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Núcleo de Anzoátegui
Escuela de Ciencias de la Salud
Departamento de Salud Mental
Psiquiatría Clínica
ADICCIONES
Profesora: Bachiller:
Dra. Florimar Pinto. Rodriguez Maria
C.I: 24.231.038
Maturín, octubre 2022.
ALCOHOL
El alcohol es una droga depresora del Sistema Nervioso Central que inhibe
progresivamente las funciones cerebrales. Afecta la capacidad de autocontrol,
produciendo inicialmente euforia y desinhibición, por lo que puede confundirse con un
estimulante.
Se ven 3 períodos:
1. Excitación: Puede oscilar entre la alegría o la tristeza, de acuerdo con la
personalidad emocional del sujeto, hay excitación con sensaciones de bienestar o
de acentuado disgusto.
2. Estado de ebriedad: (Estuporoso), caracterizado por trastornos sensoriales;
disartria, el individuo tambalea al caminar y presenta un síndrome de confusión e
incoherencia.
3. Coma alcohólico: El individuo presenta sudoración abundante, baja tensión
arterial debido a vasodilatación periférica, inconsciencia y estado hipnótico
profundo.
Exámenes de laboratorio:
Hemograma completo y sedimentación para evaluar posible anemia o
trombocitopenia, este examen debe incluir la evaluación del volumen corpuscular
medio (VCM) ya que parece ser un indicador relativamente específico de la
severidad del consumo de alcohol.
Estudio de electrolitos para evaluar deshidratación y examen de glucemia para
determinar la presencia de diabetes.
Pruebas hepáticas con el fin de determinar naturaleza y extensión del daño
hepático.
Análisis de sangre y estudio toxicológicos en orina.
El electroencefalograma presenta cambios sobre todo en la amplitud y aumento
del tiempo de latencia de la onda p300.
Además, se sugiere que ciertos cambios en el EEG pueden indicar endofenotipos
alcohólicos posiblemente asociados a etiología genética, curso y pronóstico de la
enfermedad alcohólica.
La TSN: todos los tratamientos de sustitución con nicotina duplican las tasas de
abandono del tabaquismo, presumiblemente porque reducen la abstinencia de nicotina.
Los tratamientos sustitutivos consisten en un breve periodo de mantenimiento de 6 a 12
semanas, al que con frecuencia sigue un periodo de reducción de otras 6 a 12 semanas.
Puede hacerse con parches de nicotina, con chicles de nicotina, aerosol nasal de
nicotina, y pastillas de nicotina. Los parches de nicotina, también comercializados como
fármacos sin receta, proporcionan un suministro continuo de nicotina, están disponibles
en preparaciones de 16h de duración sin reducción gradual y de 24h o 16 h con reducción
gradual. Los parches se aplican por la mañana y producen concentraciones plasmáticas
que se aproximan a la mitad de las inducidas al fumar. El tratamiento finaliza después de
un periodo de entre 6 y 12 semanas porque no está diseñado para una duración a largo
plazo.
Los chicles de polacrilex de nicotina es un fármaco sin receta que libera nicotina
mediante la masticación y la absorción bucal. Se ha comercializado una forma de 2mg
para los que fuman menos de 25 cigarrillos al día y una de 4mg para aquellos que
superan esta cantidad de cigarrillos diaria. Los fumadores consumen de uno a dos chicles
por hora hasta un máximo de 24 chicles al día tras la interrupción brusca. Las
concentraciones venosas inducidas por el chicle son un tercio a la mitad de las que
producen los cigarrillos. No se deben tomar bebidas acidas (café, refrescos y zumos)
antes, durante o después del consumo del chicle pues reducen la absorción.
MARIHUANA
La marihuana proviene de la Cannabis sativa, planta originaria de Asia central y
que crece en muchas zonas tropicales de clima templado. El delta-9 tetrahidrocannabinol
(THC) es el componente activo más conocido de la marihuana y es el responsable de
producir la mayor parte de sus efectos. Es la sustancia ilegal de mayor consumo, con
predominio en la población joven; para muchos consumidores, su origen natural les hace
pensar de manera equivocada que sus efectos sobre el organismo no son nocivos.
Como otras sustancias que generan abuso o adicción, los efectos farmacológicos
de la mariguana varían según su potencia, vía de administración, dosis, experiencias
pasadas del consumidor, expectativas y la vulnerabilidad biológica a sus efectos.
Usualmente se consume como cigarrillos o al ingerir la planta.
Los efectos de la marihuana luego de fumarse se presentan en minutos, tienen un
pico a los treinta minutos y duran dos a cuatro horas. Si se usa ingerida, se requiere
mayor dosis para obtener efectos similares a los obtenidos al fumarse.
COCAÍNA
Es un alcaloide derivado del arbusto Erythroxylon coca el cual crece en regiones
andinas y es cultivado desde épocas
preincaicas. Actúa como inhibidor selectivo
de la recaptación de dopamina.
Las formas habituales de consumo
son la masticación de hojas alcalinizadas
con sal o ceniza, liberándose el alcaloide y
absorbiéndose por la mucosa oral, esta
mezcla se denomina mambe y al acto de
masticarla mambeo. El clorhidrato de cocaína se usa aspirándolo por la nariz o por
inyección venosa. La pasta básica de cocaína (basuco) y el crack son presentaciones
para fumar con un costo menor al del clorhidrato de cocaína y gran poder adictivo debido
a su vía de uso. También se consume pasta básica de cocaína mezclada con mariguana
o cocaína con opioide (speedball).
Síndrome de abstinencia: Genera síntomas que se inician horas después del consumo y
se caracteriza por un ánimo disfórico acompañado de síntomas como ansiedad, fatiga,
sueños vívidos y no placenteros, insomnio o hipersomnio, aumento de apetito, retardo o
agitación psicomotora. La duración del síndrome de abstinencia puede durar horas o días
y depende de la cantidad de sustancia consumida y el tiempo de uso. En este estado es
notorio el deseo de consumo con el fin de aliviar los molestos síntomas generados por la
supresión.
Diagnóstico:
CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE INTOXICACIÓN POR COCAÍNA:
A. Consumo reciente de cocaína.
B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos
(p. ej., euforia o afectividad embotada; aumento de la sociabilidad; hipervigilancia;
sensibilidad interpersonal; ansiedad; tensión o cólera; comportamientos estereotipados;
deterioro de la capacidad de juicio, o deterioro de la actividad laboral o social) que se
presentan durante, o poco tiempo después, del consumo de cocaína.
C. Dos o más de los siguientes signos, que aparecen durante o poco tiempo después del
consumo de cocaína:
1. Taquicardia o bradicardia
2. Dilatación pupilar
3. Aumento o disminución de la tensión arterial
4. Sudoración o escalofríos
5. Náuseas o vómitos
6. Pérdida de peso demostrable
7. Agitación o retraso psicomotores
8. Debilidad muscular, depresión respiratoria, dolor en el pecho o arritmias
cardíacas
9. Confusión, crisis comiciales, discinesias, distonías o coma
D. Los síntomas no se deben a enfermedad médica si se explican mejor por la presencia
de otro trastorno mental.
HEROÍNA
La heroína (diacetilmorfina) es una sustancia de origen semisintética perteneciente
al grupo de los opiáceos. En este grupo existen sustancias de origen natural, derivadas de
la adormidera del opio (Papaver somníferum) como son el opio, la morfina y la codeína;
de origen semisintético como la heroína (diacetilmorfina) y de origen sintético como la
meperidina, la metadona y el fentanilo.
En los países desarrollados el opiáceo más frecuentemente asociado al abuso y la
dependencia es la heroína.
La proporción hombre a mujer de la dependencia a la heroína se aproxima a 3 a 1.
La mayoría de los consumidores tienen una edad comprendida entre los 30 y los 50 años.
Con el paso de los años disminuyó el precio de ésta y aumentó su pureza con un
consecuente mayor nivel de dependencia física en los consumidores actuales y la
manifestación de síndromes de abstinencia más severos al suspenderla.
Etiología
Factores psicosociales: La dependencia de opiáceos no se limita a las clases
socioeconómicas bajas, aunque, la incidencia de esta sea superior en dichos
grupos en comparación con las clases socioeconómica más altas. Los factores
sociales asociados a la pobreza urbana probablemente contribuyen a la
dependencia de opiáceos. Aproximadamente el 50% de los consumidores urbanos
de heroína son hijos de padres solteros o divorciados y proceden de familias en
las que al menos otro miembro sufre de un trastorno relacionado con las
sustancias. Los niños de dichos entornos presentan un alto riesgo de dependencia
de opiáceos especialmente si también presentan signos de problemas
conductuales en la escuela u otros signos de trastorno de la conducta.
Algunos patrones conductuales consistentes parecen especialmente
acentuados en adolescentes con dependencia de opiáceos. Dichos patrones se
han denominado “síndrome de conducta de la heroína”; depresión subyacente,
frecuentemente de tipo agitado y se acompaña de síntomas de ansiedad,
impulsividad expresada como una orientación pasivo-agresiva, miedo al fracaso,
consumo de heroína como ansiolítico para enmascarar sentimientos de baja
autoestima, desesperanza y agresividad; y la necesidad de gratificación inmediata.
Factores biológicos y genéticos: actualmente se dispone de evidencias de los
factores de vulnerabilidad transmitidos genéticamente, comunes y específicos de
la droga, que aumentan la posibilidad de desarrollar dependencia de la droga. Los
individuos que abusan de una sustancia de cualquier categoría presentan una
mayor probabilidad de abusar de otras categorías. Los gemelos monocigóticos
presentan una mayor probabilidad de concordancia para la dependencia de
opiáceos que los gemelos dicigóticos.
Clínica: Los opioides actúan al unirse a receptores específicos o neuronas distribuidos en
el sistema nervioso central y periférico. Se han identificado varios tipos de receptores
opioides. El estímulo de receptores μ produce los efectos de analgesia, euforia,
disminución de la ansiedad, depresión respiratoria, estreñimiento y dependencia; los
receptores opiáceos κ producen analgesia, diuresis y sedación; y los receptores opiáceos
δ posiblemente analgesia.
Además de la presentación para uso intravenoso, existe en el mercado heroína
para uso inhalado. Los efectos de la heroína usada por vía venosa se experimentan un
minuto después de su inyección y se caracterizan por euforia intensa que dura entre 45
segundos y varios minutos, sobreviene luego un período de sedación y tranquilidad que
dura hasta una hora. Los efectos de la heroína desaparecen en tres a cinco horas.
Signos y síntomas objetivos. Depresión del SNC, disminución de la motilidad
gastrointestinal, depresión respiratoria, analgesia, náuseas y vómitos, habla arrastrada,
hipotensión, bradicardia, miosis y crisis convulsivas (en caso de sobredosis). Los
pacientes con tolerancia siguen manifestando miosis y estreñimiento.
Tratamiento
Intoxicación aguda: En caso de intoxicación aguda se utilizan antagonistas opiáceos
como la naloxona (ampollas de 1ml que contienen 0,4mg de clorhidrato de naloxona),
preferiblemente “bolos” IV de 1 ampolla que pueden repetirse cada 3-4 min hasta la
recuperación de la conciencia y la función respiratoria (máximo 3-4 amp.). El efecto
farmacológico de la naloxona es inferior al de la heroína por lo que conviene mantener
una perfusión continua (2 amp. en 500 ml de SF) por lo menos 6 horas o repetir dosis im.
o sc. Cada 2 horas.
Dependencia: Se utilizan antagonistas opiáceos como naltrexona (a diferencia de la
metadona no ejercen efectos narcóticos y no causan dependencia), o agonistas como
metadona o buprenorfina.
Naltrexona: semivida de 48-72 h. Antes de iniciar el tratamiento con naltrexona se
debe realizar la prueba de la naloxona para garantizar la ausencia de dependencia
física, consiste en la administración subcutánea de 0,8 mg (2 amp) de naloxona.
El paciente recibe la primera dosis y tras 30 minutos la segunda. Si no aparece
ningún tipo de síntoma de abstinencia en 30-60 minutos se inicia el tratamiento
con naltrexona. Si aparecen se detiene la prueba y se repite a las 48 horas.
Si esta prueba no desencadena síntomas de abstinencia se administran 50
mg de naltrexona al día o a días alternos, doblando la dosis cada 48 horas o
triplicándola si la administración es cada 72 horas.
Síndrome de abstinencia:
Antagonista opiáceo de semivida larga: Metadona (20-40 mg/día 2-3 días y se
disminuye a 5-10 mg/día hasta su supresión a los 10-15 días) o dextropropixofeno
(<1.350 mg/día, con disminución progresiva para evitar convulsiones y
alucinaciones visuales).
Administrar un agonista alfa2-adrenérgico como clonidina, que a dosis 0,6-2
mg/día reduce síntomas noradrenérgicos de la abstinencia. Alivia las náuseas, el
vómito, la taquicardia y la hipertensión, pero no mejora dolores generalizados, el
insomnio ni la búsqueda desesperada de la sustancia.
Administrar de forma combinada clonidina y metadona.
Psicoterapia: Para el tratamiento de trastornos relacionados con los opiáceos, todas las
modalidades psicoterapéuticas son adecuadas. La psicoterapia individual, la terapia
conductual, la terapia cognitivo-conductual, terapia familiar y grupos de apoyo como
Narcóticos anónimos (NA)
ÉXTASIS
Él éxtasis (3, 4-metilendioxi-N-metanfetamina, MDMA) es una droga sintética
fabricada de forma ilegal, la cual es un alucinógeno y estimulante del tipo de las
anfetaminas. Se conoce como droga de diseño porque se creó con el objetivo de hacer
que la gente que la consuma tenga subidones.
En comparación con otras sustancias psicoactivas (como el alcohol, el cannabis o
la cocaína en menor medida) el éxtasis es una droga de consumo minoritario, aunque
debido a la notoriedad que alcanza en los medios de comunicación pudiera parecer lo
contrario.
Su consumo en América en el 2019 fue de 3,79%. Es una de las drogas más
populares en Europa con un consumo de 4,6% de la población. En la adolescencia, la
proporción de consumidores en este grupo de edad (14 a 18 años) tiende a disminuir
desde el año 2000, en contra de los pronósticos que aventuraban hace algunos años una
generalización del consumo entre los jóvenes españoles.
Clínica: El éxtasis se ingiere por vía oral, generalmente en forma de pastilla, tableta o
cápsula y cristales, aunque también puede fumarse, inhalarse o inyectarse. La clínica no
siempre está relacionada con el número de comprimidos ingeridos. Luego de ingerirse,
sus efectos se inician entre 30 y 60 minutos y duran seis a ocho horas aproximadamente.
Entre sus efectos están euforia, sociabilidad aumentada, alucinaciones, supresión del
apetito, nivel de energía incrementado y percepción sensorial aumentada.
Efectos Inmediatos
Sociabilidad, euforia, desinhibición.
Incremento de la autoestima.
Locuacidad.
Inquietud.
Confusión, agobio.
Taquicardia, arritmia e hipertensión.
Sequedad de boca, sudoración.
Escalofríos, náuseas.
Contracción de la mandíbula, temblores.
Deshidratación.
Aumento de la temperatura corporal o “golpe de calor”.
Efectos A Largo Plazo
Depresión.
Trastornos de ansiedad.
Trastornos del sueño.
Ataques de pánico.
Agresividad.
Trastornos psicóticos.
Flash back, con alucinaciones visuales o auditivas.