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Gracia Sublime
11 Pues bien, cuando Pedro fue a Antioquía, le eché en cara su comportamiento condenable. 12
Antes que llegaran algunos de parte de Jacobo, Pedro solía comer con los gentiles. Pero, cuando
aquellos llegaron, comenzó a retraerse y a separarse de los gentiles por temor a los partidarios
de la circuncisión.[a] 13 Entonces los demás judíos se unieron a Pedro en su hipocresía, y hasta el
mismo Bernabé se dejó arrastrar por esa conducta hipócrita.
Reflexión
La palabra “evangelio” se menciona tantas veces en el
Nuevo Testamento, que claramente es un término que
resume la esencia básica del Cristianismo.
Pero, ¿cuál es esa esencia?
El evangelio, más que una instrucción, es una noticia.
El término griego “evangelio” (ev-angelion) distinguió al mensaje Cristiano de otras religiones.
• Un “ev-angel” era la noticia de un gran evento histórico que cambiaba la condición de los oyentes y requería una
respuesta (como las nuevas de una victoria en la guerra o el ascenso al trono de un nuevo rey).
• Por lo tanto, el evangelio es la noticia de lo que Dios ha hecho para lograr la salvación a través de Jesucristo en
la historia. No es un consejo de lo que debemos hacer para alcanzar a Dios.
• Nosotros no ganamos esta salvación. Solamente la aceptamos.
El evangelio es gracia, no un mérito.
El evangelio significa que: “Soy aceptado a través de Cristo, por lo tanto, obedezco”. En contraste, la religión es:
“Obedezco, por lo tanto soy aceptado”.
Una falta de profunda convicción en el evangelio también es la principal causa de muerte espiritual, temor, y orgullo
en los cristianos, porque nuestros corazones continúan actuando sobre la base de la premisa “Obedezco, por lo
tanto, soy aceptado”.
a) Nuestra incapacidad para perdonar a otros no es simplemente una falta de obediencia, sino que es una
incapacidad para creer que nosotros también somos salvos por gracia.
b) Las mentiras que decimos para cubrir un error no son simplemente una falta de obediencia, sino que son la
incapacidad para encontrar nuestra aceptación en Dios, y no en la aprobación humana.
Por tanto, no “recibimos la salvación” por creer en el evangelio para luego “crecer” por medio de nuestro esfuerzo
por vivir de acuerdo a los principios Bíblicos. Creer en el evangelio no es sólo el único camino que nos lleva a conocer
a Dios, sino que es también la forma de crecer en Él.
El evangelio revierte valores.
Cristo gana nuestra salvación por medio de perder, logra su poder a través de la debilidad y el servicio, y alcanza
las riquezas al regalarlo todo. Aquellos que reciben su salvación no son los fuertes o los perfectos, sino los que
admiten que son débiles y están perdidos.
• Este patrón crea un reino o ciudad alternos (Mateo 5:14-16) en donde se revierten completamente los valores del
mundo con respecto al poder, el reconocimiento, el estatus y la riqueza.
• Cuando entendemos que podemos ser salvos por pura gracia a través de Cristo, dejamos de buscar salvación en
esas cosas. El otro lado de la cruz, la gracia de Dios, nos libera, por consiguiente, de la esclavitud al poder de las
cosas materiales y a un estatus en el mundo.
• Esto significa que ya no seguimos despreciando a aquellos de clases sociales o razas que solíamos considerar que
están debajo de nosotros.
Debemos
meditar en
sus
Doctrinal
Impacto implicaciones
para cada
social área de
nuestras
vidas y
empeñarnos
Personal
para que
nuestros
pensamientos
Impacto Impacto , sentimientos
y
Social
Doctrinal Personal comportamie
nto vayan de
acuerdo con
el evangelio.