
2. Mandatos,atravésdeimperativos,generalmente.
3. Ironía.
4. Silenciosyelementoscuasi-léxicos.
5. Intensificadores.
6. Negación.
Figura6.Variablepragmalingüísticaenelámbitooral
A lo largo del comentario de resultados, se han ido nombrando qué estructuras
lingüísticas se relacionan más con las distintas
variables.
Por
lo
que
a continuación
se
explicaránestasvariantesyserecogeránalgunasideasimportantesdeestas.
1. Insultos
Casi la
mitad
de los
ataques
a la
imagen
están
codificados a través
de
insultos
(42.10%),
locualindicaqueesunactodehablacomúnenelsociolectojuvenil.
Página2
7| 5
3
Como se ha visto en las muestras mencionadas anteriormente, los
insultos
son usados
por la
mayoría de
los jóvenes sin importar su género, su
nivel sociocultural o el
tema de
conversación. Estos se introducen en la conversación como agentes individuales que
muestran un ataque a la
imagen (g ilipollas o puta) o como un
pequeño ápice de
ataque a
la imagen que acompaña otro indicador (es que te están grandes capullo). Ambas
situaciones tienen un
punto en
común y es
que el
insulto demuestra, como
se explicará
enlapróximavariable,unagranafiliaciónalgrupo.
Por lo
general, los
insultos
que
se
emiten no
son
características que
realmente piense el
emisor sobre el
receptor, sino
que son insultos que
no
tienen una intención de
insultar en
sí. En otras palabras, cuando uno de
los
interlocutores dice
eres
una
putilla
con
patas,
no le está insultando de esa manera, simplemente juega con el lenguaje y con su
interlocutor.
Es interesante, dentro de los insultos, el uso que hay del cambio de género
-especialmente entre
hombres-, para
codificar
un ataque a la
imagen, por ejemplo, en
el
enunciado maricón que eres una maricona, el ataque a la
imagen se
acrecienta con el
cambio de género, como también se aprecia en yo que sé tócate el chocho un rato;
ambos enunciados atacan la
imagen de
un
hombre, por lo que el insulto también se basa
encalificarlodemujer.
Del mismo modo, es
curioso el uso
de algunos
insultos, pues estos están encubiertos por
otros fenómenos como puede ser
la
ironía,
por
ejemplo, yo
de
maricón tengo lo
que
tú
de monja; con el cual califica de promiscua a su oyente para así fortalecer su
personalidad masculina; también es que con esa ropa se te ve todo, de nuevo,
calificandoaloyentecomounapersonaquetienevariasrelacionesamorosas.
2. Mandatos
Como se mencionó en la variable de género, este indicador suele ser emitido, en la
mayoríadeloscasos,pormujeres.
Las órdenes suelen
codificarse a través de
imperativos (c állate o vete
donde ellos,
vete
corre a grabar
sus
conversaciones). Estos
constituyen un ataque a la
imagen, ya
que no
es lo esperable que haga un hablante, es decir, lo normal es atenuar el mensaje y no
decir directamente una orden; por ejemplo, en vez de decir vete (como en el primer
enunciado), el receptor espera un enunciado más parecido a ¿podrías venir?
(atenuado
conelusodelcondicional)o¿vienes?(atenuadoconelusodelpresentedeindicativo).
No obstante, hay que destacar que, como ya hemos visto en ejemplos anteriores, las
órdenes suelen
estar
acompañadas de
otros
indicadores. Algunos ejemplos son ahora sí
cállate pesado (codificado con un insulto) o ay nombre cómete una polla
(codificado
conunaironía).
3. Ironía
Página2
8| 5
3
Otro
fenómeno
que
ataca
la
imagen
del oyente
es
la
ironía,
la
cual
se
refleja
en
diversas
muestrasrecogidas.
Por lo general suele ser un indicador que está acompañado por otros como
intensificadores (que educación, por diooos), negaciones (ya sé
que
te
sientes
atraído
hacia mí, pero
es que
no
quiero) o un
insulto
(tía,
estas tontas
se traumatizan porque las
grabo).
Es común también los ecos de un interlocutor, es decir, la repetición de
estructuras
o
entonaciones para atacar la imagen del que emitió ese enunciado. Por ejemplo, un
interlocutor caracteriza de fataloso un examen y varias interacciones después, otro
interlocutor dice:
fataloso
eh (risa), mostrando un tono irónico y atacando
la
imagen
del
quemencionóeseprimer“fataloso”.
4. Silencioyelementoscuasi-léxicos
El silencio es clave como estructura de un
ataque
a la
imagen, esto se
ve
claramente en
ejemplos como cric cric
cric
eh jejeje. Este ejemplo es muy interesante, ya
que
muestra
la importancia que tiene el silencio en la conversación, el
hecho de
optar
por
hacer el
sonido del grillo, el cual representa silencio o tranquilidad, indica una necesidad de
dejar claro a los interlocutores que se necesita un
silencio como respuesta. Algo similar
ocurrirá, posteriormente, en
el
análisis del
corpus
escrito, donde el
silencio necesita ser
representado.
Los ejemplos más comunes son las
no-respuesta a una
intervención de
un
interlocutor,
no obstante, no muestran tan bien como este
ejemplo concreto lo
importante que
es
el
silencio.
5. Intensificación
Este no es un indicador de manera individual, pero es fundamental con otros
indicadores como la
ironía
(u h
uh
uh
qué miedo
uh uh),
la
negación (no no
no
noooo) o
lasórdenes(p orfavooor,regálamelo),entreotros.
Por
tanto,
al
ser
tan
necesario para que
se
codifique
el
ataque con
otros
marcadores,
he
visto necesario incluirlo en esta pequeña lista
de
estructuras lingüísticas
que
codifican
el
ataque.Aunque,porsísolonopodríaemitirunaamenazaalaimagencomotal.
6. Negación
La
negación es
de
los
menores marcadores de
ataques a la
imagen
que
se producen a lo
largo de las muestras. Esto se debe a que
son
ejemplos muy
concretos
en
los
que
una
Página2
9| 5
3
negación provoca un ataque a la imagen, estos deben ser respuestas ante órdenes,
ruegos,necesidades…
Por
tanto,
encontramos ejemplos que
dependen mucho del contexto: no
no no no, como
respuesta a ¿me echabais de menos? o ¿no crees que tengo razón? Por lo
general, se
espera que la
respuesta
ante preguntas como estas
sean afirmativas y no
negativas, por
ello,elnoprovocaeseataquealaimagendelemisordelapregunta.
Todos estas son las estructuras lingüísticas que codifican el ataque a la imagen. Sin
embargo, es necesario establecer cuáles y en qué medida provocan anticortesía en la
relaciónconeloyente.Porello,lasiguientevariabledebeatenderaestanecesidad.
Por último, la variable sociopragmática, esta es la que recoge el efecto que tiene el
ataque a la imagen. Para esto, se han concretado dos variantes: la primera, cuando el
ataque produce descortesía, es decir, un efecto negativo en el oyente; la segunda,
cuando el ataque causa anticortesía, en otras palabras, un efecto positivo en la otra
persona, dado que se basa en la confianza, es un contenido de afiliación típico de la
imagensocioculturalespañola.
Figura7.Variablesociopragmáticaenelámbitooral
Esta gráfica
muestra la gran
diferencia entre el efecto que
producen los
distintos ataques
a la imagen. La gran mayoría se produce anticortesía, es decir, el 95.5% de las
veces
que un hablante emite un ataque a la imagen de un oyente se produce el fenómeno
pragmático de la anticortesía; esto es, como expliqué en el primer epígrafe, una
estrategiadescortés,peroqueproduceunefectodeafiliaciónalgrupo,siemprepositivo.
Por el contrario, hay un 4.5% de ocasiones que ese ataque a la imagen realmente
produce el
efecto
negativo propio de esta
estrategia.
Sin
embargo, esto no
es
producido
por el
ataque en
sí,
sino
que el
contexto conversacional provoca un malestar o un
enfado
Página3
0| 5
3
entre
los
distintos
interlocutores,
quienes
emplean
la
descortesía
como
herramienta
para
mostraresedescontento.
En definitiva, se ve una clara diferencia entre los ataques a la imagen que producen
anticortesíaylosque,encambio,provocandescortesía.
Dentro de las estructuras lingüísticas no se ha usado en ningún ataque un insulto para
mostrar descortesía, aunque estos sean clave en los ataques a la imagen anticorteses
(42.10%). En cambio, los
mandatos codificados en imperativo (ahora sí
cállate) o una
risa hacia un enunciado emitido por otro interlocutor. También, algo muy común que
ocasiona ese efecto negativo es la ironía, pues hay enunciados irónicos que provocan
una mala respuesta en
el
oyente. Por ejemplo, en el
contexto en el
que
habla este grupo
de
jóvenes una de
las chicas se
queja de la
carga de estudios que tiene,
una de las oyente
responde diciendo: oye guapa que
yo me
tengo que hacer un
resumen de quince hojas
de
un libro de
medicina no te
quejes, en este
enunciado guapa tiene un
tono irónico y el
emisor no pretende elogiar al otro interlocutor, sino por el contrario intensifica su
mensaje con este adjetivo y encubre un posible insulto o un enunciado más
desagradablequeese lqueseinfiere.
Las ironías que podemos encontrar en ataques a la imagen que producen anticortesía
difieren mucho de este ejemplo citado. Entre otros, podemos encontrar enunciados
irónicos como el siguiente: @nombre como se te
ocurra
mañana hacer pellas te
quito la
vida, en este, se ve que una ironía es mucho más exagerada, la cual no pasa tan
desapercibida como cuando produce un efecto negativo
en
el
oyente,
como el
ejemplo
anterior.
Los mandatos, que también constituyen un
ataque a la
imagen, son
distintos, pues
por lo
general, están
acompañados de
otro
marcador lingüístico. Por ejemplo, tú
sigue
sigue y
te
parto la muela, el imperativo de
seguir,
que
es un
ataque a la
imagen, se acompaña de
una ironía; otro ejemplo es el comentado en la primera variable: que te calles putaa
cerda asquerosa ja
ja
ja
ja,
donde la orden
está
acompañada de insultos, intensificación
ylarisa.
Esto es
algo
que
se repite
en
otras
muestras, por tanto, el
segundo marcador lingüístico
podría funcionar como una herramienta de cortesía, aunque codifique un ataque a la
imagen. No hay que olvidar que los interlocutores se
mueven en
un círculo
de
amplia
confianza, por lo que un insulto, una ironía, no va a provocar descortesía, sino una
afiliación por parte del hablante y el
oyente.
Por ende, una orden, que
puede provocar
mayor vulnerabilidad en el receptor, se acompaña de otro elemento como los
mencionados anteriormente que muestran una afiliación y unidad entre los hablantes.
De esta manera, y aunque parezca contradictorio, la orden queda mitigada por el
otro
ataquealaimagen.
En estas muestras se aprecian grandes diferencias entre la manera de codificar los
ataques a la imagen. Aunque se emplee una ironía, por ejemplo, la forma de
estructurarla difiere,
provocando así
dos
efectos
completamente opuestos, anticortesía o
descortesía.
La gráfica muestra cuán importante es el fenómeno pragmático de la anticortesía, ya
que en
un
95.5%
de
actos de
habla
que
atacan la
imagen
de
otro
interlocutor tienen un
Página3 1| 5
3
efecto social positivo, es decir, la anticortesía se produce
en
la
gran
mayoría
de
casos
que hay cualquier ataque a la imagen, ignorando, hasta cierto punto, el marcador
lingüísticoquelocodifique.
4.2.Resultadosdelanálisisdelcorpusescrito
Como mencioné en el epígrafe de la metodología,
para
encontrar
muestras escritas
de
este fenómeno pragmático que se pretende analizar, he utilizado el corpus MEsA,
Macrosintaxis del Español Actual. Todos los indicadores de ataques a la imagen se
basanenconversacionesdeWhatsAppgrupalesoindividuales.
Al igual que
como se
han
analizado los resultados del corpus anterior, en
este epígrafe
se verá cómo se codifican los ataques a la imagen a través de las distintas variables:
género,conversacional,pragmalingüísticaysociopragmática.
En primer lugar, respecto al género de los hablantes se tienen en cuenta las mismas
cuatro variantes que
en el análisis
anterior, basado en quién codifica el
ataque y quién lo
recibe; estas son, la 1 ataques entre hombres, la 2 ataques de un hombre hacia una
mujer, la 3 ataques entre mujeres y, por último, la 4 ataques de un mujer hacia un
hombre.
Figura8.Variabledegéneroenelámbitoescrito
El gráfico muestra la frecuencia de ataques a la imagen que emiten los distintos
interlocutores. Hay una pequeña mayoría de ataques que son
codificados por
hombres
hacia otros de
su
mismo género
(39.74%). El
resto de valores
son
muy
similares, pues
Página3
2| 5
3
todos se encuentran en un promedio entre el 16 y el 22%,
esto
hace
que
no
haya
una
variantequedestaqueentreotras.
Bien es
cierto,
que
hay un pequeña
preferencia, más
observable en
la
primera variante,
en codificar ataques hacia personas del mismo sexo, entre hombres y mujeres es un
60.9%. En el caso de los hombres casi un 40% sobre un 21.15%, por su parte, las
mujeres, aunque en menor escala,
también emiten más amenazas hacia otras
mujeres, un
21.16%frenteaun17.95%
Al igual que en el anterior epígrafe, se realizará un análisis de qué estructuras
lingüísticas, que codifican un ataque a la imagen, son más usadas por las distintas
variantesdegénero.
Figura9,Marcadoreslingüísticosenfuncióndelavariablegéneroenelámbitoescrito
Esta gráfica muestra que los hablantes, sin importar el género, tienden a codificar
ataques a través de ironías e insultos. Aunque también hay niveles altos en lo que
respecta a los
silencios y elementos cuasi-léxicos y,
en
menor medida,
intensificaciones
y emoticonos. Más o menos todas
las
variantes
apuntan a unas
mismas estructuras, no
obstante,haypequeñostintesquediferenciansuusoenfavordelgénero.
La primera variante, el ataque dirigido de un hombre hacia otro, muestra que en su
mayoría se emplean insultos (31.71%), la mayoría de ellos haciendo referencia a una
corta capacidad intelectual o a su sexualidad: Gay!; trabaja anda marikita :D; tú ta
loco… entre otros. Es
común que gráficamente suelen
escribirse de
manera incorrecta,
para intensificar más el
ataque
a la
imagen.
Muchas veces,
los
insultos están
dirigidos a
hacer un cambio de género a uno de los oyentes o a comentar una falsa
homosexualidad.
Página3
3| 5
3
También es
muy común el
uso
de
la
ironía en
esta
variante,
a través
de referencias a un
11
contexto compartido (muy bien Ralphy ), decir lo contrario de lo que piensa (Q ué
aplicado es H2), referencias a actitudes prohibidas o mal vistas (espero que causes
muchos orgasmos a tus alumnos) o usar onomatopeyas que
representen algo
relacionado
conlosexual(grrr).
Otros indicadores que son menos usados serían los mandatos (tsss, pese a ser una
onomatopeya, lo que representa es la intención del hablante de mandar callar a otra
persona), los silencios o elementos cuasi-léxicos (es común la risa o el
uso
de
puntos
suspensivos a modo de respuesta de otro hablante) y los emoticonos (sexta XD o el
ejemploantescitadotrabajaandamarikita:D).
La
segunda variante son
los
ataques dirigidos de hombres a personas de distinto género.
Aquí vemos un
ligero cambio respecto a los
valores de los ataques que se
dirigían a otro
hombres, pues toman una mayor relevancia indicadores como los
emoticonos (26.53%,
no puedes salir un momento? XD) y las intensificaciones (24.49%, te
vas
a tener que
esperar,intensificaciónconelpronombrete).
Otros marcadores siguen con niveles bastantes elevados, estos son, los insultos
(16.33%, M1 estás borracha o algo?) y la ironía
(24.49%, que le eches huevos, es
un
ataque dado que es una mujer o eres como pepito grillo con voz de pito; comparación
con
este
pesado personaje). Otros, en
cambio, bajan sus niveles como es
el
caso
de los
mandatos (2.04%, dímelo y lo
corrijo) o los
silencios y elementos cuasi-léxicos (6.12%,
mmmporque).
La tercera variante ya se
basa
en
ataques codificados
por
mujeres, por
lo
que
veremos
algunas diferencias respecto a las dos
primeras variantes;
estos
ataques están
dirigidos
haciaotrasmujeres.
En su mayoría se emplean silencios y elementos cuasi-léxicos (30.77%), siempre con
características propias del sociolecto juvenil, es
decir, como respuestas a órdenes, para
mostrar opiniones. Algunos ejemplos son jaajja
o jajajaja, para
codificar risas;
Clarop
jeje;Ajam.
El siguiente dato más alto lo componen los insultos (28.21%), los cuales son muy
comunes entre personas
del
mismo sexo. Como ejemplo podemos ver:
estás
borracha?;
que se te ve el plumero perri; yo quiero so perris;que pesada; jajaajaja que boba.
Como vemos, hay diferencia en la codificación de insultos, pues, aunque se emplean
bastante, suelen acompañarse de
diminutivos (p erri, en
vez
de
perra)
o más
débiles que
losempleadosporloshombres(envezdeg ilipollas,boba).
Las
ironías (17.95%) siempre muestran características propias del sociolecto juvenil,
es
decir,
temas que
intentan mostrar una separación con el
mundo adulto. Es
curioso que,
pese al alto nivel de ironía que se codifica en el ámbito escrito, en esta variante de
género se muestre un nivel tan bajo. Ejemplos de esto son:
M4 se
que
me
envidias un
montón;esquesalirsolaesmytristejajaja;catástrofe...
11
HaceunacomparaciónentreeloyenteyRalph,unpersonajedelaseriedeanimaciónlosSimpsons,
quiensecaracterizaporsuformadeserinfantilypocointeligente.
Página3
4| 5
3
Los marcadores que menos se codifican en este género son los emoticonos (10.26%,
Porque no? XD),
los
intensificadores (7.69%, madre
mía
hija), las
negaciones (2.56%,
Noooyonosoytú)ylasórdenes(2.56%,ponteahaceryogatútambién).
La última variante codifica los ataques dirigidos hacia hombres y pese a que hay un
valorquesobrepasabastantealresto,todossedanenlamismafrecuencia.
El
indicador más usado es la
ironía, con un
28.57% de los
ataques. Suelen usarse ironías
en
la
línea de
los
temas o las
estructuras comentadas en las
variantes anteriores. De esta
manera, algunos ejemplos son: Esta
es
H3
en
el
audio. Vedlo x favor es igual
xD; Y asi
nadie puede decir que no tiene dinero EJEM EJEM (acto de
habla indirecto); Jajja la
dudatecorroe;Semeestánpegandotusorejas.
El
resto
ocupan un
nivel porcentual parecido: silencio y elementos cuasi-léxicos, en
un
19.05% (Jajaja das
miedo); insultos,
un 16.67% (Significa que
sois
tan
pijos
que
para
ellos eres hippi XD); intensificación, un 14.29% (P uñeteros niños); emoticonos, un
11.90% (En
blabla
XD); y órdenes, en un 9.52% (vete
a un
sitio
donde vendan juegos),
siendoestavariantelaquemuestraunosnivelesmásaltosdeestaestructuralingüística.
La segunda variable
que se
ha
usado para observar la emisión de
ataques a la
imagen
es
la conversacional, pues, al igual que ocurría en el ámbito oral, en el escrito también
serán importantes los temas de conversación para la producción de una amenaza a la
imagen.
Para esto, se siguen considerando las mismas cuatro variantes: la primera, relaciones
personales; la
segunda, conversaciones sobre
estudio
o trabajo;
la tercera,
organización
detiempolibre;lacuartayúltima,característicasdeotromiembrodelgrupo.
Figura10.Variableconversacionalenelámbitoescrito
Página3
5| 5
3
Este gráfico muestra dos valores que destacan por ser bastante bajos, estos son los
correspondientes con las variantes 1 (14%) y 2 (14.67%). Esto muestra que, por lo
general, conversar sobre relaciones personales y estudios no fomenta el uso de la
anticortesía, esto puede ser porque los interlocutores toman estos temas como serios,
porloquenoadmitenintroducirestetipodefenómenospragmáticos.
En cambio,
las
variantes 3 (38.66%) y 4 (32.67%) codifican
gran cantidad de
ataques a
la imagen. Especialmente la primera de estas puede ser contradictoria, pues la
organización del tiempo libre parece, a priori, algo que
necesita seriedad; no
obstante,
al
quedar
plasmado por
escrito, no se
pierde esa intencionalidad del mensaje. La última,
es
lógico
que
admita ese alto
porcentaje, ya
que caracterizar
a otro interlocutor permite
quesecodifiquendiversosataquesalapersonaquesequieracaracterizar.
Figura11.Marcadoreslingüísticosenfuncióndelavariableconversacionalenelámbitoescrito
La primera variante muestra que cuando el tema de conversación es sobre relaciones
personales, los ataques
a la
imagen se
codifican de distintas
maneras y aunque destaca
elusodeemoticonos(28.13%),elrestodemarcadoresestámásomenosigualado.
De
esta manera seguido de
los
emoticonos (X
D,
ok
XD,
si
bueno como crees
que se
ha
enterado XD),
está la ironía (21.87%, ha
hecho un grupo en pararlelo en el
que
estamos
todos menos tú, lo siento), los insultos (18.75%, yo también te
quiero cabrón pero
no
creo q vuelvas por q eso es
el
puto cielo), la
intensificación (15.63%, jajajajjajajajaaja,
alargamientoexageradodelarisa)ylosmandatos(3.12%,tsss).
La
segunda
variante
muestra otra
vez
unos
niveles
similares,
lo
que
indica
que
también
losestudiosnoprovocanunindicadorconcretoparacodificarelataquealaimagen.
Página3
6| 5
3
La ironía y los
intensificadores
son
los
valores
más altos,
ambos un
23.08%. Ejemplos
de estos indicadores son enunciados como los siguientes: la vida es asiiiiii no la he
inventadoy oooooooooh;Tutrabajar??.
Seguidos en
un
19.23% de emoticonos (me molesta
xD), un
15.38% insultos (camarero,
albañil gigoló?), un 11.54% silencios y elementos cuasi-léxicos (si...) y un 7.69%
órdenes(b uenodímeloylocorrijo).
La
tercera variante muestra que
cuando se
habla de
la
organización del tiempo libre,
se
usan una gran cantidad de ironías (26.52%), las cuales provocan claros ataques a la
imagen, por
ejemplo, y te
agradeceríamos q lo
dijeras ya porque
estamos en la
rotonda
blas infante; conociendolo estará dentro
de
un libro; y porfin
conquistara a su
profe
de
swingdelqestasecretamenteenamorado;...laalegríadelacasa.
Otras estructuras lingüísticas con amplia frecuencia son los silencios y elementos
cuasi-léxicos (21.69%, …, ajam), los insultos (20.48%, jajaja te quiero puta) y los
intensificadores(13.25%,Noooooshurmanooooojejeje).
En menor medida,
podemos
observar
el
uso
de
emoticonos (8.43%,
a ti
xD) y órdenes
(8.43%,haganplaneeeed),quesonenestavariantedondelafrecuenciaeslamásalta.
La
última
variante, la relacionada con
lo
temas de
conversación
en
los
que se
pretende
caracterizar a otro interlocutor, tienen dos estructuras lingüísticas que se emplean de
manera mayoritaria, los
insultos
(36.99%) y la
ironía
(30.14%).
El
resto de
marcadores
seencuentraenvaloresinferioresal15%.
A lo largo del análisis se han puesto gran cantidad de ejemplos de insultos, algunos
otros son: Jajaja que
perro; Hijos de ramera. No se trata
de decir donde estáis para
dar
envidia; hipster!. En cuanto a las ironías, encontramos ejemplos como Tu imagen ya
era
humillante ella sola, ajajaja; Que duro; Ole
tu
xoxo. Es
común que
muchas ironías la
función que
realmente tienen es
la de
encubrir un
insulto, por
ejemplo en tu
imagen ya
erahumillante,estállamandohumillantealpropiooyente.
Encontramos ejemplos de
emoticonos (13.69%): no
sé
si reírme
o preocuparme tío XD;
silencios y elementos cuasi-léxicos (9.59%): Jajaja la duda te corroe eh;
intensificaciones (8.22%): !!!!!; y órdenes (1.37%): en conclusión, esto es un sueño
paratiH5,venteya.
Las variantes 3 y 4 son
las
que más
ataques a la
imagen
aceptan dado que son
los temas
de
conversación más usados en
redes
sociales, especialmente la
organización del tiempo
libre. Por lo que no es de extrañar que haya tantos ataques a la imagen en estas
variantes.
La tercera variable que se va a comentar es la pragmalingüística, es decir, qué
indicadores son los que muestran las amenazas a la imagen entre los distintos
interlocutores. Aunque he comentado algunas muestras, es necesario dedicarles una
breve explicación a algunos de ellos, pues otros han sido descritos en el epígrafe
anterior.Enelámbitoescritopodemosencontrarsietevariantes:
1. Insultos.
Página3
7| 5
3
2. Mandatos,atravésdeimperativos,generalmente.
3. Ironía.
4. Silenciosyelementoscuasi-léxicos.
5. Intensificadores.
6. Negación.
7. Emoticonos,porlogeneral,X
D.
Figura12.Variablepragmalingüísticaenelámbitoescrito
1. Insultos
El 23.70% de los ataques a la
imagen están
codificados a través de este
marcador, pese
a
que es
muy
común en
el
sociolecto
juvenil, no
hay
tantos ejemplos como
en
el
ámbito
oral.Aunque,nohayqueignorarque,peseaesto,esunvalormuyconsiderable.
Como comenté en las variables anteriores, los insultos se emplean sin importar el
género o el tema de conversación, son indicadores que se emplean ampliamente para
codificarataquesalaimagen.
Es común insultos como puta, tonta, cabrón… insultos mal escritos -lo
cual indica que
la intención del emisor no es
la
de
insultar como tal-
como MOTHERKACKEEEER!!!
(imitando la pronunciación del inglés) o imbezil que eso es lo que
eres. De nuevo, se
mantienen insultos propios de
temas como
la
sexualidad o la inteligencia; con esto,
los
interlocutoressemuestrancomopersonasyaadultasylibres.
2. Mandatos
Página3
8| 5
3
Un 5.21% de los ataques a la imagen
se
codifican gracias
a imperativos, para
ordenar
hacer algo a otro interlocutor, esto provoca una clara amenaza para ese oyente. Este
parámetrosesueleusarcuandosedirigehaciahombres.
Algunas muestras en las que encontramos estos mandatos son: vete a un sitio donde
vendan juegos y pregunta o venga vente
gay. Por
lo
general, encontramos más de
una
estructura lingüística que codifica el ataque cuando hay mandato, esto se ve en el
segundo ejemplo que, además de la orden, está un insulto que hace referencia a la
sexualidaddeotrointerlocutor(g ay).
Noobstante,haypocosejemplosdeestemarcadorlingüísticoenelámbitoescrito.
3. Ironía
Esta es la estructura lingüística que más ataques codifica en el ámbito escrito,
específicamenteel25.12%.
Son comunes las
comparaciones, los
ecos de
otro
interlocutor… Muchas
de
ellas
están
acompañadas de
otros
marcadores,
en
su
mayoría, emoticonos, los
cuales
se
describirán
enlaúltimavariante.
Algunos ejemplos de este uso de la ironía son: tus colegas solo te quieren por tus
conocimientos y están a la
q salta para enseñarte la
chorra; H5 si
se pone moreno se
pondrá a
hablar
en
cubano; lo
que hay que hacer por los
pobres; a ti
xD (como un
eco
previamente dicho). Son comunes las ironías con
una connotación racista o sexual,
no
como un racismo verdadero, sino
como un
juego entre interlocutores. Esto implica una
gran confianza entre ellos, pues todos saben que son bromas o chistes y no opiniones
reales.
4. Silenciosyelementoscuasi-léxicos
El 17.06% de las amenazas a la
imagen
se
codifican
a través
de
silencios y elementos
cuasi-léxicos. Estos son
niveles muy amplios teniendo
en cuenta
que el silencio es
algo
propio de las conversaciones orales, pues a través de mensajes siempre habrá una
respuestaenalgúnmomento;sinembargo,estonoesdeltodoasí.
El silencio también se refleja en los mensajes de
WhatsApp a través de
puntuaciones,
emoticonos o, incluso
frases
suspendidas. Algunos ejemplos de esto
podrían ser:
ajam;
…; amoh,
a ver… Con
esto
podemos entender que los silencios son fundamentales en
el
desarrollo de una conversación, ya no solo en
los ataques a la
imagen que, como vemos,
tienen tanta importancia que es necesario representarlos a través de los puntos
suspensivosodistintasonomatopeyas.
5. Intensificación
Página3
9| 5
3
Al contrario que en el ámbito oral, que la intensificación
estaba acompañada por
otro
indicadores, en el ámbito escrito puede llegar a codificarse el ataque solo a través de
intensificadores.
Algunos ejemplos de
estas estructuras pueden considerarse: te
lo
he puesto aribaaaaa;
pues un guion M1, de una peli, un guion; nose EN CUALQUIER PERIÓDICO
ONLINE; !!!!!!!...
Es común usar
mayúsculas o exclamaciones para intensificar más
de
un mensaje, al igual que repetir estructuras o palabras o extender una misma letra.
Es
interesante ver
que como recurso de
una
elevación del
tono de voz se
hace
a través del
usodemayúsculas.
6. Negación
La negación no es un recurso muy importante en este ámbito, pues solo compone el
0.47% de
los
ataques a la
imagen
y esta
no
va
sola,
sino que está
acompañada por
otras
estructuras.
El
ejemplo de
No
no
no,
el
botecito; muestra
que
hay
una
negación hacia
un opinión
de
otro
interlocutor, pero este
ataque a la
imagen
cuenta
con
más indicadores como
sería
el
intensificadoralrepetirlanegación.
7. Emoticonos
A
diferencia con el
ámbito
oral, en
este
análisis
se introduce una nueva variante,
esta es,
los
emoticonos. Claramente, no se
puede
contemplar esta
en
las
conversaciones orales,
dado que
no
se
pueden codificar estos, sino
que son
es
la
kinésica y la
proxémica lo
que
mássepodríapareceraestos.
El 15.17% de los
ataques
se
muestran
a través
de
emoticonos. Según
la
RAE, estos
se
definen como «símbolo formado por signos del teclado, que
representa una
expresión
facial y se
usa
en
los
mensajes electrónicos para
expresar
el
estado de
ánimo del emisor
oeltonodelmensaje».
Hay emoticonos que claramente muestran un ataque a la imagen, como pueden ser la
representación de
un gesto enfadado o triste. Pero es
interesante el
uso del conjunto de
letras que forma el “XD”. Este se usa de manera individual (XD) o acompañando un
enunciado (n o puedes salir un momento? xD), representado en mayúsculas y
minúsculas indistintamente. El
hecho
de que este
emoticono sea
un marcador de
ataque
a la imagen va a depender completamente del contexto, ya
que
hay otros usos de este
que no tienen por qué ser un ataque a la imagen. No obstante, esto
es
solo una
breve
aproximación al
uso de
esta estructura, ya que la
descripción de
la
misma necesita una
granprofundidad.
Página4
0| 5
3
La quinta variable es la sociopragmática, la cual es fundamental para ver lo que
provocan estas amenazas a la
imagen
que se
han
comentado a lo
largo
del
análisis.
De
nuevo, se divide en dos variantes; descortesía, al producir el efecto negativo o
anticortesía,cuandoocurrelocontrario.
Figura13.Variablesociopragmáticaenelámbitoescrito
El gráfico revela que, salvo pequeñas excepciones, los ataques a la imagen generan
anticortesía, más
concretamente el
97.33%
de
estas
amenazas son
para afianzar lazos
y
nopropiciardeterioro.
Esta tabla
no hace
más
que evidenciar lo
importante que
es
este
fenómeno pragmático.
Al final, es común que, en una conversación, tanto de manera consciente como
inconsciente, se produzcan ataques a la
imagen, y observar que
en
su
mayoría hay
una
confianza intrínseca entre
los interlocutores; lo
cual permite que
los ataques
a la
imagen
cumplanlafuncióndeafiliaciónalgrupo.
El 2.67% restante es cuando los ataques producen descortesía, es decir la estrategia
descortés produce realmente ese efecto.
No
obstante,
no
es
la
intención del
hablante la
de crear descortesía, sino
que se
basa
más
en
malentendidos durante la
conversación o
repetición de las mismas amenazas, pues esto causa que el oyente se canse de ese
mismoataque.
Algunos ejemplos de esta descortesía podrían ser: vale., impresentable., Haz lo
que
te
dé la gana. Ya está.; a lo largo de estos ejemplos vemos que se repite un mismo
marcador lingüístico, la puntuación. Por
norma general, no se
hace uso
en mensajes de
punto final, cuando se acaba la
intervención; por
tanto, emplearlo indica una anomalía
en
el desarrollo normal de una conversación, tanto es
así
que es
distinto su uso
cuando
provoca anticortesía (está revolucionado. es un antisistema., en este ejemplo hay una
doble puntuación, pero se mantiene un gran énfasis irónico; no hay solo puntuación,
Página4
1| 5
3
sino que
está
acompañado de
ironía). De
hecho,
cuando la
puntuación está
sola el
100%
de
los
casos
analizados
ha
producido descortesía,
lo
que
lleva a pensar que
este recurso
atacaalaimagenparamostrarundescontentoporpartedelhablante.
Otro
de
los
ejemplos es
impresentable., una puntuación y lo que podría
considerarse un
insulto. De nuevo,
este mismo indicador se
emplea de
manera distinta
cuando
produce
anticortesía, pues se los insultos que
producen este
efecto pragmático son
más
graves:
cabrón,imbezil,puta,tonta…
Por tanto, aunque en un primer vistazo parece que todos los ataques a la imagen se
codifican con unos mismos indicadores, esto no
es así,
ya que tienen ligeros matices que
permitenaloyentedescifrarelmalestaroelmalentendidoquesehayapodidoproducir.
4.3.Conclusionesdelanálisis
En este epígrafe se enumerarán algunas de
las
ideas más importantes que se
han
descrito
en
los
dos
apartados anteriores y se
establecerán unas
relaciones entre las
variables
del
ámbito oral y escrito. Estas sirven de conclusión para caracterizar la anticortesía
que,
comoyahemosvisto,estanempleadaenelsociolectojuvenil.
Figura14.Comparativadelavariabledegénero
La primera de las imágenes corresponde con el gráfico de la
variable
de
género
en
el
ámbitoescritoylasegundaeslamismaenelámbitooral.
Podemos ver que en ambos ámbitos hay una mayoría de
la
primera variante,
es
decir,
amenazas a la
imagen entre hombres. El
resto de
variantes están igualadas; sin
embargo,
en
el
primer gráfico
podemos ver
que
la
frecuencia de
esta variante es muy
superior al
resto, en cambio, en las conversaciones orales los ataques a la imagen están más
repartidosentretodoslosgéneros.
Página4
2| 5
3
Figura15.Comparativadelosmarcadoreslingüísticosenfuncióndelavariablegénero
Página4
3| 5
3
Figura16.Comparativadelavariableconversacional
Un punto en común entre estas variantes es que siempre que se usa el tema de
conversación para caracterizar a un interlocutor, con frecuencia, se producen diversos
ataques a la imagen. Al igual que las variantes 1 y 2, que se mantienen, en menor
medida,convaloresparecidos.
No obstante, la variante 3 es la que más cambia entre los dos ámbitos, es decir, la
relacionadaconlaorganizacióndeltiempolibre.
Para entender el porqué de estos cambios, hay que recordar una característica que
diferencia estos ámbitos: la evanescencia del lenguaje oral, en otras palabras, en la
lengua hablada hay temas que son
más serios
como, por
ejemplo, decidir a qué
hora ir
al
cine, la fugacidad de las palabras al
pronunciarlas produce que no
haya
tanta
cabida a
bromas o chistes.
En cambio, en
el ámbito escrito
el
mensaje queda reflejado, por
lo
que
se podrá volver al tema de una manera más natural y por ende, posibilita mayor
frecuenciadeataquesalaimagen.
Figura17.Comparativadelosmarcadoreslingüísticosenfuncióndelavariableconversacional
No
hay
mucho
que
destacar
entre
estos
gráficos dado
que
todas
las
variantes mantienen
unosindicadoresmuyparecidos.
Como gran
excepción
se
puede destacar
la
variante
3,
puesto
que
en el
lenguaje escrito
hay una mayor variedad de marcadores, destacando la ironía, mientras que en el
lenguajeoral,hayunusodelanegaciónsobreelrestoylaironíaesnula.
Página4
4| 5
3
Figura18.Comparativadelavariablepragmalingüística
De nuevo, vemos unas tablas muy similares, en estas, los insultos generan la mayor
codificacióndeataquesalaimagen.
Sin embargo, es interesante el cambio que se produce en la ironía (variante 3). En el
ámbito escrito es mucho más común que en el ámbito oral. Para entender esta subida
hay que volver a destacar una diferencia entre las conversaciones habladas y escritas;
estas últimas se
caracterizan por su tiempo de
respuesta, es
decir, no tienes
que contestar
en
el momento en que te
llega
un mensaje, al
contrario que
en lo
hablado, donde se
debe
contestar cuando el emisor termina su intervención, ya que sino se produce silencio.
Esto provoca que dado que la ironía, es
una estrategia
que por lo
general necesita una
breve reflexión para
construirla, los interlocutores disponen de un tiempo para crear una
estructura irónica a modo de amenaza a la imagen. Por el contrario, al hablar, se
necesita una capacidad para poder codificar este tipo de estructuras lingüísticas más
complejas.
Además, en el ámbito escrito se contempla una variante más (variante 7), los
emoticonos,loscualessolosepuedenentenderenestecontexto.
Bien es cierto, que se podría extrapolar ese uso de los emoticonos a las lengua, esto
sería, a través de observar la kinésica y la proxémica del hablante, lo cual sería
interesante, pues en ocasiones determinadas una mueca o un gesto puede producir un
ataque a la imagen. No obstante,
esto
no
se
ha podido estudiar
en
el
corpus oral,
dado
quelasmuestrassehanescogidomedianteaudios.
Otro aspecto que puede llamar la atención es
que
se
use
el
silencio en conversaciones
escritas. De hecho, tiene incluso más importancia que en el ámbito oral o, al menos,
ocupa un mayor valor porcentual entre los indicadores. Al comparar este parámetro, el
silencio se muestra como algo fundamental, tanto es así que incluso en WhatsApp es
una herramienta que el hablante escribe para mostrar su no-contestación hacia otro
interlocutor. Por esto, el silencio es un indicador clave, no solo para los ataques a la
imagen,sinoparalaconversación.
Página4
5| 5
3
Figura19.Comparativadelavariablesociopragmática
No es necesario comparar estas tablas, dado que muestran dos valores idénticos. En
ambas,másdel95%delosataquesalaimagenqueseproducenprovocananticortesía.
Esto evidencia que la anticortesía es fundamental para las conversaciones y,
especialmente, para el sociolecto juvenil. A lo largo de
las
conversaciones
que
se
han
analizadosepodíaverunconstanteusodeestetipodefenómenolingüístico.
Bien
es
cierto,
que en
este
análisis se estudia como enunciados aislados, sin
embargo,
al
verlo dentro de su contexto se aprecia que cuando comienza una conversación entre
jóvenes hay
una constante amenaza a la
imagen
entre
ellos
y,
a no
ser
que
se
produzca
unmalentendido,todoslosataquesalaimagenvanaproducirunaafiliaciónalgrupo.
Además, esta anticortesía puede
ser en
muchos casos exagerada, pues
como mencionaba
anteriormente, en muchas ocasiones se emplea más de un indicador para
codificar un
ataque a la
imagen.
No
obstante,
pese
a ser,
en
algunas
ocasiones, ataques
a la
imagen
graves,siempreproducenunefectopositivoeneloyente.
En definitiva, la anticortesía no hace más que ser una herramienta que evidencia una
confianza extrema entre
los integrantes del
grupo que la
usan.
Al
atacar la imagen
de
un
interlocutor, el
oyente va
a inferir
esa
confianza y esa
unidad entre
él
y el
emisor
de
la
amenaza.
Página4
6| 5
3
5.Conclusiones
Al inicio
del
TFG se
enunciaron una
serie
de objetivos
que
se
trataban de alcanzar
con
la
realización de
esta investigación. Una vez sentadas las
bases teóricas y metodológicas
y expuestos los resultados del estudio, las conclusiones a las que este TFG nos ha
llevadosonlassiguientes:
En
primer lugar,
se ha caracterizado el
uso de
la anticortesía en
corpus de lengua
juvenil
española tanto en el ámbito oral como en
el
escrito. Para
ello,
se
han diseñado sendas
fichas metodológicas que
combinan variables de diferente índole. De esta manera, se ha
podido establecer de
qué
manera influyen una serie
de
variables en la anticortesía.
Así,
este fenómeno ha quedado caracterizado y definido a través de unos parámetros que
favorecen su aparición así como los elementos lingüísticos que generalmente lo
vehiculan.
La exposición y aplicación de la metodología diseñada ha demostrado ser pertinente
para el estudio diseñado; en
el
nivel
pragmalingüístico se
han establecido
una serie
de
indicadores que han permitido definir los ataques a la imagen y, en el nivel
sociopragmático, se ha podido rastrear el efecto social de estos ataques dirimiendo
cuándosetratabadeanticortesíaodescortesía..
El
estudio ha
revelado que
los
recursos lingüísticos
más generadores de anticortesía son
los siguientes: insultos, órdenes -en imperativo, generalmente-, ironías, silencios y
elementos cuasi-léxicos, intensificadores, negaciones y, en el caso de la anticortesía
escrita,emoticonos.
Del mismo modo, se
han establecido algunos factores situacionales que
desencadenan la
misma, por ejemplo, el
tema de
conversación, en la que
la
organización del
tiempo libre
y la
caracterización de
otro
interlocutor son
los
más comunes; y el
género
(siendo
más
común el uso de
la
anticortesía entre
peronas del
mismo sexo,
mayoritariamente, entre
hombres).
La
variable sociopragmática nos ha
permitido ver
que más
del
95%
de
los
casos
en
los
que
se
produce una amenaza a la
imagen,
no se
trata
de un
intento
de descortesía, sino,
por
el
contrario, se
tiende
a afianzar lazos
y sentir una unión al
grupo, en otras
palabras,
anticortesía.
De esta
manera, se
entiende que
un
insulto,
una
ironía
o no
contestar cuando un amigo
da
su
opinión
es,
para
los
jóvenes, la
mejor
manera de
afianzar los lazos afectivos entre
ellosy,endefinitiva,demostrarunaconfianzaplenaenesegrupodehablantes.
Aunque puede parecer que la anticortesía es algo que puedan usar todos los jóvenes
entre sí,
esto
no
es
así,
pues necesita
que haya una
gran confianza entre ellos. Por
tanto,
es normal que, pese a las semejanzas que puede haber en el uso de la misma, haya
diferenciasentreestosfenómenoscuandoseproduceeneldiscursoescritooeneloral.
Página4
7| 5
3
Entre estas diferencias la que más salta a la vista es el propio hecho de que en la
anticortesía oral haya
que añadir otro
indicador que no existe en
el
discurso hablado, los
emoticonos.
También hay otras diferencias, ya que dependiendo del ámbito en el
que
se
habla
son
más usados unos marcadores que otros. Por
ejemplo, en
el
caso
de la
ironía
se
emplea
más
en los
discursos escritos
que en la
lengua hablada. Aunque las diferencias entres
los
identificadores sean amplias, todas se relacionan al tipo de discurso en el que se
enmarquen, pues cada uno de estos tienen unas características que provocan que se
puedanemplearunosmarcadoresuotrosdemaneramásnatural.
No obstante, pese a todas las diferencias encontramos una pequeña excepción en los
insultos,dadoqueestosseempleanconampliafrecuenciaenambostiposdediscursos.
Respecto al papel que cumple
la
imagen social en
la
anticortesía es
necesario destacar
que, pese
a que
haya una clara
individualidad en
la
sociedad occidental actual, todos los
hablantes somos seres sociales;
por ello,
nos presentamos en
dicha sociedad, dado que
queremos pertenecer a un grupo, sentirnos acompañados. La anticortesía es
una de
las
herramientas para conseguir esto, en otras palabras, la anticortesía provoca una
afiliación al grupo mucho mayor que el uso de estrategias corteses. En algunas
ocasiones se muestra una mayor confianza insultando a tu
amigo para que haga algo
que
leordenes,quepidiéndoloconlasmayoresestrategiascorteses
Tanto
es
así,
que lo
realmente descortés en el
sociolecto juvenil, es
usar mucha cortesía
mitigadora para evitar ataques a la imagen, porque no se muestra una confianza
verdadera hacia el oyente. Dicho de otra manera, para los
jóvenes la
confianza en
las
relaciones, las
herramientas para
ser
parte del
grupo
se
basan en
romper con
la cortesía
convencional y amenazar constantemente la imagen de otros para mostrarles que
realmentetienenconfianzaconellos.
La
anticortesía
podría ser,
si
no
la mayor,
una
de las
mayores estrategias de
las que
son
empleadas para afianzar los lazos entre los jóvenes. Por lo general, los contextos
compartidos entre
los
jóvenes son similares, por lo que
los
ataques a la
imagen son
cada
vez
más
empleados para
mostrar esa
afiliación al grupo. Por ello,
no
se pueden basar
en
definiciones,enalgunoscasos,incompletas.
Bien es
cierto que hay que volver
a subrayar el
carácter lúdico que está
intrínseco en
la
anticortesía, ya lo señalan autores como Zimmerman o Mugford, la
anticortesía es
una
manera para
que los
jóvenes jueguen con el
lenguaje. Hay que entender que el
juego es
un
medio para escapar de
la
realidad o el
contexto que
nos rodea,
la
anticortesía es,
en
este sentido, un método para que los jóvenes se refugien en un sociolecto de su
propiedad,perocompartidoentreelrestodejóvenes.
Por último, es necesario aclarar que todos los datos que se han presentado en este
trabajo, no
pueden justificar
de
una manera completa cuándo se produce la
anticortesía,
ya que con 400
muestras de
dos corpus
es
imposible analizar o intentar
categorizar un
fenómenotaninmensocomoeslaanticortesía.
Página4
8| 5
3
No
obstante,
puede servir
como una pequeña aproximación a la
frecuencia
con
la
que se
produce este fenómeno y a las formas que tiene el mismo de manifestarse en el
sociolectojuvenil.
Página4
9| 5
3
6.Bibliografía
Álvarez
Muro, A.
(2009).
«Anticortesía
y política». Revista
Lengua
y Habla, Vol
13, pp.
19-33.
Amparán, A. C. y A.L. Gallegos (2000). «El enfoque dramatúrgico en Erving
Goffman»,RevistaPolis,2,pp.239-255.
Bernal, M. (2008). «¿Insultan los insultos? Descortesía auténtica vs. Descortesía no
auténticaenespañolcoloquial».StockolmUniversity.
Bolívar, A. (2009). «La descortesía como estrategia política en la democracia
venezolana» Universidad Central de Venezuela. En Bravo, D (Ed.), Actas del
Primer coloquio del programa EDICE (pp. 213-227). Estocolmo: Universidad
deEstocolmo.
Bravo,
D.
(1999).
«¿Imagen
‘positiva’
vs.
imagen
‘negativa’?
Pragmática
socio-cultural
ycomponentesdeface».Oralia2 ,pp.155-184.
Bravo, D. (2001). «Sobre la cortesía lingüística, estratégica y conversacional en
español»,Oralia4 ,pp.299-314.
Bravo,
D.
(2002b).
«Actividades
de
cortesía,
imagen
social
y contextos
socioculturales:
Una introducción». En Bravo, D.
(Ed.),
Actas
del
Primer
Coloquio
EDICE.
La
perspectiva no etnocentrista de la cortesía: Identidad sociocultural de las
comunidades hispanohablantes. Estocolmo: Universidad de Estocolmo, pp.
96-108.
Bravo, D. (2004a). «Tensión entre universalidad y relatividad en las teorías de la
cortesía». En Bravo, D. y A. Briz (Eds.), Pragmática sociocultural: estudios
sobreeldiscursodecortesíaenespañol.B
arcelona:Ariel,pp.15-37.
Página5
0| 5
3
Bravo, D. (2004b). «Panorámica breve acerca del marco teórico
y metodológico».
En
Bravo,
D.
y A.
Briz
(Eds.), Pragmática
sociocultural:
estudios
sobre
el
discurso
decortesíaenespañol.B
arcelona:Ariel,pp.5-11.
Bravo, D. (2010). «Pragmática sociocultural. La configuración de la imagen social
como premisa socio-cultural para
la
interpretación
de
actividades
verbales
y no
verbales de la imagen». En Orletti, F. y L. Mariottini (Eds.), Actas del III
Coloquio del Programa EDICE:(Des)cortesía en español. Espacios teóricos y
metodológicos para su estudio. Università Roma Tre y Programa EDICE, pp.
19–46.
Briz, A. (2004). «Cortesía verbal codificada y cortesía verbal interpretada en la
conversación». En Bravo, D. y A. Briz (Eds.), Pragmática sociocultural:
estudiossobreeldiscursodecortesíaenespañol.B
arcelona:Ariel,pp.67-93.
Camargo-Fernández, L. (2013). «Los actos silenciosos en la conversación de los
jóvenes españoles: ¿(des)cortesía o “anticortesía”?». ELUA (Vol. 27) (pp.
89-120)UniversidaddeAlicante.
Carrasco
Santana,
A.
(1999).
«Revisión
y evaluación
del
modelo
de
cortesía
de Brown
yLevinson»,Pragmalingüística,7,pp.1-44.
Escandell Vidal, Mª. V. (1995). «Cortesía, fórmulas convencionales y estrategias
indirectas»,R
evistaespañoladelingüística,25,1,pp.31-66.
EscandellVidal,Mª.V.(1996[2013]).I ntroducciónalaPragmática.Madrid:Ariel.
Fuentes, C. (2020), «Construcción de la identidad, género e ideología». En
Escandell-Vidal, M. Amenós Pons, J. y Kathleen Ahern, A. (Eds.) La
Pragmática.Madrid:Akal.
Goffman,
E.
(1959
[2009]).
La
presentación
de
la
persona
en la
vida
cotidiana. Buenos
Aires:Amorrortu.
Página5
1| 5
3
Goffman, E. (1967 [1970]). Rituales de la interacción. Buenos Aires: Tiempo
Contemporáneo.
Jørgensen, Annette Myre, (2008) "COLA: Un corpus Oral de Lenguaje
Adolescente", AnejosaOralia3.1
Kienpointner
M.
and
M.
Stopfner
(2017).
“Ideology
and
(Im)politeness”.
En
Culpeper,
J., M. Haugh y D.Z. Kádár (Eds.). The Palgrave handbook of linguistic
(im)politeness.PalgraveMacmillan,pp.61-88.
Mancera Rueda, A y Pano Alamán, A. (2013). El español coloquial en las redes
sociales.Madrid:ArcoLibros.
Mills,S.(2003).GenderandpolitenessCambridge.CambridgeUniversityPress.
Mugford, G y Montes, S. (2020). «La anticortesía». Guía práctica de pragmática en
español.UniversidaddeGuadalajara.
Rizo García, M. (2011). «De personas, rituales y máscaras. Erving Goffman y sus
aportesalacomunicacióninterpersonal»,Q
uórumacadémico,8(15),pp.78-94.
Zimmermann,
K. 2002.
«Constitución
de
la
identidad
y anticortesía
verbal
entre
jóvenes
masculinos hablantes de español». En Bravo, Diana (ed). La perspectiva no
etnocentrista de la cortesía. Identidad sociocultural de las comunidades
Página5
2| 5
3
hispanohablantes.
Actas
del
Primer
coloquio
del
programa
EDICE
(pp.
47-60).
Estocolmo:UniversidaddeEstocolmo.
Página5
3| 5
3