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EL MUNICIPIO EN EL ESTADO DE CAMPECHE

Fundada en el año 1540, la Villa de San Francisco de Campeche alcanzó su auge comercial y
portuario durante los siglos XVI y XVII, bonanza que provocó que temibles piratas la asediaran en
búsqueda de riquezas. Así, lo que en aquel tiempo sirvió para proteger a la ciudad, convirtió a
Campeche en una de las metrópolis amuralladas más imponentes de América, cuya conservación
del trazo original arquitectónico, le valió ser declarada en 1999 como Patrimonio Cultural de la
Humanidad por la UNESCO.

En Campeche, la herencia del Mundo Maya coexiste con la arquitectura virreinal y las historias de
piratería. Las murallas acogen al visitante haciéndolo sentir como en casa. Su riqueza
gastronómica y tradiciones vivas acentuadas con las más bellas puestas de sol, hacen que la visita
a Campeche inspire el espíritu explorador del visitante.

Su mayor riqueza, es sin duda su gente, cuando se descubre la esencia del término “Campechano”:
en el andar, al platicar, al mezclarse entre nuestra gente cordial y al sentir la paz y el cálido sosiego
para el espíritu.

Hay que asomarnos a esta Ciudad Patrimonio; dónde cada rincón de las centenarias iglesias, de los
coloridos barrios y de las elegantes casas, contarán las leyendas que forman parte de nuestra
cultura popular campechana. En este encuentro, esperamos vivas tu propia historia.

Reseña Histórica

El 4 de octubre de 1540, Campeche fue la primera villa fundada por los españoles en la península
de Yucatán.

Antes de la conquista española, el área que actualmente ocupa Campeche estuvo poblada por la
civilización maya. Su suelo sirvió de tránsito para los Itzaes y los Xiues, conquistadores de las
grandes ciudades de Chichen-Itzá y Uxmal, que en su momento fueron el corazón del señorío de
Can Pech, que significa “lugar del Señor Sol Garrapata", población que contaba con 15,000
habitantes aproximadamente, con unas 3,000 casas con paredes de lodo y techos de paja, muy
similares a las actuales del área rural.

Las primeras incursiones españolas a Campeche fueron comandadas por Francisco Hernández de
Córdoba en 1517 y Juan de Grijalva en 1518; tiempo después, en 1540, Francisco de Montejo “El
Mozo”, decidió fundar una villa en el lugar que actualmente ocupa la plaza principal de Campeche,
decretando la creación de San Francisco de Campeche, llamada antes San Lázaro y Salamanca.
Durante el período colonial, Campeche era un activo puerto comercial, centraba su atención en la
explotación del palo de tinte, usado para la fabricación de colorantes y de embarcaciones, y fungía
como el puerto de entrada y salida de la provincia de Yucatán hacia la Metrópoli hispana. Esta
riqueza y prosperidad provocó los ataques de piratas ingleses y holandeses como Henry Morgan y
William Parker, que buscaban no sólo apoderarse de las riquezas sino menoscabar el poderío de
España, por lo que la corona española proyectó en 1651 la construcción de obras de protección en
el puerto, que concluyeron en el siglo XVIII.

La villa fue elevada a la categoría de ciudad por Cédula Real de Carlos III en octubre de 1777.
Después de la Independencia, Campeche fue la cabecera del departamento del mismo nombre
que era uno de los cinco integrantes del estado de Yucatán; más tarde, el 7 de agosto de 1857, un
grupo de liberales encabezados por Pablo García y Montilla, inició un movimiento popular para
que el Distrito de Campeche se separase de Yucatán y se convirtiera en un estado más de la
federación, decisión que ratificó el presidente Benito Juárez el 29 de abril de 1863, quedando
Campeche como capital del nuevo estado.

156 aniversario del estado de Campeche

El 29 de abril de 1863 el presidente Benito Juárez ratificó el decreto de creación del estado de
Campeche.

Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal | 29 de abril de 2019

El estado de Campeche surgió por la permanente rivalidad entre las dos principales poblaciones de
la Península de Yucatán, Mérida y Campeche, que se agudizó cuando Pablo García encabezó un
movimiento que desconoció a las autoridades yucatecas, el 9 de agosto de 1857.

A mediados del siglo XIX en la península de Yucatán coexistían dos ciudades de notable
importancia: Mérida y Campeche, distintas en sus formas y en sus fondos. Campeche, asentada en
un terreno con colinas y con un puerto de gran importancia, hacía a los suyos prestos a la libertad,
a la disposición y absorción constante de nuevas culturas, de gestación de ideas. Mérida, capital
del estado de Yucatán, situada tierra adentro, terreno llano, sin muchos ríos, sin contacto con el
mar, era menos proclive a la intromisión de extranjeros y, por tanto, menos susceptible al cambio.

La naturaleza también beneficiaba a ambas ciudades en la misma proporción, haciéndolas


poderosas a ambas. Campeche, con su reconocido palo de tinte, la caña de azúcar, sus riquezas
marítimas, y en tanto puerto de envergadura, constituía una economía consistente. Mérida, con
sus productos como el henequén, almidón, ganadería, entre muchos otros, y siendo la capital del
estado, era la que dictaba la ruta en el desenvolvimiento del mismo.
Así, en la segunda mitad del siglo XIX teniendo la República Mexicana una débil estabilidad,
Yucatán vivió lo inevitable: los campechanos, después de muchos intentos por avenir con sus
compatriotas de Mérida, al fin se decidieron a un movimiento radical, ávidos de ejercer un papel
propio, un grupo de campechanos excitó al movimiento separatista de su homóloga yucateca,
para crear Campeche, un estado con identidad, con soberanía y representación propias.

El 5 de febrero de 1857 se juró la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos y Yucatán
hizo lo propio el 20 de abril. Era un documento liberal: estableció garantías individuales, libertad
de expresión, de asamblea, de portar armas; eliminó la esclavitud, la pena de muerte y los títulos
de nobleza, entre otros.

Como era de esperarse, la ruptura se dio a raíz de los resultados de las elecciones que habían sido
convocadas para el 31 de mayo y en las que se elegiría gobernador y los integrantes del Congreso
Constituyente local.

El 3 de mayo de 1858 comisiones del entonces Distrito de Campeche y del Gobierno de Yucatán
llegaron a un acuerdo de separación territorial, poniendo fin a por lo menos medio siglo de
constantes disputas internas.

En febrero de 1862 el presidente Benito Juárez decretó la creación del estado de Campeche y lo
sometió a la aprobación de las legislaturas estatales. Tras su aval, el 29 de abril de 1863 el
mandatario mexicano ratificó su decreto y Campeche nació como Estado libre y soberano,
conformado por las poblaciones de Carmen, Champotón, Campeche, Hecelchakán y
Bolonchenticul”.

CONSTITUCIÓN ESTATAL

ARTÍCULO 4o.- El territorio del Estado comprende los Municipios que a continuación se expresan:
Calakmul, Calkiní, Campeche, Candelaria, Carmen, Champotón, Dzitbalché, Escárcega,
Hecelchakán, Hopelchén, Palizada, Seybaplaya y Tenabo, más el litoral que corresponde a las
salinas denominadas Del Real, La Herradura y Las Desconocidas, Islas adyacentes sobre las que
ejerce jurisdicción y cuanto de hecho y por derecho le pertenece a la Entidad, sin perjuicio de las
divisiones que para su régimen judicial, fiscal y electoral determinen las leyes secundarias
respectivas.

CAPÍTULO XVIII

De los Municipios del Estado


ARTÍCULO 102.- La base de la división territorial y de la organización política y administrativa del
Estado es el municipio libre. Los Municipios del Estado tendrán personalidad jurídica y se regirán
conforme a las siguientes bases:

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

ARTÍCULO 108.-

LEY ORGÁNICA DE LOS MUNICIPIOS DEL ESTADO DE CAMPECHE


TÍTULO SEGUNDO

DEL AYUNTAMIENTO

CAPÍTULO PRIMERO

DE SU Integración

ARTÍCULO 20.- El Ayuntamiento se integra con una Presidenta o un Presidente Municipal y el


número de Regidurías y Sindicaturas que determine la Constitución Política del Estado,
observando el principio de paridad de género.

Los integrantes del Ayuntamiento serán electos mediante los principios de mayoría relativa y de
representación proporcional conforme a lo dispuesto por la Constitución Política del Estado y la
ley electoral.

ARTÍCULO 21.- Los ayuntamientos se renovarán en su totalidad cada tres años. El período
constitucional inicia el primer día de octubre del año en que se celebren las elecciones ordinarias y
concluye el treinta de septiembre del año en se celebren las elecciones ordinarias para su
renovación.

ARTÍCULO 22.- Los integrantes de los ayuntamientos deberán satisfacer los requisitos y no estar
sujetos a los impedimentos previstos en la Constitución Política del Estado de Campeche y en la
ley electoral.

ARTÍCULO 23.- La Presidenta o Presidente Municipal y las personas titulares de Regidurías y


Sindicaturas de los Ayuntamientos, podrán ser reelectos hasta por un período adicional. La
postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por cualquiera de los partidos
integrantes de la coalición que los hubieren postulado, salvo que hayan renunciado o perdido su
militancia antes de la mitad de su mandato.

ARTÍCULO 24.- Los cargos municipales de elección popular no son renunciables, sino por causa
grave debidamente justificada.

ARTÍCULO 25.- A cada persona titular de una regiduría se asignará un número ordinal. Una de las
personas titulares de las Sindicaturas será el de asuntos jurídicos, la otra lo será de hacienda. En el
caso de los ayuntamientos de Campeche y Carmen, la persona titular de una Sindicatura de
representación proporcional será asignada al ramo que determine el Cabildo.
ARTÍCULO 26.- Las disposiciones de este Capítulo serán aplicables en lo conducente para la
integración de las Juntas Municipales.

TÍTULO TERCERO

DE LA ORGANIZACIÓN DEL AYUNTAMIENTO

CAPÍTULO PRIMERO

DEL FUNCIONAMIENTO DEL AYUNTAMIENTO

ARTÍCULO 56.- El Ayuntamiento residirá en la cabecera municipal pero podrá residir


temporalmente fuera de ella con autorización de la Legislatura del Estado o en sus recesos, de la
Diputación Permanente. No requerirá dicha autorización para celebrar sesiones extraordinarias o
de carácter solemne en otras localidades del municipio.

ARTÍCULO 57.- El Ayuntamiento para su funcionamiento celebrará sesiones de cabildo para las que
se requerirá la presencia de por lo menos la mitad más uno de sus integrantes, constituyendo el
quórum legal.

ARTÍCULO 58.- Las sesiones de Cabildo serán:

I. Ordinarias, las que se encuentren previstas conforme a su reglamento interior, debiendo


celebrarse con una frecuencia mínima de una vez al mes;

II. Extraordinarias, las que se celebren entre fechas previstas para la celebración de ordinarias, en
las que se tratarán exclusivamente los asuntos para los que hubiese sido convocado el Cabildo por
el Presidente Municipal o a solicitud de alguno de los integrantes del Ayuntamiento;

III. Solemnes, las que la ley o el ayuntamiento confiera tal carácter; y,

IV. Secretas, las que como tales acuerde previamente celebrar el Ayuntamiento.

Salvo las de carácter secreto, las sesiones de Cabildo tendrán el carácter de públicas.

ARTÍCULO 59.- El Ayuntamiento resolverá colegiadamente los asuntos de su competencia en las


sesiones de cabildo conforme a lo siguiente:

I. Las sesiones se celebrarán en el recinto previsto en el reglamento interior;

II. Los regidores y síndicos deberán ser citados a las sesiones por el presidente municipal por
conducto del Secretario del Ayuntamiento con tres días de anticipación, acompañando los
documentos que sustenten los puntos a tratarse conforme al orden del día;

III. Sus sesiones serán conducidas por el Presidente Municipal o en ausencia de éste, por quién
conforme a esta ley deba sustituirlo;

IV. Las decisiones se tomarán por simple mayoría de los votos de los integrantes presentes, salvo
cuando esta ley en forma expresa exija una mayoría calificada; y,
V. En caso de empate, quien conduzca las sesiones tendrá voto de calidad.

ARTÍCULO 60.- Las sesiones de Cabildo se harán constar en un libro de actas, en el que se hará
constar el resultado de la votación y se asentarán los extractos de los acuerdos y asuntos tratados.
Los acuerdos de carácter general, o relativos al Bando Municipal o a los reglamentos municipales
se harán constar de manera íntegra.

El acta de la sesión será firmada por los integrantes del Ayuntamiento que hubiesen participado; si
alguno declinara hacerlo, se hará constar ello mediante la razón respectiva.

ARTÍCULO 61.- El público que asista a las sesiones observará respeto y compostura, sin que por
ningún motivo pueda participar en las deliberaciones, ni manifestarse o alterar el orden en el
recinto.

Quien conduzca la sesión hará preservar el orden público, pudiendo ordenar al infractor
abandonar el salón o en su caso, remitirlo a la autoridad competente para la sanción procedente.

ARTÍCULO 62.- Las disposiciones de este capítulo serán aplicables en lo conducente a las juntas
municipales.

CAPÍTULO segundo

DE LAS COMISIONES DEL AYUNTAMIENTO

ARTÍCULO 63.- El Ayuntamiento para el eficaz ejercicio de sus atribuciones, establecerá


Comisiones que integradas por miembros del Ayuntamiento, a propuesta del Presidente
Municipal, tendrán por objeto estudiar, examinar y proponer acuerdos, acciones o normas para
mejorar la administración pública municipal, resolver problemas municipales, vigilar el
cumplimiento de las disposiciones y acuerdos, e informar, respecto a la materia que se les asigne.

ARTÍCULO 64.- Las Comisiones del Ayuntamiento serán:

I. Permanentes:

A. La de Gobernación y Seguridad Pública, que será presidida por el Presidente Municipal;

B. La de Hacienda, que será presidida por el Síndico de Hacienda;

C. La de Protección al Medio Ambiente, que será presidida por el Presidente Municipal;

D. Comisión de Fomento y Difusión de Derechos Humanos;

E. Comisión de Atención a la Mujer;

F. Las que con tal carácter establezca el Ayuntamiento, que serán presididas por el integrante que
determine.

II. Transitorias, las que el ayuntamiento establezca para la atención de problemas específicos o en
situaciones eventuales, las que serán presididas por el integrante que determine.
Todo asunto que sea sometido a consideración del Cabildo, deberá estar acompañado del
correspondiente dictamen de la comisión municipal relacionada con la materia de que se trate, de
conformidad con las comisiones establecidas en los reglamentos municipales correspondientes.

ARTÍCULO 65.- El Ayuntamiento deberá establecer en su reglamento interior las Comisiones


previstas en los apartados A, B, C, D y E de la fracción I del artículo anterior, así como aquellas
otras que en su caso establezca con el carácter de permanentes. Las de carácter transitorio las
establecerá mediante el acuerdo correspondiente.

ARTÍCULO 66.- Las Comisiones no tendrán facultades ejecutivas. Los asuntos, disposiciones y
acuerdos que de manera expresa, conforme al reglamento interior o acuerdo del Ayuntamiento no
estuviesen asignados al conocimiento de alguna comisión, serán atendidos por el Presidente
Municipal.

ARTÍCULO 67.- Las Comisiones, previa autorización del Ayuntamiento, podrán celebrar reuniones
públicas en localidades del Municipio a fin de recabar la opinión de sus habitantes, cuando así lo
requieran para el cumplimiento de su objeto.

ARTÍCULO 68.- Las Comisiones, de así autorizarlo el Ayuntamiento, podrán llamar a comparecer a
los titulares de la Administración Pública Municipal a efecto de que informen cuando se requiera,
sobre el estado que guardan los asuntos de la dependencia.

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