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Sus temas se centran en la crítica social, uniendo fantasía y realidad, a las que se
unen elementos fijos (alusiones, insultos, chistes sexuales o parodias) con el fin de
provocar la risa o burla.
La acción dramática nace en una situación angustiosa que el héroe resuelve felizmente
al final de la obra.
Los personajes pueden ser inventados por el autor (personas de la vida cotidiana) o
dioses diversos.
El héroe cómico es el protagonista y, aunque débil, triunfa siempre empleando
artimañas inverosímiles.
Es un reflejo de la historia y de la sociedad, pues ofrece las ideas de la época a través
de personajes del momento.
Su lenguaje es vulgar.
La Comedia Antigua se desarrolla al final de la época clásica y aborda temas que afectan
directamente al ciudadano de la época: los malos magistrados, las costumbres decadentes,
las corrientes filosóficas de moda, la guerra o el sexo.
Su finalidad esencial es la parodia, que se logra no solo por el enredo argumental, sino
también gracias a los disfraces que utilizan el coro y los actores, a la abundancia de chistes y
bromas de todo tipo y a las alusiones al sexo y a motivos obscenos.
Su mayor representante es Aristófanes (440-385 a.C.). Sus comedias, de las que solo
conservamos once, aunque escribió más de cuarenta, denuncian la decadencia de Atenas:
Los caballeros ataca la corrupción política; Las nubes, la filosofía y la educación; Las aves, la
ambición; Las avispas, la obsesión por los procesos judiciales; La asamblea de las mujeres y
Plutón ataca la desigualdad social y la injusticia en el reparto de los bienes; Las ranas y las
Tesmoforias son una crítica al panorama literario y a la escena teatral de la época. Sin
embargo, el tema capital del Aristófanes es la paz, presente en Los acarnienses, en Lisístrata
y por supuesto en La paz.
ROMA: PLAUTO Y TERENCIO (III a.C.)
Plauto escribió comedias que son adaptaciones griegas con personajes, lugares y contenidos
griegos y sus argumentos suelen girar en torno a los problemas de una joven pareja de
enamorados que, con la ayuda de un astuto esclavo, consiguen superar todas las dificultades
que se oponen a su amor. Destacan los personajes antipáticos, sobre los que el autor pone
su creatividad, y al final acaban burlados o apaleados.
Terencio, como Plauto, toma sus argumentos de la comedia griega: asuntos de enamorados,
argucias de esclavos, intransigencia de los padres con la boda de sus hijos... En Terencio no
hay ruptura de la jerárquica pirámide social porque busca el mensaje educativo y moral. Su
lengua y estilo son modelos de clasicismo por su elegancia, aunque a sus personajes les falta
espontaneidad, al contrario que los de Plauto, en donde cada uno habla de acuerdo a su
condición social.
Molière es el gran comediógrafo francés del siglo XVII. Con veintiún años fundó en
colaboración con la familia Béjart su propia compañía teatral, con la que recorrió Francia,
alternando el ejercicio de actor con la creación de sus propias obras.
Tras su regreso a París en 1658, comenzó a obtener sus primeros éxitos con diversas farsas
en las que se entreveían las comedias de caracteres, que acabaron por consagrarlo y que
serán su gran contribución al teatro.
Sus comedias, de una crítica dirigida contra poderosos sectores burgueses y aristocráticos, se
granjearon encomendadas enemistades como hasta el punto de ser prohibidas en numerosas
ocasiones.
De las treinta comedias que le debemos destacan las que escribió en la década de los 60, en
ellas recrea vicios y defectos encarnados en personajes que han pasado a ser prototipos
universales.
Yasmina Reza es descendiente de una familia judía, hija de padre de origen iraní y ruso y de
madre húngara.
Nacida en Nantes en 1959, se formó y trabajó como actriz en los inicios de su carrera.
En 1987 obtuvo el Premio Moliére por su primera obra teatral, Conversations après un
enterrement (Conversaciones tras un entierro), premio que volvió a obtener por su
traducción de La metamorfosis de Kafka, que realizó para Roman Polanski, y posteriormente
por mejor producción y mejor autor por las obras La Traversée de l’hiver (La travesía del
invierno) en 1989 y Art (Arte) en 1994.
A partir de 1997 comenzaron a aparecer sus novelas, que fueron grandes éxitos comerciales
en Francia.
Sus obras teatrales más aclamadas son Arte (1994) y Un dios salvaje (2007).
ARTE
Sergio ha comprado un cuadro moderno por una gran suma de dinero. Marcos lo odia y no
puede creer que a un amigo suyo le guste una obra semejante. Iván intenta, sin éxito,
apaciguar a las dos partes. Si tu amistad está basada en un mutuo acuerdo tácito, ¿qué pasa
cuando una persona hace algo completamente diferente e inesperado? La pregunta es: ¿eres
quien crees que eres o eres quien tus amigos creen que eres?
Esta deslumbrante comedia de Yasmina Reza se estrenó en París en la Comedie des Champs-
Elysees en octubre de 1994, donde permaneció en cartel 18 meses y en Madrid, en el Teatro
Marquina en septiembre de 1998, en una versión que se alzó con cuatro premios Max y
algunos de los más prestigiosos galardones de nuestro país.
UN DIOS SALVAJE
Un dios salvaje presenta el universo de Yasmina Reza, el mismo que cautivó al público en
Arte, llevado al paroxismo. Con esta obra, la autora ha conseguido un gran éxito
internacional, ha sido traducida a más de 35 idiomas y la versión de Broadway logró un
Premio Tony en 2009. Recientemente, ha sido llevada al cine.
TEXTOS
LISÍSTRATA.- Voy a hablar ya. Porque el plan no debe quedar oculto. Nosotras, mujeres,
si vamos a forzar a los hombres a hacer la paz, debemos abstenernos...
LISÍSTRATA.- Pues bien, debemos abstenernos del cipote3 . ¿Por qué volvéis los ojos?
¿Dónde vais? Vosotras, ¿por qué chistáis y fruncís las cejas? ¿Por qué se os ha cambiado el
color del rostro? ¿Por qué os corren las lágrimas? ¿Lo vais a hacer o no lo vais a hacer?
¿Por qué calláis?
LISÍSTRATA.- ¿Eso dices ahora? Hace un momento aseguraste que ibas hasta a cortarte la
mitad.
CLEONICA.- Otra cosa, otra, la que quieras. Si es preciso, estoy dispuesta a marchar por
medio del fuego. Esto antes que el cipote: no hay como él, querida Lisístrata.
LISÍSTRATA.- ¿Y tú?
LISÍSTRATA.- ¡Oh, requeteputa toda nuestra raza! No en vano hacen de nosotras las
tragedias: no somos otra cosa que "Posidón y barcos".vPero, querida amiga -pues con que
tú sola te pongas de mi parte, podemos salvar aún el asunto-, vota conmigo".
LAMPITÓ.- Difícil, por los dos dioses, es que las mujeres duerman solas sin un miembro
descapullado. Pero tendrá que ser a pesar de todo: pues la paz nos hace mucha falta.
CLEÓNICA.- Y si nos abstuviéramos lo más del mundo de eso que tú dices -¡ojalá no sea
así!-, ¿por eso va a haber más paz?
CUESTIONES
Esta es la única comedia en la que Plauto aborda un tema mitológico, pues expone los
preliminares del nacimiento de Hércules y en la acción participan dioses como Júpiter y
Mercurio. La obra nos cuenta cómo Júpiter, para seducir a Alcmena, esposa del general
Anfitrión, se hace pasar por éste adoptando mágicamente su aspecto. Júpiter suplanta a
Anfitrión y pasa la noche con Alcmena. Por su parte, Anfitrión desembarca de una victoriosa
expedición y ordena a su esclavo Sosia que se encamine a darle a su esposa la noticia de su
regreso. Sin embargo, siguiendo órdenes de Júpiter el dios Mercurio transformado en Sosia
impide que este interrumpa el idilio de Júpiter. (Fragmento I) Al amanecer, Júpiter se
despide de Alcmena y le deja como recuerdo una copa de oro. Al poco tiempo, Anfitrión quien
no ha creído la historia que le ha contado su esclavo, llega su hogar. Esta situación produce
todo tipo de confusiones y enredos entre los dos suplantadores, Júpiter y Mercurio, y los
verdaderos personajes, el general Anfitrión y su criado Sosias. Alcmena siente los primeros
dolores del parto y Júpiter la asiste; entre tanto el verdadero Anfitrión cae desmayado. Al
volver en si una esclava le comunica la noticia: ha tenido dos niños: el primero, Hércules, de
un vigor extraordinario, es hijo de Júpiter; el segundo es Ificles, un niño normal, hijo de
Anfitrión. Finalmente Júpiter anuncia que Hércules es su hijo y rehabilita el honor de
Aclmena.
MERCURIO. — De acuerdo, pero sólo te concedo una breve tregua, si es que quieres decirme
algo.
SOSIA. — Como con los puños puedes más que yo, solo hablaré una vez hecha la paz.
SOSIA. — ¿Y si me engañas?
MERCURIO. — Entonces, que caiga sobre Sosia la ira del dios Mercurio.
SOSIA. — Escúchame, ahora puedo decirte libremente lo que quiero: yo soy Sosia, esclavo
de Anfitrión.
SOSIA. — Hemos hecho las paces, hemos hecho un pacto; digo la verdad.
SOSIA. — Puedes hacer lo que te dé la gana y como te dé la gana, que tus puños son más
fuertes; pero, hagas lo que hagas, esto es cierto, ¡por Dios!, que no me lo callo.
SOSIA. —Ni tú, ¡pardiez!, me impedirás que yo sea yo mismo y pertenezca a mi dueño.
Aparte de mí no hay en casa ningún otro esclavo llamado Sosia que haya ido al ejército
acompañando a mi señor, Anfitrión.
SOSIA. — Eso mismo que me echas en cara, es a ti a quien te pasa; demonio, ¿es que no soy
yo Sosia, el esclavo de Anfitrión? ¿No ha llegado esta noche nuestro barco aquí desde el
Puerto Pérsico, el barco que me ha traído? ¿No me ha mandado aquí mi amo? ¿No estoy yo
ahora aquí delante de nuestra casa? ¿No tengo una linterna en mi mano? ¿No hablo, no estoy
despierto? ¿No acabo de recibir de éste una buena paliza? ¡Caray que no ha sido así, que
todavía me duelen las mandíbulas, pobre de mí! ¿A qué pues tantas dudas, o por qué no
entro ya de una vez en nuestra casa?
SOSIA.— (Aparte.) Al oírle hablar yo dudo de mí mismo. Está contando exactamente lo que
ha ocurrido allí. (A Mercurio) Pero, dime… ¿qué premio le han dado los telébolas a Anfitrión?
SOSIA. — (Aparte.) Así es como ha dicho. ¿Y dónde está ahora esa copa?
SOSIA. — (Aparte.) Sus pruebas son convincentes, tengo que buscarme otro nombre, yo no
sé desde dónde ha visto éste todo esto. Pero ahora le voy a coger bien cogido, porque lo que
he hecho yo estando solo, sin haber nadie presente dentro de la tienda, eso de ninguna
manera podrá decirlo. (A Mercurio) Si tú eres Sosia… ¿qué es lo que hiciste en la tienda
mientras las legiones estaban en lo más duro del combate? Si me lo dices, me doy por
vencido.
MERCURIO. — Bebí el vino puro de aquella botella, tal como lo trajo al mundo la madre que
lo parió.
SOSIA. — (Aparte.) Desde luego, así fue, que yo me tragué allí una botella de vino puro. Es
asombroso; a no ser que estuviese allí escondido dentro de la botella
MERCURIO. — Ahora ¿qué? ¿Te he dado suficientes pruebas de que tú no eres Sosias?
MERCURIO. — Y yo juro por Mercurio que Júpiter no te creerá; porque sé muy bien que él me
creerá más a mí sin jurar, que a ti jurando.
MERCURIO. — Cuando yo no quiera ser Sosia, entonces puedes serlo tú, ahora, como lo soy
yo, recibirás una paliza, si no te largas, hombre sin nombre.
SOSIA. — (Aparte.) ¡Diablos!, la verdad es que, cuando le miro, reconozco mi figura, tal
como yo soy (que me he mirado muchas veces en el espejo); se me parece una barbaridad;
tiene el mismo sombrero y la misma ropa; es igualito que yo: las piernas, los pies, la
estatura, el peinado, los ojos, la nariz y la boca, el corte de cara, la barbilla, la barba, el
cuello: todo. ¿Para qué más? Si es que hasta tiene la espalda llena de cicatrices, no hay dos
cosas más parecidas. Pero si recapacito, yo soy seguro el mismo que he sido siempre;
conozco a mi amo, conozco nuestra casa; tengo la cabeza clara y me doy cuenta de todo. No
debo hacer caso de lo que dice. Llamaré a la puerta.
SOSIA. — A mi casa.
MERCURIO. — Aunque salgas corriendo de aquí montado en el carro del mismo Júpiter, no
podrás escapar a tu ruina.
SOSIA. — Más vale que me vaya. ¡Válgame Dios! ¿Dónde me he buscado mi perdición?
¿Dónde he sido transformado? ¿Dónde he perdido la figura de antes? ¿Es que me he dejado
yo a mí mismo olvidado allí sin darme cuenta? Porque es que desde luego éste es una
reproducción exacta de mi persona, según lo que yo era hasta lo presente, es un retrato mío;
nada, que se me hace ya en vida, lo que nadie me hará después de muerto. Me voy al puerto
y le contaré al amo lo que ha pasado; a no ser que él tampoco me reconozca. ¡Qué Júpiter
me conceda hoy mismo, pelado y calvo, la gracia de la libertad. (Se va.)
CUESTIONES
2. Indica las actitudes de los dioses en esta obra. ¿Son las mismas que en una tragedia
griega?
4. Selecciona alguna grase que sirva para destacar la duplicidad de los personajes en escena.
5. Busca en el diccionario qué significa “sosia”. ¿En qué importante obra teatral española
aparece un personaje del mismo nombre?
CLASICISMO FRANCÉS: MOLIÈRE. Tartufo. (1664). [ActoIV]
[ORGÓN quiere casar a su hija con TARTUFO, que a su vez intenta seducir a su joven esposa
ELMIRA].
ORGÓN.—¿Cómo?
ELMIRA.—Sí. Tengo que revelaros unos secretos. Pero antes de empezar cerrad esa puerta
para que os lo diga y escudriñadlo todo por temor a que nos sorprendan (TARTUFO cierra la
puerta y vuelve). […] Cuando yo misma os forcé a rechazar la boda que mi esposo acababa
de anunciar, ¿no debisteis al punto comprender el interés que por vos existe y el pesar que
habría de causar el que ese enlace decidido se realizara, al ver partido un corazón que
alguien ansía entero para sí?
TARTUFO.—Es, sin duda, señora, un goce indecible oír esas palabras de una boca amada; su
miel derrama en todos mis sentidos una dulzura jamás gustada. La dicha de agradaros es mi
supremo afán, y mi corazón se extasía en todos vuestros deseos. Pero mi corazón os pide en
este instante que le concedáis la libertad de atreverse a dudar un tanto de su felicidad. Podría
yo creer que esas palabras son un honesto artificio para obligarme a deshacer un enlace
concertado; y si me permitís hablaros claramente, de tan dulces palabras me fiaré solo
cuando me otorguéis ciertos favores por los que suspiro y que vengan a confirmarme en todo
cuanto aquellas han podido expresarme, afirmando en mi alma una fe constante en las
dulces bondades que conmigo tenéis.
TARTUFO.—Si mis homenajes miráis benévolamente, ¿por qué negarme ahora la prueba
definitiva?
ELMIRA.—¿Y cómo consentir en lo que deseáis sin ofender a ese cielo que tanto os preocupa?
TARTUFO.—Si es solamente el cielo lo que se opone a mis deseos, apartar tal obstáculo es
fácil para mí, y por ello no debe contenerse vuestro corazón.
ELMIRA.—¡Pero nos atemorizan tanto con los decretos de la providencia!
TARTUFO.—Yo puedo disiparos esos temores ridículos, señora; conozco el arte de acallar los
escrúpulos. El cielo prohíbe, en verdad, ciertos goces; mas pueden realizarse con él algunas
transacciones… Según las necesidades, existe el arte de ensanchar los lazos de nuestra
conciencia y de rectificar la maldad de los actos con la pureza de nuestras intenciones. Ya se
os iniciará, señora, en esos secretos: no tenéis más que dejaros guiar; satisfaced mis deseos
y no temáis; os respondo de todo y cargo con el pecado. (ELMIRA vuelve a toser). Toséis
mucho, señora.
ELMIRA.—Es un catarro mal curado, sin duda; y seguro que no servirán de nada todos los
regalices del mundo.
TARTUFO.—En suma, vuestro escrúpulo es fácil de deshacer. Podéis estar segura del secreto
absoluto: el mal no está, señora, más que en su excesivo ruido. El escándalo social es el que
origina la ofensa; pecar en silencio no es pecar.
ELMIRA.—En fin: veo que es forzoso resignarse a ceder; que debo consentir en concedéroslo.
CUESTIONES
1. Tartufo está lleno de falsa religiosidad y de hipocresía. Subraya las frases del texto que lo
demuestren.
2. ¿Por qué esconde Elmira a Orgón al principio del fragmento?
3. En este fragmento la tos de Elmira es un recurso de comicidad… ¿Por qué?
4. ¿Qué significa la palabra “tartuffe” en francés? ¿Por qué es simbólico este nombre?
5. Para lograr los “favores” que Tartufo pretende de Elmira, este cambia su concepto del
pecado… ¿En qué sentido lo hace?
Los Houllié y los Reille, sentados frente a frente. De entrada, se debe sentir que nos
encontramos en la casa de los Houllié y que las dos parejas acaban de conocerse.En el
centro, una mesa baja, cubierta de libros de arte. Dos grandes ramos de tulipanes en
floreros. Reina una atmósfera seria, cordial y tolerante. Ríen.
VERONICA Miguel… Miguel, basta… (Dejan de reír.) Bueno, entonces esta es nuestra
declaración... Ustedes por su lado harán su descargo… (Lee en una laptop.) “El 3 de
noviembre, a las 17:30 horas, en la plaza Dunant… (Annie vuelve a sufrir un ataque de risa
con Miguel.)
VERONICA “El 3 de noviembre, a las 17:30 horas, en la plaza Dunant, como resultado de un
altercado verbal…
ALAN ¿Altercado…?
VERONICA “…en la plaza Dunant, como resultado de un altercado verbal, Fernando Reille, de
11 años, armado con un palo, golpeó en la cara a nuestro hijo Bruno Houllié. Las
consecuencias de dicho acto…
MIGUEL ¿”Consecuencias”?
VERONICA Las consecuencias de dicho acto son, además de la tumefacción del labio superior,
una rotura de los dos incisivos, alcanzando el nervio del incisivo derecho”.
VERONICA Lo leo de corrido. (Ahora todos atienden concentrados). “El 3 de noviembre, a las
17:30 horas, en la plaza Dunant, como resultado de un altercado verbal, Fernando Reille, de
11 años, armado con un palo, golpeó en la cara a nuestro hijo Bruno Houllié. Las
consecuencias de dicho acto son, además de la tumefacción del labio superior, una rotura de
los dos incisivos, alcanzando el nervio del incisivo derecho”.
ALAN ¿Armado?
MIGUEL ¿Qué?
MIGUEL Sí, es cierto. Nosotros siempre decimos: las Barrancas no, la plaza Dunant sí.
VERONICA Tal cual. En todo caso, les agradecemos que hayan venido. No se gana nada
dejándose llevar por una lógica pasional.
ALAN Que los chicos no parecen haber asimilado. En fin, ¡me refiero al nuestro!
ANNIE Sí, ¡el nuestro!... ¿Y qué va a pasar con el diente que tiene afectado el nervio?
VERONICA Sí. Hay una parte que está expuesta y una parte que todavía está protegida. Así
que por el momento no se va a matar el nervio.
TAREA FINAL
Redacta un texto en el que expliques cómo ha ido evolucionando la comedia a través de
los autores vistos en clase ¿Qué semejanzas y diferencias puedes observar?