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ORGANIZACIÓN
PERCEPTUAL
J.
Antonio
Aznar
Casanova
INTRODUCCIÓN
Desde
antaño,
se
plantearon
numerosas
cuestiones
relativas
a
la
organización
perceptiva,
a
su
vez,
una
subárea
de
la
percepción
de
la
forma,
tales
como:
¿Percibimos
partes
separadas
y
luego
las
integramos?
o
¿Percibimos
configuraciones
globales?.
O
dicho
en
otros
términos,
¿El
procesamiento
perceptivo
opera
de
lo
particular
(detalles)
a
lo
general
(totalidad)
o
viceversa?.
En
definitiva,
el
núcleo
de
la
cuestión
se
concreta
en
el
problema
de
¿cuáles
son
las
unidades
básicas
de
análisis
en
percepción?,
¿el
todo
o
las
partes?.
Tradicionalmente,
esta
controversia
se
debatía
entre
dos
posiciones
teóricas
enfrentadas:
-‐ Por
un
lado,
el
estructuralismo
atomista,
que
proponía
un
análisis
del
estímulo
en
los
elementos
constituyentes,
que
levantó
una
fuerte
oposición
entre
numerosos
psicólogos
a
principios
de
nuestro
siglo.
-‐ Por
otro
lado,
el
holismo
de
la
Gestalt,
quien,
contrariamente,
consideraba
que
el
todo
era
superior
y
no
reductible
a
la
suma
de
las
partes
constitutivas.
Que
las
propiedades
de
la
totalidad
no
resultaban
de
los
elementos
componentes,
sino
que
emergían
de
las
relaciones
espacio-‐
temporales
del
todo.
Sostenían
que
la
percepción
se
hallaba
organizada
y
estructurada
de
modo
innato
y
postularon
un
'isomorfismo
psiconeurológico'
o
correspondencia
topológica
(de
orden)
y
no
topográfica
(de
forma)
entre
la
experiencia
perceptiva
y
'campos
de
fuerza'
neurofisiológicos.
EL
ESTRUCTURALISMO
El
iniciador
de
la
psicología
científica,
W.Wundt
(1832-‐1920),
partió
de
la
aplicación
del
método
introspectivo
y
la
auto-‐observación
al
estudio
de
los
contenidos
de
la
conciencia
en
el
laboratorio
de
Leipzig.
Para
Wundt
la
Psicología
es
ciencia
experimental
y,
por
consiguiente,
la
introspección
o
la
experiencia
se
han
de
producir
en
condiciones
controladas
experimentalmente
(Caparrós,
1980).
Distinguía
Wundt
tres
contenidos
de
la
conciencia
y
de
ahí
el
caracter
analítico,
elementarista
y
atomista
de
su
psicología:
1)
Sensaciones,
fenómenos
mentales
resultantes
de
la
elaboración
subsecuente
a
la
estimulación
de
los
órganos
de
los
sentidos.
2)
Imágenes,
sensaciones
experimentadas
sin
presencia
del
estímulo
ni
estimulación
sensorial.
3)
Sentimientos,
emociones
referidas
al
mundo
subjetivo.
Según
Wundt,
las
sensaciones
se
combinan
mediante
las
leyes
de
la
atención
y
en
base
a
determinados
principios
de
conexión
sensorial
(asociacionismo),
formando
agregados.
Las
imágenes
procedentes
de
experiencias
previas
también
forman
parte
del
agregado.
Concebía
la
percepción
como
una
mera
experiencia
inmediata
o
respuesta
consciente
y
distinguía
en
la
conciencia
el
campo
y
el
foco,
los
cuales
determinaban
los
estados
de
conciencia,
según
los
contenidos
cayesen
bajo
el
foco
de
la
conciencia
(apercepción)
o
estuviesen
fuera
de
él.
Lo
que
es
apercibido
es
lo
que
recibe
atención,
y
la
apercepción,
a
diferencia
de
la
asociación,
es
activa
y
organiza
los
variados
datos
sensoriales
en
totalidades
a
través
de
una
'síntesis
creativa'.
Toda
percepción
siempre
posee
un
significado
para
el
sujeto.
Según
su
discípulo
Titchener,
el
significado
surge
del
contexto
formado
por
las
sensaciones
e
imágenes,
algunas
de
las
cuales
forman
un
núcleo
y
otras
el
contexto.
Titchener
considera
la
experiencia
como
un
fenómeno
de
la
conciencia,
la
cual
es
la
suma
total
de
los
procesos
mentales.
Para
Wundt,
la
conciencia
era
un
flujo
permanente
en
continua
actividad
y
cambio.
Figura
1.
La
percepción
se
halla
organizada
y
estructurada
de
modo
innato,
concibiendo
un
'isomorfismo
psico-‐neurológico'
entre
la
forma
subyacente
a
los
procesos
neurofisiológicos
y
las
experiencias
perceptuales.
Dichos
procesos
son
entendidos
como
'campos
de
fuerza',
que
interactúan
y
mantienen
un
equilibrio
del
que
resulta
una
totalidad
o
configuración;
al
ser
un
campo
una
unidad
dinámica,
el
cambio
de
una
parte
modifica
a
las
demás.
Este
campo
perceptivo
queda
determinado
por
una
serie
de
leyes
(superiores
a
la
centena)
que
han
sido
sistematizadas
(Por
ejem.,
Allport,
1955;
Forgus,
1972)
en
un
reducido
número.
LA
ORGANIZACIÓN
PERCEPTUAL
Los
psicólogos
de
la
Gestalt,
al
rechazar
el
estructuralismo-‐atomista,
que
presuponía
la
suma
de
elementos
más
simples
para
formar
una
percepción,
postulaban
la
acción
de
unas
fuerzas
organizativas,
las
cuales
determinaban
que
el
todo
fuese
algo
más
y
distinto
de
la
suma
de
las
partes.
Las
investigaciones
que
utilizaban
el
Ganzfeld
(campo
homogéneo
de
estimulación)
habían
mostrado
que
para
que
tenga
lugar
la
percepción,
se
requiere
un
contraste
en
la
estimulación,
cierta
heterogeneidad.
La
Psicología
de
la
Gestalt
(Koffka,
1935)
añadió
que
la
igualdad
de
estimulación
produce
fuerzas
organizativas
de
cohesión
(asimilación),
mientras
que
la
desigualdad
de
estimulación
daba
lugar
a
fuerzas
organizativas
de
segregación
(contraste).
-‐ Asimilación:
tendencia
a
minimizar
las
diferencias
entre
algunos
elementos.
-‐ Contraste:
tendencia
a
exagerar
las
diferencias
entre
algunos
elementos.
Además,
sostenían
los
gestaltistas
que
este
principio
organizativo
era
primario,
es
decir,
no
dependía
de
ni
de
la
significación
de
los
objetos,
ni
de
la
influencia
de
las
experiencias
pasadas.
Otro
gestaltista,
Rubin
(1.921),
trabajando
con
una
serie
de
figuras
ambiguas
(véase
figuras
reversibles
fondo-‐figura)
creyó
haber
demostrado
que
toda
percepción
se
basa
en
la
organización
figura-‐fondo;
puesto
que
los
sujetos
no
pueden
percibir,
en
dicha
figura
ambigua,
las
dos
figuras
a
la
vez.
Figura
2.
Figura
3.
Figura
4.
Figura
5.
Así
pues,
la
ley
más
básica
es
la
referida
a
la
relación
figura
fondo,
la
cual
conduce
a
que
un
objeto
(figura)
se
destaque
sobre
un
fondo
difuso.
Los
experimentos
de
Rubin
en
1921
demostraban
las
relaciones
entre
ambas.
Las
principales
características
que
destacó
Rubin
las
sintetizamos
en
la
siguiente
tabla:
FIGURA
FONDO
-‐
Tiene
forma,
contorno.
-‐
Es
difuso,
informe.
-‐
Sobresale
en
primer
plano
-‐
Queda
en
segundo
plano
TABLA.-‐
Resumen
de
las
características
del
fondo
y
figura
señaladas
por
Rubin
(1921).
Los
psicólogos
de
la
Gestalt
también
formularon
una
serie
de
principios
de
organización
perceptual,
los
cuales
permiten
describir
por
qué
ciertas
percepciones
resultan
más
probables
que
otras.
Figura
6.
*
Wertheimer
(1.880-‐1943),
iniciador
del
movimiento
gestaltista,
presentó
en
1.923
los
llamados:
3.1.
RINCIPIOS
DEL
AGRUPAMIENTO
DE
ESTIMULOS:
Figura
7.-‐
Principio
de
proximidad
(espacial).
-‐
Principio
de
similitud:
en
igualdad
de
condiciones,
los
elementos
estimulares
más
semejantes
tiende
a
percibirse
formando
parte
de
un
mismo
"todo
perceptual".
Figura
8.-‐
Principio
de
similitud
(acromática).
-‐
Principio
de
buena
continuación
o
dirección:
en
igualdad
de
condiciones,
tendemos
a
percibir,
formando
parte
de
una
misma
figura,
los
estímulos
que
guardan
entre
sí
una
continuidad.
Es
decir,
se
agrupa
según
una
continuidad
suave,
más
que
según
cambios
bruscos.
Figura
9.-‐
Principio
de
la
buena
continuación.
-‐
Principio
de
destino
común:
se
perciben
formando
un
todo
los
estímulos
que
se
mueven
en
la
misma
dirección
y
a
la
misma
velocidad
(movimiento
común).
La
eficacia
de
este
principio,
en
la
naturaleza,
se
pone
de
manifiesto
cuando
se
mueve
un
animal,
que
mimetiza
el
terreno
sobre
el
que
vive,
quedando
delatada
su
presencia
ante
los
depredadores.
En
otras
palabras,
mediante
este
principio
se
descamufla
el
camuflaje.
En
la
Figura
que
sigue,
se
muestra
a)
un
estímulo
camuflado
sobre
una
textura
visual,
y
b)
El
estímulo
aislado
(sin
textura).
Sólo
cuando
se
desplazan
todos
los
puntos
de
B
sobre
dicha
textura,
se
revela
su
presencia.
Figura
10.
Los
gestaltistas
aplicaron
su
concepción
global
a
todo
el
conocimiento
humano,
según
ellos,
el
hombre
tiene
una
percepción
global
de
todo
el
universo,
del
mundo.
Esta
visión
del
mundo
es
subjetiva,
a
veces
muy
arbitraria
y
hasta
prejuiciada,
como
así
reflejan
los
siguientes
refranes
de
la
mal
llamada
sabiduría
popular:
-‐
Dime
con
quién
andas
y
te
diré
quién
eres.
Refleja
la
tendencia
a
agrupar
a
las
personas
de
acuerdo
con
el
principio
de
proximidad.
-‐
De
tal
palo
tal
astilla.
Refleja
la
tendencia
a
agrupar
a
las
personas
de
acuerdo
con
el
principio
de
semejanza
o
similitud.
Incluso,
a
veces,
la
tendencia
a
asimilar
personas
distintas
que
tienen
el
mismo
nombre.
-‐
Cree
el
ladrón
que
todos
son
de
su
condición.
Refleja
la
tendencia
a
agrupar
a
las
personas
en
función
de
la
costumbre,
experiencia
pasada,
familiaridad
con
los
datos,
etc.
3.2.
PRINCIPIOS
DE
ORGANIZACION
DE
LAS
TOTALIDADES:
Figura
11.
Figura
12.
Figura
13.
Los
principios
más
relevantes
son:
Figura
14.
Figura
15.
-‐
Principio
del
tamaño
relativo:
en
igualdad
de
condiciones,
el
área
estimular
más
pequeña
tiende
a
articularse
como
figura.
Sobre
este
principio
sólo
existen
demostraciones
fenomenológicas,
no
pruebas
experimentales.
-‐
Principio
del
área
envolvente
y
envuelta:
el
área
envolvente
suele
articularse
como
fondo,
y
el
área
envuelta
como
figura.
También
este
principio
carece
de
apoyo
experimental.
-‐
Principio
de
simetría:
en
igualdad
de
condiciones,
las
áreas
simétricas
tienden
a
articularse
como
figuras
y
las
asimétricas
como
fondo.
Estos
tres
últimos
principios
se
ilustran
en
la
siguiente
Figura:
Figura
16.
En
cambio,
para
los
Gestaltistas,
la
constancia
es
primaria,
se
da
en
la
experiencia
inmediata
del
perceptor
y,
por
consiguiente,
no
debe
ser
algo
secundario
a
explicar,
sino
que
son
los
elementos
o
partes
constituyentes
los
que
son
puras
abstracciones
teóricas,
en
cuanto
no
se
hallan
presentes
en
la
experiencia
fenomenológica.
En
otros
términos,
para
los
estructuralistas
los
datos
primarios
son
los
elementos
y
lo
secundario,
obtenido
por
aprendizaje
asociativo,
es
la
constancia
del
tamaño,
forma,
color,
etc.;
mientras
que,
para
la
psicología
de
la
Gestalt
la
experiencia
fenomenológica
de
la
constancia
es
el
dato
primario
organizado
y
estructurado,
los
elementos
son
derivaciones
secundarias
segregadas
por
abstracción.
CRÍTICAS
A
LA
PSICOLOGÍA
DE
LA
GESTALT
Entre
las
críticas
que
fueron
formuladas
a
esta
concepción
de
la
Psicología
destacaremos
cuatro:
En
primer
lugar,
los
gestaltistas
no
probaron
sus
leyes
experimentalmente,
ya
que
utilizaban
el
método
fenomenológico,
consistente
en
mirar
la
figura
y
verla
por
sí
misma.
Evidentemente,
esto
no
nos
informa
del
proceso
perceptivo
implicado
en
la
organización
perceptual,
ni
precisa
los
parámetros
de
las
leyes,
¿a
qué
distancia
han
de
estar
dos
elementos
para
que
actúe
la
ley
de
la
proximidad?,
¿cuán
parecidos
han
de
ser
para
que
intervenga
la
ley
de
la
semejanza?,
etc.
Por
esta
razón,
las
leyes
de
la
Gestalt
no
podían
ser
aceptadas
más
que
como
simples
descripciones
de
los
fenómenos
de
agrupamiento,
pero
con
escaso
valor
explicativo.
Investigaciones
más
recientes
(I.
Rock,
1973;
Pomerantz,
1981;
Kubovy
y
Pomerantz,
1981;
Palmer,
1982;
Humphreys,
1984;
Ginsburg,
1986;
etc.),
desde
la
aproximación
perceptual
(cognitivo),
desde
la
aproximación
psicofísica
y
desde
la
I.A.
(Inteligencia
Artificial)
se
están
ocupando
de
ello.
La
segunda
crítica,
también
dirigida
hacia
las
leyes
del
agrupamiento
perceptual,
sitúa
su
blanco
en
el
hecho
de
que
estas
leyes
sólo
las
aplicaron
a
representaciones
bidimensionales
de
estímulos
geométricos
y,
en
ningún
momento,
fueron
aplicadas
a
objetos
sólidos
tridimensionales
de
la
vida
real.
¿Qué
leyes
intervienen
en
estas
condiciones,
determinando
nuestra
percepción
de
totalidades?.
La
tercera
crítica
apuntaba
al
citado
'isomorfismo
psiconeurológico'
que
postulaban.
Experimentalmente,
desde
la
neurofisiología
no
se
ha
encontrado
la
menor
evidencia,
de
este
supuesto
responsable
de
la
organización
perceptual.
Finalmente,
la
cuarta
crítica
se
dirige
hacia
la
idea
de
que
sólo
intervienen
las
experiencias
pasadas
y
las
interpretaciones
de
los
datos
sensoriales
cuando
el
estímulo
no
se
halla
claramente
estructurado
o
es
ambiguo
(nubes,
manchas
de
tinta,
etc.).
Tampoco
considera
la
influencia
del
contexto
en
la
percepción,
informándonos
de
qué
patrones
son
más
probables
de
hallar
en
cada
contexto
particular.
Figura
17.
No
obstante,
es
preciso
destacar
que,
en
el
momento
presente,
existe
un
creciente
y
renovado
interés
por
el
punto
de
vista
gestáltico
y
la
problemática
que
plantearon,
si
bien
ahora
se
abordan
desde
una
metodología
experimental.
Buena
prueba
de
ello
son
los
trabajos
de
prestigiados
autores,
tales
como
Beck
(1982),
Pomerantz
(1981),
Garner
(1974
y
1981),
etc.