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El palo en la

rueda

mayo 09, 2019Cuando el ser humano se

acostumbra a la mentira,

después le cuesta encontrar a su propia

verdad. Se acostumbra a poner su esperanza

en el futuro, y a vivir un presente que prepara

constantemente lo que le falta al ahora. “A mí

no”... ,-dice- “a mí no me puede pasar lo que

a otros les sucede”. Y observa a esos “otros”

que no pueden alcanzar lo que él tiene. Y dice

“soy afortunado”. “Cumplo con los preceptos

necesarios para que a mí no, a mí no me

pase”. Y así uno, pedalea en su bici, en esa

dirección, observando a los lados de la

carretera a los caídos. “Lástima, les pasaré

unas monedas”. Y sigue avanzando.

Ni por su imaginación se pasa verse a sí

mismo a través de ellos. Es solo algo externo

que pareciera errado.

Quizás no supieron llevar sus vidas “como

dios manda”. Quizás lo merecen, o quizás es


mala suerte... ¿quién sabe?

Y sigue pedaleando...

-Ups!!! pataplaf!!! (ruido de alguien al caer)

Un palo se metió en la rueda de la bici. Y

mientras uno está en el suelo, con su rodilla

herida, con un dolor extrañísimo que nunca

antes sintió, con la sensación de estar en un

lugar que no le corresponde, porque “a mí no,

a mí me corresponde caminar en bici por la

carretera”... se pregunta asustado y herido...

¿dónde estoy? ¿cómo es que caí? ¿qué hice

mal?
Algunos, desde ahí, se acostumbran a fingir...

se acostumbran a hacer con que van en bici.


Quizás uno se haga selfies haciendo con que

monta... porque lo importante es que los


demás vean que sigo en bici, que yo puedo,

que pertenezco... aunque la radiografía sea


transparente, y la sonrisa del selfie sea una

expresión patética de la realidad.


"Nunca una palabra honesta... ", dice

Coldplay en Viva la
Vida. https://www.youtube.com/watch?v=-
PgNHp1ucY0

Se nos olvida asumir el suelo, la caída, la

herida... y perdemos la lágrima legítima por


una sonrisa de photoshop. Aún a sabiendas de

que todo está expuesto... ¿Dónde quedó la


verdad? Es muy dificil, entonces, relacionarse
entre máscaras que pretenden ser vistas y

admiradas. "mira lo bien que me va" ¿Dónde


quedó la realidad?

Ahí, donde extrañas las palabras honestas....

ahí estás.

Cuando el ser humano se acostumbra a la


mentira, después le cuesta encontrar su propia

verdad. Pero cuando es lo suficientemente


inteligente como para entender que la vida le

está enseñando a recuperarla, observa a los


caídos de las márgenes de la carretera y se ve

a sí mismo en ellos. Se observa a sí mismo


tras la aparición del palo en la rueda y se

descubre, y descubre la cantidad de deseos


que tiene plantados en el futuro, en un futuro

que siempre quiere más. Si uno es lo


suficientemente inteligente para aprovechar la
caída, va a encontrarse con su verdad, y con

ese constante deseo de fingirse, que le limita


la naturalidad.

La esperanza que has puesto en el futuro,

viene siempre acompañada de su inseparable


miedo a que esas expectativas no se cumplan;

sin embargo, la confianza en la vida no tiene

contrario, y en su inteligencia y su enseñanza,

siempre emite en el presente. Quizás sacar la


esperanza del tiempo, y poner confianza en el
presente, tenga efectos altamente

recomendables para aprender de la caída,

porque nos permite descubrir la conciencia

que nos está educando, y el extraordinario


golpe de libertad que viene con ella. Libre de

la imagen esclava del pertenecer, libre de caer

en el error, libre de perder y no cumplir...

libre de uno mismo, o de lo que creía ser.


Libre de la esclavitud de las metas... Ser libre

para equivocarse y nutrirse del error. Libre

para defraudar, y libre para sorprender.

¿Puede haber más grande regalo de la


existencia?

Gracias, amigo palo en la rueda...

Día 129 del año

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