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EL JUEGO DE LOS DUCTOS

“ Yo soy el lobo solitario, merodeo en muchos países”

( Canción de guerra de los indios, sioux, apaches y otras tribus)

La importancia vital que reviste la energía es una realidad incuestionable y


motivo de muchos de los acontecimientos de mayor trascendencia del siglo
XX, y tal parece que en lo que va de este siglo el control de la misma seguirá
siendo una fuente incuestionable de poder estratégico. Relacionar las guerras
con el petróleo no es algo nuevo.
Actualmente por día se requiere en el mundo la energía equivalente a 210
millones de barriles de petróleo. De la energía mundial necesaria, el 38 %
proviene del petróleo para lo cual se requieren 75 millones de barriles al día de
crudo; 22% es del gas natural equivalente a 46 millones de barriles; 26% de la
energía proviene del carbón; 7% de la energía nuclear; y el restante 7% de la
energía hidráulica, eólica y otras. El destino de esta energía es: un 20 % en
transporte; 30 % para iluminación, refrigeración, calefacción, uso domestico,
comercio, etc, y el resto, para la industria.
El 12 % de la extracción mundial de petróleo lo produce Estados Unidos, o
sea, 9 millones de barriles diarios; no obstante consume el 25 % del crudo
mundial, o sea 20 de los 75 millones de barriles diarios que se producen en el
mundo. Por tanto, tiene que importar 11 millones para cubrir sus necesidades.
Sus proveedores son: México 1.600.000 barriles diarios de crudo,
Venezuela 2 millones, y el resto, de los países árabes. Al ritmo actual de
producción EE.UU. tiene petróleo para 11 años, en conclusión si tuviera que
producir todo lo que consume, tendría petróleo para 4 años, importa millones
de barriles al día y demanda urgentemente garantizarse el acceso a los
mercados de crudo.
Actualmente el mapa petrolero del mundo se distribuye de la siguiente forma:
el 65% de las reservas mundiales de petróleo se encuentran en el Medio
Oriente; 7% en Venezuela: otro 7% en África (Argelia, Libia y Nigeria); y el 5%
en Rusia. El gas natural: el 28 % está en Rusia; 9% en el Golfo Pérsico; otro
9% en el Mar del Norte (Holanda, Noruega e Inglaterra); 7% en Canadá; y otro
7% en África ( Argelia y principalmente Nigeria).
En el caso del Continente Americano, la estrategia de EE.UU. es crear un
bloque energético petrolero a nivel continental dentro del Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA).
La región del Mar Caspio, donde Asia Central confluye con el Cáucaso, tiene
reservas de petróleo estimadas entre 40.000 y 200.000 millones de barriles.
Las reservas probadas de Kazajstán alcanzan los 22.000 millones de barriles,
cantidad que podría eventualmente llegar hasta los 110.000 millones.
Azerbaiyán tiene unas reservas comparables a las de todo el Mar del Norte. Es
además un crudo de alta calidad, ligero, con muy poco azufre, y se halla a poca
profundidad. En cuanto al gas natural, el volumen de reservas se estima entre
7 y 10 billones de metros cúbicos, un 200 % más que las del Mar del Norte, y
equivalentes a la mitad de las reservas de Irán.

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Desde el punto de vista energético el Caspio es posiblemente la tercera
región en importancia en el mundo, después de Rusia y del Golfo Pérsico que
cuenta con 660 mil millones de barriles. Representa además treinta y tres
veces más del valor calculado del petróleo en la vertiente septentrional de
Alaska. El Mar Caspio puede ser, el Golfo Pérsico del siglo XXI.
El mar Caspio tiene dos zonas de campos petrolíferos: una está bajo el mar
al este de Bakú, la capital de Azerbaiyán;la otra está en Tengiz, al otro lado del
mar Caspio, en el país de Kazajstán.
EL petróleo y el gas del Mar Caspio no son los únicos depósitos de
hidrocarburos en esta región. Se calcula que Turkmenistán tiene 159 trillones
de pies cúbicos de gas natural (la cuarta reserva del mundo). Se sabe que
tiene 1,5 billones de barriles de petróleo, pero podría tener hasta 32 billones.
Otros campos de gas y petróleo en los países adyacentes de Uzbekistán,
Kazajstán, Tayikistán y Kirguistán, aumentan las potenciales reservas
energéticas. De ahí el interés de controlar el puente europeo asiático y por
tanto la comercialización de la zona.
El que controle la región del Caspio creará un balanza al Golfo Pérsico
porque abrirá una nueva fuente de energéticos al mercado mundial. Para
Estados Unidos es una forma de reforzar el control capitalista occidental de
todos los estados productores de petróleo.
La política energética de EE.UU. se sintetiza en una frase del presidente
George Bush, “Necesitamos más independencia energética. Está en juego la
seguridad nacional”. No es que EE.UU. necesite el petróleo del Mar Caspio
para abastecer su propia industria; pero le interesa controlarlo porque otros
países necesitan ese petróleo y el control del petróleo da el control de los que
lo necesitan y es un pilar central del imperio moderno.( De hecho la mayoría de
los países del tercer mundo se abastecen de petróleo importado).
Paralelamente con esta cruzada por el control de los recursos petroleros,
Michel Klare, profesor de Hampshire, en un reciente libro “Guerra por los
recursos: geopolítica global en el siglo XXI ”, a subrayado que, en el Mar
Caspio el control de los recursos hidroeléctricos será clave, específicamente,
el control del Tigris-Eufrates, que fluyen desde Turquía hasta Rusia, Irak, Irán,
parte de India y Pakistán, definirán el desenlace de los sucesos en Asia
Central.

Geopolítica del Mar Caspio y Asia Central

La Bahía del Mar Caspio ha sido una fuente de petróleo y gas natural desde
tiempos remotos. La religión Zoroástrica con culto al fuego se instituyó en las
orillas occidentales del Caspio, donde los seguidores de Zoroastro construían
templos alrededor de pilares de fuego alimentado con el gas natural de la zona.
A lo largo del siglo XIX, la Rusia zarista y el imperio británico pelearon por
Afganistán y Asia Central. Episodio que el poeta Rudyard Kipling bautizó como
“El gran juego”. Este cruce de intereses culminó con el reparto de los despojos
del Imperio Otomano y configuró la nueva geopolítica de la región hasta
abarcar incluso la zona del Golfo Pérsico.

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Con el triunfo de la revolución rusa en 1917, los países del Mar Caspio y
Asia Central, fueron incorporados a la Unión Soviética. Durante la II Guerra
Mundial, Hitler lanzó la Operación Blau en un esfuerzo por controlar la riqueza
de los campos petrolíferos del Mar Caspio.
Durante la época soviética las Repúblicas del Caspio exportaban la mayor
parte de su petróleo y gas para uso dentro de la Unión Soviética y los países
signatarios del Pacto de Varsovia.
En 1991 con el colapso de la Unión Soviética, su crisis económica, política
y militar, las Repúblicas del Caspio se declararon independientes abarcando
un vasto arco de Eurasia, asumiendo una importancia global totalmente nueva.
Como resultado, Rusia perdió la mitad sur de lo que fuera el territorio
soviético, esto trajo aparejado innumerables problemas en las ex repúblicas
soviéticas. Si bien las fronteras internas fueron declaradas intocables, la
utilización de los ríos, de los mares internos, de los puertos y de las carreteras
de uso común, fueron objeto de controversias. La división del Mar Caspio y la
definición de su régimen jurídico sigue siendo una de las herencias de la época
soviética que no ha sido resuelta.
La región se extiende hacia el este desde Azerbaiyán, cubriendo los cinco
países conocidos como las Repúblicas de Asia Central ( Turkmenistán,
Uzbekistán, Kazajstán, Tayikistán y Birguizistán).
El Mar Caspio posee una longitud de 1.127 kilómetros y cinco países
comparten su litoral marítimo: Rusia, Azerbaiyán, Kazajstán, Turkmenistán e
Irán.
Por ser un mar interior, el Caspio jamás se rigió por la ley marítima
internacional y sus aguas fueron compartidas por la ex Unión Soviética e Irán
según los Tratados firmados en 1921 y 1940.
A raíz del derrumbe de la Unión Soviética y la aparición de tres estados
independientes, Irán sugirió que el Caspio fuera dividido en cinco partes
iguales, de modo que cada estado litoraleño obtuviera el control de 20 % del
mar. Según los tratados de 1921 y 1940, Irán controla sólo el 13% del Caspio,
por lo cual una división en partes iguales lo beneficiaría. Pero sus vecinos post-
soviéticos no están de acuerdo con esa fórmula.
Rusia controla actualmente el 19 % del mar – según la longitud de su costa –
y también ganaría de una división en partes iguales. Pero Kazajstán, que
controla actualmente el 29 % del Caspio, y Azerbaiyán, con 21 %, se opusieron
a la idea. Rusia modificó su postura inicial, su última propuesta es delinear los
límites del lecho del mar, pero no las aguas.
Estas y la superficie seguirán siendo compartidas, mientras que el lecho
debería dividirse según el principio de igual distancia o de línea media, de
acuerdo a la longitud de la costa, así lo entiende Víctor Kalyuzhny, viceministro
de Asuntos Exteriores de Rusia, este mismo funcionario a admitido que las
jurisdicciones sobre el Caspio no podrán determinarse sin el consenso de los
cinco países.
El 23 de julio de 2001, se produjo un serio incidente entre un acorazado
iraní y una embarcación azerbayiana de investigación a quién se le ordenó,
que dejara de buscar petróleo en el Mar Caspio. El barco el Geofizik-3, fue
alquilado por el gobierno azerbayiano a la empresa petrolera BP con el fin de
explorar un prometedor yacimiento, ubicado en aguas generalmente
consideradas como propiedad de Azerbaiyán.

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Esto fue considerado como una provocación por parte de Estados Unidos,
pero Irán enfocó la atención sobre la disputa de cómo trazar los recursos del
Caspio entre los cinco países que hacen frontera con el mar interior. Los
iraníes están exigiendo una mayor participación de la que están dispuestas a
dar las ex repúblicas soviéticas .
Uno de los temas más importantes es la inestabilidad de los nuevos Estados
nacidos de las antiguas Repúblicas Soviéticas, que comparten con Rusia e Irán
las aguas de ese mar. Especialmente si se tiene en cuenta la importancia de
los intereses políticos y económicos que están en juego en la zona, que es
objeto de interés por parte de las principales potencias.
La situación política de las ex -repúblicas soviéticas de Asia Central, según
el director de la Fundación para la Defensa de la Glasnot, puede clasificarse
como de” retorno al feudalismo” . Cinco presidentes con aires monárquicos
gobiernan de una manera que dista mucho de la apertura democrática que
debería haber seguido a la caída del socialismo. No es extraño, si se toma en
cuenta que los presidentes de Uzbekistán, Kazajstán y Turkmenistán son
antiguos miembros del Comité Central del Partido Comunista de la Unión
Soviética, en tanto que los mandatarios de Tayikistán y de Kirguizistán
proceden de los cuadros medios de la nomenclatura comunista.
Los cinco conservan el estigma de la antigua democracia popular; los
mismos llegaron a su puesto con el sospechoso 90 por ciento de los votos. Y
los cinco aplican un estilo de gobierno autoritario que en muchos casos llega al
franco desconocimiento de las libertades constitucionales nacionales.
Durante los últimos diez años los Estados Unidos han estado apoyando esos
gobiernos y abriendo las puertas para inversiones provechosas de compañías
de los EE.UU.
Otra de las particularidades de la región del Caspio es su lejanía de los
mares abiertos, y de los centros industriales, además de encontrarse en zonas
políticamente inestables, y en el corazón del Islam. Para explotar los pueblos y
los recursos de la región se necesitan enormes oleoductos y gasoductos que
recorran cientos de kilómetros de montañas y desiertos, de ahí la cuestión
sobre quién construirá los nuevos oleoductos y gasoductos, hacia dónde irán,
y quién cobrará las regalías. Un factor clave de la estabilidad mundial es el
suministro ininterrumpido de petróleo a los mercados internacionales.
La existencia de grandes reservas de petróleo en una región sobre la que
pende la amenaza de un desborde de la influencia de islamismo radical, viene
generando, un gran temor por parte de las empresas petroleras multinacionales
a la hora de hacer inversiones sumergidas. Es sabido que la inestabilidad
política y las guerras civiles son dos de los principales factores de disuasión a
la hora de evaluar dónde construir un oleoducto.
El trazado de los oleoductos y gasoductos se convierte así en una cuestión
extremadamente politizada. Primero, porque ese trazado determinará qué país
o países podrán influir decisivamente en el futuro sobre la seguridad del
abastecimiento de recursos energéticos del Caspio al resto del mundo. Y
segundo, porque los oleoductos dejarán importantes beneficios a los países
que atraviesen.
. La llave política en el centro de Asia está en el desarrollo económico de las
ex –repúblicas soviéticas Turkmenistán, Azerbaiyán, Kazajstán y Uzbekistán y
Kyrgizistán, las cuales figuran entre las regiones más pobres de la antigua

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Unión Soviética, las mismas intenta vigorizar sus magras economías, tratando
de seducir a las multinacionales petroleras impulsando la construcción de
gigantescos ductos que lleven la energía a los mercados de Europa y Asia.
Avde Kuliyev, Ministro de Relaciones Exteriores de Turkmenistán dijo en
1991 “ No tenemos idea de quién nos comprará el gas ni cómo lo pagarán”
Michel Klare, autor citado anteriormente, dice:”la intención real de Estados
Unidos al actuar en el área es proteger la ecuación que coloca el petróleo en
manos amigas”.
En el Senado de los Estados Unidos en 1997, la experta en energía del
Consejo de Seguridad Nacional, Sheila Heslin, declaró: “Nuestra finalidad
concreta es promover la independencia de esos países ricos en petróleo,
esencialmente para romper el monopolio que tenía Rusia sobre el transporte
petrolero desde aquella región y, con franqueza, para promover la seguridad de
la energía occidental diversificando el suministro”.
Bill Richarson, secretario de Energía de Estados Unidos, declaró el 18 de
diciembre de 1999:”No es simplemente otro negocio importante de petróleo o
gas natural ni es simplemente un oleoducto más. Se trata de proyectar los
intereses de seguridad nacional de Estados Unidos, es decir, de nuestra visión
estratégica del futuro del Caspio”.
La Corte Suprema de Estados Unidos ha determinado que una corporación
estadounidense tiene los mismos derechos que un ciudadano particular, de
acuerdo con las disposiciones de la 14° Enmienda a la Constitución. Por lo
tanto el gobierno de Estados Unidos tiene intereses en cualquier parte del
mundo donde se encuentren empresas estadounidense.
En esta economía globalizada con figuras jurídicas nuevas o con maquillaje
nuevo, la determinación de lo que es y no es una corporación estadounidense
es cuestión de interpretación. Muchos intereses comerciales resultan ser
intereses gubernamentales y, por extensión, intereses militares.
La administración del presidente Eisenhower resolvió en la década del 50
que, el acceso al petróleo internacional era cuestión de interés estratégico
para los Estados Unidos y que las leyes antitrust no se aplicaban a las
corporaciones petroleras internacionales.

LAS CAMINOS DE LA SEDA NEGRA

“Es muy evidente que los energéticos del Caspio son un tema candente en
los países occidentales, y algunos de ellos buscan excluir a Rusia del juego y
socavar sus intereses. La “ guerra del oleoducto” es parte del juego”.
Boris Yeltsin, Presidente Ruso, 1998

Si los oleoductos se dirigen hacia el norte, a Europa, a través de Rusia, esta


recuperará el control del Caspio y los europeos tendrán una fuente de
energéticos que no controla Estados Unidos. De acuerdo a lo dicho por Igor
Sergiyev, secretario de defensa de Rusia en 1999, “La estrategia de Estados
Unidos hacia Rusia busca debilitar su posición internacional y sacarla de

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regiones de importancia, estratégica del mundo, sobre todo, la región del
Caspio, Transcaucasia y Asia Central”.
Si los oleoductos se dirigen al oeste, de Bakú (Azerbaiyán) al puerto
mediterráneo de Ceyhan, a través de Turquía, Estados Unidos controlará el
petróleo y a los que lo necesiten.
Si se optara por dirigir los oleoductos hacia el sur, a través de Irán, la
contención de Irán se suspendería, y en este caso la región del Cáucaso sería
una extensión terrestre del Golfo Pérsico, no un región petrolera competitiva
separada.
Si Estados Unidos construye oleoductos hacia el sur, a través de Afganistán
a Paquistán, Rusia pierde el control de las Repúblicas de Asia Central y
Estados Unidos aumenta el poder sobre los países que lo requieran,
especialmente Paquistán e India. China-poblada por los mismos grupos étnicos
de Asia Central - a su vez pretende asegurar su convulsionada región de
Xinjiang y alimentar su demanda de energía para respaldar su acelerado
crecimiento económico.
Todas las rutas cuestan billones, y cada ruta posible desde el fondo del Mar
Caspio – oeste, sur, suroeste y este – se encuentran con dificultades políticas
muy serias.

La Ruta del Norte o Rusa

En la actualidad, todo el petróleo y gas del Mar Caspio, se saca a través de


un oleoducto de la era soviética que corre hacia el norte, desde Bakú, la capital
Azerbaiyana, hasta el puerto ruso de Novorossik, en el Mar Negro. Rusia a
propuesto que el principal oleoducto de exportación sea construido paralelo a
esa línea, en lugar de a lo largo de Turquía, como desea EE.UU.
En 1997, el Consorcio del Mar Caspio, incluyendo las corporaciones
Chevron, Mobil, Lukoil de Rusia, y las compañías estatales de Omán y
Kazajstán, acordaron en invertir U$ 2 mil millones en la construcción de un
oleoducto desde Kazajstán, atravesando Rusia, hasta alcanzar Novorossik . El
oleoducto a través de Rusia permitiría que las naciones del Mar Caspio
siguieran sometidas a Moscú.
El viejo oleoducto desde Bakú, a través de Chechenia, hasta Novorossik se
encuentra en malas condiciones debido a los dos largos años de guerra entre
chechenos y rusos. Existen informes de que los chechenos lo han explotado
como fuente de petróleo gratis, la misma fuente a dicho que los chechenos
han puesto más de 100 canillas en la línea, empleándolas para desviar el
petróleo hacia sus propias refinerías clandestinas para luego vender nafta
barata en su capital, Grozny. En el presente es el único oleoducto regional
totalmente operacional.

La Ruta del Oeste o Transcaucásea

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La compañía de Operaciones Internacionales de Azerbaiyán es el primer
consorcio internacional constituido en Azerbaiyán. Las compañías
estadounidenses participantes controlan el 39 % por ciento del consorcio,
(Amoco el 1,7%; Unocal 10%; Exxon 8%; Pennzoil 4,8%). Son también
miembros del consorcio Gran Bretaña 19,0%; Azerbaiyán 10,0%; Noruega
8,6%; Japón 3,9%; Turquía 6,8% y Arabia Saudita con el 1,7%.
Azerbaiyán a ofrecido a los inversionistas extranjeros condiciones más que
ventajosas, los aspectos legales y económicos de los contratos se regirán por
lo normado en los mismos los cuales a su vez son aprobados por el
Parlamento, recibiendo así fuerza de ley . Se les ha concedido el derecho a
deducir los costos de inversión y de explotación de los ingresos de la
producción de crudo. En caso de producirse un conflicto que no se pueda
resolver satisfactoriamente de acuerdo a la legislación azerbaiyana o británica,
se aplicarán las leyes de la provincia canadiense de Alberta. Como corolario de
este formalismo, se obtendrían así sentencias irrevocables.
Al gasoducto existente de Bakú-Grozny-Novorssisk, se le anexó la
construcción de una línea adicional desde Bakú, atravesando Georgia hasta
llegar al puerto de Supsa en el Mar Negro. Transportará el petróleo que pasaba
por Chechenia y Daguestán, como consecuencia se puede sacar el petróleo
producido en Azerbaiyán, independientemente del conflicto de Chechenia, es
una alternativa relativamente poco costosa, pues el petróleo abría de
transportarse desde Supsa en buques petroleros a través del mar Negro y el
Bósforo.
Turquía, que parece haber descubierto imprevistamente su conciencia
ambiental, dice que ya no puede soportar más el tráfico de buques cisternas a
través del ya de por sí atestado estrecho de Bósforo de 23 km de largo que
conecta el Mar Negro con el Mediterráneo y por el que hoy circulan 1,7
millones de barriles por día. En consecuencia, la única solución sería construir
un oleoducto a lo largo de su territorio. Rusia a protestado por el trazado de
este proyecto que evita completamente todo su territorio, además el oleoducto
atravesaría los dominios de muchas tribus rebeldes en las montañas.
Otro de los proyectos es establecer un oleoducto desde Bakú al puerto turco
de Ceyhan, en el Mar Mediterráneo. Las transnacionales petroleras tenían
graves dudas acerca de este proyecto, EE.UU. tomó cartas en el asunto y dijo
que la construcción de los oleoductos del Caspio no debía decidirse por los
dares y tomares de los banqueros y las compañías petroleras de Estados
Unidos y Europa, pues había que considerar los intereses geoestratégicos
globales, es decir, quién va a controlar los energéticos del mundo.
La administración Clinton, usando sus influencias y haciendo amenazas
logró que todas las demás propuestas “desaparecieran”, y que solo quedara su
propuesta del oleoducto Bakú-Ceyhán, que fuera además, el más rentable. Sin
embargo este trazado presenta serios inconvenientes que son, atravesaría
Azerbaiyán y Armenia cuya guerra Nagorno-Karabakh está en estos momentos
en un impasse, y también recorrería la parte de Turquía poblada por los
kurdos, que continuamente están en estado de insurrección.
De acuerdo a opiniones de expertos petroleros “Sale más barato transportar
petróleo por buque petrolero que por oleoducto, pero aquellos no sirven en los
Dardanelos. Es por eso que la ruta a través de Ceyhan parece tan atractiva”.

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Este proyecto con lleva un altísimo costo U$ 4 billones (el doble del costo de la
ruta Bakú-Kharg propuesta por Irán).
En noviembre de 1999, los representantes de varios gobiernos se reunieron
en Estambul, Turquía, en la Cumbre de las Organizaciones de Seguridad y
Cooperación en Europa (OSCE). EE.UU. obligó a los países de la región a dar
las garantías y financiamiento que las transnacionales pedían, luego de ello, se
concluyó un nuevo acuerdo. El presidente Clinton viajó a dar su adhesión.
Turquía, Azerbaiyán, Georgia y Kazajstán avalaron el oleoducto Bakú-
Ceyhán.
Turquía prometió sufragar los costos de construcción, más de 1,4 billones,
de su segmento del oleoducto. Así la construcción del oleoducto se volvió tan
económica, para las compañías petroleras, como el oleoducto propuesto por
Irán.
Kazajstán prometió mandar 20 millones de toneladas de petróleo anuales a
Bakú por un tubo que se construirá bajo el agua y de ahí irá a Ceyhan por el
oleoducto.
Se garantizó la rentabilidad del oleoducto que recibirá toda la producción
del Mar Caspio. El costo de dichas “garantías” lo pagarán (aparentemente) los
países de la región. Se proyecta terminar el nuevo oleoducto para el año 2004,
cuando se espera que la producción alcanzará un millón de barriles diarios.
Rumania, Bulgaria y Ucrania, desde algunas de sus respectivas ciudades
portuarias sobre el Mar Negro, afirman que podrían transportar el petróleo por
vía marítima, o a través de oleoductos, directamente hacia Europa occidental.

La Ruta del Sur o Iraní

Turkmenistán comparte una ruta muy larga con Irán, ahí hay un oleoducto
que la conecta con la frontera norte de Irán, lugar donde se encuentra la mayor
parte de la industria Iraní. Las grandes reservas de petróleo y gas de Irán se
encuentran en el sur de ese país cerca del Golfo Pérsico. Un fortalecimiento de
las relaciones Turkmenistán-Irán podría beneficiar a ambos países,
proporcionando una nueva ruta hacia Turquía, y por lo tanto a Europa, o
posteriormente al océano Indico. La ruta proyectada sería Bakú-Irán-Ceyhan,
es la mas corta, la más estable políticamente, y cruza un país con una larga
experiencia en la industria del petróleo. Irán tiene un acuerdo de “swap” de
crudo con Kazajistán, el cual abastece a través del Caspio los puertos del norte
iraní a cambio de que una cantidad equivalente de petróleo sea puesta a su
disposición en los puertos iraníes del Golfo. Pero la prosperidad de Irán es algo
no bien visto por EE.UU., en realidad la preocupación fundamental de
Washington sobre Irán es su poder, dominante natural sobre el Golfo Pérsico.
EE.UU. se opone a esta ruta debido al supuesto apoyo del estado Iraní al
terrorismo internacional.
Las compañías petroleras de otros países están haciendo caso omiso a las
sanciones y están entablando negociaciones con Irán. Las principales
compañías petroleras de varios países, incluyendo Francia (Elf Aquitaine, y
Total), Italia (AGIP), Holanda (Royal Dutch/Shell y Lmaj), España (Repsol),
India BHP, Rusia ( Lukoil, Zarubesneft y Mashinoimport) y China (Nacional de

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China), o bien han completado o están negociando acuerdos con Irán. Las
compañías norteamericanas están ejerciendo presiones en Washington para
un ablandamiento de las relaciones con Irán, y en particular el abandono de la
“Irán and Libya Sanctions Act de 1996.

La Ruta del Este o China

Las compañías petroleras están considerando la construcción de un


oleoducto Turkmenistán a Xinjiang en China, y de ahí a la red China para
servir la costa este industrializada y posiblemente Japón. El problema radica en
la gran distancia – 7000 km – y un recorrido muy accidentado. De acuerdo a un
estudio preparado conjuntamente por Mitsubishi, Exxon y China National
Petroleum, este oleoducto costaría 10 billones de dólares. China National
Petroleum abandonó recientemente un acuerdo con Kazajstán para construir
un oleoducto por desacuerdos sobre el costo. De todos modos China está muy
seriamente interesada en los recursos de hidrocarburos del Mar Caspio y ha
mostrado también sus interés en una conducción al Mar Arábico, con vistas a
importar gas y oil en barco.

La Ruta Suroeste o Afgana

La ruta más corta y barata para la exportación de petróleo Turkemeno pasa


por Afganistán y hay planes importantes de compañías de los EE.UU.
Turkmenistán, Uzbekistán, Afganistán y Paquistán acordaron en 1997 la
construcción de un gigantesco oleoducto del Asia Central atravesando las
regiones menos montañosas del sur de Afganistán hacia Pakistán y los
mercados de la India. El consorcio del Gasoducto del Asia Central se creó con
Unocal (47% EE.UU.), Delta Oil (15% Arabia Saudita), Gobierno de
Turkmenistán (7%), Itochu Oil Exploration (6,5% Japón), Indonesia Petroleum
(INPEX), Hyundai Engineering and Construction (5% Corea) y The Crescent
Group (3,5 Paquistán). Unocal lideraba el desarrollo con todo el apoyo de
EE.UU. En diciembre de 1997 oficiales del Departamento de Energía de los
EE.UU. se reunieron en Washington con ministros Talibanes para bendecir la
empresa. Con Afganistán en guerra el proyecto a quedado detenido.
El argentino Carlos Bulgheroni, dueño de la empresa Bridas fue el primer
occidental en negociar con los talibán, a mediados de los años noventa, su
proyecto era la construcción de un gasoducto de 1.492 kilómetros desde
Turkmenistán hasta Paquistán, pasando por territorio Afgano, a un costo de U$
2.500 millones. Su oponente fue el consorcio Centgas liderado por Unocal,
empresa que contaba con el respaldo de la Casa Blanca. La complicada red
de intereses y la profundización de la guerra civil afgana entre los taliban y sus
opositores desbarató la operación. Bridas finalizó el proyecto demandando a
Unocal por obstrucción de negocios y la empresa estadounidense se retiró de
la región en medio de la desconfianza de los estados del Caspio, que veían el
brazo encubierto de Washington y la CIA. ( La compañía Argentina Bridas,

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había ofrecido a los talibán una importante suma -se habla de 1 billón de
dólares- como peaje de paso, más una cantidad considerable de vías de
ferrocarril, construcciones de carreteras y un puesto de policía cada 20 km a lo
largo de la conducción controlada por tropas talibán. Se desconoce cuál fue
el arreglo de Centgas con los talibán por derecho de paso)
Con tan grandes beneficios potenciales Unocal a estado intentando regresar
sobre este proyecto sin embargo está empresa enfrenta serios problemas al
ser denunciado en un Juzgado del Estado de California (EE.UU.) por uso de
mano de obra forzada en un proyecto de gasoducto Tailandia- Birmania (The
Yadana gas pipeline project), si este juicio continua, será la primera vez que
una corte de EE.UU. hace legalmente responsable a una corporación
estadounidense de violaciones de derechos humanos en el extranjero en
relación con actividades lucrativas; la empresa Unocal podría enfrentarse al
pago de millones en concepto de indemnizaciones. El gobierno de EE.UU. ha
impuesto sanciones económicas sobre Myanmar (Birmania), censurando
nuevas inversiones, fundamentalmente por las reacciones contra la explotación
por parte de Unocal de mano de obra Birmana, organizada conjuntamente con
la dictadura de Myanmar.
( “JOHN DOE I, individually and as Administrator of the of his decesased
child BABY DOE I, JANE DOE I, on behalf of herself, as Administratrix of Estate
of her deceased child BABY DOE I, and JOHN DOE II, JOHN DOE III, JOHN
DOE V, JANE DOE II, JANE DOE III, JOHN DOE VII, JOHN DOE VIII, JOHN
DOE IX, JOHN DOE IX, JOHN DOE XI, on behalf of themselves. Plaintiffs - v - .
UNOCAL CORP., a California corporation, UNION OIL COMPANY OF
CALIFORNIA, a California corporation, TOTAL S.A., a foreign corporation,
JOHN IMLE, an individual, ROGER C. BEACH, an individual, and MOES 1-500-
Case N° CV96-6959-RAP (BQRX). Defendants.”).

Conclusion

La persecución de los intereses de hidrocarburos ha sido una constante de


EE.UU. en esta región durante más de medio siglo. Las exportaciones de
petróleo y gas natural del mar Caspio y de Asia Central posiblemente podrán
igualar las del Golfo Pérsico al cabo de 10 ó 15 años.
Actualmente EE.UU. considera que la región del Golfo Pérsico es de vital
interés nacional.¿Podrá llegar a constituirse en una región de “vital interés?.
La actividad comercial de occidente, los intereses estratégicos de EE.UU., y
las leyes estadounidenses son todos elementos que parecen indicarlo.
Si EE.UU. resuelve establecer una presencia en la región, deberá focalizar
toda su asistencia en promover la estabilidad regional. Existen naciones y
grupos adinerados en la región, al igual que naciones y grupos necesitados. El
éxito comercial debe traducirse en bienestar nacional y regional (en raras
ocasiones la riqueza obtenida por el petróleo ha redundado en tales
beneficios). El petróleo siempre desestabiliza, la posesión del mismo lleva a
un desarrollo excesivamente rápido y, por tanto, excesivamente desigual, esto
por sí sólo genera violencia política, y agrava las tensiones étnicas que,
sumadas al reto de la modernización, crean situaciones explosivas. La historia

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demuestra que no es la pobreza lo que genera violencia, sino el desarrollo, es
el crecimiento económico el que induce al levantamiento, el que alimenta cada
vez más expectativas y frustraciones y va integrando cada vez a más gente en
el proceso político con exigencias que las instituciones no son capaces de
satisfacer. Por eso los levantamientos se producen más en sitios en desarrollo
que en regiones estáticas. Existen realidades que los ciudadanos de las
democracias occidentales ignoran, es necesario tener en cuenta el presente y
el futuro de regiones que nunca han gozado del bienestar que las sociedades
occidentales asumen como normalidad. Un mundo dividido como el actual
tendrá inexorablemente, inestabilidad y conflictos entre la pobreza del Este y el
Occidente floreciente. La marginación sólo induce a los peores
comportamientos. Después de años de autoritarismo económico-financiero es
necesario comprender que el mercado no constituye el fin de la historia, ni el
consumismo es el paradigma del desarrollo pleno del hombre.

Dra. María Cristina Betti


Cátedra de Minería y Energía
Fac. de Ciencias Jurídicas y Sociales
Univ. Nac. de La Plata

11
Apendice

Zona de Conflicto

12
Bibliografía

Yerguin, Daniel : La Historia del petróleo . Buenos Aires, Vergara, 1992

Departamento de Energía de los EE.UU.: Página sobre Afganistán y Región


del Mar Caspio

Instituto de Guerra y Paz : Sobre la denuncia a Unocal sobre mano de obra


forzada en Birmania. Publicación.

Ratner, Michael: Política de Conducciones.Petróleo, Gas natural y los


intereses de EE.UU. en Afganistán.

Grau, Lester W., Tte. Cnel (R) Ejército de los EE.UU.: La política del Oleoducto
y el Surgimiento de una Nueva Región Estratégica.

Centro de Investigaciones de Estudios de Conflictos.

Calleja, Gustavo: Publicaciones varias.

Centro de Investigaciones Internacionales. CERI. París

Diarios: La Nación
El Clarín
Página 12
El País - El Salvador

Revista Tecnoil: Octubre, Diciembre: N° 232 y N° 234

13

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