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Ya no sabes qué hacer.

No te vale el yoga. Tampoco las buenas intenciones, y lo


de dormir de forma placentera se acaba al sonar el despertador. Lo intentas. Te
autoconciencias, pero no falla: en cuanto te quitas las legañas, el bufido que emites
deja a tu perro sin aliento. Odias las mañanas. Esto es así igual que para hacer pollo en
pepitoria necesitas pollo.

¿Eres de los al oír el despertador te asalta la frase «5 minutos más»? Lo cierto es que
levantarte con energía y una actitud positiva es imprescindible para hacer de tu día algo
bueno. Así que vamos a enseñarte a que cambies de actitud porque por más que te den
rabia las mañanas, no puedes quedarte en la cama todos los días remoloneando.

¿Cómo solucionarlo? Olvídate de levantarte a las tres de la tarde. Así, eliminarías el


problema de raíz, claro está, pero no es plan, ¿no crees? ¡Que tienes responsabilidades!
Tan solo debes incorporar a tus hábitos pequeños gestos que te harán cambiar de
opinión. ¿Quieres probar?

Guía para amar las mañanas


Ten la siesta en el horizonte

La siesta es vida (una de las escasas verdades universales). ¿Que las obligaciones solo te
permiten cerrar los ojos diez minutos? Suficiente. En ese tiempo te da hasta para soñar.
Mientras llega la hora de ese esperado paréntesis, sueña despierto con ese momento.
Esa recompensa a corto plazo convertirá tu mañana en más llevadera.

Muévete

A ver, tampoco te pongas a sudar como cuando haces zumba. Estírate mientras se


prepara el café o baila con la canción de cabecera de los dibujos que ven tus pequeños.
Menear el cuerpo oxigena tu sangre y reduce tus niveles de estrés, con lo que afrontarás
las mañanas con máxima relajación.

Abraza y besa

Achuchones por doquier. Esa es la fórmula de la felicidad, que, a su vez, te sirve para
aliviar la tensión en las primeras horas del día. ¿Existe una terapia mejor? Si iniciar el
día con energía pasa a ser un hábito, empezarás a cogerle cariño a las mañanas. Estamos
dispuestos a retarte…

Piensa positivamente

«Hoy va a ser un gran día» debe ser la primera frase que pronuncias al comienzo de
una nueva jornada. Repítela varias veces mientras te arreglas para ir a trabajar ¡y se
cumplirán tus pronósticos! Siendo positivos tenemos la mitad del camino recorrido.

Establece objetivos

Planifica tus primeras horas del día desde que abres los ojos. Este gesto te servirá
para sentir que las mañanas no están ahí puestas por el ayuntamiento, sino que sirven
para algo: para cumplir tus metas.
Lo que escuchas y lo que comes

Todo lo anterior podrás hacerlo con más garantías si te rodeas de la mejor compañía. Y
esta vez no nos referimos ni a tu pareja ni a tus hijos, sino a la música. Los beneficios
que aporta a la salud son más de los que imaginas. Favorece la producción de
endorfinas y evita la sensación de angustia. Así que prepara tu lista de temazos para
cada día de la semana. Sube el volumen en tu ducha… y anímate a cantar. Ya pedirás
perdón a los vecinos en el ascensor…

El desayuno de los campeones

Y si existe otro placer indiscutible en esta vida, es la comida (mira, otra verdad
universal). Así que prepárate un desayuno de campeonato: zumito, tostadas, mermelada,
cereales y café. Y no, no te preocupes por la dieta, deja de atiborrarte en la cena, ¡y
listo! Que por algo dice tu madre que el desayuno es la comida más importante del día.
No solo te servirá para dar envidia a tus seguidores de Instagram, sino para llenarte el
buche y afrontar con fuerzas lo que queda de día.

La felicidad no es exclusiva de la noche del viernes, arranca cada mañana cuando


despiertas. Con estos consejos apuntarás un nuevo mandamiento: «Amarás las mañanas
sobre todas las cosas».

La banda sonora de tus mañanas

¡Hombres G y Voy a pasármelo bien!

Hoy me he levantado dando un salto mortal


Echado un par de huevos a mi sartén
Dando volteretas he llegado al baño
Me he duchado y he despilfarrado el gel
Porque hoy, algo me dice
Que voy a pasármelo bien

Sé que tengo algunos enemigos


Pero esta noche no podrán contar conmigo
Porque voy a convertirme en hombre-lobo
Me he jurado a mí mismo que no dormiré solo

Porque hoy, de hoy no pasas


Y voy a pasármelo bien

Voy a cogerme un pedo de los que hacen afición


Me iré arrastrando a casa con la sonrisa puesta
Mañana yo sí puedo dormiré la siesta
Pero esta noche no, esta noche no

Esta noche, algo me dice


Que voy a pasármelo bien

Bueno, vamos a ver


Que encontramos en esta agendilla de teléfonos
Nunca se sabe
Marta, María del Mar, Ana, Elena, estará
No sé, pero voy a pasármelo bien

Hoy me he levantado dando un salto mortal


Me he quitado el pijama sin usar las manos
Dando volteretas he llegado al baño
Le he dado buenos das a mis padres y hermanos
Porque hoy
Hoy no sé porqué, pero voy a pasármelo bien

Voy a pasármelo bien


Voy a pasármelo muy bien
Muy bien, muy bien
Y voy a pasármelo bien
Muy bien, muy bien, muy bien

Y voy a pasar, voy a pasármelo bien


Hey, hey, muy bien
Voy a pasármelo bien
Hey, hey
Hey, hey, muy bien
Y voy a pasármelo bien
Hey, hey, muy bien

Muy bien

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