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ORESTIADA DE ESQUILO
Argumento del libro "La Orestiada" de Esquilo.
Cada tragedia posee su unidad propia, pero existe una
unidad superior que a todas las une y las conforma
magistralmente. El tema es común es la sangre con que
se rescata la sangre derramada.
Agamenón
Tienen por argumento el asesinato del rey de Mecenas
(hijo de Atreo y Aerope), valeroso atraída vencedor de
Troya, por su esposa Clitemnestra, con la complicidad de
su amante Egisto, primo hermano de Agamenón.
Egisto trata de ocupar su puesto. Se inicia con la escena en el que el vigía, en lo alto del palacio,
espera la fogata que a de anunciar la caída de Troya; diez años han pasado en su echo y cuando al
fin descubre a lo lejos la iluminaria, su alegría solo dura un instante, porque conoce los abominables
secretos de la casa y sabe del culpable amor entre Clitemnestra y Egisto.
Llega Agamenón y Clitemnestra lo hace pisar tapetes de purpura a pesar de la moderación
recomendable a los victoriosos Aqueos.
La esposa lo había matado después de haberle preparado el baño. A su lado yace también el
cadáver de Casandra.
Clitemnestra que le motivo del crimen ha sido la venganza porque Agamenón sacrifico a su hija
Ifigenia, también porque ante los muros de Troya deseo a Crispida y por qué en la nave, no tuvo
reparos en compartir su lecho con la profeta troyana Casandra.
Las Coeforas
Representa la venganza de Orestes, hijo de Agamenón instigado por Apolo y por su hermana Electa.
Orestes mata a Egisto y a la propia Clitemnestra.
A causa de su crimen es perseguido por las erinias (divinidades vengativas nacidas de la tierra
regada de la sangre de Urano, cuando este fue mutilado por Cronos).
Sus nombres eran Alecto, Tisifone y Megera. Ellas causaron la desgracia de Agamenón que sacrifico
a su hija Ifigenia, alentaron a Clitemnestra para que mate a su marido y persiguiera a Orestes
después que asesino a su madre. Por antífrasis llamadas las Euménides divinidades propicias.
Comienza con el encuentro y reconocimiento entre Orestes y su hermana Electra, Orestes había
sido desterrado desde su infancia y se encontraba confiado a Estrofia de Fócida, rey de Crisa.
El coro manifiesta que una orden de palacio los ha enviado a hacer las liberaciones sobre la tumba
de atraída, Orestes y Electra invocan al espectro del padre y le pido ánimo para la venganza.
Así Orestes disfrazado de focense se presenta en la casa real diciendo que tiene noticias del
fallecimiento de Orestes. Esto no era más que una estratagema.
La abnegada Nodriza Cilisa que le salvo la vida a Orestes cuando era pequeño, aun a costa de su
propio hijo y en circunstancias que Egisto pensaba matar al pequeño vástago De Agamenón, se
puso triste.
Ella llama a Egisto para que oiga de los labios del extranjero focense la noticia, Egisto por su parte
estaba confundido, pues, el con sus propias manos había dado muerte al hijo de Agamenón cuando
era niño pero no se percato que la abnegada Cilisa había puesto a su propio hijo en la cama en
remplazo del pequeño Orestes.
Orestes mata a Egisto en dicha circunstancias y luego se dirige donde. Esta, le suplica y le enseña el
pecho que lo amamanto.
Orestes duda pero Pildes le recuerda el mandato de Apolo y Climnestra morirá en el mismo lugar
donde Orestes había matado a Egisto.
El esfuerzo ha sido excesivo para el protagonista y a punto de perder la razón, solo tiene tiempo de
declarar que a obrado según la estricta justicia.
Cuando se dispone a salir ve a unas mujeres vestidas de negro y con muchas serpientes enrolladas
en la cabeza. Son las erinias, las furias, que han llegado en su busca. Solo el, Orestes, las puede
ver, por lo cual huye rápidamente, estas se alimentan de sangre humana.
Las Euménides
Orestes protegido por Apolo huye de Delfos a Atenas, en donde será juzgado por el Areópago
(significa colina de Ares) que Atenea establece especialmente para la circunstancia.
La diosa Atenea buscara los jueces para el tribunal escogiendo entre los ciudadanos más dignos de
Atenas. Las Euménides (coro de erinias) amenazan a Orestes diciéndole que ni Apolo ni la fuerza de
Atenea lograran salvarlo.
Orestes había llegado al areópago y se había abrazado a la estatua de Atenea en busca de ayuda.
En tanto, instalado el tribunal, Apolo manifiesta que participara como testigo ya que Orestes cometió
el crimen por instigación suya. Las acusadoras erinias (que están representadas por el coro) asen el
uso de la palabra pero señalan que Clitemnestra había cometido un doble crimen.
Ante las palabras elocuentes y sustentadoras de Orestes, Atenea invita a los jueces a emitir un
sufragio equitativo.
Además señala que este tribunal; el arto pago dictara para siempre sus sentencias al pueblo de
Egea (toda Grecia) en casos de crímenes cometidos .
Realizado el sufragio, Atenea es la última en emitir su voto y lo hace a favor de Orestes.
Finalmente los jueces cuentan los votos a favor de la absolución o el castigo de Orestes.
Atenea: el acusado queda absuelto de su delito; el número de votos es igual por ambas partes
(ocurre que para que Orestes salga libre de culpas había bastado con que obtenga, la mitad de los
votos). Sin embargo, Atenea con su boto había dirimido a favor de Orestes.
Así las erinias se convertirán en la protectora de Atenas, en Euménides (benévolas). Atenea las
apacigua ofreciéndoles desde ya los eternos honores que les harán los ciudadanos atenienses, en
caso de aceptar.
Las Euménides aceptan y desean la paz, una larga vida y prosperidad a Atenas.
Zombie Tweets
Hace un par de días en nuestra página de
facebook nos pidieron que escribiéramos
una obra de zombis o vampiros por eso hoy
les traemos una de muertos vivientes. Es
un guion corto y cómico, además como
se basa en tweets y estados de
facebook se puede alargar tanto como
quieran. Espero que les guste.
Personajes:
Gabriel (lleva una pistola en la mano)
Carla (lleva una mochila)
Narrador: En pleno apocalipsis zombie Carla y Gabriel luchan por sobrevivir, desde que escaparon
de sus casas no han hecho más que correr, hoy los encontramos dentro de un hogar ajeno,
escondiéndose en un cuarto. Lo único que parece recordar que alguna vez la humanidad estuvo viva
es el internet, que por alguna razón sigue funcionando y está saturada de gente tanto como alguna
vez lo estuvieron las calles.
(Gabriel y Carla entran en escena, él patea dramáticamente la puerta del cuarto y se asoma dentro
para asegurarse de que no haya zombies, cuando se da cuenta de que es seguro hace una señal a
Carla quien todo este tiempo ha estado mirando la pantalla de su Blackberry)
Autor: Sófocles
Género: Tragedia
Ubicación: Tebas, Grecia
Personajes: Edipo, rey de Tebas; Sacerdote; Creonte,
hermano de Yocasta; Coro de ancianos de Tebas;
Tiresias, anciano adivino y ciego; Yocasta, esposa de
Edipo y viuda de Layo; Mensajero primero; Mensajero
Segundo.
SINTESIS LITERARIA
Edipo es considerado por los ciudadanos de Tebas como un gobernante muy sabio y magnánimo,
famoso por su gran capacidad para resolver enigmas, y muy querido por haber salvado a la ciudad
de muchas calamidades, entre otras, la esfinge y el pago de impuestos. Considerado por todos y
considerándose a sí mismo íntegro, sin culpa, el rey Edipo decide descubrir al asesino de Layo, su
antecesor, quien fuera asesinado, según el decir del pueblo, por una banda de asaltantes. Al regreso
de Delfos, a donde fue a consultar a Febos, Creonte informa a Edipo en presencia de todos, de la
necesidad de descubrir al asesino y castigarle con la muerte o la expulsión, como condición de
salvar a la ciudad de la catástrofe y retornar a la normalidad. Muy bien intencionado, el rey Edipo
pronuncia una sentencia muy severa para el que sea descubierto culpable. Pero en la búsqueda del
esclarecimiento de la muerte de Layo, un anciano adivino no-vidente es traído ante el rey y la
concurrencia, y bajo presiones de Edipo, se ve obligado a publicar el enigma que descubre al mismo
rey como el único responsable del asesinato. Además el enigma develado por el anciano también
plantea el cumplimiento en la persona de Edipo, de una anterior profecía de un oráculo, la cual
establecía que Edipo seria el asesino de su propio padre y que se casaría y tendría hijos con su
propia madre, que vagaría errante por el mundo, ciego y despreciado por la gente.
OBJETIVO DE SOFOCLES EN LA OBRA “EDIPO REY”
El objetivo de Sófocles en la obra “Edipo Rey”, es plantear que la justicia divina (en este caso de
Zeus) se cumple exactamente tarde o temprano, a pesar de la aparente imposibilidad de la
concreción real de las sentencias de los oráculos, de los cuales -según se deja entrever en esta
obra- algunas personas ya empezaban a dudar. Por otra parte, también se pretende plantear la
inefabilidad del Destino, como ente rector de la vida.
¿QUIEN ES EDIPO?
De acuerdo con la obra de Sófocles, Edipo es un rey magnánimo, sabio, justo e íntegro, víctima de
una maldición de un oráculo. Edipo llego a Tebas huyendo de dicha maldición, donde se proclama
rey al casarse con la viuda de Layo, el rey asesinado.
El oráculo planteaba que el hijo de Yocasta (esposa de Layo) daría a luz un hijo (Edipo,
precisamente), el cual daría muerte a su propio padre, contraería matrimonio con su madre, con
quien procrearía hijos, por lo que seria condenado a vagar errante, como un mísero no vidente,
expulsado de su tierra.
El destino se plantea en esta obra como la fuerza rectora de la vida del ser humano, como un
designio de los dioses, sobre el cual los “efímeros mortales” (tal y como las deidades se refieren a
los humanos) no tienen ninguna influencia, sino más bien están supeditados a su inefable e infalible
fatalidad.
Los dioses de la cultura griega antigua son ante los humanos todopoderosos e inmortales, pero con
la característica particular de que experimentan pasiones igual que los mortales, actuando
generalmente de acuerdo con los conflictos derivados de éstas, involucrando muchas veces a seres
humanos en sus contiendas.
En esta obra, como en todas las tragedias griegas del periodo clásico, los seres humanos son
simples instrumentos de los dioses, sin que puedan evadir los designios divinos, ni la fatalidad del
destino, a pesar de cualquier inteligencia o esfuerzo que se oponga.
La casa de Bernarda Alba
Resumen
La señora Bernarda Alba es viuda por segunda
vez a sus 60 años. Tiene cinco hijas a las que
quiere imponer un luto de ocho años, pero la
mayor tiene 39 años y la más pequeña 20, lo
que significa que están en edad de merecer.
La mayor de ellas, Angustias, está siendo
pretendida por un chico del pueblo, pero este
chico desata pasiones entre las mujeres.
Personajes
Bernarda Alba: Es la matriarca de la familia.
Es una mujer muy dura y tirana por encima de
todo le importan las apariencias.
Poncia: Es una criada que ha estado muchos
años al servicio de la señora Bernarda. Su madre fue prostituta, por lo que el trabajo en la casa de la
señora Bernarda es prácticamente un privilegio.
Angustias: De 39 años, es la hija mayor de Bernarda Alba.
Magdalena: 30 años. Es menos sosa que Amelia, pero es un personaje sin chispa. Es la que más
quería al padre.
Amelia: 27 años. Es la hija más tímida y asustadiza de las cinco.
Martirio: 24 años. Está muy resentida y traiciona a su hermana. Tuvo la oportunidad de casarse con
un chico del pueblo, pero su madre no dio el visto bueno.
Adela: 20 años. Es la más rebelde. También es la más joven y, al ver el camino que llevan sus
hermanas, intenta transitar otro camino, aunque en su caso sea fatal.
Resumen extenso
Acto 1
Se inicia con la muerte del segundo marido de Bernarda Alba. Las campanas están doblando por el
finado y, mientras tanto, las dos criadas de la casa, la Poncia y otra, hablan sobre la dureza de la
patrona. El pueblo va a casa de Bernarda a dar el pésame, aunque a ella no le gusta nada por las
molestias que le causan.
Las hermanas hablan sobre la herencia que les ha dejado el padre. La que mejor sale parada es
Angustias, la mayor, por ser primogénita. Además, tiene la suerte de que Pepe el Romano la
pretende. Evidentemente, el chico, que tiene unos 25 años, está interesado en ella por el dinero. La
madre les impone a las hijas un riguroso luto de ocho años por la muerte del padre, lo que significa
que tienen que bordar y permanecer en casa la mayor parte del tiempo sin poder hablar con
hombres, excepto Angustias, porque su matrimonio puede estar cerca.
Adela, la hija más rebelde, libera a la abuela, María Josefa, que está encerrada porque se le va la
cabeza. La pobre mujer se encara a Bernarda y le dice que quiere casarse para largarse de allí.
Todas se ríen de la pobre vieja.
Acto 2
Todas las hermanas, salvo Adela, están cosiendo el ajuar para la boda de Angustias. Adela no
duerme bien y tiene dolores de tripa. Se comenta que Pepe el Romano y Angustias se ven en la reja
y aquel se marcha a su casa alrededor de las 12 y media, pero la Poncia y Martirio, que es una chica
muy envidiosa, saben que se va más tarde.
Más adelante, Angustias sale hecha una furia porque alguien le ha robado una fotografía de Pepe
que guardaba debajo de su almohada. Desde luego, todas las papeletas las tiene Adela, pero ha
sido otra la hermana que se la ha escondido: Martirio. Ella dice que simplemente quería gastar una
broma, sin ningún tipo de malicia. Pero Poncia sabe que entre las chicas hay rencores pasados y las
hormonas y el deseo mal llevado les juega muy malas pasadas. Además, Martirio estuvo pretendida
por un chico de la familia Humanes, pero el cortejo no prosperó porque la madre no dio el visto
bueno.
El acto se cierra conociendo la falta de una muchacha del pueblo, que está embarazada sin estar
casada, lo que incendia la opinión pública. Adela es la única que suplica clemencia para ella.
Acto 3
Una vecina se apunta a una cena en casa de Bernarda Alba y le pregunta a Angustias cómo le va la
boda. Después de la cena, la madre le pide a Angustias que hable con Martirio sobre lo ocurrido con
el retrato para que hagan las paces. Alguien le pregunta a Angustias si esa noche va a ver a su
prometido, pero ella dice que no está en el pueblo.
Esto es, obviamente, mentira. Adela tiene ganas de quedarse toda la noche fuera alegando su
fascinación por los astros, pero Bernarda manda a todas las chicas a dormir. Las criadas se quedan
hablando, como en la primera escena, sobre los sucesos de la casa, los amoríos, los
comportamientos de las chiquillas... hasta que Adela las interrumpe. No esperaba que ellas
estuvieran despiertas, pero se excusa en que tenía sed. Aún así, sale al exterior. Martirio,
sigilosamente, va detrás de ella.
Y se descubre el pastel. Adela vuelve con el pelo revuelto y las enaguas manchadas, lo que desata
la ira de Bernarda Alba que pide una escopeta para matar a Pepe. Adela sale corriendo y se encierra
en el corral, donde se suicida. Su madre la encuentra e insiste que su hija ha muerto virgen.
Los 3 vagos
El rey, en sus agonías planea la decisión de quién
lo seguirá cómo rey, pero para ser justo decide
saber ¿quién es su hijo más vago? pues será este
el que tome las riendas del mandato.
Personajes
Rey
3 hijos
BILLETERA PARLANTE
Con andar presuroso desciende por la escalera. Una corriente de aire cálido de denso hedor a grasa
de maquinaria y goma quemada, hace aún más pesada la puerta para entrar al metro.
Ruperta toma asiento frente a un señor de cabello negro, crespo; que la mira de reojo. A su lado un
anciano detiene la mirada en las grietas de sus manos. El niño del costado tararea una canción, la
de la izquierda está entregada totalmente a vencer su combate entre ella y el mundo de la Nintendo.
Sube un pasajero declama varios versos de su cosecha, pasa la gorra. Otro confiesa en alta voz
tener sida, aboga porque le regalen algo para llenar el vacío de su estomago.
La señora del fondo abre su bolso, saca una crema que unta sobre sus manos. El joven parado junto
a la puerta contempla su imagen reflejada en el cristal, con mirada dulce comenta la hermosura de
su rostro y la buena combinación del atuendo que escogió. Un grupo de muchachos se intercambian
algunos pasos de baile urbano con movimientos electrónicos al compás de un ritmo punzante y
pegajoso.
Ruperta repara en los zapatos de cuanta persona alcanza su vista, sus ojos se detienen en esos
de color marrón con punta hacia arriba, luego en otro par rojo con un lazo que reposa en el empeine,
ligeramente uno queda frente al otro reprochándole algo de su aspecto. Los de cordones apretados
tienen un aspecto de pocos amigos, aquellos de tacón bajo, se ven tan relajados que apenas
sostienen el pie. El par verde acharolado erguido hacia adelante, se apoya solo en la punta, el talón
descansa sobre una lanza de seis centímetros y los pies murmullan ¡Libertad para dos pobres
apretados!
Junto a sus zapatos, Ruperta, encuentra algo parecido a un libro pequeño con pastas de cuero.
No hay nadie sentado a su lado, prefiere no detenerse. La curiosidad la domina y recoge aquello que
tanto la distrae.
No es un libro de época, como los que se encuentran en las tiendas de antigüedades, tampoco un
estuche de manicure. Es una billetera con tarjetas de crédito e identificaciones personales.
Siente pena por quien la perdió, «reponer todos los documentos es siempre engorroso».
Cuando ella tramitó los suyos, encontró dos largas filas, una para miembros de
la comunidad económica europea y otra para extra comunitarios. Se atendían solo los primeros
veinte turnos, que eran repartidos cada mañana antes de comenzar la jornada. Aquella vez durmió
con sus hijos afuera de la oficina, tuvo suerte, era verano.
Dos policías suben al vagón, se pasean con sospecha de arriba abajo.
La imagen de la billetera le flota pesantemente en su cabeza, no sabe que es mejor, si entregar, tirar
o quedarse momentáneamente con ella. Esconde su rostro juntando la barbilla al pecho y su mirada
tropieza con el titular de un artículo: "Europa castigará con 18 meses de prisión a los
indocumentados".
La historia se repite -piensa- en tiempos no muy lejanos, no ser ario significaba imposibilidad para
encontrar trabajo, persecución, creación de campos de concentración, la muerte en la cámara
de gas.
Con la gloria se olvidan las memorias, dice un viejo proverbio.
¡Que corta resulta a veces la memoria humana!
Trata de distraerse para disimular su ansiedad. Decide entregar la billetera, contar minuciosamente
lo ocurrido.
Busca su cédula, no la encuentra, la olvidó al cambiar de cartera, cuando salió de casa.
Sus manos la traicionan, le comienzan a temblar. El ritmo de su respiración aumenta.
-¡Ahora sí! -piensa- ¿quién me creerá todo esto?
Los policías se aproximan, uno jala de un pastor alemán que lo lleva y trae hacia los costados. El
perro jadea y ladra al oír el sonar de un móvil.
El metro hace su parada. Ruperta va a salir a toda velocidad, cuando una anciana le pide la hora;
mira nerviosamente su reloj, contesta. Se cierran las puertas, dejan un ligero viento delante de sus
narices, queda su imagen informe por el espesor de los cristales.
El perro huele cada rincón. Los policías dicen a un joven que baje los pies del asiento, este contesta
con alza voz. El perro ahora mueve la cola, mientras juega con la pelota que un niño deja caer.
Unas monjas susurran oraciones, el rezo se dilata, se hace eterno, sin variación en el tono.
El perro deja de ladrar, queda frente a ellas moviendo la cabeza, tratando de entender esa
frecuencia lineal.
Ruperta siente que un relámpago viaja desde su nuca, estalla en sus nalgas y retumba sobre sus
sienes, llevándola a una de sus memorias.
Se observa sentada delante de una mesa con alguien al frente que le pregunta cuál es el sueño de
su vida.
Ruperta la mira sin entender el motivo de lo dicho por la empleada y contesta maquinalmente:
«Quisiera hacer un espectáculo donde bailarines, actores, músicos, artistas de varias partes del
mundo, nos unamos en una oda a la vida»
Su interlocutora la contempla y continúa en inglés:
-¿Qué esperas de este trabajo?
-Sentirme útil.
-¿Y tu experiencia laboral?, agrega la empleada.
-He hecho entrevistas invadiendo telefónicamente espacios íntimos.
He vendido pompas de ilusión en una empresa llamada La ilusión del buen vivir; un producto que al
tacto se desmorona, es efímero como las pompas de jabón.
Cuando lo tienes brinda un placer indescriptible, te crees importante y el delirio de poder te lleva a
acumular objetos, productos en tu despensa, llenar tu ropero. Comprar, comprar, comprar, en aras
de la felicidad. Pero no basta. Deseas más y más pompas. Te conviertes en un adicto a la ilusión del
buen vivir. Se detiene el metro, abre las puertas, Ruperta escucha que es su parada, duda si bajar o
no. Aprieta manos, mandíbulas. Junta los dientes unos sobre otros. Las orejas las siente calientes,
gotas de sudor aparecen debajo de su nariz, sobre su frente, algunas ya se deslizan.
Se pregunta nuevamente « ¿bajo? », cierra los ojos buscando una respuesta y ante el temor de que
cierren las puertas, sale rápido.
Ruperta aun con la billetera en manos, busca el teléfono de la persona entre sus documentos, marca
el número; mientras lo hace, recuerda que su acento es diferente. Cuelga.
-¡Mi billetera! -le reclama una señora.
Ruperta, sin escape alguno, no lo puede negar; ella la tiene. Dirige su rostro hacia aquel reclamo.
-¡Démela! -le dice con tono insistente.
Es la anciana que le preguntó la hora en el metro, cuando sus pies imploraban libertad.
Resumen
Comentario:
Ami me parece que la obra es muy romántica porque se trata de amor pero el problema de todo eso
es el egoísmo de sus familias
Moraleja:
Es que debemos luchar por el amor pase lo que pase aunque haya problemas con la familia o con
cualquier hombre
Resumen del Argumento de El Principito
El relato del viaje del principito comienza con una introducción del aviador, el cual nos muestra su punto de vista
del mundo de los adultos. Utilizando un lenguaje
sencillo explica que se siente como un niño que ha crecido.
Cuenta que cuando era pequeño dibujaba boas de la selva que
habían engullido a un elefante pero ningún adulto llegó nunca a
entenderlo, pensando que se trataban de sombreros.
Si uno dice a los adultos: "Vi una bella casa de ladrillos rosas, con geranios en las ventanas y palomas en el
techo..." no logran imaginársela. Hay que decirles: "Vi una casa de cien mil francos." Entonces exclaman: "¡Qué
lindo!"
El principito le explica que quiere el cordero para que coma los arbustos de su planeta y así evitar que
crezcan árboles baobabs. Si creciera un baobab sus enormes raíces acabarían destrozando el planeta. El
principito reflexiona sobre lo importante que es cumplir con las obligaciones diarias, antes de que se acumulen, y
crezcan como los baobabs y sea totalmente imposible deshacerse de los problemas que generan.
A veces no hay problema en dejar el trabajo para después. Pero en caso de tratarse de baobabs, es siempre
catastrófico.
Un día el principito se da cuenta de que el cordero puede comerse a la rosa, y le pregunta al aviador por qué lo
hacen, aunque las rosas tengan espinas. Como el aviador se encuentra muy ocupado arreglando una pieza del
motor, y preocupado porque casi no queda agua, se ofusca con el principito y le dice que tiene que ocuparse de
cosas serias. Entonces el principito argumenta lo importante que es para él su flor.
Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar en los millones y millones de estrellas, eso basta
para que se sienta feliz cuando las mira. Se dice: "Mi flor está allá en algún lado..." Pero si el cordero se come la
flor, es para él como si, de golpe, ¡todas las estrellas se apagaran! ¡Y eso no es importante!
A raíz de lo ocurrido el principito comienza a narrar la razón por la que se fue de su planeta y cómo fue su viaje.
Un día nació en el planeta del principito una flor diferente a las demás. Era coqueta y vanidosa, y pedía
constantemente la atención del principito. Él le procura toda clase de atenciones pero no consigue entenderla, lo
que finalmente provoca que abandone su planeta aprovechando una migración de pájaros salvajes. Al despedirse
de la flor, ella le pide perdón por haber sido tan tonta, pero le recuerda que él también lo fué.
Así es cómo el principito comienza su viaje, pasando por diferentes planetas donde habitan personajes solitarios,
hasta llegar a la Tierra. Llega a un asteroide donde conoce a su único habitante, el rey. Él le dice que gobierna
todo el universo, pero cuando el principito le pide ver una puesta de sol, el rey le explica que solamente se puede
ser un buen monarca si se piden cosas que son razonables y que por tanto esperé a la tarde. Pero el principito se
marcha. Llega al planeta del vanidoso. El vanidoso sólo quiere que el principito le apluda y halague, lo cual él
hace durante un rato pero se acaba aburriendo y decide irse, no sin antes complacer al vanidoso quien le pide que
le diga que le admira por ser el hombre más guapo, rico y mejor vestido del planeta.
Al marcharse del planeta del vanidoso, el principito llega al planeta del bebedor, que bebe para olvidar que
siente vergüenza por beber. El círculo vicioso en el que se encuentra el bebedor le causa una gran pena al
principito. Decide abandonarlo y así llega al planeta del hombre de negocios, el cual lleva toda su vida dedicado a
contar las estrellas con el fin de poseerlas. El principito no puede entender la utilidad que tiene dedicarse a
poseer las estrellas.
Yo poseo una flor que riego todos los días. Poseo tres volcanes que deshollino todas las semanas. Porque
deshollino también el que está apagado. Nunca se sabe. Es útil para mis volcanes, y es útil para mi flor, que yo los
posea. Pero tú no eres útil para las estrellas.
El siguiente planeta que visita es el del farolero. Enciende y apaga su farol cada minuto, porque su planeta gira
muy rápido. Sin embargo el principito respeta mucho al farolero, porque es el único que hasta el momento, no
se ocupa solamente de sí mismo, y aunque le gustaría ser su amigo, se va del planeta porque no hay sitio para los
dos. Así es como llega al último planeta que visita antes de llegar a la Tierra. Es el del geógrafo, un planeta diez
veces más grande que los anteriores. El geógrafo se dedica a recibir a los exploradores y registrar sus
descubrimientos, pero no explora por él mismo. Así que aunque tiene un planeta muy hermoso, no sabe si en él
hay océanos, ciudades o ríos porque no se ha levantado de su escritorio nunca. El geógrafo se interesa por el
planeta del principito, y él le explica que tiene volcanes y una flor. Pero el detalle de la flor no es importante ya
que según el geógrafo no se recoge información sobre las cosas efímeras. El principito no sabe lo que significa que
algo sea efímero. Cuando consigue entenderlo se siente muy arrepentido de haber dejado su planeta y a su flor
sola.
Como el geógrafo le recomienda visitar la Tierra, el principito se dirige allí. Al llegar conoce a la serpiente del
desierto que le cuenta que es más poderosa que el dedo de un rey ya que puede devolver a la tierra de donde ha
venido a quien toca. También le dice que podría devolverlo a él a su estrella porque es puro.
Me pregunto si las estrellas están iluminadas para que cada uno pueda algún día encontrar la suya
El principito comienza a recorrer el desierto. Se sube a la cumbre de una montaña, pero no ve nada más que
más picos afilados, lo que le lleva a pensar que toda la Tierra es así. Encuentra un jardín con muchas rosas y se
da cuenta de que su flor no era única en el universo.
Me creía poseedor de una flor única, y sólo tengo una rosa ordinaria. Eso y mis tres volcanes que me llegan a la
rodilla, uno de los cuales posiblemente esté apagado para siempre, no hacen de mí ciertamente un gran príncipe...
Conoce al zorro, quien le pide que le domestique porque quiere tener un amigo. Gracias a él, se da cuenta de
que su rosa es especial, porque al domesticarla la hizo su amiga. El zorro le enseña el sentido del amor y la
amistad.
Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
Tras el tiempo pasado con el zorro el principito tiene un encuentro con un guardagujas y un vendedor de
píldoras que quitan la sed. Estos encuentros muestran cómo son las vidas marcadas por horarios y por
acciones repetidas.
De vuelta a la narración del aviador, en el desierto, ya no tienen casi agua y hablan sobre la posibilidad de morir
de sed. Pero el principito cree firmemente que hay un pozo en el desierto, por lo que deciden ir a buscarlo.
Lo que hace al desierto tan bello – dijo el principito – es que esconde un pozo en algún lado.
Es como con la flor. Si amas a una flor que está en una estrella, es placentero mirar el cielo por la noche. Todas las
estrellas están floridas.
El principito se marcha al encuentro con la serpiente venenosa seguido por el aviador que pretende impedirlo.
Pero en un instante el principito queda blanco como la nieve y muere. El aviador se va y al volver al día
siguiente no encuentra su cuerpo. Al final del cuento el aviador se pregunta si el principito volvió a su planeta,
con su rosa y el cordero.
2 Personajes:
Aldana: Joven de 18 años. Ha egresado de la escuela media y se prepara para irse a
estudiar a la universidad, sola y lejos de su madre, con todos los cambios que eso
conlleva.
Sara: Mamá de Aldana. También se siente nerviosa por la nueva vida que inicia su
hija, pero trata de no demostrarlo, pues sabe que es lo mejor para ella.
ACTO I
Personajes que intervienen en este acto: Aldana y Sara.
Introducción: Aldana está por tomar el ómnibus que la llevará a su nueva ciudad y a su
nueva vida.
–Sara: ¿Todos los libros, el mapa de la ciudad, la dirección anotada por las dudas?
–Sara: (Disimulando su emoción) Es sólo el primer tiempo, después vas a estar bien.
Ahora vete, que se va a ir el autobús.
(Se abrazan)
ACTO II
Personajes que intervienen en este acto: Aldana y Sara.
Escenario: El escenario está dividido en dos: del lado derecho, la habitación del
pequeño departamento de Aldana con una cama, una mesa, una lámpara en una
mesita de noche y muchos libros. En la parte izquierda, la sala de estar de la casa de
Sara; sofás y una mesita sobre la cual hay un teléfono.
–Aldana: Esto no es para mi. Además te extraño tanto y te necesito, quiero regresar,
te extraño mucho.
–Sara: (Tose para despejar su voz entrecortada al borde del llanto) Y yo necesito que
te tranquilices porque así no puedes volver a estudiar.
–Aldana: Es que ésto no es como lo imaginaba, pensé que iba a ser una buena
experiencia y desde que llegué no hago más que extrañarte y sentirme sola y
frustrada.
–Sara: (Haciéndose la fuerte) Nadie dijo que sería fácil hija. Los cambios nunca son
fáciles. Acuéstate, descansa, tómate unos días y empiezas a estudiar nuevamente
para volver a rendir el examen a mitad de año.
ACTO III
Personajes que intervienen en este acto: Sara y Aldana.
– Sara: (Atiende el teléfono) ¡Aldana, hija, ¿cómo te fue?! (Con cara de decepción) Ah,
hola Rosi. No, estoy esperando una llamada de Aldana. Volvió a rendir el ingreso y
quedó en llamarme ayer después de rendir pero aún no tengo novedades. Espero que
sea porque llego cansada y se acostó a dormir y no porque le fue mal y se deprimió…
De acuerdo, luego te llamo.
–Aldana: ¡Sorpresa!
–Sara: ¡Hija!
(Se abrazan.)
–Aldana: Aprobé y quise venir a darte la noticia. Además me fuí hace unos meses
pero ya te extrañaba tanto.
(Se sientan)
–Aldana: No parecía que me extrañaras tanto, solo me decías que tenía que
quedarme allí.
–Sara: Porque sé que es lo mejor para ti, y porque sé que la única forma de crecer es
atravesando cambios y haciéndonos más fuertes.
–Sara: Yo lo sabía de antes pero tenías que darte cuenta por ti misma. Es parte del
proceso de crecer.
FIN