El derecho mercantil es la rama del derecho privado encargada de regular a las personas, relaciones y actos que tienen que ver con el intercambio de bienes y servicios, es decir, todas aquellas dinámicas de intercambio comercial, es decir, los actos comerciales contemplados en la ley, así como las implicaciones jurídicas que se desprendan de ellos. En otras palabras, el derecho mercantil vela por el correcto desenvolvimiento de la actividad económica y establece el marco de intervención de los poderes públicos en caso de que fuera necesario, como en el caso de la protección a los consumidores. El sistema financiero, en particular, se encuentra fuertemente vigilado, dadas las enormes sumas de dinero que moviliza. El derecho mercantil es una rama clave del ejercicio jurídico para perseguir la justicia y la equidad económica, y combatir la corrupción y el delito económico, al poner reglas claras y normativas para todo acto comercial. Ventas, compras, alquileres, fundaciones empresariales, todo pacto financiero y económico de intercambio de bienes constituye la base del flujo de las riquezas en las naciones, más aún en las épocas de la globalización económica. 2. Concepto y Contenido: Como tal, el derecho mercantil es una rama del derecho privado, el cual rige todas las relaciones entre particulares y el Estado. Dentro de esas, es posible distinguir las que se dan entre comerciantes, es ahí donde entra el protagonista de este contenido. El objetivo principal del derecho mercantil son las dinámicas de intercambio de bienes y servicios, o mejor llamados, actos comerciales, así como todas y cada una de las implicaciones jurídicas provenientes de estas mismas. Un ejemplo simple de la aplicación del derecho mercantil lo constituyen los acuerdos y regulaciones comerciales internacionales, que regulan y protegen el flujo de materia prima, bienes manufacturados y otros bienes y servicios entre una región geográfica y otra. Estos tratados internacionales financieros y de libre comercio forman parte del derecho mercantil internacional. Otro ejemplo posible lo constituyen los pagarés y compromisos de pago, que son documentos legales firmados por las partes involucradas en los que se adquiere ante la ley y la justicia un compromiso de pago, como pago de prestación de servicios o de bienes recibidos. Al ser tantas las dinámicas comerciales que regula el derecho mercantil, este se divide en ocho ramas con la finalidad de regir de mejor manera cada uno de los actos comerciales. Estas son las más comunes: - Derecho bancario: El derecho bancario se dedica a la regulación y revisión de las entidades bancarias y financieras, regulando actos de comercio como las firmas de contratos, depósitos, créditos y más. - Derecho cambiario: A la rama del derecho que rige todo lo relacionado con los títulos de valor, así como los cheques y pagarés. - Derecho societario: Dentro del ámbito de estudio y regulación del derecho societario se encuentran todas las normas relativas a sociedades y formas de asociación, así como sus beneficios y socios. - Derecho de la competencia: Cuando hablamos de derecho de la competencia nos referimos al conjunto de normativas creadas para garantizar un mercado justo para los consumidores, productores y empresas. - Derecho de propiedad industrial: El encargado de proteger la innovación tecnológica industrial, así como todas las creaciones e invenciones, es el derecho de propiedad industrial. - Derecho concursal: Todas las normativas referentes a concursos de acreedores y deudas provenientes de una relación comercial de compra o venta son estudiadas y analizadas por el derecho concursal. - Derecho contractual: Al hablar de derecho contractual nos referimos a la rama del derecho encargada de regular los contratos y los derechos y obligaciones surgidos de estos. - Derecho marítimo y aéreo: Por último, el derecho marítimo y aéreo es el responsable de regular todos los intercambios de bienes y servicios dados mediante las rutas marítimas y aéreas comerciales. A. Derecho Comercial en la Antigüedad: Si bien es cierto que el derecho mercantil tiene por objeto regular las relaciones comerciales, el comercio y el derecho mercantil no surgieron simultáneamente. El comercio, entendido como el intercambio de bienes o servicios tiene su origen en el trueque. En un principio, el intercambio tenía por objeto el consumo, pero con el paso del tiempo, el truque se hizo más complejo de tal forma que el intercambio ya no sólo tenía por objeto satisfacer una necesidad básica de alimento o vestido, sino que además se podía realizar con el propósito de obtener una ganancia. Es en este momento en el que se hizo necesaria una unidad común de intercambio, dando como resultado a la moneda. La aparición de la moneda hizo una revolución y un desarrollo enorme en las actividades comerciales y a la edad antigua misma, sin embargo, a pesar de ese gran desarrollo, las actividades comerciales no fueron reguladas por normas especiales, sino que se regían por las mismas bases o normas de los todos los contratos comunes. Por lo tantos, en la edad antigua no se reconocía como tal, el derecho mercantil o comercial, como lo reconocemos hoy en día. En Roma, existían algunas normas que regulaban específicamente aspectos de la actividad comercial, pero se trataban de normas de carácter civil. Este conjunto de normas regulaba las relaciones jurídicas entre los ciudadanos sin hacer una distinción de los actos jurídicos basada en el comercio. Los aspectos del comercio e Roma se dividían en: - Normas Sustantivas, las cuales a su vez se dividía: Echazón por avería: Éste era un instrumento jurídico regulado por la Lex Rhodia de Iactu. La echazón por avería consistía en repartir entre todas aquellas personas que tenían un interés en una embarcación que había sufrido un percance, la pérdida sufrida por los propietarios de las mercancías que habían sido arrojadas al mar para salvarlo; esta repartición se hacía en proporción a su interés. Phoenus nauticum o préstamo a la gruesa: Al igual que la echazón por avería, el préstamo a la gruesa también era un mecanismo jurídico para hacer frente a los riesgos que comúnmente se corrían en el comercio marítimo. El préstamo a la gruesa consistía en un contrato por medio del cual una de las partes se obligaba a entregar una suma de dinero a otra, ésta última a su vez se obligaba a devolver el principal más intereses al finalizar el viaje, sólo si su regreso era exitoso. Si la embarcación no regresaba como consecuencia de una catástrofe, entonces la obligación de regresar el principal de la suma prestada más intereses quedaba extinguida.
- Normas Adjetivas que se dividían:
Acciones adjetitiae qualitatis: actio excersitoria y actio institoria: El derecho romano regulaba al mandato como un contrato por medio del cual el mandatario actuaba en nombre del mandante por su propia cuenta, de tal forma que el mandatario quedaba obligado a responder con su patrimonio frente a terceros. La actio institoria era una acción en contra de los actos del administrador que actuaba en nombre del propietario de un negocio. La actio excersitoria era una acción en contra de los actos del capitán que actuaba en nombre del propietario del barco (el armador). Como se puede apreciar, estas normas regulaban sobre todo las actividades de comercio marítimo, esto se debe a los riesgos que implicaba llevar a cabo una empresa en el mar, ya que siempre cabía la posibilidad de que alguno de los barcos naufragara.