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GUARDAESPALDAS ENAMORADOS
SEDUCIENDO AL JEQUE
Carol Lynne Página 1
Guardaespaldas Enamorados – SEDUCIENDO AL JEQUE
Escritora
CAROL LYNNE
Traducción:
MARY
Corrección:
ESTHER
Edición y formato:
Gaby
CAPITULO UNO
C on un rifle Automático Browning en mano, Gavin
Burk respiraba lentamente. Quien fuera
intruso, sería bien recibido con la mirilla de su
el
—Perro Negro.
—¿Gavin?
—No, en absoluto.
—Sí.
CAPITULO DOS
A li se maldijo en silencio.
traicionado a su amado país una vez al
Él ya había
—A través de la isla.
Había sido tan fácil hablar con Gavin antes, Ali casi
cometió el error de olvidar que el hombre era un
guardaespaldas pagado. —Muy bien.
—Felicitaciones.
—No entiendo.
—¿Los archivos?
—¿Cómo?
CAPÍTULO TRES
—¿Sí?
—Un momento.
—¿Qué?
—¿Ya terminaste?
—¿Por qué?
—¿Qué? ¿ Éxito?
—¿Sobre qué?
CAPÍTULO CUATRO
A li se sentó en el jet privado de uno de sus
clientes más fieles, Viktor Popov. Un
pequeño estuche cerrado descansaba entre sus pies.
Desde la decisión de dejar Jurru, habían pasado casi
ocho horas de planificación sin parar. No se había dado
cuenta de lo difícil que sería escapar de la isla sin ser
detectados. Sus oraciones habían sido escuchadas
cuando se acordó de que Viktor estaba en Jurru para
su fin de semana mensual de juego.
de verdad?
CAPÍTULO CINCO
A pesar de que técnicamente era verano en
Alaska, la temperatura en la noche todavía
bajaba lo suficiente como para justificar un fuego en la
gran estufa de leña. No era tan romántico como una
chimenea, pero hasta que Ali había venido, Gavin no
había estado en estado de ánimo para el romance de
todos modos.
—Jurru.
—Diferente ¿cómo?
—Lo creo.
—No a mí.
—Sí, jefe.
CAPÍTULO SEIS
D espués de ser recibido por Nicco y Mac en el
aeropuerto, Ali se sentó junto a Gavin en el
asiento trasero del vehiculo de gran tamaño, la
caja cerrada descansaba en su regazo.
—Yo lo llevo.
—¿Hola?
—Completamente enamorado.
—Sí.
Ali asintió.
CAPÍTULO SIETE
—¿Hola?
—¿Cómo es eso?
—Soy yo.
—¿Buscas esto?
—¿Por qué?
—Igual.
—Sediento.
—Grises.
—¿Qué?
EPIDLOGO
G avin encontró a Ali en la hamaca grande que
había insistido en comprar e instalar. Dormido y
viéndose sexy como el infierno en sus jeans y camiseta
sin mangas, Ali estaba rogando para que lo besara.
Gavin estabilizó la hamaca y estaba encima de su
príncipe.
FIN
Carol Lynne Página 191