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El documento critica las políticas de peatonalización del gobierno municipal de Gandia, argumentando que estas políticas están matando la vida y la economía de la ciudad. En particular, critica la prohibición de vehículos en la playa y la peatonalización planificada de la Avenida de la Paz y Carmelita Rita, diciendo que estas medidas aíslan la ciudad y ocultan sus mejores atractivos turísticos. El autor expresa esperanzas en un cambio de rumbo bajo el nuevo alcalde Prieto, pero dice no ver evidencia de decisiones que saqu
El documento critica las políticas de peatonalización del gobierno municipal de Gandia, argumentando que estas políticas están matando la vida y la economía de la ciudad. En particular, critica la prohibición de vehículos en la playa y la peatonalización planificada de la Avenida de la Paz y Carmelita Rita, diciendo que estas medidas aíslan la ciudad y ocultan sus mejores atractivos turísticos. El autor expresa esperanzas en un cambio de rumbo bajo el nuevo alcalde Prieto, pero dice no ver evidencia de decisiones que saqu
El documento critica las políticas de peatonalización del gobierno municipal de Gandia, argumentando que estas políticas están matando la vida y la economía de la ciudad. En particular, critica la prohibición de vehículos en la playa y la peatonalización planificada de la Avenida de la Paz y Carmelita Rita, diciendo que estas medidas aíslan la ciudad y ocultan sus mejores atractivos turísticos. El autor expresa esperanzas en un cambio de rumbo bajo el nuevo alcalde Prieto, pero dice no ver evidencia de decisiones que saqu
Paseaba por la playa de Gandia y al llegar a primera
línea me encuentro dos carteles: uno prohibido al paso de vehículos, y otro de aviso de la Morada. Los dos avisan que estamos entrando en zona muerta, sinónimo de apatía, aburrimiento, depresión, soledad, cierre, hastío, cansancio, desánimo, abatimiento, desaliento, melancolía, etc. Ahh! Y no me quedo corto… eran las 8 de la tarde de un viernes y conté en 1 km 2 personas, 2 personas para un paseo de dos alturas y de 50 metros de ancho. El panorama era tan desolador que quedé inmovilizado, mi mente intentaba entender en qué estaría pensando “el tipo” que hizo tal barbaridad y qué preparación tendría. ¿En los meses de invierno a quién molesta que pasen los coches? Incluso que aparquen en la puerta del comercio o del restaurante; no molestan a nadie, ¡a nadie! Muy al contrario, favorecen el movimiento y alientan a las personas a ir a primera línea y consumir. En resumen, generar economía y vida. Este gobierno vive de espaldas al mediterráneo, no les gusta el mar. ¿Cuántas veces habéis visto a Diana o a algún dirigente tomando el baño o paseando por la arena? Ya os lo digo: una o ninguna. Ellos y ellas, son más de pasear por huerta o montaña, sombrero de paja, buen vino, paella o “torrà de botifarres y xulles”. No pueden entender que a la gente les gusta ver el mar y no ir por tercera línea, viendo tendederos llenos de ropa interior y exterior. Ocultan lo mejor que tenemos. Es como invitar a alguien a tu casa y que entre por el baño o la cocina. Ni la marina dejan que pise esa cutrez de pavimento, más propia de una plaza de Albacete que de un paseo marítimo. La playa tiene un encanto que hay que exhibir y del que hay que presumir y nunca esconder, ya quisieran muchas ciudades poder disfrutar de esta bendición de Dios. Y ahora como no tenían bastante con peatonalizar primera línea, lo van a hacer con la Avenida de la Paz, desde la iglesia de San Nicolás hasta el Club Náutico, y así si alguien podía llegar, lo radican de entrada. Ya lo dice el dicho, no hay peor gestor que un inepto motivado. A esto le unimos la peatonalización de Carmelita Rita en el Centro Histórico, tapando la única entrada que queda al centro, matando ya la poca vida que le queda. Qué pecado habremos hecho los de Gandia para que el Señor nos haya castigado con estos gestores que están arrasando con la economía, con el futuro de nuestros hijos, y lo que es peor, nos están quitando la ilusión. Tenía esperanzas en el alcalde Prieto, pero no veo de momento un cambio de rumbo. Sí, más saludos, más estrategia publicitaria, más vídeos y más parafernalia, pero no veo decisiones que nos saquen de esta apática situación en la que la insulsa Diana nos ha dejado. Espero que algún día no sea demasiado tarde o demasiado caro salir de este negro túnel donde estos gurús de comedia nos están llevando.