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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PÚBLICO

“MOTUPE”.

PROGRAMA DE ESTUDIOS: PRODUCCIÓN AGROPECUARIA

INFORME PARA OBTENER EL TITULO PROFESIONAL TECNICO EN PRODUCCIÒN


AGROPECUARIA

TEMA:
Prevalencia de Salmonelosis y enfermedes parasitarias en cuyes
(Cavia porcellus) presentado en la crianza familiar del centro poblado
Salitral – Palo Blanco Motupe- Lambayeque- Agosto - Noviembre del
2021

RESPONSABLES:

MOTUPE- ABRIL DEL 2023


INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNOLÓGICO PÚBLICO

“MOTUPE”.

PROGRAMA DE ESTUDIOS: PRODUCCIÓN AGROPECUARIA

APROBADO POR:

________________________________________
Coordinador del P. E. de Producción Agropecuaria

______________________________________
M.V. VICTOR VILLAR ALDAVE
Asesor

____________________________________
Ing. JOSE ELIAS VASQUEZ CARRANZA
Director del IESTP “M”
RESUMEN………….

I.- INTRODUCCIÓN:

El cuy (Cavia porcellus), también conocido como cobayo, cuyo, curí, entre otros,

es una especie criada ampliamente en el territorio nacional, principalmente por la

calidad y alto valor nutricional que aporta a la alimentación del poblador andino

(Chauca, 1997). Sin embargo, gracias a las migraciones y el traspaso de costumbres,

la carne de cuy viene siendo aceptada en toda la amplitud de nuestro país, de tal

manera que en el año 2003 se estimó que su consumo en Perú fue de 0.607 kg por

habitante (MINAGRI, 2015).

Por su alto valor nutricional, la carne de cuy contribuye en la seguridad alimentaria

de la población humana (Chauca, 1997). La carne de cuyes magra con un contenido

de grasa menor al 10%, un alto contenido de proteínas (20.3%), baja en colesterol

(65mg/100g) y sodio, por lo que, es ideal para incluirla en una alimentación variada y

equilibrada. La creciente demanda de su carne, la disponibilidad de una nueva oferta

tecnológica, avances en el mejoramiento genético hacen del cuy una especie eficiente

en la conversión de alimentos, precoz y extraordinariamente prolífico (Gil, 2007).

Sin embargo, como toda explotación pecuaria, sufre pérdidas económicas,

principalmente debido a problemas sanitarios, siendo la salmonelosis la más grave, pues

causa en el animal alta mortalidad, así como abortos (Chauca, 1997). La presentación de

la enfermedad se ve influenciada por el estrés, malas prácticas de manejo y deficiente

nivel de bioseguridad con el que se lleva a cabo la producción de cuyes (Matsuura et al.,

2010). Inicialmente, la infección por Salmonella causará lesiones a nivel del intestino para

luego diseminarse y adquirir carácter sistémico, siendo necesarios para causar infección

productiva en el hospedero.
Teniendo en cuenta que la salmonelosis en Cuyes ocasiona altos índices de

mortalidad y pérdidas económicas en todas las etapas productivas del cuy hemos

creído conveniente interesarnos en conocer la prevalencia de la enfermedad

salmonelosis en cuyes criados en los centros poblados de Salitral y Palo Blanco -

Motupe ya que las prácticas de manejo sanitario son deficientes facilitando la

diseminación de la enfermedad.

II.- OBJETIVOS:

2.1.- Objetivo General:


Realizar prácticas en el manejo Sanitario en Cuyes criollos y mejorados: criados en los centros
poblados de Salitral y Palo Blanco -Motupe.
2.2.- Objetivos Específicos:
 Determinar la incidencia de enfermedades.
 Manejar módulos de crianza de cuyes en forma eficiente aplicando técnicas de manejo.
 Evaluar los parámetros productivos.
 Aplicar tratamiento sanitario.
 Aplicar normas de bioseguridad en el manejo cuyes.

III. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

3.1.- GENERALIDADES SOBRE LA PRODUCCIÓN DEL CUY

El cuy (Cavia porcellus), es un roedor originario de la región andina de Bolivia,

Colombia, Ecuador y Perú (Padilla, 2006). Su aparición data desde hace

aproximadamente 2500 a 3600 años, por lo que, previo a la conquista española, los

nativos de los Andes ya criaban estos animales y consumían su carne (INIA, 1995).

Actualmente, el consumo de carne de cuy se concentra principalmente en las ciudades

de la Sierra; sin embargo, debido a las migraciones hacia la costa y selva y el traspaso

de costumbres, la carne de cuy viene siendo aceptada en éstas regiones. Para el año

2003, el consumo de carne de cuy en Perú se estimó en 0.607 kg por habitante,

superando solamente al consumo de carne de caprino, de 0.25 kg por habitante por

año (MINAGRI, 2015).


La principal forma de crianza en el Perú es la familiar, caracterizada por mantener

a los animales dentro del hogar, y alimentándolos con insumos cotidianos. Los cuyes

reciben cuidados de los miembros de la familia, principalmente mujeres y niños, los

cuales tienen escaso manejo y los mantienen en un solo grupo, sin diferenciar por

clase, sexo; que trae como consecuencia poblaciones con alto grado de

consanguinidad, con mayor susceptibilidad a enfermedades (Chauca, 1997).

3.-2.- SITUACIÓN ACTUAL DE LA PRODUCCIÓN DE CUYES EN PERÚ

La población de cuyes en los países andinos comprende alrededor de 36 millones

de animales, siendo Perú y Ecuador países en los cuales la crianza alcanza casi la

totalidad de sus territorios; mientras que Bolivia y Colombia presentan producción solo

en determinados departamentos, lo cual explica la menor distribución de animales en

estos países (MINAGRI, 2015).

3.2.1 Población y producción nacional

Debido a su capacidad de adaptación a la diversidad de climas, los cuyes pueden

encontrarse desde la costa hasta alturas superiores a los 4500 m.s.n.m. tanto en

zonas frías como cálidas (Chauca, 1997).

En el informe del IV Censo Nacional Agropecuario de año 2012, se estimó que la

población de cuyes se encontraba conformada por 12 695 030 animales

aproximadamente; distribuidos en su mayoría en la sierra, seguido por la costa y en

mucha menor proporción la selva; así mismo, los principales departamentos

productores de cuyes son Ancash, Apurímac, Cajamarca, Cusco, Huánuco, Junín, La

Libertad y Lima (MINAGRI, 2015).

En el año 2016, el Gobierno Regional del Cusco informó acerca de la producción

de Carne de cuy, la cual registró 134 255 unidades, con un aproximado de 115.41

toneladas de peso vivo; sin embargo, se registró la disminución en la producción con

respecto al año anterior, la cual sumó 119.29 toneladas, debido al estancamiento de la

demanda de carne de cuy en los mercados.


3.2,2.-Importancia de la producción de cuyes

La importancia de la crianza y producción de cuyes radica en el valor nutricional

de su carne, la cual es magra, con menos del 10% de grasa, alto contenido proteico

(20.3%) y bajo contenido en colesterol y sodio. Otro aspecto importante relacionado a

la producción son las ganancias que se obtienen, debido a la creciente demanda de

su carne sumado a las mejoras genéticas las cuales convierte a este animal en una

especie eficiente en la conversión de alimentos, precoz y prolífico (Gil Santos, 2007).

El tipo de crianza es importante para el productor, ya que en el país predomina la

crianza tipo familiar, la cual lo favorece puesto que se obtiene ingresos de la venta de

animales, y a su vez cubre los requerimientos alimenticios de su familia, 44.6% de

productores crían cuyes exclusivamente para el autoconsumo, mientras que el 49.6%

comercializan los excedentes para generar ingresos (MINAGRI, 2015).

Otras ventajas de la crianza de cuyes incluyen la facilidad de adaptación a

diferentes ecosistemas, ciclo reproductivo corto, alimentación versátil, la cual, al ser

herbívora, permite la utilización de insumos no competitivos con la alimentación de

otros monogástricos (Chauca 1997).

3.2.3 Problemática actual

Como ha sido mencionado antes, la crianza de cuy como animal de abasto es una

práctica muy antigua, la cual se ha distribuido a lo largo del territorio andino. En la

actualidad, existen gran cantidad de granjas que crían y comercializan cuyes; sin

embargo, éstas suelen realizar prácticas informales, por lo que no se lleva a cabo un

buen desarrollo de la producción (Chirinos et al., 2009).

Estas prácticas informales se relacionan con las áreas rurales, en las que se lleva

a cabo un sistema familiar-comercial, donde no se cuenta con medidas preventivas

frente
3
posibles riesgos sanitarios o no se instauran tratamientos adecuados frente a los

casos en los que se ve afectada la salud de los cuyes, todo ello influenciado de

manera directa por la falta de recursos del poblador (Matsuura et al., 2010; Chirinos

et al., 2009).

Es por ello, que la problemática que afecta el desarrollo de la producción de

cuyes gira en torno al aspecto sanitario, siendo la salmonelosis la principal

enfermedad infecciosa causante de morbi-mortalidad de su población, en la

actualidad (Chauca, 1997).

La presentación de la enfermedad puede ser aguda, la cual produce mortalidad

en el transcurso de 24 a 48 horas; en muchos casos, sin presentar signos clínicos

previamente (Ramírez, 1972, Padilla, 2006); mientras que la forma crónica cursa

con diversos signos, principalmente se observa decaimiento, diarreas, pérdida de la

condición corporal, parálisis del tren posterior, abortos, entre otros (Layme et al.,

2011).

En la actualidad existen aún problemas por superar que limitan la expansión de

la crianza de cuy, como son, la deficiente comercialización, la cual, se realiza de

manera informal e irregular; esto significa que, la calidad de animales que se

comercializan es totalmente heterogéneas. Existe también un deficiente manejo

productivo, reproductivo y de alimentación y sobre todo un deficiente control de

enfermedades, tampoco se cuenta con normas técnicas de carne de cuy, para el

caso de la exportación. Por esto, se hace necesario que nuestros criadores y

productores de cuyes se basen en normas técnicas, los cuales nos darán la calidad

esperada (Gonzalo, 2003; Chauca, 2005 y Prada, 2007).

3.2.4. Manejo sanitario

Un factor clave para el desarrollo de una buena crianza de cuyes es el


manejo sanitario, de su correcta aplicación depende que nuestros animales se
encuentren bien de salud.

 Un buen programa sanitario debe tener prevención de enfermedades,


productos a emplear, periodos, formas y frecuencia de aplicación, periodos
4
de retiro y visitas del Médico Veterinario, quienes son los responsables de
los tratamientos (MINAG, 2010).

3.2.5. Alimentación y agua

La alimentación debe ser prioridad en la crianza del cuy, puesto que, los
insumos y/o forraje utilizados pueden ser una gran fuente de contaminación y por
consecuencia disminuir la calidad y productividad de nuestra granja. Así mismo,
no se debe descuidar el abastecimiento del agua, con la finalidad de obtener un
buen crecimiento y desarrollo del cuy (MINAG, 2010).

3.2.6. Descripción zoológica del Cuy


En la escala zoológica se ubica al cuy dentro de la siguiente clasificación
zoológica:
 Reino: animal.
 Tipo: vertebrado.
 Clase: mamífero.
 Orden: Roedores.
 Familia: caviidae.
 Género: cavia.
 Especie: Cavia porcellus.

3.2.7. Características morfológicas


La forma de su cuerpo es alargada y cubierto de pelos desde el
nacimiento. Los machos desarrollan más que las hembras, por su forma de
caminar y ubicación de los testículos no se puede diferenciar el sexo sin coger y
observar los genitales. Los machos adultos hacen morrillo.
A continuación, se describen las partes del cuerpo de los cuyes.
Cabeza. Relativamente grande en relación a su volumen corporal, de
forma cónica y de longitud variable de acuerdo al tipo de animal.
Las orejas por lo general son caídas, aunque existen animales que tienen
las orejas paradas porque son más pequeñas, casi desnudas, pero bastante
irrigadas.
Los ojos son redondos vivaces de color negro o rojo, con tonalidades de
claro a oscuro.
El hocico es cónico, con fosas nasales y ollares pequeños, el labio
superior es partido, mientras que el inferior es entero, sus incisivos alargados con
curvatura hacia dentro, crecen continuamente, no tienen caninos y sus molares
son amplios. El maxilar inferior tiene las apófisis que se prolongan hacia atrás
hasta la altura del axis.
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Presentan la fórmula dentaria siguiente:
Está conformada por 20 dientes. I (1/1), C (0/0), PM (1/1), M (3/3) =multiplicar por
(2) = Total 20
Cuello. Grueso, musculoso y bien insertado al cuerpo, conformado por
siete vértebras de las cuales el atlas y el axis están bien desarrollados.
Tronco. De forma cilíndrica y está conformada por trece vértebras dorsales
que sujetan un par de costillas articulándose con el esternón, las tres últimas son
flotantes. Abdomen. Tiene como base anatómica a siete vértebras lumbares, es
de gran volumen y capacidad.
Extremidades. En general cortas, siendo los miembros anteriores más
cortos que los posteriores. Ambos terminan en dedos, provistos de uñas cortas en
los anteriores y grandes y gruesas en las posteriores. El número de dedos varía
desde tres para los miembros posteriores y cuatro para los miembros anteriores
en algunos animales pueden llegar hasta tener ocho dedos en los miembros
anteriores o posteriores. Siempre el número de dedos en las manos es igual o
mayor que en las patas.
Las cañas de los posteriores lo usan para pararse, razón por la cual se
presentan callosos y fuertes. (Zaldívar, 1976) d)
Sistemas de crianza
Se han identificado tres sistemas de producción de cuyes: familiar, familiar
comercial, y comercial. En el sistema familiar el cuy provee a la seguridad
alimentaria de la familia. El sistema familiar comercial, y comercial generan una
empresa para el productor (Chauca, 1997).

a. Crianza familiar
Es común encontrar núcleos de producción de 10 a 50 animales. El número de
animales está determinado principalmente por la disponibilidad de alimentos.
La crianza familiar se caracteriza por el escaso manejo que les dan a los animales; es así
que los mantienen en un solo grupo sin tener en consideración la clase, sexo y edad,
razón por la cual se tienen poblaciones con un alto grado de consanguinidad y una
mortalidad (38%) de crías debido principalmente al aplastamiento por los animales
adultos, siendo los 14 más vulnerables los cuyes recién nacidos.
Otra característica de este sistema es la selección negativa que se efectúa con los
reproductores, pues es común el sacrificar o vender los cuyes más grandes. La
distribución de la población dentro de los sistemas de crianza familiar, mantienen un
porcentaje alto de reproductores, el promedio de crías por hembra al año es de 5,5.
La población predominante es criolla, y como consecuencia del mal manejo sólo se logran
índices productivos inferiores a 0,2 (MINAG, 2004).
6

b. Crianza familiar-comercial
En el sistema de Crianza Familiar-Comercial mantiene una población de más de
100 animales superando muy pocas veces los 500, se emplean mejores técnicas de
crianza, la producción está destinada al autoconsumo y venta.

La cría se realiza en instalaciones adecuadas, como las pozas de cría que se construyen
con materiales de la localidad, los cuyes se encuentran agrupados por edad, sexo y etapa
fisiológica. Para el suministro de alimento se cuenta con praderas de cultivos de especies
forrajeras, generalmente alfalfa, vicia, cebada, y avena, de acuerdo a la disponibilidad,
también se recurre al uso de rastrojos de cosecha tales como chala de maíz, paja de
avena, cebada, etc. y en algunos casos se complementa con alimentos balanceado, el
control sanitario es más estricto.
Los reproductores son adquiridos periódicamente en Ferias o criaderos
reconocidos. Además, en este tipo de crianza se han introducido reproductoras de razas
precoces (Perú e Inti) que se cruzan con los animales criollos. Se generan así animales
que pueden ser enviados al mercado a las nueve semanas de edad, mientras que los
criollos alcanzan su peso de comercialización a las veinte semanas.
La mayor eficiencia de la cría familiar-comercial se refleja en el índice productivo,
que pueden llegar a 0,8 (INIA, 2008).
c. Crianza comercial
Es un tipo de crianza poco desarrollada hasta hace algunos años, hoy se encuentra
en pleno proceso de crecimiento tanto a nivel de las ciudades de la costa como en los
principales valles de la sierra (INIA, 2008). En la Crianza comercial tecnificada, la función
es producir carne de cuy para la venta con el fin de obtener beneficios, como resultado de
una mayor demanda (carne y reproductores) por tanto se emplea un paquete tecnológico
en infraestructura, alimentación, manejo, sanidad y comercialización.
Se utilizan animales de líneas selectas, precoces, prolíficas y de alto rendimiento
cárnico. Los animales se encuentran en ambientes protegidos para evitar el ingreso de
animales predadores y en pozas que permite separarlos por sexo, edad, y etapa
fisiológica; de esta manera se tiene control eficiente de ectoparásitos (piojos, pulgas,
ácaros, etc.), se evita el problema de consanguinidad y se reduce la mortandad de
animales, se emplea una alimentación mixta que consiste en suministro de forraje más un
alimento suplementario. Este sistema de alimentación permite llegar al requerimiento
nutritivo y obtener un rendimiento óptimo de los animales (MINAG, 2 004).
Realizan empadres a temprana edad (10 semanas), destetes precoces (máximo 2
semanas de edad), utiliza implementos tales como comederos tolvas, bebederos
automáticos, cercas gazaperas, fuentes de calor en épocas de frío.
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La granja cuenta con áreas disponibles para la siembra de forraje y utiliza también
subproductos 16 agrícolas. Como suplemento a la ración de forraje utiliza subproductos
industriales (afrecho o cebadina) o una ración balanceada. Por el buen manejo que
reciben se tiene una mejor fertilidad, prolificidad y menor mortalidad.
Los índices productivos superan a 0,8 y su población guarda una relación eficiente
entre reproductores y crías producidas (1:3). La tendencia es a utilizar cuyes de líneas
selectas, precoces, prolíficas y eficientes convertidoras de alimento. El desarrollar este
sistema contribuirá a ofertar carne de cuyes en las áreas urbanas donde al momento es
escasa (Chauca, 1 995).
De la población total de cuyes, el 32% representa el plantel de reproductoras,
proporción que refleja la eficiencia del manejo reproductivo y la mayor sobrevivencia de
las crías. El desarrollo de la cría comercial está en crecimiento como resultado de una
demanda creciente de carne de cuy en las zonas urbanas.
En el Ecuador y Perú, se viene desarrollando con éxito este sistema de producción
con orientación a la exportación (MINAG, 2 012).

Líneas o tipos de cuyes


En los países andinos se encuentra dos genotipos de cuyes: el criollo y el mejorado. El
criollo: denominado también nativo, es un animal pequeño muy rústico debido a su
aclimatación al medio, poco exigente en cuanto a la calidad de su alimento, que se
desarrolla bien en condiciones adversas de clima y alimentación. Criado técnicamente
mejora su productividad; tiene un buen comportamiento productivo al ser cruzado con
cuyes mejorados de líneas precoces.
Es criado principalmente en el sistema familiar, su rendimiento productivo es bajo y
es poco precoz. El mejorado: es el cuy criollo sometido a un proceso de mejoramiento
genético. Es precoz por efecto de la selección.

Clasificación según la conformación

Tipo A.
Corresponde a cuyes «mejorados» que tienen una conformación enmarcada dentro de
un paralelepípedo, clásico en las razas productores de carne. La tendencia es producir
animales que tengan una buena longitud, profundidad y ancho. Esto expresa el mayor
grado de desarrollo muscular, fijado en una buena base ósea. Son de temperamento
tranquilo, responden eficientemente a un buen manejo y tienen buena conversión
alimenticia.
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Tipo B.
Corresponde a los cuyes de forma angulosa, cuyo cuerpo tiene poca profundidad y
desarrollo muscular escaso.
La cabeza es triangular y alargada. Tienen mayor variabilidad en el tamaño de la oreja.
Es muy nervioso, lo que hace dificultoso su manejo.

Clasificación según el pelaje


Tipo 1.
Es de pelo corto, lacio y pegado al cuerpo, es el más difundido y caracteriza al cuy
peruano productor de carne. Puede o no tener remolino en la frente. Se encuentran de
colores simples claros, oscuros o combinados. Es el que tiene el mejor comportamiento
como productor de carne.

Tipo 2.
Es de pelo corto, lacio pero forma rosetas o remolinos a lo largo del cuerpo, es menos
precoz. Está presente en poblaciones de cuyes criollos, existen de diversos colores. No
es una población dominante, por lo general en cruzamiento con otros tipos se pierde
fácilmente. Tiene buen comportamiento como productor de carne.

Tipo 3.
Es de pelo largo y lacio, presenta dos subtipos que corresponden al tipo I y 2 con pelo
largo, así tenemos los cuyes del subtipo 3-1 presentan el pelo largo, lacio y pegado al
cuerpo, pudiendo presentar un remolino en la frente. El subtipo 3-2 comprende a aquellos
animales que presentan el pelo largo, lacio y en rosetas. Está poco difundido pero
bastante solicitado por la belleza que muestra. No es buen productor de carne, si bien
utilizado como mascota.
Tipo 4.
Es de pelo ensortijado, característica que presenta sobre todo al nacimiento, ya que se
va perdiendo a medida que el animal se desarrolla, tornándose en erizado. Este cambio
es más prematuro cuando la humedad relativa es alta. Su forma de cabeza y cuerpo es
redondeado, de tamaño medio. Tiene una buena implantación muscular y con grasa de
infiltración, el sabor de su carne destaca a este tipo. La variabilidad de sus parámetros
productivos y reproductivos le da un potencial como productor de carne.

Clasificación según la coloración del pelaje


Existen dos tipos de pigmentos que dan coloración al pelaje de los cuyes, estos son: el
granular y el difuso. El pigmento granular tiene tres variantes: rojo, marrón y negro; los
dos últimos se encuentran también en la piel dándole un color oscuro.
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El pigmento difuso se encuentra entre el color amarillo pálido a marrón rojizo, estos
pigmentos fueron encontrados en la capa externa del pelo, se encuentra completamente
formado y siempre en asociación con pigmentos granulados. Los cambios de tonalidades
de color como consecuencia de cambios de temperatura en cuyes se aprecian en
animales jóvenes, a medida que se acentúa el frío, los colores se oscurecen. Hay que
notar una característica muy particular en el pelo del cuy y es que la base del pelo tiene
un color blanco en el caso de los pelajes claros y un poco gris en el caso de pelajes
oscuros. Conforme se llega a la punta la coloración del pelo se va acentuando y comienza
a aparecer el color que va a presentar la capa del 31 animal.
También se observa que la fibra de la capa externa del animal es más gruesa que la capa
interna. El pelo del cuy está compuesto por una capa externa o cutícula la cual es fina y la
corteza que es medular. La finura es irregular debido al alto grado de variación del
diámetro, lo cual determina su baja condición textil, asimismo no resiste a las tensiones
debido a su gran contenido medular. La longitud es variable de acuerdo al tipo. Los tipos
1 y 2 tienen fibras cortas y lacias, sin embargo, sus características de suavidad y brillo
son cualidades sobresalientes. (Zaldívar, 1976).

Raza Perú:
Considerada como una línea pesada, con desarrollo muscular marcado, ha sido
seleccionada por su peso vivo y precocidad; puede alcanzar su peso de comercialización
entre las 8 y 9 semanas; presenta una conversión alimenticia de 3,03 con alimentación
óptima; su prolificidad promedio es de 2,61 crías por parto.
Son de pelaje tipo 1, de color alazán (rojo) puro o combinado con blanco.
Considerado como Raza, provienen de ecotipos muestreados en la sierra norte del Perú,
mediante selección en base a peso vivo individual, que luego por mejoramiento da origen
a una raza precoz.

Además, puede ser empleada como mejorador de ecotipos locales y en cruces terminales
para ganar precocidad. La raza es originaria de Cajamarca. Se adapta a los ecosistemas
de costa y sierra, hasta los 3500 msnm (INIA, 2 008).

Línea andina:
Seleccionada por su prolificidad (3,9 crías por parto); obtiene un mayor número de crías
por unidad de tiempo, como consecuencia del aprovechamiento de su mayor frecuencia
de presentación Esta raza se obtuvo a través de una selección de una población “cerrada”
de cuyes procedentes de ecotipos de la Sierra Norte. Se adapta a los ecosistemas de
costa, sierra y selva alta, desde el nivel del mar hasta los 3,500 msnm. Presenta
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problemas reproductivos en climas con 28 ºC o más (INIA, 2 008).

Línea inti:
Seleccionada por su precocidad corregida por el número de crías nacidas, es la que mejor
se adapta a nivel de productores logrando los 18 más altos índices de sobrevivencia.
Alcanza en promedio un peso de 800g a las 10 semanas de edad, con una prolificidad de
3,2 crías por parto.
Predomina en el pelaje el color bayo (amarillo) entero o combinado con el blanco.

Variables reproductivas de cuyes (cavia cobayo)

El éxito de cualquier explotación pecuaria se basa en el buen manejo dado en las


diferentes etapas reproductivas. En cualquiera de los sistemas de 35 crianza de cuyes, el
empadre, destete, cría y recría son las fases más importantes en donde deben aplicarse
las alternativas tecnológicas adecuadas tomando en cuenta los conocimientos fisiológicos
y el medio ambiente.

Edad de la pubertad
La pubertad es el periodo de la vida del animal donde se inicia los ciclos
reproductivos, desarrollan los órganos sexuales primarios (ovarios) y aparecen los
caracteres sexuales secundarios. El inicio de la pubertad en los cuyes ocurre en promedio
a los 55 a 70 días, pero puede iniciarse a los 30 días.
Edad al primer servicio
La edad del cuy hembra tiene que relacionarse con el tamaño, el peso y la edad para
efectuar el primer servicio. Estos criterios permitan lograr partos normales, sin afectar el
desarrollo y la producción animal. En la zona en estudio, la edad para el primer servicio se
realiza entre los 90 a 100 días.
Edad al primer parto
Los partos se presentan de los 120 a 140 días en la zona de estudio.

Número de días vacíos y número de servicios por concepción


Constituye el intervalo comprendido en el parto y la siguiente concepción. Se recomienda
que el primer servicio se realice como mínimo a los 15 días después del parto. El número
de servicios por concepción requiere de un promedio de 1 a 2 servicios por gazapo(s)
nacido.
Intervalo entre partos
Los partos proporcionan el estímulo hormonal para la producción de leche, intervalos
cortos entre partos, propician una mayor producción de leche para la lactación. En
general, se recomienda tener un intervalo de 70 a 80 días entre partos.
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Natalidad o parición real


La natalidad es la proporción de cuyes hembras (vientres) que paren gazapos durante el
año contable, entendiéndose por año contable a un periodo de 12 meses (sin importar en
que mes se inicia). Lo óptimo sería obtener tasas de natalidad del 100 % sin embargo en
condiciones de la zona de estudio esto es difícil de obtener por muchos factores.

Natalidad o parición estimada


Es una forma de estimar la tasa de natalidad en granjas donde no existe registros de
partos. Entonces estimar la natalidad en el galpón conociendo el número de vientres en
lactación, el total de vientres aptos y el promedio de edad a la cual se realiza el destete de
los gazapos.
Numero de servicios por preñez o concepción
Es el número de servicios realizados, para lograr una preñez. El valor considerado como
optimo es de 1 servicios por cada concepción o preñez.
Se considera como un problema cuando esta cantidad de servicios por concepción
excede los 2 servicios por preñez en cada vientre.

Porcentaje de preñez al primer servicio


Es el número de vientres preñados al primer servicio, sobre el número total de vientres
sometidos al empadre. El valor optimo es de 80 a 90 %. 37 Se considera como un
problema cuando se obtiene valores menores al 40 % de preñez al primer servicio.

Porcentaje de abortos o pérdidas prenatales Es el número de vientres que no parieron


del total de los vientres confirmados preñados previamente. Se calcula de la diferencia
existente entre el número total de vientres preñados, menos el número de vientres
paridos, dividido entre el número de vientres preñados, el resultado se multiplica por 100
para obtener los resultados en porcentajes. El valor optimo del porcentaje de abortos
debe ser menor al 5 % se considera como problema cuando supera el 10 %.

Edad a la Saca.- Aliaga R. (1979), manifiesta que la edad optima de saca entre la 5va. y
la 12ava. Semana de edad. En cuyo periodo la rentabilidad llega a un 20.91 % y más aún
el incremento acelerado de peso hasta la 12 ava. Semana, va disminuyendo a partir de
esta edad. Bautista C. (1974), manifiesta que la edad optima de comercialización en
cuyes machos es a las 9.78 semanas de edad y las hembras a los 9.97 semanas de
edad.

Determinación de variables productivas en cuyes


 Producción de carne/cuy/año (campaña). Este índice mide la cantidad de carne
producido por el cuy durante su etapa de recría o engorde, que se espera que en 365
días.
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 Promedio de producción de carne por etapa de engorde Indica la producción promedio


de rendimiento de carne durante la etapa de recría o engorde y permite conocer al
productor si los cuyes están produciendo utilidades con la producción de carne. Este
índice está afectado por el factor genético, y el medio ambiente.

 Mortalidad de gazapos en la etapa de lactación Mide la eficiencia del medio en relación


al gazapo en el galpón. Los factores medioambientales influyen determinantemente sobre
el índice, siendo los principales: la alimentación, el clima, la sanidad y el manejo, se 38
observan índices de mortalidad de 10 a 15 % en los dos primeros días de vida.

 Tasa de sobrevivencia por categoría Es la proporción de cuyes vivos por categoría o


edad al final del año, después de contabilizar el total de animales muertos por categoría o
edad durante todo el año. Para esto es necesario tomar en cuenta el número de cuyes
existentes por categoría al inicio de cada año.

 Porcentaje de destete Se refiere a aquellos gazapos que nacen y logran alcanzar el


destete, dividido entre el número total de gazapos nacidos vivos, multiplicado por 100. El
porcentaje de destete tiene una relación inversamente proporcional al porcentaje de
gazapos muertos. El porcentaje deseable esta entre 80 a 90 %.

 Vida útil o productiva de vientres La vida productiva media se considera como el tiempo
que el vientre permanece en el galpón produciendo, a partir de su primer parto, hasta el
tiempo de descarte o deshecho. Lo deseable es que la cuy hembra logre su primer parto
a una edad no mayor de 80 días y que pueda tener una vida productiva no menor de 2.5
años.
CUADRO 1: VALOR BIOLÓGICO DE LA CARNE DE CUY, COMPARADO CON OTRAS
ESPECIES. ALIAGA (1979)
13

Alimentación de cuyes a base de forraje, concentrado y malezas.


Según ALIAGA R. (1979), los forrajes deben incluirse básicamente en toda dieta de los
cuyes, ya que proporcionan un efecto benéfico por su aporte de celulosa y constituye
fuente de agua uy vitaminas menos que los cuyes que utilizan para cubrir sus
necesidades. En el Perú se han venido investigando las posibilidades de alimentas a los
cuyes con varias especies de forrajes: verde, heno, ensilado, malas hierbas y otras
plantas alimenticias no tradicionales como la retama con resultados diversos.

Las especies forrajeras de mayor uso en la alimentación del cuy esta constituido por las
siguientes especies cultivables: alfalfa, tréboles, rye- grass, pasto elefante, soya forrajera,
vicias, lotus, etc. Seguido por el uso de especies nativas, malezas y malas hierbas, la
calidad nutritiva de estos forrajes es muy variable, razón por la cual siempre debe
suplementarse la dieta con concentrado para lograr un máximo rendimiento.

Un animal en crecimiento normalmente consume de 80 a 100 gr. De forraje a la cuarta


semana de edad, llegando a consumir de 160 a 200 g. de forraje/animal/día a partir de la
octava semana de edad, siendo estos aún mayores si se trata de reproductores. Cuando
los cuyes reciben cantidades altas de forraje disminuye el consumo de concentrado,
aumentando el consumo de materia seca total. Siendo superados en conversión
alimenticia por los animales que reciben bajos niveles de forraje (80 y 120 gr/animal/día).

Comercialización del cuy


La comercialización actual de cuyes se da en una transacción directa de consumidor a
productor a nivel de granja. La demanda de cuyes es por unidad y vivos, con pesos no
menores de 700 gramos; independientemente de la edad, tipo y calidad de los animales.
Los mercados urbanos de la costa presentan una demanda de cuyes insatisfecha a falta
de centros de producción y canales de comercialización, capaz de ofertarlos en forma
sostenida, con tecnología apropiada para su presentación y conservación (INIA, 1 995).

Así los cuyes son comercializados vivos como reproductores (seleccionados a los 3
meses) y mascotas, o beneficiados (cuyes parrilleros, mediante saca selectiva y saca por
edad). Para su comercialización el producto ofertado es la carne de cuy. Existe en el
mercado dos tipos de cuyes destinados para el consumo, los parrilleros que son cuyes de
3 meses de edad y los de saca que corresponden a cuyes hembras después del tercer
parto. Se han logra rendimientos de carcasa de 60.42% en cuyes de recría y 63.40% en
animales de saca.Sin embargo, estas cifras pueden variar de acuerdo a factor genético,
fenotípico, económico, tipo de crianza, ambiente, etc.
14

El bagaje genético de los animales caracteriza el desarrollo corporal. Por ejemplo, a los
700 gramos de peso vivo, el cuy criollo es adulto y tiene una edad de 4 a 5 meses de
edad. Mientras que el cuy mejorado de la Molina es aún tierno de 10 semanas de edad
(INIA, 1 995). Cuando el manejo de los reproductores es bajo el sistema de empadre
intensivo y en núcleos, se recomienda realizar la saca de adultos a un año de producción,
equivalente a obtener 4 a 5 partos por madre; alrededor de 1,5 años de edad.
Estudios de productividad de madres detectan mayor riesgo de pérdida por
mortalidad a partir del tercer parto, ocasionando una merma poblacional que resta la
eficiencia productiva de los núcleos de empadre.
La saca de reproductores al año de trabajo permite también obtener buena calidad
de carcasa. El reemplazo de reproductores es rápido con las crías generadas por ellos
mismos, dado el corto período de vida de la especie se recomienda el 25% de reemplazo
trimestralmente. Animales de excelencia sí ameritan su conservación en el plantel, más
factible en el caso de los machos (INIA, 1 995).
En la actualidad el producto no está considerado como de “Primera necesidad” a
pesar de su naturaleza cárnica. Es considerado como un producto de consumo eventual o
“carne especial”, cuyo consumo se restringe a ciertos eventos distintivos de las familias
como aniversarios, cumpleaños, fiestas etc. Además, es consumido en lugares
especializados en su preparación tradicional como restaurantes y clubes (Ordoñez, 2
003).

Sanidad en cuyes

La mortalidad existente en la crianza de cuyes, como consecuencia del


desconocimiento de alternativas en el área de salud animal, es lo que limita el desarrollo
de la crianza. En los países andinos la cría de cuyes se realiza de manera tradicional en
el sistema familiar. Se viene haciendo esfuerzos a fin de mejorar este sistema difundiendo
tecnología apropiada para mejorar su producción. A cause de problemas sanitarios se
tiene la mayor merma de la producción, por lo que se vienen identificando las causas de
mortalidad para tomar medidas de prevención y control.

Los cuyes pueden padecer enfermedades bacterianas, virales, parasitarias y orgánicas.


Las causas que predisponen las enfermedades son los cambios bruscos en su medio
ambiente, considerando variaciones de temperatura, alta humedad, exposición directa a
corrientes de aire, sobre densidad, falta de limpie en camas, deficiente alimentación, entre
otras.
Enfermedades infecciosas
El cuy como cualquier especie es susceptible a sufrir enfermedades infecciosas, pudiendo
ser ellas de diversa naturaleza. El riesgo de enfermedad es alto, pero factible de ser
prevenida con adecuada tecnología de explotación.
15

La enfermedad, de cualquier etiología, deprime la producción del criadero, traduciéndose


en pérdidas económicas para el productor de cuyes. Hoy en día que la crianza de cuyes
se orienta a consolidarse como una explotación intensiva basada en aspectos técnicos de
manejo, alimentación y mejoramiento genético, urge la necesidad de poseer un adecuado
programa sanitario, que asegure el mantenimiento de los logros obtenidos en las otras
disciplinas.

3.3. Salmonelosis en el Cuy

3.3.1. Etiología

La salmonelosis en cuyes es causada por serotipos del género Salmonella.


La Salmonella entérica serovar typhimurium es el serotipo que se aísla con
mayor frecuencia en el Perú, en porcentajes que superan al 95
% con relación a otros serotipos. (Ameghino, 1968; Ramírez, 1972; Bustamante,
1993 y Garmendia y otros, 2000).

En cuyes de laboratorio se ha logrado identificar diferentes serovares como


son: S. typhimurium, S. enteritidis, S. florida, S. bredeney, S. pomona,
S. dublin, S. ochiogu, S. limite (Garmendia y otros, 2000). Así mismo otros
estudios nos dan a conocer a S. enteritidis, S. typhimurium y S. dublin en cuyes
(Parra y otros, 2002).

Cuadro 2. Especies, subespecies y número de serotipos de Salmonella; y su

hábitat usual.

N° de serotipos
Especie y subespecie de Salmonella Hábitat usual
dentro de la especie
S. enterica subsp. enterica (I) 1531 Animales de sangre caliente
S. enterica subsp. salamae (II) 505
S. entérica subsp. arizonae (IIIa) 99
S. enterica subsp. diarizonae (IIIb) 336 Animales de sangre fría y ambiente
S. enterica subsp. houtenae (IV) 73
S. enterica subsp. indica (VI) 13
S. bongori (V) 22 Animales de sangre fría y ambiente
TOTAL 2579
16

3.3.2. Descripción del agente causal

El género Salmonella se ubica dentro del orden Enterobacteriales y la


familia Enterobacteriacea, es una bacteria Gram negativa, generalmente móvil
por flagelos peritricos, anaerobio facultativo, no esporulado y no encapsulado. La
diferenciación entre las especies y serovares de salmonella se realiza tomando en
cuenta diferentes propiedades bioquímicas, tales como: no fermenta lactosa,
fermenta glucosa con producción de gas (excepto S. Typhi), no producen indol, no
degradan la urea, descarboxilan la lisina y ornitina. La salmonella se desarrolla
generalmente a temperaturas entre 8 y 45ºC, un pH de 4 a 8; no sobreviven a
temperaturas mayores de 70°C (Koneman y otros, 1998; Walker, 1999).

3.3.3. Epidemiologia

Generalmente las fuentes de infección son animales enfermos u otros


animales portadores como son: roedores, cuyes, insectos, aves, el hombre; el
alimento o el agua, contaminada. Otra fuente de contaminación es el ambiente de la
granja (suelos mal desinfectados, polvo, heces, equipos, etc.). La Salmonella
ingresa al su hospedero principalmente vía oral, resiste al pH del estómago, sales
biliares y peristaltismo, coloniza el intestino delgado e invade los ganglios
linfáticos mesentéricos, provocando una infección localizada (Revista cresa, 2002).

Las salmonelas se propagan por contacto directo e indirecto. Los animales


infectados eliminan la bacteria en grandes cantidades en orina y heces, de esta
manera contamina en ambiente que los rodea. Los animales susceptibles se infectan
por vía oral, al beber agua o consumir alimento con materia fecal contaminada, así
mismo se ha observado que el contagio también puede darse por heridas abiertas,
por vía conjuntiva y aerógena (Radostits y otros, 2002).
17

Las diversas especies de salmonellas se transmiten por contacto, con enfermos, así
como también con portadores aparentemente sanos; sin embargo, por lo general,
esta enfermedad tiene un origen alimentario, que ocurre cuando se ingiere
alimentos contaminados con el patógeno, teniendo en cuenta que la fuente de
contaminación ambiental es la materia fecal (Stanchi, 2007).

El equipo e implementos de trabajo utilizados en las granjas también tienen


un papel importante en la diseminación de la Salmonelosis. La transmisión vertical
se observa en aves, ocurriendo infecciones transováricas especialmente con S.
pullorum, S. gallinarum, S. typhimurium y S. thompson (Flores, 1981).

3.3.4. Patogenia

En el proceso infeccioso por salmonella, se presenta una interacción


hospedero microorganismo, y se desencadena la enfermedad sintomática si se
presentan las condiciones adecuadas (Jubb y otros, 1990).

Luego de la ingestión oral, la bacteria experimenta severos cambios medio


ambientales como son: baja tensión de oxígeno, alta osmolaridad, pH ácido y
aumento de temperatura. Las salmonellas modulan la expresión de sus genes lo que
les permite sobrevivir a estos cambios, luego colonizan el intestino delgado (nivel
del íleon distal y ciego) (Jubb y otros, 1990; Radostits y otros, 2002; Figueroa y
Verdugo, 2005).

Después que la bacteria entra al hospedero la bacteria se adherirse a uno o


más tipos de células del tejido intestinales o bien a la matriz extracelular; por ello,
cuenta con estructuras llamadas adhesinas, que les permiten reconocer moléculas
presentes en las células del hospedero llamadas receptores, estos receptores
determinan la especificidad del tejido, como también, la colonización y persistencia
bacteriana.

En consecuencia, de esta unión adhesina-receptor se determinan los


18
hospederos y el organotropismo de la bacteria (Figueroa y Verdugo, 2005).

Las adhesinas tienen la capacidad de activar a linfocitos B y neutrófilos, lo


que resulta en una variedad de respuestas biológicas incluyendo proliferación
celular y secreción de citocinas. La salmonella inicia la invasión en el hospedero a
través de enterocitos y células M, las cuales constituyen una puerta de entrada ideal
para las enterobacterias, debido a la ausencia del borde en cepillo, así como, del
glucocálix (Figueroa y Verdugo, 2005).

3.3.5. Manifestaciones clínicas:

Si bien, Salmonella spp. puede causar diferentes signos clínicos entre las

diversas especies a las cuales afecta, los serotipos aislados más frecuentes en

cuyes son S. Typhimurium y S. Enteritidis (Iijima et al., 1987, Bartholomew et al.

2014).

En el cuy, la sintomatología puede manifestarse de forma aguda o crónica. La

forma aguda, causa alta mortalidad en la población en corto tiempo (24 a 48 horas);

mientras que en cuadros crónicos la sintomatología suele ser más marcada, con

presencia de caquexia, anorexia, diarrea, debilidad, parálisis de miembros,

neumonía, abortos, aumento del volumen del vientre por ascitis, entre otros (Figura

3). La afección de la mayoría de los órganos sugiere su carácter septicémico

(Chauca, 1997; Matsuura et al., 2010).

A B

Signos clínicos de cuyes son Salmonelosis. A) Parálisis del tren posterior. B) Dilatación
del abdomen por ascitis.
19

Estudios realizados en cobayos indican que las manifestaciones clínicas


varían dependiendo del serotipo infectante, algunos serotipos pueden causar una
epizootia explosiva y frecuentemente los sobrevivientes se convierten en portadores
asintomáticos, en los cobayos jóvenes es muy común la infección clínica con alta
mortalidad, mientras que los cobayos adultos, se convierten frecuentemente en
portadores. Otros signos observados son: cianosis, disminución del número de crías
por parto, conjuntivitis y bajo peso al nacer (Noonan, 1994; Garmendia y otros,
2000).

3.3.6. Hallazgos de la necropsia

3.3.6.1. Técnica decúbito dorsal

Consiste en realizar una incisión desde la sínfisis mandibular hasta la sínfisis


púbica, únicamente separación de la piel. Luego se realiza la apertura de la cavidad
abdominal y torácica, donde se observan los diferentes órganos y se observa
también el aparato genitourinario de hembra y macho. (Astaiza, 2013).

3.3.6.2. Lesiones anatomopatógicas

La mayoría de las lesiones encontradas en órganos son: congestión en


corazón, pulmones, hígado, bazo e intestinos (Ameghino, 1968).

El bazo presenta tamaño aumentado, se puede observar unos puntos blancos


variables en tamaño, también se observa abscesos y congestión. El pulmón presenta
lesiones sobre todo en el lóbulo diafragmático y apical, así como congestión y
hemorragias (Onyekaba, 1983).

Los linfonódulos mesentéricos se presentan, congestionados y bastante grandes, en


algunas ocasiones, presentan abscesos que sobresalen de la superficie del órgano.
En el intestino se observa congestión y en ocasiones hipertrofia de las placas de
Peyer, también se puede observar pus, hemorragias, meteorismo intestinal y
necrosis focal (Ramírez, 1976).
20
3.3.6.3. Lesiones Histopatológicas

En el tracto intestinal se observa enteritis. En el corazón se aprecia


degeneración de miofibrillas, pericarditis y abscesos crónicos de miocardio. En los
riñones se muestra edema celular de epitelio tubular, congestión generalizada, y
células inflamatorias en el intersticio y en los glomérulos renales (Ramírez, 1976).

3.3.7. Diagnóstico

En cuanto al diagnóstico de la salmonelosis en cuyes debe ser realizado


asociando las lesiones anatopatológicas (necropsia), las manifestaciones clínicas y
el aislamiento bacteriano. Para hallar bacterias en animales enfermos los órganos de
elección son principalmente el hígado, el bazo y el intestino delgado; sin embargo,
también puede aislarse de la glándula mamaria, del pulmón, útero, vesícula biliar y
ganglios mesentéricos (Bustamante, 1993).

3.3.8. Control y tratamiento

Según Saturnino Ataucusi (2015), al tener salmonelosis en una explotación se


debe realizar lo siguiente:

Control:

 No dar alimentos contaminados y evitar camios bruscos de alimentación.


 La temperatura interna del galpón debe mantenerse estable, evitando los cambios
bruscos.
 Desinfectar periódicamente los galpones, instalaciones y los
implementos o equipos que se encuentran dentro del galpón.
 En caso de introducir un animal nuevo en el galpón, este debe estar en cuarentena.
 Evitar el ingreso de posibles portadores de la Salmonelosis (roedores, aves, canes).
 No permitir el ingreso de personas ajenas a la granja.

 Incinerar animales muertos.


 Eliminar a los animales portadores asintomáticos (aquellos que sobrevivieron al brote).

Tratamiento:
21

 Retirar el alimento balanceado.


 Retirar todos los animales con síntomas.
 Buena desinfección de granjas.

Manejo Terapéutico:

 Sulfa Trimetropin: 1g/l de agua durante 5 días.


 Enrofloxacina al 10%: 1ml/l de agua por 5 días.

Neumonía

 Etiología

El agente responsable de la enfermedad es el Diplococcus pneumoniae, un


neumococo.

Los síntomas característicos son secreciones nasales, disminución del apetito, respiración
dificultosa.

A la necropsia se observa congestión de las paredes alveolares con exudado mucopurulento,


enfisema alveolar y pleuritis. Se presenta edema en las paredes alveolares con presencia de
exudado fibrinoso en los alvéolos y gran cantidad de hematíes y neutrófilos. Puede hacer
hepatización del pulmón y derrame pleural.

 Tratamiento. La tetraciclina, de 3 a 5 g/litro de agua; 10 mg/500 g de peso, durante 4


a 8 días.

Bronconeumonía

Etiología. El agente responsable de la enfermedad es la Bordetella bronehiseptica,


producida por agentes irritantes que estimulan y favorecen la enfermedad clínica.
Síntomas. Visibles son postración, anorexia, disnea y secreción nasal.
La bronconeumonía generalizada produce cantidades de exudado pleurítico de color marrón
rojizo.

Tratamiento y control. Además de las terapias ya indicadas, puede utilizarse: Cloranfenicol


y tetraciclina 25 ml/kg de peso, Tetraciclina 3 a 5 g/litro de agua durante 4 a 8 días,
cloranfenicol 25 ml/kg de peso.

Pseudotuberculosis
Etiología. El agente responsable de la enfermedad es la Yersinia pseudotuberculosis.
22
Síntomas. Se han identificado tres formas: la septicemia aguda, con muerte violenta a causa
de la ruptura de un linfonódulo mesentérico; la septicemia crónica, con decaimiento progresivo
y muerte en 3-4 semanas; y la afección congénita o inmediatamente después del nacimiento.
Tratamiento y control. Con penicilina (30 000 UI) y dehidroestreptomicina (1,25 mg/kg de
peso), dos veces al día, por vía oral o intramuscular. También puede utilizarse cloranfenicol,
tetraciclina y eritromicina. Como medida de control puede palparse los linfonódulos
mesentéricos a través de la pared abdominal.

Linfadenitis Etiología. El agente responsable de la enfermedad es el Streptococcus


pyogenes grupo C y el Streptobacillus.
Síntomas. Gran aumento de tamaño de los linfonódulos cervicales.
Tratamiento. Con penicilina más dehidroestreptomicina.

Micosis

Etiología. El agente causal es el Trichophyton mentagrophytes


Síntomas. Alopecia, piel enrojecida, lesiones alrededor de los ojos, nariz y en el lomo u otras
partes del cuerpo.
La sintomatología característica es la caída del pelo en forma circunscrita a manera de
anillos, descamación de la parte afectada y comezón intensa. Por lo general la afección se
inicia en la cabeza pudiendo extenderse en las diferentes partes del cuerpo. Dermatitis e
hiperqueratitis. Tratamiento y control. Sulfato de cobre al 5% y espolvoreo de polvos,
griseofuluvín 60 mg/kg, durante 10 días.

Enfermedades Parasitarias en Cuyes-

Las enfermedades parasitarias, a diferencia de las infecciosas, se caracterizan por


presentar manifestaciones lentas e incluso sin que los criadores noten su presencia. El
parasitismo repercute negativamente en la producción, causando serias pérdidas económicas,
donde los ectoparásitos son agentes de importancia dentro de las enfermedades parasitarias
en el cuy. Así los piojos (Phthiraptera), pulgas (Siphonaptera) y ácaros (Acariformes),
parásitos de distribución mundial, ocasionan cuadros clínicos caracterizados por alopecia,
eritema, prurito, inapetencia, pérdida de peso y retardo en el crecimiento. Asimismo, el estrés
producido influye negativamente en el sistema inmune, predisponiendo la presentación de
infecciones secundarias (Chauca, 1997). Además, los ectoparásitos tienen importancia
epidemiológica, toda vez que pueden actuar como transmisores de diversos patógenos (Paiva
et al., 2004).

Entre los principales factores que intervienen en la epidemiología de los ectoparásitos se


encuentra el clima, donde la temperatura y humedad relativa influencian su desarrollo. Los
23
parásitos externos constituyen un aspecto importante dentro de las enfermedades parasitarias
en cuyes (Chauca, 1997).

La coccidiosis que es producida por la Eimeria caviae.

Los animales más susceptibles son los cuyes jóvenes, principalmente después del destete.

La sintomatología en los casos agudos se manifiesta por una rápida pérdida de peso,
diarrea mucosa con estrías sanguinolentas y muerte, la cual puede suceder incluso en forma
repentina sin la presentación de síntomas clínicos.

Los animales que se recuperan de la enfermedad o los que han sufrido una infección
moderada quedan como portadores y son una fuente permanente de infección.

El control de la coccidiosis debe estar orientado principalmente a la prevención de la


enfermedad, evitando la sobrepoblación y una limpieza frecuente de la cama evitando la
acumulación de humedad excesiva.

El tratamiento se hace a base de sulfaquinoxalina: 0,9 g/litro de agua, durante una semana.

La Fasciola hepática, llamada vulgarmente «alicuya», se aloja al estado adulto en los


conductos biliares. Este parásito es hematófago y sus formas inmaturas durante su migración
producen una destrucción masiva del parénquima hemático.

La infección se produce mediante la alimentación con pastos recolectados en zonas


infestadas. El cuadro clínico se manifiesta por anorexia, debilidad y muerte repentina.

A la necropsia se observa ascitis, hígado congestionado y hemorrágico. El control es


fundamentalmente de tipo preventivo, evitándose la alimentación de cuyes con pastos
infectados, ya que la infección incluso leve con metacercarias produce la muerte del animal.

El tratamiento curativo se hace a base de triclobendasoe (Fascinex): 10 mg/kg de peso.

La paraspidodera, el trichuris y el passalurus son parásitos específicos de los cuyes. Las


infecciones parasitarias son mixtas, es decir, por varias especies parasitarias, cada una de las
cuales ocupa un lugar determinado del tracto intestinal, produciendo trastornos con efectos
nutritivos y fisiológicos variados.

Los síntomas en el caso de infecciones moderadas o masivas se manifiestan con anorexia,


enflaquecimiento, pelaje erizado y sin brillo, diarrea que varía entre catarral y mucosa, prurito
anal (trichurus y pasalurus).
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A la necropsia se puede observar que la mucosa del estómago, intestino y ciego se encuentra
engrosada, edematosa, congestionada y, en algunos casos, con presencia de membranas
necróticas fibrinosas.

La gastroenteritis parasitaria es esencialmente una enfermedad de animales jóvenes, ya


que los adultos desarrollan una resistencia relativamente sólida a nuevas infecciones.

El control debe estar orientado a una limpieza y remoción periódica de la cama, más la
utilización de antihelminticos de amplio espectro como el Levamisol y el Higromix-B.

Cuando se ha detectado el problema se aconseja realizar dosificaciones después del destete


y repetir el tratamiento al mes. Y en reproductoras, 15 días antes de la parición, mediante la
adición de un antihelmintico al alimento.

Ectoparásitos.

Los parásitos externos constituyen otro de los factores importantes dentro de las
enfermedades parasitarias. El grado de infección es intensa en las crianzas familiares, lo cual
repercute negativamente en la producción. Existen tres grupos importantes de ectoparásitos
en cuyes. Piojos. Son parásitos aplanados, dorsoventralmente de color amarillo pardo, que
pasan todo su ciclo de vida en el cuerpo del cuy, el cual se completa aproximadamente en 23
semanas. Comprenden dos grupos, los piojos masticadores,Se alimentan de células
epiteliales descamadas o de la epidermis de la piel, algunas sin embargo se alimentan de
sangre.

Pulgas.

Son parásitos comprimidos lateralmente, su cubierta quitinizada le permite desplazarse con


facilidad por el pelaje. Son saltadoras lo que les permite desplazarse con facilidad por el
pelaje y brincar de un huésped a otro. Sus órganos bucales están adaptados para succionar,
su alimentación es a base de sangre. Los huevos son puestos generalmente fuera del
huésped en las hendiduras de los pisos o paredes, de tal forma que solamente las pulgas
adultas son parásitas. El ciclo evolutivo bajo condiciones óptimas de temperatura y humedad
se completa en 30 días. Entre las pulgas más frecuentemente encontradas en cuyes se
mencionan al Echidnophaga gallinacia, la Ctenocephalides canis y Pulex irritans, pulga de las
gallinas, perro y hombre, respectivamente. Las pulgas causan severa irritación de la piel,
anemia, intranquilidad que en infestaciones masivas pueden producir la muerte de los
animales. Se han observado infestaciones masivas con un promedio de hasta 2 000 pulgas
por animal. Ácaros. Son ectoparásitos microscópicos, o apenas visibles a simple vista,
responsables de la sarna de los cuyes. El ciclo de vida tiene una duración de pocos días. Se
alimentan de sangre y linfa de aquí 48 que la anemia sea el síntoma constante. Además, las
picaduras les provocan irritación, intranquilidad, pérdida de sueño y caída del pelo

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