Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Escuela de Letras
Comisión: B
Turno: Noche
Esto la lleva a discutir la sentencia de San Pablo sobre el silencio de las mujeres
en la Iglesia: en la iglesia primitiva, dice Sor Juana, las mujeres se enseñaban doctrinas
unas a las otras en los templos, y el rumor de conocimiento confundía a los apóstoles
cuando predicaban. Por eso Pablo las llamó a callar.
[...]y es que en la Iglesia primitiva se ponían las mujeres a enseñar las doctrinas unas a
otras en los templos; y este rumor confundía cuando predicaban los apóstoles y por eso
se les mandó callar; como ahora sucede, que mientras predica el predicador no se reza
en voz alta. No hay duda de que para inteligencia de muchos lugares es menester mucha
historia, costumbres, ceremonias, proverbios y aun maneras de hablar de aquellos
tiempos en que se escribieron, para saber sobre qué caen y a qué aluden algunas
locuciones de las divinas letras (De la Cruz, 2006, p.16).
Así, denuncia cómo «a partir de una circunstancia concreta y dada, se erigió un
dogma autoritario y eterno, una ley trascendente sobre la diferencia de los sexos»
(Ludmer, 1985, p.6). Y todo esto, en palabras de Sor Juana, «pide más lección de lo que
piensan algunos que, de meros gramáticos, o cuando mucho con cuatro términos de
Súmulas, quieren interpretar las Escrituras y se aferran del Mulieres in Ecclesiis taceant,
sin saber cómo se ha de entender» (De la Cruz, 2006, p.17). En este caso, la estrategia
de resistencia de nuestra autora consiste en partir de su lugar asignado y aceptado, para
cambiar «no sólo el sentido de ese lugar, sino el sentido mismo de lo que se instaura en
él» (Ludmer, 1985, p.6).
Conclusión
En la Nueva España del siglo XVII, las opciones para las mujeres eran el
matrimonio o el claustro. La elección del claustro por parte de Sor Juana fue también
una estrategia que le permitió poder estudiar, algo que la había apasionado desde niña y
en lo que había centrado todos sus esfuerzos. Por lo tanto, sin intenciones de extrapolar
un concepto tan contemporáneo como el de «feminismo», sí es posible pensar su voz
como única y diferente de la del resto de las mujeres de su época en general, y de las
monjas en especial. Partiendo de su propia experiencia, y a través de una brillante
combinación de acatamiento y transgresión, sentó las bases para la construcción de otro
sujeto femenino del saber y defendió su condición de mujer y erudita.
A lo largo de este trabajo se ha intentado analizar cómo la voz narrativa de Sor
Juana Inés de la Cruz, en su Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, se erige como una
forma de resistencia ante el discurso de la autoridad. La autora advierte que aceptar el
lugar de subalterno asignado implica la posibilidad de subversión y cambio. Por
consiguiente, se apropia de este lugar y, desde allí, entreteje distintas estrategias que le
permiten decir (incluso callando) lo que, de otra manera, le estaría prohibido.
Referencias bibliográficas
Amorós, C. (1985). «Aristóteles: la legitimación genealógica de la filosofía». En Hacia
una crítica de la razón patriarcal. Anthropos.
Ludmer, J. (1985). «Las tretas del débil». En P. González y E. Ortega (comp). La sartén
por el mango. El Huracán.
Sor Juana Inés de la Cruz (2006). Respuesta a Sor Filotea de la Cruz. Biblioteca virtual
universal.
Zanetti, S. (1998). «Estudio preliminar». En Sor Juana Inés de la Cruz, Primero Sueño
y otros textos. Losada.