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Los británicos se quejan de la vida después del Brexit: «Todo es más caro y faltan

productos básicos».

Desde la escasez de productos en los supermercados a la falta de mano de obra

europea y ambiciosa, los habitantes de Londres describen las consecuencias del Brexit

que experimentan en su día a día.

Más de la mitad de los británicos consideran que abandonar la Unión Europea fue un

error. De aquellos que, en 2016, votaron a favor del Brexit, un 17 % se ha arrepentido,

y un 11 % duda de si acertó con su decisión.

El Brexit dejará fuera a Reino Unido de la compra masiva de armas que prepara

Bruselas A pie de calle, los efectos del Brexit se notan en el día a día; el coste de la vida

sube, y en Londres cada vez se oyen menos acentos europeos. Ahora, la mayoría de

sus inmigrantes provienen de países asiáticos o musulmanes, ya que sus circunstancias

no cambiaron con el Brexit

El Brexit agudiza el desabastecimiento «Yo antes transportaba a más franceses,

españoles, italianos... Ahora, mucho menos, salvo a turistas de visita. Los llevo a ver

monumentos y a restaurantes, pero casi nunca a la oficina », señaló Fokrul, conductor

de Uber. Vive en Londres desde 2014, y ha presenciado la disolución paulatina de la

población europea en la capital inglesa.

La escasez de profesionales europeos se hace notar. «Trabajo para una agencia de

reclutamiento de talento que opera a nivel internacional. Necesitamos candidatos de

toda Europa. Pero, por ejemplo, hace meses que nos cuesta encontrar a profesionales

que hablen alemán. Ningún alemán quiere venir a vivir a Reino Unido», lamentó Josie,

head hunter, mientras intentaba atraer candidatos con estudios durante un evento en la

London School of Economics.

Los jóvenes extranjeros han salido perjudicados por el fin de la libre circulación europea.

Ahora se les impide trabajar en Reino Unido sin visado: «Lo necesito para tener empleo

en Londres», se quejó Hector, un ingeniero suizo de 25 años que cursó el master en el

Imperial College de Londres. Y el problema también afecta a los estudiantes británicos:

«Necesito un permiso especial incluso para estudiar en el extranjero», se quejó Jemima

O'Brien, estudiante de veterinaria.

Los precios suben, y la mano de obra escasea en todo tipo de establecimientos. Los
británicos experimentan una falta importante de clientes a quien vender sus productos,

ya que el Brexit espantó a un porcentaje importante de los compradores extranjeros.

Algunos ingleses llegaron incluso a perder sus empresas.

«Antes del referéndum, yo llevaba una pequeña compañía de informática. Nuestros

clientes eran sobre todo empresas pequeñas y medianas, y queríamos expandirnos en

Europa. Sin embargo, tras el Brexit, nuestros clientes desaparecieron de la noche a la

mañana, y tuve que vender la empresa para evitar la bancarrota», narró compungido

Peter, un empresario de 51 años que no pudo ni contener las lágrimas al contar su

historia.

El Brexit es uno de los mayores factores de la crisis del coste de la vida. Por culpa de

las nuevas regulaciones de importación, y de la falta de mano de obra extranjera, el

precio de los alimentos ha aumentado un 6 %, y, anualmente, las familias gastan 210

libras más en comida que antes.

«Los supermercados carecen de los productos más básicos. Hace meses que vemos

estanterías vacías. Yo ya no como muchas de las cosas que antes sí podía comprar. El

Gobierno culpa al clima, pero en realidad sabemos que es por el Brexit», explicó Lizzy

Laycock, investigadora en una empresa de medios.

Otra persona que lamenta la falta de ciertos productos es Elise, enfermera británica de

44 años: «A mi me gustaba apoyar a las pequeñas empresas europeas, y comprar sus

productos por internet. Ahora ya no puedo, porque los costes de envío e importación se

salen de mi presupuesto».

«La mayoría de los problemas relacionados con el aumento de precios surgieron a

causa del Brexit. Los costes de importación de bienes han subido, y a las compañías no

les interesa pagar aduanas adicionales para importar sus productos desde fuera»,

comentó Mert Kece, ingeniero escocés de 26 años de edad. Kece señaló también la

falta de mano de obra, como uno de los factores que empeoran la escasez alimenticia:

«Faltan personas para cosechar, procesar, y transportar los alimentos».

Como anécdota, el ingeniero contó que, para él, el Brexit había borrado del mapa los

productos cítricos. «Ahora, evito ciertas frutas y cítricos, porque los granjeros han

empezado a utilizar un pesticida que daña mi piel. Antes, cuando formábamos parte de
la Unión Europea, tenían prohibido usarlo por sus regulaciones, pero desde el Brexit

tienen vía libre para rociar con él todos sus productos».

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